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EXPEDIENTE:
ESCRITO : 01
SUMILLA : ACCIÓN DE HABEAS CORPUS.

SEÑOR JUEZ PENAL DE HUARAZ DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA


DE ANCASH.

ERIKA REATEGUI MEJÍA con CAA 3073 abogada defensora de


JOEL BETO ASENCIOS MARTEL, con domicilio procesal en el
Pasaje Octavio Hinostroza Nro. 567 segundo piso y Casilla
Electrónica N° 69465 del Sistema de Notificaciones Electrónicas del
Poder Judicial – SINOE, ejerciendo las facultades de representación
de nuestro patrocinado conforme lo prevé el artículo 290° del TUO de
la Ley Orgánica del Poder Judicial; a Usted en debida forma nos
presentamos y decimos:

I. IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES PROCESALES

A. DEMANDADOS:
NOMBRE : Francisco Fidel CALDERÓN LORENZO.
CARGO : Juez de la Sala Mixta Descentralizada de la
Provincia de Huari.
DIRECCIÓN INSTITUCIONAL : Plaza De Armas S/N – Huari.

NOMBRE : Hilda CELESTINO NARCIZO.


CARGO : Jueza de la Sala Mixta Descentralizada de la
Provincia de Huari.
2

DIRECCIÓN INSTITUCIONAL : Plaza De Armas S/N – Huari.

NOMBRE : Walter CORREA LLANOS.


CARGO : Juez de la Sala Mixta Descentralizada de la
Provincia de Huari.
DIRECCIÓN INSTITUCIONAL : Plaza De Armas S/N – Huari.

B. DEMANDANTE.
NOMBRE : Joel Beto ASENCIOS MARTEL.
DNI : 32300179.
DIRECCIÓN PROCESAL : Casilla Electrónica N° 60790.

II. PRESUPUESTOS DE PROCEDENCIA:

A. RESOLUCIÓN JUDICIAL FIRME:


Las Resolución Judicial que vulnera de forma manifiesta el Derecho al
Debido Proceso, es:

i. Resolución N° 63 de fecha 06 de setiembre de 2017, obrante en el


expediente N° 00347-2010-0-0226-JR-PE-01, emitida por los
señores Jueces: Francisco Fidel Calderón Lorenzo, Hilda
Celestino Narcizo y Walter Correa Llanos de la Sala Mixta
Descentralizada de la Provincia de Huari, de la Corte Superior de
Justicia de Ancash.

B. DETERMINACIÓN DEL DERECHO VULNERADO:


3

La Resolución precedentemente detallada, vulnera de forma directa el


Derecho a la Libertad Personal del demandante y su conexo Debido
Proceso en su faz como Derecho: la Debida Motivación de las
Resoluciones y como Principio: de Proporcionalidad de la Pena y de
Congruencia (Habeas Corpus Conexo), previstos en los artículos 2°.24;
139°.3 y 139°.5, respectivamente, de la Constitución Política del Estado.

C. PERMANENCIA DE LA VIOLACIÓN DEL DERECHO


A la presentación de la demanda no ha cesado la violación del Derecho a
la Libertad y su conexo Debido Proceso, y no tiene la condición de
irreparable.

D. LITISPENDENCIA
No existe resolución firme recaída en otro proceso constitucional y no
hay litispendencia.

III. PRESUPUESTOS FORMALES DEL RECURSO:

A. Legitimidad. La legitimidad de esta parte procesal reposa en lo


dispuesto por el artículo 26° del Código Procesal Constitucional (CPC en
adelante).
B. Competencia. La competencia para conocer de esta acción está prevista
por el artículo 28° del CPC.

C. Forma. Por escrito y dentro del plazo de Ley, que en el caso de autos se
satisface en mérito al presente y por cumplir la oportunidad prevista en el
artículo 5° inciso 10) del CPC.
4

IV. PRETENSIÓN:

Solicitamos que el juzgado declare NULA la Resolución:

- Resolución N° 63 de fecha 06 de setiembre de 2017, obrante en el expediente


N° 00347-2010-0-0206-JR-PE-01, emitida por los señores Jueces: Francisco
Fidel Calderón Lorenzo, Hilda Celestino Narcizo y Walter Correa Llanos de
la Sala Mixta Descentralizada de la Provincia de Huari.

De modo que cese el agravio, ORDENANDO se retrotraiga el Proceso al


momento de la vulneración, para que el mismo se desarrolle respetando la
Garantía Constitucional del Debido Proceso en su faz como Derecho: la Debida
Motivación de las Resoluciones y como Principio: de Proporcionalidad de la
Pena y de Congruencia.

Pretensión que se sostiene en los siguientes argumentos:

V. DEL AGRAVIO PRODUCIDO POR LA RESOLUCIÓN CUYA


NULIDAD SE PRETENDE:

Mediante Resolución N° 63 de fecha 06 de setiembre de 2017. El Colegiado,


afirma en el CONSIDERANDO SEXTO, que: “partiendo de estas premisas
(en el presente caso), de la revisión de la instrucción y debates orales (en el
juicio oral) se puede arribar que en autos se ha podido determinar en grado
de certeza (para llegar a una verdad probada), que todos los acusados han
5

intervenido en su condición de funcionarios públicos, pues para la fecha de la


comisión de los hechos materia de imputación los acusados Edwards Delfio
Vizcarra Zorrilla ostentaba el cargo de alcalde, Cesar Fernández Callupe en
su calidad de Gerente Municipal, Antonio Jesús Limas López- Gerente de
Planeamiento y Presupuesto, Emilio Julio Carrillo Bustillo- Gerente de
Administración y Finanzas, Marisol Rocío Del Pilar Urbina Guanilo- Jefa de
la Unidad de Personal, y los imputados – Herberth Franco Solís Alcedo,
Perpetua Zerpa Baltazar, Joel Beto Asencios Martel, Yoni Glicerio Márquez
Domínguez, Betty Amalia Bayona Romero, Miguel Ángel Solís Nava y Otto
Severo Valle Araujo- ostentaban el cargo de Regidores Municipales, ello
conforme se advierte de la copia fedatada de los actuados que obran de fojas
ochenta y cuatro a trescientos noventa y siete, consistentes en planillas de
pago del alcalde y regidores, así como de los funcionarios de la
Municipalidad Provincial de Huari, así como de los demás documentos
administrativos en los que aparece el nombre de los citados acusados
precisando en cargo que venían ostentando en la referida entidad edil
agraviada, corroborando también con las declaraciones a nivel preliminar y
fase de instrucción de los citados acusados quienes han admitido haberse
desempeñado en los cargos antes indicados”. [el subrayado y negrita son nuestros].

Asimismo, el considerando DÉCIMO SEGUNDO indica que: “En ese orden


de ideas, con los medios de prueba recabada se ha llegado a determinar con
carácter de certeza que los acusados: (…) JOEL BETO ASENCIOS
MARTEL(…) en su condición de regidores municipales, y miembros hábiles
del concejo Municipal, pese a tener pleno conocimiento de los alcances del
Decreto Supremo N° 025-2007-PCM, abusando de sus atribuciones que
regula La Ley Orgánica de Municipalidades Ley N° 27972 en su artículo 21
6

Y 28.9, se fijaron la remuneración del Alcalde y Dieta de los regidores por


encima de los topes establecidos en el Decreto N° 025-2007-PCM, que
precisaba que para el Distrito capital de la Provincia de Huari, el sueldo que
debía percibir el alcalde para todo concepto era de S/ 3.380.00 soles, de los
cuales S/2.600.00. correspondía al sueldo del alcalde por población electoral,
y S/780.00 adicionales por ser Alcalde de la Municipalidad Capital de la
Provincia, y a los Regidores les correspondía una Dieta total equivalente al
30% de la remuneración del alcalde, es decir al suma de S/. 1.014.00 soles, sin
embargo percibieron montos mayores, es así que el Alcalde percibió en total
la suma de S/. 55,500.00 soles de más de lo legalmente permitido; y los
Regidores cada uno de ellos percibió la suma de S/. 16, 179,00 soles de más de
lo legalmente permitido, y que sumados en cada uno de ellos asciende al
monto de s/. 139, 879,00 soles, que se han apropiado indebidamente de los
fondos del Municipio de Huari, habiendo actuado de manera dolosa pues a
través de los distintos informes antes referidos se les comunico que debían de
adecuarse a los alcances del Decreto Supremo N° 025-2007-PCM, sin
embargo hicieron caso omiso y con la finalidad de beneficiarse
económicamente siguieron percibiendo remuneración y dieta por encima de
los topes legalmente establecidos: por lo que ha quedado acreditada la
imputación fiscal en este extremo, por lo que se debe imponer la pena que
corresponda”. [el subrayado y negrita son nuestros].

CANON PARA EL CONTROL CONSTITUCIONAL DE LAS RESOLUCIONES


JUDICIALES.

Señala el Tribunal Constitucional1 con relación a este tema:

1
STC 00728-2008-PHC/TC F.J. 10.
7

“10. Al respecto, este Colegiado en el Exp. N.° 03179-2004-AA/TC. FJ 23, ha


precisado que el canon interpretativo que le permite al Tribunal Constitucional
realizar, legítimamente, el control constitucional de las resoluciones judiciales
ordinarias está compuesto, en primer lugar, por un examen de razonabilidad; en
segundo lugar, por el examen de coherencia; y, finalmente, por el examen de
suficiencia.

Examen de razonabilidad. Por el examen de razonabilidad, el Tribunal Constitucional


debe evaluar si la revisión del (...) proceso judicial ordinario es relevante para
determinar si la resolución judicial que se cuestiona vulnera el derecho fundamental
que está siendo demandado.
Examen de coherencia. El examen de coherencia exige que el Tribunal Constitucional
precise si el acto lesivo del caso concreto se vincula directamente con (...) la decisión
judicial que se impugna (...).

Examen de suficiencia. Mediante el examen de suficiencia, el Tribunal Constitucional


debe determinar la intensidad del control constitucional que sea necesaria para llegar
a precisar el límite de la revisión [de la resolución judicial], a fin de cautelar el
derecho fundamental demandado”. [el subrayado y negrita son nuestros].

Siendo ello así, paso a desarrollar los argumentos facticos y jurídicos del presente
habeas corpus:

EL DEBIDO PROCESO

El Debido Proceso está garantizado en el artículo 139° inciso 3 de la Constitución


Política del Perú. Para el T.C. el “debido proceso significa la observancia de los
derechos fundamentales esenciales del procesado, principios y reglas esenciales
8

exigibles dentro del proceso como instrumento de tutela de los derechos subjetivos. El
debido proceso tiene, a su vez, dos expresiones: una formal y otra sustantiva; en la de
carácter formal, los principios y reglas que lo integran tienen que ver con las
formalidades estatuidas, tales como las que establecen el juez natural, el procedimiento
preestablecido, el derecho de defensa, la motivación; en su faz sustantiva, se relaciona
con los estándares de justicia como son la razonabilidad y proporcionalidad que toda
decisión judicial debe suponer2”. [el subrayado y negrita son nuestros].

A partir de la definición precedente, el máximo intérprete de la Constitución señala que:


“[e]n el supuesto de que una resolución judicial desconozca o desnaturalice algunos de
los componentes de cualquiera de los derechos aquí mencionados, estaremos, sin lugar
a dudas, ante la circunstancia de un proceder inconstitucional, y ante un contexto
donde, al margen de la función judicial ordinaria ejercida y de la exclusividad que se le
reconoce, resulta procedente el ejercicio del proceso constitucional como instrumento
de defensa y corrección de una resolución judicial contraria a la Constitución.
Puntualizado queda, en todo caso, que solo si vulnera el contenido esencial de alguno
de los derechos antes mencionados, estaremos ante un proceso inconstitucional,
quedando totalmente descartado que, dentro de dicha noción, se encuentren las
anomalías o simples irregularidades procesales —violación del contenido no esencial o
adicional—, que no son, por sí mismas, contrarias a la Constitución sino al orden
legal. Mientras que el proceso que degenere en inconstitucional se habrá de corregir
mediante el ejercicio del proceso constitucional, la simple anomalía o irregularidad lo
será mediante los medios de impugnación previstos al interior de cada proceso. (…)3”

El Tribunal Constitucional en relación a ello ha indicado que:

2
STC N. 08125-2005-HC/TC, fundamento jurídico 6.
3
STC N. 08125-2005-HC/TC, fundamento jurídico 7
9

“[…] el derecho fundamental al debido proceso no puede ser entendido


desde una perspectiva formal únicamente; es decir, su tutela no puede ser
reducida al mero cumplimiento de las garantías procesales formales.
Precisamente, esta perspectiva desnaturaliza la vigencia y eficacia de los
derechos fundamentales, y los vacía de contenido. Y es que el debido proceso
no sólo se manifiesta en una dimensión adjetiva –que está referido a las
garantías procesales que aseguran los derechos fundamentales–, sino
también en una dimensión sustantiva –que protege los derechos
fundamentales frente a las leyes y actos arbitrarios provenientes de
cualquier autoridad o persona particular–. En consecuencia, la
observancia del derecho fundamental al debido proceso no se satisface
únicamente cuando se respetan las garantías procesales, sino también
cuando los actos mismos de cualquier autoridad, funcionario o persona no
devienen en arbitrarios”4.

DERECHO AL DEBIDO DERECHO A LA TUTELA


PROCESO JURISDICCIONAL

COMO COMO
DERECHO PRINCIPIO

Congruencia
Derecho a la
Debida Motivación
de las Resoluciones

4
Exp. N° 3421-2005-HC/TC, FJ. 5.
10

Si bien el proceso de Habeas Corpus no tiene por objeto proteger en abstracto el


derecho al Debido Proceso, está claro que procederá en los casos en los que la
violación del debido proceso incida en la libertad individual. (Habeas Corpus
Conexo).

Siguiendo con todo ello, el Tribunal Constitucional, mediante precedente establece que:
“Para este Tribunal, lo reproducido en el fundamento precedente no hace más que
evidenciar que el proceso de querella seguido contra el demandante se ha tornado en
irregular desde el momento que se dictó el auto admisorio de querella, motivo por el
cual se ha restringido, injustificadamente, la posibilidad de que el imputado pueda
ejercer adecuadamente su derecho fundamental a la defensa sobre los hechos y sobre
la modalidad delictiva que se le imputa y, con ello, la posibilidad de aportar pruebas
concretas que acrediten la inocencia que aduce. En la medida en que esta omisión ha
generado un estado de indefensión que puede incidir en la responsabilidad penal del
imputado y, por ende, en su derecho a la libertad personal, el proceso penal ha
devenido en irregular por haberse transgredido el derecho fundamental al debido
proceso; ello, a su vez, ha determinado la afectación del derecho a la tutela procesal
efectiva, ambos garantizados por la Constitución (artículo 139 inciso 3) y por el CPC
(artículo 4)5.” [el subrayado y negrita son nuestros].

La defensa técnica evidencia que la resolución judicial materia del presente, ha


vulnerado el debido proceso en su expresión tanto como el derecho a una debida
motivación de las resoluciones judiciales y del mismo modo, se ha transgredido el
principio de congruencia; conforme se pasa detallar:

1. DERECHO A LA MOTIVACIÓN.
5
STC Exp. Nº 8780-2005-PHC/TC. Fundamento Jurídico 10.
11

EL DEBER DE MOTIVACIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA CORTE


INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS: LA DEBIDA
FUNDAMENTACIÓN DE LAS DECISIONES QUE ADOPTEN LOS ÓRGANOS
INTERNOS QUE PUEDAN AFECTAR DERECHOS HUMANOS PARA
EVITAR LA ARBITRARIEDAD

Una primera lectura del artículo 8 de la Convención Americana permite notar que el
deber de motivación no se encuentra incluido expresamente dentro de sus disposiciones.
A través de su jurisprudencia, la Corte Interamericana ha tenido la posibilidad de
ampliar, aunque paulatinamente, el contenido del artículo 8.1 de la Convención para
incorporar el deber de motivación.

Siendo ello así, en el Sistema Interamericano, el primer caso en el que se alegó la falta
de motivación de una decisión judicial fue en el de Lori Berenson vs. Perú.6 En
concreto, la Comisión alegó que “la sentencia que conden[ó] a la presunta víctima en
el fuero ordinario carece de motivación de hechos, toda vez que no enunció los
medios de prueba en que fundamentó su decisión ni analizó su valor probatorio”.7

Debe indicarse que en los múltiples procesos en los que la Corte Interamericana siempre
ha exigido el deber de motivación. La Corte Interamericana ha señalado que en toda
decisión que afecte derechos humanos es fundamental la motivación de estas
decisiones.

6
Cf. Corte IDH. Caso Lori Berenson Mejía vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 25 de noviembre de
2004, párrafos 175 a 181.
7
Corte IDH. Caso Lori Berenson Mejía vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 25 de noviembre de
2004, párrafo 175.
12

En virtud de ello, la Corte recordó que son “arbitrarias las decisiones que adopten los
órganos internos que puedan afectar derechos humanos, tal como el derecho a la
libertad personal, que no se encuentren debidamente fundamentadas”8. De lo
anterior, se concluye que la existencia de una debida motivación resulta
fundamental para garantizar la restricción excepcional del derecho a la libertad
personal.

En ese entender, la Corte Interamericana de Derecho Humanos, conforme los ejemplos


antes citados, han desarrollado ampliamente el Deber de Motivación con el que deben
contar todos sus actos resolutivos de la justicia interna de cada país.

VULNERACIÓN DEL DERECHO CONSTITUCIONAL AL DEBIDO


PROCESO, ESPECÍFICAMENTE, EL DERECHO A LA DEBIDA
MOTIVACIÓN DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES, ASÍ COMO EL
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA, RELACIONADOS CON LA LIBERTAD
INDIVIDUAL.

Conforme a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, y concretamente en los


Expediente N° 3943-2006-PA/TC, caso Juan Valle Molina, y N° 00728-2008-PHC/TC
caso Giuliana Llamoja Hilares, son delimitaciones contrarias al contenido
constitucionalmente protegido del derecho a la motivación, las siguientes situaciones:

“a) Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda duda que se
viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación es
inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de
las razones mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones

8
Corte IDH. Caso Palamara Iribarne vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia del 22 de noviembre de
2005, párrafo 216.
13

de las partes del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.

b) Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del


razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión;
por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que
establece previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un discurso absolutamente
confuso incapaz de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la
decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional de la debida
motivación mediante el control de los argumentos utilizados en la decisión asumida por
el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva de su corrección lógica o desde su
coherencia narrativa.

c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de


la motivación también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las
premisas de las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de
su validez fáctica o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los
identifica Dworkin, es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de
pruebas o de interpretación de disposiciones normativas. La motivación se presenta en
este caso como una garantía para validar las premisas de las que parte el Juez o
Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al fundamentar su decisión: 1) ha establecido
la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión de que el daño ha sido
causado por “X”, pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la
participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante una carencia de
justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la aparente corrección formal
14

del razonamiento y de la decisión podrán ser enjuiciadas por el juez [constitucional]


por una deficiencia en la justificación externa del razonamiento del juez.

Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede
reemplazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba,
actividad que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el
razonamiento o la carencia de argumentos constitucionales; bien para respaldar el
valor probatorio que se le confiere a determinados hechos; bien tratándose de
problemas de interpretación, para respaldar las razones jurídicas que sustentan
determinada comprensión del derecho aplicable al caso. Si el control de la motivación
interna permite identificar la falta de corrección lógica en la argumentación del juez, el
control en la justificación de las premisas posibilita identificar las razones que
sustentan las premisas en las que ha basado su argumento. El control de la
justificación externa del razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y
razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque obliga al juez
a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir por la
simple lógica formal.
d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación
exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir
que la decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal
en reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las
pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo
resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de
argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en
sustancia se está decidiendo.
15

e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de


las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las
partes de manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer,
por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal
(incongruencia activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal
incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento
total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar
la decisión del marco del debate judicial generando indefensión, constituye vulneración
del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motivación de la sentencia
(incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una concepción democratizadora del
proceso como la que se expresa en nuestro texto fundamental (artículo 139º, incisos 3 y
5), resulta un imperativo constitucional que los justiciables obtengan de los órganos
judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente de las pretensiones
efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia procesal exige que el juez,
al momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no omita, altere o se
exceda en las peticiones ante él formuladas”. [el subrayado y negrita son nuestros].
1.1. DEFICIENCIAS EN LA MOTIVACIÓN EXTERNA; JUSTIFICACIÓN
DE LAS PREMISAS

El juez constitucional igualmente queda habilitado para revisar las decisiones de la


justicia ordinaria cuando las premisas de las que parte el juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica. Esto implica una
ausencia de conexión entre la premisa y la constatación fáctica o jurídica que le
corresponde en el ordenamiento jurídico.

El artículo 139°.5 de la Constitución Política del Estado, concordante con el artículo 12


del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, dispone que toda
16

resolución emitida por cualquier instancia judicial, incluida el Tribunal Constitucional,


debe encontrarse debidamente motivada. Es decir, debe manifestarse en los
considerandos la radio decidendi que fundamenta la decisión, la cual debe contar,
por ende, con los fundamentos de hecho y derecho que expliquen por qué se ha resuelto
de tal o cual manera. Solo conociendo de manera clara las razones que justifican la
decisión, los destinatarios podrán ejercer los actos necesarios para defender su
pretensión.

Y es que la exigencia de que las resoluciones judiciales sean motivadas, por un lado,
informa sobre la forma como se está llevando a cabo la actividad jurisdiccional, y por
otro lado, constituye un derecho fundamental para que los justiciables ejerzan de
manera efectiva su defensa. Este derecho incluye en su ámbito de protección el derecho
a tener una decisión fundada en Derecho. Ello supone que la decisión esté basada en
normas compatibles con la Constitución, como en leyes y reglamentos vigentes, válidos,
y de obligatorio cumplimiento.
“[…] [L]a motivación de las resoluciones judiciales como principio y
derecho de la función jurisdiccional (…), es esencial en las decisiones
judiciales, en atención a que los justiciables deben saber las razones por las
cuales se ampara o desestima una demanda, pues a través de su aplicación
efectiva se llega a una recta administración de justicia, evitándose con ello
arbitrariedades y además permitiendo a las partes ejercer adecuadamente su
derecho de impugnación, planteando al superior jerárquico, las razones
jurídicas que sean capaces de poner de manifiesto, los errores que puede
haber cometido el Juzgador.[…]”9.

9
Casación Nº 918-2011 (Santa), Sala Civil Transitoria, considerando séptimo, de fecha 17 de mayo del
2011.
17

La suficiente motivación, por otro lado, se refiere al mínimo de argumentos exigible


para que una decisión se considere debidamente motivada. Para ello, el juez debe
razonar atendiendo a las circunstancias de hecho y derecho imprescindibles para asumir
la decisión. Esto “[…] resulta fundamental para apreciar la justicia y razonabilidad de
la decisión judicial en el Estado democrático, porque obliga al juez a ser exhaustivo
en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir por la simple lógica
formal”10.

Tal es así que, en el ámbito penal, el derecho a la debida motivación:

“[…] garantiza que la decisión expresada en el fallo sea consecuencia de


una deducción razonable de los hechos del caso, las pruebas aportadas y la
valoración jurídica de ellas en la resolución de la controversia. En suma,
garantiza que el razonamiento empleado guarde relación y sea
proporcionado y congruente con el problema que al juez penal corresponde
resolver”11.

Del mismo modo, se ha señalado que:

“[…] Una motivación comporta la justificación lógica, razonada y conforme


a las normas constitucionales y legales señaladas, así como con arreglo a los
hechos y petitorios formulados por las partes; por consiguiente, una
motivación adecuada y suficiente comprende tanto la motivación de hecho o
in factum (en el que se establecen los hechos probados y no probados
mediante la valoración conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al
proceso, sea a petición de parte como de oficio, subsumiéndolos en los

10
Exp. N° 00728-2008-HC/TC, FJ. 7.
11
Exp. N° 1230-2002-HC/TC, FJ. 11.
18

supuestos fácticos de la norma), como la motivación de derecho o in jure (en


el que selecciona la norma jurídica pertinente y se efectúa una adecuada
interpretación de la misma). Por otro lado, dicha motivación debe ser
ordenada, fluida, lógica; es decir, debe observar los principios de la lógica y
evitar los errores in cogitando, esto es, la contradicción o falta de logicidad
entre los considerandos de la resolución […]”12.

Pero la motivación deviene en defectuosa cuando, además de carecer de argumentos


jurídicos y fácticos sólidos, ocurren dos presupuestos. Primero, cuando de las premisas
previamente establecidas por el juez resulte una inferencia inválida; y segundo, cuando
exista tal incoherencia narrativa en el discurso, que vuelva confusa la
fundamentación de la decisión. La motivación debe ser, pues, lógica y coherente.

En cualquier caso, la falta de motivación puede dar lugar a la nulidad procesal, siempre
que:

“[…] el defecto de motivación genere una indefensión efectiva –no ha


tratarse de una mera infracción de las normas y garantías procesales–. Ésta
únicamente tendrá virtualidad cuando la vulneración cuestionada lleve
aparejada consecuencias prácticas, consistentes en la privación de la
garantía de defensa procesal y en un perjuicio real y efectivo de los intereses
afectados por ella, lo que ha de apreciarse en función de las circunstancias
de cada caso […]”13.

12
Recurso de Casación Nº 1068-2009, Sala Civil Transitoria (Lima), considerando sétimo, de fecha 21
de enero del 2011.
13
Acuerdo Plenario N° 6–2011/CJ–116, fundamento 11.
19

Siendo ello así, señor magistrado conforme la Resolución N° 63 de fecha 06 de


setiembre de 2017, en su considerando primero, indica que se tiene como fundamento
factico el Informe de Verificación de denuncia N° 425-2009-CG/ORHZ-AR, realizado
por la Oficina Regional de Control de Huaraz de la Contraloría General de la Republica,
verificándose los siguientes hechos irregulares:

1. Mediante acuerdo de concejo, desconociendo la opinión legal sobre la aplicación


del Decreto Supremo N° 025-2007 se efectuaron pagos irregulares de
remuneraciones del Alcalde y Dietas a los Regidores, durante el periodo de
Abril del año 2007 al mes de setiembre del año 2009 por la suma de S/.
195,378.00 nuevos soles.

2. Mediante Acuerdo ilegal del Concejo Municipal se aprobó incremento de


remuneraciones a Funcionarios, durante el periodo del mes de enero del año
2007 al mes de julio del año 2009 desconociendo las normas de austeridad y
causando perjuicio a la entidad por la suma de S/. 182,257.10 nuevos soles.

3. Pagos irregulares a personal contratado por Locación de Servicios, contrato


administrativo de servicios y a terceros cuyo vínculo laboral con la entidad no ha
sido acreditado, bajo concepto de racionamiento durante los años 2007 y 2008
por la suma de S/. 76,100.00 nuevos soles.

Respecto del primero hecho señor magistrado, miembros de la Sala Mixta


Descentralizada de la Provincia de Huari, toman como base y fundamentan de manera
repetitiva el incumplimiento de lo dispuesto por el Decreto Supremo N° 25-2007, el
Informe emitido por el asesor legal externo de la Municipalidad. Pero señor magistrado,
en ninguno de los considerandos de la sentencia los Jueces se detuvieron a analizar la
20

génesis de la supuesta comisión del ilícito penal sancionado, el Decreto Supremo N° 25-
2007.

En ese entender, se tiene que Mediante ley N° 28212, modificada por el Decreto de
Urgencia 038-2006, se regulan los ingresos de los altos funcionarios y autoridades del
Estado y se crea la Unidad de Ingreso del Sector Público, como valor referencial para
los ingresos de funcionarios y autoridades.

Subsecuentemente, mediante el Decreto Supremo N° 025-2007 PCM, de fecha 22 de


abril de 2007, se fijan los topes a los ingresos por todo concepto de los alcaldes,
estableciéndose rangos o niveles de remuneración en función A LA POBLACIÓN
ELECTORAL DE CADA CIRCUNSCRIPCIÓN.

En ese sentido se infiere entonces que antes de la entrada en vigencia del Decreto
Supremo antes referido, no existían estas variables para establecer topes máximos
en remuneraciones y dietas para los alcaldes y consejeros. Siguiente esta línea de
ideas, un AUMENTO fijado sin ver estos estándares resultaría arbitrario y claramente
ilegal (configurando el delito imputado). Así lo hace notar a propia sentencia en cuanto
esta refiere los consejeros se “FIJARON” (ASI TAMBIÉN LA ACUSACIÓN). Sin
embargo, esta afirmación no resulta cierta en tanto se tiene como cierto que en acuerdo
de concejo estos nunca acordaron el “aumento arbitrario”, sino por el contrario, el
acuerdo fue “ADECUARSE”. Es imposible equiparar un “AUMENTO” a una
“ADECUACIÓN”14, en tanto esta última sigue criterios legales, y proporcionales (en
relación a la población y a la zona).

14
Con relación a las dietas las juntas posteriores han ganado y están ganando 1750.00 en relaciona
la adecuación progresiva, el monto cuestionado es de 1560.00.
21

El Decreto Supremo materia de análisis hace alusión a que “Huari” es DISTRITO,


sin embargo, “HUARI” es una PROVINCIA, con una lógica simple se entiende que,
el alcalde de una provincia- así como sus regidores provinciales- deben percibir un
monto superior al alcalde y regidores de un distrito. Por lo que al ser la tabla una
“referencial”, con valores (topes) calculables15, resulta posible que ante un error material
de este D.S. resulte fácilmente corregible (como lo fue) y que los topes máximos sean
corregidos. Admitir lo contrario- y por tanto sancionar la conducta de corrección-
significaría cometer un error dogmático penal, en tanto se sanciona el
“CONOCIMIENTO”, con ello, eleva erróneamente el conocimiento a categoría jurídica
sin pasarlo por el filtro de la expectativa social y sin tamizarlo tampoco con el elemento
depurador del deber jurídico, criminalizando la inteligencia.

Con lo analizado precedentemente, está acreditado conforme los argumentos esgrimidos


que los magistrados integrantes de la Sala Mixta Descentralizada de Huari, no
realizaron un mínimo de argumentos exigibles para que una decisión se considere
debidamente motivada, pues el Debido xProceso, como derecho constitucionalmente
amparado (Derecho de motivación) obliga al juez a ser exhaustivo en la
fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir por la simple lógica
formal.

2. PRINCIPIO INTEGRANTE DEL DEBIDO PROCESO

2.1. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA

El principio de congruencia forma parte del contenido constitucionalmente protegido


del derecho a la motivación de las decisiones judiciales, toda vez que impone al órgano
encargado de resolver un determinado conflicto, el deber de pronunciarse sobre las
15
Huari tiene una población electoral que supera los 31 mil electores 
22

pretensiones postuladas por las partes. Ello quiere decir que, en la motivación de las
resoluciones judiciales, el órgano judicial no puede sustentar su decisión en hechos y
pruebas que no han sido alegados por las partes, ni resolver sobre pretensiones que no
han sido solicitadas.

“[…] En este sentido, un juez que base su decisión en hechos que no se


encuentran acreditados, o se refiera a alegaciones no formuladas por las
partes, estará realizando una motivación aparente (inexistente en términos
formales) y, por tanto, estará actuando de manera arbitraria”16.

En este caso se emitirían sentencias incongruentes como:

“[…] a) La sentencia ultra petita, cuando se resuelve más allá del petitorio o
los hechos; b) La sentencia extra petita, cuando el Juez se pronuncia sobre el
petitorio o los hechos no alegados; c) La sentencia citrapetita, en el caso que
se omite total pronunciamiento sobre las pretensiones (postulatorias o
impugnatorias) formuladas; y d) La sentencia infra petita, cuando el
juzgador no se pronuncia sobre todos los petitorios o todos los hechos del
litigio; siendo que tales omisiones y defectos infringen el debido proceso”17.

Con el no respeto al principio de congruencia no solo puede verse afectado el Derecho a


la Debida Motivación de las Resoluciones Judiciales sino que pueden, además, resultar
lesionados, concretamente en el ámbito del proceso penal, y como consecuencia de la
afectación del principio dispositivo al cual se encuentra sumergido este tipo de proceso,
otros derechos constitucionalmente protegidos como el derecho de defensa, y el derecho
a ser juzgado por un juez imparcial.

16
Exp. N° 03151-2006-AA/TC, FJ. 6.
17
Casación Nº 848-2011 (Lima), Sala Civil Transitoria, considerando sexto, de fecha 19 de mayo del 2011.
23

En el marco de un proceso penal, el respeto al principio de congruencia es exigible en la


relación entre la acusación señalada por el Ministerio Público y la condena emitida por
el órgano jurisdiccional competente. Es decir, la calificación jurídica solicitada debe ser
respetada al momento de emitirse la sentencia.

Del mismo modo, conforme derecho consagrado por nuestra Constitución, en torno a la
observancia del Debido Proceso, mas propiamente con relación al Principio de
Congruencia, debe indicar que al existir la supuesta verificación de tres hechos
irregulares, la Sala tenía el deber de pronunciarse sobre las pretensiones postuladas por
el representante del Ministerio Público, acto que no se realizó en el presente proceso,
pues como se puede verificar, solo se da motivación en relación al primer hecho
atribuido a los sentenciados mas no a los otros dos hechos.

Por lo que se puede apreciar a todas luces, que nos encontramos frente a una sentencia
incongruente infra petita, pues el juzgador no se pronunció sobre todos los hechos de la
acusación; siendo que tales omisiones y defectos infringen de manera manifiesta el
Debido Proceso el mismo que incide directamente en el derecho a la libertad de mi
patrocinado, pues en mérito a dicha resolución su libertad se ve restringida.

AL OTRO SÍ DIGO: La Resolución N° 63 de fecha 06 de setiembre de 2017, obra en


el expediente N° 00347-2010-0-0226-JR-PE-01, la misma que se ubica en la Sala Mixta
Descentralizada de la Provincia de Huari, de la Corte Superior de Justicia de Ancash.

La defensa señala el lugar donde se encuentra, toda vez que recabar copias certificadas
de dichas piezas procesales irrogarían mayor tiempo, lo que no contribuye al principio
de sumariedad que opera en el proceso de habeas corpus.
24

Huaraz, 29 de setiembre de 2017.

Joel Beto Asencios Martel

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