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LV REUNIÓN ANUAL| NOVIEMBRE DE 2020

Recolección y función de los datos


económicos en la investigación en la Facultad
de Ciencias Económicas de la Universidad de
Buenos Aires en el período 1913-1921

Scarano, Eduardo R.

ISSN 1852-0022 / ISBN 978-987-28590-8-4


RECOLECCIÓN Y FUNCIÓN DE LOS DATOS ECONÓMICOS EN LA INVESTIGACIÓN EN LA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES EN EL
PERÍODO 1913-1921

1. Introducción
Las actividades de investigación fueron características distintivas del diseño de la nueva
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Su creación en 1913
fue una respuesta al reclamo persistente, desde fines del s. XIX, para que la investigación –
el “conocimiento desinteresado”- constituyera una realidad sistemática en la universidad
argentina y no simplemente un objetivo constantemente enunciado pero incumplido.

En el cambio de siglo la universidad humboldtiana constituía el prototipo de la universidad


de investigación. El diseño de la nueva Facultad lo tomó en cuenta y lo adaptó; constituyó
un hito que fue implementado en muchas otras Facultades más allá del ámbito económico
y en el exterior.

Las actividades de investigación estaban presentes en todos los años del plan de estudio y
en su forma más avanzada se presentaba en los Seminarios de investigación. El Seminario
consistía en un departamento de la Facultad con una estructura organizacional propia que
generaba fichajes, boletines bibliográficos, publicaciones de investigaciones y el más
importante, las monografías que expresaban las investigaciones de los estudiantes bajo la
tutela del profesor del curso y de los jefes de seminario.

La investigación es cambiante a lo largo del tiempo e incluso en una misma época puede
ser emprendida según distintos enfoques. La investigación que se practicó en la Facultad
en el primer período -hasta 1921- tuvo características peculiares que la definen
nítidamente. Justamente nos proponemos determinar sus características singulares,
especialmente los aspectos que hacen a la recolección, la sistematización, el uso y la
función de los datos.

La comprensión de la forma de investigar en este período permitirá analizar el gran logro


conseguido con la construcción de este sistema original de investigación y facilitará la
explicación de las transiciones que se produjeron posteriormente y culminaron en 1925
con un nuevo plan de estudios, nuevas carreras, cambios en el sistema de investigación y
de recolección de datos.

2. El papel de la investigación en la Facultad


La Facultad de Ciencias Económicas se creó por varias razones, una de las principales fue
la carencia de recursos humanos especializados. A pesar del extraordinario desarrollo
económico que había tenido el país (cfr. Cornblit, Gallo y O’Connell; Díaz Alejandro,
cap.1), respecto de períodos anteriores a 1880 y también comparado con otros países, sin
embargo no se habían formado profesionales para funciones de alto nivel para las
empresas o para el Estado –la enseñanza cubría técnicos comerciales hasta el nivel
secundario. Tanto es así que era muy común que las empresas que se radicaban en el país
trajeran sus propios profesionales. La creación de la Facultad iba a satisfacer esa
demanda.
Otra razón fue la insatisfacción creciente con la enseñanza universitaria que solo cubría el
aspecto profesional, la “utilidad” individual como se decía entonces, y no la investigación,
el “saber desinteresado”. La Facultad de Filosofía y Letras se había creado con esa
intención pero en los hechos terminó formando básicamente solo profesionales. El
reclamo por este estado de cosas se denominó la “cuestión universitaria” (ver Buchbinder,
2010: caps. 3 y 4; Halperin Donghi: caps. II y III); esencialmente se criticaba la carencia de
investigación y el “doctorismo”, es decir, la obtención del título desvalorizado que se
había convertido solamente en un acceso a cargos públicos.
Hubo intentos previos, desde 1910, para satisfacer esta carencia proponiendo un Instituto
Superior en el área comercial –nivel terciario-; en realidad consistió un paso previo para
conseguir la Facultad, como bien lo expresan los considerandos de la creación del Instituto
de Altos Estudios Comerciales.1
Es representativo de esta necesidad el pensamiento del máximo impulsor de la nueva
Facultad, Carlos Rodríguez Etchart, a la postre su primer Decano electo a quien el Ministro
de Justicia e Instrucción Pública R. Naón, le había encomendado una visita a Europa para
conocer de primera mano y elaborar un informe sobre el estado de situación de la
enseñanza comercial (ver la reproducción del informe en Rodríguez Etchart y Rodríguez
Etchart: 202-16). Quedó muy impactado por el modelo de universidad alemana, en ese
momento en su mayor esplendor y arquetipo de la universidad de investigación. Fue el
modelo que trató de adaptar al país y que propuso mediante la formulación de un plan de
estudios que fue adoptado para el Instituto de Altos Estudios Comerciales casi sin
modificaciones por el Ministerio mencionado (cfr. Rodríguez Etchart y Rodríguez Etchart:
267).
Al crearse la Facultad su primer plan de estudios, el cual se vincula estrechamente con el
del Instituto, tuvo 27 asignaturas distribuidas en cinco años y dos tramos; el primero

1
Por decreto del 26 de febrero de 1910 se crea el Instituto de Altos Estudios Comerciales ,en el art. 14º
expresa que el Poder Ejecutivo solicitará al Congreso la creación de la Facultad de Ciencias Comerciales
sobre la base del Instituto mencionado (Ministerio de Justicia e Instrucción Pública y Remolar: 325-28).
consta de los primeros tres años y 17 asignaturas, con solo 8 de ellas se obtenía el título
de Contador; el segundo de los dos últimos años conducía con la presentación y defensa
de la tesis al título de Doctor. Obsérvese que aprobados los 27 cursos no se obtiene un
título –para jerarquizar el de doctor que estaba desprestigiado como señalamos antes.
La investigación la encontramos en los dos tramos: en el primero a través de una
monografía en una de las asignaturas a elección del alumno en cada año, o sea, en el
primer tramo debe presentar tres monografías. En el segundo tramo debe realizar cada
año un seminario de investigación. Por último, para doctorarse tiene que producir un
trabajo de investigación con el formato de una tesis. Por consiguiente las instancias
curriculares de investigación son: las monografías, los seminarios y las tesis.
Como profesional puede investigar a su arbitrio como profesor (sin ninguna obligación
institucional) o incorporándose a un Instituto de investigación que es un seminario al que
pueden sumarse investigadores externos (otros docentes de la casa o externos a la
Facultad).
Las monografías eran obligatorias y no aprobarlas significaba perder la regularidad.
Consistían en una instancia preparatoria para los seminarios de investigación en que se
aprendía y practicaba la expresión escrita con ese formato especial –monografía- y la
técnica del fichaje de la literatura económica. El fichaje consistía básicamente en formular
los datos bibliográficos de la fuente y en otras agregarle el contenido resumido de la obra
o alguna cita representativa del tema tratado (Ravignani, 1919: 425)
Luego en 4º y 5º años realizaban una investigación en los seminarios; guiados por el
profesor y personal especializado. Los problemas a investigar eran aprobados anualmente
por el Consejo Directivo.

3. El lugar de la investigación: los seminarios


Las monografías de los primeros tres años eran una etapa preparatoria para otra más
exigente que se llevaba a cabo en el segundo tramo cursando cada año un seminario de
investigación.2 Consistían en una adaptación de los seminarios de las universidades
alemanas de esa época (cfr. Carlos Rodríguez Etchart, 1917: VII-XI). Principalmente se
oponían a la recepción pasiva de la disertación del profesor; suponían un esfuerzo tanto
del docente como del alumno, del primero porque debía guiar en la adquisición del
conocimiento y no repetir meramente su clase, y del segundo, porque ejercitaba su
pensamiento crítico y abordaba un problema fundamentado en fuentes escritas.
Eran obligatorios para los alumnos de cuarto y quinto año que podían elegir la asignatura,
condicionada a una cantidad máxima de alumnos por curso. El Consejo Directivo aprobaba
2
Seguimos en lo esencial a Scarano: 2020.
los cursos que ofrecían seminarios y los temas. Los Seminarios eran preferentemente
dictados por los profesores de las asignaturas incluidas en el ciclo económico quienes
tenían una doble carga, el dictado de la asignatura y la dirección del seminario. Los
alumnos tenían clase cada quince días y debían asistir al 75% de clases del profesor,
realizar los fichajes que les eran indicados, presentar una monografía y aprobarla para
poder rendir examen oral en marzo sobre el contenido, las fuentes y bibliografía de la
monografía.
Los Seminarios obtienen sus características definitorias a partir de la incorporación de E.
Ravignani, previamente existían varios cursos en pleno desarrollo y se fueron adaptando
paulatinamente al nuevo formato. A partir de 1918 este implementa un Pre-seminario de
cinco meses para los alumnos de 4º y 5º años con el fin de presentar las herramientas de
investigación.3
Los Seminarios fueron adquiriendo por su envergadura una organización institucional
propia, estaba compuesta por Secciones (Pre-seminario; Bibliográfica; Revistas y Diarios; y
Publicaciones); personal docente y administrativo (Director de Seminario, Encargados de
seminarios e investigaciones especiales; Personal de Publicaciones y traducciones; Apoyo
administrativo); y un espacio edilicio asignado a estas funciones y al personal.
Cuando el alumno se inscribía en un curso de seminario simultáneamente seleccionaba un
subtema para investigar, es decir, una faceta del tema genérico. En las reuniones de
seminario los alumnos presentaban sus avances quincenales así como los fichajes
realizados. El profesor comentaba los trabajos, ilustraba eventualmente algunos aspectos
del trabajo y trataba de mantener la unidad de la investigación. Los Jefes de seminario
asistían a las clases y registraban los avances de la investigación, apoyaban a los alumnos
para conseguir las fuentes escritas, además daban una hora de clase semanal en cada
seminario. Al concluir la investigación, las monografías pertenecientes a un tema genérico
pasaban a una sección especial del Seminario que coordinaba y abreviaba cada uno de los
subtemas para reunirlos en un solo texto y difundirlo.

4. Cómo se investigaba: los datos en el proceso investigativo


La investigación científica es un proceso complejo en el cual los datos desempeñan un
papel crucial de acuerdo a los cánones usualmente aceptados. Los datos se utilizan para
probar en algún grado una hipótesis o bien para describir un estado de cosas. Examinados
desde un punto de vista epistemológico encontramos, contemporáneamente y en la
historia, múltiples análisis y enfoques diferentes acerca de qué es un dato, tanto dentro

3
El curso tenía las siguientes unidades (cfr. Facultad de Ciencias Económicas, 1921: 132): La investigación
científica; El problema de la naturaleza de las fuentes de estudio; Los métodos y los procedimientos de
estudio.
de una misma corriente como entre escuelas epistemológicas diferentes. Aclarar la
singularidad de cómo se enseñaba usualmente4 a investigar y cómo se las ejecutaba en
ese momento en la FCE implica centrarse no en el enfoque epistemológico –poco
relevante o inexistente en ese contexto-, sino prestar atención a la manera de recolectar
los datos, cómo se los sistematizaban, qué clases de datos se privilegiaban y la función
principal que cumplían.
Comenzamos por la manera característica de recolectar datos, el fichaje. Tanto en las
monografías del primer tramo como en el preseminario y en el seminario mismo la
enseñanza y la práctica de la técnica del fichaje eran esenciales. Incluso los tipos de fichas
estaban minuciosamente descriptas en las ordenanzas, por ejemplo, en la reglamentación
del 1 de mayo de 1917 acerca de las monografías y el fichaje (Facultad de Ciencias
Económicas, 1919: 724-25) y asegurados los elementos para su consecución; así la
ordenanza recién mencionada se afirma en el artículo 4º que “Las fichas en blanco y el
papel, será suministrado a los estudiantes por el Seminario”.
El fichaje obligatorio tenía tres categorías según el Informe del Decano elevado al Consejo
Directivo el 20 de diciembre de 1915: de tipo A, B o C. Así describe la primera categoría,
La ficha A, es colectiva y comprende el título de la obra, nombre del autor, fecha y
lugar de la edición y un somero extracto del contenido. Esta ficha debe contener
toda obra, impreso y documentación original que verse sobre el tema del Seminario
y que existan en las bibliotecas, archivos de la Nación y Provincias, y en las
bibliotecas, archivos y librerías privadas. Las fuentes que no existan en el país
deberán ser solicitadas por intermedio de la Facultad. (Facultad de Ciencias
Económicas, 1919: 725)
De cada texto se realizaban dos fichas, una por autor –a cargo de los Jefes de Seminario- y
otra por el tema principal del texto. A continuación se ejemplifica la Ficha A en sus dos
versiones; obsérvese el grado de precisión puesto que se pedía además de lo ya señalado
la copia exacta de la carátula interna del libro, la edición, el tamaño en centímetros, el
número de páginas y el lugar donde puede consultarse:

4
Hubo excepciones, una de las más notables la de A. E. Bunge que había sido nombrado, el año de la
creación de la Facultad, Jefe de la División Estadística del Departamento Nacional de Trabajo. Las
estadísticas económicas no abundaban pero estaban bien establecidas, incluso los censos nacionales, en
distintas fuentes que las recolectaban sistemáticamente (ver OTERO, cap. 3, o GONZÁLEZ BOLLO).
FICHA A

LIX KLETT, CARLOS


ESTUDIOS SOBRE PRODUCCIÓN, COMERCIO, FINANZAS E INTERESES GENERALES DE LA REPÚBLICA
ARGENTINA.

Dos volúmenes, 1152 y 588 páginas, 18 x 26 cms. Buenos Aires. Establecimiento tipo-
gráfico de Tailhade y Rosselli, 1900.

Contiene veinte capítulos que abarcan una gran cantidad de estudios sobre cuestiones
relacionadas con la producción ganadera y agrícola, mercados, comercio, industria, intereses
económicos, finanzas, estadística, viabilidad, muestrarios, exposiciones, museos y geografía
comercial de la República Argentina.

Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas

A continuación ilustramos la ficha A1, en la primer línea a izquierda se formula la materia


y a derecha el tema; luego una breve síntesis de la parte pertinente al subtema especial, el
autor, la página y el lugar de consulta.

FICHA A1

TIERRA FISCAL.
ARRENDAMIENTO
Inconvenientes que ofrece el arrendamiento de la tierra pública al fomento y desarro-
llo de un país nuevo; el autor cita en apoyo de su opinión, el concepto del senador norte-
americano Benthon sobre este sistema.

AVELLANEDA, NICOLÁS,
Escritos y Discursos. Tomo V, 2ª parte, Capítulo 1.

Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas.

Las fichas de la categoría B y B1 tienen el mismo formato que las A y están dedicadas a
publicaciones oficiales. Las de categoría C se ordenan por el tema principal que aparece a
la izquierda y el subtema especial a la derecha y su rasgo distintivo es la cita de un pasaje
de un libro, diario, revista, incluyendo autor, página y lugar de consulta.
FICHA C

DERECHOS DE TRÁNSITO
ANTECEDENTES HISTÓRICOS (1810-1853)

Creando impuestos municipales en Tucumán-Buenos Aires, Julio 13 de 1819….

…..El Congreso Nacional Resolvió: 1º Se cobrará 4 reales por cada carga de vino
que se introduzca (…)

Reg. Oficial de la República Argentina, Tomo I, página 518

Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas.

Los Jefes de Seminario colaboran con el profesor del curso y llevan un diario del desarrollo
de cada tema y ayudan a los alumnos a identificar y conseguir las fuentes, supervisan la
redacción de las fichas y las organizan.
La cantidad de fichas elaboradas era muy significativa y según el director del Seminario, E.
Ravignani (Facultad de Ciencias Económicas, 1919: 438), son consultadas por alumnos,
docentes e interesados externos:
Fichas de tipo A 65616
Fichas de tipo B 1963
Fichas de tipo C 14815
Total general 82394

También, según la misma fuente y para el mismo año, la cantidad de monografías era muy
apreciable:
Monografías de 1º, 2º y 3º 379
Monografías Seminario 82
Total 461

Esta enorme cantidad de fichas había que organizarlas para poder consultarlas, el aspecto
más importante es el de su clasificación que según Ravignani debía reflejar “los grandes
capítulos de las variadas cuestiones de la ciencia” (Ravignani: 378). Esta se realizaba en
dos grandes clases: Clasificación por autores y Clasificación por materias. Ahora bien,
como los trabajos de investigación están vinculados especialmente a los “asuntos
nacionales” se subdividirá la primer clase en asuntos nacionales y en asuntos extranjeros
relacionados más o menos directamente con nuestras cuestiones; como habrá estudios
puramente teóricos que no refieren a país alguno, se introduce una tercer clase, la de
asuntos científicos puros. Y cada una de estas se subdivide en las principales tipos de
fuentes: libros, revistas y diarios.
Libros
Asuntos nacionales Revistas
Diarios
Libros
AUTORES Asuntos extranjeros Revistas
Diarios
Libros
Asuntos científicos puros Revistas
Diarios

La división de la clase por materias es bastante más compleja; las divide, en primer lugar,
en Colectividades y en Estados, la primera puede referir a los individuos o a sus
agrupaciones (familias, empresas). La Economía política sirve de guía para subdividir las
colectividades y las Finanzas la segunda (Ravignani: 381). Siguiendo una de las tendencias
de la economía política divide las colectividades en Producción, Distribución y Consumo.
Las subdivisiones de estas las hace siguiendo economistas representativos y la
“adecuación de esos estudios al país”. La Producción en Factores y Organización; los
factores en Tierra, Capital y Trabajo. Ilustramos un fragmento de esta organización (la
clasificación completa en Ravignani: 391-95),
Migraciones
Migraciones internas
Irrigación
Tierra Indios
Población
Estadística
Factores Censos

Esclavitud
Máquinas
Trabajo Industrias
Enfiteusis
Se advierte rápidamente que la clasificación resulta del interés por describir la realidad
económica nacional y también por temáticas de investigación de ese momento.5
Realizaremos dos observaciones respecto a la clase de datos utilizados en las
investigaciones de Seminario, y consecuentemente, a los que deberían utilizarse en las
investigaciones económicas. La primera, el énfasis en conocer la realidad nacional. No
solo debido a la insuficiencia de conocimiento de este tipo, sino a un debate teórico que
estaba vigente en ese momento, el que oponía a historicistas y teóricos abstractos o
deductivistas. El historicismo en el dominio de los fenómenos económicos se manifestaba
en la época de la creación de la facultad principalmente a través de la segunda generación
de historicistas, la denominada Joven Escuela Histórica (Gustav von Schmoller, Lujo
Brentano, Karl Bücher, Friedrich Knapp, Adolph Wagner). El sujeto de la economía son los
pueblos o naciones (los colectivos en términos de Ravignani); en lugar del caso que
ejemplifica una generalidad se tenía que atrapar la individualidad histórica de un país. La
divisa es atenerse a lo nacional, a la caracterización de los recursos de un país, a su
historia y sus agentes y, en consecuencia, al rechazo de las teorías abstractas -una clara
alusión a las teorías clásicas y al marginalismo. Este marco teórico se manifiesta en la
orientación de las asignaturas del plan de estudios a la descripción de nuestra realidad –
que era una tarea pendiente-, en la enseñanza, en la temática elegida para investigar y en
los datos, preferentemente acerca del país. Ravignani afirmaba que no había que “perder
de vista (…) la creación científica del estudio de la economía nacional” (p.376)
La segunda observación se relaciona con la utilización o sistematización preeminente de
las fuentes secundarias. Podemos distinguir tres características, primero, no se organizó
en esta etapa de la Facultad la recolección de datos de la realidad económica a través de
la construcción de fuentes primarias; segundo, se enfatizó la utilización de fuentes
secundarias a través del fichaje que hemos descripto, más pertinente a un bibliotecólogo
que a un investigador de los fenómenos económicos; tercero, esas fuentes eran muy
amplias y heterogéneas, más ligadas al sentido común que a un enfoque estrictamente
económico – a pesar que las teorías económicas estaban bien desarrolladas en esa época.
Examinamos a continuación el uso y la función de los datos en las investigaciones de
seminario, especialmente en las monografías. Los alumnos exponían un tema basándose
en los fichajes que contenían la información pertinente; no se buscaba la originalidad y el
aporte a través de hipótesis propias sino la descripción en sentido amplio, es decir, la
caracterización del tema. Se pretendía la solidez metodológica mediante el uso y manejo
de las fuentes, eventualmente se las sometía a crítica. Así, el Decano C. Rodríguez Etchart
en el Prólogo de Investigación de Seminario (1917: XV) afirma, «Las monografías de los

5
El listado sistemático de los seminarios hasta 1925, que brinda un panorama de los temas investigados, se
encuentra en Scarano, 2020: 98-105, Anexo I.
alumnos de 4° y 5° año deben ser (…) metódicas, precisas y más expositivas de hechos que
de conclusiones.»
Otro elemento del que carecen las monografías es lo que actualmente se denomina el
marco teórico, la explicitación desde qué teoría o metodología se resuelve el problema e
interpretan los datos (la economía clásica, el marginalismo, el historicismo , el marxismo,
estaban ampliamente difundidos). Esta carencia parcialmente se explica porque las
fuentes son muy amplias y hay más experiencias de sentido común o experto que datos
recogidos a la luz de teorías que se ocupan de los fenómenos económicos en sentido
estricto.

5. Razones para el enfoque descripto y perspectivas futuras


Si nos preguntamos el porqué del tratamiento de los datos que hemos presentado, la
primera razón que podemos señalar se relaciona con el uso ambiguo del término
‘economía’ y ‘económico’. No se usaban en sentido estricto sino en el amplio de
fenómenos económicos aplicados a problemas tratados por las teorías económicas como
algunas ya señaladas (clásica, marginalista, etc.), a casos y problemas organizativos típicos
del enfoque de la gestión y también a los problemas contables y actuariales. Hubiera sido
más cercano a los hechos la denominación Facultad de Ciencias Comerciales, de la
manera que originalmente apareció en el decreto de creación del Instituto de Altos
Estudios Comerciales. Tanto por sus contenidos como por sus títulos la formación
académica profesional no se centraba en lo económico en sentido estricto sino en las
diferentes facetas comerciales;6 formación típica en ese entonces en la enseñanza
superior europea y americana como la describe Rodríguez Etchart en el Informe
mencionado. Este amplio y múltiple enfoque abarca datos muy variados y demandados
por disciplinas en formación.
Antes hemos señalado la perspectiva peculiar del historicismo que no solo da un sesgo
particular a la recolección de datos, priorizando las características singulares de lo
nacional, el conocimiento de los fenómenos económicos del país, sino también hipertrofia
la primera etapa metodológica de la investigación económica, la recolección de datos al
desconfiar profundamente de las generalizaciones universales. G. Schmoller uno de los
historicistas más influyentes en economía y más difundidos en el país proponía tres pasos
en su metodología: i) la observación y descripción de los fenómenos económicos en
locaciones espacio-temporales determinadas; ii) la clasificación de los fenómenos en un

6
A partir de 1916 la Facultad ofrece en tres años y con algunos pocos cursos más que Contador, las carreras
Administrativa, Consular y Profesorado de Segunda Enseñanza Comercial.
sistema coordinado; y iii) la explicación de los fenómenos y sus interrelaciones.7 Esta
perspectiva subyacente explica, en parte, la importancia de la recolección de datos en sí
misma, la orientación nacional y su consolidación en monografías.
E. Ravignani fue uno de los impulsores y el organizador de los seminarios en la Facultad;
este aspecto no es menor puesto que este calificado historiador formó parte de la Nueva
Escuela Histórica la cual convirtió el relato histórico en una disciplina científica, basada
especialmente en un principio metodológico distintivo, la exposición de la tradición
fundamentada en fuentes y su crítica. Esta escuela tenía influencias muy importantes del
historicismo.
Otra razón de la amplitud de las fuentes muchas de las cuales constituían sentido común
era no distinguir sistemáticamente teoría y acción basada en la primera para controlar la
realidad, lo cual aplicado a la economía en sentido estricto corresponde a la distinción
entre teoría y política económica. Distinción que había realizado y explorado en
profundidad la economía clásica dando lugar a la tradición Senior-Mill-Cairnes. De esta
manera la clase de información necesaria para construir teoría y para evaluar o formular
políticas públicas carecía casi de fronteras y no todos cumplían con los requisitos de una
observación económica en sentido estricto.
Es sumamente interesante a los efectos comparativos tener en cuenta las
transformaciones posteriores de la investigación, en especial, las referidas al tema que
nos ocupa si bien lo trataremos someramente por caer fuera del período que nos
propusimos tratar. En 1921 renuncia Ravignani para dedicar su tiempo a la Facultad de
Filosofía y Letras y lo sucede Eduardo M. Gonella8 como Director de seminario. Este
reemplazo inicia una transición al segundo período de la Facultad marcado por el
paulatino reemplazo de docentes y funcionarios por egresados de la casa, la
profundización de los contenidos profesionales propios (culminará con el nuevo plan de
estudios en 1925), una atenuación de la investigación pero, en sentido opuesto, un
cambio notable en la recolección y el tipo de datos tomados en cuenta.
Por resolución de marzo de1926 el Decano oficializa una propuesta de E. M. Gonella, la
creación del Registro de Estadística Permanente, inspirado en sistemas análogos de EEUU,
Inglaterra y Francia que muestran “la necesidad de intensificar los estudios estadístico
económicos, en cualquier nación, y en cualquier grupo de naciones. (…) Estos sistemas de
barómetros económicos, aparecidos para «permitir el descubrimiento de las leyes

7
Es interesante la siguiente observación de Shionoya (2005: 18) sobre este método, “Although Schmoller
does not exclude from economics the natural scientific method, general concepts, and regularity, his own
research program is confined to the collection and summarization of historical data; he emphasizes the
importance of accumulating monographs on historical studies.”
8
E. M. Gonella egresó como Contador Público del Instituto Superior de Estudios Comerciales.
relativas a la sucesión de las fluctuaciones económicas»” (Facultad de Ciencias
Económicas, 1927: 489), estaban desarrollados por el personal permanente del Seminario
y constituían series de datos económicos en sentido estricto.
Comienza de manera nítida otra época y otra concepción de la recolección, uso y función
de los datos económicos.

6. Conclusiones
Hemos mostrado que la creación de la Facultad de ciencias Económicas tuvo entre sus
fines realizar investigaciones, en parte para subsanar el déficit que arrastraba la
universidad argentina en ese aspecto y también para formar recursos humanos capaces
de desempeñarse en el alto nivel de las organizaciones privadas o públicas. Con este fin se
diseñó un modelo de investigación que la incluyó como parte del plan de estudios
(monografías en el primer tramo y seminarios en el segundo), una organización específica
con varias secciones, personal y espacio propio. Las técnicas de investigación se
enseñaban primero en el pre-seminario y luego se ejecutaban investigaciones guiadas por
un profesor y personal del seminario que se transmitía en el formato de monografía las
cuales debían defenderse mediante un examen oral.
Para la realización de la monografía, y como una de las técnicas más relevantes de
investigación, se entrenaba en el fichaje de textos (libros, revistas, diarios) y se los
sistematizaba, con criterios más bibliotecológicos que económicos, principalmente por
autor y materia. El dominio de la obtención, registro y sistematización de fuentes
secundarias era la clave de la recolección de datos.
Calificamos como clave este aspecto, en el período que examinamos, porque las
monografías estaban menos dirigidas a la prueba que a la exposición de hechos, en
consecuencia el fichaje era la pieza maestra metodológica en este tipo de investigación.
Por la naturaleza de los datos utilizados, fuentes escritas, carecían de una determinación
epistemológica o teórica –obtenidos a la luz de una teoría-, estaban más próximos al
sentido común, constituían una amplia gama que iba desde estadísticas de entes
gubernamentales a testimonios de viajeros o versiones periodísticas.
Otra característica, influida por el historicismo alemán, era la recolección de
observaciones para caracterizar la nación. La exhortación a la recolección y consolidación
de datos en este sentido era constante y no se limitaba al marco de la investigación sino
que se daba en el marco de toda la enseñanza.
Estas fueron las principales características de la recolección, uso y función de los datos en
la investigación en el primer período de la Facultad que muestra, por una parte, un
notable énfasis en la organización y la práctica de la investigación que resulta excepcional
en la universidad argentina de ese momento y, por otra parte, las limitaciones y
dificultades que mostraba.
Pero, sin duda, su desarrollo permitió la próxima etapa, la recolección de datos para
elaborar series que permitiría su tratamiento estadístico y, de esta manera, desentrañar
“las leyes relativas a las fluctuaciones económicas”.

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Shionoya, Y. (2005), The Soul of the German Historical School -Methodological Essays on
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