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Racine y el neoclasicismo

NEOCLASICISMO
El neoclasicismo se presentó en el panorama de la literatura a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII,
época de grandes cambios políticos, sociales y culturales en toda Europa. Surgió, como la correspondencia
artística a los dictados semánticos y racionalistas de la ideología establecida por la Ilustración. Es un movimiento
espiritual literario y cultural que pretendía recuperar el gusto y los principios del clasicismo. Era visto como un
medio de reforma e instrucción. Una corriente literaria que se opone a los excesos en que había caído el barroco,
esta corriente en su lugar es llamado Clasicismo y en los demás países que la adoptan, ya en el siglo XVIII es
conocida como Neoclasicismo. Mientras que en casi toda Europa se seguían los postulados barrocos, en Francia
el fenómeno cultural era distinto.

El siglo XVII había sido una época de fanatismo religioso e intransigencia. Sin embargo, con el siglo XVIII se
inicia un periodo de apertura y de tolerancia. En este período, la razón era la única fuente del verdadero
conocimiento y la única norma de juzgar los actos humanos y la vida en general. Por lo tanto, la razón era el único
medio para disipar las tinieblas de la humanidad. El neoclasicismo es el Siglo de las Luces o de la razón, de la
Ilustración, de la Revolución francesa y de la Revolución Industrial. El Neoclasicismo abarcó todas las artes y
tuvo alcance universal.

El espíritu proveniente de la época clásica y del Renacimiento reapareció con dramaturgos como Jean Racine y
Molieré, que ofrecieron los primeros testimonios de las maneras neoclásicas. Los autores neoclásicos sentían una
profunda admiración por la obra de los clásicos; por eso, vieron necesario el retorno a las normas clásicas, basadas
en las ideas de Aristóteles. La libertad sentimental era entendida como una forma primitiva de creación que se
separaba, en sí misma, de las normas ilustradas del ser humano pensante. Sin embargo, más que aportar genios a
la cultura universal, el neoclasicismo produjo ingenios. No alcanzo la originalidad de un nuevo arte, sino
imitaciones bastante perfectas de los antiguos modelos griegos.

FEDRA DE RACINE (1677)


Racine nació en 1639 bajo el seno de una modesta familia en La Ferté-Milon; sin embargo, se quedó huérfano
antes de cumplir los cuatro años, siendo criado por su abuela y su tía y recibiendo así una educación clásica en
griego, latín y oratoria. Gracias al conocimiento original de la lengua griega, pudo leer tanto a Sófocles como a
Eurípides.
Los personajes de este poeta son antihéroes que se caracterizan por su debilidad y en el reconocimiento de sus
conflictos íntimos, personajes que asumen su destino al considerarlo infranqueable.

Cuando se estrena Fedra, el 1 de enero de 1677, Racine tiene 37 años, costándole el silencio y la despedida del
teatro. La protagonista se encuentra entre dos posturas: la confesión y el silencio, la culpa y el engaño, al ser el
principal delito el adulterio incestuoso con el hijastro, realizado en su mente. En cambio, Hipólito, aunque es
inocente, es conducido a la muerte por su padre debido a una mentira, trasunto de Poseidón. El conflicto de la
pasión de Fedra lo lleva a un callejón sin salida, en el cual el antihéroe, que es culpable, sólo puede confesarse
mediante la palabra, cuya solución de la heroína trágica es la muerte física.

La fuente de inspiración de Racine proviene tanto de Eurípides como de Séneca, siendo este último destacable
por la importancia que le concede a Fedra como la absoluta protagonista y portavoz de los conflictos de los demás
personajes, invirtiendo los roles. Nuestro poeta comienza su tragedia con el conflicto ya estallado: Fedra se
enamora perdidamente de Hipólito, primer hijo de su marido con una amazona, y se la caracteriza como más
joven que su marido Teseo.

En cambio, la principal novedad es la introducción de Aricia en la tragedia, personaje que está prometida con
Hipólito y es hermana de Ariadna. Tenemos también un doble contraste con los amos y los sirvientes: la relación
de Fedra y su confidente Enone; la de Hipólito y su confidente Terameno. Cabe señalar la presencia del origen
de la naturaleza de los personajes desde el punto de vista mitológico: Teseo (vencedor del laberinto), Hipólito y
Aricia son simples mortales sin descendencia divina; por el contrario, Fedra es hija de Minos y Pasífae, además
de descender en línea directa del sol por ser nieta del sol. Por tanto, encontramos en Fedra una doble naturaleza
que la conduce a una lucha constante por su pasión incestuosa. La luz de Fedra que produce la ceguera en la gente
mediocre que la rodea es imprescindible en este personaje y sin ella se vuelve soportable, así como su confidente
Enone, cuya relación será de dependencia y fascinación, tal como se observa, cuando es despedida por su ama, y
al enterarse de la falsa acusación a Teseo del intento de violación, toma la firme decisión de suicidarse. La
contradicción de su conducta, producida por el furor y la crisis, la llevarán al fatal desenlace: el envenenamiento,
pero liberándose y asumiendo el deshonor de su secreto antes de morir, y de nuevo confesando la naturaleza de
su mentira.

Esta obra fracasó por culpa de las maniobras de la duquesa de Bouillon y el duque de Nervers, cuyo motivo era
la supuesta inmoralidad de este autor, considerándose en nuestros días la pieza maestra de Racine de la cual es de
obligado repertorio en las representaciones teatrales.
En relación a los personajes racianos, se los presenta como personajes míticos, grandes, que se muestran, en sus
miserias cotidianas, débiles o heridos psicológicamente, además de añadírsele estos problemas: la fragilidad de
las soluciones, la repercusión que recae sobre los personajes que son inocentes y la incomunicación verbal que
sufren constantemente.

En Fedra, hallamos dos intrigas entrelazadas: la confesión del amor de Fedra hacia su hijastro por pensar que su
marido no volvería de su viaje al Hades que duró seis meses; la posterior consecuencia de su revelación: el horror
consecuente de Hipólito, precipitándose los acontecimientos al regresar Teseo (Fedra debe confesar cuanto antes,
así como la mentira de Enone y la solución final).

Según un precepto aristotélico, los personajes racianos se consideran tanto culpables como inocentes. Culpables,
ya que sus pasiones eróticas o políticas transgreden las normas sociales; inocentes, puesto que aspiran a una
felicidad o bien que tuvieron en el pasado, o bien creen conocer, pero no alcanzan (esto último sucede con Fedra).
Enone es el único personaje que encontramos en su obra literaria que miente y calumnia por su amor y
dependencia de su ama.

Respecto a la fatalidad y al destino, el concepto de destino está ligado al de fatalidad del autor, cuya formación
jansenista consideraba que la destinación del personaje no tenía libertad de acción, sino que era desconocedor de
su futuro, que termina por realizarse en contra de su voluntad al estar por encima de él, a pesar del desenlace
deseado o no. En cambio, la fatalidad surge tanto por la impunidad del comportamiento de la divinidad, como
que el personaje no puede modificar su futuro. La principal novedad es la aproximación de los personajes al
público, porque los presenta en toda su debilidad y crueldad de las situaciones.

En cuanto al espacio claustrofóbico, los personajes muestran la violencia de todos los efectos funestos de las
pasiones en este tipo de espacios cerrados, que suponen una amenaza a su intimidad, cuya solución es la
desaparición, la huida o la muerte como fuente de liberación. Por lo que hace al Eros y pasión amorosa, el motor
principal de la conducta del protagonista que consiste en la pasión amorosa que terminará por destruir su voluntad
(otra clase de fatalidad), causa determinada por una mirada, un recuerdo revivido, una sensación, que es
interpretada con una fuerza irracional que el personaje puede lograr mediante la fuerza, el engaño al objeto amado.
En el caso de Fedra es una mirada, ya que esta se enamora nada más verle, y la negación de la posesión o el
contacto con el ser deseado es descrito desde un erotismo claro. Estas confesiones cargadas de erotismo son
reveladas a un confidente, y que, por culpa de este erotismo, los personajes se vuelven más débiles por haber
perdido el autocontrol, cayendo en desgracia al enamorarse y arrastrarse por la primera pulsión sexual.

Por ello, los celos, parte del conflicto trágico y del irracionalismo en el cual se encuentra el protagonista, se
solucionan mediante dos medidas: la purificación por la muerte figurada (la locura) o real (el suicidio), resaltando
la presencia de personajes femeninos, mujeres enamoradas no correspondidas, por la complejidad de sus pasiones,
sin contaminación erótica.

Con el verso alejandrino, Racine describe en sus poemas dramáticos la angustia del mundo opresivo de sus
personajes.

La Fedra de Racine es una obra que refleja todos los elementos del neoclasicismo, ya que es el modelo de
establecimiento de la solidez del reinado de Luis XIV. En esta obra, existen dos pulsiones antagónicas: barroca y
clasicista. Fedra es un personaje barroco por representar el amor prohibido, anormativo (intento de asaltar los
cielos), cuya pulsión antinatural es expresada mediante la palabra, es decir, es el amor por medio de la palabra,
pues desafía la norma; en cambio, Fedra se sepulcra en su propia muerte, por eso es clásica.

El personaje de Fedra, hija de Pasifae y Minos, es el símbolo de la imposibilidad de cambiar la genealogía, y esto
lo podemos observar ya desde el significado de su nombre (Φαίδρα significa «brillante). Por tanto, esta heroína
es la nieta del sol, pues el sol cometió la grandísima afrenta de alumbrar los amores de Venus y Marte, lanzando
esta diosa una condena no sólo al sol, sino a toda su estirpe. Fedra, consciente de esa fatalidad de su propia estirpe,
se rebela contra su destino, aunque está condenada por él, imposibilitada de escapar del destino. Esta heroína está
condenada sólo por amar, tragedia que reside en morir al no ser amada, Fedra es la tragedia de la palabra, puesto
que esta no es sólo culpable porque ama, sino por confesar. Es decir, al hacerlo público la protagonista por medio
de la palabra da a entender que esa pasión no puede ser compartida.

En efecto, la pasión desbordante de Fedra es peligrosa, porque resquebraja el equilibrio de lo común; el amor no
puede ser pasional, considerándose así anticanónico.

TEATRO NEOCLÁSICO
Es el primer género neoclásico que se introduce. Es la adaptación de la preceptiva clásica de la tragedia. Tiene
una doble función; catártica (libera al público de sus pasiones) y didáctica. En el teatro, surgió una nueva fórmula
que retomo a las tres unidades clásicas. Insistió en la finalidad didáctica y moral y propuso la reducción del
número de personajes (en el teatro barroco había demasiado, para el gusto de los neoclásicos). Además, las obras
de teatro debían lograr verosimilitud; es decir, la historia representada debía ser creíble, para que los espectadores
la recibieran como un hecho posible de suceder.

CARACTERÍSTICAS DEL NEOCLASICISMO


Gusto por la Antigüedad Clásica Grecolatina afán de ILUSTRACIÓN y predominio de la razón. La Literatura
tiene función didáctica y está sujeta a normas. Se retorna a los valores literarios propios de la Antigüedad
Clásica. La literatura neoclásica no solo influyó en la literatura en general, sino también en otras áreas de las artes,
como la pintura, la música, la escultura y la arquitectura.

Algunos de los autores representantes de esta corriente son: Racine, Voltaire, Rousseau y Moliere, entre otros.

Uso de la Literatura como vehículo de la enseñanza. Absoluta fidelidad a los preceptos antiguos. Separación en
géneros y en unidades clásicas. Formación intelectual y espiritual. Temas de reflexión. Lenguaje claro y
armonioso para mejorar su comprensión.

GOLDMANN, LUCIEN: “LA VISIÓN TRÁGICA EN EL TEATRO DE RACINE” EL HOMBRE Y LO


ABSOLUTO.
Varios pensadores del siglo XX se han encargado de estudiar la tragedia y el concepto de lo trágico.

La literatura es un tipo de lenguaje en el cual un escritor expresa sus concepciones del mundo. Es conveniente
estudiar las grandes obras del pasado de un individuo excepcionales que se identifica en gran medida con ciertas
tendencias fundamentales de la vida social, como Racine.

Para el teatro raciniano la regla de las tres unidades se convertirá en una necesidad interna de sus obras, ellas solo
ocurren en un instante: aquel en la que el hombre se vuelve trágico por su negación radical del mundo y de la
vida. Hay tres elementos constitutivos en el teatro de Racine: el Hombre, el Mundo y Dios (oculto, debido a la
tendencia jansenista de Racine). El hombre y su negación del mundo y de la vida generaran dos tipos de tragedia:
sin peripecia y reconocimiento, el héroe sabe desde el principio que no es posible su conciliación con el mundo
y con peripecia y reconocimiento, donde el personaje trágico aun lo cree posible para luego reconocer su ilusión.

Goldmann, también observa tres momentos particulares de la visión trágica: la tragedia griega, la tragedia de
Shakespeare y la tragedia de la negación (Pascal y Racine). Esta última se define por su reacción a la época de
crisis que causó el advenimiento del individualismo racionalista. La visión trágica se desarrolla como una negativa
a aceptar este mundo como única posibilidad y como única perspectiva del hombre.

Para Goldmann, la razón es un factor muy importante en la esencia humana, pero no puede bastar ella sola. Por
esto, la visión trágica es el retorno del ser humano a la moral y a la religión después del período amoral e irreligioso
que implicaron el empirismo y el racionalismo. No obstante, desde una perspectiva histórica, la visión trágica
admite que el mundo es algo definitivo e incambiable, aparentemente claro, pero ambiguo y confuso para ella.
Así, el pensamiento trágico es ahistórico, porque le falta el elemento principal de la historia: el porvenir. El
pensamiento histórico tiene una dimensión temporal anclada en el presente.

Goldmann plantea que tanto para el racionalismo como para el pensamiento trágico el individuo no encuentra ni
en el espacio ni en la comunidad ninguna norma capaz de guiar sus pasos. Ahora bien, el racionalismo valora esa
situación, pues considera a la razón como un medio suficiente para alcanzar valores auténticos, mientras el
pensamiento trágico experimenta la insuficiencia de la sociedad humana y del espacio en el cual ningún valor
humano tiene ya fundamento y donde todos los desvalores siguen siendo posibles.

EL ARTE NEOCLÁSICO
Se caracterizaba por fundarse con la cultura clásica y es por esto por lo que todos los artistas del neoclasicismo
intentaban inspirarse con la arquitectura antigua. Además, el objetivo de este tipo de arte era representar los
sentimientos y el movimiento, un arte absolutamente pensado y racional, con reglas y muy sencillo y que se
propone imitar al arte griego, romano y renacentista

En lo que llamamos arte Neoclasicismo hay que distinguir dos corrientes: La primera que responde a pura
reacción estética contra el barroco, intentando buscar la desnudez en lo que el barroco encubría y ocultaba.

La otra corriente responde a los postulados ilustrados: funcionalidad, racionalidad, claridad, símbolo de una
nueva sociedad que está en formación.

Representante de la pintura neoclasicista

David, Jaques Louis

(1748-1825) París. Pintor francés que introdujo en Francia el Neoclasicismo y fue su máximo oponente desde la
época de la Revolución Francesa hasta la caída de Napoleón Bonaparte. Nació en el seno de una familia de clase
media alta. Estudió en la Academia Real con el pintor Rococó Viel. En 1774 ganó el premio de Roma y viajó a
Italia, donde recibió una fuerte influencia del arte clásico. David desarrolló rápidamente su propia línea
neoclasicista, sacando sus temas de fuentes antiguas y basándose en las formas y gestualidad de la escultura
romana. Después de 1789 adoptó un estilo más realista que neoclasicista para poder registrar las escenas de su
tiempo relacionadas con la Revolución Francesa. Entre 1799 y 1815 fue el pintor oficial de Napoleón y registró
las crónicas de su reinado en obras de gran formato. Después de la caída de Napoleón se exilió en Bruselas donde
vivió hasta su muerte y retomó los temas inspirados en la mitología griega y romana, con mayor teatralidad. Fue
también un prolífico retratista. La carrera de David representa la transición del Rococó al Realismo del siglo XIX.
Su neoclasicismo frío y calculado influyó en sus discípulos. Sus temas heroicos y patrióticos prepararon el camino
para el Romanticismo.

El Juramento de los Horacios


(1784-1785): describe el momento en el que los tres hermanos Horacios acordaron zanjar la guerra entre Roma
y Alba mediante un combate personal con los tres hermanos Curiacio. En la escena los Horacios juran lealtad al
Estado ante su padre. De la lucha solo quedó uno de ellos que, al volver triunfante a Roma, encontró a su hermana
de duelo por uno de los Curiacio a quien se le había prometido. Por este motivo, la asesinó por lamentar la muerte
de un enemigo de Roma. En el juicio posterior fue absuelto porque se juzgó que prevaleció la lealtad a su ciudad
por encima de los vínculos de sangre.

La resolución y el valor masculino contrastan con la ternura femenina. Los tensos músculos de los hermanos
quedan equilibrados por la noble postura del padre y las túnicas blandamente plegadas y por los gestos compasivos
de las mujeres. La límpida claridad de la luz, como del alba y la pureza del color con la rudimentaria sencillez del
escenario, con sus primitivas columnas históricas y sus arcos semicirculares, refuerzan la lucidez compositiva.

Críticas: Disociación o aislamiento de las partes. Transiciones abruptas. Grandes partes del lienzo vacío.

En este caso contexto y evolución del autor van bastante unidos. David participa de la Ilustración, interviene en
la Revolución participando en el asalto de la Bastilla y se convierte en partidario de Napoleón. Al principio David
se inspiró en personajes de la Antigüedad clásica, pero con la Revolución y con Napoleón consideró estos hechos
como dignos de ser representados.

David es el máximo representante del neoclasicismo, pero su predilección por hechos históricos y patrióticos son
ya precedentes del romanticismo.

LA MUSICA NEOCLÁSICA
Las ideas desarrolladas en ese entonces, se oponían a la complejidad, ornamentación, dramatismo y retórica del
barroco, los principios serán lo simple y sencillo. Se consideraba bello lo natural, proporcionado, armonioso, y lo
fácilmente comprensible. Así, en el estilo galante, lo melódico se sitúa en primer plano: tienden a ser melodías
simples, ligeras y accesibles a los oyentes, alejadas de los discursos recargados del barroco, y, las armonías, un
acompañamiento sencillo.

El instrumento ideal para una melodía galante era la voz humana, o la flauta traversa, apreciada por su sonido
suave y refinado. Las melodías constaban de frases sencillas y regulares, agradablemente predecibles, con un
acompañamiento de continuo que no distrajera de la melodía. En este estilo, sencillo en lo que refiere a la sustancia
musical, es tarea del interprete buscar la máxima expresividad, y, es con las obras de los grandes compositores de
la época, Haydn y Mozart, que se enriquecerá la música, aun conservando el ideal de lo simple y sencillo.
Los conciertos públicos aumentan significativamente, así también como el número de músicos aficionados, que
brindan conciertos para su propio deleite y el de sus amigos. El concepto del público que comenzaba a asistir a
los conciertos era reciente y llevo a replantear las composiciones musicales. Era necesario que las piezas tuvieran
una forma lógica y claramente perceptible, que mantuviera la atención y el interés de los oyentes.

El desarrollo de estos conceptos da lugar a la forma sonata y otras formas cercanas de estructuras siempre
regulares. Las óperas se vuelven más ligeras y mundanas, se simplifican los diálogos y la música, y se diversifica
en cuanto a las lenguas, siendo cada vez más accesible al público.

Ejemplo: Alla Turca (Mozart):

https://www.youtube.com/watch?v=quxTnEEETbo

Melodías simples con poca ornamentación, frases y métrica regular, armonías sencillas de acompañamiento.

Las composiciones tienen estructuras claras. Se desarrolla la estructura de la

forma sonata.

La cualidad de la intérprete más valorada es la expresividad y su capacidad de transmitir emociones de manera


simple y bella.

Se abandonan los ritmos libres. Los ritmos son todos marcados, aunque, se admite flexibilidad.

Los contrastes del barroco (fuerte - piano) se abandonan por la dinámica

crescendo y decrescendo

La nueva formación orquestal es sinfónica, diferenciando las cuerdas de los vientos, y reemplazando la
formación del concierto barroco.

Actividad:

Luego de abordar el material correspondiente al período neoclásico, van a tomar como punto de partida; Fedra la
obra de Jean Racine y vas a elaborar una crónica periodística (Grupos de 4 estudiantes).

En primer lugar, pueden armar un boceto con los sucesos más relevantes de la tragedia y apuntar las características
de cada uno de los personajes, es decir, atendiendo sus correspondientes perspectivas ya que, luego esto, te va a
ayudar a construir el testimonio de cada uno/a, en caso de que fuera necesario.

En segundo lugar, tengan en cuenta las características de este período junto con el material teórico, porque que
pueden formar parte de tu producción. Por ejemplo, explicar los motivos de ciertas acciones, posiciones sociales,
ideologías, etc.

Por último, entren a estos enlaces; https://www.unprofesor.com/lengua-espanola/que-es-una-cronica-y-los-tipos-


que-existen-3558.html o https://historiasdondevivo.com/como-escribir-una-cronica/ para poder informarse sobre
cómo se redacta una crónica periodística. Además, como sugerencia, pueden utilizar la app CANVA para bajar
plantillas que simulan la portada de un periódico, como las de los ejemplos que te dejo abajo, y así puedas lograr
más verosimilitud en su trabajo.

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