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Cuando Erin y el abogado estaban más involucrados en el caso, a punto de llevar a cabo la demanda,
tenían la tarea de comunicar a los habitantes que no se llevaría a cabo un juicio con jurado civil sino
todo lo contrario: solamente el juez dictaminaría la sentencia y no habría posibilidad alguna a
apelaciones. Esto debía ser comunicado a toda la población, ya que algunos esperaban con ansias
el hecho de que se llevará a cabo un juicio.
Para validar la demanda se necesitaba que todos los demandantes, más de 600 personas, aprobaran
el tipo de juicio que se llevaría a cabo, por lo que era decisivo el momento en el que al público era
se les comunicará este hecho. Ahí es donde entran las reglas cardinales de la comunicación de
riesgos.
El público era indispensable colaborador para la decisión que se tomaría, por lo tanto se debía
convencerlo sin llegar a difundir ansiedad y lograr esto de una manera democrática analítica y
orientando a soluciones.
En una junta hecha por Erin y el abogado se le comunicó a los pobladores demandantes cómo se
llevaría a cabo el juicio teniendo en cuenta que había personas muy tercas que podían rechazar
rotundamente la opción, puesto a sus intereses y preocupaciones, quizás egos de verse y hablar
frente a un jurado, poniendo de lado a otras personas cuya prioridad era ganar el caso para obtener
un poco de ganancia monetaria para resolver todos los costos médicos que se habían generado por
esta contaminación, aquí es donde entra el tercer punto que fue donde escucharon las
preocupaciones específicas de la audiencia, teniendo casos en donde era necesario el dinero para
tratamientos médicos y otros en donde no les importaba esperar, a palabras del abogado, incluso
más de 10 años para terminar el juicio con jurado.
Sí Erin no se hubiera involucrado en este caso, es probable que nunca se hubiera llevado a cabo la
demanda ya que gracias a ella muchas personas que se negaban a dar sus declaraciones accedieron
puesto que ella daba mucha confianza por como expresaba las cosas y también por el hecho de no
ser una abogada ya que siempre se les veía como personas solamente interesadas en el dinero que
nunca veían por el cliente y solamente los veían como cifras más en su trabajo.