Está en la página 1de 12

UNIDAD DE APENDIZAJE III

COMPETENCIA JURISDICCIONAL
Constituye la capacidad o aptitud que la legislación de la materia reconoce a un
tribunal o juez de cierto Estado para conocer y resolver determinadas
controversias suscitadas en el seno de las relaciones jurídicas privadas
internacionales.
Dicha capacidad o aptitud incluye el concesorio de facultades coactivas y
coercitivas.
El tema de la competencia jurisdiccional está vinculado con la competencia
facultativa, la competencia exclusiva, la competencia negativa y con los
conflictos de jurisdicción, que analizaremos en clases posteriores.
Cuando surge una relación jurídica privada internacional controvertida, antes
de la determinación de la ley competente que regirá el asunto en cuestión,
debe procederse a la determinación del tribunal competente que deberá
conocer y resolver el litigio presentado.
La instancia judicial designada como competente, tendrá la facultad de
establecer la ley aplicable al caso concreto, la cual, puede ser la ley del foro o
la ley extranjera.
En el Perú, el tema de la competencia jurisdiccional se encuentra regulado en
el Título II del Libro X del Código Civil, desde el Art. 2057 hasta el Art. 2067 del
mismo cuerpo normativo.
El Título mencionado, debe ser concordado con lo preceptuado en el Art. 47 del
C.P.C., referido a la competencia internacional.
El Art. 47 del C.P.C. nos informa que el juez peruano es competente para
conocer los procesos en los casos señalados en el Título II del Libro X del
Código Civil.
El Título en estudio, siendo parte integral de la estructura del Libro aludido,
establece las normas de jurisdicción internacional peruana, esto es, señala la
competencia internacional de los tribunales peruanos.
Es decir, establece las normas por las que se define cuando el juez peruano es
competente en una relación jurídica privada internacional controversial, donde
existe elementos vinculados a más de un Estado y por supuesto a nuestro
país, ante la falta de un Tratado que defina tal competencia.
Tales normas son de suma utilidad, precisamente, ante la inexistencia de un
sistema de competencia jurisdiccional internacional, pues si fuera lo contrario
se podría establecer a priori qué jueces serían competentes para cada
categoría de relaciones jurídicas privadas internacionales donde surgiera algún
diferendo.
Entonces, sí existiera el sistema mencionado, sería factible asegurar que
cuando la autoridad jurisdiccional de un Estado determinado asuma
competencia en un conflicto concreto, se tendría que producir la inhibición de
las otras jurisdicciones para el conocimiento y resolución del caso.

Normas para definir la Competencia Internacional de los


Tribunales Peruanos

El Título II del Libro X del Código Civil, para determinar la competencia de los
magistrados peruanos en casos derivados de una relación jurídica privada
internacional controversial utiliza reglas materiales.

reglas materiales = normas materiales

Entonces, lo acotado, revela una gran diferencia con la normatividad que se


considera en la determinación de la ley aplicable, pues para definir la misma se
utiliza normas de conflicto, contenidas en el Título III del Libro X del Código
Civil.

normas de conflicto
≠ reglas materiales
Por las normas de conflicto se determina en forma indirecta cuál debe ser el
derecho aplicable para la solución de casos jusprivatistas con elementos
extranjeros.
Por las reglas materiales se determina en forma directa quién debe ser el
tribunal competente para conocer casos jusprivatistas con elementos
extranjeros.

jusprivatistas = relaciones jurídicas privadas


Las reglas materiales son aquellas que están previstas en el Derecho interno
de un país para definir la competencia jurisdiccional de su foro, siempre y
cuando exista una vinculación razonable entre el caso concreto y el foro de ese
país.
En el Perú, esas reglas materiales las encontramos en el Título II del Libro X
del C.C., no pudiendo aplicarse las mismas cuando haya normas específicas
convencionales regulando el caso concreto, tal como seria un Tratado.
En las reglas materiales también se aplica los puntos de contacto, pero
desempeñando una función distinta a la que les corresponde en las normas de
conflicto.
Justamente, porque las reglas materiales son diferentes a las normas de
conflicto en su estructura, objetivo y contenido.
Competencia Jurisdiccional de los Tribunales Peruanos

La competencia de los tribunales peruanos para conocer conflictos surgidos en


relaciones jurídicas privadas internacionales, según nuestras normas de
Derecho Internacional Privado, contenidas en el Título II del Libro X del Código
Civil, puede ser de carácter facultativo o de carácter exclusivo.
Clases de Competencia Jurisdiccional
 POSITIVA
 Competencia exclusiva
 Competencia facultativa
 NEGATIVA
 No hay competencia jurisdiccional del juez peruano. Art.2067 del C.C.
concordante con los Arts. 333-339 del C.B.

Competencia Exclusiva
La competencia es exclusiva cuando se trata de supuestos en los que el
legislador peruano, dentro de las normas de nuestro Derecho Internacional
Privado, ha considerado que sólo se les puede conocer y resolver válidamente
en el foro nacional.
Es decir, la competencia exclusiva debe estar establecida en la normas
indicadas o colegirse de su contenido, sin duda alguna, esto es de manera
indubitable, caso contrario, se deberá entender que la competencia es de
carácter facultativa.
Por ello, cuando un tribunal extranjero conozca y resuelva un asunto de
competencia exclusiva de un tribunal peruano, dicho avocamiento y resolución,
no será reconocido ni ejecutado en el Perú.
Dentro de nuestra legislación , los casos de competencia exclusiva del foro
nacional están señalados en una serie de supuestos, cabalmente ubicables en
lo legislado en el Título II del Libro X del Código Civil, donde está normada la
competencia jurisdiccional.
Tales supuestos los encontramos en los Arts. 2057, 2058 –Incs.1, 2 y 3, 2061,
2062-Inc. 1 y 2101del C.C., donde en forma respectiva se legisla sobre:
 Competencia de órgano judicial peruano
 Competencia en acciones patrimoniales
 Competencia en acciones personales
 Competencia en acciones sobre universalidad de bienes
 Sucesión de bienes ubicados en el Perú
Para los preceptos legales de la referencia, fluye haberse aplicado conforme
corresponda diferentes factores de conexión, tales como el domicilio, el lugar
de ubicación del bien, el lugar de ejecución de la obligación y el lugar de
celebración del acto jurídico.

Competencia Facultativa

La competencia es facultativa cuando se trata de supuestos de sometimiento a


nuestros tribunales por acuerdo de las partes, porque el Derecho peruano es
el aplicable o porque existe una vinculación efectiva entre el asunto concreto y
el territorio nacional.
La aplicación de la competencia facultativa presenta dos aristas.
Por un lado, la aplicación de la competencia facultativa solo opera para los
asuntos expresamente señalados en nuestras normas de Derecho
Internacional Privado.
Por otro lado, la aplicación de la competencia facultativa también funciona para
casos donde la competencia exclusiva no se establece de modo específico o
cuando esa competencia exclusiva no se deduce claramente del texto de
nuestra normatividad sobre Derecho Internacional Privado.

Ejm.: Art. 2062 del C.C.


Cuando la competencia es facultativa, nuestro foro puede declinar su
jurisdicción, esto es abstenerse de conocer el caso y por ende de resolverlo.
Justamente, por estimar que el asunto resulta contrario al orden público y/o a
las buenas costumbres del país.

Competencia Negativa

Esta clase de competencia jurisdiccional nos indica los asuntos que no


corresponde conocer a los tribunales peruanos.
Esos asuntos están expresamente señalados en el Art. 2067 - Incs. 1, 2 y 3 del
C.C., siendo los siguientes:
 De las acciones relativas a derechos reales sobre predios situados en
el extranjero.
 Las acciones que se hubiese sometido por las partes a una jurisdicción
extranjera, conforme al Art. 2060 del C.C.
 Las acciones relativas al estado y la capacidad de las personas
naturales o a las relaciones familiares, si la causa no tiene vinculación
efectiva con el territorio de la república
Art. 2057 del C.C.

Dentro del artículo aludido, para establecer la competencia jurisdiccional de los


tribunales peruanos se utiliza el domicilio como regla general.

regla general=criterio general


Esa regla general, señala que los tribunales peruanos son competentes para
conocer los procesos donde la parte demandada, nacional o extranjera, sea
una persona domiciliada en el territorio nacional.
El Art. 2057 del C.C. expresa uno de los supuestos de competencia exclusiva.
Es decir, por la regla general contenida en el numeral citado, se infiere que la
competencia de los tribunales peruanos queda determinada por el domicilio de
nacionales o extranjeros en nuestro territorio nacional.
Por tanto, para el efecto precitado, fluye haberse aplicado el domicilio como
punto de contacto.
Posteriormente, cuando tratemos los supuestos normativos referidos a la ley
aplicable, formulados en el Título III del Libro X del Código Civil, veremos el rol
que le corresponde al domicilio como factor de conexión en la determinación de
la ley aplicable.
Según el Art. 33 del C.C., el domicilio, como derecho de la persona, está
constituido por la residencia habitual de la misma en un lugar.
Ergo, siendo esta la definición que corresponde al domicilio material, se colige
que es éste el que el legislador peruano utiliza como criterio general para
establecer su competencia jurisdiccional.
Sin embargo, no siempre la competencia de los tribunales peruanos se rige por
lo establecido en la regla general aludida, pues existe casos donde
corresponde competencia a nuestros jueces, sin necesidad de que se trate de
procesos emprendidos contra nacionales o extranjeros domiciliados en el
territorio nacional.
Antes de ver los casos donde la competencia de los magistrados peruanos no
se rige por la regla general anotada, corresponde referirnos a los fundamentos
en los que se sustenta la elección de dicho criterio general.

Dichos fundamentos son los siguientes:

 Ese criterio general opera por el solo hecho de que el demandado,


nacional o extranjero, tenga domicilio en el territorio del Estado peruano.
El elemento del domicilio de ese demandado, nacional o extranjero en el
territorio peruano, es elemento suficiente para determinar la
competencia de los jueces peruanos.
 La elección de la regla general comentada, justamente, se ha dado para
permitir que dicho demandado, nacional o extranjero, tenga acceso a
comparecer y defenderse en el juicio estando en el mismo lugar de su
residencia.

 Asimismo la elección en comento, se debe a que por lo general y con


frecuencia ese demandado tiene bienes en el lugar de su domicilio, con
los que puede responder por sus obligaciones.

Consiguientemente, el hecho de que el demandado, nacional o


extranjero, tenga bienes en el lugar de su domicilio para responder por
sus obligaciones, también es un fundamento de la elección del criterio
general mencionado, pues ello permitiría plasmar el principio de
efectividad, al estarse ante una sentencia ejecutable.

 Ergo, se considera tal regla general como elemento para determinar la


competencia, cabalmente, porque el domicilio al estar referido al centro
de vida de la persona, significa el asiento jurídico de la misma y por
ende el espacio donde se le encuentra para imputarle posiciones
jurídicas, esto es, para atribuirle derechos, deberes u obligaciones.
 El criterio general comentado, ofrece una gran ventaja, porque armoniza
y unifica las reglas nacionales y supranacionales sobre Derecho
Internacional Privado, por ser coincidente con lo dispuesto en el Tratado
de Derecho Civil Internacional de Montevideo y en el Tratado de
Derecho Internacional Privado de la Habana.

Tratado de Derecho Civil Internacional de Montevideo: año 1889.


Tratado de Derecho Internacional Privado de la Habana: año 1928.
Los mencionados son Tratados celebrados, suscritos y ratificados por el
Estado peruano.
 Asimismo, la regla general establecida en el Art. 2057 del C.C., como tal,
constituye un criterio general compartido por los ordenamientos jurídicos
de distintos Estados del mundo, tanto desde la perspectiva histórica
como desde la perspectiva del Derecho comparado actual.
 Además, la adopción del criterio general acotado, se enmarca dentro
de la tendencia generalizada de los Estados que se inclina por conceder
a sus tribunales una competencia territorial más amplia, que aquella que
están dispuestos a reconocer a los tribunales extranjeros.
CASOS DONDE LA COMPETENCIA DE NUESTROS
TRIBUNALES NO SE RIGE POR LA REGLA GENERAL
DEL ART. 2057 DEL C.C.

El domicilio del demandado, nacional o extranjero dentro del territorio nacional,


como se dijo, es regla general para determinar la competencia de los tribunales
peruanos. Sin embargo existe supuestos donde sin que el demandado,
nacional o extranjero, tenga domicilio en el Perú, corresponde competencia a
los jueces peruanos.
Los supuestos de la referencia estando previstos en los Arts. 2058, 2061 y
2062 del C.C., son dispositivos cuya aplicación es de carácter excepcional.
Más adelante explicaremos sus contenidos y alcances
El sustento de los mismos responde a lo que en doctrina se conoce como el
principio de proximidad razonable.
Por ese principio, una persona no domiciliada en un país determinado, puede
ser emplazada en el mismo, cuando entre el demandado y el Estado donde no
vive exista una vinculación razonable, por presentarse entre ellos una conexión
con la relación del proceso.
Esa vinculación razonable, la veremos al analizar los Arts. 2058, 2061 y 2062
del C.C.
Debe tenerse en cuenta que en los Arts. 2058, 2061 y 2062 del C.C., fluye la
presencia de un común denominador, pues se trata de numerales donde se ha
previsto una serie de supuestos, por los cuales puede demandarse ante el foro
nacional a una persona no domiciliada en nuestro territorio.

Art. 2058 del C.C.

Cuando se trata de juicios originados por el ejercicio de acciones de contenido


patrimonial, planteados contra personas domiciliadas en el extranjero,
corresponde competencia a los tribunales peruanos en los casos siguientes:
 Cuando las acciones ventiladas sean acciones relativas a derechos reales
sobre bienes situados en nuestra República. Art. 2058 - Inc. 1 del C.C.
Tratándose de predios en la condición acotada, la competencia de
nuestros jueces es exclusiva.
Lo recogido en este dispositivo es unánimemente admitido por la doctrina
internacional.
En este caso, cabe anotar que siendo un bien inmueble ubicado en el país,
la ley aplicable será siempre la ley peruana, pues por la naturaleza del bien
se dará siempre la identidad entre el juez y la ley aplicable.
Pero, siendo un bien mueble sito en el Perú, no necesariamente le será
aplicable la ley peruana.
Este último aspecto, lo estudiaremos con mayor detalle en la siguiente
unidad de aprendizaje, cuando nos ocupemos de la ley aplicable.
 Cuando las acciones ventiladas sean acciones relativas a obligaciones que
se deba ejecutar en el territorio de la República, como también, cuando
sean obligaciones derivadas de contratos u obligaciones derivadas de
hechos realizados en el Perú. Art. 2058-Inc. 2 del C.C.

 Cuando se haya producido el sometimiento expreso o tácito de las partes a


nuestra jurisdicción, salvo convención de ellas en sentido contrario,
eligiendo de mutuo acuerdo el tribunal competente.
La elección del tribunal es exclusiva. Art. 2058 – Inc. 3 del C.C.

El sometimiento es expreso cuando entre las partes existe un pacto


contractual, determinando como competente a nuestro foro nacional.

El sometimiento es tácito cuando quien se apersona en el juicio lo hace sin


formular reserva, como también, cuando se contesta la demanda sin
cuestionar la competencia del tribunal.

La incorporación de esta norma de sumisión procesal internacional


guarda armonía con la autonomía privada, la cual, también se aplica en
otras categorías del Derecho Internacional Privado, como por ejemplo en
determinadas categorías de la ley aplicable, que veremos posteriormente
en relación con la noción del orden público.

Por ende, dicha norma es un reconocimiento para que el foro competente


sea definido por las partes involucradas en un caso internacional,
considerando que ellas siendo las mejores conocedoras de su propia
situación, son también las más adecuadas para señalar la autoridad que
debe resolver sus conflictos.

Tratándose del sometimiento de las partes, para que su caso referido a


juicios con pretensiones de contenido patrimonial, sea conocido y resuelto
por un tribunal extranjero, tal sometimiento será reconocido por nuestro
país siempre y cuando no verse sobre asuntos de jurisdicción peruana
exclusiva, ni constituya abuso de derecho o fuera contrario al orden público
del Perú.

Consiguientemente, por los límites o restricciones que se ha indicado,


significa que el reconocimiento de la autonomía privada, para definir el
conocimiento y la resolución de los juicios mencionados por un tribunal
extranjero, no es un reconocimiento irrestricto, sino limitado.

Ergo, la vigencia del principio glosado, no solo se considera en la teoría del


acto jurídico, sino también en el ámbito del Derecho Internacional Privado,
siempre como reconocimiento a la libertad del ser humano y a su tutela
jurídica.
La autonomía privada, también se conoce como autonomía de la voluntad
o voluntad privada.

Congruentemente, el numeral analizado, Art. 2058 del C.C., establece la


competencia de los jueces peruanos en los juicios con pretensiones de
contenido patrimonial, iniciados contra personas no domiciliadas en el
Perú, respecto de los casos ya tratados.
Establece la competencia de nuestro foro nacional sustentándose en el
principio de proximidad razonable, es decir, cuando entre el demandado
y el Estado donde no radica dicho demandado, existe una vinculación
razonable, por presentarse entre ellos una conexión con la relación del
proceso.
Las acciones de contenido patrimonial, son una categoría donde están
comprendidas la gran mayoría de las acciones, pues dentro de dicha
categoría se considera todo asunto en el que exista un interés económico
directo o indirecto, involucrado en la resolución del caso.
Por tanto, son pocas las acciones que están al margen de ese contenido
patrimonial y de la influencia del mismo.
Puede decirse que en el marco de esas pocas acciones, sólo se ubica las
acciones referidas casi exclusivamente a determinados aspectos del
Derecho de las personas y al Derecho de familia.
En ese sentido, para no incurrir en imprecisiones corresponde detenernos
para determinar donde radica la mencionada vinculación razonable en
cada uno de los casos previstos en el Art. 2058 del C.C.
En el caso de las acciones relativas a derechos reales, la vinculación
razonable, radica en la ubicación de los bienes en el territorio peruano.
En el caso de las acciones relativas a obligaciones, la vinculación
razonable, radica en que la ejecución de ellas se debe realizar en nuestro
país.
En el caso de las obligaciones derivadas de contratos celebrados en el
Perú y en las obligaciones derivadas de hechos realizados en nuestro
país, la vinculación razonable, radica en que se trata de contratos
celebrados en nuestra República y de hechos realizados en el Perú.
En el caso de la sumisión procesal internacional, la vinculación razonable,
radica en el sometimiento expreso o tácito de las partes de un proceso a la
jurisdicción peruana.

Art. 2061 del C.C.


En ese sentido, se explica que establezca la competencia de los tribunales
peruanos en los juicios originados por el ejercicio de acciones relativas a
universalidades de bienes, aun contra personas domiciliadas en país
extranjero, cuando el Derecho peruano sea el aplicable para regir el asunto,
acorde a nuestras normas de Derecho Internacional Privado.
Las universalidades de bienes, como categoría considerada en el Derecho
Internacional Privado, son aquel conjunto de bienes afectados para un
determinado fin.
En esta categoría, encontramos dos grandes subcategorías.
Dentro de esas dos grandes subcategorías, una es la de las acciones relativas
a sucesiones y otra es la de las acciones relativas al patrimonio del insolvente.
Las acciones relativas al patrimonio del insolvente están vinculadas al
procedimiento concursal.
Con relación a las acciones relativas a sucesiones, la ley aplicable es lo
normado en el Art. 2100 del C.C., por ello, se aplica el Derecho peruano,
cuando el Perú hubiese sido el último domicilio del causante.
Según el Art. 2100 del C.C., la sucesión, cualquiera que sea el lugar de
situación de los bienes, se rige por la ley del último domicilio del causante.
Por tanto, respecto de la sucesión, señala como ley aplicable la ley del lugar
donde fue el último domicilio del causante.
El causante, es la persona que habiendo dejado de existir transmite a otra,
llamada causahabiente, un derecho sucesorio, esto es, un patrimonio
hereditario.
El causahabiente, es la persona que adquiere del causante el patrimonio
hereditario.
Con relación a las acciones relativas al patrimonio del insolvente, aunque el
quebrado no sea domiciliado en nuestro país, es competente el juez peruano
respecto de los bienes situados en el Perú.
Es decir, el foro nacional no tendrá competencia respecto de bienes ubicados
fuera del territorio peruano.
También, será competente el juez peruano para dictar las medidas preventivas
pertinentes, cuando ante el mismo se haya presentado una solicitud de
reconocimiento de una sentencia extranjera de quiebra. Esa competencia,
opera desde el momento que se haya presentado la solicitud de la referencia.
1er. párrafo del Art. 2105 del C.C.
En cuanto a los efectos de la quiebra decretada en el extranjero y reconocida
en nuestra República, se les ajusta a la ley peruana en lo referente a los
bienes situados en el Perú e igualmente en lo referente a los derechos de los
acreedores del quebrado.3er. párrafo del Art. 2105 del C.C.
Existe quiebra y así es declarado en el procedimiento concursal, cuando el
patrimonio total de un deudor es de valor inferior al conjunto de las deudas que
tenga asumidas.
Entonces, ante tal situación se accede a un procedimiento concursal, bajo la
supervisión de un juez y con el nombramiento de una administración concursal.
El procedimiento concursal, busca lograr las solución integral para las
obligaciones pendientes de pago de un deudor, ya sea mediante un convenio o
mediante la liquidación forzada de sus activos, cuando se carece de liquidez o
dinerario suficiente para afrontar tales obligaciones en un momento
determinado.

Art. 2062 del C.C.

Nos informa que en los juicios originados por el ejercicio de acciones relativas
al estado y la capacidad de las personas naturales, así como en los juicios
originados por el ejercicio de acciones relativas a las relaciones familiares, aun
contra personas domiciliadas en país extranjero, son competentes los jueces
peruanos en los casos siguientes:
 Cuando el Derecho peruano es el aplicable para regir el asunto ventilado
en los juicios precitados, acorde a las normas de nuestro Derecho
Internacional Privado.
 Cuando dentro de los juicios citados, se produce el sometimiento expreso
o tácito de las partes a nuestra jurisdicción, siempre que la causa tenga
una efectiva vinculación con el territorio del Perú.

El precepto analizado, nos presenta supuestos de competencia facultativa,


pues se refiere a supuestos en los que entre las partes puede darse el
sometimiento al fuero nacional, cuando el Derecho peruano es el aplicable,
como también cuando existe una vinculación efectiva con el territorio del
República.

Mientras, la competencia exclusiva, no regulada en el precepto comentado,


pero sí en otros dispositivos de nuestro Derecho Internacional Privado, es
aquella que se configura cuando se trata de supuestos en los que el legislador
peruano ha considerado que solo se les puede conocer y resolver válidamente
ante el fuero nacional.

La capacidad, es la aptitud que tiene todo sujeto de derecho, para gozar de un


derecho o para ejercitarlo, ergo, existe capacidad de goce y capacidad de
ejercicio.

El estado, es el lugar o la posición que ocupa una persona dentro del grupo
familiar.

Ambas nociones son consideradas como atributos de la personalidad.

También podría gustarte