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Guion – Caída del Tahuantinsuyo

Narrador: (en voz alta) El Perú, lo que ahora llamamos Perú, nació a través de un
suceso traumático, un acontecimiento trágico: El encuentro entre F. Pizarro y el Inca
Atahualpa. ¿Qué fue lo que pasó en Cajamarca? Es cierto que un ejercito de 168
españoles fue capaz de vencer, así como así, a un imperio formado por millones de
personas, al más grande imperio de la Sudamérica antigua. Hoy vamos a tratar de
responder esa pregunta.
*Pizarro se para en el medio*
Narrador: Pizarro, un hombre de guerra, uno de los fundadores de Panamá, un hombre
de cabeza medieval, un cruzado que intentaba mantener su estatus. Todo un
empresario que logró con sus recursos y contactos llegar a hacerse con muchos barcos
y hombres para descubrir nuevas tierras, porque eso sí, la conquista fue un viaje
privado. El Estado Español no financió nada. Prácticamente se la jugaron haciendo la
guerra.
*Entra Diego de Almagro y Fernando de Luque*
Narrador: Conocemos, además a los 3 socios: Francisco Pizarro, Diego de Almagro y
Fernando de Luque, aunque este ultimo solo era un testaferro de un empresario que s
encontraba en Panamá Gaspar de Espinoza.
Pizarro: Durante nuestro primer viaje en 1524 junto a 100 soldados luchamos contra
varios naturales y regresamos a nuestros dominios.
Almagro: Hasta perdí un ojo al pelear contra dichos indios.
Hernando de Luque: En el segundo viaje logramos llegar de Tumbes hasta Chan Chan,
logramos secuestrar a muchachitos costeros para convertirlos en intérpretes.
Pizarro: Muchos de mis hombres quisieron desertar, los caminos no estaban
preparados para la rueda, llevábamos la comida con nosotros, las armaduras pesaban
mucho, los mosquetes, la artillería, nuestros caballos eran una inversión porque
debíamos cuidarlos bien, fue un camino bastante largo y duro.
Almagro: Ya sabiendo lo que podríamos encontrar, mi socio Pizarro logró que la Corona
firmara la Capitulación de Toledo para darnos beneficios y protegernos legalmente
sobre lo que consiguiéramos en el actual Perú.
Hernando de Luque: Estábamos Listos para la conquista definitiva.
(Salen conquistadores, entra Huayna Capac)
Narrador: Para el segundo viaje de Pizarro, Huayna Cápac se encontraba en Quito por
casi 10 años mitigando rebeliones.
Huayna Capac: Estando yo en Quito, estalló una epidemia causando estragos en la
población andina, enfermedades traídas por esos barbudos como el Sarampión y
Viruela trajo estragos a mi gente. Mi pueblo no tenía defensas contra ellas, ni yo
tampoco. Posiblemente morí a causa de esas enfermedades, me embalsamaron y
llevaron a Cuzco, lamentablemente mi sucesor directo también murió, así que 2 de mis
hijos siguientes pelearon por el nombramiento como Sapa Inca. Como una nube negra,
nuestra caída se asomaba.
(Entra Huáscar y Atahualpa)
Atahualpa: (Increpando a Huáscar): Nunca te ocupaste a ganar el respeto por los
generales de nuestro padre, no mantuviste tu prestigio, solo eres un hombre cruel,
violento y no digno de llevar la corona Inca.
Huáscar (increpando a Atahualpa): Yo solo quiero quitarle poder a las Panacas, a las
familias reales, tienen demasiado poder en el imperio. Debemos quitarles las tierras y
siervos y que sirvan al Estado, por eso te apoyan, no quieren perder poder. Solo buscas
tu beneficio junto a esos aprovechadores.
Atahualpa: Si bien hemos luchado por varios meses, nunca pudiste atraparme, así
como lo intentaron los Cañaris, soy un dios, soy invencible. Mis tropas ya derrotaron a
todos tus generales, y ahora mismo que intentaste dirigir tu ejército, fallaste. Estás solo
y ahora eres mío. Llévenselo, mándenlo a Cuzco. Descansaré tras este triunfo en
Cajamarca.
Siervo: Señor, disculpe por interrumpir, pero han llegado informes que han vuelto a
aparecer los visitantes.
Atahualpa: Vaya, demos un alto a nuestro retorno a Cuzco y recíbanlos, mientras
recobramos el poder en estas tierras.
Narrador: En este tercer y último viaje de conquista, los españoles llegaron a Tumbes
nuevamente.
Soldado: Señor, el terreno se encuentra desolado y los pocos que quedan no son
amables con nosotros.
Almagro: No recibimos la misma amabilidad de los dos viajes anteriores, algo está
pasando, será mejor avanzar por tierra firme para ver si averiguamos algo.
(todos empiezan a caminar)
Narrador: Comenzaron un recorrido por el desierto de Sechura, junto a un puñado de
indios en donde se encontraba un emisario de Atahualpa disfrazado.
(Apu se tropieza y se le cae el vendaje de la cabeza)
Pizarro: Tú, no eres un vendedor de Pacay. Dime, ¿Quién eres?
(Lo levantan toscamente)
Apu: Soy un emisario de Atahualpa. Pertenezco a la familia real, soy un indio orejón.
Soldado: Es un espía, debemos matarlo. (intenta atacarlo)
Almagro: Alto soldado, no te precipites aún con esta gente.
Luque: Pizarro, será mejor que le ofrezcamos algo para que lleve a su rey indio.
Pizarro: Trátenlo con respeto. Denle 2 copas de Venecia y dos camisas de seda de la
india, que se la lleve a su rey. Esperemos que regrese ante nosotros.
(Soldado Le da las copas y camisas)
Pizarro: Regresa con el mensaje de tu Rey, indio.
Apu sale corriendo.
Se agacha al ver a Atahualpa.
Atahualpa: ¿Que viste fiel amigo?
Apu: Señor, los perros son peligrosos porque comen carne, mientras que esos animales
que llaman caballos son herbívoros. Estos barbudos no eran dioses, los vi enfermar y
morir. El único con poderes mágicos es un hombre que rejuvenece a los barbudos, le
dicen barbero.
Atahualpa: El objetivo, entonces, será eliminar a todos esos barbudos, menos a 3: Al
herrero, al domador de ese animal llamado caballo y a ese barbero. ¿Quedó claro?
Apu: Si señor, informaré a todas las etnias y pueblos.
Atahualpa: Y llévales estos obsequios de mi parte e invítales a Cajamarca. Los esperaré
ahí.
Todos salen de la escena / Entra grupo de Pizarro.
Narrador: Cuando los españoles se encontraban por Lambayeque, el emisario regresa.
Apu: Regreso por parte de Atahualpa. Traigo lo siguiente: una maqueta y 3 patos
desollados.
Pizarro: (enojado) ¿Qué es esto? ¿Una amenaza?
Almagro: Confía mucho en sus tropas y fortalezas.
Apu: Nuestro gobernador los invita a Cajamarca para entrevistarse con él.
Narrador: Para apropiarse de los caballos, los incas dejaron entrar a los europeos y no
acabaron con ellos durante el recorrido. Atahualpa no les temía, se sentía hijo del sol y
pensaba que su majestad sometería a cualquier mortal. Venía exaltado de la victoria de
Huáscar, tuvo una fe ciega en su magnificencia.
Atahualpa: (mirando al público) ¿Qué me pueden hacer esos 200 inútiles? Les damos
tierras en tumbes y no habían cultivado, no saben. Además, viven en casa de madera
¿Quién vive así en estas tierras? No duermen, hablan de noche. Se visten con una cola
de metal, tienen lana en la cara como mi llama. Y, por último, están locos, paran con
una ollita nueva en la cabeza día y noche.
Sale Atahualpa. Entra Pizarro y compañía.
Luque: Como quedamos con Apu, la ciudad está prácticamente vacía y la plaza donde
estaremos también. Recuerde que hoy es 15 de noviembre de 1532. De todas maneras,
es posible ver pequeñas tiendas en diferentes puntos del pueblo, debemos tener
cuidado.
Almagro: ¿Dónde está el supuesto Inca?
Soldado: Señor, tengo entendido que se encuentra en los baños de Cajamarca.
Pizarro: Hermano Hernando Pizarro, Ve a buscar a Atahualpa y tráelo ante mí.
H. Pizarro: Si hermano. Iré por él.
Todos salen de la escena
Narrador: Los jinetes viajaron a los baños del Inca, donde Atahualpa tenía su
campamento real.
(Hernando y jinetes llegan)
(Los recibe sentado en una alfombre) (Ponen una cortina entre los dos, inca
permaneció con la cabeza en el suelo)
Soto: Como se atreve ni a mirarnos.
H. Pizarro: Jefe de indios, vengo de parte de Francisco Pizarro. Sus invitados estamos
aquí, lo esperamos en la plaza tal y como lo acordamos.
Atahualpa ni los mira
Soto: Insolente.
(levanta el cabello) (siervos se movieron) (Atahualpa Inmóvil)
H. Pizarro: Creo que comprendo. Será mejor irnos. Vámonos.
(Se van ofendidos)
(Regresan donde Pizarro)
H.Pizarro: Hermano, será mejor esperar. El jefe Inca se tomará su tiempo al parecer.
Pizarro: Esperemos entonces, hagamos guardia hasta el día siguiente. Ya estamos aquí
y sabemos lo que nos espera. Tenemos claro nuestro objetivo, capturar al gran líder.
Queremos la cabeza de Atahualpa. Descansen por ahora.
Todos se sientan o echan.
Narrador: Y llegó el día final: el sábado 16 de noviembre de 1532
Almagro: Son las 3 de la tarde y aún no aparece.
(Se escuchan tambores)
(Entra con un sequito de bailarines, danzantes)
(Entra en Andas y el señor del Chinchaysuyo también entra cargado)
(Primero entra indios que limpiaban los suelos, detrás de Atahualpa iban los músicos
y una comparsa)
Narrador: Atahualpa entra sin ningún soldado, confiando en la posición débil de los
españoles. Bajó con miles de hombres, pero no eran guerreros, no estaban armados,
entró a Cajamarca como si fuera un ritual, una celebración. Creyendo que una banda
de infelices no podría hacerle daño. Pagaría muy caro el error de subestimar al
enemigo.
Atahualpa mira a todos lados, sorprendido por ver la plaza vacía.
(La música frena, todos en silencio)
(Aparece un soldado junto a dos padres)
Soldado: En nombre de la Santa y Católica Cesárea majestad imperial señor de las dos
Sicilias de Nápoles e Italia: Carlos V
Atahualpa se acerca al oído de un traductor
Traductor: ¿Quién? Pregunta.
Soldado: Carlos V
(Atahualpa le dice al oído algo al traductor):
Traductor: ¿Y si ese señor es tan importante por que no ha venido a saludarme
todavía?
Soldado: Cómo te atreves… (intenta sacar su espada)
Fray comienza a decir las verdades de la fe cristiana, Dominicio levanta y estira la cruz
mirando a Atahualpa. Atahualpa los mira escéptico.
Fray: Me presento ante vosotros en nombre de la cristiandad, para enseñarles el
camino de la verdad. Debo enseñarte la palabra del único Dios.
Atahualpa: maypitaq dios kachkan
Traductor: Donde está el dios.
Fray: Yo soy el sacerdote de Dios.
Atahualpa: Manam sacerdotetaqa munanichu
Traductor: No quiero al sacerdote, quiero a tu dios.
Dominicio Arengo: Nuestro dios no puede ser visto, fue muerto por los hombres y
subió al cielo.
Fray: Déjame explicarte, En primer lugar, Dios creo el cielo y la tierra, donde los
malvados son castigados con eterno sufrimiento y los justos premiados con la vida
eterna. No hay hombre libre de pecado excepto nuestro salvador Jesucristo. Fue
muerto y crucificado en una cruz de madera como la que vez, 40 días después resucitó
y ascendió a los cielos.
Atahualpa mira confundido al cielo
Dominicio: Fue su deseo de que su apóstol San Pedro sea el príncipe de todos los
apóstoles y cristianos, así como dios le otorgó los poderes a San Pedro, viene dándoles
a los pontífices aquí en la tierra.
Fray: El Pontífice comprende que estos pueblos ignoren a nuestro creador y veneren
ídolos e imágenes con forma de demonio. Por eso hemos venido, en nombre de Carlos,
que te vuelvas uno de los vasallos.
Atahualpa: ima atiykuna
Traductor: ¿En virtud de que poderes habla?
Fray: Con esto (muestra la biblia) La palabra de Dios…
Fray le da la biblia a Traductor, Traductor a Atahualpa
(Proceso de rascar, escuchar o abrir la biblia)
Atahualpa: Imamantataq rimachkanki, uyapi chukchayuq runa?
Traductor: ¿De qué hablas hombre con pelo en el rostro?
Atahualpa: Intipa churinmi kani
Traductor: Yo soy el hijo del sol
Atahualpa: laqtayta kamachinaypaq derechoyoqmi kani
Traductor: Y tengo derecho a gobernar sobre mi pueblo.
Atahualpa (con desprecio): ¿Ima derechoyoqmi kanki?
Traductor: ¿Qué derecho tienes tu de hablarme así?
Atahualpa agarra la biblia, lo miró, lo sopeso, se lo puso en el oído y lo tiró al suelo
Fray: ¿Cómo te atreves indio? Has visto Pizarro, Alcen su mano cuando insulta a Cristo,
que ese pagano sufra por su insolencia. Salgan españoles, atrapen a esta gente que no
respeta las cosas de Dios.
Padre Dominicio Arengo: ¡Santiago a ellos!
Disparo por todas partes, salen todos los españoles escondidos.
Indios corrieron ante el embiste de los caballos, Españoles atacan a todos con
espadas, lanzas, cañones y armas de pólvora.
Caían muertos los siervos y tambaleaba el anda, reemplazaban el anda hasta que
Atahualpa cae.
Soldado: Tu eres mío, indio. (Ataca a Atahualpa con una lanza)
Pizarro: NO
Detiene el ataque con una lanza y lo atraviesa al soldado.
Pizarro: Nadie toca al indio o MUERE.
Se detiene todo el ataque con todos en el suelo, excepto españoles
Lo Logramos, capturamos a Atahualpa.
Narrador: Es así como culmina la caída del imperio más grande de Sudamérica.
Tenemos claro que el gran botín no fue el oro ni los metales preciosos, sino la fuerza de
trabajo de los indígenas a largo plazo.
Tal vez resulta infame para muchos peruanos, pero como decía el maestro Jose
Antonio del Busto: con la conquista no podemos lamentarnos ni felicitarnos, no
podemos aplaudirla ni pifiarla, fue un acontecimiento histórico que hay que asumir y
conocer.

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