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La jerarquía de los sistemas según Boulding es una clasificación de los diferentes niveles de
complejidad y organización que existen en el universo, desde las estructuras estáticas hasta los
sistemas trascendentes. Boulding propuso esta jerarquía como una forma de entender la
Teoría General de los Sistemas, que busca estudiar los fenómenos y los objetos reales como
sistemas integrales formados por materia y energía. La jerarquía de Boulding consta de nueve
niveles ordenados de menor a mayor complejidad, cada uno con sus propias características y
leyes. Estos niveles son:
- Primer nivel: Estructuras estáticas. Son los sistemas más simples y básicos, que no tienen
movimiento ni cambio. Ejemplos: un triángulo, una molécula, una roca.
- Segundo nivel: Sistemas dinámicos simples. Son los sistemas que tienen movimiento, pero
que siguen unas leyes determinísticas y predecibles. Ejemplos: un péndulo, un reloj, un
planeta.
- Tercer nivel: Sistemas cibernéticos o de control. Son los sistemas que tienen capacidad de
regularse a sí mismos mediante mecanismos de retroalimentación. Ejemplos: un termostato,
un sistema nervioso, una célula.
- Cuarto nivel: Sistemas abiertos. Son los sistemas que intercambian materia y energía con su
entorno, y que pueden adaptarse a los cambios externos. Ejemplos: una planta, un animal, un
ecosistema.
- Quinto nivel: Genético-social. Son los sistemas que tienen capacidad de transmitir
información genética y cultural a través de generaciones. Ejemplos: una especie, una familia,
una nación.
- Sexto nivel: Animal. Son los sistemas que tienen capacidad de percibir el ambiente mediante
sentidos y de responder a estímulos mediante conductas. Ejemplos: un insecto, un pez, un
mamífero.
- Séptimo nivel: El hombre. Son los sistemas que tienen capacidad de razonar, de comunicarse
mediante lenguaje y de crear arte y ciencia. Ejemplos: un individuo, una comunidad, una
civilización.
- Octavo nivel: Las estructuras sociales. Son los sistemas que se forman por la interacción de
los seres humanos como sistemas individuales, y que generan normas, valores e instituciones.
Ejemplos: una religión, una empresa, un estado.
- Noveno nivel: Los sistemas trascendentes. Son los sistemas que escapan a la comprensión
humana y que implican aspectos como la esencia, la finalidad, lo absoluto y lo inexplicable.
Ejemplos: Dios, el destino, el universo.
La jerarquía de Boulding es una herramienta útil para analizar los problemas desde una
perspectiva sistémica, teniendo en cuenta el nivel al que pertenecen y las relaciones que
existen entre ellos.
Análisis de disgregación y agregación de sistemas:
La clasificación de los sistemas es un tema de gran interés para la teoría general de sistemas,
que busca estudiar los principios comunes que rigen el funcionamiento y la organización de las
entidades complejas. Existen diferentes criterios para clasificar los sistemas según sus
características, propiedades y relaciones. Algunos de los más importantes son:
- Según su relación con el medio ambiente: se distinguen los sistemas abiertos, que
intercambian materia, energía e información con su entorno, y los sistemas cerrados, que no
tienen interacción con el exterior.
- Según su naturaleza: se diferencian los sistemas concretos, que son reales y tangibles, como
el sistema solar o el sistema circulatorio, y los sistemas abstractos, que son simbólicos e
intangibles, como el lenguaje o las matemáticas.
- Según su origen: se clasifican los sistemas naturales, que son creados por la naturaleza, como
las plantas o los animales, y los sistemas artificiales, que son creados por el hombre, como las
máquinas o las organizaciones.
- Según sus relaciones: se distinguen los sistemas simples, que tienen pocos elementos y
relaciones sencillas, como un juego de ajedrez o un reloj, y los sistemas complejos, que tienen
muchos elementos y relaciones intrincadas, como el cerebro o la sociedad.
- Según el cambio en el tiempo: se diferencian los sistemas estáticos, que no varían con el
tiempo, como una montaña o una mesa, y los sistemas dinámicos, que están en constante
movimiento o transformación, como las nubes o un ser vivo. Estas clasificaciones no son
excluyentes ni definitivas, sino que pueden combinarse o modificarse según el enfoque o el
propósito del estudio. Lo importante es comprender que los sistemas son entidades
interrelacionadas que pueden analizarse desde diferentes perspectivas y niveles de
abstracción.
Sistemas Físicos:
Los sistemas físicos son conjuntos de elementos materiales que interactúan entre sí mediante
fuerzas y energía. El estudio de los sistemas físicos es una rama de la física que se ocupa de
describir y predecir el comportamiento de estos sistemas bajo diferentes condiciones. Algunos
ejemplos de sistemas físicos son los cuerpos celestes, los fluidos, los sólidos, los circuitos
eléctricos, las ondas y las partículas subatómicas.
Para realizar una investigación completa de los sistemas físicos, se requiere seguir una serie de
pasos que incluyen:
- Definir el objetivo y el alcance de la investigación, es decir, qué se quiere saber y hasta qué
nivel de detalle.
- Identificar el tipo de sistema físico que se va a estudiar y sus características principales, como
su composición, su estructura, sus propiedades y sus leyes de conservación.
- Seleccionar el modelo matemático más adecuado para representar el sistema físico y sus
variables, como ecuaciones diferenciales, sistemas dinámicos, funciones de transferencia, etc.
La investigación de los sistemas físicos es una actividad fundamental para el avance del
conocimiento científico y tecnológico, ya que permite comprender mejor el funcionamiento de
la naturaleza y diseñar dispositivos y aplicaciones que aprovechen sus principios y recursos.
Sistemas abstractos:
Los sistemas abstractos son un tipo de modelo matemático que se utiliza para estudiar las
propiedades y el comportamiento de sistemas complejos. Un sistema abstracto se define
como un conjunto de elementos y relaciones entre ellos, que pueden ser representados por
símbolos, operaciones, axiomas y reglas de inferencia. Los sistemas abstractos pueden
clasificarse según diferentes criterios, como su estructura, su dinámica, su lógica o su
semántica. Algunos ejemplos de sistemas abstractos son los grupos, los anillos, los campos, los
espacios vectoriales, los grafos, los autómatas, las gramáticas, los lenguajes formales y las
máquinas de Turing.
Sistemas Abiertos:
Los sistemas abiertos son aquellos que intercambian materia, energía e información con su
entorno. Estos sistemas se caracterizan por su capacidad de adaptarse a los cambios externos
y de evolucionar hacia estados más complejos y organizados. Algunos ejemplos de sistemas
abiertos son los seres vivos, las organizaciones sociales y los ecosistemas.
Una investigación completa de sistemas abiertos debe abordar los siguientes aspectos: la
definición y clasificación de los sistemas abiertos, los principios y leyes que rigen su
funcionamiento, las propiedades emergentes que presentan, los métodos y herramientas para
su análisis y diseño, y las aplicaciones y beneficios que ofrecen en diferentes campos del
conocimiento y la práctica.
Los principios y leyes que rigen el funcionamiento de los sistemas abiertos se derivan de la
termodinámica, la cibernética, la teoría general de sistemas y la teoría del caos. Estos
principios y leyes explican cómo los sistemas abiertos mantienen su equilibrio dinámico, cómo
procesan la información que reciben del entorno, cómo se auto organizan y se autorregulan,
cómo generan diversidad y creatividad, y cómo pueden experimentar cambios cualitativos o
transiciones de fase.
Las propiedades emergentes que presentan los sistemas abiertos son aquellas que no se
pueden deducir a partir de las propiedades de sus componentes individuales, sino que surgen
como resultado de las interacciones entre ellos. Estas propiedades son las que confieren a los
sistemas abiertos su carácter adaptativo, evolutivo y complejo. Algunas propiedades
emergentes son la sinergia, la retroalimentación, la no linealidad, la auto organización, la
resiliencia y la inteligencia colectiva.
Los métodos y herramientas para el análisis y diseño de sistemas abiertos son aquellos que
permiten comprender la estructura, el comportamiento y el funcionamiento de estos sistemas,
así como intervenir en ellos para mejorarlos o transformarlos. Estos métodos y herramientas
se basan en enfoques sistémicos, holísticos e interdisciplinarios que integran diferentes
perspectivas y niveles de análisis. Algunos métodos y herramientas son el pensamiento
sistémico, el modelado matemático y computacional, la simulación dinámica, el análisis de
redes complejas, el diseño participativo y el aprendizaje organizacional.
Las aplicaciones y beneficios que ofrecen los sistemas abiertos en diferentes campos del
conocimiento y la práctica son numerosas y variadas. Los sistemas abiertos permiten
comprender mejor la realidad compleja en la que vivimos, así como diseñar e implementar
soluciones innovadoras a los problemas actuales. Algunas aplicaciones y beneficios son el
desarrollo sostenible, la gestión ambiental, la biotecnología, la ingeniería de sistemas, la
educación, la salud, la economía, la política y la cultura.
Sistemas Cerrados:
Un sistema cerrado es un sistema que no intercambia materia ni energía con su entorno. Los
sistemas cerrados son ideales para estudiar las leyes de la termodinámica, ya que permiten
analizar los cambios internos del sistema sin influencias externas. Algunos ejemplos de
sistemas cerrados son una botella sellada, una lata de refresco o una bomba de vacío.
Los sistemas cerrados se pueden clasificar en dos tipos: aislados y no aislados. Un sistema
aislado es un sistema cerrado que tampoco intercambia trabajo ni calor con su entorno. Un
sistema no aislado es un sistema cerrado que sí intercambia trabajo o calor con su entorno,
pero no materia. Por ejemplo, una olla a presión es un sistema no aislado, ya que intercambia
calor con el fuego, pero no materia con el aire.
Sistemas Discretos:
Los sistemas discretos son aquellos que solo pueden tomar valores discretos, es decir, valores
que están separados por intervalos finitos. Estos sistemas se pueden modelar mediante
ecuaciones en diferencias, funciones de transferencia discretas o diagramas de bloques
discretos. Algunos ejemplos de sistemas discretos son los circuitos digitales, los sistemas de
control digital o los sistemas de comunicación digital.
La investigación de los sistemas discretos es un campo muy amplio y activo, que tiene
aplicaciones en diversas áreas de la ingeniería, la informática, la física, la biología o la
economía. Algunas de las líneas de investigación actuales son el desarrollo de nuevos
algoritmos y métodos numéricos para el análisis y el diseño de sistemas discretos, la
optimización y la síntesis de sistemas discretos complejos, la integración de sistemas discretos
con sistemas continuos o híbridos, o el estudio de los efectos del ruido y las perturbaciones en
los sistemas discretos.
Sistemas Continuos:
Los Sistemas Continuos son aquellos que se pueden describir mediante ecuaciones
diferenciales o integrales, y que presentan una evolución temporal continua y suave. Estos
sistemas se pueden clasificar en lineales o no lineales, estables o inestables, causales o no
causales, entre otras propiedades. Algunos ejemplos de Sistemas Continuos son los circuitos
eléctricos, los sistemas mecánicos, los sistemas hidráulicos y los sistemas térmicos.
Sistemas Híbridos:
Los sistemas híbridos son especialmente importantes para zonas aisladas o con poco acceso a
la red eléctrica, como las islas, las zonas rurales o los sitios mineros. Estos sistemas pueden
reducir el costo y el impacto ambiental de la generación eléctrica, al aprovechar los recursos
naturales disponibles y disminuir el consumo de combustibles fósiles. Además, los sistemas
híbridos pueden adaptarse a las necesidades y condiciones específicas de cada lugar, mediante
un sistema de control que gestiona el funcionamiento óptimo de los componentes.
En este trabajo se presenta una investigación completa sobre los sistemas híbridos, sus
características, aplicaciones, ventajas y desventajas. Se analizan diferentes tipos de sistemas
híbridos, como los que combinan energía solar y eólica, o los que usan un motor híbrido para
propulsar un vehículo. Se revisan también algunos ejemplos de sistemas híbridos
implementados en diferentes partes del mundo, y se discuten los retos y oportunidades que
plantean estos sistemas para el desarrollo sostenible.
Sistemas Neutrales:
Los sistemas neutrales son aquellos que no se alinean con ninguna de las partes en conflicto o
que buscan mantener una posición de equilibrio e independencia. En el ámbito de la biología,
los sistemas neutrales se refieren a aquellos que se basan en criterios naturales para clasificar
a los seres vivos, en contraste con los sistemas artificiales que usan criterios arbitrarios o
convencionales. En el ámbito de la política, los sistemas neutrales se refieren a aquellos que se
abstienen de participar en guerras o alianzas militares.
Una investigación completa de sistemas neutrales debe abarcar los diferentes aspectos y
ejemplos de estos sistemas, así como sus ventajas y desventajas. También debe analizar las
condiciones y motivaciones que llevan a algunos sistemas a adoptar una postura neutral y las
consecuencias que esto tiene para su desarrollo y su relación con otros sistemas. Finalmente,
debe evaluar la viabilidad y la sostenibilidad de los sistemas neutrales en un contexto de
cambio y complejidad crecientes.
Sistemas Controlados:
Los Sistemas controlados se basan en cuatro partes: Medición, Acción, Control y Referencia. La
Medición es el proceso de obtener datos sobre las variables del sistema que se desea
controlar. La Acción es el proceso de modificar el sistema mediante elementos de control
finales, como válvulas o motores. El Control es el proceso de comparar la Medición con la
Referencia, que es el valor deseado para la variable del sistema, y derivar una función de
comando que se envía a la Acción. La Referencia puede ser fija o variable, dependiendo del
tipo de sistema.
Los Sistemas controlados pueden utilizar diferentes tipos de dispositivos para realizar el
Control, como controladores neumáticos, electrónicos o lógicos. Los controladores neumáticos
utilizan aire comprimido para generar señales y actuar sobre los elementos de control finales.
Los controladores electrónicos utilizan circuitos eléctricos para generar señales y actuar sobre
los elementos de control finales. Los controladores lógicos utilizan programas informáticos
para generar señales y actuar sobre los elementos de control finales.
Los Sistemas controlados pueden ser discretos o continuos, dependiendo de si las variables del
sistema cambian en valores discretos o continuos. Los Sistemas controlados discretos se
utilizan para procesos que tienen estados definidos, como encender o apagar una luz. Los
Sistemas controlados continuos se utilizan para procesos que tienen valores variables, como
regular la temperatura o la presión.
Los Sistemas controlados deben cumplir con ciertos objetivos, como ser estables y robustos
frente a perturbaciones y errores en los modelos, y ser eficientes según un criterio
preestablecido evitando comportamientos bruscos e irreales.
Sistema determinista:
Una investigación completa de sistemas deterministas debe abarcar los conceptos básicos de
su definición, sus características, sus ventajas y desventajas, sus aplicaciones y sus limitaciones.
También debe incluir ejemplos concretos de sistemas deterministas en diferentes áreas del
conocimiento, así como los métodos y herramientas que se utilizan para modelarlos y
analizarlos. Finalmente, debe reflexionar sobre los desafíos y las oportunidades que plantean
los sistemas deterministas para el avance científico y tecnológico.
Sistema Probabilísticas:
Los sistemas probabilísticos son una rama de la matemática que estudia los fenómenos
aleatorios o estocásticos, es decir, aquellos que no se pueden predecir con certeza, sino que
dependen del azar o de la incertidumbre. Los sistemas probabilísticos se basan en el uso de
modelos matemáticos que describen las posibles ocurrencias de un evento y sus respectivas
probabilidades. Estos modelos pueden ser discretos o continuos, según el tipo de variables que
intervienen.
Los sistemas probabilísticos tienen múltiples aplicaciones en diversas áreas del conocimiento,
como la física, la ingeniería, la biología, la economía, la informática y la estadística. Algunos
ejemplos de problemas que se pueden resolver mediante sistemas probabilísticos son:
Para realizar una investigación completa de sistemas probabilísticos, se requiere conocer los
fundamentos teóricos y prácticos de esta disciplina, así como las diferentes técnicas y métodos
que se pueden emplear para modelar y resolver problemas reales. Además, se necesita tener
habilidades en el manejo de software especializado, como R, Matlab o Python, que permiten
realizar cálculos y gráficos con mayor facilidad y precisión.