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TEMA Nº3

LOS PRIMEROS HABITANTES DE BOLIVIA

3.1. El poblamiento humano del actual territorio de Bolivia tiene una antigüedad de entre
10.000 y 13.000 años a.C., de acuerdo a los hallazgos de restos de culturas como la Chiripa, en el
altiplano y valles bolivianos. Estas culturas iniciaron la domesticación de plantas y animales de la
región para su subsistencia, desde, aproximadamente, 8.000 a.C. Cuando dominaron la navegación,
por los lagos y ríos de la región andina, se dedicaron a la pesca, la caza y la agricultura.

Con posterioridad se conformaron tres regiones muy marcadas: La zona de la Cordillera Oriental, la
del Altiplano y la Zona del Altiplano: En la parte central del Altiplano de Oruro, se
estableció una cultura única: los Urus. En la zona altiplánica y en las montañas de la
Cordillera Oriental andina se establecieron los Collas o Aymaras, que más tarde integraron el
Imperio inca; en los valles y parte de la Cordillera Oriental se desarrolló la cultura
quechua; en la zona oriental de Bolivia se establecieron culturas selvícolas
emparentadas con la familia tupí-guaraní, los que también existen en Brasil, Argentina,
Paraguay y Uruguay.

3.1.1. LOS URUS.- “Hacia 2.500 a.C. las tierras altas fueron escenario de una transformación
fundamental hacia una agricultura basada en aldeas. La sedentarización, el aumento de la
densidad poblacional y una organización social más compleja en cuanto a gobiernos
multicomunitarios, pasó a ser la norma.”22

Así es cómo la nación Uru, ya como Cultura formada, se estableció, aproximadamente el año 2500
a.C., en el altiplano boliviano, en el sur del Perú y en el norte chileno. Su origen no es nada claro,
algunos señalan que son descendientes de los atlantes y que tuvieron intervención en la construcción
de la ciudadela de Tiwanaco.

La teoría más cercana es que son descendientes de los emigrantes polinesios, que llegando a las
costas del Perú y Chile, escalaron la cordillera occidental boliviana y se asentaron en el altiplano.
Previamente habían establecido pueblos como los Changos y Atacamas en Chile, los Iru Itu en Perú
y sur del lago Titicaca (la roca del puma) y en Bolivia formaron los Uru Chipayas, los Uru
Iruitos, los Uru Muratos y los Uru Capillus. Otros autores sugieren que los Yuras de Potosí,
también pertenecen a la nación Uru.

Los Uru Chipayas están en lo que hoy es el Municipio de Santa Ana de Chipaya, Provincia
Sabaya del Departamento de Oruro, junto al río Lauca, muy cerca de los ríos Barras, Sabaya,
Lacajahuira y al norte del salar y lago de Coipasa.

Su economía está determinada por el medio en el que se establecieron, son expertos cazadores de
aves acuáticas (patos y parihuanas) y pescadores; en agricultura dependen de la quinua y la cañahua
cuya producción, antes sólo para consumo doméstico, debido a la tierra salitrosa en la que viven. El
complemento de su economía es el comercio y el trabajo agrícola en el norte de Chile, a donde
emigran los jóvenes. Su castellano tiene fuerte acento chileno.

22
Klein, Herbert S. Historia de Bolivia. De los orígenes al 2012. Editorial G.U.M. La Paz-Bolivia. 2012. Pág. 26.

1
Conservan su idioma, el Puquina23, su vestimenta y algunas costumbres. Continúan construyendo
sus casas circulares terminadas en un cono (putucos) con sus puertas orientadas hacia donde sale el
sol. Los Chipayas tienen una organización comunitaria en el que las mujeres están sometidas a los
varones.

Los Uru Muratos se establecieron en las orillas Norte y Oriental del Lago Poopó. Vivían de la
caza y la pesca. Por su constante contacto con pueblos quechuas y aymaras, perdieron su idioma
original y su vestimenta. Años atrás se sostenía que había Urus viviendo en la Isla Panza del Lago
Poopó; hoy no existe ni un solo poblador en esa isla.

En la actualidad viven disgregados en tres municipios del Departamento de Oruro: Vilañeque,


Municipio de Huari; Llapallapani en el Municipio de Challapata y Puñaca Tinta María en el
Municipio de Poopó. Como el Lago Poopó se ha ido secando en los últimos 40 años, los Uru
Muratos ya no se dedican a la pesca y la caza, sino que se han tornado excelentes horticultores en
invernaderos, más conocidos como carpas solares.

En la actualidad hacen esfuerzos para ser reconocidos tanto como los Chipayas y han protagonizado
movilizaciones hasta la ciudad sede de gobierno con relativo éxito. De no cambiar su situación, se
prevé su total desaparición por absorción de los quechuas y aymaras, que les rodean.

Los Uru Iruitus24 se establecieron en las orillas norte y sur del Lago Titicaca. Expertos cazadores,
pescadores y tejedores de la totora, se especializaron en construcción de balsas de totora con las que
navegan en el lago.

En el sector del Perú, los Iruitus construyen sus viviendas en el lecho mismo del lago, tejiendo sobre
las aguas las ramas de totora que crecen en las orillas del lago. Así le ganan terreno al lago y
con el mismo material tejen sus viviendas. También han perdido su idioma y se han aymarizado.

Se presume que los Iruitus también se establecieron en la orilla sur oriental del Lago Poopó, cerca
de la actual ciudad de Oruro. La tradición habría conservado el nombre de Itos, para la zona
suroeste de la ciudad.

De los Uru Capillus, la única referencia que tenemos es la que da el historiador y antropólogo
orureño Alberto Guerra Gutiérrez25, de que los Capillus se establecieron en la zona Nor Occidental
del Departamento de Oruro, probablemente en la región de Turco.

3.2. LOS COLLAS O AYMARAS26. - No está claro el origen de los collas. Unos dicen que son
descendientes de los Urus; otros afirman que son mezcla de los Urus con pueblos Arawaks
procedentes de las zonas selváticas, que habrían logrado cruzar la cordillera oriental y llegar al
altiplano.

23
El profesor Julio Delgadillo, quien vivió entre los Chipayas por muchos años, revela que su idioma original no es el Puquina sino el
Uru. Apoyado por el Jesuita Federico Aguiló, sostiene que el Puquina es, en realidad, el quechua antiguo. “La nación de los Urus”. J.
Delgadillo. Editorial CEDIPAS. Oruro. 1998. Págs. 81 al 93.
24
Muchos antropólogos sostienen que la población de ITOS, al sur de la ciudad de Oruro, tiene relación con los antiguos Uru Iru Itus.
25
Alberto Guerra Gutiérrez. “Chipaya, un pueblo enigmático”. Ediciones Latinas. Oruro. 1997.
26
Basado en “Resumen de la Historia de Bolivia” de Misael Pacheco Loma. S/Ed. Oruro. 1984.

2
Según la historiadora paceña Patricia Montaño27 la cultura tiwanacota surgió el año 1580 antes de
Cristo, como una pequeña aldea, dedicados a cultivar papa y domesticar a la llama. Sus sabios
observaron los ciclos estacionales para elaborar un calendario agrícola. Según la misma historiadora,
entre los años 150 antes de Cristo, Tiwanacu empezó a fortalecerse como Estado y amplió su radio
de influencia hasta ocupar 600.000 Km2.

A partir del año 1187 de nuestra era, después de varios problemas de sequía y una guerra civil,
Tiwanacu se desintegró y se dividió en pueblos aislados unos de otros, como los Pacajes, Carangas,
Lupacas y otros. Para el año 1470, estos pueblos habían sido conquistados por los quechuas y
asimilados al Imperio Incaico como el Collasuyu.

Los collas habitaron el altiplano boliviano, el sur del Perú, el norte de Chile y norte de Argentina.
Los antropólogos sitúan el origen de los aymaras alrededor del año 950 d.C. Por tanto no se
entiende su celebración del Año Nuevo Aymara superior a los 5.500 años. Su extensión territorial
fue grande, llegaba, por el Norte, hasta el Nudo de Vilcanota (Perú) y por el Sur hasta la región de
los Chichas, en el Departamento de Potosí. Por el Este llegaron hasta la Cordillera Oriental y por el
Oeste a la Cordillera Occidental.

No lograron formar un Estado sino que vivieron dispersos en pequeños reinos collas llamados
Ayllu. Los más importantes fueron los Pacajes, Omasuyus, Lupakas, Sica Sicas y Larekajas (en el
Departamento de La Paz); Karankas, Soras y Quillakas (en el Departamento de Oruro); Chullpas,
Charcas y Chayantacas (en el Norte de Potosí).

Eran temibles guerreros sometidos a la autoridad de un Mallcu o jefe supremo. Huraños y


desconfiados, son feroces y despiadados en el combate.28 Su idioma, el aymara, es reconocido como
uno de los más perfectos en el mundo. El escritor paceño Emeterio Villamil de Rada pretende que el
paraíso terrenal bíblico estaba en el valle de Sorata y que la lengua de Adán era el aymara, del que
habrían derivado los demás idiomas del mundo.29

Los aymaras eran excelentes agricultores de la papa, la quinua, el haba, la liza, la oca y la coca.
Conservan alimentos mediante la refrigeración y el disecado: el chuño o tunta, el qawi y el charque.
Su ganado son llamas, alpacas, guanacos y vicuñas.

3.2.1. TIWANACU O TIAHUANACU O TAIPIKALA.- Según estudios arquelógicos los


primeros humanos que habitaron nuestro territorio, vivieron, por lo menos, hacen 8.000 años antes
de Cristo. Hasta hoy no se han encontrado evidencias de esta afirmación.

27
Montaño Durán, Patricia. Año nuevo 3592. Publicado en Siete Días del 22 de junio de 2012. Pág.14.
28
Durante el Coloniaje el levantamiento de Tupac Katari fue despiadado con los españoles. En 1781 los indígenas aymaras mataron
al jefe de la Revolución de Oruro, Sebastián Pagador, al descubrir mentiras y dubitaciones del revolucionario. La Guerra de la
Independencia (1809-1825) mostró a los aymaras como feroces guerreros contra los españoles. En la República (1899) durante la
Revolución Federal, el jefe aymara Pablo Zárate Willca, no respiró dos veces para ordenar la matanza de “nobles soldados
chuquisaqueños” a quienes hizo quemar en una Iglesia en la que se habían refugiado. Los levantamientos de aymaras en la ciudad de
El Alto y sus manifestaciones, en el 2000 y en el 2003, son otra muestra de lo indomables que son los descendientes de los collas.
29
Para más información acudir a “La Lengua de Adán” de Emeterio Villamil de Rada. Editorial Puerta del sol. La Paz-Bolivia. 1975.

3
En lo que hoy es Tiwanacu, se cree que hubo asentamientos humanos hacen unos 4.500 años. Los
historiadores paceños se esfuerzan en afirmar que Tiwanaco es uno de los reinos aymaras, pero los
datos históricos no muestran esa relación. Al contrario, existen historiadores que afirman que
Tiwanaco y todas sus maravillas arquitectónicas, son parte de la cultura de los Urus.30

No faltan quienes afirman que es parte del Continente Perdido o de la civilización de la Atlántida, tal
como predica el británico Jim Allen, quien dice que la Atlántida está en el Departamento de Oruro,
que Pampa Aullagas fue su Capital y que Tiwanacu fue uno de los diez reinos más adelantados.

3.3. LAS CULTURAS INDÍGENAS EN EL ORIENTE DE BOLIVIA.- De acuerdo a la relación


establecida por varios estudios, en Bolivia tenemos 36 culturas y 105 grupos de idiomas o
dialécticos. De todos estos, en el oriente boliviano, existen 33 culturas originarias. Muchas de ellas
no son numerosas.

A diferencia de los pueblos andinos, que forman parte de una misma tradición y sociedad, en el
oriente hay una gran dispersión de orígenes y lenguas. La siguiente lista, nos da un panorama
cultural del oriente boliviano. (Entre paréntesis está el número de habitantes en la actualidad).31

 En el Departamento de Pando tenemos a los Cavineños (900), que también habitan, aunque
en pequeño porcentaje en el Departamento del Beni. Los Ese Ejja (939). Los Machineri
(155), Pacahuara (25), los Toromonas que también habitan el norte de La Paz.

Los Yaminahua (188), según Rivero Pinto, se establecieron en Pando huyendo de sectas
evangélicas de la Amazonia peruana en los años 50; hoy están en la Provincia Nicolás
Suarez de Pando. Según Wigberto Rivero Pinto, hay que agregar a Pando a los Nahua, de
quienes no existen datos, sólo su palabra oral.

 En el Departamento del Beni tenemos: Los Moxos o Mojeños (76.073), Movimas (10.152),
los Chimán (5.000), Itonamas (2.940), los Baure (976), los Mosetenes (1.601), los Canichana
(420) que viven en el Municipio de San Javier.

Los Maropa, llamados también Reyesanos (4.498), los Chácobo (501), Cayuvava (645) que
viven en la Provincia Yacuma, los Yurakaré de Cochabamba y Beni (2.755). Joaquinianos
(169), los Sirionó (150), los Moré (101).

 En Santa Cruz tenemos a los Guarayos del Norte (9.863), los Chiquitanos (184.248), los
Sirionó (308), los Ayoreos (800) que viven en la Provincia Germán Busch; los Guarasugwe
(31).

30
Existe otra teoría aún más fantástica sobre los restos arqueológicos de Tiwanacu. El Suizo Erik Von Daniken, afirma que Tiwanacu
fue construida con asesoramiento de seres extraterrestres que tenían elevada tecnología para procesar la piedra. Según Von Daniken la
presencia de extraterrestres se prueba en todas las megaconstrucciones del pasado, en todo el mundo, que la ciencia actual aún no
puede explicar.
31
La relación de culturas y número de habitantes fue extractada del periódico La Razón, domingo 1 de junio de 2007, en base de los
datos elaborados en 2006 por el ex Ministerio de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios de Bolivia.

4
 En el Chaco, que comprende a las Provincias Cordillera de Santa Cruz, Hernán Siles y Luis
Calvo de Chuquisaca, O’ Connor y Gran Chaco de Tarija, tenemos a los Ayoreode (1.701),
los Tupi-Guaraníes (133.393), los Weenhayek, conocidos también como matacos, habitan la
Provincia Gran Chaco, Municipio de Yacuiba de Tarija (2.020) y los Tapiete (63) en la
Provincia Gran Chaco de Tarija.

 En La Paz se encuentran los Tacana del Norte (7.056) que también está en el sur de Pando
y el oeste del Beni. Los Chimanes (8.528) y los Leko (2.763) provincias Larecaja y Franz
Tamayo. Los Afrobolivianos de los Yungas (22.000). Los Araona
(112) que viven en la Provincia Iturralde.

 En Cochabamba tenemos a los Yuki (220) que habitan en la Provincia Carrasco, zona
tropical, los Isiboro y los Sécure.

 A los Zamuco (s/d), no los consigna el antropológo Wigberto Rivero Pinto..

Casi todas estas culturas orientales que, a fines de 2010, suman en total 475.952 habitantes, han
sido evangelizadas por las misiones jesuíticas y por los franciscanos desde la época colonial.
Recientemente han ingresado grupos evangélicos, como el Instituto Lingüístico de verano y las
Nuevas Tribus.

3.4. LOS PUEBLOS O CULTURAS ORIENTALES EN BOLIVIA Y SUS LUCHAS


CONTRA LOS COLONIZADORES.- El Estado boliviano no se ha ocupado de estos grupos
culturales, sino hasta el 2009, cuando la nueva Constitución Política del Estado, promulgada el 7 de
febrero de 2009 por el Presidente Evo Morales Ayma, los reconoció como pueblos indígena
originario campesinos y les otorgó varios privilegios

La penetración de los españoles y criollos a las tierras del Chaco, ocupadas por los guaranís
(llamados también chiriguanos32), no fue tranquila sino más bien “cargada de violencia, traición y
muerte.” 33

La primera incursión de los españoles a las tierras calientes del oriente, fue a territorio guaraní, en el
año 1536. Los pacíficos guaraníes les acogieron, les alojaron, les dieron alimentos y les ayudaron a
cruzar el desierto que era el territorio del Chaco. Sin embargo, los españoles les quitaron sus tierras
y los sometieron a una especie de esclavitud, en peores condiciones que a los indígenas aymaras y
quechuas. Los guaraníes llamaron a los españoles Q’arais.

El historiador boliviano Tumpa Pire, nos recuerda que en 1541 los guaraníes recuperaron las tierras
que les arrebataron los blancos y que las conservaron hasta 1550, año en que los españoles las
recuperaron, pero los guaraníes volvieron a recuperarlas en el año de 1564.

32
El antropólogo paceño Mario Montaño Aragón sostiene que el nombre de chiriguano era la referencia genérica dada a los indios de
toda la zona oriental de Bolivia. Según Montaño Aragón este nombre les dieron los incas, quienes observaron que los indios orientales
que eran llevados como esclavos a las zonas frías de los Andes, se morían por el frío. De ahí les denominaban los “chiripi wañuj” (los
que mueren en el frío), vocablo que los españoles torcieron a “chiriguanos”.
33
Tumpa Pire. Tarija y la guerra con los indios. Artículo publicado en La Prensa. La Paz. Viernes 27 de febrero de 2009.

5
En el año de 1571, los españoles declaran guerra a los guaraníes y chiriguanos como a enemigos de
la Iglesia, pues, supuestamente, estorvaban la prédica evangélica y la paz; lo cierto es que los
guaraníes se negaban a aceptar la religión cristiana y seguían practicando su religión animista, pues
creían en dioses que moraban en las selvas de las regiones del Chaco. Los guaraníes declararon: “los
Karai (españoles) no nos pueden obligar a pagarles tribuitos, son ellos quienes deben
pagarnos por estar utilizando nuestras tierras y servirse de nuestros recursos naturales…”
34

De cuando en cuando, los guerreros guaraníes atacaban algunas poblaciones españolas, más para
amedrentarlos que para exterminarlos. Ante estas arremetidas indígenas, en 1574, el Virrey español
Toledo ordenó la fundación de la Villa de San Bernardo de la Frontera (hoy Tarija), con la finalidad
de frenar definitivamente a los chiriguanos.35

El año de 1578, un decreto del Virrey Toledo, autoriza a los españoles “la esclavización de los
chiriguanos” (bajo esta denominación eran conocidos todos los pueblo indígenas del oriente) A
partir de entonces, según Tumpa Pire, las acciones de exterminio contra los indios fueron tan
cruentas como exitosas; casas, comida, animales, cosechas y todo alimento de los indios guaraníes
eran quemados, si se resistían a ser “reducidos a la esclavitud”.

En agosto de 1584, los indígenas agotados, sin comida ni casas, decidieron rendirse a cambio de
alimentos, ante el fundador de Tarija, Capitán Luis de Fuentes. Apenas el enorme grupo de
hambrientos, hombres, mujeres y niños se habían concentrado para comer, se cerró la trampa mortal.
Los españoles, con arcabuces, espadas y cuchillos cayeron sobre los indios, causando una gran
carnicería.

En 1616, según relato del historiador aymaraTapia Aruni,36 el cacique guaraní Mangu, se rebela
contra los Q’arai con más de 3 mil guaraníes Quirimbas y cercaron un cuartel español. Los
españoles se portaron benignos y pidieron dialogar y citaron a los indígenas a una reunión para
hacer un acuerdo de paz. Mangu acudió con su plana mayor y fue traicionado y asesinado por los
españoles, quienes habían preparado la matanza.

Esta traición consolidó el dominio de los españoles en el valle de Tarija y los guaraníes se retiraron
a los montes del Chaco para continuar la resistencia. El indígena guaraní Aruma se levantó en 1727
intentando desplazar de su territorio a soldados, misioneros y comerciantes. La brutalidad de la
soldadezca española acabó con esta primera resistencia de los guaraníes.

La gran resistencia de los guaraníes, en pleno coloniaje, se inició en 1732 en los territorios de las
misiones, donde los jesuitas habían establecido una especie de comunidades participativas en las que
se consultaba a los indígenas para tomar decisiones, se les permitía hablar su propio idioma y se les
enseñó a ejecutar instrumentos musicales europeos, como la guitarrilla y el violín.

34
Tapia Aruni, Eusebio. Homenaje a los gritos libertarios originarios. Ediciones Qhananchawi. La Paz. Bolivia. 2010. Citando un
documento de la Academia de Historia y Lengua Guaraní. Santa Cruz de la Sierra. 28 de enero de 2005. Pág. 8.
35
El contenido de estas notas son un resumen del artículo mencionado en la referencia anterior.
36
Tapia Aruni, Eusebio. Homenaje a los gritos libertarios originarios. Ediciones Qhananchawi. La Paz. Bolivia. 2010. Págs. 4,5,6.

6
Esta resistencia de los guaraníes sólo culminó con la expulsión de sus mentores, los jesuitas de
América, por orden del Rey español, en 1767. Posteriormente el Jefe guaraní GUARICAYU, en
1770, inició una guerrilla de los guaraníes y chiriguanos de Chuquisaca, Guapay, Saipurú, Charagua,
Gran Parapetí, Pipi e Izozog durante 11 años (1770-1781). GUARICAYU, fue traicionado por los
propios guaraníes, quienes lo entregaron a los españoles que le asesinaron sin previo juicio, por
haberse atrevido a levantarse en armas, por casi una década, contra los invasores españoles.

Como la apropiación de tierras de los indígenas del oriente y los abusos contra sus pueblos
continuaba, éstos se rebelaban muy continuamente. Pedro Ignacio Muiba, cacique mojeño, inició
en 1810 un levantamiento contra los españoles en territorio beniano, armado de lanzas.
Aparentemente, Pedro Ignacio Muiba estuvo en Perú,37 durante el alzamiento de Tupac Amaru, lo
que habría influido en el levantamiento indígena mojeño del 9 de noviembre de 1810 y que duró
hasta el 15 de enero de 1811.

Ocurrió que los indígernas mojeños, no recibieron al gobernador español, tal como era costumbre,
mas al contrario lo rechazaron y comenzó un tumulto contra los pocos españoles y los indígenas
canichanas, aliados de los españoles.Hubo flechazos y un indígena trinitario muerto. Lo cierto es
que este tipo de acciones de franca rebelión contra las autoridades españolas, mucho más en tierras
orientales, donde no se esperaba ninguna reacción de los sufridos indígenas, sorprendieron a los
españoles

El gobernador de las Tierras bajas, quien llegó desde Santa Cruz de la Sierra, Pedro Pablo
Urquijo se escondió en la Iglesia, resguardado por tres sacerdotes franciscanos. El día 10 de
noviembre la insurrección ya era abierta. El Cacique de los mojeños, Ignacio Muiba habló a sus
mojeños seguidores: “El rey de España ha muerto. Nosotros seremos libres por nuestro
propio mandato Las tierras son nuestras por mandato de nuestros antepasados a quienes
los españoles les quitaron.”38

A la insurrección mojeña se suman 200 guerreros armados comandados por el cacique de Loreto,
Juan Bopi, quienes llegan a Trinidad el 11 de noviembre. El 12 noviembre, aprovechando de una
intensa lluvia, el Gobernador español huye con la ayuda de sus indígenas canichanas y los
religiosos. El 15 de noviembre, Trinidad está en abierta rebelión, sin embargo los españoles
organizan un ejército y lograron el apoyo de más indígenas canichanas.

Con mucho esfuerzo se produjo la retoma de Trinidad con una gran matanza de indígenas mojeños.
Mueren 65 mojeños, entre hombres, mujeres y niños. Pedro Muiba huye a la selva pero es
perseguido implacablemente por el jefe indígena canichana, Juan Maeza, hasta que el 15 de enero de
1811 fue capturado, decapitado y puesta su cabeza en una picota en la plaza de San Pedro de
Trinidad, como escarmiento y mensaje a todo indígena que se vuelva a levantar contra el poder
español. Volvió a imponerse la fuerza de las armas de fuego.

Extractado de “Curso de Educación Permanente en la Política de Salud Comunitaria e Intercultural del Estado Plurinacional de
37

Bolivia. Ministerio de Salud y Deportes. La Paz-Bolivia. 2011. Pág. 220.


38
IDEM.

7
El historiador aymaraTapìa Aruni39 sostiene que durante la Guerra de la Independencia, más
concretamente en la Guerra de Guerrillas contra los españoles (1812- 1825), los indígenas guaraníes
participaron en la lucha libertaria junto a Manuel Ascencio Padilla y Juana Azurduy, resguardando
el lado oriental de los valles chuquisaqueños y manteniéndolo libre de españoles.

Fundada la República y como nada cambió para los indígenas, éstos volvieron a levantarse contra
los abusos de los criollos que habían tomado el mando de la República de Bolivia. “En la vida
republicana, GUIRAKUTA I, GUIRAKUTA II y MANDIPORAI (líderes de los pueblos guaraníes,
Tupíes y Wenayek), comandaron una resistencia durante 22 años (1825-1846) contra los
Q’arai (así los llaman hasta ahora a los hombres de piel blanca) en defensa de sus tierras y
territorio y siempre reprimidos sañudamente, los cabecillas originarios degollados,
ahorcados, descuartizados, por el ejército del Estado oligárquico.”40

A partir de 1840, ya en plena época republicana, las rebeliones se intensificaron. Pero también se
intensificó la penetración de los criollos y la apropiación de tierras, arrinconando cada vez más a los
guaraníes hacia la selva. Por esos mismos años se inició la presencia militar, por orden del Estado,
pero sus objetivos eran resguardar las haciendas de los propietarios, que no eran otros que altos
funcionarios del gobierno, así como ricachones de la época, como Aniceto Arce (posteriormente
Presidente de la República después de la Guerra del Pacífico), quien tenía inmensas tierras con
millares de guaraníes en condición de semiesclavos, trabajando para él.

Desde 1842, los Misioneros Franciscanos penetraron en la región guaraní con la intención de
“evangelizarlos”, pero también se apoderaron de inmensas tierras guaraníes para construir Iglesias y
establecieron lugares de concentración indígena, a la fuerza, llamadas “Reducciones” indígenas, en
las que se les enseñaba los elementos del catolicismo. Los Franciscanos también se establecieron en
la ciudad de Tarija, desde donde se planificaban las acciones de la Iglesia Católica.

Los misioneros franciscanos fueron los primeros en escribir acerca de la vida de los guaraníes. En
esos escritos41 se los calificaba de “salvajes”, “de tener una vida sexual promiscua”, “de vivir
casi desnudos mostrando sin pudor sus cuerpos”, “de vivir en completa ignorancia de Dios
y del Rey”. A decir de Celso Padilla, Presidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), las
misiones franciscanas, sirvieron fundamentalmente para domesticarlos.42

Posteriormente, en plena época republicana, las tropas del ejército boliviano tuvieron que intervenir
en 1875, para vencer a los guaraníes que se oponían a que les quiten sus tierras y a los abusos,
¡cuándo no!, de los criollos blancos o “q’arai”, como los llaman los guaraníes. En esos años, los
feudal criollos en el poder en Bolivia decidieron apoderarse en masa de las tierras de los guaraníes,
pues las tierras de los valles y del altiplano ya les pertenecían.

39
Obra citada.
40
IDEM. Pág. 4.
41
Basado en los testimonios del Coronel de Ejército, Alfredo Montaño, a Canal 7 TVB. Domingo 6 de noviembre de 2011.
42
Idem.

8
En 1877, Andrés Guaycho, dirigió un levantamiento contra los terratenientes criollos que los tenìan
esclavizados en las plantaciones de castaña de lo que hoy es el Departamento de Pando.

En 1892, la resistencia Tupì-guaraní fue mucho mayor y dio lugar a una verdadera guerra que se
inició la madrugada del 6 de enero de 1892 en contra de los hacendados que les quitaban sus tierras
y en contra de los misioneros que les quitaban su cultura, comandados por el indígena guaraní
Apaguaiki Tumpa, quien comandaba unos mil guerreros.

Según el historiador cruceño Hernando Sanabria Fernández43, Apaguayki Tumpa sublevó a todos
los guaraníes que no habían sido doblegados en las actuales provincias de Cordillera de Santa Cruz,
Luis Calvo de Chuquisaca y Gran Chaco de Tarija, en un número superior a cinco mil guerreros.

Apiaguayki Tumpa había nacido en Guaycayarape en 1864. Siendo niño perdió a su madre durante
un cruel asesinato de guaraníes ejecutado por terratenientes. Años más tarde resolvió encabezar la
defensa de su pueblo.44

“Tumpa atacó infructuosamente el pueblo de Chiapa Guasu (Cuevo, en el Chaco) en procura de


rescatar el territorio usurpado por los patrones. El 28 de enero de ese año, en Kuruyuki, los
indígenas fueron sorprendidos y masacrados por las tropas del “valiente” ejército boliviano,
comandados por el Coronel Melchor Echevarría.”45

El jefe de la rebelión, Apaguayqui Tumpa, fue tomado preso por traición de uno de sus seguidores,
ya que su cabeza había sido puesto a precio. Torturado y finalmente empalado (le metieron un
palo por el ano hasta hacerle salir por la boca), el 29 de marzo de 1892.

Así empalado fue exhibido en la plaza de La Laguna (Hoy Monteagudo, Chuquisaca), para que
sirva de escarmiento. Otras versiones afirman que fue fusilado, lo que no es creible por el odio
que le tenían los hacendados, por haber empujado a “sus esclavos”, a la rebelión.

Durante la etapa republicana, desde 1825 hasta la década de 1970, para la clase dominante y sus
historiadores, los guaraníes y todos los pueblos indígenas del oriente boliviano fueron
invisibilizados, es decir no existían como pueblos ni como personas, pese a que el explorador
Alejandro Von Humboldt, los retrató y describió, en sus viajes de ciencia por estas tierras, a
principios de la historia republicana.

Durante la Guerra Federal (1889), los indígenas aymaras y quechuas, participan activamente en
ambos bandos con promesas engañosas, pero los guaraníes no son tomados en cuenta por ninguno
de los bandos feudal criollos, en pugna por el poder. Esa es una muestra de que no los tomaban en
cuenta ni siquiera para los conflictos de los patrones feudales en pugna.
43
Conferencia dictada en la Colonia Pirai, en 1986, Texto de la Conferencia auspiciada por la Pastoral Social de Santa Cruz.
44
Periódico Cambio. 30 de marzo de 2011. La Paz- Bolivia. Pág. 14.
45
Sanabria. Conferencia citada.

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La Guerra del Chaco (1932-1936) se desarrolló en territorio guaraní, los Ayoreode, los Tupi-
Guaraníes, los Weenhayek y los Tapiete fueron reclutados, a la fuerza, como soldados y como guías
militares, por su conocimiento del terreno y por su fortaleza en el combate, pero al final de la guerra,
todo quedó como antes para ellos; pero no para los militares.

Luego de la Guerra del Chaco, en 1935, los excombatientes guaraníes, que conocieron tácticas de
guerra y armas de fuego, se creyeron con derecho a retomar las tierras que les habían arrebatado,
desde la época de la colonia. Al mando del indígena guaraní y ex combatiente del Chaco, Casiano
Barrientos Iyanbae, se levantan y ocupan algunas haciendas y terrenos. La noticia cunde entre los
guaraníes quienes inician una revuelta para recuperar sus tierras y terminar con los abusos. Ante la
gravedad del asunto, el ejército, que aún ocupaba tierras del Chaco, interviene “valientemente” y en
en pocos días reprimen el movimiento. Barrientos es tomado preso y fusilado, junto a su plana
mayor sobre el río Parapetí, en Kopere.

Los principales jefes militares de la campaña del Chaco, aprovecharon su presencia en el terreno
para apropiarse y titularizar tierras guaraníes como sus haciendas, en las regiones de Machareti y el
Izozog. Para que trabajen esas tierras, estaban los indígenas de la zona, quienes prestaban servicios,
por su situación de hambre e indigencia, en condición de semiesclavos.

La Revolución de 1952, que propició la Reforma Agraria y distribución de tierras a los indígenas, no
llegó a las tierras del Chaco. En la liberación del indio y en hacerle propietario de las tierras que
trabajaba, con el lema de “la tierra es de quien la trabaja”, no se tomó en cuenta a las haciendas
patronales chaqueñas en las que sufrían miles de indígenas guaraníes.

Sólo después del régimen del MNR, se iniciaron campañas, principalmente por algunos miembros
de la nueva iglesia católica y de los estudiantes universitarios, para conocer la situación de los
guaraníes y para reclamar por la libertad de esos pueblos.

La época de las dictaduras militares fue semejante a la de siempre. Barrientos y Banzer


distribuyeron tierras aún no colonizadas a sus allegados, militares y políticos afectos a sus
gobiernos. Los indígenas guaraníes que se atrevían a rebelarse, eran asesinados silenciosamente.

Lentamente los pueblos indígenas empezaron a organizarse con la ayuda de organismos no


gubernamentales (ONGs) y otras organizaciones de la iglesia católica, como CARITAS, para fundar
sus organizaciones como la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) y la Central Indígena del Oriente
Boliviano (CIDOB). La emancipación y reivindicaciones de los derechos de los pueblos indígenas
del oriente, fue lenta pero segura.

Los pueblos indígenas del oriente boliviano, junto a sus organizaciones, en agosto de 1990,
iniciaron desde Trinidad, capital del Beni, su primera marcha denominada “Por la Dignidad y el
Territorio”, llegando, después de penosa marcha de más de 50 días a pie en compañía de sus esposas
e hijos menores y recién nacidos, hasta la ciudad de La Paz.

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La marcha atrajo la simpatía de toda la población del país y de la comunidad internacional. El
Presidente Jaime Paz Zamora, fue a dialogar con los marchistas hasta una población cercana a La
Paz con la intención de detener la marcha e impedir que lleguen a la sede de Gobierno. El encuentro
de los líderes indígenas del Oriente boliviano con el Presidente de la República fue muy respetuoso,
más por la actitud de los indígenas, respetuosos pero firmes. Allí le exigieron al Presidente Jaime
Paz Zamora a hablar “de capitán a capitán” y le comunicaron su firme decisión de llegar a la ciudad
de La Paz. Cuando llegaron, el pueblo boliviano y, en especial el paceño, recibió con lágrimas a los
marchistas.

Fue con esa marcha que consiguieron su reconocimiento como pueblos y culturas oprimidas y la
promesa de elaborar una nueva Constitución Política del Estado, para constitucionalizar dicho
reconocimiento. Esta promesa tardó en plasmarse en realidad. Entre tanto, su situación no cambió
mucho. Los indígenas continuaron fortaleciendo sus organizaciones, lenta pero firmemente.

Entre los años 90 y la llegada del nuevo milenio (año 2000), las Organizaciones Indígenas del
Oriente Boliviano, con la ayuda de ONGs y de la Iglesia Católica y algunas de la Iglesia evangélica,
continuaron fortaleciéndose. Pero la situación en el Chaco era diferente.

Hasta el año 2007 existían situaciones de servidumbre denunciados públicamente. El periódico “La
Patria” de Oruro publicaba: “Uno de los casos extremos de explotación es la situación de,
aproximadamente, 200 familias indígenas en las provincias chuquisaqueñas Luis Calvo y
Hernando Siles. Los trabajadores guaraníes se dirigen al hacendado como “papi” y “mami”
y muchos de ellos, llevan el apellido de los patrones. Si los trabajadores no cumplen con
su tarea, reciben latigazos.”46

“Las familias y comunidades guaraníes cautivas trabajan en condición de subordinación y


dependencia en labores agropecuarias y reciben retribución en especie o dinero y hay
casos en los que no se establece pago alguno.” “Actualmente viven en Bolivia alrededor
de 60.000 familias guaraníes. De ellos, se calcula que unas mil familias permanecen en
las llamadas comunidades cautivas, donde no tienen derechos básicos como la
educación, sanidad, libertad de movimiento y la propiedad de la tierra.”

En la actualidad la situación de los guaraníes ha cambiado, su situación de servidumbre ha sido


denunciada y el Estado está decidió a terminar con esa situación que se creía desaparecida en el
mundo. En abril de 2009 el Presidente Evo Morales entregó, por primera vez en la historia, títulos de
propiedad de tierra a los guaraníes. Esta política continúa, con resistencia de parte de los
terratenientes, que no se resignan a perder “tierra y mano de obra gratuitos”.

En agosto de 2011, se realizó la Marcha por el TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional
Isiboro-Sécure) situado entre Cochabamba y el Beni, para impedir la construcción de una carretera
que atravesaba dicho parque. Los indígenas aseguraban que dicha carretera rompía el corazón del
TIPNIS y que favorecía a los cocaleros del Chapare que intentaban penetar al Parque para sembrar
coca. La Marcha llegó a La Paz, luego de más de 60 días de caminata y de sufrir represión de parte
de policías por orden del gobierno de Evo Morales.
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La relación de este párrafo y los siguientes, los extrajimos de La Patria de Oruro. 9 de julio de 2007.

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La marcha, recibida con mucha simpatía por el pueblo paceño, logró frenar la construcción de dicha
carretera y de una Ley que declaró “intangible” al TIPNIS, pero en un giro inesperado, el gobierno
hizo aprobar otra ley, por la que se decide implementar una consulta a los habitantes del TIPNIS
para conocer si desean o no la carretera por dicho parque. Dicha consulta quedó inconclusa ante la
resistencia de varios pueblos del TIPNIS y del surgimiento de la una CIDOB paralela afecta al
gobierno.

En los últimos años se conoció que la verdadera razón para la penetración a dicho Parque es la
explotación de petróleo y gas que el gobierno impulsa. El gobierno de Evo Morales, mediante Ley,
ha decidido la exploración y explotación de petróleo y gas natural en siete de los más de 20
Parques Nacionales y Reservas Naturales que existen en Bolivia. Se impuso, en el gobierno, la
tendencia de privilegiar los ingresos económicos para el Estado, que cuidar a la Pacha Mama o
Madre Tierra.

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