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1. Unidad 1: GENERALIDADES DE LA
PSICOLOGIA JURIDICA
Tema 1: GÉNESIS Y APROXIMACIONES HISTÓRICO
CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Objetivo:
Introducción:
La psicología jurídica nace del interés mutuo entre psicología y derecho. El derecho ha
sido consciente en diferentes momentos de su historia de la necesidad de tener
conocimiento sobre el comportamiento humano y de recurrir a disciplinas que
facilitaran su labor en cuanto a las decisiones a tomar en base a la regulación de
determinados comportamientos; si bien, no siempre ha favorecido el acercamiento a
dichas disciplinas. Del mismo modo, la psicología motivada en un principio por probar
sus teorías y, más tarde, por la relevancia social de sus trabajos, se ha aproximado, con
diferentes grados de intensidad, al mundo del derecho; aunque también en el caso de
la psicología hay que señalar que tampoco ha favorecido el acercamiento.
Ciertamente las relaciones no resultan fáciles y aún se mantienen barreras como las
apuntadas por Muñoz Sabaté (1980) quien se refería al célebre caparazón
impermeable de los juristas y su notable dosis de suficiencia, pero también a la actitud
de la psicología científica que poco había hecho para iniciar el acercamiento. Sin
embargo, las cosas aunque lentamente están cambiado a mejor debido, al menos en
parte, al creciente interés público por todo lo vinculado al delito, la decidida vocación
aplicada de la psicología en general y más particularmente la psicología social y, por
último, a la aparente receptividad de los actores legales a la investigación psicológica.
Es posible que el derecho y la psicología, a fuerza de roce, se estén acostumbrando a
trabajar juntos.
Pero la psicología jurídica no crece en el vacío, sino que nace y se desarrolla a través de
su aproximación hacia una serie de ámbitos jurídicos que generan su interés entre
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En las anteriores definiciones, queda patente como elementos diferenciador, una de las
cuestiones más destacadas y analizados en la relación entre psicología y ley, y que hace
referencia al método. En este sentido Tapp (1980) hace una exposición de las principals
diferencias entre los dos campos:
- Los abogados trabajan en las bibliotecas, mientras que los psicólogos trabajan,
principalmente, en los laboratorios.
En este debate, también se ha dedicado atención al tema de los propósitos de cada una
de las disciplinas. Se afirma que la ley sirve primariamente para solucionar disputas y
mantener un sistema de orden y justicia en la sociedad. La ciencias sociales, por su parte,
se centran más en los valores de verdad y precisión de la metodología. Otra diferencia
es que las ciencias sociales están orientadas hacia el futuro, mientras que la ley se basa
en acuerdos establecido en el pasado (constituciones, estatutos) y en una investigación
del comportamiento previo de las partes.
Ellison y Buckout (1981) afirman que ley y psicología tienen un punto de vista común: a
ambas les preocupa la comprensión, la predicción y la regulación de la conducta
humana. Sin embargo, Garrido Martín (1994) advierte que dicha afirmación tiene una
validez relativa, que los términos en ella incluidos tienen significados distintos cuando
son utilizados desde cada una de las disciplinas. La psicología social y el derecho abordan
desde diferentes perspectivas la acción social humana en cuanto a su comprensión, su
predicción y su regulación.
Así pues, para la psicología lo importante es llegar a comprender las leyes del
comportamiento humano mientras que sólo tangencialmente puede interesar al
legislador el conocimiento nomotético de la conducta. No es que el legislador no
suponga las leyes del funcionamiento conductual humano, pero éste no es su cometido,
mientras que sí lo es del psicólogo. También resulta equívoca la expresión de predicción
de la conducta humana si se aplica a ambas disciplinas por igual. Así, las ciencias sociales,
buscan el descubrimiento de las leyes que les permitan controlar el comportamiento de
los seres que estudian y no existe control de verdad si se ignoran las leyes o los procesos.
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Entre los intentos de sintetizar las diferencias existentes entre psicología y derecho hay
que destacar la exposición de Haney (1980) que llega a enumerar hasta 8 formas en las
que ambas disciplinas difieren:
1. La psicología científica pone el énfasis en las visiones creativas; los psicólogos son
formados desde el inicio de su carrera para ser innovadores y hacer uso de
aproximaciones y soluciones novedosas. En contraste, el modelo del terreno legal es de
decisiones fijas; es decir, los juristas tienden a basar sus decisiones en casos
precedentes, evitando el uso de argumentos basados en razonamientos innovadores.
empíricos y en la probabilidad.
creada para resolver problemas del mundo real y se aplica a cuestiones de la vida real.
Mientras que los psicólogos están formados para observar y usar adecuadamente
métodos para definir procesos, los abogados están formados para intervenir. Los
abogados manipulan la apariencia externa, mientras que los psicólogos examinan el
trabajo interno de una situación.
Estas diferencias planteadas por Haney (1980) son establecidas desde un planteamiento
en el que psicología y derecho se sitúan en posturas extremas, sin embargo, dichas
diferencias deben ser consideradas con una cierta relatividad, existen diferentes grados
de divergencia en los aspectos apuntadas entre la psicología y el campo jurídico.
Por su parte, Lösel (1992) también realiza una completa exposición de las dificultades
que, desde un punto de vista tradicional, han tenido los encuentros entre la psicología
y el derecho:
- Las diferencias en cuanto a la terminología suponen una barrera para la relación. Así
tanto desde la psicología como desde el derecho se plantean críticas respecto al uso de
un lenguaje difícil de comprender. Aunque hay que señalar que el principal problema se
deriva de la dificultad para encontrar conceptos equivalentes de una disciplina en la
otra, aún cuando se entienda el significado de los conceptos en cuestión
contradicción.
- Aún cuando las afirmaciones psicológicas están bien apoyadas por la investigación
empírica, siempre llevan implícita una carga de probabilidad. En las decisiones de la
práctica legal, se concede gran importancia a la probabilidad o certeza de las
afirmaciones, siendo los juristas a veces poco sensibles al carácter probabilístico de sus
afirmaciones. En relación con esto, el autor advierte que una de las tareas de la
psicología jurídica debe dirigirse a conseguir que los juristas sean más conscientes de los
problemas básicos de la predicción y de la flexibilidad del comportamiento humano.
- Por lo general, los nuevos hallazgos necesitan de un largo período de tiempo para ser
introducidos en la práctica jurídica lo cual puede ser desesperante para los psicólogos.
Sin embargo, esto también tiene su lado positivo, ya que puede ser arriesgado introducir
a corto plazo, en el sistema legal hallazgos que no estén suficientemente consolidados.
- Por último, la investigación en el sistema legal tiene una importante vinculación con el
Estado, ante lo cual, algunos autores señalan que esto lleva a una aproximación carente
de crítica y que tienden a fomentar el control del estado. Además, se corre el riesgo de
que la investigación independiente del estado sea excluida de los tópicos de estudios
legales.
A pesar de lo anterior, Lösel (1992) advierte que por parte de ambas disciplinas se ha
producido un aumento de la sensibilidad ante estos y otros problemas así como una
actitud de con respectos a las posibilidades, peculiaridades e idiosincrasia propia de cada
disciplina y afirma que la tensión entre ambas no debe ser entendida como algo negativo
sino como un estimulo recíproco.
Para finalizar en lo que se refiere a las divergencias entre psicología y ley, también se
han comentado otros elementos que se refieren a las actitudes que cada una de las
partes han mantenido hacia la otra. En este sentido Muñoz Sabaté (1980) hace alusión
al célebre “caparazón impermeable” de los juristas alejados del método científico y de
las preocupaciones antropológicas y su notable dosis de suficiencia al creer que no
necesitan de una psicología “especial” a la utilizada por en ellos en su vida profesional.
Este autor también puntualiza que la responsabilidad del desconocimiento entre ambas
disciplinas reside en la psicología científica, sobre todo en su rama psicosociológica, que
poco ha hecho por iniciar un acercamiento.
Wrightsman (1991) señala cuatro dilemas sin resolver entre la psicología y el derecho:
que el objetivo de la ley sea garantizar los derechos individuales o el bienestar común
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de la sociedad; que el criterio frente a los delincuentes sea la igualdad ante la ley o la
variabilidad de la conducta individual; que la propuesta del procedimiento penal sea el
descubrimiento de la verdad o la resolución de los conflictos sociales; y que en la toma
de decisiones jurídicas sean mejores el uso de la lógica argumentativa o de la ciencia.
derecho arte de la consideración del carácter relativo que conllevan algunas de las
diferencias planteadas en el apartado anterior.
En esta línea, Carson (1988), analiza las siguientes divergencias formuladas por Aubert
(1963):
- Los científicos buscan predecir la conducta futura, mientras que los abogados
están interesados en la conducta pasada. La objeción que se plantea es que,
aunque parece una distinción clara, en algunos casos no lo es tanto. Así, los
abogados también tienen que intentar predecir la conducta judicial y la habilidad
para aportar hechos, entre otras cuestiones
- Otro de los aspectos divergentes es que los científicos buscan generalizar, cubrir
a tantas personas como sea posible a partir de una afirmación, mientras que los
abogados en las salas de justicia se centran de forma exclusiva en sus clientes y
en su individualidad más bien que en las características comunes. De nuevo,
aunque cierto en lo que se refiere a la práctica profesional de los juristas en las
salas de justicia, en determinados aspectos los abogados realizan
generalizaciones a partir de su práctica profesional.
- Otra de las diferencias planteadas por Aubert (1963) es que los científicos
perciben y trabajan con cuestiones de grado, tales como la probabilidad, el
desorden mental, el riesgo, etc., mientras que los abogados, en cambio,
dicotomizan. En este sentido, Carson (1988) señala que los abogados, en los
juzgados, deben intentar etiquetar a sus clients como poseedores o no de una
determinada categoría legal para obtener una conclusion particular y comparan
los hechos de sus clientes con categorías y conceptos preexistentes; pero fuera
de la sala de justicia, los abogados pueden reconocer la gran difusión y variedad
de categorías, así como de conceptos solapados existentes.
- Por otro lado, los científicos comprueban hipótesis a partir de criterios detallados
y examinados para establecer una relación de causalidad entre dos fenómenos,
mientras que los abogados tienen sus propias reglas de causación y no necesitan
probar sus conclusiones. Los científicos intentan hacer informes descriptivos
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Esto mismo es que lo hace la psicología, ambas disciplinas se basan en los empírico para
construir sus hipótesis.
Por su parte, Garrido (1994) considera que no es cierto que la única relación existente
entre psicología y derecho sea su objeto material común, la conducta. Su contacto es
más íntimo, las dos tienen la misma concepción de la naturaleza humana y de su
comportamiento. Aunque cada disciplina tenga su cometido, las dos comparten una
concepción unívoca de los procesos que gobiernan la conducta humana, siendo la
diferencia que la ley los supone o intuye y la psicología los coloca en su punto de análisis.
La ley positiva parte de una concepción de la naturaleza humana y de una previsión del
comportamiento humano y legisla en consecuencia. El verdadero fundamento de las
relaciones entre psicología y derecho reside en que muchas de las leyes positivas tienen
su razón de ser, su justificación teórica en los supuestos de cómo funcional la naturaleza
humana.
Análisis como los realizados anteriormente, ponen de manifiesto que las diferencias
establecidas entre la psicología y la ley no son tan rotundas como pudieran ser
entendidas en base a una primera lectura, siendo posible que un examen más detenido
ponga en evidencia que las líneas que marcan las diferencias entre ambos campos no
son tan definidas como se pudiera pensar. Todo lo anterior, parece apuntar hacia una
posible superación de las barreras que separan a ambas disciplinas, a favor de acentuar
los actuales y potenciales elementos en común que existen entre psicología y derecho.
sentido, hay que destacar los trabajos pioneros de Cattel (1985), Binet (1903) y Stern
(1903, 1910). Éste último iniciaría las primeras colaboraciones en la planificación de
estudios experimentales con estudiantes de derecho y publicó en Leipzig la revista La
contribución de la psicología del testimonio. En 1908 aparece la obra de Münsterbeg,
On witness stand: essays on psychology and crime. Münsterbeg, discípulo de Wundt,
emigró a Estados Unidos, donde llegó a ser considerado como uno de los fundadores
de la psicología jurídica. En dicha obra se planteaba la necesidad de una independencia
de la ciencia experimental que abordaría cuestiones prácticas en áreas como la
educación, la medicina, la economía y la ley. Como muestra de la utilidad de dicha
ciencia experimental, Münsterbeg (1908) dedicó este texto a revisar áreas específicas
en las que la psicología y el derecho entraban en contacto, tales como la memoria del
testimonio visual, la detección del engaño y la prevención del crimen.
La investigación durante las dos primeras décadas del siglo XX estará protagonizada
por los estudios experimentales sobre la testificación. Por otro lado, se producirán una
serie de acercamientos tanto por parte de la psicología como del derecho, donde están
presentes diferentes corrientes teóricas de la psicología. Entre los ejemplos más
destacados en esta línea, Freud (1906), en una conferencia dirigida a jueces en Austria,
plantea que la psicología podía realizar aportaciones muy prácticas al campo del
derecho, señalando su importancia en la interpretación de la actividad judicial.
Unos años después, Watson (1913) también comentará que juristas y psicólogos
tienen intereses en común. Por otro lado, prosigue el desarrollo de la psicología
criminal, sobre todo en el contexto americano. Muestra de esta última actividad, en
1909, Healy crea la primera clínica de psicología adscrita a un juzgado de menores en
Chicago, también aparecen diversas publicaciones sobre delincuencia juvenil y otros
trabajos relacionados con la psicología criminal. Se producen las primeras
colaboraciones de los psiquiatras con los psicólogos en los análisis psicolegales,
aumentando el uso de instrumentos psicométricos, como las escalas de Binet, Terman
y Thurstone en los informes psicológicos. Al mismo tiempo se inician los primeros
trabajos en centros correccionales de menores y en prisiones, donde el análisis se
dirige tanto a los encarcelados como a los profesionales responsables de la dirección
de las prisiones. En 1918, el estado de Nueva Jersey puso en funcionamiento el primer
sistema de clasificación de prisiones en Estados Unidos. También se empiezan a
realizar las primeras actuaciones en selección de policías, donde se utilizarán los tests
mentales de Terman (1917) y Thurstone (1922). En 1917, Mead publica La psicología
de la justicia penal y Bose Introducción a la psicología jurídica. Desde el terreno legal,
también algunos juristas argumentaron sobre la necesidad de sustituir la
jurisprudencia clásica, donde la ley eran entendida como una herramienta lógica que
podía ser aplicada racionalmente a los casos para aportar una solución correcta, por
una jurisprudencia realista, que defendiera que la ley se viera apoyada por otras
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de Chicago pone en marcha un proyecto de investigación sobre jurados, que dará lugar
a un gran número de publicaciones, siendo su fruto más exitoso el trabajo realizado
por el jurista Harry Kalven y el sociólogo Hans Zeisel, que daría lugar a la publicación en
1966 de la obra The American Jury, donde se exploraron las semejanzas y diferencias
de las decisiones tomadas por jueces y jurados en la evaluación de la evidencia y a la
hora de juzgar la culpabilidad del defendido, obra que marcaría la investigación futura
sobre jurados. En otra línea, continúan los trabajos en prisiones desarrollándose
modelos terapéuticos ocupando un lugar principal la modificación de conducta. En la
década de los setenta tanto la investigación como la práctica psicológica inician una
nueva área de trabajo en el sistema legal, las fuerzas de seguridad. Las reacciones de la
policía ante los disturbios y las demostraciones del uso de la fuerza durante los años
- En 1977, se publicó por primera vez la revista Law and Human Behavior.
Aunque todas las áreas de investigación están representadas entre los investigadores
españoles, hay algunas que destacan:
A modo de conclusión, podemos decir que el interés por lograr una compresión amplia
y bien fundada de los sujetos que llevan a cabo conductas desviadas, así como las
posibles respuestas que a éstas puede dar la sociedad, tiene en nuestra tradición
cultural un largo pasado. Sin embargo, el tiempo durante el cual ha habido un efectiva
Psicología Jurídica es muy corto.
Los intentos de conceptualizar la psicología jurídica como un todo (incluyendo las áreas
sociológicas y criminológicas) se han dirigido principalmente a establecer diferentes
formas de relación entre estos campos. En este sentido, las aportaciones de Muñoz
Sabaté (1980) merecen especial atención:
Parte de la idea de que casi todo el Derecho "está lleno de componentes psicológicos
que requiere a la Psicología para su puesta en funcionamiento". Relaciona más a la
Psicología Jurídica con la Filosofía y Sociología del Derecho que con la Psicología
Aplicada. La Psicología del Derecho es una psicología que se centra en el estudio teórico
del derecho. Su objeto de estudio son todos aquellos aspectos psicológicos que
inevitablemente existen en el Derecho. Aunque esta visión de la Psicología Jurídica ha
sido poco defendida por algunos autores ha comenzado a ser más considerada a partir
de la década pasada. Las razones han sido según Garzón (1989):
1. Las críticas realizadas a una Psicología centrada en analizar los parámetros más
conductuales que se encuentran en la Sala de Juicios.
Derecho como a los usuarios del sistema jurídico, así como la dimensión política de la
justicia y del poder judicial.
Otros factores que también han contribuido a este hecho son, según Jiménez Burillo
(1986), el creciente interés de la opinión pública por todo cuanto se relaciona con el
delito, unido a la vocación cada vez más decididamente aplicada de la Psicología Social
Psicología en el Derecho
Se estudian las normas jurídicas como estímulos verbales que tratan de promover o
evitar ciertas conductas por lo que la formulación y aplicación de tales normas requiere
la presencia de la Psicología para lograr un máximo de eficacia jurídica dada la cantidad
de variables ambientales y del sujeto que influyen en el cumplimiento de esas normas.
La Psicología es un campo al que los juristas pueden acudir en busca de asesoramiento.
Tal como indica Muñoz Sabaté (1975) si entendemos como norma las reglas destinadas
a producir efectos jurídicos, la Psicología Aplicada al Derecho consistiría en explicar
todos y cada uno de los términos psicológicos que utiliza la norma (por ejemplo, la
voluntad) e interpretarlos en el caso concreto. Esto es necesario porque los conceptos
psicológicos pueden ser ambivalentes dado que muchos de ellos se han tomado del
lenguaje común aunque posteriormente hayan sido matizados por la Psicología.
La Psicología actúa como auxiliar del Derecho cuando éste necesita información sobre
sus fines, estrategias o para interpretar hechos relativos a casos específicos. Es la
concepción que ha tenido mayor difusión. Se colabora con el Derecho en la explicación
de fenómenos tales como la personalidad del delincuente, los factores que influyen en
el testimonio o las características psicológicas de los juristas.
Para Muñoz Sabaté (1975) la Psicología Jurídica sólo se entiende en y para el Derecho y
aún en este caso sólo en lo que atañe a la interpretación del caso jurídico concreto en
tanto en cuanto la Psicología pueda aplicar sus técnicas y conocimientos a la prueba de
unos sucesos (Psicología probatoria). En definitiva, una parte de la Psicología que trata
de aplicar los métodos y los resultados de la Psicología experimental a la práctica del
Derecho (idea defendida por Garrido, 1982). La Psicología Jurídica debe atenerse a la
norma jurídica, sin valorar si es o no justa ni pretender argumentar sobre sus fines. Una
Psicología que pretenda aclarar los fines del Derecho no puede, dada su amplitud y
generalidad, encuadrarse en un ámbito específico como la Psicología Jurídica, sino que
forma parte de la Psicología General.
6. Peritajes psicológicos.
15. Programas de terapia y rehabilitación para las víctimas del delito, tratando
sobre todo de determinar si ha sufrido alteraciones psicológicas y su alcance
(ejemplo, personas que han sufrido un secuestro o torturas). En este
sentido Jiménez Burillo propone incluso llegar a diseñar programas de
prevención orientados a grupos de víctimas potenciales.
La psicología del ámbito civil, junto con la penal, suele denominarse también como
psicología forense. Implica la actuación del psicólogo en el foro o sala de justicia. En las
salas de lo civil su actuación se centra en los procesos de separación y divorcio, la
guarda y custodia de menores, la elaboración de informes sobre adopción, etc.
La psicología jurídica del menor está también prevista por la ley. En consecuencia, el
psicólogo debe desarrollar acciones relacionadas con la protección del niño; ello
incluye la elaboración de informes sobre menores delincuentes, así como el
asesoramiento a los fiscales respecto a las medidas más adecuadas, las intervenciones
apropiadas, la reinserción social del menor, la mejora en el clima de las instituciones
de menores, etc. Respecto a la tutela de menores, se trabaja con menores maltratados
o víctimas de abusos sexuales, con aquellos que su tutela ha sido retirada a sus padres,
etc.
La psicología policial es menos conocida, pero sin duda es un área de gran crecimiento
en la psicología jurídica. La función del psicólogo es ayudar a la organización policial
mediante la selección y formación policial, el análisis de la propia organización, pero su
acción también tiene repercusiones en la sociedad, como la intervención en
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La psicología militar posee una características muy concretas, pues si bien el psicólogo
puede ser llamado a las salas militares a declarar como perito, su aportación suele
requerirse para los procesos de selección y adecuación de personal militar, estudios
sobre la propia organización, etc.
No se trata de una revisión exhaustiva sino sólo se han mencionado las áreas de
aplicación de la psicología jurídica más significativas.
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1. Unidad 2: La Personalidad
Antisocial
Tema 2: Factores ligados a la Personalidad
Objetivo:
Introducción:
Los factores ligados a la personalidad desempeñan un papel fundamental en la
comprensión de la relación entre la psicología y el ámbito jurídico. A lo largo de este
tema, exploraremos tres subtemas relevantes que contribuyen a esta conexión: el
trastorno mental y el delito, el trastorno antisocial de la personalidad y las motivaciones
y tipos delictivos. Al analizar estos aspectos, podemos obtener una visión más profunda
de cómo la personalidad influye en el comportamiento delictivo y su impacto en el
sistema legal.
Los individuos con trastorno antisocial de la personalidad a menudo muestran una falta
de empatía, impulsividad y dificultades para controlar sus comportamientos agresivos.
Estas características pueden contribuir a la comisión de delitos, ya que estos individuos
tienden a minimizar o ignorar las consecuencias negativas de sus acciones. Además, el
trastorno antisocial de la personalidad se ha relacionado con un mayor riesgo de
reincidencia y una respuesta menos favorable a las intervenciones y tratamientos.
Además, los diferentes tipos de delitos también pueden estar relacionados con la
personalidad de los delincuentes. Por ejemplo, los delitos violentos pueden estar
asociados con personalidades agresivas o impulsivas, mientras que los delitos sexuales
pueden tener vínculos con desviaciones sexuales o trastornos de la conducta sexual.
Comprender estos vínculos puede ayudar a los profesionales del ámbito jurídico a
desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas.
Además, las motivaciones delictivas y los diferentes tipos de delitos también están
relacionados con la personalidad. Los individuos pueden verse impulsados a cometer
delitos debido a factores como la ganancia económica, la gratificación instantánea y la
falta de empatía. Diferentes tipos de delitos pueden estar asociados con características
específicas de personalidad, lo que destaca la importancia de una comprensión más
profunda de estos vínculos.
Una mayor comprensión de esta relación puede permitir una evaluación más precisa de
la culpabilidad, la capacidad de juicio y la necesidad de intervenciones específicas para
abordar las necesidades de salud mental de los delincuentes.
El derecho penal ecuatoriano establece que para que una persona sea considerada
culpable de un delito, debe tener capacidad de culpabilidad. En el caso de individuos con
trastornos mentales, se plantea la cuestión de si su capacidad de comprender la ilicitud
de sus actos o de actuar de acuerdo con esa comprensión está afectada.
ámbito del Derecho Penal ecuatoriano. El sistema legal reconoce que las personas con
trastornos mentales pueden presentar limitaciones en su capacidad de culpabilidad y,
por lo tanto, establece medidas específicas para abordar esta situación.
con el delito. Estos procesos deben llevarse a cabo de manera rigurosa y basarse en
principios científicos y éticos para garantizar la justicia y la protección de los derechos
de las personas involucradas.
Es importante destacar que estos son solo los criterios diagnósticos generales. El
diagnóstico de un trastorno de personalidad debe ser realizado por un profesional de la
salud mental capacitado, como un psicólogo o un psiquiatra, tras una evaluación
exhaustiva de la historia clínica y la observación del comportamiento del individuo.
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Es importante tener en cuenta que estas categorías pueden solaparse y que los delitos
pueden variar en su gravedad y circunstancias específicas. Además, la motivación
detrás de un delito puede ser compleja y multifactorial, a menudo influenciada por
diversos factores individuales, sociales y ambientales.
En el ámbito jurídico, comprender las motivaciones y los tipos delictivos puede ser
relevante para determinar la culpabilidad, establecer medidas de seguridad y
tratamiento, y tomar decision
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3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
1. Pregunta: ¿Cuáles son algunas de las motivaciones comunes que impulsan a las
personas a cometer delitos?
1. Unidad 2: La Personalidad
Antisocial
Tema 1: LA PERSONALIDAD VIOLENTA
Objetivo:
Introducción:
La teoría de la personalidad propuesta por Theodore Millon ha sido ampliamente
utilizada en el campo de la Psicología Jurídica y Forense para comprender los
trastornos de personalidad relacionados con la violencia. Según Millon (1996), existen
diferentes clasificaciones diagnósticas, como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM), que son fundamentales para identificar y categorizar a los
individuos con tendencias violentas. Estas clasificaciones proporcionan un marco
estructurado para la evaluación y diagnóstico de los trastornos de personalidad,
permitiendo así una comprensión más profunda de la personalidad violenta (Millon,
1996).
Finalmente, con el fin de ilustrar los conceptos teóricos y proporcionar una aplicación
práctica, se presentará un caso práctico de un individuo con personalidad violenta. Se
describirán los antecedentes del caso, los factores de riesgo y los elementos
diagnósticos relevantes, basados en las teorías y clasificaciones abordadas
anteriormente. A continuación, se propondrá una resolución integral que incluya
estrategias de evaluación, intervención y tratamiento acordes con las mejores
prácticas en Psicología Jurídica, Criminología y Psicología Forense.
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2. La Personalidad violenta
2.1 Subtema 1: Teoría de Millon y clasificaciones
diagnósticas
La teoría propuesta por Theodore Millon es ampliamente reconocida en el campo de la
Psicología Jurídica y Forense como un marco teórico importante para comprender los
trastornos de personalidad y su relación con la violencia. Millon sostiene que los
trastornos de personalidad violentos son el resultado de interacciones complejas entre
factores biológicos, psicológicos y socioculturales.
Además del DSM, existen otros manuales diagnósticos que también son referentes en
el campo de la Psicología Jurídica y Criminología. Por ejemplo, la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
proporciona una perspectiva complementaria para la evaluación y diagnóstico de
trastornos mentales, incluidos aquellos relacionados con la personalidad violenta.
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Por otro lado, Hare ha desarrollado la Escala de Psicopatía de Hare (PCL-R), una
herramienta de evaluación ampliamente utilizada para identificar y medir la psicopatía
en individuos. La PCL-R se basa en una serie de características y comportamientos
asociados con la psicopatía, como la falta de empatía, la manipulación y la propensión a
la conducta antisocial. Esta escala ha sido fundamental para la identificación y
clasificación de individuos con psicopatía en el contexto forense (Hare, 1991).
Los agresores en serie se definen como individuos que cometen tres o más homicidios
separados en el tiempo, generalmente con una motivación psicológica específica. La
clasificación de estos agresores se basa en diferentes características, como el tipo de
víctimas, la forma de ataque y los patrones de conducta (Douglas, Burgess, Burgess, &
Ressler, 1992). Algunas categorías comunes incluyen agresores en serie organizados,
desorganizados, motivados por el poder, por la venganza o por la gratificación sexual.
B. Modus operandi y firma: Cada agresor en serie tiene un modus operandi (patrón de
comportamiento) y una firma (elementos distintivos no necesarios para el éxito del
delito). Estos elementos permiten a los investigadores establecer conexiones entre los
casos y ayudar a identificar al perpetrador (Douglas et al., 1992).
cada nuevo crimen, a medida que el agresor busca satisfacer sus necesidades
psicológicas y emocionales a través de la violencia (Hazelwood, Warren, & Reboussin,
1992).
Conclusiones:
Antecedentes:
El modus operandi del agresor en serie implica acercarse a las víctimas en lugares
públicos, generalmente por la noche, utilizando técnicas de seducción y manipulación
para ganarse su confianza. Luego las lleva a lugares aislados donde las agrede
físicamente, seguido de un asesinato brutal. Las víctimas son mujeres jóvenes, de
edades comprendidas entre los 25 y 35 años, y comparten características físicas
similares.
Investigación y perfilación:
El perfil del agresor indica que probablemente sea un individuo con rasgos psicopáticos
y trastornos de la personalidad. Se destaca su capacidad de manipulación, su falta de
empatía y su tendencia a buscar poder y control sobre las víctimas. Además, el análisis
forense señala una planificación cuidadosa de los ataques y la existencia de una firma
específica en la forma en que se cometen los asesinatos.
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Resolución:
El equipo descubre que John Doe exhibe rasgos consistentes con la psicopatía, como la
falta de empatía, la manipulación y la tendencia a buscar gratificación inmediata sin
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3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
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1. Unidad 2: La Personalidad
Antisocial
Tema 2: Factores ligados a la Personalidad
Objetivo:
Introducción:
Los factores ligados a la personalidad desempeñan un papel fundamental en la
comprensión de la relación entre la psicología y el ámbito jurídico. A lo largo de este
tema, exploraremos tres subtemas relevantes que contribuyen a esta conexión: el
trastorno mental y el delito, el trastorno antisocial de la personalidad y las motivaciones
y tipos delictivos. Al analizar estos aspectos, podemos obtener una visión más profunda
de cómo la personalidad influye en el comportamiento delictivo y su impacto en el
sistema legal.
Los individuos con trastorno antisocial de la personalidad a menudo muestran una falta
de empatía, impulsividad y dificultades para controlar sus comportamientos agresivos.
Estas características pueden contribuir a la comisión de delitos, ya que estos individuos
tienden a minimizar o ignorar las consecuencias negativas de sus acciones. Además, el
trastorno antisocial de la personalidad se ha relacionado con un mayor riesgo de
reincidencia y una respuesta menos favorable a las intervenciones y tratamientos.
Además, los diferentes tipos de delitos también pueden estar relacionados con la
personalidad de los delincuentes. Por ejemplo, los delitos violentos pueden estar
asociados con personalidades agresivas o impulsivas, mientras que los delitos sexuales
pueden tener vínculos con desviaciones sexuales o trastornos de la conducta sexual.
Comprender estos vínculos puede ayudar a los profesionales del ámbito jurídico a
desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas.
Además, las motivaciones delictivas y los diferentes tipos de delitos también están
relacionados con la personalidad. Los individuos pueden verse impulsados a cometer
delitos debido a factores como la ganancia económica, la gratificación instantánea y la
falta de empatía. Diferentes tipos de delitos pueden estar asociados con características
específicas de personalidad, lo que destaca la importancia de una comprensión más
profunda de estos vínculos.
Una mayor comprensión de esta relación puede permitir una evaluación más precisa de
la culpabilidad, la capacidad de juicio y la necesidad de intervenciones específicas para
abordar las necesidades de salud mental de los delincuentes.
El derecho penal ecuatoriano establece que para que una persona sea considerada
culpable de un delito, debe tener capacidad de culpabilidad. En el caso de individuos con
trastornos mentales, se plantea la cuestión de si su capacidad de comprender la ilicitud
de sus actos o de actuar de acuerdo con esa comprensión está afectada.
ámbito del Derecho Penal ecuatoriano. El sistema legal reconoce que las personas con
trastornos mentales pueden presentar limitaciones en su capacidad de culpabilidad y,
por lo tanto, establece medidas específicas para abordar esta situación.
con el delito. Estos procesos deben llevarse a cabo de manera rigurosa y basarse en
principios científicos y éticos para garantizar la justicia y la protección de los derechos
de las personas involucradas.
Es importante destacar que estos son solo los criterios diagnósticos generales. El
diagnóstico de un trastorno de personalidad debe ser realizado por un profesional de la
salud mental capacitado, como un psicólogo o un psiquiatra, tras una evaluación
exhaustiva de la historia clínica y la observación del comportamiento del individuo.
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Es importante tener en cuenta que estas categorías pueden solaparse y que los delitos
pueden variar en su gravedad y circunstancias específicas. Además, la motivación
detrás de un delito puede ser compleja y multifactorial, a menudo influenciada por
diversos factores individuales, sociales y ambientales.
En el ámbito jurídico, comprender las motivaciones y los tipos delictivos puede ser
relevante para determinar la culpabilidad, establecer medidas de seguridad y
tratamiento, y tomar decision
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3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
1. Pregunta: ¿Cuáles son algunas de las motivaciones comunes que impulsan a las
personas a cometer delitos?
Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Tema 1
GÉNESIS Y APROXIMACIONES HISTÓRICO CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
La investigación judicial y criminalista es definida como una
disciplina autónoma que tiene como propósito auxiliar a la
justicia mediante el análisis y la aplicación de técnicas,
métodos y procedimientos sustentados por diversas
ciencias, que le permiten obtener información y
procesarla a fin de identificar el “modus operendi” y el
autor de un delito (García, 2015).
Subtema 1:
Antecedentes de la psicología aplicada al ámbito jurídico y del derecho
La psicología es proactiva, es
La ley es prescriptiva, dice a libre de decidir qué áreas
las personas cómo deben quiere investigar y cómo
dirigirá la investigación. Los
comportarse; en juristas son reactivos, sólo
contraposición la psicología pueden atender a los casos y
es descriptiva. demandas planteados por sus
clientes.
Wrightsman (1991) señala cuatro dilemas sin resolver entre la psicología y el derecho:
que el objetivo de la ley sea garantizar los derechos individuales o el bienestar común
de la sociedad; que el criterio frente a los delincuentes sea la igualdad ante la ley o la
variabilidad de la conducta individual; que la propuesta del procedimiento penal sea
el descubrimiento de la verdad o la resolución de los conflictos sociales; y que en la
toma de decisiones jurídicas sean mejores el uso de la lógica argumentativa o de la
ciencia.
Subtema 2: Perspectivas científicas en el estudio de la criminalidad
https://www.youtube.com/watch?v=mQTW3bscq1o
Watson (1913) también comentará que juristas y psicólogos tienen
intereses en común. Por otro lado, prosigue el desarrollo de la psicología
criminal, sobre todo en el contexto americano. Muestra de esta última
actividad, en 1909, Healy crea la primera clínica de psicología adscrita a un
juzgado de menores en Chicago, también aparecen diversas publicaciones
sobre delincuencia juvenil y otros trabajos relacionados con la psicología
criminal.
Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Tema 1
GÉNESIS Y APROXIMACIONES HISTÓRICO CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Psicología del Derecho
o las
características
psicológicas
de los juristas
los factores
que influyen
en el
testimonio
Se colabora con el
Derecho en la
explicación de
fenómenos tales
como la personalidad
del delincuente
Subtema 4: Aportes de las áreas de la psicología al estudio de la criminalidad
Los ámbitos de trabajo de la Psicología Jurídica y sus aportes en el studio de la criminalidad son
los siguientes:
1.La Psicología
del
testimonio. Se tratan los
1.Investigacionessobre el
procesos psicológicos
"detector de mentiras"
involucrados en el
(poligrafía).
testimonio (errores de
memoria y de percepción).
1.Estudio psicológico de la
1.Psicología de los jueces
conducta desviada
(tipología, aptitudes,
(psicopatología, psicología
psicopedagogía) y el proceso
criminal, psicología del
de elaboración de la
conflicto, los motivos del
sentencia.
delincuente).
Peritajes
1.
1.Psicología de las relaciones
jurídicas en términos de conducta Reacciones frente al Derecho y la
Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Tema 2
TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LA AGRESIÓN HUMANA
Teoría Tridimensional de Personalidad de Cloninger
Diversos estudios consideran que son las lesiones a nivel prefrontal las causantes de la reducción
de capacidad de razonar y pensar del individuo lo que a su vez conllevaría a un fracaso académico
y los consiguientes problemas económicos predisponiendo al sujeto a llevar una vida violenta y
criminal
https://www.youtube.com/watch?v=J1CjXZdsUYg
La criminología clínica sostiene
que la conducta del hombre se ve
influenciada, y puede tornarse criminal,
por el entorno físico y social
https://www.youtube.com/watch?v=NonmtXeEQRg
Psicología Jurídica Psicología Forense
La Psicología Jurídica incluye todas las otras ramas en este
campo de investigación. Es el estudio, el asesoramiento y la Se centra en la aplicación de la ciencia psicológica en la
intervención sobre el comportamiento humano que se resolución de problemas legales. Esto incluye desde la
desarrolla en un ambiente regulado por normas legales. Se valoración y tratamiento de los detenidos y los implicados
basa en la idea de entender cómo las leyes afectan al en delitos hasta la asesoría a los abogados y tribunales.
comportamiento humano y al mismo tiempo, cómo el
comportamiento humano afecta a la ley.
Esta disciplina utiliza la investigación y los principios de la Se centra en el estudio de la intervención de los
Psicología para ayudar a abogados, profesionales de la profesionales de la psicología en el proceso legal.
salud mental y otros profesionales del derecho a
entender mejor los conceptos legales y los factores
psicológicos involucrados en los casos
Diferencias A) La psicología jurídica A) La psicología forense esta
esta relacionada con la relacionada con la
psicología (colectiva) psicología (individual9
B) Los objetivos de la B) Dentro de la psicología
psicología jurídica se forense los componentes
encuentra dentro de psicológicos de la practica
una fundamentación judicial son:
psicológica y social del - Psicología Criminal
derecho: - Piscología de la
- Origen del derecho Testificación
- Sentimiento Jurídico Psicología de profesionales de
- Evolución de las leyes la ley
C) La Psicología jurídica y la C) Practica Profesional
psicología forense tienen D) El Psicólogo forense realiza
relaciones con el derecho peritajes psicológicos
en el ámbito: E) La psicología forense deriva
- Filosofía del Derecho de “FORO” o lugar donde se
D) El psicólogo jurídico no administra justicia
realiza peritajes psicológicos F) La psicología forense los
E) La Psicología Jurídica ámbitos del labor del
envuelve todas las formas psicológico son: Juzgados.
de Psicología
Psicología Jurídica, criminalista
y forense
Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Tema 2
TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LA AGRESIÓN HUMANA
La teoría de la imitación
- Defectos de la personalidad
- Déficit del proceso de socialización.
- Bancarrota en la justicia penal.
Teoría de la anomia.
Socialización de los
Familias
hijos y sus
disfuncionales o
desestructurados diferentes prácticas
en la crianza
Vínculos
emocionales Malos negligencia
entre padres e familias tratos y
hijos
El apego es un elemento que define la vida
delictiva y la protección entre padre e hijo. Los
individuos con vinculación débil con sus
progenitores tienen mayor probabilidad de
delinquir. Se demostró que el 60% de los
individuos delincuentes provenían de familias
desestructuradas mientras que la cifra del 34% de
familias desestructuradas de no delincuentes.
Psicología Jurídica, criminalista
y forense
Unidad 2
LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL
Tema 1
LA PERSONALIDAD VIOLENTA
Teoría de Millon
Metas Motivacionales
1 A- Expansión Placer Optimistas en cuanto al futuro. Les resulta fácil pasarlo bien y aceptan
los altibajos de la existencia
1B- Preservación Dolor Concentración de los problemas de las vida, agravándolos. Consideran
su pasado desafortunada y piensan que ira a peor
2 A- Modificación Actividad El futuro depende de ellos, por lo que intentan cambiar su entorno
para conseguir sus deseos.
2 B – Adecuación Pasividad No intentan dirigir sus vidas. Se acomodan a las circunstancias creadas
por otros. No tienen iniciativa.
3 A- Individualidad Hacia uno mismo Orientados a sus propias necesidades sin preocuparse de los demás.
Independientes y egocéntricos
3 B- Protección Hacia los demás Motivados a satisfacer primero a los demás
Modos Cognitivos
4 A- Extraversión Externa Recurren a los demás para buscar estimulación, mantener alta su
autoestima y para que les conforten.
4 B- Introversión Interna Utilizan sus propios pensamientos y sentimientos como recurso. Su
fuente de inspiración son ellos mismos.
5 A- Sensación Tangible Derivan sus conocimientos de los concreto. Confían en la experiencia
directa y en lo observable
5 B- Intuición Intangible Prefieren lo simbólico y desconocido.
Buscan lo abstracto y lo objetivos
6 A- Pensamiento Intelecto Procesan los conocimientos por medio de la lógica y lo analítico.
Decisiones basadas en juicios objetivos
6 B- Sentimiento Afecto Forman sus juicios respectos a sus propias reacciones por sus valores
personales
7 A – Sistematización Asimilación Organizados. Transforman información nueva adecuándolas a lo
conocido. Perfeccionistas y eficientes.
7 B - Innovación Imaginación Creativos, asumen riesgos. Disconformes con lo predecible. Buscan
consecuencias imprevistas
Comportamiento
Interpersonales
8 A – Retraimiento Distanciamiento Falta de emotividad e indiferencia social. Silenciosos, pasivos y
físico/emocional renuentes a participar
8 B – Sociabilidad Gregarismo Buscan estimulación y atención.
Simpáticos y brillantes y también exigentes y manipuladores.
9 A – Indecisión Inseguridad Tímidos y nerviosos en situaciones sociales. Desean ser aceptadas,
pero temen el rechazo. Sensibles y emotivos. Propensos a aislarse.
9 B – Decisión Seguridad Creen ser talentosos y competentes. Ambiciosos, egocéntricos y
seguros de si mismos.
10 A – Discrepancia Desacato Actúan de modo independiente y no conformista. No acatan normas
tradicionales
10 B – Conformismo Obediencia Honrados, con autodominio. Respetan la autoridad. Cooperativos. No
espontáneos.
11 A – Sumisión Sumisión Habituados al sufrimiento. Sumisos ante los demás
Unidad 2
LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL
Tema 1
LA PERSONALIDAD VIOLENTA
El asesino en serie(AS) se define por la existencia de tres o mas asesinatos en
lugares y periodos temporales diferentes, con lapsos de tiempo de enfriamiento
entre cada homicidio, el cual puede ser días, semanas, meses o años
https://www.youtube.com/watch?v=Eq8smcGbZSI
Se ha reportado que cerca de un cuarto de
todos los hombres y aproximadamente una
media de esa cifra representa a las mujeres que
cometen actos de agresividad física después de
los 18 años.
Resumen
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de un femicidio es muy especial. Debe
identificarse si el lugar de los hechos es: el domicilio común de la pareja; domicilio de solo de
uno de ellos (de la víctima o su agresor), o, inclusive, un lugar distinto. Todo esto, relacionando
el o los instrumentos que fueron utilizados para causarle la muerte a la mujer. La inspección
ocular que se realice en este tipo de escenas, además de ser técnica, debe ser efectuada con una
perspectiva de género para que, en la apreciación de los indicios, se resalten cuestiones que, si
bien suelen encontrarse en otro tipo de hechos de sangre, son únicas en crímenes en contra
de mujeres. En consecuencia, se torna indispensable la formulación de líneas de investigación
transversales que orienten a verificar la existencia o no de factores criminógenos del delito de
femicidio, así como el acertado procedimiento para evitar la revictimización post mortem.
Palabras clave
miscelánea
Escena del crimen, femicidio, feminicidio, violencia sexual.
Abstract
The study and treatment of the crime scene of a femicide, is very special. It must be identified
whether the crime scene is the common domicile of the couple or the residence of only
one of them (victim or aggressor), or even a different place. This must then be related
to the instrument or instruments that were used to cause the woman’s death. The ocular
inspection that is carried out at this type of scene, in addition to being technical, must be
carried out with a gender perspective. This ensures that in the evaluation of the evidence,
issues stand out that, while they may also be found at other types of scenes of violence, are
unique to crimes against women. In consequence, it is essential to formulate cross-sectional
lines of investigation that could guide the verification of potential criminogenic factors of
femicide, as well as the correct procedure to avoid revictimization post-mortem.
Keywords
Crime scene, femicide, feminicide, sexual violence.
1. Introducción
En el año 2014, el Informe de Implementación de las Recomendaciones de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como
Convención de Belém do Pará de 1994, evidenció la alarmante situación de las mujeres en el Ecuador,
donde: 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género; 1 de cada 4 ha vivido
Doctora en Jurisprudencia, Magíster en Derecho Penal y Criminología y PhD en Educación, Profesora de la Universidad San
1
violencia sexual (aunque la forma más recurrente de violencia de género, es la violencia psicológica con
el 53,9%), e independientemente de su autoidentificación étnica, ha vivido algún tipo de violencia
de género, presentándose un mayor porcentaje en las mujeres indígenas y afroecuatorianas. Del total
de mujeres que han vivido violencia física, el 87,3% lo ha hecho en sus relaciones de pareja. Desde
la perspectiva demográfica, la violencia de género sobrepasa el 50% en cada una de las provincias del
país y en todos los niveles de instrucción. Sin embargo, la violencia de género rebasa el 50%; en las
mujeres que tienen menor nivel de instrucción, hasta llegar a un 70% (OEA, 2014).
En este panorama, el Código Orgánico Integral Penal (COIP), vigente desde el
2014 busca minimizar la vulnerabilidad de las mujeres al tipificar las principales conductas
violentas relacionadas con la discriminación por género, como la prostitución forzada (Art.
101), e incluyéndola también dentro de la categoría de delitos de lesa humanidad (Art. 89);
violencia sexual en conflictos armados denominado como: “Atentado a la integridad sexual y
reproductiva de persona protegida” (Art. 116); violencia contra la mujer o miembros del núcleo
familiar, que abarca el maltrato físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la
familia, considerando como miembros a la o al cónyuge, a la pareja en unión de hecho o unión
libre, conviviente, entre otros (Art. 155); abuso sexual en el que se considera como agravante
que la víctima sea menor de 14 años o con discapacidad, entre otros (Art. 170); violencia sexual
que incluye la violencia sexual oral y con objetos (que ya se encontraba tipificado en el anterior
Código Penal, en su Art. 171); violación con una pena máxima prevista (22 años) si el agresor
es profesional de la educación, (Art. 171 numeral 4); y, en especial, se incorporó el femicidio en
los siguientes términos:
Que van más allá de los homicidios de mujeres por razones de género cometidos por las
parejas, exparejas o personas conocidas por la víctima, […] también permite considerar
como feminicidio aquellos homicidios de mujeres cometidos por personas desconocidas
con características muy particulares que permiten verificar la existencia de condiciones de
violencia estructural y discriminación por razones de género (INSYDE, 2017, p. 17).
94 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género
Por lo expuesto, en esta investigación haremos uso predominante de la palabra femicidio, ya que
así se encuentra tipificado en el COIP. No obstante, en aquellos casos que se utilice feminicidio,
se entenderá que su empleo es de manera sinónima.
Los factores que hacen diferente el delito de feminicidio con el de homicidio de un hombre e
incluso del homicidio común de una mujer, destaca por ejemplo que la motivación de la conducta
homicida comporta no solo la lesión al bien jurídico de la vida sino también una violación a la
dignidad, a la libertad y a la igualdad de la mujer. La causa de la muerte en el feminicidio asume
el sentido de un acto de control y de sometimiento de contenido esencialmente discriminatorio,
esto significa que el acto feminicida reúne alguno o algunos patrones culturales arraigados en
ideas misóginas de superioridad del hombre, de discriminación contra la mujer y de desprecio
contra ella y su vida (García y Franco, 2018, p. 30)
miscelánea
Russell, en el 2001, define al femicidio como “el asesinato de mujeres por hombres por ser
mujeres” (Russell, 2006, p. 76), e incluso va más allá indicando que el femicidio se aplica a todas
las formas de asesinato sexista, es decir, “los asesinatos realizados por varones motivados por un
sentido de tener derecho a ello o superioridad sobre las mujeres, por placer o deseos sádicos
hacia ellas, o por la suposición de propiedad sobre las mujeres” (Russell, 2006, pp. 77 - 78)
Podemos caracterizar al femicidio siguiendo la conceptualización realizada por Nuñovero
Cisneros, quien se refiere al feminicidio íntimo o de pareja, a aquellos supuestos relacionados
con la violencia íntima o de pareja, distinguiéndolo así de los homicidios de mujeres de tipo
comunitario o ecológico, que podrían estar relacionados con delitos como la trata de personas, las
violaciones sexuales o a la criminalidad organizada (Nuñovero, 2017, p. 257).
En la legislación penal ecuatoriana no se prescribe de manera particular la definición
de femicidio íntimo o de pareja, la regulación solamente se presenta al enlistar los agravantes del
femicidio en forma general en el artículo 142, eiusdem; 1) haber pretendido establecer o restablecer
una relación de pareja o de intimidad con la víctima; 2) exista o haya existido entre el sujeto
activo y la víctima relaciones familiares, conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad,
compañerismo, laborales, escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o
superioridad; 3) si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la
víctima y, 4) el cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público.
El femicidio íntimo o de pareja, en la medida de que se trata de un homicidio cometido
por la pareja masculina – por ejemplo, el cónyuge, pareja o ex conviviente – con la intención
de causar la muerte de la mujer, demuestra que dicho dolo puede provenir acompañado de una
motivación discriminadora que sirve para demostrar por una parte, el control o dominio sobre
la pareja, y de otra, la posición de sumisión que ha tenido la víctima durante el tiempo que
estuvieron o que han estado en pareja.
Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 17
Gladis Proaño Reyes
Básicamente se refiere a toda aquella área, espacio físico o lugar donde se ha producido un hecho
presuntamente delictivo que va a requerir de la intervención policial y la realización de labores
técnico-científicas para su investigación. También incluiría otras áreas o espacios adyacentes,
como: vías de acceso y salida, zonas adyacentes, vehículos, medios de transporte utilizados para
la llegada o la huida del o los autores, entre otros (INACIPE, AICEF, 2012, p. 16).
La criminalística hace una clara diferencia entre escena del crimen o lugar de los hechos, lugar
de enlace y lugar del hallazgo. El concepto de escena del crimen corresponde al sitio en donde
tuvo lugar el hecho delictivo, es decir, en donde se encuentra el cuerpo de la víctima. El lugar
del enlace, se encuentra relacionado con los medios utilizados para la transportación del cadáver,
como por ejemplo, vehículos automotores, entre otros. El lugar del hallazgo, corresponde al
sitio en donde se encontró el cuerpo y que no necesariamente corresponde al lugar de los hechos
(OACNUDH, 2012, p. 30).
En cuanto al origen de este término, la doctrina consultada destaca que “fue acuñado
por las ciencias criminalísticas en el siglo XIX, teniendo como premisa la presencia física del
juez, quien realizaba la inspección ocular del sitio en el cual posiblemente se había cometido un
delito” (Buitriago y Téllez, 2014, p. 69).
El COIP del Ecuador no define qué se entiende por escena del crimen, no obstante,
en el artículo 458 se refiere a ella como “escena del hecho” cuya preservación estará a cargo,
en un primer momento, de la o el servidor público, así como los particulares que por razón
de su trabajo o función, intervengan o tomen contacto con ella. Posteriormente, se buscará
contar con la presencia del personal especializado, cuyo peritaje será ordenado por la fiscalía, en
cumplimiento de las funciones consagradas en el numeral 12 del artículo 443 del mismo cuerpo
normativo, el cual textualmente reza:
La Fiscalía ejerce las siguientes atribuciones: […] 12. Ordenar el peritaje integral de todos
los indicios que hayan sido levantados en la escena del hecho, garantizando la preservación y
correcto manejo de las evidencias (COIP, 2014, Art. 443, numera 12.)
96 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género
El Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses del Ecuador, que forma parte del sistema
especializado integral de investigación de medicina legal y ciencias forenses, es el órgano que
a través de la Unidad de Inspección Ocultar Técnica, realiza el tratamiento técnico con miras
a la búsqueda, explotación y toma de indicios en el lugar en donde ocurrió el hecho delictivo.
El tratamiento profesional y especializado de la escena del crimen permitirá, por un
lado, el reconocimiento de la llamada “escenificación de la escena del delito” que se refiere al
despliegue de diferentes conductas con la finalidad de ocultar los verdaderos hechos, encubrir
al autor o autores, así como crear coartadas para salir adelante en el proceso (Buitriago y
Téllez, 2014), y, por otro lado, evitar la contaminación o alteración del lugar del delito. Ambas
situaciones entrañan la posibilidad de que se materialice la impunidad.
En líneas generales, las diligencias forenses que se desplieguen en la escena del crimen
de manera inmediata, garantizan al menos el cincuenta por ciento del resultado, lo cual se debe
a que pueden encontrarse indicios intactos asociativos al hecho, que posterior a una pericia, se
constituirán en elementos de convicción y al final, servirán de prueba de la trilogía del crimen.
miscelánea
ser objeto de escenificación por parte del autor del delito o modificada por los familiares que
asistan al lugar.
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de femicidio es único y debe analizarse
teniendo en cuenta el lugar donde se cometió el delito (hogar común o vivienda de víctima o
agresor, vía pública, hotel, lugar de trabajo) y el o los instrumentos utilizados para causar la
muerte de la mujer.
El agente investigador del caso debe formular líneas de investigación transversales que
orienten a formular hipótesis que se sustenten en situaciones de poder o superioridad con la
víctima, recurriendo o a elaborar un diagrama de vínculos. Esto, a fin de establecer las relaciones
entre víctima y sospechoso, con la representación gráfica de los eventos antes, durante y después
del cometimiento del hecho y las relaciones entre la víctima y el victimario (para establecer
si se trata de un femicidio íntimo, no íntimo, familiar o por conexión), línea de tiempo (con
un análisis cronológico de la relación entre víctima y victimario y/o familiares antes, durante
y después del hecho), así como establecer la ruta técnica para determinar la proximidad del
sospechoso con el lugar y el análisis telefónico en donde pueden encontrarse indicios que deben
ser procesados con el uso de técnicas especiales de investigación (en las que debe prevalecer el
razonamiento abstracto por parte del policía investigador).
El análisis pormenorizado de la escena del crimen en casos de femicidio trasciende
del solo lugar de hallazgo del cuerpo de la víctima, toda vez que este tipo de crimen requiere de
la determinación de intención lesiva del perpetrador. En otras palabras, que efectivamente, la
muerte sea el acto final de la violencia de género. Así, se ha dicho que,
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Gladis Proaño Reyes
se deberá señalar si prevalecen los usos y costumbres que legitiman la discriminación y violencia
contra las mujeres (concepto de la criminalística aplicado con visión de género). También los
feminicidios pueden ocurrir como parte de fenómenos delincuenciales relacionados con la
explotación sexual, la trata de personas, el narcomenudeo, el pandillerismo y la delincuencia
organizada, entre otros. Es por esto importante especificar el espacio físico y las circunstancias
que rodean el hecho considerando que se trata de una mujer. Es decir, si el hecho tuvo lugar
en una casa habitación, este puede estar relacionado con violencia familiar, aunque debemos
considerar que este tipo de violencia también puede generarse en otros espacios físicos. Por otra
parte, si el delito ocurrió en lugares públicos, como bares, prostíbulos y hoteles, entre otros, es
posible relacionarlo con el comercio o la explotación sexual de mujeres. De tal manera que,
partiendo de esta gama de posibilidades, el personal policial deberá, desde una visión de género,
ampliar sus líneas de investigación (concepto de la criminalística aplicado con visión de género)
(OACNUDH, 2012, p. 31).
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
El dato de la hora de ocurrencia del crimen resulta relevante a efectos de la determinación del
lugar, el cual será tomado en cuenta como escena del crimen. Así,
El 56% (27) de las muertes violentas ocurrieron durante la noche y la madrugada, lo cual estaría
indicando que mayoritariamente existió un proceso de planificación de los actos, al buscar la
soledad de la noche o madrugada, cuando la víctima está sola o en compañía de niñas o niños,
para ocasionar su muerte; conociendo el entorno y principalmente considerando un menor riesgo
de ser capturado al momento de la comisión de los hechos. La hora de la muerte se potencia con la
escasa vigilancia y el poco apoyo con el que cuentan las víctimas y la inoperancia de los mecanismos
de alerta y de protección. Por ejemplo, en 4 casos las víctimas poseían una boleta de auxilio, y el
femicidio se produjo en horas de la noche y madrugada (Fernández, 2017, p. 60).
Quizás, el dato de mayor interés para el presente artículo, respecto a la escena del crimen de
femicidio, es la información que corresponde al lugar donde las víctimas fueron encontradas:
27 de ellas en su propia vivienda y 21 en lugares despoblados como quebradas, terrenos baldíos
miscelánea
y edificaciones abandonadas. Como se evidencia, la escena del crimen, en la mayoría de los
casos de femicidios corresponden al lugar donde residía o vivía la pareja, lo cual amerita un
tratamiento cuidadoso para evitar la contaminación de los indicios.
El volumen II de la obra “La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador”, publicado
en octubre del año 2018, contiene el análisis de las “Sentencias Judiciales Relativas a Muertes
Violentas de Mujeres” ocurridas en el año 2016. Se confirma que 22 casos de femicidio se
cometieron en una casa; de los cuales, 11 se dieron en el domicilio de la víctima y agresor, 1 en
un hotel, 2 en un ámbito laboral, 6 en la vía pública, 3 en pozos y fosas y 13 en terrenos, ríos y
lugares desolados.
Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 99
Gladis Proaño Reyes
verificar cada una de las prendas de vestir que posea en su casa para constatar desgarros anteriores
que puedan evidenciar violencia simbólica. La localización de documentos de títulos de propiedad,
bienes muebles e inmuebles, tarjetas de crédito, libretas de ahorros, deudas pendientes, facturas. Todo
esto permitirá aseverar o no la existencia de violencia económica y patrimonial. Colillas de cigarrillos;
jeringuillas; recetas médicas anteriores (con prescripción de medicamentos para tratamiento de
infecciones ginecológicas, enfermedades de trasmisión sexual, golpes, insomnio, dolores de cabeza,
resfriados, tabletas anticonceptivas, pruebas de embarazo); documentos relacionados a denuncias de
violencia, juicios de paternidad, demanda de alimentos, pago de consultas sicológicas o psiquiátricas;
botellas de licor llenas y vacías; etc., que orienten a la presencia de factores criminógenos precipitantes.
Las notas o mensajes que deja el autor de femicidio, que luego de cometer el delito intenta suicidarse o
se suicida en la escena del crimen, son indicios trascendentes que van a orientar si es que efectivamente
se configuran parámetros consecuentes a un femicidio.
La obtención de fotografías ante mortem será de utilidad para un estudio de las prendas de
vestir y de calzado que utilizaba la víctima y que pueden dar pautas sobre su personalidad y su forma
de vida. En el caso de que la víctima se haya encontrado desaparecida es necesario conocer el detalle
de las prendas de vestir con las que se presume desapareció y, acto seguido, hacer un inventario de
las ropas encontradas en su vivienda, para luego analizar fotografías en las que podrían aparecer las
mismas prendas de vestir. Otro detalle para estos casos es conocer la última comida que se sirvió la
víctima para comparar con el contenido gástrico en el momento de la autopsia.
Como se advierte, en un alto porcentaje de víctimas con heridas cortantes o punzocortantes
causadas con cuchillos, la cocina se convierte en un lugar de inspección, ya que, por esta particularidad,
la víctima suele tener únicamente un cuchillo para sus quehaceres domésticos.
En la escena del crimen de Marianela Isabel R.F., acaecida en la ciudad de Ambato,
provincia de Tungurahua, el partícipe del delito Galo Hernán M.M., dejó la siguiente nota:
Carta de despedida hoy 26 de noviembre del 2016 me despido de esta vida porque ya no
merezco vivir más, es injusta la mujer que amé y amo hoy al llegar a la casa le encontré con otro
el X.H. y no es justo que me haya traicionado y que siga haciendo daño a más hombres, dios
perdóname por ser adultera y a mí por a ver hecho justicia. Llegué a mi casa y le encontré con
X. H. y por eso hice lo que hice yo siempre te amo mi Isabel.
Nótese cómo, en el contenido del texto, el femicida asume que este hecho lo comete en beneficio de
que no se haga más daño a más hombres; indicio que es parte del proceso penal 18282-2017-00406.
Este sería el llamado suicidio machista; es decir, aquel que realizan los hombres
causantes de femicidio. Aunque no existe un estudio clínico al respecto, se ha podido observar
que, en estos casos, un gran número de parejas o ex parejas femicidas toman la decisión del
suicidio luego de consumar el delito o mientras están privados de la libertad.
Algunos asesinos, tras dar muerte a una mujer, intentan el suicidio o lo consuman. El suicidio
de un agresor machista es interpretado, en ciertas ocasiones, como el acto extremo al que el
victimario recurre para evitar la sanción social después de haber cometido un asesinato. Casi
siempre discrepo de este análisis para casos particulares, pero desde luego, es erróneo como
planteamiento general para explicar la conducta suicida de los agresores machistas. Si tuviera que
establecer una hipótesis sobre por qué algunos agresores se suicidan tras asesinar a una mujer, me
basaría en el hecho que sustenta la violencia machista: la dominación. Casi todos los agresores
matan a la mujer después de que ella ha decidido abandonarles. Es la pérdida de control lo que
precipita el asesinato, y también el suicidio posterior (Montero, s/f.).
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
En cuanto a las armas utilizadas, son de variada naturaleza, y se relacionan de manera directa
con la causa de la muerte, a saber:
La doctora Sandra Andrade Granja, médica legista con veinte y dos años de experiencia en el
departamento de medicina legal de Pichincha, señala que, en la práctica de autopsias que realizó
en cadáveres de mujeres víctimas de femicidio hasta el año 2018, la mayoría de las heridas
miscelánea
fueron ocasionadas por arma blanca, las cuales se localizaron a nivel del tórax, seguido de asfixia
por estrangulamiento. Lo que se corrobora con las estadísticas, las formas más utilizadas son:
el apuñalamiento y el estrangulamiento, en donde prevalece la diferencia corporal. Estas se
caracterizan por ser increíblemente íntimas, puesto que, para apuñalar o estrangular a una persona,
el agresor debe estar a una distancia mínima o muy cerca de la víctima para cometer el delito.
En el citado volumen II del libro la Respuesta Judicial del Femicidio de 2017
publicado en el año 2018, se prescribe que en un 48%, la manera más utilizada para matar fue
el apuñalamiento con al menos de 10 a 35 heridas corto punzantes, seguido de la asfixia por
estrangulamiento, como consta en el siguiente cuadro:
el 5,7% en el domicilio del victimario; el 4,5% en otro domicilio; y el 34,8% en otros (lotes
baldíos, estadios, vía pública, etc.). El 34% de las víctimas tenía una relación de convivencia
con el victimario, de los cuales el 76,2% fueron procesados. Por otra parte, se registraron 41
femicidios de enero a julio de 2018 y 32 femicidios de enero a julio de 2019.
Bajo la denominación “Indicios clave dentro de la investigación”, el ya citado
Protocolo de Actuación para la Investigación del Feminicidio, publicado por la Oficina del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Fiscalía General de la
República de El Salvador en el año 2012 (OACNUDH, 2012), presentan la relación directa
entre los niveles lesivos de violencia y los indicios que se encuentran en cada uno de ellos, los
cuales permiten verificar el llamado síndrome de la mujer maltratada, el cual puede conducir a
desenlaces femicidas de las relaciones de pareja o exparejas. En el siguiente cuadro se grafica esta
información junto con la encontrada en el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación
de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género (femicidio/feminicidio) (OACNUDH,
s/f), con la finalidad de identificar los indicios en los femicidios, para posteriormente –en el
mismo documento– aproximar el tipo de pericia a practicar a la víctima, al agresor y a la escena
del crimen.
Segundo Nivel - Lesiones que van de leves - Además del indicado para el nivel
Corresponde a la etapa de a moderadas y consisten en lesivo de violencia anterior, se
forcejeo hematomas, equimosis, edemas, precisará el estudio de las prendas
excoriaciones, estigmas ungueales, de vestir para identificar desgarros
arrancamiento de cabello; todas textiles, manchas con sustancias
de mayor magnitud en cabeza, químicas o colorantes; se considerará
cara, tórax y brazos. Su ubicación la talla de la víctima con la talla de las
anatómica es arriba de la cintura y prendas de vestir.
puede haber lesiones características -Recetas médicas con prescripción de
de sujeción y sometimiento. medicina para dolencias de golpes o
- Las ropas de la víctima están fuera hematomas, o para dormir.
de lugar y presentan desgarros.
Tercer Nivel o Nivel - Se presentan todos los indicios - Se presencian las periciales de
Crítico señalados en los niveles uno y dos, los niveles lesivos de violencia
Se relaciona con pero son de mayor magnitud. inmediatamente anteriores. Además
maniobras de forcejeo y Van desde esguinces, luxaciones, de una inspección a todo el inmueble
lucha fracturas, hasta heridas cortantes, de la vivienda para verificar fractura
punzantes, punzocortantes, corto en vidrios de ventanas, destrucción de
contundentes. seguridades de las puertas, impactos
- La agresión es generalmente de objetos contundentes en paredes,
armada y puede incluir disparos ausencia de línea telefónica fija.
por proyectil de arma de fuego. -Destrucción de enseres
El agente vulnerador incide con -Localización de armas
la intención de causar daño grave.
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
miscelánea
-Además de los anteriores que - Informe a los centros de
puedan ser aplicables, el cadáver atención gubernamentales o no
(indicio principal). gubernamentales para indagar si
- Armas de fuego, elementos la víctima acudió o no a solicitar
balísticos, objetos punzantes, ayuda; si poseía el botón de auxilio;
cortantes, punzocortantes, si presentó denuncia previa.
punzopenetrantes, contundentes, - Solicitar al personal forense que
cortocontundentes, otros verifique si el cadáver presenta
posibles agentes vulnerables. evidencias de lesiones antiguas, como
- Agentes utilizados para cicatrices, si presenta signos o indicios
inmovilizar, agentes utilizados criminalísticos de maltrato crónico
para oclusión de boca y nariz, anterior a su muerte (búsqueda
agentes constrictores, huellas: del síndrome de mujer maltratada-
Digitales / Palmares / Plantares / niveles lesivos de violencia), así como
Labiales / Calzado / Neumáticos. un detalle minucioso de heridas que
- Vehículos (enlace) causaron la muerte.
- Artefactos de carácter erótico - Tomas de muestras para estudios
sexual de: toxicología, de enfermedades de
- Elementos pilosos (cabellos, trasmisión sexual, así como posibles
pelos), fibras embarazos, entre otros.
- Ropas
- Rastro de semen y de sangre
- Posibles sustancias tóxicas
- Aceleradores de combustión
- Narcóticos
- Documentos
- Objetos personales de la
víctima
- Otros objetos relacionados
- Teléfonos celulares
Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 103
Gladis Proaño Reyes
La intervención del perito en criminalística y de otros profesionales, tiene por objeto realizar un
minucioso estudio y análisis del lugar de los hechos y del hallazgo, así como de los indicios y
evidencias que en este se encuentren. Esto, con el fin de obtener datos relevantes que ayuden a
reconstruir el hecho que se investiga, así como descubrir la verdad histórica del mismo, evitando
siempre la contaminación de la escena; en especial en los casos de femicidio donde víctima
y agresor conviven. Algunos –por no decir todos– los indicios hallados en los objetos que se
encuentran en la escena del crimen tienen huellas y rastros biológicos que, incluso sobre el
cadáver de la víctima, se pueden encontrar.
Para el tratamiento de la escena del crimen en el Ecuador, la Resolución No.
073-FGE-2014, consagra los Manuales, Protocolos, Instructivos y Formatos del Sistema
Especializado Integral de Investigación Medicina Legal y Ciencias Forenses, publicada con
fecha 25 de agosto de 2014. Si bien no se establece un instrumento particular para los casos
de femicidio, se puede destacar el “Instructivo para la Aplicación del Protocolo para Peritajes
Forenses de Infracciones Penales Relacionadas con Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales
y Lesiones, cuando la Vida de la Víctima no Corre Riesgo por las Lesiones”. Como se pudo
constatar, tanto en la doctrina, como en los casos documentados, la mayoría de los femicidios
son la consecuencia crítica de violencia intrafamiliar y abusos psicológicos y físicos de la
pareja que se han prolongado en el tiempo.
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
En este sentido, el instructivo tiene como punto de origen el reconocimiento por parte del Estado
ecuatoriano de que las víctimas de este tipo de delitos tienen una condición de vulnerabilidad
extrema. Así, todas las instituciones y operadores(as) de justicia y salud deben entender que el
trato a ellas implica una triple atención: la forense, la clínica y la de protección especializada. De
igual forma, reconociendo la función del perito forense que,
Lejos de constituir una simple rutina de inspección constituye el punto inicial de la garantía
de no revictimización de las víctimas y una herramienta privilegiada del proceso judicial. Es el
(la) perito forense el responsable de dirigir y ejecutar un procedimiento investigativo conforme
a los derechos de las víctimas, asegurando que el informe pericial sea referido a los fiscales de
causa cumpliendo con las normas procesales y asegurando que las víctimas sean referidas a las
unidades de salud pública, las que deberán continuar con el seguimiento clínico que asegure su
remisión y cuidado idóneo (Instructivo, 2014, p. 119)
miscelánea
Fecha de
#acusados- T.G.P. (Tribunal de Garantías
hecho /
Víctima / Edad absueltos/ Penales)- provincia / No.
Fecha
parentesco proceso
de sentencia
14/02/2015
Rosa E.N.B / 35 1 acusado / pareja TGP de Cañar / 03281-2015-00112
11/09/2015
TGP de Santo Domingo
27/03/2015 Tatiana M. H.
1 acusado / cónyuge de los Tsáchilas
18/11/2015 B. /29
/ 23281-2015-00904
5/04/2015 Gladys J. Z. Z TGP de Manabí /
1 acusado / cónyuge
16/09/2015 / 24 13282-2015-00037
19/04/2015 TGP de Pichincha /
Diana E.T.A / 26 1 acusado / ex pareja
08/04/2016 17282-2015-01759
20/05/2015 Alexandra P.M.O TGP de Orellana /
1 acusado / ex pareja
06/04/2016 / sd 22252-2015-00298
17/05/2015 TGP de Pichincha /
María R.G.Y/sd 1 acusado / ex pareja
05/05/2016 17282-2015-02175
20/05/2015 Margarita C.Y 1 acusado / expareja TGP de Orellana /
23/11/2015 /sd 22251-2015-00199
26/05/2015 Patricia M.T.M TGP de Guayas /
1 acusado / cónyuge
24/05/2016 /21 09281-2015-03445
27/05/2015 TGP de Sucumbíos /
Gloria E.R.A / 34 1 acusado / cónyuge
20/02/2016 21283-2015-00154
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Gladis Proaño Reyes
En procesos legales por tentativa de femicidio, la fiscalía sustenta su acusación en pruebas como:
testimonio de la víctima, testimonio de los agentes investigadores, informe ocular técnico,
examen médico legal, informe pericial de reconocimiento del lugar de los hechos, extracción de
videos, entre otros.
Con fecha 18 de marzo de 2019, el Tribunal de Garantías Penales de Loja dictó sentencia
máxima de 40 años de privación de libertad, en concurso real de infracciones por un delito de
femicidio ocurrido el 29 de abril de 2018, cuando Joe Michael B.G., de 23 años, estranguló a
su pareja Jackeline Elizabeth R.Q., de 21 años. Luego de cometer el delito, asesinó al hijo de dos
años que tenía la joven. Entre las pruebas que fueron presentadas están: la autopsia médico legal;
la autopsia psicológica forense; la valoración del entorno y del contexto social de la madre y del
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
niño, el cual demostraba una relación de poder desigual y un círculo de violencia, así como el
adultocentrismo del que fue víctima el infante, quien percibía las consecuencias de la violencia
intrafamiliar; un informe pericial de identidad morfológica y fisonómica, que determinó que,
previo al día y hora de los hechos, las víctimas no presentaban signos visibles de violencia física
en su cuerpo. En todos estos casos, la fiscalía se respalda en el testimonio de las personas que, de
alguna manera, participaron en la investigación desde el levantamiento del cadáver.
4. Conclusiones
Esta investigación se ha centrado en el estudio de la escena del crimen de femicidio, en cuyo
lugar se produce la muerte violenta de una mujer por razones de género. Este hecho usualmente
se comete en el domicilio donde cohabitaban víctima y victimario o en el domicilio de uno de
ellos. Este debe ser tratado con cautela y profesionalismo para que la preservación y colección de
los indicios no se vea contaminada o que dicha escena del delito no sea manipulada por el autor.
Si bien le corresponde al Estado, en su rol de garante, investigar y sancionar cualquier
acción u omisión que atente contra la vida de una persona, en los casos de femicidio las
consecuencias sociales que se generan son particularmente grandes y profundas. No solamente
se está ante una situación en la que una mujer pierde la vida, sino que la pierde en manos de
una persona con quien convivía, ya sea su pareja, ex pareja o cónyuge, con quien, en la mayoría
de los casos y conforme a las estadísticas en el Ecuador, tenía hijos; es decir, son situaciones que
aquejan a los cimientos de la sociedad.
Desde esta perspectiva, corresponderá al Estado ecuatoriano el diseño y puesta en
marcha no solo de protocolos de investigación específicos para los casos de femicidios (en cuyos
miscelánea
procedimientos actúan técnicos de criminalística, inspección ocular, investigadores de delitos
contra la vida, peritos, forenses de diferentes disciplinas, etc.), sino también la formación de
profesionales con perspectivas de género. Esto, para que se puedan identificar patrones de
conducta que tienen lugar en dichas escenas del crimen y poder visualizar desde ese ámbito
indicios derivados de un hecho violento que arrebata la vida a una mujer.
Es a partir tanto de la noticia críminis como de la actuación policial en la escena
del crimen de femicidio, donde debe estructurarse la teoría del caso conforme a dimensiones
analíticas, hipótesis fácticas, jurídicas y probatorias, por lo que las primeras intervenciones son
de suma importancia. La Fiscalía y la Defensoría Pública han definido procedimientos para
estos casos. El Consejo de la Judicatura también ha emitido una guía para que la administración
de justicia pueda darse, considerando estándares con perspectiva de género.
También deben establecerse formatos específicos para: precautelar el levantamiento
del cadáver por femicidio, realizar el informe policial, el informe de inspección ocular técnico, el
protocolo de autopsia y los peritajes específicos, los cuales permitirán incluir de forma minuciosa
cuestiones específicas del delito de femicidio y, así, evitar la utilización de términos o expresiones
que conduzcan a un revictimización post morten.
La creación y desarrollo de políticas públicas educativas, de prevención y concientización
sobre violencia de género y su erradicación en las futuras generaciones incluye a las personas
que son asignadas para investigar este delito. En consecuencia, resulta necesario e inminente la
revisión de las mallas curriculares en las escuelas de formación y especialización policial.
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Gladis Proaño Reyes
Referencias bibliográficas
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los Derechos Humanos (OACNUDH) con el apoyo de la Oficina Regional para
las Américas y el Caribe de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad
de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) en el marco
de la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas ÚNETE para poner
fin a la violencia contra las mujeres (S/F). Modelo de protocolo latinoamericano de
investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/
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Sentencias y resoluciones
Resolución No. 073-Fge-2014 consagra los Manuales, Protocolos, Instructivos y Formatos del
Sistema Especializado Integral de Investigación Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Instructivo para la Aplicación del Protocolo para Peritajes Forenses de Infracciones
Penales Relacionadas con Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales y Lesiones, cuando la
Vida de la Víctima No Corre Riesgo por las Lesiones. Suplemento del Registro Oficial
Nº 318, Lunes 25 de agosto de 2014.
miscelánea
Observaciones, opiniones, recomendaciones, e informes
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Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 109
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL
35
La biologia humana
y la conducta
criminal
josé aróstegui moreno
nerales, pueden influir dos genes, que se pena de muerte en aquellos supuestos de
simbolizan con las letras A y B. Uno de los sujetos incorregibles extremadamente pe-
genes lo aporta el padre y el otro la madre. ligrosos. Todo este debate ha dado lugar a
Si uno de ambos genes es dominante, sólo que dentro de la propia ciencia biológica se
éste determinará el rasgo, mientras que el hayan creado distintas corrientes que ofre-
otro permanece oculto. Hay que poner de cen diferentes explicaciones al fenómeno
relieve que cada persona tiene cerca de delictivo desde el punto de vista genético.
cien mil genes, y la casi infinita cantidad Estas corrientes vienen representadas por
de combinaciones es lo que garantiza de las siguientes posiciones:
forma segura la diferencia y absoluta origi-
nalidad de cada persona. 2.1. POSICIONES QUE SUSTENTA
UN BIOLOGICISMO GENÉTICO
En este orden de cosas, la herencia ge-
nética, no sólo determina los rasgos físi- Ya desde el siglo XIX un número importan-
cos de la persona, como el color del pelo, te de Escuelas -entre las que se encuentra
de ojos, estatura... sino que también con- la Escuela Positiva Italiana, representada
tiene información que configura nuestra por Lombroso y sus discípulos Ferri y Ga-
inteligencia, nuestra personalidad. El Dr. rofalo- perseguían demostrar que existía
Manuel Santos, médico genetista y Doc- una base biológica de la delincuencia. Los
tor en Biología Molecular señala que en planteamientos de la Escuela Positiva Ita-
estos rasgos, sin embargo, no sólo influ- liana en ningún momento de su vigencia
ye la herencia genética sino también el tuvieron el carácter de doctrina mayoritaria
ambiente. El Dr. Santos indica que los ge- en el Derecho Penal comparado aunque, si
nes no son todopoderosos, porque sólo bien es cierto, desencadenó una importan-
determinan normas de reacción para el te polémica entre las Escuelas Positivistas y
organismo, pero el ambiente da la pauta. Clásicas. La Escuela de Lyón supuso la más
Señala que se puede ejemplificar con una abierta contradicción a las
radio: “los genes la encienden y el ambiente tesis de la Escuela Positiva. A
decide cuál va a ser su volumen” raíz del debate en cuestión
Así, los planteamientos que pretendían surgirían además prestigio-
explicar la criminalidad con apoyo en un sas escuelas criminológicas
sustrato biológico o genético han sido ob- “eclécticas” que perseguían
jetados desde la Criminología, argumen- encontrar el equilibrio de los
tándose que, si los factores etiológicos de postulados “clásicos” y “posi-
la delincuencia fueran de carácter genéti- tivistas”. Entre estas escuelas
co o innato, el tratamiento contra ella con- se encuentran la “Escuela
sistiría, bien en una modificación de tales de la Defensa social”, “Terza
predisposiciones por medio de un trata- Scuola”, que no opta por el
miento farmacológico, incluso quirúrgico, determinismo radical del
bien mediante medidas inocuizadoras que positivismo ni por el libre
separasen al delincuente de la sociedad albedrío absoluto del clasi-
durante períodos de tiempo muy prolon- cismo y “La joven Escuela o
gados, como mal menor, o legitimando la Escuela de Marburgo”.
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL
39
“ (...) las tesis En el siglo XX –aunque las formulacio- do lugar a la aparición de las posiciones
biológicas nes de la Escuela Positiva Italiana no son neodeterministas que mantienen biólo-
radicales son tomadas en consideración por entender- gos, entre los que se encuentra Robert
insostenibles, ya se que sus postulados se encuentran te- Weimberg que afirmaba que a partir del
que hay muchos ñidos de un extremismo radical– a partir año 2000 la nueva tecnología descubría
individuos que de los desarrollos que ha experimentado genes que determinarán la conducta hu-
presentan rasgos la investigación genética en 1980, se ha mana, Thomas F. Lee -que señala que el
o características dado lugar a que algunos sectores cien- hombre sigue las órdenes del ADN y por
biológicas que tíficos, como una “prolongación” del de- tanto es un prisionero de sus genes- o
les relacionarían bate entre escuelas experimentado en el sociobiólogos, como Wilson, que afir-
con conductas siglo XIX y comentado antes, valorasen ma que las pruebas de que hay un gran
antisociales y, la posibilidad de que factores biológicos componente hereditario son más detalla-
pese a ello, no constituyesen elementos etiológicos mo- das e impresionantes de lo que suponen
delinquen.“ nofactoriales que generarían procesos muchas personas, incluyendo a los mis-
patológicos y de comportamiento des- mos genetistas. Se desprende de las po-
viados. Alrededor de esta consideración siciones de estos investigadores un claro
biológica se han realizado diversidad de acercamiento al biologicismo genético
trabajos científicos que en los últimos cuando llegan a relacionar la totalidad del
años han dado como resultado la consi- comportamiento humano con la cons-
deración de que existe un gen de la agre- titución genética del individuo, aunque
sividad, e incluso de la criminalidad. –para no incurrir en el radicalismo de la
2.2. POSICIONES NEODETERMINISTAS Escuela Positiva italiana– señalan la me-
nor importancia que el medio ambiente
Las formulaciones biologicistas elabora- y el entorno tienen con aquél.
das a lo largo de los siglos XIX y XX, abun-
dantes en número, pese a Rechazo de las teorías
las críticas recibidas por su biológicas radicales
cercanía a los postulados Hoy en día, por razones obvias, las tesis
del positivismo criminoló- biológicas radicales son insostenibles, ya
gico, tienen una repercu- que hay muchos individuos que presen-
sión importante en el De- tan rasgos o características biológicas que
recho Penal a partir de los les relacionarían con conductas antisocia-
años cincuenta con el des- les y, pese a ello, no delinquen. Se critica
cubrimiento de anomalías esta teoría porque adolece de un notable
cromosómicas o, a partir déficit empírico, generalizan indebida-
de los años ochenta, con el
mente, ya que extrapolan los resultados
desarrollo del Proyecto Ge-
obtenidos en las investigaciones con la
noma Humano.
población reclusa, con la delincuencia en
Estos importantes avan- general; olvidan que el hombre es un ser
ces en las formulaciones receptivo a todo tipo de influencias, tanto
biologicistas relacionados de tipo personal como ambientales y que,
con los nuevos descubri- por lo tanto, no es sólo biología sino his-
mientos genéticos han da- toria, cultura y experiencia.
40
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL
López, Sebastián
Revisión de la psicopatía: Pasado, presente y futuro.
Revista Puertorriqueña de Psicología, vol. 24, núm. 2, 2013, pp. 1-16
Asociación de Psicología de Puerto Rico
San Juan, Puerto Rico
Sebastián López2
Iniciativa Comunitaria
Resumen
En este artículo se realiza una revisión de una manifestación muy singular de la violencia
llamada psicopatía. Primeramente se realiza una exposición de la historia del concepto de
psicopatía y sus controversias hasta nuestros días. Además se ofrece un resumen de las últimas
teorías existentes sobre su etiología y los instrumentos más usados para evaluar y diagnosticar la
psicopatía. Se le provee al lector una descripción fenomenológica de la psicopatía, explicando las
posibles manifestaciones que puede tomar la psicopatía en nuestra sociedad moderna. Se
exponen las nuevas líneas de investigación de la psicopatía como son su dimensionalidad,
subtipos y posible identificación temprana en la niñez. Por último se presentan los últimos
hallazgos en relación a su tratamiento y las posibles aplicaciones para el futuro.
Abstract
1
Nota: Este artículo fue sometido para evaluación en agosto de 2012 y aceptado para publicación en abril de 2013.
2
Toda comunicación con el autor debe ir dirigida a dr.sebalopez@gmail.com
1
Revisión de la Psicopatía
provocada por individuos que la pueden manifestar desde su juventud caracterizados por
conductas violentas, irrespetuosas y antisociales o a por personas que pueden pasar a la vista de
las personas como normales, afables y respetuosas de los demás, pero que a la vez son los
responsables de una gran variedad y gravedad de delitos cometidos en la sociedad y que
esporádicamente toman notoriedad en los medios de comunicación (Hare, 2003, Pozuelo, 2011).
Estamos hablando de las personas conocidas como psicópatas. Estas personas muestran un grado
de insensibilidad que supera nuestra lógica o sentido común, son poco empáticos con sus
víctimas, muestran una actitud infantil, egocéntrica, impulsiva y agresiva que les llevan a violar
todas las leyes establecidas tanto civiles, penales y morales (Pozuelo, 2011; Hare, 1999, 2003,
2009).
Los psicópatas han sido estudiados a lo largo de la historia por la alarma social que
provocan en algunos y la fascinación que sus continuas transgresiones de las leyes y normas
sociales ocasionan en otros. Este artículo intenta profundizar la controversia, los nuevos
hallazgos y teorías relacionados con la psicopatía. Se refiere a un subgrupo de personas que
tienen como rasgos comunes un uso parasitario de los demás, la manipulación, la dominancia,
un sentido de grandiosidad, insensibilidad afectiva, falta de empatía y culpa, ausencia de
emociones fuertes, (conductualmente) impulsivos, agresivos y con conductas de alto riesgo.
Estamos hablando de asesinos, violadores, estafadores, timadores y maltratadores entre otros
(Pozuelo, 2011; Hare, 1999).
Historia
2
Revista Puertorriqueña de Psicología Asociación de Psicología de Puerto Rico
Vol. 24, Núm 2, 2013
El primero en ver la psicopatía como un desorden de personalidad fue Kraepelin en 1896. Kurt
Schneider, en 1923, explicó la psicopatía como un desorden de personalidad. Este se manifestaba
como un estilo de vida desalmado, como “aquel que por su anormalidad sufre o hace sufrir a los
demás” (p.17). Posteriormente estas interpretaciones fueron recogidas por Schneider poniendo de
manifiesto que existían hasta diez subtipos de personalidades psicopáticas: hipertímicos,
deprimidos, miedosos, fanáticos, vanidosos, lábiles, explosivos, fríos, abúlicos y asténicos
(Cabello & Bruno, 2009; Torrubia & Fuentes, 2008; Pozuelo et al. 2011; Pozuelo, 2011).
El término psicopatía toma un nuevo impulso y resurgimiento entre los profesionales de
la salud con las nuevas aportaciones de Hervey Cleckley con su libro The Mask of Sanity en
1941, donde realiza una descripción fenomenológica interna y externa de la personalidad
psicopática. En su obra hace una distinción de la conciencia intelectual y moral. Los psicópatas
tienen una conciencia intelectual intacta, pero una conciencia moral menoscabada. Dicen una
cosa pero hacen otra. Reconoce que el psicópata puede imitar la moral y los sentimientos sutiles
del ser humano, pero le falta las emociones asociadas a ella. Realiza una primera diferenciación
entre psicópatas funcionales y criminales (Cabello y Bruno, 2009; Torrubia y Fuentes, 2008;
Pozuelo et al. 2011; Pozuelo, 2011; Hare 1999; Beck, Freeman y Davis, 2005). Las
características clínicas del psicópata, según Cleckley (1988) son: encanto superficial y buena
inteligencia, ausencia de delirios u otros signos de pensamiento irracional, ausencia de
nerviosismo o manifestaciones psiconeuróticas, poco fiable, falsedad o falta de sinceridad, falta
de remordimiento o vergüenza, conducta antisocial sin un motivo que la justifique, juicio
deficiente y dificultad para aprender de la experiencia, egocentrismo patológico e incapacidad
para amar, pobreza generalizada en las principales relaciones afectivas, pérdida específica de
intuición, insensibilidad en las relaciones interpersonales generales, conducta extravagante y
desagradable bajo los efectos del alcohol y, a veces, sin él, amenazas de suicidio raramente
consumadas, vida sexual impersonal, frívola y poco estable, e incapacidad para seguir cualquier
plan de vida (Marietán, 2000).
Posteriormente el profesor Robert Hare utilizando las características de Cleckley, elaboró
en el 1991 un instrumento para el diagnóstico de la psicopatía con el nombre de Psychopathy
Checklist (PCL) (ver tabla 1), la cual fue revisada para el 2003 con inclusión de participantes
femeninas. Su valor diagnóstico y predictivo de reincidencia y uso de la violencia han sido
probados en múltiples investigaciones, dándole de esta forma una identidad clínica estable a la
psicopatía por primera vez en la historia (Cabello & Bruno, 2009; Torrubia & Fuentes, 2008;
Pozuelo et al. 2011; Pozuelo, 2011; Hare, 1999, 2003).
Diagnóstico
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Revisión de la Psicopatía
Evaluación
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Vol. 24, Núm 2, 2013
la Psychopathy Checklist Screening Version (PCL-SV), como forma de evaluar preliminarmente
grandes grupos, produciendo un diagnóstico preliminar que debe ser validado por la PCL-R
(Guy, Douglas & Hendry, 2010). La PCL-SV está compuesta por 12 reactivos divididos en dos
factores: rasgos de personalidad y conductas socialmente desviadas (Cuquerella, Torrubia,
Subiriana & Mohino, 2003).
La PCL-R está compuesta por una escala de puntuación Likert, cuya puntuación total
oscila entre cero y cuarenta. En cada rasgo el evaluador puede dar una puntuación de 0, 1 o 2
puntos. Una puntuación igual o superior de 30 se considera el punto de corte de la prueba para
establecer un diagnóstico de psicopatía (Pozuelo, 2011; Pozuelo et al. 2011). A raíz de las
puntuaciones obtenidas por los participantes evaluados mediante la PCL-R se ha defendido la
posible existencia de subtipos en la psicopatía, lo cual se abordará más adelante (Pozuelo, 2011;
Neuman, Hare & Newman, 2007; Folio & Castilla, 2006). La PCL-R tiene un valor predictivo
en la conducta violenta y ofensas sexuales en poblaciones psiquiátricas, y penitenciarias
(Huchzwemier, Brub, Geiger, Kernbichler & Aldenhoff, 2008). Además predice el pobre
aprovechamiento del tratamiento (Ostrasky-Solís et al. 2010; Babiak, Neuman & Hare, 2010;
Vázquez, 2010; Romero et al, 2011).
Tabla 1
Los 20 Rasgos del Psicópata Puro de Hare (2003)
Prevalencia
5
Revisión de la Psicopatía
muy diversos y algunos no muy fiables dando lugar a cifras dispares (Hare, 1993). El consenso
entre la mayoría de las investigaciones estima que la psicopatía se presenta entre un 1% a 2% de
la población general (Torrubia & Fuentes, 2008; Alcazar et al. 2008). Aunque para algunos
puede llegar hasta un 5% de la población (Martínez, 2010). Cuando se evalúa la psicopatía entre
las personas con un diagnóstico de trastorno de la personalidad antisocial, esta prevalencia es de
un 15% a un 25% (Torrubia & Fuentes, 2008; Martínez, 2010; Fernández & Echeberúa, 2008).
Subtipologías de Psicopatía
Etiología
A lo largo del tiempo las investigaciones realizadas han encontrado múltiples factores de
riesgos que se relacionan con los desórdenes de conducta y la delincuencia. Entre ellos
encontramos factores genéticos, biológicos, ambientales y sociales.
Factores genéticos
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Revista Puertorriqueña de Psicología Asociación de Psicología de Puerto Rico
Vol. 24, Núm 2, 2013
psicopatía caracterizados por la ausencia de sentimientos, y emociones y falta de empatía
(Hoenicka, Ponce, Jiminez, Ampuero, Rodríguez et al., 2009; Gunter et al., 2010; Huertas et al.,
2010). También hay indicios de posible relación con los genes MAOA, 5HTTLPR y COMT en
un estudio con adolescentes (Gunter et al., 2010). Aunque estos hallazgos son muy preliminares
para poder sacar conclusiones, los estudios genéticos están descubriendo nuevos caminos de
investigación que están clarificando la interacción entre los genes y el ambiente como es la
epigenética, la cual puede en un futuro muy cercano ayudar a entender la interacción entre los
factores genéticos y ambientales para poder explicar el comportamiento violento (John et al.
2008).
Factores estructurales
Las alteraciones estructurales del cerebro que se asocian con comportamientos violentos
son: primero la corteza prefrontal la cual se relaciona con conductas impulsivas, problemas para
desinhibir una conducta, pobre planificación de la conducta a realizar y pobre toma de
conciencia de las consecuencias de la conducta a realizar, todas estas funciones se relacionan con
la dimensión ejecutiva de la inteligencia y segundo la amígdala, la cual se relaciona con la falta
de empatía hacia los demás y dificultad en la regulación de las emociones provocando conductas
explosivas. (Arias & Ostrosky-Solis, 2008). Se ha observado también una reducción
volumétrica en la amígdala y el hipocampo asociados con el déficit emocional. En un estudio
realizado por Yang, DPhill, Narr, Colletti & Tohga (2009) se encontró una reducción del
volumen de la amígdala izquierda de un 17.1% y derecha de un 18.9% en los sujetos con
psicopatía en comparación con el grupo control. Se evidenció también que a mayor reducción de
la amígdala mayor puntuación en la escala de psicopatía pudiendo indicar una relación entre alta
insensibilidad emocional, y una mayor manifestación de conductas violentas aunque se necesitan
más estudios para llegar a conclusiones definitivas. Además se han reportado cambios
estructurales finos como es la reducción de la materia blanca pre-frontal, posiblemente
relacionados con una pobre toma de decisiones, desregulación emocional y daños en el juicio
moral (Gao, Glenn, Schung, Yang & Raine, 2009). También se ha reseñado el metabolismo
reducido de glucosa (Gallardo-Pujol, et al. 2009).
En otras líneas de investigación se ha hallado que los estímulos usados para despertar en
las personas respuestas afectivas e interpersonales en los sujetos psicopáticos debe ser de una
intensidad mayor a los requeridos por personas sin psicopatía. Además ante estímulos no
placenteros (e.g. descargas eléctricas) muestran unas hipo-respuestas en variables electro-
dermales, cardiacas y en ondas cerebrales, en comparación con personas normales (Serafim,
Martins de Barros, Vaim & Gorenstein, 2009; Gunter, et al. 2010; Garzón & Sánchez, 2007). Su
insensibilidad emocional parece traducirse también en la imposibilidad de identificar las
variaciones emocionales en el lenguaje (Louth, Williamson, Alpert, Pouget, & Hare, 1998) y en
las expresiones faciales en otras personas (Phan & Philippot, 2010). Todo ello hace pensar a
ciertos investigadores que la psicopatía pueda ser catalogada como un trastorno del
neurodesarrollo, con toda la polémica que dicha aseveración conlleva desde el punto de vista
investigativo, penal y social (Gao et al. 2009; Gao & Raine, 2010; Gilligan & Lennings, 2010).
Desarrollo de la Psicopatía
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Revisión de la Psicopatía
Al presente hay otro debate abierto sobre el origen y desarrollo de la psicopatía. Hoy se
entiende la psicopatía como un estilo de vida y de ser, es decir; como un desorden de
personalidad. Ahora bien, la pregunta es ¿Este desorden es uno que surge en la juventud tardía o
adultez temprana como todos los trastornos de personalidad o ya se presenta en la niñez solo que
no se identifica? (Romero, & Luengo, 2011; Diamantopoulou, & Verhulst, 2010). La discusión
ha tomado un punto medio entre las dos posturas y habla sobre la presencia de rasgos
psicopáticos en la niñez como son la insensibilidad y la desregulación emocional observados en
sujetos con trastornos de conducta que se materializa en la edad adulta en psicopatía (Bayliss,
Miller & Herderson, 2010; Loney, Huntenburg, Countus-Allan & Schmeelk, 2007). Para explicar
esta teoría se han identificado dos patrones de violencia en la niñez, un patrón persistente del
ciclo vital y otro patrón limitado a la adolescencia (Baker & Maughan, 2009; Murray, MPhil &
Farrington, 2010).
Según esta teoría los patrones persistente de ciclo vital en los desórdenes de conducta
están caracterizada por la manifestación del rasgo de frialdad e insensibilidad emocional. Estos
dos rasgos se relacionan con problemas de conductas más severos tales como: violencia y
conductas delictivas de mayor variedad, frecuencia y gravedad tanto en su juventud como en la
edad adulta. Mientras que el patrón limitado a la adolescencia en la mayoría de los casos
muestran problemas de conducta que desaparecen con la llegada de la adultez (Romero, &
Luengo, 2011; Rowe, et al. 2009; López-Romero, Romero & Luengo, 2011). El estudio y
predicción de los rasgos de frialdad e insensibilidad emocional en la niñez temprana tiene una
gran importancia, debido a que los estudios realizados sobre la efectividad de los tratamientos
para psicópatas demuestran como veremos más adelante que los tratamientos más efectivos son
los realizados de forma preventiva con población de niños y adolescentes (Bayliss, et al. 2010) .
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Revista Puertorriqueña de Psicología Asociación de Psicología de Puerto Rico
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e insensibilidad se ha hecho evidente en estudios donde son expuestos a estímulos emocionales
visuales, ante los cuales no muestran niveles de ansiedad o aceleración cardiaca, ni parpadeo
rápido. (Serafim, Martins de Barros, Vaiim & Gorenstein, 2009; Pham & Philippot, 2010;
Bernardez & Mas, 2012). Son personas que racionalizan sus acciones hasta el punto de
minimizar tanto las consecuencias en sus víctimas, que terminan presentándose ellos mismos
como las únicas víctimas de lo acontecido (Hare, 2003).
Percepción agudizada de las necesidades del otro. Detecta deficiencias en los demás,
especialmente en los débiles y necesitados de estima. Su impulsividad y egocentrismo innatos,
son las bases por las que son rápidos en monitorear las debilidades de los demás y de esta forma
poder aprovecharse de ellos para su beneficio (Pozuelo, 2011). La ausencia de sentimientos y
emociones evita cualquier tipo de remordimiento que pueda frenar dichas conductas. Los
psicópatas son personas con rasgos narcisistas, se creen superiores a los demás y sienten que
deberían tener la libertad de guiarse en la vida por sus propias leyes (Hare, 2003).
Apariencia de persona mentalmente sana. Este es uno de los grandes problemas que tiene
la sociedad, para entender la psicopatía. La mayoría no pueden creer que existan personas que
abusan de los demás y que no tienen problemas con su conciencia. La dificultad estriba, en que
la psicopatía es un estilo de vida y no una psicopatología o “enfermedad mental” que afecte la
capacidad racional de la persona. No hay alteración del entendimiento o de la realidad, solamente
no les importa las consecuencias que tienen sus actos. Son personas sanas mentalmente, que
pueden llevar una vida normal, pueden ser el vecino perfecto, pero su estilo de vida
maladaptativo marcado por la insensible e impulsividad les lleva a que, cuando quieren algo lo
toman sin importar las acciones y las consecuencias (Hare, 2003, Hare 2009).
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Revisión de la Psicopatía
Fracaso inexplicable. El fracaso en las tareas que llevan a cabo es sistemático. Son
impulsivos y se dejan guiar y se motivan por sus deseos egocéntricos. Pueden tener un historial
continuo de despidos de trabajos y querellas de compañeros en el trabajo, etc. (Hare, 2003,
Pozuelo, 2011).
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sentir empatía se pueden manifestar con frecuencia como maltratadores despiadados e
implacables (Garrido , 2004)
Reacciones inadecuadas bajo la influencia del alcohol y otras sustancias. Las sustancias
inhiben sus controles realizando más fácil la aparición de sus conductas antisociales. Muchas de
sus acciones violentas o delitos se realizan bajo el influjo de dichas sustancias (Hare, 2003;
Gudonis, Derefinko, & Giancola, 2009). Se han realizado estudios para explorar la relación de
factores genéticos compartidos entre el TAP y el alcoholismo debido a su alta comorbidad sin
llegar a una conclusión hasta el momento (Hoenichka, Ponce, Jiménez, Ampuero, Rodríguez,
Rubio et al., 2007).
Respuestas superficiales e impersonales en la vida sexual. Son personas que ven las
relaciones con los demás bajo el prisma de su propio beneficio. Algunos psicópatas pueden
entrar en conductas de violaciones y abuso sexuales para saciar estas necesidades (Hare, 2003;
Marcus, Sanford, Edens, Kinght & Walters, 2011).
Por último muestran intentos de suicidio fallidos. Pueden ser parte de su conducta
manipulativa para controlar a los demás o para conseguir beneficios de salud (Hare, 2003).
Tratamiento
11
Revisión de la Psicopatía
Conclusión
Podemos concluir, que aunque durante mucho tiempo la psicopatía ha sido una entidad
clínica controvertida, a la luz de los nuevos hallazgos investigativos podemos indicar que es una
entidad clínica necesaria y de mucha ayuda para la sociedad en general. Primeramente por su
gran valor predictivo de la repetición de conductas delictivas, violentas y de abuso sexual. En
segundo lugar por su gran habilidad para mentir y convencer a los profesionales de la salud,
justicia y carcelarios de su arrepentimiento y cambio de vida se debe usar la PCL-R como el
único método fiable para poder evaluar correctamente la sinceridad del recluso. Es necesario
validar las pruebas de psicopatía en Puerto Rico para dar a los profesionales encargados de
manejar estas personas los recursos necesarios para poder hacer un diagnóstico correcto de los
psicópatas y de esta forma alertar de su manipulación y violencia a las personas que deben
trabajar y evaluarlos. Estas pruebas se deben usarse como criterio para evaluar las fianzas
establecidas, deben alertar a las juntas de libertad de su capacidad para mentir y a la hora de
otorgar beneficios penitenciales. El buen uso de estas pruebas puede ayudar a tener una sociedad
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y ambientes de trabajos más seguros por su confiabilidad y valor predictivo ya establecido por
las investigaciones.
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LA MENTE DEL asesino en
serie: etiopatogenia
RESUMEN
_____________________________________________________________________
Los asesinos en serie (AS) son personas que matan por lo menos en tres
ocasiones con un intervalo entre cada asesinato. A través de la historia se
conocen una diversidad de AS, cada cual caracterizado por un tipo de conducta
durante el acto criminal. Los asesinos en serie están específicamente motivados
por una multiplicidad de impulsos psicológicos, sobre todo por ansias de poder y
compulsión sexual. Con frecuencia tienen sentimientos de inadaptabilidad e
inutilidad, algunas veces debido a humillación y abusos en la infancia y/o el
apremio de la pobreza, también bajo nivel socioeconómico en edad adulta,
compensando sus crímenes esto y otorgándoles una sensación de potencia y
frecuentemente venganza, durante y después de cometer los delitos. El
conocimiento de sus acciones aterroriza a comunidades enteras y con frecuencia
confunden a la policía y esto incentiva su sensación de poder. No se sabe con
certeza el numero de AS que hay, en Estados Unidos se cree que el rango va de
150-350; siendo el 89% hombres, el 50% tienen motivaciones sexuales cuya
fantasía va mas allá de la muerte de la víctima. Cada individuo es susceptible a la
agresividad, pero esto se modula por los rasgos de personalidad que presente,
interviniendo así áreas cerebrales específicas como ser corteza y sistema
límbico.
CARACTERIZACIÓN CLINICA
Agresividad humana:
Rivas-Diez, Raquel
Inventario de Estilos de Personalidad de Millon (MIPS) en mujeres chilenas
Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación - e Avaliação Psicológica, vol. 1,
núm. 31, 2011, pp. 177-193
Associação Iberoamericana de Diagnóstico e Avaliação Psicológica
Raquel Rivas-Diez1.
RESUMEN
ABSTRACT
Una de las contribuciones más sig- por 369 mujeres chilenas, con edades
nificativas del modelo de personalidad comprendidas entre 18 y 68 años, con
desarrollado por Theodore Millon es la una edad media de 36,95 años (desvia-
posibilidad de desarrollar instrumentos ción típica = 12,62). El 46,6% de las
de evaluación a partir de su propuesta. mujeres poseían o estaban realizando
Se han publicado numerosos estudios estudios universitarios, el 45,8% for-
de investigación con estos inventarios mación profesional o educación media
que proporcionan evidencia empírica y el resto había terminado la educa-
acerca de la validez del modelo (Mi- ción básica chilena. La gran mayoría
llon, 1997a, 1997b). de ellas vivían en la capital, Santiago
El Inventario Millon de Estilos de de Chile, y una minoría de las parti-
Personalidad (MIPS) (Millon, 1994), cipantes eran de Arica (cuidad-puerto
ha sido diseñado para medir los estilos al norte de Chile) y Rancagua (cuidad
de personalidad de adultos normales, a 87 km. al sur de Santiago, con una
cuya edad sea superior a 18 años. El importante tradición campestre). La
MIPS está compuesto por 180 ítems, a mayoría de las mujeres manifestaron
los que el sujeto responde si le son apli- tener un nivel socioeconómico medio-
cables a sí mismo (verdadero) o no (fal- bajo (40,4%) o medio-alto (46,6%), un
so). Consta de 24 escalas agrupadas en 4,6% indicaron un nivel bajo y un 8,4%
12 pares, que a su vez se organizan en refirieron un nivel alto.
tres campos de acción que son: Metas
Motivacionales, Modos Cognitivos y Instrumentos
Comportamientos Interpersonales (ver
Tabla 1). Cada par incluye dos escalas El Inventario de Estilos de Persona-
yuxtapuestas; la bipolaridad presente lidad de Millon (MIPS) (Millon, 1994,
en estos pares no es una bipolaridad en 2003) es un cuestionario compuesto
el sentido psicométrico del término, ya por 180 ítems respecto de los cuales el
que Millon construyó cada una de las sujeto debe determinar si le son aplica-
escalas desde la racionalidad teórica y bles o no (respuesta verdadero/falso).
ambas son independientes en cuanto a Su objetivo es medir la personalidad de
los ítems que miden. individuos adultos que funcionan nor-
malmente y cuya edad sea superior a
MÉTODO 18 años. Las personas suelen emplear
unos 30 minutos o menos en responder
Participantes al cuestionario.
Los 180 ítems se distribuyen en
El grupo de estudio estuvo formado 24 escalas agrupadas en 12 pares. Los
AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS
Resumen
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de un femicidio es muy especial. Debe
identificarse si el lugar de los hechos es: el domicilio común de la pareja; domicilio de solo de
uno de ellos (de la víctima o su agresor), o, inclusive, un lugar distinto. Todo esto, relacionando
el o los instrumentos que fueron utilizados para causarle la muerte a la mujer. La inspección
ocular que se realice en este tipo de escenas, además de ser técnica, debe ser efectuada con una
perspectiva de género para que, en la apreciación de los indicios, se resalten cuestiones que, si
bien suelen encontrarse en otro tipo de hechos de sangre, son únicas en crímenes en contra
de mujeres. En consecuencia, se torna indispensable la formulación de líneas de investigación
transversales que orienten a verificar la existencia o no de factores criminógenos del delito de
femicidio, así como el acertado procedimiento para evitar la revictimización post mortem.
Palabras clave
miscelánea
Escena del crimen, femicidio, feminicidio, violencia sexual.
Abstract
The study and treatment of the crime scene of a femicide, is very special. It must be identified
whether the crime scene is the common domicile of the couple or the residence of only
one of them (victim or aggressor), or even a different place. This must then be related
to the instrument or instruments that were used to cause the woman’s death. The ocular
inspection that is carried out at this type of scene, in addition to being technical, must be
carried out with a gender perspective. This ensures that in the evaluation of the evidence,
issues stand out that, while they may also be found at other types of scenes of violence, are
unique to crimes against women. In consequence, it is essential to formulate cross-sectional
lines of investigation that could guide the verification of potential criminogenic factors of
femicide, as well as the correct procedure to avoid revictimization post-mortem.
Keywords
Crime scene, femicide, feminicide, sexual violence.
1. Introducción
En el año 2014, el Informe de Implementación de las Recomendaciones de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como
Convención de Belém do Pará de 1994, evidenció la alarmante situación de las mujeres en el Ecuador,
donde: 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género; 1 de cada 4 ha vivido
Doctora en Jurisprudencia, Magíster en Derecho Penal y Criminología y PhD en Educación, Profesora de la Universidad San
1
violencia sexual (aunque la forma más recurrente de violencia de género, es la violencia psicológica con
el 53,9%), e independientemente de su autoidentificación étnica, ha vivido algún tipo de violencia
de género, presentándose un mayor porcentaje en las mujeres indígenas y afroecuatorianas. Del total
de mujeres que han vivido violencia física, el 87,3% lo ha hecho en sus relaciones de pareja. Desde
la perspectiva demográfica, la violencia de género sobrepasa el 50% en cada una de las provincias del
país y en todos los niveles de instrucción. Sin embargo, la violencia de género rebasa el 50%; en las
mujeres que tienen menor nivel de instrucción, hasta llegar a un 70% (OEA, 2014).
En este panorama, el Código Orgánico Integral Penal (COIP), vigente desde el
2014 busca minimizar la vulnerabilidad de las mujeres al tipificar las principales conductas
violentas relacionadas con la discriminación por género, como la prostitución forzada (Art.
101), e incluyéndola también dentro de la categoría de delitos de lesa humanidad (Art. 89);
violencia sexual en conflictos armados denominado como: “Atentado a la integridad sexual y
reproductiva de persona protegida” (Art. 116); violencia contra la mujer o miembros del núcleo
familiar, que abarca el maltrato físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la
familia, considerando como miembros a la o al cónyuge, a la pareja en unión de hecho o unión
libre, conviviente, entre otros (Art. 155); abuso sexual en el que se considera como agravante
que la víctima sea menor de 14 años o con discapacidad, entre otros (Art. 170); violencia sexual
que incluye la violencia sexual oral y con objetos (que ya se encontraba tipificado en el anterior
Código Penal, en su Art. 171); violación con una pena máxima prevista (22 años) si el agresor
es profesional de la educación, (Art. 171 numeral 4); y, en especial, se incorporó el femicidio en
los siguientes términos:
Que van más allá de los homicidios de mujeres por razones de género cometidos por las
parejas, exparejas o personas conocidas por la víctima, […] también permite considerar
como feminicidio aquellos homicidios de mujeres cometidos por personas desconocidas
con características muy particulares que permiten verificar la existencia de condiciones de
violencia estructural y discriminación por razones de género (INSYDE, 2017, p. 17).
94 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género
Por lo expuesto, en esta investigación haremos uso predominante de la palabra femicidio, ya que
así se encuentra tipificado en el COIP. No obstante, en aquellos casos que se utilice feminicidio,
se entenderá que su empleo es de manera sinónima.
Los factores que hacen diferente el delito de feminicidio con el de homicidio de un hombre e
incluso del homicidio común de una mujer, destaca por ejemplo que la motivación de la conducta
homicida comporta no solo la lesión al bien jurídico de la vida sino también una violación a la
dignidad, a la libertad y a la igualdad de la mujer. La causa de la muerte en el feminicidio asume
el sentido de un acto de control y de sometimiento de contenido esencialmente discriminatorio,
esto significa que el acto feminicida reúne alguno o algunos patrones culturales arraigados en
ideas misóginas de superioridad del hombre, de discriminación contra la mujer y de desprecio
contra ella y su vida (García y Franco, 2018, p. 30)
miscelánea
Russell, en el 2001, define al femicidio como “el asesinato de mujeres por hombres por ser
mujeres” (Russell, 2006, p. 76), e incluso va más allá indicando que el femicidio se aplica a todas
las formas de asesinato sexista, es decir, “los asesinatos realizados por varones motivados por un
sentido de tener derecho a ello o superioridad sobre las mujeres, por placer o deseos sádicos
hacia ellas, o por la suposición de propiedad sobre las mujeres” (Russell, 2006, pp. 77 - 78)
Podemos caracterizar al femicidio siguiendo la conceptualización realizada por Nuñovero
Cisneros, quien se refiere al feminicidio íntimo o de pareja, a aquellos supuestos relacionados
con la violencia íntima o de pareja, distinguiéndolo así de los homicidios de mujeres de tipo
comunitario o ecológico, que podrían estar relacionados con delitos como la trata de personas, las
violaciones sexuales o a la criminalidad organizada (Nuñovero, 2017, p. 257).
En la legislación penal ecuatoriana no se prescribe de manera particular la definición
de femicidio íntimo o de pareja, la regulación solamente se presenta al enlistar los agravantes del
femicidio en forma general en el artículo 142, eiusdem; 1) haber pretendido establecer o restablecer
una relación de pareja o de intimidad con la víctima; 2) exista o haya existido entre el sujeto
activo y la víctima relaciones familiares, conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad,
compañerismo, laborales, escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o
superioridad; 3) si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la
víctima y, 4) el cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público.
El femicidio íntimo o de pareja, en la medida de que se trata de un homicidio cometido
por la pareja masculina – por ejemplo, el cónyuge, pareja o ex conviviente – con la intención
de causar la muerte de la mujer, demuestra que dicho dolo puede provenir acompañado de una
motivación discriminadora que sirve para demostrar por una parte, el control o dominio sobre
la pareja, y de otra, la posición de sumisión que ha tenido la víctima durante el tiempo que
estuvieron o que han estado en pareja.
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Gladis Proaño Reyes
Básicamente se refiere a toda aquella área, espacio físico o lugar donde se ha producido un hecho
presuntamente delictivo que va a requerir de la intervención policial y la realización de labores
técnico-científicas para su investigación. También incluiría otras áreas o espacios adyacentes,
como: vías de acceso y salida, zonas adyacentes, vehículos, medios de transporte utilizados para
la llegada o la huida del o los autores, entre otros (INACIPE, AICEF, 2012, p. 16).
La criminalística hace una clara diferencia entre escena del crimen o lugar de los hechos, lugar
de enlace y lugar del hallazgo. El concepto de escena del crimen corresponde al sitio en donde
tuvo lugar el hecho delictivo, es decir, en donde se encuentra el cuerpo de la víctima. El lugar
del enlace, se encuentra relacionado con los medios utilizados para la transportación del cadáver,
como por ejemplo, vehículos automotores, entre otros. El lugar del hallazgo, corresponde al
sitio en donde se encontró el cuerpo y que no necesariamente corresponde al lugar de los hechos
(OACNUDH, 2012, p. 30).
En cuanto al origen de este término, la doctrina consultada destaca que “fue acuñado
por las ciencias criminalísticas en el siglo XIX, teniendo como premisa la presencia física del
juez, quien realizaba la inspección ocular del sitio en el cual posiblemente se había cometido un
delito” (Buitriago y Téllez, 2014, p. 69).
El COIP del Ecuador no define qué se entiende por escena del crimen, no obstante,
en el artículo 458 se refiere a ella como “escena del hecho” cuya preservación estará a cargo,
en un primer momento, de la o el servidor público, así como los particulares que por razón
de su trabajo o función, intervengan o tomen contacto con ella. Posteriormente, se buscará
contar con la presencia del personal especializado, cuyo peritaje será ordenado por la fiscalía, en
cumplimiento de las funciones consagradas en el numeral 12 del artículo 443 del mismo cuerpo
normativo, el cual textualmente reza:
La Fiscalía ejerce las siguientes atribuciones: […] 12. Ordenar el peritaje integral de todos
los indicios que hayan sido levantados en la escena del hecho, garantizando la preservación y
correcto manejo de las evidencias (COIP, 2014, Art. 443, numera 12.)
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
El Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses del Ecuador, que forma parte del sistema
especializado integral de investigación de medicina legal y ciencias forenses, es el órgano que
a través de la Unidad de Inspección Ocultar Técnica, realiza el tratamiento técnico con miras
a la búsqueda, explotación y toma de indicios en el lugar en donde ocurrió el hecho delictivo.
El tratamiento profesional y especializado de la escena del crimen permitirá, por un
lado, el reconocimiento de la llamada “escenificación de la escena del delito” que se refiere al
despliegue de diferentes conductas con la finalidad de ocultar los verdaderos hechos, encubrir
al autor o autores, así como crear coartadas para salir adelante en el proceso (Buitriago y
Téllez, 2014), y, por otro lado, evitar la contaminación o alteración del lugar del delito. Ambas
situaciones entrañan la posibilidad de que se materialice la impunidad.
En líneas generales, las diligencias forenses que se desplieguen en la escena del crimen
de manera inmediata, garantizan al menos el cincuenta por ciento del resultado, lo cual se debe
a que pueden encontrarse indicios intactos asociativos al hecho, que posterior a una pericia, se
constituirán en elementos de convicción y al final, servirán de prueba de la trilogía del crimen.
miscelánea
ser objeto de escenificación por parte del autor del delito o modificada por los familiares que
asistan al lugar.
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de femicidio es único y debe analizarse
teniendo en cuenta el lugar donde se cometió el delito (hogar común o vivienda de víctima o
agresor, vía pública, hotel, lugar de trabajo) y el o los instrumentos utilizados para causar la
muerte de la mujer.
El agente investigador del caso debe formular líneas de investigación transversales que
orienten a formular hipótesis que se sustenten en situaciones de poder o superioridad con la
víctima, recurriendo o a elaborar un diagrama de vínculos. Esto, a fin de establecer las relaciones
entre víctima y sospechoso, con la representación gráfica de los eventos antes, durante y después
del cometimiento del hecho y las relaciones entre la víctima y el victimario (para establecer
si se trata de un femicidio íntimo, no íntimo, familiar o por conexión), línea de tiempo (con
un análisis cronológico de la relación entre víctima y victimario y/o familiares antes, durante
y después del hecho), así como establecer la ruta técnica para determinar la proximidad del
sospechoso con el lugar y el análisis telefónico en donde pueden encontrarse indicios que deben
ser procesados con el uso de técnicas especiales de investigación (en las que debe prevalecer el
razonamiento abstracto por parte del policía investigador).
El análisis pormenorizado de la escena del crimen en casos de femicidio trasciende
del solo lugar de hallazgo del cuerpo de la víctima, toda vez que este tipo de crimen requiere de
la determinación de intención lesiva del perpetrador. En otras palabras, que efectivamente, la
muerte sea el acto final de la violencia de género. Así, se ha dicho que,
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Gladis Proaño Reyes
se deberá señalar si prevalecen los usos y costumbres que legitiman la discriminación y violencia
contra las mujeres (concepto de la criminalística aplicado con visión de género). También los
feminicidios pueden ocurrir como parte de fenómenos delincuenciales relacionados con la
explotación sexual, la trata de personas, el narcomenudeo, el pandillerismo y la delincuencia
organizada, entre otros. Es por esto importante especificar el espacio físico y las circunstancias
que rodean el hecho considerando que se trata de una mujer. Es decir, si el hecho tuvo lugar
en una casa habitación, este puede estar relacionado con violencia familiar, aunque debemos
considerar que este tipo de violencia también puede generarse en otros espacios físicos. Por otra
parte, si el delito ocurrió en lugares públicos, como bares, prostíbulos y hoteles, entre otros, es
posible relacionarlo con el comercio o la explotación sexual de mujeres. De tal manera que,
partiendo de esta gama de posibilidades, el personal policial deberá, desde una visión de género,
ampliar sus líneas de investigación (concepto de la criminalística aplicado con visión de género)
(OACNUDH, 2012, p. 31).
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
El dato de la hora de ocurrencia del crimen resulta relevante a efectos de la determinación del
lugar, el cual será tomado en cuenta como escena del crimen. Así,
El 56% (27) de las muertes violentas ocurrieron durante la noche y la madrugada, lo cual estaría
indicando que mayoritariamente existió un proceso de planificación de los actos, al buscar la
soledad de la noche o madrugada, cuando la víctima está sola o en compañía de niñas o niños,
para ocasionar su muerte; conociendo el entorno y principalmente considerando un menor riesgo
de ser capturado al momento de la comisión de los hechos. La hora de la muerte se potencia con la
escasa vigilancia y el poco apoyo con el que cuentan las víctimas y la inoperancia de los mecanismos
de alerta y de protección. Por ejemplo, en 4 casos las víctimas poseían una boleta de auxilio, y el
femicidio se produjo en horas de la noche y madrugada (Fernández, 2017, p. 60).
Quizás, el dato de mayor interés para el presente artículo, respecto a la escena del crimen de
femicidio, es la información que corresponde al lugar donde las víctimas fueron encontradas:
27 de ellas en su propia vivienda y 21 en lugares despoblados como quebradas, terrenos baldíos
miscelánea
y edificaciones abandonadas. Como se evidencia, la escena del crimen, en la mayoría de los
casos de femicidios corresponden al lugar donde residía o vivía la pareja, lo cual amerita un
tratamiento cuidadoso para evitar la contaminación de los indicios.
El volumen II de la obra “La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador”, publicado
en octubre del año 2018, contiene el análisis de las “Sentencias Judiciales Relativas a Muertes
Violentas de Mujeres” ocurridas en el año 2016. Se confirma que 22 casos de femicidio se
cometieron en una casa; de los cuales, 11 se dieron en el domicilio de la víctima y agresor, 1 en
un hotel, 2 en un ámbito laboral, 6 en la vía pública, 3 en pozos y fosas y 13 en terrenos, ríos y
lugares desolados.
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Gladis Proaño Reyes
verificar cada una de las prendas de vestir que posea en su casa para constatar desgarros anteriores
que puedan evidenciar violencia simbólica. La localización de documentos de títulos de propiedad,
bienes muebles e inmuebles, tarjetas de crédito, libretas de ahorros, deudas pendientes, facturas. Todo
esto permitirá aseverar o no la existencia de violencia económica y patrimonial. Colillas de cigarrillos;
jeringuillas; recetas médicas anteriores (con prescripción de medicamentos para tratamiento de
infecciones ginecológicas, enfermedades de trasmisión sexual, golpes, insomnio, dolores de cabeza,
resfriados, tabletas anticonceptivas, pruebas de embarazo); documentos relacionados a denuncias de
violencia, juicios de paternidad, demanda de alimentos, pago de consultas sicológicas o psiquiátricas;
botellas de licor llenas y vacías; etc., que orienten a la presencia de factores criminógenos precipitantes.
Las notas o mensajes que deja el autor de femicidio, que luego de cometer el delito intenta suicidarse o
se suicida en la escena del crimen, son indicios trascendentes que van a orientar si es que efectivamente
se configuran parámetros consecuentes a un femicidio.
La obtención de fotografías ante mortem será de utilidad para un estudio de las prendas de
vestir y de calzado que utilizaba la víctima y que pueden dar pautas sobre su personalidad y su forma
de vida. En el caso de que la víctima se haya encontrado desaparecida es necesario conocer el detalle
de las prendas de vestir con las que se presume desapareció y, acto seguido, hacer un inventario de
las ropas encontradas en su vivienda, para luego analizar fotografías en las que podrían aparecer las
mismas prendas de vestir. Otro detalle para estos casos es conocer la última comida que se sirvió la
víctima para comparar con el contenido gástrico en el momento de la autopsia.
Como se advierte, en un alto porcentaje de víctimas con heridas cortantes o punzocortantes
causadas con cuchillos, la cocina se convierte en un lugar de inspección, ya que, por esta particularidad,
la víctima suele tener únicamente un cuchillo para sus quehaceres domésticos.
En la escena del crimen de Marianela Isabel R.F., acaecida en la ciudad de Ambato,
provincia de Tungurahua, el partícipe del delito Galo Hernán M.M., dejó la siguiente nota:
Carta de despedida hoy 26 de noviembre del 2016 me despido de esta vida porque ya no
merezco vivir más, es injusta la mujer que amé y amo hoy al llegar a la casa le encontré con otro
el X.H. y no es justo que me haya traicionado y que siga haciendo daño a más hombres, dios
perdóname por ser adultera y a mí por a ver hecho justicia. Llegué a mi casa y le encontré con
X. H. y por eso hice lo que hice yo siempre te amo mi Isabel.
Nótese cómo, en el contenido del texto, el femicida asume que este hecho lo comete en beneficio de
que no se haga más daño a más hombres; indicio que es parte del proceso penal 18282-2017-00406.
Este sería el llamado suicidio machista; es decir, aquel que realizan los hombres
causantes de femicidio. Aunque no existe un estudio clínico al respecto, se ha podido observar
que, en estos casos, un gran número de parejas o ex parejas femicidas toman la decisión del
suicidio luego de consumar el delito o mientras están privados de la libertad.
Algunos asesinos, tras dar muerte a una mujer, intentan el suicidio o lo consuman. El suicidio
de un agresor machista es interpretado, en ciertas ocasiones, como el acto extremo al que el
victimario recurre para evitar la sanción social después de haber cometido un asesinato. Casi
siempre discrepo de este análisis para casos particulares, pero desde luego, es erróneo como
planteamiento general para explicar la conducta suicida de los agresores machistas. Si tuviera que
establecer una hipótesis sobre por qué algunos agresores se suicidan tras asesinar a una mujer, me
basaría en el hecho que sustenta la violencia machista: la dominación. Casi todos los agresores
matan a la mujer después de que ella ha decidido abandonarles. Es la pérdida de control lo que
precipita el asesinato, y también el suicidio posterior (Montero, s/f.).
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
En cuanto a las armas utilizadas, son de variada naturaleza, y se relacionan de manera directa
con la causa de la muerte, a saber:
La doctora Sandra Andrade Granja, médica legista con veinte y dos años de experiencia en el
departamento de medicina legal de Pichincha, señala que, en la práctica de autopsias que realizó
en cadáveres de mujeres víctimas de femicidio hasta el año 2018, la mayoría de las heridas
miscelánea
fueron ocasionadas por arma blanca, las cuales se localizaron a nivel del tórax, seguido de asfixia
por estrangulamiento. Lo que se corrobora con las estadísticas, las formas más utilizadas son:
el apuñalamiento y el estrangulamiento, en donde prevalece la diferencia corporal. Estas se
caracterizan por ser increíblemente íntimas, puesto que, para apuñalar o estrangular a una persona,
el agresor debe estar a una distancia mínima o muy cerca de la víctima para cometer el delito.
En el citado volumen II del libro la Respuesta Judicial del Femicidio de 2017
publicado en el año 2018, se prescribe que en un 48%, la manera más utilizada para matar fue
el apuñalamiento con al menos de 10 a 35 heridas corto punzantes, seguido de la asfixia por
estrangulamiento, como consta en el siguiente cuadro:
el 5,7% en el domicilio del victimario; el 4,5% en otro domicilio; y el 34,8% en otros (lotes
baldíos, estadios, vía pública, etc.). El 34% de las víctimas tenía una relación de convivencia
con el victimario, de los cuales el 76,2% fueron procesados. Por otra parte, se registraron 41
femicidios de enero a julio de 2018 y 32 femicidios de enero a julio de 2019.
Bajo la denominación “Indicios clave dentro de la investigación”, el ya citado
Protocolo de Actuación para la Investigación del Feminicidio, publicado por la Oficina del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Fiscalía General de la
República de El Salvador en el año 2012 (OACNUDH, 2012), presentan la relación directa
entre los niveles lesivos de violencia y los indicios que se encuentran en cada uno de ellos, los
cuales permiten verificar el llamado síndrome de la mujer maltratada, el cual puede conducir a
desenlaces femicidas de las relaciones de pareja o exparejas. En el siguiente cuadro se grafica esta
información junto con la encontrada en el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación
de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género (femicidio/feminicidio) (OACNUDH,
s/f), con la finalidad de identificar los indicios en los femicidios, para posteriormente –en el
mismo documento– aproximar el tipo de pericia a practicar a la víctima, al agresor y a la escena
del crimen.
Segundo Nivel - Lesiones que van de leves - Además del indicado para el nivel
Corresponde a la etapa de a moderadas y consisten en lesivo de violencia anterior, se
forcejeo hematomas, equimosis, edemas, precisará el estudio de las prendas
excoriaciones, estigmas ungueales, de vestir para identificar desgarros
arrancamiento de cabello; todas textiles, manchas con sustancias
de mayor magnitud en cabeza, químicas o colorantes; se considerará
cara, tórax y brazos. Su ubicación la talla de la víctima con la talla de las
anatómica es arriba de la cintura y prendas de vestir.
puede haber lesiones características -Recetas médicas con prescripción de
de sujeción y sometimiento. medicina para dolencias de golpes o
- Las ropas de la víctima están fuera hematomas, o para dormir.
de lugar y presentan desgarros.
Tercer Nivel o Nivel - Se presentan todos los indicios - Se presencian las periciales de
Crítico señalados en los niveles uno y dos, los niveles lesivos de violencia
Se relaciona con pero son de mayor magnitud. inmediatamente anteriores. Además
maniobras de forcejeo y Van desde esguinces, luxaciones, de una inspección a todo el inmueble
lucha fracturas, hasta heridas cortantes, de la vivienda para verificar fractura
punzantes, punzocortantes, corto en vidrios de ventanas, destrucción de
contundentes. seguridades de las puertas, impactos
- La agresión es generalmente de objetos contundentes en paredes,
armada y puede incluir disparos ausencia de línea telefónica fija.
por proyectil de arma de fuego. -Destrucción de enseres
El agente vulnerador incide con -Localización de armas
la intención de causar daño grave.
102 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género
miscelánea
-Además de los anteriores que - Informe a los centros de
puedan ser aplicables, el cadáver atención gubernamentales o no
(indicio principal). gubernamentales para indagar si
- Armas de fuego, elementos la víctima acudió o no a solicitar
balísticos, objetos punzantes, ayuda; si poseía el botón de auxilio;
cortantes, punzocortantes, si presentó denuncia previa.
punzopenetrantes, contundentes, - Solicitar al personal forense que
cortocontundentes, otros verifique si el cadáver presenta
posibles agentes vulnerables. evidencias de lesiones antiguas, como
- Agentes utilizados para cicatrices, si presenta signos o indicios
inmovilizar, agentes utilizados criminalísticos de maltrato crónico
para oclusión de boca y nariz, anterior a su muerte (búsqueda
agentes constrictores, huellas: del síndrome de mujer maltratada-
Digitales / Palmares / Plantares / niveles lesivos de violencia), así como
Labiales / Calzado / Neumáticos. un detalle minucioso de heridas que
- Vehículos (enlace) causaron la muerte.
- Artefactos de carácter erótico - Tomas de muestras para estudios
sexual de: toxicología, de enfermedades de
- Elementos pilosos (cabellos, trasmisión sexual, así como posibles
pelos), fibras embarazos, entre otros.
- Ropas
- Rastro de semen y de sangre
- Posibles sustancias tóxicas
- Aceleradores de combustión
- Narcóticos
- Documentos
- Objetos personales de la
víctima
- Otros objetos relacionados
- Teléfonos celulares
Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 103
Gladis Proaño Reyes
La intervención del perito en criminalística y de otros profesionales, tiene por objeto realizar un
minucioso estudio y análisis del lugar de los hechos y del hallazgo, así como de los indicios y
evidencias que en este se encuentren. Esto, con el fin de obtener datos relevantes que ayuden a
reconstruir el hecho que se investiga, así como descubrir la verdad histórica del mismo, evitando
siempre la contaminación de la escena; en especial en los casos de femicidio donde víctima
y agresor conviven. Algunos –por no decir todos– los indicios hallados en los objetos que se
encuentran en la escena del crimen tienen huellas y rastros biológicos que, incluso sobre el
cadáver de la víctima, se pueden encontrar.
Para el tratamiento de la escena del crimen en el Ecuador, la Resolución No.
073-FGE-2014, consagra los Manuales, Protocolos, Instructivos y Formatos del Sistema
Especializado Integral de Investigación Medicina Legal y Ciencias Forenses, publicada con
fecha 25 de agosto de 2014. Si bien no se establece un instrumento particular para los casos
de femicidio, se puede destacar el “Instructivo para la Aplicación del Protocolo para Peritajes
Forenses de Infracciones Penales Relacionadas con Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales
y Lesiones, cuando la Vida de la Víctima no Corre Riesgo por las Lesiones”. Como se pudo
constatar, tanto en la doctrina, como en los casos documentados, la mayoría de los femicidios
son la consecuencia crítica de violencia intrafamiliar y abusos psicológicos y físicos de la
pareja que se han prolongado en el tiempo.
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
En este sentido, el instructivo tiene como punto de origen el reconocimiento por parte del Estado
ecuatoriano de que las víctimas de este tipo de delitos tienen una condición de vulnerabilidad
extrema. Así, todas las instituciones y operadores(as) de justicia y salud deben entender que el
trato a ellas implica una triple atención: la forense, la clínica y la de protección especializada. De
igual forma, reconociendo la función del perito forense que,
Lejos de constituir una simple rutina de inspección constituye el punto inicial de la garantía
de no revictimización de las víctimas y una herramienta privilegiada del proceso judicial. Es el
(la) perito forense el responsable de dirigir y ejecutar un procedimiento investigativo conforme
a los derechos de las víctimas, asegurando que el informe pericial sea referido a los fiscales de
causa cumpliendo con las normas procesales y asegurando que las víctimas sean referidas a las
unidades de salud pública, las que deberán continuar con el seguimiento clínico que asegure su
remisión y cuidado idóneo (Instructivo, 2014, p. 119)
miscelánea
Fecha de
#acusados- T.G.P. (Tribunal de Garantías
hecho /
Víctima / Edad absueltos/ Penales)- provincia / No.
Fecha
parentesco proceso
de sentencia
14/02/2015
Rosa E.N.B / 35 1 acusado / pareja TGP de Cañar / 03281-2015-00112
11/09/2015
TGP de Santo Domingo
27/03/2015 Tatiana M. H.
1 acusado / cónyuge de los Tsáchilas
18/11/2015 B. /29
/ 23281-2015-00904
5/04/2015 Gladys J. Z. Z TGP de Manabí /
1 acusado / cónyuge
16/09/2015 / 24 13282-2015-00037
19/04/2015 TGP de Pichincha /
Diana E.T.A / 26 1 acusado / ex pareja
08/04/2016 17282-2015-01759
20/05/2015 Alexandra P.M.O TGP de Orellana /
1 acusado / ex pareja
06/04/2016 / sd 22252-2015-00298
17/05/2015 TGP de Pichincha /
María R.G.Y/sd 1 acusado / ex pareja
05/05/2016 17282-2015-02175
20/05/2015 Margarita C.Y 1 acusado / expareja TGP de Orellana /
23/11/2015 /sd 22251-2015-00199
26/05/2015 Patricia M.T.M TGP de Guayas /
1 acusado / cónyuge
24/05/2016 /21 09281-2015-03445
27/05/2015 TGP de Sucumbíos /
Gloria E.R.A / 34 1 acusado / cónyuge
20/02/2016 21283-2015-00154
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Gladis Proaño Reyes
En procesos legales por tentativa de femicidio, la fiscalía sustenta su acusación en pruebas como:
testimonio de la víctima, testimonio de los agentes investigadores, informe ocular técnico,
examen médico legal, informe pericial de reconocimiento del lugar de los hechos, extracción de
videos, entre otros.
Con fecha 18 de marzo de 2019, el Tribunal de Garantías Penales de Loja dictó sentencia
máxima de 40 años de privación de libertad, en concurso real de infracciones por un delito de
femicidio ocurrido el 29 de abril de 2018, cuando Joe Michael B.G., de 23 años, estranguló a
su pareja Jackeline Elizabeth R.Q., de 21 años. Luego de cometer el delito, asesinó al hijo de dos
años que tenía la joven. Entre las pruebas que fueron presentadas están: la autopsia médico legal;
la autopsia psicológica forense; la valoración del entorno y del contexto social de la madre y del
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
niño, el cual demostraba una relación de poder desigual y un círculo de violencia, así como el
adultocentrismo del que fue víctima el infante, quien percibía las consecuencias de la violencia
intrafamiliar; un informe pericial de identidad morfológica y fisonómica, que determinó que,
previo al día y hora de los hechos, las víctimas no presentaban signos visibles de violencia física
en su cuerpo. En todos estos casos, la fiscalía se respalda en el testimonio de las personas que, de
alguna manera, participaron en la investigación desde el levantamiento del cadáver.
4. Conclusiones
Esta investigación se ha centrado en el estudio de la escena del crimen de femicidio, en cuyo
lugar se produce la muerte violenta de una mujer por razones de género. Este hecho usualmente
se comete en el domicilio donde cohabitaban víctima y victimario o en el domicilio de uno de
ellos. Este debe ser tratado con cautela y profesionalismo para que la preservación y colección de
los indicios no se vea contaminada o que dicha escena del delito no sea manipulada por el autor.
Si bien le corresponde al Estado, en su rol de garante, investigar y sancionar cualquier
acción u omisión que atente contra la vida de una persona, en los casos de femicidio las
consecuencias sociales que se generan son particularmente grandes y profundas. No solamente
se está ante una situación en la que una mujer pierde la vida, sino que la pierde en manos de
una persona con quien convivía, ya sea su pareja, ex pareja o cónyuge, con quien, en la mayoría
de los casos y conforme a las estadísticas en el Ecuador, tenía hijos; es decir, son situaciones que
aquejan a los cimientos de la sociedad.
Desde esta perspectiva, corresponderá al Estado ecuatoriano el diseño y puesta en
marcha no solo de protocolos de investigación específicos para los casos de femicidios (en cuyos
miscelánea
procedimientos actúan técnicos de criminalística, inspección ocular, investigadores de delitos
contra la vida, peritos, forenses de diferentes disciplinas, etc.), sino también la formación de
profesionales con perspectivas de género. Esto, para que se puedan identificar patrones de
conducta que tienen lugar en dichas escenas del crimen y poder visualizar desde ese ámbito
indicios derivados de un hecho violento que arrebata la vida a una mujer.
Es a partir tanto de la noticia críminis como de la actuación policial en la escena
del crimen de femicidio, donde debe estructurarse la teoría del caso conforme a dimensiones
analíticas, hipótesis fácticas, jurídicas y probatorias, por lo que las primeras intervenciones son
de suma importancia. La Fiscalía y la Defensoría Pública han definido procedimientos para
estos casos. El Consejo de la Judicatura también ha emitido una guía para que la administración
de justicia pueda darse, considerando estándares con perspectiva de género.
También deben establecerse formatos específicos para: precautelar el levantamiento
del cadáver por femicidio, realizar el informe policial, el informe de inspección ocular técnico, el
protocolo de autopsia y los peritajes específicos, los cuales permitirán incluir de forma minuciosa
cuestiones específicas del delito de femicidio y, así, evitar la utilización de términos o expresiones
que conduzcan a un revictimización post morten.
La creación y desarrollo de políticas públicas educativas, de prevención y concientización
sobre violencia de género y su erradicación en las futuras generaciones incluye a las personas
que son asignadas para investigar este delito. En consecuencia, resulta necesario e inminente la
revisión de las mallas curriculares en las escuelas de formación y especialización policial.
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Referencias bibliográficas
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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
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los Derechos Humanos (OACNUDH) con el apoyo de la Oficina Regional para
las Américas y el Caribe de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad
de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) en el marco
de la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas ÚNETE para poner
fin a la violencia contra las mujeres (S/F). Modelo de protocolo latinoamericano de
investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/
feminicidio). Recuperado de: https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Women/
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Sentencias y resoluciones
Resolución No. 073-Fge-2014 consagra los Manuales, Protocolos, Instructivos y Formatos del
Sistema Especializado Integral de Investigación Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Instructivo para la Aplicación del Protocolo para Peritajes Forenses de Infracciones
Penales Relacionadas con Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales y Lesiones, cuando la
Vida de la Víctima No Corre Riesgo por las Lesiones. Suplemento del Registro Oficial
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miscelánea
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