Bautista de la Cruz Ángel José Secundino

Mexico Nación Multicultural Profesora: Mtra. Nélida Gabriela López Garibay

Una lucha que se está perdiendo. El pancracio nacional ante la expectativa

del pasado y la decepcionante realidad.

Algo que marcó al país en términos de entretenimiento durante la segunda mitad

del siglo XX, fue la presencia de la lucha libre en el entorno nacional. La presencia

de figuras como El Cavernario Galindo, El Santo o Blue Demon marcaron al país

de un sentimiento por aquellos personajes a los cuales nuestros padres y/o

abuelos se vieron reflejados ya sea por su personalidad, su estilo o podría ser por

la identidad que estos personajes daban al país.

Esta primera época dorada estuvo marcada por un tipo de luchadores, los

cuales sostenían una identidad que fue alimentada por el público, desde el

cavernario con su vestimenta o salvajismo a la hora de su entrada al ring, El Rayo

de Jalisco con su solemne presencia o el santo, con su inconfundible máscara que

lo caracterizó por más de 40 años de trayectoria.

Retomando lo anterior podremos decir que a cada luchador se le identificó

por sus cualidades únicas, que en ese momento no se habían presentado con

anterioridad o que fueron innovadores para el momento en que se presentaron.

Sin embargo podemos atribuir que estas posibilidades sólo fueron dadas a luz por

el entorno que los vio nacer. Una comunidad ansiada de algún espectáculo que

sea lo suficientemente bueno como para alejarlos de su entorno, un entorno

pasional que se convertía en uno a la hora de apoyar a su luchador favorito y

mentarle la madre a su rival, un público que brindó un apoyo inconmensurable a

los luchadores porque se sentían cómodos y a gusto con lo que estaban

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“defendiendo”. Pero el boom de la lucha libre como identidad nacional no fue este,

sino el que se vivió en la década de los 80’s y 90’s.

Con la internacionalización del deporte surgieron nuevos personajes, lo

cuales fueron atrayendo la mirada del público ya no solo nacional, sino el del

público internacional provocando que surgiera un evento llamado “la intervención

extranjera o la Gran época dorada de la lucha libre”, en la cual llegaron multitud de

extranjeros a desafiar los cuadriláteros del país. Y fue en esta gran explosión de

emociones que se formaron los grupos nacionales que fueron aquellos luchadores

que se enfrentaron a ellos dando cátedra de estilos y técnicas a los extranjeros

como lo serian Mil Mascaras que representó al pancracio nacional en Japón,

EEUU, Alemania y demás países con sus características máscaras, Canek el

príncipe maya dando de qué hablar al mundo cuando en el toreo de cuatro

caminos se convirtió en el primer hombre en lograr la hazaña de levantar a André

el Gigante, o cuando Octagón y el Hijo del Santo derrotaron a los Gringos locos

(Eddie Guerrero y Love Machine) en una de las luchas de apuestas más

importantes de la historia del deporte nacional.

Todos y cada uno de estos eventos formaron la imagen o identidad de lo

que hoy se considera al luchador mexicano, un deportista de alto rendimiento, con

una personalidad única que se vio reflejado en los personajes que crearon, por

ejemplo, Pierroth Jr. el cual armó su personaje en ser un rudo odiado por la afición

declarándose puertorriqueño pese a ser mexicano, formó un personaje

enemistando con aquellos que él definió como “traga nopales”. El Vampiro

Canadiense es otro caso, ya que él era de Canadá y debido a sus características

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físicas se unió con el personaje para formar a otro gran luchador con más

fanáticas que otra cosa. El Pirata Morgan, el cual en una lucha perdió el ojo

aprovecho el accidente para crear su personaje que lo llevó a la fama. Y cabe

mencionar al Gran Brazo de Plata, mejor conocido como Super Porky que

aprovechó su carisma y condición física para dejar se ser El rudo Brazo de Plata a

pasar a ser “el más carismático de la baraja luchistica” como lo definió el Consejo

Mundial De Lucha Libre.

Cada uno de ellos formó su identidad con base en el gusto del espectador,

lo que derivara de su personaje para que aquellos se interesan por él y cómo es

que este personaje evolucionó con respecto a sus predecesores.

Cómo es que en la primer época dorada la lucha era una cuestión de

técnica, de estrategia y de rendimiento, cosa que cambió en la segunda época

dorada, la cual se caracterizó por la versatilidad de los luchadores, desde los

extranjeros como Kung Fu o Gato Kung Lee que innovaron con la inclusión de

técnicas de las artes marciales japonesas y chinas derivando en personajes como

Octagón; los primeros jinetes del aire como Volador, los que se mantuvieron al filo

de lo tradicional como Atlantis o el Satánico y demás. Sin embargo, podríamos hoy

considerar que aquella identidad que brindaba la lucha libre se mantiene hoy en

día, pues la respuesta corta es no.

A mi perspectiva existen 5 épocas de la lucha libre, la era de inicio (hasta

finales de los 40’s), la primera época dorada(40’s-70’s), la segunda época dorada

(70’s-2000’s), la era de la decadencia (2000’s- 2015) y la actual. Esto debido que

su primer gran boom fue con la aparición del Santo en los años 40’s, la aparición
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de los juniors, hijos y los extranjeros en los 70´s, la muerte y el retiro de las

leyendas de la segunda época a partir de los 2000’s y el fallecimiento del Hijo del

Perro Aguayo en el año 2015.

Si algo caracterizo a la primera y segunda generación dorada fue la pasión

de los luchadores por su lucha, aquella en la que podrían estar sangrado o

gritando pero nunca se daban por vencidos (excepto por el vendido del Pirata

Morgan que ese si ya lo admitió en una entrevista con el escorpión dorado), cosa

que se mantuvo en la primera década del nuevo siglo con personajes como el

Villano III, Pierroth de puerto rico, Abismo Negro, Dr. Wagner Jr. o Cibernético

pero poco a poco estos personajes se perdieron, ya sea por alguna lesión como

Pierroth Jr. en el 2008, la muerte de abismo negro en el 2009 o el retiro de Cien

Caras tras perder una lucha de apuestas en el 2004. Posterior a todos estos

eventos, la aparición de nuevos personajes que no tenían nada que ofrecer

hicieron que el deporte fuera perdiendo gran parte de su fanaticada y esto se

consumó en el año 2015, en donde una lucha más se convirtió en tragedia con la

muerte del Hijo del Perro Aguayo, que provocó que las luchas cambiarán su

modalidad. La reducción de la violencia repercutió directamente en la emoción que

estas generaban al público y actualmente con personajes como El Chico

Hamburguesa, El Hombre Iguana o los personajes de Marvel provocaron que

terminara de hundirse. Y no es crítica sobre los personajes comedia, exóticos o

parodia; ya que desde una década antes ya existían personajes que si daban

gracia, sus historias tenían un porqué y generan empatía con el espectador, por

ejemplo, la mítica Pimpinela Escarlata daba expectativa desde que escuchabas

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“La vida es un carnaval” de Celia Cruz; El rey de Guaguancó, mejor conocido

como Mr. Niebla era un espectáculo asegurado cuando llegaba bailando “Colate

un dedo” de los Pibes chorros; o la leyenda Super muñeco, que a lo largo de 50

años de trayectoria marcó a más de una generación no solo con su carisma, sino

que con su talento y habilidad provocaron que este personaje que nació como un

chiste se volviera parte indispensable de la identidad del pancracio nacional.

Cada uno formó su identidad, desde el rayo de Jalisco que se apropió del

público mexicano siendo una de las máximas expresiones de la cultura nacional.

Canek destacando la identidad nacional por medio de sus marcas y estilo, Ray

Mendoza que consiguió un logro internacional en un combate de MMA al defender

el deporte de un estadounidense pese a su gran edad y siendo padre de una de

las mayores dinastías de la lucha libre, que fueron los Villanos.

Ante esta gran diversidad lo que busco dar a entender es que la identidad

de algo no se puede definir, podremos dará aproximaciones como fue en este

caso, como es que la lucha libre se convirtió en parte de una identidad, pero definir

una identidad es igual de loco que decir que la lucha libre actual era mejor que la

de la segunda época dorada porque aquellos que consideramos que la licha libre

es algo que nos marco nuestra identidad y razón de ser, sabemos que no. El

motivo lo desconozco, será porque ya no hay compatibilidad entre aquellos que

planeamos apoyar, será porque ya no se siente esa emoción característica o

simplemente ya no nos sentimos parte de aquello que en nuestro momento se

estableció. En fin, cada quien tendrá sus opiniones pero a mi perspectiva, el ser y

ver cómo es que este deporte se ha visto manchado es tema que tratar.