El tigre, estado-Anzoátegui
Profesor: Integrantes:
EL TIGRE, 18-09-2019
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
Lex loci rei sitae: es una locución latina utilizada en el Derecho internacional
privado, que significa ‘la ley del lugar de donde los bienes estén situados’. Es
una doctrina que indica que la ley aplicable a la transferencia de los bienes
dependerá, y variará según, la ubicación de estos para los propósitos del
conflicto de legislación.
Locus regit actum: la ley del país en que tiene lugar un acto determina la forma
del mismo. Tradicionalmente se admitía con carácter imperativo para los
testamentos, y con carácter opcional para los contratos.
Lex loci contractus: es un locución latina que significa “la ley del lugar del
contrato”, utilizada para referirse a que la ley aplicable para la regulación de un
contrato es la del país en el que se ha celebrado. Tiene una gran importancia
en Derecho internacional privado, en aquellos juicios en los que el juez debe
decidir qué ley aplicar (si debe aplicar la ley propia, o la de algún otro país). En
este caso, la lex loci contractus es una posibilidad mediante la cual el juez
aplicaría la ley del lugar de celebración del contrato como normativa vinculante
para el litigio.
Es una ley especial, es la única ley de DIP que exista en cualquier país de
América Latina. Antes de esta ley, solo se contaban con 4 artículos del Código
Civil, fue promulgada el 6 de agosto de 1998 con una vacatio legis de 6 meses;
por lo tanto entró en vigencia el 6 de febrero de 1999.
Artículo 4: El reenvío.
Artículo 6: Las cuestiones previas del DIP, las cuales difieren de las cuestiones
previas del Código de Procedimiento Civil.
El régimen de los bienes muebles corporales se determina por la ley del lugar
donde se encuentra la cosa: Fue éste un sistema que apareció posteriormente
basándose en que al legislar sobre cosas, lo hace sobre todas las que se
encuentran bajo su radio de acción, es decir, en el territorio del país para el
cual legislan, sin distinguir si quienes sobre ellas tienen derechos son
nacionales o extranjeros. Dicen que el derecho local aplicable a los muebles es
el determinado por el domicilio (o nacionalidad) de la persona que tiene
derecho sobre la cosa, en virtud de la relación jurídica. Pero esto es muy
equívoco, y aunque se admitiese el principio, su aplicación resultaría vaga e
incierta. Sin embargo, hay cosas a las que es imposible aplicar este sistema: se
trata de los bienes muebles “intransitu” (equipajes, mercancías en camino). En
estos casos sería necesario, a los efectos de determinar el régimen de esos
bienes, buscar un lugar donde esas cosas estén destinadas a permanecer
durante un tiempo largo o indeterminadamente. Son ventajas de este sistema:
la ley del lugar de ubicación de los bienes (tanto muebles como inmuebles), es
la que por su misma naturaleza más les conviene (así como en materia de
capacidad la más conveniente es la ley nacional de la persona). Por otra parte,
es la que mejor garantiza la seguridad y certidumbre en las relaciones
económico-jurídicas, ya que no estando fijas a un sitio determinado las cosas
muebles, no habría forma de evitar dudas en cuanto a la legalidad del acto
realizado con o sobre ellas, si no se atiende a la legislación del lugar donde se
encuentran para el momento del acto o contrato. Se evita, por consiguiente,
toda posible complicación al respecto. Entre nosotros el sistema se consagró
en el Código Civil en su artículo 10 del citado Cuerpo legal: “Los bienes
muebles o inmuebles, situados en Venezuela, se regirán por las leyes
venezolanas, aunque sobre ellos tengan o pretendan derechos personas
extranjeras”. Así mismo, fue el sistema acogido por los Tratados de Montevideo
y de La Habana. En el Tratado de Derecho Civil Internacional de Montevideo,
se decía: “Los bienes, cualquiera que sea su naturaleza, son exclusivamente
regidos por el sistema del lugar donde están situados. En cuanto a su calidad,
a su posesión, a su enajenación absoluta o relativa y a todas las relaciones de
derecho de carácter real de que sean susceptibles”. Y el Código Bustamante,
en su artículo 105, señala, “Los bienes, sea cual fuere su clase, están
sometidos a la ley de la situación”. Existe, finalmente, un sistema mixto a los
efectos de determinar el régimen de los bienes muebles corporales: Es el
acogido por algunas legislaciones, como Argentina, Paraguay e Italia según el
Código Civil de 1865. Según este sistema, los bienes muebles con situación
permanente y que se conservan sin intención de transportarlos, se rigen como
los inmuebles, por la ley de su situación (lex rei sitae”), los demás, se rigen por
la ley domiciliaria del dueño (“lex domicilii”). El Tratado de Lima de 1878 se
sumó a este criterio, al disponer en su artículo 3 que “los bienes inmuebles y
los muebles que tengan en la República situación permanente, serán regidos
por la ley local”.