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escrito por:
Valentina Espinoza

Curso: Historia, Geografía y Economía.

Danza utilizada como inspiración: Wititi del Colca.


Danza: Wititi del colca.
Significa: intranquilo, inquieto, coqueto.
Origen: Valle del Colca, Arequipa.

Personajes:
Sinchi Qhapaq Camayo, cumpliendo el rol de Curaca (principal)
Illa Nayra Apaza, cumpliendo el rol de Princesa de los
Collaguas (principal)
Atuq Pumakana Apaza, cumpliendo el rol de Mallku de los
Collaguas (secundario)
Mano derecha del Mallku (secundario)
Ayni, cumpliendo el rol de Dama de compañía de la princesa
adulta (secundario)
Kusi, cumpliendo el rol de Dama de compañía de la princesa
joven (secundario)
Ayudante 1 (extra)
Ayudante 2 (extra)
Ayudante 3 (extra)

Sinopsis de la historia** de la danza: Mayta Cápac es un


Curaca que va a conquistar a los Collaguas al norte del Valle
del Colca, en ese proceso se enamora de Mama Tanqaray Yaqchi,
princesa collagua. Él intentara conquistarla vistiéndose de
mujer usando faldas largas* para camuflarse. Se enamoran y la
princesa queda embarazada. El Padre de la Princesa debe
aceptar la relación.

*El uso de las faldas también es para defensa de enemigos foráneos.


**La historia presentada a continuación es una adaptación propia de
la historia original.
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PRIMER ACTO - El encuentro de dos líderes

Escena I

Siglo XVI, pueblo Characato, Arequipa. Mañana. El cielo


despejado y el Misti majestuoso a la vista de todos. Casa del
curaca Sinchi Qhapaq Camayo. Sala. Entra su ayudante algo
apurado y preocupado a informarle la situación de los insumos
para el ayllu del cual está a cargo.

SINCHI QHAPAQ

(Mientras toma su chicha de maíz)

Así que los que recientemente llegaron, están todos


malogrados.

AYUDANTE 1

Así es curaca, lamentablemente, no soportaron el viaje de


retorno.

SINCHI QHAPAQ

(Con voz autoritaria y molesta)

Entonces, ¿Por qué me propusiste hacer trueque con ellos


si sabías que sus productos no eran buenos?

AYUDANTE 1

(Con la cabeza agachada)

Lo siento curaca, ellos me aseguraron que eran de buena


calidad.

SINCHI QHAPAQ

(Habla tratando de llevar la situación)

Tenemos que encontrar un pueblo que nos de productos de


buena calidad.
AYUDANTE 1

(Con un poco más de seguridad)

Le propongo el pueblo de los Collaguas, mi hijo vive


allá, cada vez que viene a visitarnos nos trae productos
del lugar y son de buena calidad, nos duran, haciendo uso
de (…..) para la carne, además de los otros alimentos,
unos 6 meses.

SINCHI QHAPAQ

(Piensa por un momento antes de responder)

Los Collaguas, ¿no son aquel pueblo que tiene reservas de


alimentos en tres pueblos del Colca?

AYUDANTE 1

(Asiente con la cabeza asegurando su propuesta)

Exactamente curaca, además de eso son conocidos por la


venta de lana de alpaca.

SINCHI QHAPAQ

(Viendo algunos papeles)

Me interesa, traerme al encargado de recibir los


productos, para proponerle a los Collaguas como nuevos
proveedores.

AYUDANTE 1

Está bien curaca, ahora mismo le aviso.

SINCHI QHAPAQ

(Habla antes de que se vaya)

También avísale al jefe de los Collaguas, para poder


negociar y si es necesario ir para allá.

AYUDANTE 1

(Le hace una reverencia)

Está bien curaca, con su permiso.


El ayudante se retira y deja al curaca solo, la idea de
negociar con una nueva y desconocida población lo pone algo
inseguro, pero con tal de mantener su ayllu en perfectas
condiciones, es capaz de todo.
Escena II

Casa del curaca. Ya fue realizada la negociación entre Sinchi


Qhapaq y el jefe de los Collaguas. En el último confirmaba que
el curaca debía viajar a sus tierras para terminar de cerrar
el trueque. Se encuentra en el patio, alistando la comida que
iba a llevar al viaje.

SINCHI QHAPAQ

(Habla alistando su )

Tú estarás a cargo del ayllu durante mi viaje, ocuparas


mi cargo mientras estoy fuera.

AYUDANTE 1

(Asiente revisando los documentos que le entregó anteriormente


el curaca)

Está bien curaca, es un honor para mí, me haré


responsable del ayllu mientras usted no esté.

SINCHI QHAPAQ

(recalcando)

Haz todo lo que te indico en los documentos, si actúas


responsablemente tendrás una recompensa para ti y tu
familia.

AYUDANTE 1

Le agradezco señor.

SINCHI QHAPAQ

(alzando la voz)

También avisales a los hombres que me van a acompañar que


empaquen bien los productos en las bolsas de carga.

AYUDANTE 1

De acuerdo Curaca, paso a retirarme.

El curaca termina de empacar los fiambres en su (...) y se


dirige a llevarlo a las llamas que usará como transporte para
poder terminar de acomodar todo. Termina de ultimar detalles y
parte hacia el pueblo de los Collaguas, que se ubica al norte
del Colca.
Escena III

Sinchi Qhapaq llega al pueblo de los Collaguas después de 3


días de viaje. Entra al pueblo y ve que es muy colorido,
además de tener varios mercados con insumos frescos y de muy
buena calidad. Ve también puestos donde hacen trueque con
comida para comprar prendas hechas de lana de alpaca. Después
de ver se dirige a la propiedad del jefe de los Collaguas.

SINCHI QHAPAQ

(Les indica con voz agotada y baja pero autoritaria a los


hombres que lo acompañan)

No hablen, el que va a hablar voy a ser yo, primero, le


presentare las cosas que hemos traído de nuestro pueblo y
luego le preguntare con qué insumos puedo cambiarlos.
Muestren respeto. Avancemos.

Los tres hombres llegan a la propiedad, siendo primero


recibidos por la mano derecha del jefe.

MANO DERECHA DEL MALLKU

(Lo mira con cautela y algo de desconfianza)

¿Quiénes son ustedes? ¿Para qué desean ver al Mallku?

SINCHI QHAPAQ

Somos del ayllu de Characato. Soy Sinchi Qhapaq Camayo,


curaca del ayllu. Venimos por el tema del trueque que
hable con el Mallku anteriormente.

MANO DERECHA DEL MALLKU

(Habla con un tono un poco más seguro)

¿Sobre los Manq’a?

SINCHI QHAPAQ

(Afirmando)

Correcto, vine a finalizarlo.

MANO DERECHA DEL MALLKU

(Desvía la vista a la carga que traen los hombres en las


llamas)

Síganme, los llevaré con el Mallku.


Al entrar a la propiedad ven que el Mallku tiene muchas
pinturas hechas a muchos colores, mantos con bordados de
flores grandes y pequeñas, vasijas ceremoniales, y muchos
detalles más. El curaca mientras estaba observando todas las
pertenencias del Mallku no se percató que venía Illa Nayra,
princesa e hija de Atuq Pumakana y ambos se chocan.

SINCHI QHAPAQ

Disculpe bella dama.

ILLA NAYRA

(Se arregla el vestido que lleva)

No se preocupe, lo perdono, continúe su trayecto.

La mujer se retira. El curaca quedó impresionado por su


belleza.

El curaca llega al lugar donde se encuentra el Mallku y lo


saluda.

SINCHI QHAPAQ
(Habla con respeto y tono seguro)
Mallku Atuq Pumakana Apaza, me presento ante usted con el
debido respeto que se merece, soy el curaca Sinchi Qhapaq
Camayo del ayllu de Characato. He venido porque solicitó
mi presencia para poder finalizar el trueque de los
productos para mí ayllu, (extiende la mano hacia los
productos que se encuentran en las bolsas de viaje).
Estos son los productos que hemos traído para poder
realizar el trueque.

ATUQ PUMAKANA
(Habla con autoridad desde su puesto)
Curaca Sinchi Qhapaq, un placer tenerlo en mi ayllu.
(dirige la mirada hacia sus sirvientes). Por favor,
traigan los insumos.

Los sirvientes van a traer los productos y los colocan en


frente del Mallku.

ATUQ PUMAKANA
(señalando los productos en frente suyo)
Aquí están, son nuestros mejores productos, además, les
incluimos algunas de nuestras mejores telas de lana de
alpaca.
SINCHI QHAPAQ
(Asiente agradeciendo)
Muchas gracias Mallku, procedo a hacerle entrega de los
productos que traje conmigo para realizar el trueque.

Ambos jefes hacen el trueque. Acto seguido, aparece la misma


mujer de la escena anterior. Se va al lado del Mallku
saludandolo cariñosamente.

ILLA NAYRA
(la mujer se da cuenta de la presencia del curaca)
Oh, no sabia que tenias un invitado padre. (Saluda desde
donde está) Un placer, soy Illa Nayra, princesa del ayllu
de los Collaguas.

El curaca queda sorprendido por su belleza, además de que él


había chocado anteriormente con ella.

SINCHI QHAPAQ
Un placer. Soy Sinchi Qhapaq Camayo, curaca del ayllu de
Characato.

ILLA NAYRA
(recordando el encuentro que tuvieron)
Lamento nuestro primer encuentro, fue algo imprudente de
mi parte.

ATUQ PUMAKANA
(mirando a la princesa)
¿Cómo que imprudente? ¿Ya se habían encontrado antes?

ILLA NAYRA
(mirando a su padre)
En la entrada, el curaca Sinchi Qhapaq chocó conmigo, fue
mi culpa porque no estaba mirando por donde caminaba.

SINCHI QHAPAQ
(Mira al Mallku respaldando la versión de la princesa)
Así es Mallku, igual me disculpe con la princesa, no se
preocupe.

ATUQ PUMAKANA
Está bien, como usted me cayó bien, le invito a venir más
tarde a cenar con nosotros, le puedo conseguir el mejor
hospedaje del lugar para unas cuantas lunas si usted
desea.

SINCHI QHAPAQ
(Agradece el gran gesto)
Muchas gracias por la invitación, estaré honrado de
venir. Paso a retirarme para ir al hospedaje.
ILLA NAYRA
(la princesa abraza a su padre)
Yo también me retiro padre, tengo que hacer mis deberes.
Te veo en la cena. (mira al curaca) Lo veo en la cena
curaca Sinchi Qhapaq. Hasta luego.

El curaca se retira de la propiedad. La mano derecha de Atuq


Pumakana lo dirige al hospedaje que le dio el Mallku. Mientras
tanto, el curaca no deja de pensar en la princesa, la cual es
una pieza de oro muy hermosa que valdría la pena tenerla.
Escena IV.

Propiedad del Mallku. Habitación de la princesa. Illa Nayra


sigue pensando en el curaca, el cual tenía un porte
autoritario, además lucía interesante. Las damas Ayni y Kusi
entran a la escena.

AYNI
(se acerca a la princesa)
Vi cómo veías al curaca, te veías interesada en él.

ILLA NAYRA
(niega con la cabeza)
¿Qué?, no. No debo, no podría.

KUSI
(arreglando su pelo)
¿Pero a usted le interesa? Para mi no debería fijarse en
él, su padre no la dejaría.

ILLA NAYRA
(con una mirada triste)
No, acabo de conocerlo. Aparte, mi padre desea que
contraiga matrimonio con el Mallku del pueblo de Yanque.
Pero si en algún momento me llego a enamorar, me gustaría
que mi padre lo acepte, sea quien sea.

AYNI
(pensando en voz alta)
Pero si te interesa el curaca, él no tiene mucho dinero
que digamos.

ILLA NAYRA
(Mira a su dama que la crió desde pequeña)
Sabes que a mi me importa mas los sentimientos que el
dinero o el trueque.

Las damas dejan sola a la princesa para que reflexione sobre


sus sentimientos y pensamientos. Porque ella no sabe si sería
conveniente entablar una relación con el curaca, al menos por
ahora de amistad.
SEGUNDO ACTO - Un amor a escondidas
Escena I

Noche. Propiedad del Mallku Atuq Pumakana. Sala ceremonial. El


Curaca Sinchi Qhapaq entra a la sala y se encuentra con
comidas típicas del lugar puestas en la gran mesa que hay en
el centro de la sala. Sentados en los costados de la mesa
están el Mallku Ayni y su hija Kusi.

SINCHI QHAPAQ
(mirando al Mallku)
Gracias por la invitación Mallku Atuq Pumakana, es un
honor poder estar nuevamente ante usted. Espero podamos
tener una buena velada esta noche.

Atuq Pumakana
(Afirmando)
Lo mismo espero curaca. Más bien, nos puede comentar
costumbres de su ayllu, para en algún momento ir a visitarlo.

SINCHI QHAPAQ
(Sorprendido por la propuesta)
Sería un honor.

ILLA NAYRA
(Aprovechando en preguntar)
curaca, ¿usted tiene esposa?

SINCHI QHAPAQ
(Impactado por la pregunta)
Oh, bueno. No. Hace años la tuve, pero la tuve que mandar
a un pueblo lejano para protegerla de mis enemigos para
ese entonces. Después de ello, me enteré que llegaron a
encontrarla, y la decapitaron.

ILLA NAYRA
(Sorprendida por la respuesta del curaca)
Oh, disculpe curaca por la imprudente pregunta, no sabía
de la crueldad que tuvo su esposa como destino.

ATUQ OUMAKANA
(Tratando de mermar la situación)
Si, perdone a mi hija, salió a su madre.

SINCHI QHAPAQ
No se preocupe, hay que olvidar este momento y disfrutar
del resto de la noche.

Sinchi Qhapaq y Atuq Pumakana continuaron la velada hablando


de negocios, territorios, trueques y tácticas de defensa.
Mientras que la princesa se sentía avergonzada de haber hecho
acordar al curaca de una situación que no es fácil de superar,
pero por otro lado, se sentía aliviada sabiendo que el curaca
no estaba comprometido.

Termina la velada. El curaca se despide del Mallku y


posteriormente de la princesa, recalcando que no se preocupe
por el comentario realizado sobre su esposa. El curaca se
dirige a su hospedaje, pensando en el comentario de (...),
estaba seguro de que fue en parte intencional, pero no lo
terminaba de convencer.
Escena II
Al día siguiente Sinchi Qhapaq pasea por el mercado observando
los puestos de maíz, papa, quinua y algunas hierbas
medicinales. Acto seguido, a lo lejos, observa a la princesa
Illa Nayra que está acompañada de sus damas comprando y
mirando algunas telas para sus vestidos.

SINCHI QHAPAQ
(Acercándose a la Princesa)
Princesa Illa Nayra. Un gusto poder volver a encontrarla.

ILLA NAYRA
(exaltada por el repentino acercamiento)
curaca Sinchi Qhapaq, ¿qué está haciendo usted aquí? No
debería hablarme. (mira a todos lados algo asustada) Los
hombres de mi padre están cerca.

SINCHI QHAPAQ
(Exaltado)
Solo será unos momentos, quería decirle que usted me
atrae mucho Princesa.

ILLA NAYRA
(Sorprendida)
¿Qué? No, no puede ser, mi padre no lo permitiría. No
puedo.

SINCHI QHAPAQ
(Suplicante)
Quisiera cortejarla, ¿como puedo hacer?

AYNI
(molesta y asustada a la vez)
Illa Nayra nos vamos a meter en problemas, señor por
favor, ¿podría alejarse?

ILLA NAYRA
(Apenada)
No puede, perdóneme, mi padre está decidido en que no
podría contraer alguna relación con alguien como usted.

KUSI
(Apurada)
Nos llevaremos estas telas (dirigiéndose al mercader).
Princesa ya debemos irnos los hombres de su padre van a
empezar a sospechar.

SINCHI QHAPAQ
(mira al mercader de las telas, pensando en lo va a hacer)
Princesa, ¿usted viene todos los días aquí?
ILLA NAYRA
(extrañada por la pregunta)
Si, vengo todos los días, ¿por qué?

AYNI
(jalando a la princesa)
¡Ya debemos irnos! ¡Aléjese! (La princesa le regala una
sonrisa triste al curaca que ya se ve desde lejos).

Al día siguiente. La princesa vuelve al mercado como le indico


el curaca. No lo encuentra. Pero encuentra el puesto de telas,
maíz, papa y otros alimentos de una mujer de falda larga hasta
los tobillos, sombrero grande que le cubre totalmente la
cabeza y una blusa colorida con bordado de flores.

ILLA NAYRA
(curiosa por los productos que ofrece)
Buenos días señora, ¿me podría decir con que puedo
intercambiar esta tela tan linda que tiene usted aquí?

SINCHI QHAPAQ
(forzando la voz aguda)
Buenos días bella dama, si claro. Lo podría intercambiar
con unos minutos suyos para hablar.

ILLA NAYRA
(dándose cuenta que no es una mujer)
¡curaca Sinchi Qhapaq!

SINCHI QHAPAQ
¡Shhh!
(callándola y a la vez regalándole una sonrisa) Nadie
sabe qué sigo aquí, para todos yo ya he retornado a mi
ayllu.

ILLA NAYRA
(feliz al saber que podrá hablar con él sin ser descubierta)
Curaca nunca crei que seria capaz de esto para verme.

SINCHI QHAPAQ
(sincerandose)
Usted me gusta mucho Princesa, es por eso que decidí
hacer lo posible para verla y poder ganarme ese cariño
que tanto tiene (logra que la Princesa se sonroje y le
dedique una sonrisa).

KUSI
(alzando la voz)
¡Princesa!. Ya debemos volver, su padre quiere que esté
en casa porque va a recibir a unos señores importantes.
ILLA NAYRA
(apenada)
Ya tengo que retirarme. Entonces, ¿nos veremos todos los
días aquí?

SINCHI QHAPAQ
(asiente confirmando)
Así es, de esta manera nadie sospechara de que yo le
estoy hablando. Simplemente creerán que…

ILLA NAYRA
(siguiendo la oración)
… que estoy hablando con una mujer que tiene su puesto de
telas y de alimentos.

SINCHI QHAPAQ
Exacto.

AYNI
(Levantando más la voz)
¡Princesa!

ILLA NAYRA
(Feliz)
Nos vemos mañana curaca.

El Curaca se queda contento, al igual que la Princesa, porque


consiguieron una manera de hablar entre ellos sin ser
descubiertos, además de que el Curaca podrá cortejarla y
amarla sin ninguna dificultad.
Escena III
Pasaron los días, con encuentros frecuentes, dentro y fuera
del mercado. El curaca y la princesa disfrutaban las
madrugadas juntos, algunas tardes donde ella con la excusa de
ir a ver más telas iban a los campos de flores que se
encontraban en las afueras del pueblo. Era el amanecer de un
nuevo día, ambos se encuentran en un cuarto. Habían dormido
juntos. La Princesa se levanta y empieza a vestirse y sale con
cautela de la habitación evitando despertar al Curaca quien
yace dormido aun en la cama.

Illa Nayra llega a su casa y se dirige rápidamente a su


habitación. Acto seguido sus damas ingresan a la escena.

AYNI
(Enfadada)
Se puede saber, ¿en donde se le ocurrió pasar la noche
Princesa? Estuve esperándola despierta hasta altas horas
de la madrugada.

KUSI
(Preocupada)
Su padre vino en la noche a sus aposentos a darle las
buenas noches, le tuvimos que decir que ya se había
dormido y que no iba a poder recibirlo.

ILLA NAYRA
(Feliz y risueña)
El amor es tan hermoso, ¿no creen? Para responder sus
dudas. Si, estuve con el Curaca, pasamos la noche juntos.
Disfrutamos mucho este amor, estamos juntos desde hace
buen tiempo. Es un hombre increíble, es de sentimientos
sinceros y de buenas intenciones.

AYNI
(Preocupada por la Princesa)
Sabes que tu padre desaprueba totalmente la relación.
¿Han estado saliendo a escondidas? ¿Todo este tiempo?

ILLA NAYRA
(Asiente contenta y algo preocupada)
Si, pero todo ha sido con suma cautela, porque ambos
sabemos que mi padre no acepta que estemos juntos.
No creo que nos llegue a descubrir.

El Mallku toca la puerta de la habitación de la Princesa con


la intención de darle los buenos días. La Princesa
inmediatamente con la ayuda de sus damas se cambia el vestido
del día anterior y se peina para hacer parecer que pasó la
noche en su casa y no con el Curaca.
ATUQ PUMAKANA
(sigue tocando la puerta)
¿Puedo pasar hija mía?

ILLA NAYRA
(Algo apurada)
Si, dame un momento padre. Estoy terminando de arreglarme el
cabello para salir a tomar el desayuno.

ATUQ PUMAKANA
De acuerdo hija, aquí te espero.

La Princesa finalmente se termina de arreglar y sale. Se


encuentra con su padre y juntos van al comedor donde suelen
tomar el desayuno. Podemos observar distintos panes, quesos,
algunas carnes suaves, jugos y mates para beber.

ATUQ PUMAKANA
(Con tono serio pero amable)
Hija te he notado más feliz en estos días, además que
sales con más frecuencia, ¿puedo saber a qué se debe?

ILLA NAYRA
(Nerviosa y relajada)
A nada padre, es solo que encontré una mujer que tiene
unas telas bellísimas para mis vestidos. Aparte es muy
buena y conversamos casi siempre cuando no está ocupada.
Me hace pasar un buen rato.

ATUQ PUMAKANA
(Contento)
Me parece bien hija. Bueno me tengo que retirar, tengo
pendientes unos asuntos con algunos jefes de otros
pueblos. Nos vemos luego hija, que tengas un buen día. No
te olvides de tus deberes.

ILLA NAYRA
(Tranquila y entusiasmada)
De acuerdo padre, ten un buen día tu también.

El Mallku sale de escena y la Princesa termina de desayunar.


Más tarde. Casi mediodía. Illa Nayra terminó sus deberes y se
dirigió al mercado como habitualmente lo hace para encontrarse
con el Curaca. Lo encuentra en el mismo lugar de siempre y
hacen la misma rutina, hablan un momento y con la excusa de
que en el otro puesto que tiene en el otro mercado no muy
lejos de ahí tiene más telas se la lleva, con la intención de
hacerla pasar como todos los días, un momento romántico y
agradable.
TERCER ACTO - Inicio de una guerra
Escena I

Casa del Mallku Atuq Pumakana. Mediodía. Había terminado de


hablar con algunos jefes de otros pueblos. Mientras revisa
unos documentos recuerda al curaca Sinchi Qhapaq, el cual dijo
que en su ayllu tenían buena producción de maíz. Acto seguido
mandó a llamar a su mano derecha.

MANO DERECHA DEL MALLKU


¿Me mandó a llamar señor?

ATUQ PUMAKANA
(serio)
Si, necesito que vayas al pueblo del curaca Sinchi Qhapaq
Camayo a pedirle que nos den una cantidad generosa de su
maíz, no hemos tenido suerte con la cosecha reciente. De
paso le pides que él también venga.

MANO DERECHA DEL MALLKU


(Asiente)
De acuerdo, estaré de regreso en unos días señor. Permiso.

Mientras el Mallku se dirige al comedor para almorzar, ve a su


hija entrando con telas muy coloridas. Ella entra riendo y
hablando alegremente con sus damas. El Mallku se pregunta si
habrá algún otro motivo por el cual su hija siempre está
feliz, probablemente sea porque está enamorada, pero es
imposible, lo único que hace su hija es salir a comprar telas
y realizar sus deberes.

Días después su mano derecha retorna, pero el Mallku nota al


instante que algo anda mal, debido a la expresión que lleva en
el rostro.

ATUQ PUMAKANA
(Confundido)
¿Qué sucede? ¿No lo encontraste? ¿Están igual de mal que
nosotros en su producción de alimentos? Dime qué ocurre.

MANO DERECHA DEL MALLKU


(Preocupado)
Señor, apenas llegue y pregunte por el curaca como me
indico. Pero me informaron, según su ayudante que estaba
tomando su puesto, que él no ha regresado aún al pueblo.

ATUQ PUMAKANA
(desconcertado)
Pero, ¡¡cómo!! Si él mismo me informo que solo se quedaba
2 días, ¿aún sigue aquí? No puede ser posible…
El Mallku empieza a recordar las miradas que se dedicaron él y
su hija todo el almuerzo el día que llegó al pueblo. Empieza a
evocar también el momento donde su hija le pide que deje que
el Curaca se quede unos días más. Estos últimos días que ella
ha estado más feliz que nunca. Lo que creía imposible en su
hija sucedió. Y lamentablemente de la persona equivocada. Acto
seguido entra Illa Nayra a escena feliz como siempre, mira a
su padre y sabe que algo está mal.

ILLA NAYRA
(preocupada)
Padre, ¿está todo bien? ¿sucede algo malo?

ATUQ PUMAKANA
(se acerca a su hija y le da una cachetada la cual resuena en
toda la escena)
¡¿Cómo pudiste desobedecerme?! ¡Yo te dije que no te
enamoraras! ¡Y sobre todo de alguien como él!

ILLA NAYRA
(Sorprendida y asustada)
Padre, ¿de qué hablas? Sabes que yo siempre te he hecho
caso, nunca te desobedecería.

ATUQ PUMAKANA
(Furioso)
¡No me contradigas! ¡Yo se que te ves con el Curaca! (los
ojos de su hija se abren de par en par)¡Me informaron que
él nunca regresó a su pueblo! ¡Tú te has estado viendo
con él!

ILLA NAYRA
(Triste y muy asustada)
¡Padre no fue mi intención enamorarme! ¡Es algo que
surgió de pronto!

ATUQ PUMAKANA
(Autoritario y furioso)
¡No me levantes la voz! Te vas a tus aposentos y no me
sales de ahí hasta que yo te indique Y tienes prohibido
salir de la casa ¿Me entendiste?

ILLA NAYRA
(Sumisa y arrepentida)
Padre. (Se va corriendo a su habitación llorando)

ATUQ PUMAKANA
(Aun molesto)
Asegurense que no salga de su habitación, vigilenla
siempre (dirigiéndose a las damas de la Princesa y a los
guardias de la casa). No debe salir.

El Mallku quedó totalmente decepcionado de su hija, al igual


que del Curaca. ¿Cómo pudieron ser capaces? Él estaba cegado
por la ira, sería capaz de cualquier cosa por acabar con este
romance, incluso de declarar guerra o matar.
Escena II
Casa del Mallku. Habitación de la Princesa. Es de mañana y el
cielo está nublado, algo no muy común en el pueblo. Illa Nayra
está triste, debido a que su Padre ya sabe de su romance con
el Curaca. Pero, la Princesa no se va a quedar con los brazos
cruzados. En un momento que sus damas se retiraron para llevar
sus vestidos al patio para lavarlos aprovechó para salir y
escaparse por una puerta que solo ella conoce. Corre por el
mercado hasta el puesto del curaca y lo jala hacia un rincón.

ILLA NAYRA
(asustada y preocupada)
Tenemos que hablar, urgentemente.

SINCHI QHAPAQ
(Asustado)
¿Qué sucede mi bella dama? Estás pálida. Vamos a mi habitación
para poder hablar más cómodos.

Se dirigen al hospedaje donde se ha estado quedando el Curaca.


Pero lo que no sabían, es que alguien los había visto y los
estaba siguiendo.

ILLA NAYRA
(Apurada y asustada)
Mi padre ya sabe de lo nuestro, está muy molesto, tengo miedo
de que lo vaya a hacer. ¿Qué pasará con nosotros?

SINCHI QHAPAQ
(Asustado también)
No te preocupes, encontraremos la manera de hacer que nos
acepte, a ti no te puede hacer nada, eres su hija.

ILLA NAYRA
(Pálida e insistente)
Lo sé, pero tengo miedo de lo podría hacerte a ti. Además,
debo decirte algo…

ATUQ PUMAKANA
(Molesto)
Con que aquí se veían, ¿no? A escondidas de todos.

Ambos quedan pasmados con la repentina aparición del Mallku.


La princesa no sabía qué decir y el Curaca quedó paralizado.
¿Que iban a hacer ahora?

ATUQ QHAPAQ
(Furioso otra vez)
¡Te atreviste a cortejar a mi hija sin mi permiso! ¡Osaste en
mentirme! ¡Ahora vas a pagar!
ILLA NAYRA
(Pasmada, pálida y asustada)
¡NO! ¡No le hagas nada! ¡Es el padre de mi hijo!

ATUQ PUMAKANA
(Pasmado y paralizado)
¡¡¡Qué!!!!

SINCHI QHAPAQ
(Sorprendido y feliz)
¡¡Qué!!

ATUQ PUMAKANA
(Furioso, pasmado, decepcionado)
¡Ahora si te declaro la guerra por el honor de mi hija! ¡Qhuru
jaqi!

Todos se congelan, la música suena e ingresan a escena el


grupo de danzantes.

(Se realiza la danza que representa también la guerra entre


ambos pueblos)

FIN

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