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Masacre de Boyajá

El 2 de mayo de 2002, aproximadamente 80 personas murieron (entre ellos 48 menores) luego de


que guerrilleros de las FARC lanzaron un cilindro bomba, durante un enfrentamiento con
paramilitares de las AUC, contra la iglesia de Bellavista (casco urbano del municipio de Bojayá) en
donde la población se refugiaba.

Este hecho representa un hito en la larga cadena de violencia que ha vivido nuestro país, a la vez
que es un punto culmen de la degradación del conflicto armado que aún padecen las comunidades
afrodescendientes e indígenas del medio Atrato y del departamento de Chocó. Esta acción violenta
evidenció la violación de todas las normas del Derecho Internacional Humanitario por parte de los
grupos armados, así como las fallas del Estado colombiano en su obligación de velar por la
integridad de esta comunidad.

Museo itinerante de la memoria y la Identidad de los


montes de maría

El Museo se autodefine como una plataforma de reparación simbólica donde se recupera la voz
pública y política de las comunidades afectadas por el conflicto armado en el territorio de los Montes
de María, en el caribe colombiano. El Museo es de carácter itinerante y participativo; su estructura de
madera ligera posibilita su traslado. En su interior alberga el “árbol de la vida” del que cuelgan 1.400
hojas con los nombres de las víctimas; además se encuentran testimonios del conflicto. El cine, la
televisión y la radio han sido algunas de las herramientas propuestas a la comunidad para la
construcción de sus narrativas y testimonios.

El territorio de los Montes de María ha sido uno de los más afectados por el conflicto armado. Entre
1985 y 2017 se registraron allí 3.197 asesinatos selectivos y 117 masacres, según datos del CNMH.
La principal causa de la violencia se relaciona directamente con los intereses sobre el territorio
debido a la gran riqueza ambiental y la posición geográfica, lo que ha llevado a una confrontación
histórica por su control, posesión y uso. Los territorios usurpados han sido convertidos principalmente
en fincas ganaderas, corredores de narcotráfico y campos de monocultivo.

Entre el 16 y el 21 de febrero del año 2000, tuvo lugar una de las masacres más brutales cometidas
contra la población civil montemariana, cuando más de 450 paramilitares llegaron al corregimiento de
El Salado, en El Carmen de Bolívar, y ejecutaron a decenas de personas frente a sus familiares y
vecinos.

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