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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

1. Unidad 1: GENERALIDADES DE LA
PSICOLOGIA JURIDICA
Tema 1: GÉNESIS Y APROXIMACIONES HISTÓRICO
CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Objetivo:

Conocer aspectos generales sobre la psicología jurídica y la influencia social sobre


conductas delictivas

Introducción:

La psicología jurídica nace del interés mutuo entre psicología y derecho. El derecho ha
sido consciente en diferentes momentos de su historia de la necesidad de tener
conocimiento sobre el comportamiento humano y de recurrir a disciplinas que
facilitaran su labor en cuanto a las decisiones a tomar en base a la regulación de
determinados comportamientos; si bien, no siempre ha favorecido el acercamiento a
dichas disciplinas. Del mismo modo, la psicología motivada en un principio por probar
sus teorías y, más tarde, por la relevancia social de sus trabajos, se ha aproximado, con
diferentes grados de intensidad, al mundo del derecho; aunque también en el caso de
la psicología hay que señalar que tampoco ha favorecido el acercamiento.

En palabras de Sobral (1994) psicología y ley parecen dos mundos condenados a


entenderse. Aunque lo intentaran no dejarían de encontrarse. Esto tiene que ver con
las preocupaciones inherentes que dan sentido a ambos universos centradas en el
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comportamiento humano, en la comprensión del mismo en un caso y en la forma de


regularlo en el otro.

La relación entre estas dos disciplinas inseparables ha estado marcada históricamente


tanto por la amistad como por los enfrentamientos, ya que, al igual que es inherente a
ambas su interés por el comportamiento, también es consustancial la presencia de una
serie de elementos que constantemente hacen surgir las divergencias.

Ciertamente las relaciones no resultan fáciles y aún se mantienen barreras como las
apuntadas por Muñoz Sabaté (1980) quien se refería al célebre caparazón
impermeable de los juristas y su notable dosis de suficiencia, pero también a la actitud
de la psicología científica que poco había hecho para iniciar el acercamiento. Sin

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embargo, las cosas aunque lentamente están cambiado a mejor debido, al menos en
parte, al creciente interés público por todo lo vinculado al delito, la decidida vocación
aplicada de la psicología en general y más particularmente la psicología social y, por
último, a la aparente receptividad de los actores legales a la investigación psicológica.
Es posible que el derecho y la psicología, a fuerza de roce, se estén acostumbrando a
trabajar juntos.

Pero la psicología jurídica no se ha limitado a establecer una relación con el derecho o


aplicar sus conocimientos en este contexto. Más allá, se ha preocupado por su
consolidación como un campo de aplicación de la psicología y desde la psicología social
se han realizado importantes aportaciones a su definición teórica, metodológica y
conceptual. A pesar de lo cual, hay que decir, que la psicología jurídica tiene muchos
temas pendientes de resolver, tales como su fundamentación teórica y su
conceptualización. Hay que profundizar en el debate sobre los aspectos teóricos y
conceptuales de la psicología jurídica si no se quiere caer en el riesgo de que ésta se
convierta en una mera aplicación de la psicología al derecho.

En este tema, nos centraremos en la relación entre psicología y derecho, sus


diferencias y los elementos que las hacen encontrarse, ya que dichas cuestiones han
determinado históricamente el desarrollo de la psicología jurídica. A continuación,
describiremos el desarrollo histórico de esta disciplina. La historia de cualquier
disciplina es un elemento clave para comprender la situación actual de la misma y en el
caso de la psicología jurídica no es diferente, más bien es un claro ejemplo de la
necesidad de conocer el pasado para comprender su presente, dada su
heterogeneidad, tanto en lo que se refiere a las perspectivas psicológicas que han
contribuido a su crecimiento como a los ámbitos en los que se ha desarrollado. Estos
dos aspectos, relación entre psicología y derecho a la evolución histórica de dicha
relación han marcado su conceptualización, la cual se encuentra en período de
definición.

Pero la psicología jurídica no crece en el vacío, sino que nace y se desarrolla a través de
su aproximación hacia una serie de ámbitos jurídicos que generan su interés entre
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ellos los testimonios y jurados, el estudio de la policía, la delincuencia, el contexto


penitenciario, las víctimas y la actuación pericial. Se hará una exposición de las
principales aportaciones realizadas por la psicología jurídica en cada uno de estos
ámbitos. El método de la psicología se ha visto fuertemente influido por los temas de
investigación abordados. Es destacada la propuesta que hacen algunos autores sobre
la conveniencia de adoptar dentro de la psicología jurídica una pluralidad
metodológica.

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2. Informacion de los subtemas


2.1 Subtema 1: Antecedentes de la psicología aplicada
al ámbito jurídico y del derecho
El análisis de la relación entre psicología y derecho está cargado de referencias a los
elementos que dificultan el contacto entre estas dos disciplinas, que las hacen
incompatibles que provocan conflictos o, cuando menos, que plantean limitaciones a
una labor conjunta.

Las distinciones formuladas se refieren al objeto de estudio, a las perspectivas teóricas


en que se basan y a su método.

Así algunos autores señalan que la psicología:

“descubre, describe y explica la experiencia y el comportamiento humano a través de la


lógica y el método de la ciencia. La investigación psicológica y la aplicación están
basadas en una aproximación lógica, empírica y analítica y esa aproximación está
manifiesta en un excepcionalmente amplio rango de cuestiones” (McConkey, 1992).

Por su parte, otros autores afirman que el derecho:

“es un arte práctico, un sistema de reglas, un medio de control social, interesado en la


resolución de problemas prácticos. Está basado en la psicología del sentido común la
cual tienen su propio modelo de hombre, sus propios criterios, sus propios valores. La
explicación del sentido común en la ley está apoyada por el hecho de que esos procesos
legales prácticos se han desarrollado en un constante y profundo escrutinio durante
muchos siglos. Está en este sentido “comprobado”. Pero es bastante diferentes de la
explicación en términos de la teoría psicológica que se apoya en la evidencia empírica de
las relaciones estadísticamente significativas” (Farrinton, Hawkins y Lloyd-Bosctock,
1979).
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En las anteriores definiciones, queda patente como elementos diferenciador, una de las
cuestiones más destacadas y analizados en la relación entre psicología y ley, y que hace
referencia al método. En este sentido Tapp (1980) hace una exposición de las principals
diferencias entre los dos campos:

- La ley es deductiva, mientras que la psicología es inductiva.

- La ley es doctrinal y la psicología es empírica.

- La ley funciona por el método de caso y la psicología por el método experimental.

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- Los abogados trabajan en las bibliotecas, mientras que los psicólogos trabajan,
principalmente, en los laboratorios.

- La ley codifica y categoriza, la psicología intenta verificar los datos de la observación y


la experimentación.

- La ley se relaciona con el caso, mientras que a la psicología le interesa lo general.

En este debate, también se ha dedicado atención al tema de los propósitos de cada una
de las disciplinas. Se afirma que la ley sirve primariamente para solucionar disputas y
mantener un sistema de orden y justicia en la sociedad. La ciencias sociales, por su parte,
se centran más en los valores de verdad y precisión de la metodología. Otra diferencia
es que las ciencias sociales están orientadas hacia el futuro, mientras que la ley se basa
en acuerdos establecido en el pasado (constituciones, estatutos) y en una investigación
del comportamiento previo de las partes.

Ellison y Buckout (1981) afirman que ley y psicología tienen un punto de vista común: a
ambas les preocupa la comprensión, la predicción y la regulación de la conducta
humana. Sin embargo, Garrido Martín (1994) advierte que dicha afirmación tiene una
validez relativa, que los términos en ella incluidos tienen significados distintos cuando
son utilizados desde cada una de las disciplinas. La psicología social y el derecho abordan
desde diferentes perspectivas la acción social humana en cuanto a su comprensión, su
predicción y su regulación.

Así pues, para la psicología lo importante es llegar a comprender las leyes del
comportamiento humano mientras que sólo tangencialmente puede interesar al
legislador el conocimiento nomotético de la conducta. No es que el legislador no
suponga las leyes del funcionamiento conductual humano, pero éste no es su cometido,
mientras que sí lo es del psicólogo. También resulta equívoca la expresión de predicción
de la conducta humana si se aplica a ambas disciplinas por igual. Así, las ciencias sociales,
buscan el descubrimiento de las leyes que les permitan controlar el comportamiento de
los seres que estudian y no existe control de verdad si se ignoran las leyes o los procesos.
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La ley positiva, en cambio, no predice sino prevé y trata de fomentar o de prohibir


positivamente, pero no explícitamente en función de las leyes de la naturaleza humana,
sino en función del poder que posee y de lo que considera bueno o malo para la
convivencia de las personas. Con respecto al concepto de regulación Garrido argumenta
que ésta es la función esencial de la ley positiva, la cual nos dice lo que debemos hacer
o evitar, la que premia y la que castiga, en el caso de la psicología, no se entiende en qué
sentido puede afirmarse que regula la conducta más allá del uso de sus leyes
nomotéticas que controlan solamente en cuanto que predicen.

Entre los intentos de sintetizar las diferencias existentes entre psicología y derecho hay
que destacar la exposición de Haney (1980) que llega a enumerar hasta 8 formas en las
que ambas disciplinas difieren:

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1. La psicología científica pone el énfasis en las visiones creativas; los psicólogos son
formados desde el inicio de su carrera para ser innovadores y hacer uso de
aproximaciones y soluciones novedosas. En contraste, el modelo del terreno legal es de
decisiones fijas; es decir, los juristas tienden a basar sus decisiones en casos
precedentes, evitando el uso de argumentos basados en razonamientos innovadores.

2. Los tribunales de justicia so parte de un sistema jerárquico que es autoritario. Las


decisiones pueden ser recurridas ante tribunales superiores, de manera que aquellos
con una posición más alta son los que tienen la última palabra. La psicología es una
ciencia empírica basada en datos de apoyo y consistentes y, aunque los juristas pueden
hacer uso de datos de casos anteriores, este aspectos empírico no es científico, ya que
sólo es utilizado para probar un punto concreto. Las leyes son estables y a pesar de que
pueden cambiar, lo harán lentamente a lo largo del tiempo.

3. El método utilizado para encontrar la verdad en psicología es principalmente el


método experimental, método que intenta resaltar la objetividad y trata de eliminar
sesgos y errores. El método legal para alcanzar la objetividad es de adversarios o
confrontación, siendo los sesgos una parte aceptada y asumida de este método.

4. La ley es prescriptiva, dice a las personas cómo deben comportarse; en contraposición


la psicología es descriptiva.

5. La ley se centra en un caso único y por esto es considerada idiográfica. La psicología


intenta ser nomotética, tendiendo a establecer principios generales o paradigmas.
Puesto que al derecho le interesan los casos individulaes, las aportaciones de la
psicología sobre patrones generales les resultan poco materiales y se sienten incómodos
admitiendo tipos generales de evidencia.

6. La ley intenta dar una apariencia de seguridad y aunque en el proceso de un juicio se


manejan conceptos que implican una cierta relatividad, como el de duda razonable en
el sistema jurídico anglosajón, una vez que se ha tomado la decisión, éste se considera
como “la verdad” y a menudo éste es irrevocable. La psicología se basa en hechos
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empíricos y en la probabilidad.

7. La psicología es proactiva, es libre de decidir qué áreas quiere investigar y cómo


dirigirá la investigación. Los intereses individuales son los determinantes principales de
sus elecciones y la motivación económica no suele tener un peso importante en sus
ecisiones aunque éstas puedan tener una relación directa con demandas
gubernamentales o de entidades privadas. Los juristas son reactivos, sólo pueden
atender a los casos y demandas planteados por sus clientes.

8. La investigación psicológica es generalmente académica, o investigación pura. La


mayoría de la investigación psicológica no se plantea como una forma de resolver
problemas en el mundo real. La ley, en cambio, es una disciplina operaciones, está

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creada para resolver problemas del mundo real y se aplica a cuestiones de la vida real.
Mientras que los psicólogos están formados para observar y usar adecuadamente
métodos para definir procesos, los abogados están formados para intervenir. Los
abogados manipulan la apariencia externa, mientras que los psicólogos examinan el
trabajo interno de una situación.

Estas diferencias planteadas por Haney (1980) son establecidas desde un planteamiento
en el que psicología y derecho se sitúan en posturas extremas, sin embargo, dichas
diferencias deben ser consideradas con una cierta relatividad, existen diferentes grados
de divergencia en los aspectos apuntadas entre la psicología y el campo jurídico.

Por su parte, Lösel (1992) también realiza una completa exposición de las dificultades
que, desde un punto de vista tradicional, han tenido los encuentros entre la psicología
y el derecho:

- Las diferencias en cuanto a la terminología suponen una barrera para la relación. Así
tanto desde la psicología como desde el derecho se plantean críticas respecto al uso de
un lenguaje difícil de comprender. Aunque hay que señalar que el principal problema se
deriva de la dificultad para encontrar conceptos equivalentes de una disciplina en la
otra, aún cuando se entienda el significado de los conceptos en cuestión

- La aproximación normativa del derecho requiere asumir una serie de prescripciones


que pueden ser problemáticas desde la perspectiva empírica de la psicología. La cual
dirige sus intereses hacia objetivos específicos que sean tan empíricamente accesibles
como sea posible.

- En la psicología, la multiplicidad de teorías y perspectivas es una cuestión que se por


supuesto y que se corresponde con la complejidad de objetos de investigación que
contribuyen a la evolución de modelos adecuados. En el caso del derecho, aunque
contiene diferentes conceptos y muchos problemas legales, su objetivo intrínseco es la
uniformidad y la evitación de la desigualdad, siendo de hecho esta diversidad de puntos
de vista de la psicología interpretada por los juristas como una muestra de
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contradicción.

- Aún cuando las afirmaciones psicológicas están bien apoyadas por la investigación
empírica, siempre llevan implícita una carga de probabilidad. En las decisiones de la
práctica legal, se concede gran importancia a la probabilidad o certeza de las
afirmaciones, siendo los juristas a veces poco sensibles al carácter probabilístico de sus
afirmaciones. En relación con esto, el autor advierte que una de las tareas de la
psicología jurídica debe dirigirse a conseguir que los juristas sean más conscientes de los
problemas básicos de la predicción y de la flexibilidad del comportamiento humano.

- Por lo general, los nuevos hallazgos necesitan de un largo período de tiempo para ser
introducidos en la práctica jurídica lo cual puede ser desesperante para los psicólogos.

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Sin embargo, esto también tiene su lado positivo, ya que puede ser arriesgado introducir
a corto plazo, en el sistema legal hallazgos que no estén suficientemente consolidados.

- Muchas cuestiones de la psicología legal requieren modelos de programas flexibles, lo


cual es difícil de corresponderse con el carácter fijo de la jurisdicción. En este aspecto,
es difícil encontrar un compromiso para poner en práctica intervenciones con carácter
experimental. No obstante, muchas de las posturas en contra de estas iniciativas reflejan
actitudes defensivas, que intentan evitar la inquietud de la institución jurídica.

- Por último, la investigación en el sistema legal tiene una importante vinculación con el
Estado, ante lo cual, algunos autores señalan que esto lleva a una aproximación carente
de crítica y que tienden a fomentar el control del estado. Además, se corre el riesgo de
que la investigación independiente del estado sea excluida de los tópicos de estudios
legales.

A pesar de lo anterior, Lösel (1992) advierte que por parte de ambas disciplinas se ha
producido un aumento de la sensibilidad ante estos y otros problemas así como una
actitud de con respectos a las posibilidades, peculiaridades e idiosincrasia propia de cada
disciplina y afirma que la tensión entre ambas no debe ser entendida como algo negativo
sino como un estimulo recíproco.

Para finalizar en lo que se refiere a las divergencias entre psicología y ley, también se
han comentado otros elementos que se refieren a las actitudes que cada una de las
partes han mantenido hacia la otra. En este sentido Muñoz Sabaté (1980) hace alusión
al célebre “caparazón impermeable” de los juristas alejados del método científico y de
las preocupaciones antropológicas y su notable dosis de suficiencia al creer que no
necesitan de una psicología “especial” a la utilizada por en ellos en su vida profesional.
Este autor también puntualiza que la responsabilidad del desconocimiento entre ambas
disciplinas reside en la psicología científica, sobre todo en su rama psicosociológica, que
poco ha hecho por iniciar un acercamiento.

Wrightsman (1991) señala cuatro dilemas sin resolver entre la psicología y el derecho:
que el objetivo de la ley sea garantizar los derechos individuales o el bienestar común
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de la sociedad; que el criterio frente a los delincuentes sea la igualdad ante la ley o la
variabilidad de la conducta individual; que la propuesta del procedimiento penal sea el
descubrimiento de la verdad o la resolución de los conflictos sociales; y que en la toma
de decisiones jurídicas sean mejores el uso de la lógica argumentativa o de la ciencia.

A pesar de lo expuesto en el apartado anterior, la realidad es que tanto desde la


psicología como desde el derecho han existido históricamente aproximaciones mutuas.
Una primera forma de analizar las cuestiones que tienen en común la psicología y el

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derecho arte de la consideración del carácter relativo que conllevan algunas de las
diferencias planteadas en el apartado anterior.

En esta línea, Carson (1988), analiza las siguientes divergencias formuladas por Aubert
(1963):

- Los científicos buscan predecir la conducta futura, mientras que los abogados
están interesados en la conducta pasada. La objeción que se plantea es que,
aunque parece una distinción clara, en algunos casos no lo es tanto. Así, los
abogados también tienen que intentar predecir la conducta judicial y la habilidad
para aportar hechos, entre otras cuestiones
- Otro de los aspectos divergentes es que los científicos buscan generalizar, cubrir
a tantas personas como sea posible a partir de una afirmación, mientras que los
abogados en las salas de justicia se centran de forma exclusiva en sus clientes y
en su individualidad más bien que en las características comunes. De nuevo,
aunque cierto en lo que se refiere a la práctica profesional de los juristas en las
salas de justicia, en determinados aspectos los abogados realizan
generalizaciones a partir de su práctica profesional.
- Otra de las diferencias planteadas por Aubert (1963) es que los científicos
perciben y trabajan con cuestiones de grado, tales como la probabilidad, el
desorden mental, el riesgo, etc., mientras que los abogados, en cambio,
dicotomizan. En este sentido, Carson (1988) señala que los abogados, en los
juzgados, deben intentar etiquetar a sus clients como poseedores o no de una
determinada categoría legal para obtener una conclusion particular y comparan
los hechos de sus clientes con categorías y conceptos preexistentes; pero fuera
de la sala de justicia, los abogados pueden reconocer la gran difusión y variedad
de categorías, así como de conceptos solapados existentes.
- Por otro lado, los científicos comprueban hipótesis a partir de criterios detallados
y examinados para establecer una relación de causalidad entre dos fenómenos,
mientras que los abogados tienen sus propias reglas de causación y no necesitan
probar sus conclusiones. Los científicos intentan hacer informes descriptivos
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pero de nuevo, fuera de la sala de justicia, el abogado también puede estar


interesado en dichos informes descriptivos de cara a evitar acontecimientos
como el incumplimiento de un contrato o la valoración de riesgos.

Por otro lado, la psicología y el derecho comparten su compromiso con lo empírico y la


cuantificación. La decisión sobre un caso judicial debe estar basada en pruebas y hechos,
de manera que lo observable puede llevar a esclarecer lo no observable y, a partir de
ello, personas que no presenciaron los hechos realizarán inferencias y
consecuentemente tomarán decisiones.

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Esto mismo es que lo hace la psicología, ambas disciplinas se basan en los empírico para
construir sus hipótesis.

Por su parte, Garrido (1994) considera que no es cierto que la única relación existente
entre psicología y derecho sea su objeto material común, la conducta. Su contacto es
más íntimo, las dos tienen la misma concepción de la naturaleza humana y de su
comportamiento. Aunque cada disciplina tenga su cometido, las dos comparten una
concepción unívoca de los procesos que gobiernan la conducta humana, siendo la
diferencia que la ley los supone o intuye y la psicología los coloca en su punto de análisis.
La ley positiva parte de una concepción de la naturaleza humana y de una previsión del
comportamiento humano y legisla en consecuencia. El verdadero fundamento de las
relaciones entre psicología y derecho reside en que muchas de las leyes positivas tienen
su razón de ser, su justificación teórica en los supuestos de cómo funcional la naturaleza
humana.

Análisis como los realizados anteriormente, ponen de manifiesto que las diferencias
establecidas entre la psicología y la ley no son tan rotundas como pudieran ser
entendidas en base a una primera lectura, siendo posible que un examen más detenido
ponga en evidencia que las líneas que marcan las diferencias entre ambos campos no
son tan definidas como se pudiera pensar. Todo lo anterior, parece apuntar hacia una
posible superación de las barreras que separan a ambas disciplinas, a favor de acentuar
los actuales y potenciales elementos en común que existen entre psicología y derecho.

2.2 Subtema 2: Perspectivas científicas en el estudio de


la criminalidad

El interés por la psicología de la testificación se halla íntimamente relacionado con los


inicios de lo que sería un acercamiento definitivo entre psicología y derecho. En este
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sentido, hay que destacar los trabajos pioneros de Cattel (1985), Binet (1903) y Stern
(1903, 1910). Éste último iniciaría las primeras colaboraciones en la planificación de
estudios experimentales con estudiantes de derecho y publicó en Leipzig la revista La
contribución de la psicología del testimonio. En 1908 aparece la obra de Münsterbeg,
On witness stand: essays on psychology and crime. Münsterbeg, discípulo de Wundt,
emigró a Estados Unidos, donde llegó a ser considerado como uno de los fundadores
de la psicología jurídica. En dicha obra se planteaba la necesidad de una independencia
de la ciencia experimental que abordaría cuestiones prácticas en áreas como la
educación, la medicina, la economía y la ley. Como muestra de la utilidad de dicha
ciencia experimental, Münsterbeg (1908) dedicó este texto a revisar áreas específicas

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en las que la psicología y el derecho entraban en contacto, tales como la memoria del
testimonio visual, la detección del engaño y la prevención del crimen.

La investigación durante las dos primeras décadas del siglo XX estará protagonizada
por los estudios experimentales sobre la testificación. Por otro lado, se producirán una
serie de acercamientos tanto por parte de la psicología como del derecho, donde están
presentes diferentes corrientes teóricas de la psicología. Entre los ejemplos más
destacados en esta línea, Freud (1906), en una conferencia dirigida a jueces en Austria,
plantea que la psicología podía realizar aportaciones muy prácticas al campo del
derecho, señalando su importancia en la interpretación de la actividad judicial.

Unos años después, Watson (1913) también comentará que juristas y psicólogos
tienen intereses en común. Por otro lado, prosigue el desarrollo de la psicología
criminal, sobre todo en el contexto americano. Muestra de esta última actividad, en
1909, Healy crea la primera clínica de psicología adscrita a un juzgado de menores en
Chicago, también aparecen diversas publicaciones sobre delincuencia juvenil y otros
trabajos relacionados con la psicología criminal. Se producen las primeras
colaboraciones de los psiquiatras con los psicólogos en los análisis psicolegales,
aumentando el uso de instrumentos psicométricos, como las escalas de Binet, Terman
y Thurstone en los informes psicológicos. Al mismo tiempo se inician los primeros
trabajos en centros correccionales de menores y en prisiones, donde el análisis se
dirige tanto a los encarcelados como a los profesionales responsables de la dirección
de las prisiones. En 1918, el estado de Nueva Jersey puso en funcionamiento el primer
sistema de clasificación de prisiones en Estados Unidos. También se empiezan a
realizar las primeras actuaciones en selección de policías, donde se utilizarán los tests
mentales de Terman (1917) y Thurstone (1922). En 1917, Mead publica La psicología
de la justicia penal y Bose Introducción a la psicología jurídica. Desde el terreno legal,
también algunos juristas argumentaron sobre la necesidad de sustituir la
jurisprudencia clásica, donde la ley eran entendida como una herramienta lógica que
podía ser aplicada racionalmente a los casos para aportar una solución correcta, por
una jurisprudencia realista, que defendiera que la ley se viera apoyada por otras
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materias contextuales adicionales, tales como la evidencia de la ciencia social.

A pesar de todas estas actuaciones dirigidas a aproximar los ámbitos de la psicología y


el derecho durante los comienzos del siglo XX, a finales de los años veinte tanto los
psicólogos como los juristas intentaban encontrar el papel que cada una de las
disciplinas desempeñaría en esta nueva actividad conjunta.

Entre 1930 y 1940 se produce un descenso en la literatura, aunque no del interés


mutuo entre ambas disciplinas. El período de guerras lleva a los psicólogos a nuevos
campos de trabajo y de aplicación de sus investigaciones produciéndose una nueva
etapa de reflexión interna en la psicología. En el derecho, el formalismo legal se debate
con el incipiente realismo, proliferando trabajos de juristas donde se demandan las

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aportaciones de la psicología tanto para la práctica profesional como para la


fundamentación real del derecho. Allport (1933) animó a los psicólogos a que
extendieran su investigación al mundo real y en especial al mundo de la ley. Kurt Lewin
(1947) dirigió la investigación hacia los intereses de la vida real, sugiriendo que los
psicólogos sociales consideraran los efectos de los procesos legales en la sociedad.
Terman (1931) retoma la tesis de Münsterbeg, sobre todo en lo referente a la
detección de mentiras, la selección de jurados y la identificación de los errores del
testimonio. Sin embargo, a pesar de estas aportaciones puntuales de la psicología,
durante este período las principales aportaciones a la psicología jurídica se realizan
desde el campo del derecho. Así de la mano de juristas surgen diversas obras sobre la
psicología jurídica. En 1935, Edward Robinson, psicólogo y profesor de derecho publica
Law and Lawyers, donde se defiende la metodología y la perspectiva del conductismo,
así como su aplicación a las doctrinas legales. El juez Wigmore (1937) afirma que el
proceso judicial debe estar dispuesto a tomar cualquier prueba psicológica en cuenta,
siempre que ésta sea fiable. En 1952, la escuela de derecho de la universidad de
Columbia dio una conferencia sobre la interacción entre el derecho y la psicología,
donde se analizarían una serie de tópicos de esta interacción que llegarían
posteriormente a ser el centro de la investigación en el terreno psicolegal. Conrad, de
la escuela de derecho de la universidad de Illinois planteó un plan general para la
investigación sobre la psicología de los jurados. El profesor de derecho Warren Hill,
retomando las sugerencias de Freud (1906), propuso un estudio sobre la psicología de
los jueces, incluyendo el análisis de los factores inconscientes que podían influir en las
decisiones judiciales y en la sentencias.

La década de los cincuenta supondría un momento decisivo en cuento al asentamiento


de la psicología jurídica como una nueva disciplina, marcada por un retorno del interés
de los psicólogos sociales y experimentales por loa campos aplicados que tenían
relación con la psicología, encontrándose entre éstos el derecho. De acuerdo con
Jiménez Burillo (1994) seinicia en este momento una etapa de la psicología jurídica que
se extendería hasta los años setenta. Comienzan a multiplicarse las publicaciones
sobre el tema. Blau (1959) publica El psicólog clínico y la profesión legal. La Universidad
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de Chicago pone en marcha un proyecto de investigación sobre jurados, que dará lugar
a un gran número de publicaciones, siendo su fruto más exitoso el trabajo realizado
por el jurista Harry Kalven y el sociólogo Hans Zeisel, que daría lugar a la publicación en
1966 de la obra The American Jury, donde se exploraron las semejanzas y diferencias
de las decisiones tomadas por jueces y jurados en la evaluación de la evidencia y a la
hora de juzgar la culpabilidad del defendido, obra que marcaría la investigación futura
sobre jurados. En otra línea, continúan los trabajos en prisiones desarrollándose
modelos terapéuticos ocupando un lugar principal la modificación de conducta. En la
década de los setenta tanto la investigación como la práctica psicológica inician una
nueva área de trabajo en el sistema legal, las fuerzas de seguridad. Las reacciones de la
policía ante los disturbios y las demostraciones del uso de la fuerza durante los años

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sesenta produjeron actitudes públicas extremadamente negativas. Los departamentos


de policía intentaron mejorar su imagen con actividades al servicio público y relaciones
con la comunidad. Dichas actividades fueron asesoradas por psicólogos. En esta
década también se dirigirá la atención hacia las víctimas de los delitos.

Las décadas de los setenta y los ochenta presenciarán la consolidación de la psicología


jurídica, impulsada por el contacto entre los profesionales de ambos campos, la
profesionalización de los psicólogos en diversos ámbitos jurídicos y por la aparición de
nuevos canales de difusión. Algunos de los principales eventos de este momento:

- Entre 1967 y 1968, se crea la Fundación Nacional en Estados Unidos donde se


inician una serie de reuniones conjuntas entre las ciencias psicológicas y
jurídicas que, posteriormente, a comienzos de los setenta, darían lugar a un
programa formal que legitimaría la investigación psicológica n el campo legal.

- En 1968 se crea la American Psychology Law Society.

- En 1974, tiene lugar la primera conferencia de la Sociedad Americana de


psicología y ley.

- En 1976, apareció en la revista Annual Review of Psychology, el primer artículo


sobre psicología y ley.

- En 1977, se publicó por primera vez la revista Law and Human Behavior.

- En 1981, se inaugura la División 41, Psychology and Law-Society de la


Asociación Americana de Psicología.

En el continente europeo también aparecen nuevas revistas entre éstas se encuentran


en el Reino Unido, British Journal of Law and Society, Criminal Justice and Behavior y
Correctional Psychologist; en Francia, Etudes Internationales de Psychol-Sociologie
Criminelle; en Italia, Quademi di criminologia cínica; y en España, Anuario de Sociología
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y Psicología Jurídicas, Anuario Vasco de Sociología del Derecho, Revista Jurídica,


Estudios penales y criminológicos, Cuadernos de política criminal...

En cuanto a los contactos entre los profesionales de la psicología jurídica, en Europa,


destacan una serie de reuniones que se inician en 1981 en Estocolmo, organizadas por
Arne Trankell. Posteriormente, en 1988 se producirían la primera Conferencia Europea
de ley y psicología, que fue propiciada por Hans Crombag (1988), la segunda fue
organizada por Lösel y sus colegas en Nuremberg, Alemania, en 1990, y la tercera,
cuyos trabajos fueron publicados posteriormente, fue organizada por Wadham y Keble
de la Universidad de Oxford en 1992. Coincidió esta última conferencia con la
inauguración formal de la Asociación Europea de Psicología y Ley.

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Lösel (1992) advierte del florecimiento de la psicología jurídica a nivel internacional;


viéndose esto influido por una serie de factores que marcarán dicha situación. Por un
lado, se encuentra el gran número de monográficos y libros editados, publicaciones en
revistas tan relevantes como Law and Human Behavior, Behavioral Science and the
Law, law and Psychology Review, Mental Health and Criminal Behavior, Expert
Evidence y la publicación de números especiales sobre el tema en revistas de carácter
más general como Applied Social Psychology Review, Journal of Personality and Social
Psychology, Journal of Social Issues, etc. es de destacar también la creación de
divisiones sobre psicología jurídica en las asociaciones profesionales de psicología, la
programación de cursos para graduados o postgraduados en diferentes países, sobre
todo en Estados Unidos y también la realización de conferencias con carácter
internacional, tales como las comentadas anteriormente. En los últimos años se ha
producido n gran incremento de las investigaciones empíricas sobre psicología jurídica,
haciéndose especial mención de la situación en Gran Bretaña, Países Bajos o Alemania,
pero sobre todo en Estados Unidos.

La Psicología Jurídico-Forense y Criminológica en el ámbito cultural


Hispanoamericano

Los primeros antecedentes de la psicología jurídica en Hispanoamérica, en cuanto a la


existencia de una preocupación por la delincuencia y la orientación aplicada de la
psicología pueden situarse en la tempranas aportaciones, en el siglo XVI, de Luis Vives
y Juan Huarte de San Juan. En España, se considera a Juan Huarte de San Juan como el
verdadero padre de la Psicología.

Ya en siglo XIX se desarrollará un análisis más profundo del delincuente y el concepto


de pena siendo un acontecimiento decisivo la aportación del primer código penal
español en 1822. Varias son las corrientes que abordarán estos temas, donde se
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encuentran la preocupación antropológica, la frenología, la medicina legal, el


krausismo y la antropología criminal. Es de destacar también las contribuciones de los
juristas, quienes recogiendo los planteamientos del psicoanálisis introducen en el
campo del derecho los conocimientos derivados de la psicología. Se resaltan entre
éstos a Camargo Marín que en 1930 publica El psicoanálisis y la práctica judicial y a
Jiménez de Asua, también experto en derecho criminal que escribió El psicoanálisis
criminal. Otros juristas de la época que se interesaron en cuestiones psicológicas del
derecho fueron Saldaña, Quirós y Cuello entre otros.

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

El manual de psicología jurídica de Mira i López (1932) es la primera publicación sobre


el tema que aparece en el ámbito Hispanoamericano, concretamente en la España
europea, siendo considerada el punto de partida de este campo de estudio. En su
obra, Mira i López recogió las contribuciones de diferentes escuelas de la psicología al
campo legal: conductismo, psicoanálisis, personalidad, personalidad, psicología de la
gestalt, genética evolucionista, neuro-reflexiología, psicología constitucional y
tipológica. Trató temas del testimonio, la comprensión del crimen, los informes
forenses, la reforma moral y la salud mental.

En 1965, se crea el primer Departamento de Psicología en la prisión de Madrid, dirigido


por Jesús Alarcón, poniéndose en funcionamiento tres años después el Departamento
General de Observación Penitenciaria para la clasificación, donde psicólogos,
educadores y juristas trabajaron en equipo.

Durante la década de los setenta, se producirán una serie de acontecimientos en el


ámbito Hispanoamericano que constituirán la base para el desarrollo y asentamiento
posterior de la psicología jurídica en España. Así en 1971 salen de las universidades de
Madrid y Barcelona, las dos primeras promociones de psicólogos españoles. Siguiendo
la estela de España, la inmensa mayoría de los paises hispanoamericanos, empezaron a
graduar a sus primeras promociones de psicológos. Por ejemplo, en Ecuador sería en
1979.

En 1971 se crea el Departamento de Sociología y Psicología Jurídica de la Escuela de


Abogados de Barcelona. De aquí, surgiría, en 1974, la revista Anuario de Sociología y
Psicología Jurídica, dirigida por Muñoz Sabaté, quien poco después escribiría junto a
Bayés y Munné el texto Introducción a la psicología jurídica (Muñoz Sabaté, Bayés y
Munné, 1980). En éste se recopilaron los artículos publicados por estos autores en los
años precedentes en la mencionada revista siendo considerado como el primer texto
español sobre la materia de esta nueva etapa. Otro evento relevante fue la celebración
en 1976 del primer Congreso Internacional de Psicología Jurídica en España. En 1979,
la entrada en vigor de las leyes Penitenciarias implicará el crecimiento de la figura del
psicólogos como técnica en las prisiones.
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Un importante acontecimiento inaugurará la década de los ochenta, la creación en


1980 del Colegio Oficial de Psicólogos de España y posteriormente, en Madrid (1987) y
en Barcelona (1989) comenzarían a funcionar las comisiones de psicología jurídica.

En Hispanoamérica, destacan los Colegios Oficiales de Psicólogos de México, Colombia


y Chile. Para mediados de los años 90, la mayoría de los Estados Hispanoamericanos,
incluído el Ecuador, tendrían operativos sus colegios respectivos colegios
profesionales. En nuestro país, la Federación Ecuatoriana de Psicólogos Clínicos
(FEPSCLI), actualmente presidida por el Dr. Francisco Brito, es el único Organimismo
con estatus oficial reconocido por el Ministerio de Salud.

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

En esta década comienzan a producirse un mayor número de publicaciones. Hay que


destacar también la aparición de números monográficos en 1981, 1987 y 1991 sobre
psicología jurídica en la revista Papeles del Psicólogo. En 1989 comienza a publicarse la
revista Delincuencia y en 1991 desde el Colegio de Psicólogos de España se inicia la
edición del Anuario de Psicología Jurídica. A comienzos de los noventa se celebran
diferentes jornadas y congresos, donde la psicología jurídica tendrá una
representación como una de las áreas temáticas.

Bajet i Royo (1995) señala la existencia de cuatro elementos básicos para la


consolidación de la profesión: una tendencia a la asociación, la publicación de libros y
revistas especializados en el tema, la institucionalización, especialmente por el
derecho, de los psicólogos como profesionales en el contexto legal y la creación de un
curriculum universitario específico, destacando en esta línea la especiales
contribuciones de autores como Burillo, Clemente, Seoane, Munné, Sobral, Diges, etc.

En la actualidad, la psicología jurídica tiene una legitimidad científica, histórica,


investigadora, profesional y jurídica. Además, presenta tres tipos de acercamientos: la
necesidad de contar con los descubrimientos de la psicología para la obtención de la
prueba legal, la cualificación científica del psicólogo para emitir informes forenses y la
influencia de los conocimientos psicológicos sobre el cambio legal.

Aunque todas las áreas de investigación están representadas entre los investigadores
españoles, hay algunas que destacan:

- Investigación penitenciaria: centrada en la aplicación y evaluación de


programas.

- Estudio de la delincuencia: evaluación y predictores, prevención y


tratamiento.

- Victimología y los aspectos forenses: peritajes, estudios sobre el testimonio,


decisiones de jurados.
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A modo de conclusión, podemos decir que el interés por lograr una compresión amplia
y bien fundada de los sujetos que llevan a cabo conductas desviadas, así como las
posibles respuestas que a éstas puede dar la sociedad, tiene en nuestra tradición
cultural un largo pasado. Sin embargo, el tiempo durante el cual ha habido un efectiva
Psicología Jurídica es muy corto.

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

2.3 Subtema 3: Psicología, Sociología y Criminología


Si bien, como se ha podido comprobar en el desarrollo histórico de la psicología jurídica,
existe un interés temprano por restablecer una relación entre el derecho, la sociología,
la criminología y la psicología, la definición de los roles a desempeñar por cada una de
las disciplinas en esa relación y, aún más, los elementos distintivos de la entidad
conceptual de la psicología jurídica han recibido una limitada atención.

Los intentos de conceptualizar la psicología jurídica como un todo (incluyendo las áreas
sociológicas y criminológicas) se han dirigido principalmente a establecer diferentes
formas de relación entre estos campos. En este sentido, las aportaciones de Muñoz
Sabaté (1980) merecen especial atención:

Psicología del Derecho

Parte de la idea de que casi todo el Derecho "está lleno de componentes psicológicos
que requiere a la Psicología para su puesta en funcionamiento". Relaciona más a la
Psicología Jurídica con la Filosofía y Sociología del Derecho que con la Psicología
Aplicada. La Psicología del Derecho es una psicología que se centra en el estudio teórico
del derecho. Su objeto de estudio son todos aquellos aspectos psicológicos que
inevitablemente existen en el Derecho. Aunque esta visión de la Psicología Jurídica ha
sido poco defendida por algunos autores ha comenzado a ser más considerada a partir
de la década pasada. Las razones han sido según Garzón (1989):

1. Las críticas realizadas a una Psicología centrada en analizar los parámetros más
conductuales que se encuentran en la Sala de Juicios.

2. La creciente necesidad de estudiar actitudes y valores sobre las justicia y sus


operadores con el fin de explicar los fenómenos relacionados con la justicia legal.
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3. Al interés despertado recientemente por analizar las representaciones sociales


de la justicia y los procesos de socialización legal, tanto en lo relativo a los operadores
del

Derecho como a los usuarios del sistema jurídico, así como la dimensión política de la
justicia y del poder judicial.

Otros factores que también han contribuido a este hecho son, según Jiménez Burillo
(1986), el creciente interés de la opinión pública por todo cuanto se relaciona con el
delito, unido a la vocación cada vez más decididamente aplicada de la Psicología Social

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

y a la mayor receptividad de los estamentos jurídicos a los resultados de la investigación


psicológica.

Psicología en el Derecho

Se estudian las normas jurídicas como estímulos verbales que tratan de promover o
evitar ciertas conductas por lo que la formulación y aplicación de tales normas requiere
la presencia de la Psicología para lograr un máximo de eficacia jurídica dada la cantidad
de variables ambientales y del sujeto que influyen en el cumplimiento de esas normas.
La Psicología es un campo al que los juristas pueden acudir en busca de asesoramiento.
Tal como indica Muñoz Sabaté (1975) si entendemos como norma las reglas destinadas
a producir efectos jurídicos, la Psicología Aplicada al Derecho consistiría en explicar
todos y cada uno de los términos psicológicos que utiliza la norma (por ejemplo, la
voluntad) e interpretarlos en el caso concreto. Esto es necesario porque los conceptos
psicológicos pueden ser ambivalentes dado que muchos de ellos se han tomado del
lenguaje común aunque posteriormente hayan sido matizados por la Psicología.

Además, los juristas se ven obligados a realizar un análisis a fondo de la conducta


humana, dado que la norma se refiere a la actuación de los individuos y su propósito es
condicionar sus acciones de una forma u otra (“conducencia” o capacidad de una norma
jurídica para ser cumplida por los sujetos a que va destinada). Sólo dominando las leyes
conductuales el jurista podrá aumentar la conducencia de una determinada norma. La
Psicología Jurídica puede ofrecer desde la interpretación de las expresiones faciales
hasta el conocimiento de la personalidad del sujeto pasando por el estudio de los
acontecimientos del medio ambiente (especialmente social) que generan y mantienen
la conducta. Desde esta perspectiva, las investigaciones en Psicología Jurídica tratarán a
la norma como variable independiente y la conducencia (medida por la frecuencia en
que esa norma es cumplida) como variable dependiente.
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Psicología para el Derecho

La Psicología actúa como auxiliar del Derecho cuando éste necesita información sobre
sus fines, estrategias o para interpretar hechos relativos a casos específicos. Es la
concepción que ha tenido mayor difusión. Se colabora con el Derecho en la explicación
de fenómenos tales como la personalidad del delincuente, los factores que influyen en
el testimonio o las características psicológicas de los juristas.

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

Para Muñoz Sabaté (1975) la Psicología Jurídica sólo se entiende en y para el Derecho y
aún en este caso sólo en lo que atañe a la interpretación del caso jurídico concreto en
tanto en cuanto la Psicología pueda aplicar sus técnicas y conocimientos a la prueba de
unos sucesos (Psicología probatoria). En definitiva, una parte de la Psicología que trata
de aplicar los métodos y los resultados de la Psicología experimental a la práctica del
Derecho (idea defendida por Garrido, 1982). La Psicología Jurídica debe atenerse a la
norma jurídica, sin valorar si es o no justa ni pretender argumentar sobre sus fines. Una
Psicología que pretenda aclarar los fines del Derecho no puede, dada su amplitud y
generalidad, encuadrarse en un ámbito específico como la Psicología Jurídica, sino que
forma parte de la Psicología General.

Alcanzado este punto, parece que el establecimiento de diferentes tipos de relaciones


entre la psicología y el derecho supone diferentes formas de conceptualizar la psicología
jurídica. Para Llloyd-Bostock (1988) esta diferenciación terminológica tan sólo cumple
con una dimensión evaluativa del papel que debe jugar la psicología en el derecho,
puntualizando que el debate actual reside en si la psicología debe ser un conocimiento
aplicado, o si debe entenderse como integrante de un contexto más amplio y teórico, el
de los valores sociales y personales que supone aceptar determinadas concepciones
tanto de la psicología y el derecho, como del hombre y su organización colectiva. Y
actualmente, sugiere la autora, muchos psicólogos y juristas estarían de acuerdo en que
tales diferenciaciones son borrosas y difíciles de establecer con claridad. Es por tanto,
necesario superar la separación entre el conocimiento teórico y el aplicado que subyace
a las distintas relaciones establecidas entre psicología y ley.

2.4 Subtema 4: Aportes de las áreas de la psicología al


estudio de la criminalidad
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Conocer los ámbitos de trabajo de la Psicología Jurídica y sus aportes en el studio de la


criminalidad puede darnos una buen idea de lo que abarca. Los temas de estudio son y
han sido los siguientes:

1. La Psicología del testimonio. Se tratan los procesos psicológicos


involucrados en el testimonio (errores de memoria y de percepción).

2. Investigaciones sobre el "detector de mentiras" (poligrafía).

3. Psicología de los jueces (tipología, aptitudes, psicopedagogía) y el proceso


de elaboración de la sentencia.

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

4. Estudio psicológico de la conducta desviada (psicopatología, psicología


criminal, psicología del conflicto, los motivos del delincuente).

5. Psicología penitenciaria. Psicología aplicada al tratamiento de los


delincuentes mediante la elaboración y ejecución de programas de
rehabilitación, estudio del recluso.

6. Peritajes psicológicos.

7. Estudios sobre la norma jurídica: descriptores y reforzadores.

8. Psicología de las relaciones jurídicas en términos de conducta (conducta


política, negociadora, familiar, sexual, cooperativa).

9. Reacciones frente al Derecho y la justicia.

10. Mecanismos de adaptación.

11. Psicodinámica del proceso judicial y de otras instancias de control. El


proceso de toma de decisiones de los jurados .

12. Relaciones abogado-cliente.

13. Psicología del documento, psicosemiótica: búsqueda e interpretación de


indicios y signos. También incluye el análisis psicolingüístico de las
confesiones y la redacción de los informes legales.

14. Asesoramiento para responsables de la policía y de las prisiones en


situaciones de secuestro y crímenes en serie. Este asesoramiento puede ir
dirigido también al propio cuerpo, estableciendo perfiles de la personalidad
del policía y estudiando las percepciones y actitudes policía/ciudadano.
También pueden realizarse tratamientos de alteraciones psicológicas fruto
de las tensiones asociadas a sus funciones. Finalmente, también pueden
formar a la policía para actuar frente a manifestaciones, peleas o
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negociación con secuestradores. Igual en las prisiones instruyendo a los


funcionarios para su interacción con los internos.

15. Programas de terapia y rehabilitación para las víctimas del delito, tratando
sobre todo de determinar si ha sufrido alteraciones psicológicas y su alcance
(ejemplo, personas que han sufrido un secuestro o torturas). En este
sentido Jiménez Burillo propone incluso llegar a diseñar programas de
prevención orientados a grupos de víctimas potenciales.

La psicología jurídica puede dividirse en doce grandes áreas de intervención: penal,


civil, judicial, penitenciaria, del menor, policial, militar, delincuencia, victimización,
mediación, ejercicio de la abogacía y de la norma jurídica (Soria, 1998).

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

De todas la más desarrollada es la penal. En ella se sitúan los campos de intervención


más conocidos, especialmente el peritaje psicológico del estado mental del acusado, la
psicopatología forense, etc.

La psicología del ámbito civil, junto con la penal, suele denominarse también como
psicología forense. Implica la actuación del psicólogo en el foro o sala de justicia. En las
salas de lo civil su actuación se centra en los procesos de separación y divorcio, la
guarda y custodia de menores, la elaboración de informes sobre adopción, etc.

La psicología judicial abarca estudios teóricos o simulaciones sobre la toma de


decisiones de jueces, tribunales y jurados, los principales mecanismos de influencia y
los procesos de formación y selección.

La psicología penitenciaria tiene como gran ventaja respecto de las anteriores su


delimitación formal a partir de la Ley Penitenciaria. Sus aplicaciones, entre otros
campos, son la clasificación de los internos, la progresión y regresión de grado, la
concesión de permisos penitenciarios, el clima social, tratamientos individuales y
colectivos, etc.

La psicología jurídica del menor está también prevista por la ley. En consecuencia, el
psicólogo debe desarrollar acciones relacionadas con la protección del niño; ello
incluye la elaboración de informes sobre menores delincuentes, así como el
asesoramiento a los fiscales respecto a las medidas más adecuadas, las intervenciones
apropiadas, la reinserción social del menor, la mejora en el clima de las instituciones
de menores, etc. Respecto a la tutela de menores, se trabaja con menores maltratados
o víctimas de abusos sexuales, con aquellos que su tutela ha sido retirada a sus padres,
etc.

La psicología policial es menos conocida, pero sin duda es un área de gran crecimiento
en la psicología jurídica. La función del psicólogo es ayudar a la organización policial
mediante la selección y formación policial, el análisis de la propia organización, pero su
acción también tiene repercusiones en la sociedad, como la intervención en
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situaciones de suicidio y toma de rehenes, el análisis del comportamiento criminal, el


diseño de perfiles criminales, la mejora de las relaciones con la comunidad, etc.

La psicología militar posee una características muy concretas, pues si bien el psicólogo
puede ser llamado a las salas militares a declarar como perito, su aportación suele
requerirse para los procesos de selección y adecuación de personal militar, estudios
sobre la propia organización, etc.

La psicología de la delincuencia es uno de los ámbitos más antiguos e incluye los


estudios sobre la personalidad del delincuente, la colaboración en la adopción de
medidas preventivas, el diseño de planes comunitarios de prevención de la
criminalidad, estudios sobre victimización, etc.

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Generalidades de la Psicología Jurídica: Tema 1, aproximaciones histórico culturales

La psicología de la victimización es actualmente el ámbito de mayor auge e incluye la


atención a la víctima, los programas de apoyo comunitario, el refuerzo de asociaciones
de víctimas, la evaluación de los procesos de victimización criminal, peritajes
neuropsicológicos, el tratamiento de la víctimas de los delitos, etc.

La resolución alternativa de conflictos sociales puede considerarse como un área


transversal a todas las anteriores, pues puede realizarse en cualquiera de ellas.
Especialmente debe citarse la supervisión de medidas alternativas a la prisión, la
mediación en conflictoscomunitarios, penales, civiles, matrimoniales, etc.

Podemos citar también la psicología aplicada al ejercicio de la abogacía, sean jueces,


fiscales o abogados. Entre todos ellos destaca la formación de dichos profesionales, el
asesoramiento de las partes en temas de jurado, de juicios penales graves, etc.

Finalmente, la psicología de la norma jurídica referida al asesoramiento y participación


de los psicólogos en la elaboración de nuevas normas jurídicas o la reelaboración de
las existentes.

No se trata de una revisión exhaustiva sino sólo se han mencionado las áreas de
aplicación de la psicología jurídica más significativas.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

1. Unidad 2: La Personalidad
Antisocial
Tema 2: Factores ligados a la Personalidad
Objetivo:

Examinar la personalidad antisocial y la influencia de la estructura familiar en la comisión


de delitos

Introducción:
Los factores ligados a la personalidad desempeñan un papel fundamental en la
comprensión de la relación entre la psicología y el ámbito jurídico. A lo largo de este
tema, exploraremos tres subtemas relevantes que contribuyen a esta conexión: el
trastorno mental y el delito, el trastorno antisocial de la personalidad y las motivaciones
y tipos delictivos. Al analizar estos aspectos, podemos obtener una visión más profunda
de cómo la personalidad influye en el comportamiento delictivo y su impacto en el
sistema legal.

Subtema 1: Trastorno mental y delito El trastorno mental es un factor importante a


considerar al examinar la relación entre la personalidad y la comisión de delitos. Según
estudios, existe una asociación entre ciertos trastornos mentales y un mayor riesgo de
participación en actividades delictivas. Por ejemplo, los trastornos psicóticos, como la
esquizofrenia, han sido identificados como factores de riesgo para la violencia criminal.

El modelo de la enfermedad mental ha sido ampliamente utilizado para comprender


cómo los trastornos mentales pueden influir en el comportamiento delictivo. Según este
enfoque, los individuos con trastornos mentales pueden tener dificultades para
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controlar sus impulsos y tomar decisiones racionales, lo que aumenta la probabilidad de


que se involucren en comportamientos delictivos. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que la mayoría de las personas con trastornos mentales no son delincuentes y
que la relación entre la enfermedad mental y la criminalidad es compleja y multifacética.

Subtema 2: Trastorno antisocial de la personalidad El trastorno antisocial de la


personalidad es otro factor de relevancia en la relación entre la personalidad y el delito.
Las personas diagnosticadas con este trastorno muestran un patrón persistente de
desprecio y violación de los derechos de los demás. Estudios han demostrado que existe
una mayor prevalencia de trastorno antisocial de la personalidad entre la población
carcelaria en comparación con la población general.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Los individuos con trastorno antisocial de la personalidad a menudo muestran una falta
de empatía, impulsividad y dificultades para controlar sus comportamientos agresivos.
Estas características pueden contribuir a la comisión de delitos, ya que estos individuos
tienden a minimizar o ignorar las consecuencias negativas de sus acciones. Además, el
trastorno antisocial de la personalidad se ha relacionado con un mayor riesgo de
reincidencia y una respuesta menos favorable a las intervenciones y tratamientos.

Subtema 3: Motivaciones y tipos delictivos

Los individuos pueden involucrarse en actividades delictivas por una variedad de


razones, y estas motivaciones pueden estar relacionadas con su personalidad. Algunos
tipos de personalidad están más propensos a ciertos tipos de delitos. Por ejemplo, la
personalidad narcisista se asocia con delitos relacionados con el estatus y el poder, como
el fraude financiero o el robo de identidad.

La teoría de la elección racional es un enfoque que se utiliza para comprender las


motivaciones delictivas. Según esta teoría, los individuos toman decisiones racionales al
elegir participar en actividades delictivas en función de una evaluación de los costos y
beneficios percibidos. Factores como la ganancia económica, la gratificación
instantánea, la falta de oportunidades legítimas y la falta de empatía hacia las víctimas
pueden influir en la elección de una persona de cometer un delito.

Además, los diferentes tipos de delitos también pueden estar relacionados con la
personalidad de los delincuentes. Por ejemplo, los delitos violentos pueden estar
asociados con personalidades agresivas o impulsivas, mientras que los delitos sexuales
pueden tener vínculos con desviaciones sexuales o trastornos de la conducta sexual.
Comprender estos vínculos puede ayudar a los profesionales del ámbito jurídico a
desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas.

Por tanto, a modo de conclusión, los factores ligados a la personalidad desempeñan un


papel significativo en la comprensión de la relación entre la psicología y el ámbito
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jurídico. El trastorno mental y el trastorno antisocial de la personalidad son factores


importantes a considerar al analizar la asociación entre la personalidad y la comisión de
delitos. La presencia de trastornos mentales y trastorno antisocial de la personalidad
puede aumentar el riesgo de participación en actividades delictivas.

Además, las motivaciones delictivas y los diferentes tipos de delitos también están
relacionados con la personalidad. Los individuos pueden verse impulsados a cometer
delitos debido a factores como la ganancia económica, la gratificación instantánea y la
falta de empatía. Diferentes tipos de delitos pueden estar asociados con características
específicas de personalidad, lo que destaca la importancia de una comprensión más
profunda de estos vínculos.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Es fundamental que los profesionales del ámbito jurídico y de la psicología trabajen en


conjunto para abordar los factores ligados a la personalidad en el contexto legal. Esto
puede incluir evaluaciones de salud mental, intervenciones y tratamientos adecuados,
así como estrategias de prevención que tengan en cuenta las características de la
personalidad de los individuos. Al hacerlo, podemos avanzar hacia un sistema más
comprensivo y eficaz en la promoción de la justicia y la reducción de la criminalidad.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2. Factores ligados a la personalidad


2.1 Subtema 1: Trastorno mental y delito
El estudio de la relación entre el trastorno mental y el delito es de gran relevancia en el
ámbito psicológico-forense. Existen diversos trastornos mentales que pueden influir en
el comportamiento delictivo, generando desafíos en la justicia y la comprensión de los
delincuentes. En este ensayo, exploraremos esta intersección, examinando las
evidencias científicas que respaldan la asociación entre el trastorno mental y el delito, y
analizando los factores psicológicos que pueden estar implicados.

Evidencias de la relación entre el trastorno mental y el delito: Numerosos estudios han


demostrado una conexión entre el trastorno mental y el delito. Un metaanálisis
realizado por Hodgins (1992) encontró que aproximadamente el 10% de los
delincuentes violentos tenían un diagnóstico de trastorno mental grave, como la
esquizofrenia. Además, se ha observado que las personas con trastornos mentales
tienen un mayor riesgo de involucrarse en comportamientos delictivos en comparación
con la población general (Fazel et al., 2009).

Factores psicológicos implicados en la relación: Diversos factores psicológicos pueden


contribuir a la relación entre el trastorno mental y el delito. Uno de ellos es la presencia
de síntomas psicóticos, como alucinaciones o delirios, que pueden influir en la
percepción de la realidad y la capacidad de juicio de una persona (Borum et al., 1998).
Los individuos con trastornos mentales graves pueden experimentar una disminución
de la capacidad para controlar impulsos y regular emociones, lo que puede aumentar la
probabilidad de comportamientos delictivos (Monahan, 1992).

Además, ciertos trastornos mentales, como el trastorno antisocial de la personalidad, se


caracterizan por la falta de empatía, la manipulación y la búsqueda de gratificación
inmediata, lo que puede conducir a la participación en actividades delictivas (American
Psychiatric Association, 2013). Otros trastornos, como el trastorno bipolar, pueden estar
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asociados con episodios de impulsividad y comportamiento desinhibido, aumentando el


riesgo de conductas delictivas durante los períodos de manía (Ritter et al., 2003).

Implicaciones para la justicia y la intervención: La relación entre el trastorno mental y el


delito plantea desafíos significativos para el sistema de justicia. Por un lado, es
fundamental garantizar el acceso a evaluaciones y tratamientos adecuados para las
personas con trastornos mentales, especialmente en el ámbito correccional. La
identificación temprana de estos trastornos y su tratamiento puede reducir la incidencia
de comportamientos delictivos y promover la reintegración social (Steadman et al.,
2000).

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Asimismo, es esencial que los profesionales de la justicia, incluyendo jueces, abogados


y agentes correccionales, cuenten con una comprensión adecuada de la influencia del
trastorno mental en el comportamiento delictivo.

Una mayor comprensión de esta relación puede permitir una evaluación más precisa de
la culpabilidad, la capacidad de juicio y la necesidad de intervenciones específicas para
abordar las necesidades de salud mental de los delincuentes.

La implementación de programas de tratamiento en entornos correccionales es crucial


para abordar tanto las necesidades de salud mental como la reducción de la
reincidencia. Los enfoques basados en la evidencia, como la terapia cognitivo-
conductual y la terapia psicosocial, han demostrado ser efectivos en la reducción de los
comportamientos delictivos en personas con trastornos mentales (Lamb et al., 2010).
Además, la coordinación de servicios entre profesionales de la salud mental y el sistema
de justicia puede mejorar la calidad de la atención y promover resultados más positivos
para los individuos involucrados.

Es importante destacar que la relación entre el trastorno mental y el delito es compleja


y no implica que todas las personas con trastornos mentales sean delincuentes. La
mayoría de las personas con trastornos mentales no cometen delitos y, de hecho, son
más propensas a ser víctimas de delitos que perpetradores (Teplin et al., 2005). Además,
existen factores adicionales, como la historia de abuso o trauma, el acceso a servicios
de salud mental y el apoyo social, que pueden influir en la relación entre el trastorno
mental y el delito.

En el ámbito del Derecho Penal, el estudio de la relación entre el trastorno mental y el


delito es de gran importancia para comprender la responsabilidad y el tratamiento de
las personas que sufren de enfermedades mentales y han cometido actos delictivos. En
el presente ensayo, examinaremos esta intersección desde la perspectiva del derecho
penal ecuatoriano, analizando las implicaciones jurídicas y las medidas adoptadas para
abordar esta problemática.
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Trastorno mental y capacidad de culpabilidad:

El derecho penal ecuatoriano establece que para que una persona sea considerada
culpable de un delito, debe tener capacidad de culpabilidad. En el caso de individuos con
trastornos mentales, se plantea la cuestión de si su capacidad de comprender la ilicitud
de sus actos o de actuar de acuerdo con esa comprensión está afectada.

Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP) de Ecuador, en su artículo 21, se


establece que la persona que, al momento de cometer el hecho punible, padezca de una
enfermedad mental o trastorno psíquico que le impida comprender la ilicitud de su
acción o actuar de acuerdo con esa comprensión, será inimputable. Esto implica que, en

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

caso de acreditarse la existencia de un trastorno mental que afecte la capacidad de


culpabilidad, se excluye la responsabilidad penal de la persona.

Medidas de seguridad y tratamiento:

Si se determina que un individuo con trastorno mental ha cometido un delito y es


declarado inimputable, el sistema penal ecuatoriano establece la aplicación de medidas
de seguridad y tratamiento, en lugar de una pena tradicional. Estas medidas tienen
como objetivo garantizar la protección de la sociedad y, a su vez, buscar la rehabilitación
y reintegración del individuo a la sociedad.

El COIP, en su artículo 23, establece que, en casos de inimputabilidad, se aplicarán


medidas de seguridad y tratamiento proporcionales a la gravedad del hecho y a la
peligrosidad del individuo. Estas medidas pueden incluir la internación en
establecimientos de salud mental, la imposición de tratamientos terapéuticos o
cualquier otra medida que permita controlar y tratar el trastorno mental del individuo.

Evaluación pericial y peritaje psicológico:

Para determinar la existencia de un trastorno mental y su relación con el delito


cometido, el sistema penal ecuatoriano recurre a la evaluación pericial y al peritaje
psicológico. Se requiere la intervención de profesionales especializados en salud mental
y psicología forense para realizar un diagnóstico preciso y determinar si el trastorno
mental afectó la capacidad de culpabilidad del individuo en el momento de cometer el
delito.

La evaluación pericial y el peritaje psicológico son fundamentales para garantizar una


justicia equitativa y una adecuada aplicación de las medidas de seguridad y tratamiento.
Estos procesos deben llevarse a cabo de manera rigurosa, imparcial y objetiva,
basándose en principios científicos y éticos para evitar prejuicios y garantizar la
protección de los derechos de las personas involucradas.

La relación entre el trastorno mental y el delito plantea desafíos importantes en el


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ámbito del Derecho Penal ecuatoriano. El sistema legal reconoce que las personas con
trastornos mentales pueden presentar limitaciones en su capacidad de culpabilidad y,
por lo tanto, establece medidas específicas para abordar esta situación.

La inimputabilidad, que excluye la responsabilidad penal de las personas con trastornos


mentales que no pueden comprender la ilicitud de sus actos o actuar de acuerdo con
esa comprensión, es un principio clave en el sistema penal ecuatoriano. En lugar de una
pena tradicional, se aplican medidas de seguridad y tratamiento que buscan proteger a
la sociedad y promover la rehabilitación del individuo.

La evaluación pericial y el peritaje psicológico desempeñan un papel crucial en este


proceso, ya que permiten determinar la existencia del trastorno mental y su relación

FORMATO CONTROLADO: FR0018/ v3.01 8


LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

con el delito. Estos procesos deben llevarse a cabo de manera rigurosa y basarse en
principios científicos y éticos para garantizar la justicia y la protección de los derechos
de las personas involucradas.

Es importante que el sistema legal ecuatoriano continúe desarrollando políticas y


programas que aborden de manera efectiva la relación entre el trastorno mental y el
delito. Esto implica la capacitación de profesionales en salud mental y psicología
forense, la promoción de la coordinación entre el sistema de justicia y los servicios de
salud mental, y la implementación de enfoques basados en la evidencia para el
tratamiento y la rehabilitación de los individuos con trastornos mentales.

En última instancia, se busca lograr un equilibrio entre la protección de la sociedad y el


respeto de los derechos de las personas con trastornos mentales en el marco del sistema
penal ecuatoriano. El reconocimiento y la comprensión de la intersección entre el
trastorno mental y el delito son fundamentales para alcanzar estos objetivos y construir
un sistema de justicia equitativo y sensible a las necesidades de todos los individuos
involucrados.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2.2 Subtema 2: Trastorno antisocial de la personalidad


El trastorno antisocial de la personalidad es un trastorno mental caracterizado por
patrones persistentes de comportamiento antisocial y violación de los derechos de los
demás. Las personas con este trastorno tienden a tener una falta de empatía y
remordimiento, así como una tendencia a manipular y engañar a los demás para obtener
beneficios personales. Este trastorno se considera crónico y comienza a manifestarse en
la adolescencia o en la edad adulta temprana.

Las características principales del trastorno antisocial de la personalidad incluyen el


desprecio por las normas y reglas sociales, la impulsividad, la irresponsabilidad, la
tendencia a violar los derechos de los demás y la falta de remordimiento. Estas personas
suelen tener dificultades para mantener relaciones interpersonales estables y presentan
una notable falta de empatía hacia los demás.

Desde una perspectiva psicológica, el trastorno antisocial de la personalidad se ha


relacionado con una serie de factores y teorías explicativas. Algunos estudios sugieren
que puede haber una base genética para este trastorno, lo que indica que ciertos rasgos
de personalidad y la predisposición a comportamientos antisociales pueden transmitirse
de generación en generación.

Además, el entorno familiar y las experiencias de crianza desfavorables también se


consideran factores de riesgo importantes para el desarrollo del trastorno antisocial de
la personalidad. El abuso físico, emocional o sexual, la negligencia parental, la falta de
estructura familiar y la ausencia de límites claros pueden contribuir al desarrollo de
patrones de comportamiento antisocial.

En términos de tratamiento, el trastorno antisocial de la personalidad es un desafío


debido a la resistencia al cambio y la falta de motivación para buscar ayuda. Sin
embargo, algunos enfoques terapéuticos, como la terapia cognitivo-conductual y la
terapia de habilidades sociales, han demostrado cierta eficacia en el manejo de los
síntomas y la reducción de comportamientos antisociales.
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A continuación, se proporcionarán los criterios diagnósticos del Trastorno de la


Personalidad Antisocial según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría y la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud:

DSM-5: Según el DSM-5, el diagnóstico del Trastorno de la Personalidad Antisocial se


basa en los siguientes criterios:

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

1. Desprecio y violación de los derechos de los demás, que se manifiesta por la


presencia de al menos tres de los siguientes comportamientos:

a. Incumplimiento de las normas sociales y legales, que conlleva arrestos


repetidos.

b. Engaño, indicando mentiras repetidas, uso de alias o estafas para beneficio


personal.

c. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

d. Irritabilidad y agresión, con peleas físicas recurrentes o agresiones a otros.

e. Desprecio irresponsable por la seguridad propia o de los demás.

f. Ausencia de remordimiento, manifestado por indiferencia o racionalización


de los daños causados a otros.

2. Edad de inicio antes de los 15 años.

3. Presencia de conducta antisocial no exclusivamente durante el transcurso de un


trastorno psicótico o un episodio maníaco.

CIE-11: Según la CIE-11, el diagnóstico del Trastorno de la Personalidad Antisocial se basa


en los siguientes criterios:

1. Desprecio y violación de los derechos de los demás, que se manifiesta por la


presencia de al menos tres de los siguientes comportamientos:

a. Incumplimiento de las normas sociales y legales, que conlleva arrestos


repetidos.

b. Engaño, indicando mentiras repetidas, uso de alias o estafas para beneficio


personal.
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c. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

d. Irritabilidad y agresión, con peleas físicas recurrentes o agresiones a otros.

e. Desprecio irresponsable por la seguridad propia o de los demás.

f. Ausencia de remordimiento, manifestado por indiferencia o racionalización de


los daños causados a otros.

2. El trastorno es evidente desde la infancia o la adolescencia.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

3. La presencia de un patrón persistente de comportamiento antisocial como parte


de la personalidad.

Es importante destacar que estos son solo los criterios diagnósticos generales. El
diagnóstico de un trastorno de personalidad debe ser realizado por un profesional de la
salud mental capacitado, como un psicólogo o un psiquiatra, tras una evaluación
exhaustiva de la historia clínica y la observación del comportamiento del individuo.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2.3 Subtema 3: Motivaciones y tipos delictivos


Motivaciones delictivas: Las motivaciones delictivas se refieren a los factores
subyacentes que impulsan a una persona a cometer un delito. Estas motivaciones
pueden variar ampliamente según el individuo y el contexto en el que se encuentren.
Algunas de las motivaciones más comunes incluyen:

1. Obtención de beneficios materiales: Algunas personas cometen delitos con el


objetivo de obtener ganancias financieras o materiales, como robo, fraude,
estafa, etc.

2. Búsqueda de poder y control: Algunos individuos buscan ejercer poder y


control sobre los demás a través de la comisión de delitos, como abuso de
poder, violencia doméstica o violación.

3. Necesidades emocionales: Algunas personas pueden cometer delitos para


satisfacer necesidades emocionales, como el deseo de venganza, la búsqueda
de emociones intensas o la obtención de gratificación personal.

4. Influencia de grupo: En algunos casos, la pertenencia a grupos delictivos o la


presión social pueden ser una motivación importante para cometer delitos.

5. Trastornos mentales: Algunos trastornos mentales, como el trastorno antisocial


de la personalidad, pueden influir en la motivación para cometer delitos,
especialmente aquellos relacionados con la falta de empatía, impulsividad y
comportamiento antisocial.

Tipos delictivos: Los tipos de delitos se clasifican en categorías o tipologías que


describen las características comunes de los delitos y su gravedad. Algunas categorías
comunes de delitos incluyen:

1. Delitos contra la propiedad: Incluyen robos, hurtos, allanamientos, vandalismo


y daño a la propiedad.
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2. Delitos violentos: Incluyen asesinato, agresión física, violencia doméstica,


violación y secuestro.

3. Delitos sexuales: Incluyen violación, abuso sexual, explotación sexual y


pornografía infantil.

4. Delitos económicos: Incluyen fraude, corrupción, lavado de dinero, evasión de


impuestos y estafas financieras.

5. Delitos relacionados con drogas: Incluyen posesión, tráfico y distribución de


drogas ilegales.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

6. Delitos cibernéticos: Incluyen fraudes en línea, hacking, robo de identidad,


ciberacoso y pornografía infantil en línea.

Es importante tener en cuenta que estas categorías pueden solaparse y que los delitos
pueden variar en su gravedad y circunstancias específicas. Además, la motivación
detrás de un delito puede ser compleja y multifactorial, a menudo influenciada por
diversos factores individuales, sociales y ambientales.

En el ámbito jurídico, comprender las motivaciones y los tipos delictivos puede ser
relevante para determinar la culpabilidad, establecer medidas de seguridad y
tratamiento, y tomar decision
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
1. Pregunta: ¿Cuáles son algunas de las motivaciones comunes que impulsan a las
personas a cometer delitos?

Respuesta: Algunas de las motivaciones comunes incluyen la obtención de


beneficios materiales, la búsqueda de poder y control, la satisfacción de
necesidades emocionales, la influencia de grupo y la influencia de trastornos
mentales.

2. Pregunta: ¿Qué son los delitos contra la propiedad y ejemplos de ellos?


Respuesta: Los delitos contra la propiedad son aquellos en los que se comete un
acto ilícito que afecta la propiedad de otra persona. Algunos ejemplos incluyen
robos, hurtos, allanamientos, vandalismo y daño a la propiedad.

3. Pregunta: ¿Cuáles son los tipos de delitos violentos más comunes?


Respuesta: Los tipos de delitos violentos más comunes incluyen el asesinato, la
agresión física, la violencia doméstica, la violación y el secuestro.

4. Pregunta: ¿Cuál es la relación entre los trastornos mentales y la motivación


para cometer delitos?
Respuesta: Algunos trastornos mentales, como el trastorno antisocial de la
personalidad, pueden influir en la motivación para cometer delitos. Estos
trastornos pueden estar relacionados con la falta de empatía, impulsividad y
comportamiento antisocial, lo que puede aumentar el riesgo de cometer delitos.

5. Pregunta: ¿Por qué es relevante comprender las motivaciones y los tipos


delictivos en el ámbito jurídico?
Respuesta: Comprender las motivaciones y los tipos delictivos es relevante en el
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ámbito jurídico para determinar la culpabilidad de una persona, establecer


medidas de seguridad y tratamiento adecuadas, y tomar decisiones informadas
sobre el sistema de justicia penal.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

1. Unidad 2: La Personalidad
Antisocial
Tema 1: LA PERSONALIDAD VIOLENTA
Objetivo:

Examinar la personalidad antisocial y la influencia de la estructura familiar en la comisión


de delitos

Introducción:
La teoría de la personalidad propuesta por Theodore Millon ha sido ampliamente
utilizada en el campo de la Psicología Jurídica y Forense para comprender los
trastornos de personalidad relacionados con la violencia. Según Millon (1996), existen
diferentes clasificaciones diagnósticas, como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM), que son fundamentales para identificar y categorizar a los
individuos con tendencias violentas. Estas clasificaciones proporcionan un marco
estructurado para la evaluación y diagnóstico de los trastornos de personalidad,
permitiendo así una comprensión más profunda de la personalidad violenta (Millon,
1996).

La psicopatía es un constructo clave en el estudio de la personalidad violenta. La teoría


de Raine y Hare ofrece una visión integral de los aspectos neurobiológicos y
psicológicos de la psicopatía, así como estrategias para su evaluación y abordaje. Raine
(2002) sostiene que la psicopatía puede ser entendida como un trastorno del
funcionamiento cerebral, destacando la importancia de la neurociencia en la
comprensión de este fenómeno. Por otro lado, Hare (1991) ha desarrollado la
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herramienta de evaluación conocida como la Escala de Psicopatía de Hare (PCL-R),


ampliamente utilizada en la identificación y evaluación de la psicopatía en el contexto
forense.

El estudio de los agresores en serie es fundamental para comprender la personalidad


violenta desde diferentes perspectivas. Desde la Psicología Jurídica, se investigan los
factores psicológicos que pueden contribuir a la aparición de patrones de
comportamiento violento en serie. La Criminología, por su parte, examina los aspectos
socioculturales y ambientales que influyen en el surgimiento de agresores en serie, así
como las características de sus víctimas. Además, la Antropología aporta una
perspectiva complementaria al analizar los aspectos culturales, históricos y sociales
que pueden influir en la aparición de agresores en serie en diferentes contextos. Por

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

último, el enfoque desde el Derecho Penal Ecuatoriano permite examinar cómo se


aborda legalmente este tipo de delitos en el marco de la legislación nacional.

Finalmente, con el fin de ilustrar los conceptos teóricos y proporcionar una aplicación
práctica, se presentará un caso práctico de un individuo con personalidad violenta. Se
describirán los antecedentes del caso, los factores de riesgo y los elementos
diagnósticos relevantes, basados en las teorías y clasificaciones abordadas
anteriormente. A continuación, se propondrá una resolución integral que incluya
estrategias de evaluación, intervención y tratamiento acordes con las mejores
prácticas en Psicología Jurídica, Criminología y Psicología Forense.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2. La Personalidad violenta
2.1 Subtema 1: Teoría de Millon y clasificaciones
diagnósticas
La teoría propuesta por Theodore Millon es ampliamente reconocida en el campo de la
Psicología Jurídica y Forense como un marco teórico importante para comprender los
trastornos de personalidad y su relación con la violencia. Millon sostiene que los
trastornos de personalidad violentos son el resultado de interacciones complejas entre
factores biológicos, psicológicos y socioculturales.

En cuanto a las clasificaciones diagnósticas, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los


Trastornos Mentales (DSM) es uno de los manuales más utilizados en el ámbito de la
psicopatología. En su última versión, el DSM-5, se proporcionan criterios específicos
para el diagnóstico de trastornos de personalidad y otros trastornos relacionados con la
violencia.

Un ejemplo de clasificación diagnóstica relevante en relación con la personalidad


violenta es el trastorno antisocial de la personalidad (TAP). El DSM-5 establece que el
TAP se caracteriza por un patrón persistente de violación de los derechos de los demás,
impulsividad, falta de empatía y tendencias manipuladoras. Este trastorno está
estrechamente asociado con comportamientos violentos y delictivos (American
Psychiatric Association [APA], 2013).

Además del DSM, existen otros manuales diagnósticos que también son referentes en
el campo de la Psicología Jurídica y Criminología. Por ejemplo, la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
proporciona una perspectiva complementaria para la evaluación y diagnóstico de
trastornos mentales, incluidos aquellos relacionados con la personalidad violenta.
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Millon (1996) ha desarrollado un enfoque dimensional para comprender las alteraciones


de la personalidad, en lugar de basarse únicamente en categorías diagnósticas. Esta
perspectiva dimensional permite una comprensión más profunda y sutil de las
características y manifestaciones de la personalidad violenta.

En el contexto de la conducta violenta y el trastorno de la personalidad antisocial, la


teoría de Millon identifica varios patrones de personalidad relevantes. Uno de ellos es
el patrón de personalidad "antisocial-agresivo", caracterizado por un comportamiento
impulsivo, falta de empatía, búsqueda de sensaciones, tendencias manipuladoras y un
desprecio por los derechos de los demás (Millon, 1996).

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Además, Millon (1996) ha identificado otros patrones de personalidad relacionados con


la violencia, como el patrón "paranoide-agresivo", que implica una desconfianza intensa
hacia los demás y una propensión a reaccionar de manera agresiva ante las percepciones
de amenaza.

La Teoría de Millon proporciona una comprensión integral de las alteraciones de la


personalidad asociadas con la conducta violenta y el trastorno de la personalidad
antisocial, al considerar tanto los factores biológicos como los psicológicos y
socioculturales. Esta teoría ha sido fundamental para el desarrollo de enfoques de
evaluación, intervención y tratamiento en el campo de la Psicología Jurídica y
Criminología.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2.2 Subtema 2: Teoría de Raine y Hare. La psicopatía


La Teoría de Raine y Hare es un enfoque importante para comprender la psicopatía, un
trastorno de la personalidad caracterizado por la falta de empatía, el comportamiento
impulsivo, la manipulación y la incapacidad para experimentar remordimiento o culpa.
Tanto Adrian Raine como Robert Hare han realizado contribuciones significativas en el
campo de la psicopatía, abordando aspectos neurobiológicos, psicológicos y
criminológicos del trastorno.

Según Raine, la psicopatía puede entenderse como un trastorno del funcionamiento


cerebral. Sus investigaciones han revelado diferencias en la estructura y función cerebral
de las personas con psicopatía, particularmente en las regiones asociadas con el
procesamiento emocional y la toma de decisiones. Raine ha destacado la importancia
de la neurociencia en la comprensión de la psicopatía y su relación con la conducta
antisocial (Raine, 2002).

Por otro lado, Hare ha desarrollado la Escala de Psicopatía de Hare (PCL-R), una
herramienta de evaluación ampliamente utilizada para identificar y medir la psicopatía
en individuos. La PCL-R se basa en una serie de características y comportamientos
asociados con la psicopatía, como la falta de empatía, la manipulación y la propensión a
la conducta antisocial. Esta escala ha sido fundamental para la identificación y
clasificación de individuos con psicopatía en el contexto forense (Hare, 1991).

La Teoría de Raine y Hare ha influido en la forma en que se evalúa y aborda la psicopatía


en el ámbito de la Psicología Jurídica y Criminología. Sus investigaciones han
proporcionado evidencia de las bases neurobiológicas y psicológicas de la psicopatía, lo
que ha llevado a una mejor comprensión y tratamiento del trastorno.
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2.3 Subtema 3: Los agresores en serie


Los agresores en serie representan una preocupación significativa en el ámbito de la
Psicología Jurídica y la Criminología. Estos individuos cometen una serie de delitos
violentos contra múltiples víctimas en un período prolongado de tiempo, generando
un impacto devastador en la sociedad. El objetivo de este ensayo es examinar las
características psicológicas y criminológicas de los agresores en serie, proporcionando
una comprensión más profunda de sus motivaciones y patrones de comportamiento.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

I. Definición y clasificación de agresores en serie

Los agresores en serie se definen como individuos que cometen tres o más homicidios
separados en el tiempo, generalmente con una motivación psicológica específica. La
clasificación de estos agresores se basa en diferentes características, como el tipo de
víctimas, la forma de ataque y los patrones de conducta (Douglas, Burgess, Burgess, &
Ressler, 1992). Algunas categorías comunes incluyen agresores en serie organizados,
desorganizados, motivados por el poder, por la venganza o por la gratificación sexual.

II. Características psicológicas de los agresores en serie

A. Trastornos de la personalidad: Varios estudios han revelado una alta prevalencia de


trastornos de personalidad en los agresores en serie. Por ejemplo, el trastorno
antisocial de la personalidad se asocia frecuentemente con este tipo de delincuentes,
ya que exhiben comportamientos manipuladores, falta de empatía y tendencias
impulsivas (Mullins-Nelson, Salekin, & Leistico, 2006).

B. Rasgos psicopáticos: Los agresores en serie a menudo presentan rasgos


psicopáticos, como la falta de remordimiento, la superficialidad emocional y la falta de
empatía. Estos rasgos están relacionados con la capacidad de manipulación y la
indiferencia hacia el sufrimiento de las víctimas (Hare, 1991).

C. Trauma y abuso infantil: Algunos agresores en serie han experimentado eventos


traumáticos y abuso durante la infancia. Estos antecedentes pueden contribuir al
desarrollo de patrones de comportamiento violento y una visión distorsionada del
mundo (Ressler, Burgess, & Douglas, 1988).

III. Factores criminológicos en agresores en serie

A. Planificación y organización: Los agresores en serie organizados suelen planificar


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meticulosamente sus ataques, seleccionando cuidadosamente a las víctimas y


minimizando las posibilidades de detección. Estos individuos pueden tener
conocimientos forenses y un alto grado de inteligencia emocional (Keppel, 1997).

B. Modus operandi y firma: Cada agresor en serie tiene un modus operandi (patrón de
comportamiento) y una firma (elementos distintivos no necesarios para el éxito del
delito). Estos elementos permiten a los investigadores establecer conexiones entre los
casos y ayudar a identificar al perpetrador (Douglas et al., 1992).

C. Ciclo de violencia: Los agresores en serie siguen un ciclo de violencia característico


que consta de varias etapas. Estas etapas pueden incluir fantasías violentas, búsqueda
de víctimas, preparación, ataque y una fase post-delito. El ciclo puede repetirse con

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

cada nuevo crimen, a medida que el agresor busca satisfacer sus necesidades
psicológicas y emocionales a través de la violencia (Hazelwood, Warren, & Reboussin,
1992).

IV. Evaluación y perfilación de agresores en serie

La evaluación y perfilación de agresores en serie desempeñan un papel crucial en la


investigación y prevención de este tipo de delitos. La evaluación psicológica y
criminológica busca identificar patrones, características y motivaciones específicas del
agresor, lo que puede ayudar a los investigadores a enfocar sus esfuerzos y establecer
perfiles de comportamiento (Turvey, 2017).

Los perfiles criminales se basan en la recopilación y análisis de información sobre el


modus operandi, la firma, el perfil psicológico y otros datos relevantes. Estos perfiles
pueden proporcionar pautas útiles para la identificación y captura del agresor, así
como para la prevención de futuros delitos (Holmes & Holmes, 2009).

Conclusiones:

Los agresores en serie son una preocupación significativa en el ámbito de la Psicología


Jurídica y la Criminología. Sus características psicológicas, como los trastornos de
personalidad y los rasgos psicopáticos, junto con factores criminológicos como la
planificación y la firma, los distinguen de otros delincuentes. La evaluación y la
perfilación son herramientas importantes para comprender y prevenir los crímenes
cometidos por estos individuos. Comprender las características y los patrones de
comportamiento de los agresores en serie es esencial para abordar eficazmente este
fenómeno y proteger a la sociedad.
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2.4 Subtema 3: Caso práctico


Caso práctico 1: Agresor en serie y su resolución

Antecedentes:

En la ciudad de Elmwood, se ha desatado una ola de crímenes violentos que han


dejado perplejos a los investigadores. Tres mujeres han sido asesinadas en diferentes

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

ubicaciones de la ciudad en un lapso de dos meses. Las víctimas presentan similitudes


en cuanto a la forma de ataque y los patrones de comportamiento del agresor indican
que se trata de un posible agresor en serie. La comunidad está aterrorizada y exige
respuestas y acciones inmediatas.

Descripción del caso:

El modus operandi del agresor en serie implica acercarse a las víctimas en lugares
públicos, generalmente por la noche, utilizando técnicas de seducción y manipulación
para ganarse su confianza. Luego las lleva a lugares aislados donde las agrede
físicamente, seguido de un asesinato brutal. Las víctimas son mujeres jóvenes, de
edades comprendidas entre los 25 y 35 años, y comparten características físicas
similares.

Investigación y perfilación:

El equipo de investigación forma un grupo especializado que incluye detectives,


psicólogos y criminalistas. Se recopila información sobre los casos, los testimonios de
testigos y se realiza un análisis forense exhaustivo de las evidencias encontradas en las
escenas del crimen. También se lleva a cabo una evaluación psicológica y se perfilan las
características del agresor en base a los patrones de comportamiento observados.

El perfil del agresor indica que probablemente sea un individuo con rasgos psicopáticos
y trastornos de la personalidad. Se destaca su capacidad de manipulación, su falta de
empatía y su tendencia a buscar poder y control sobre las víctimas. Además, el análisis
forense señala una planificación cuidadosa de los ataques y la existencia de una firma
específica en la forma en que se cometen los asesinatos.
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Resolución:

El equipo de investigación decide implementar una estrategia integral para capturar al


agresor en serie y evitar futuros ataques. Se llevan a cabo las siguientes acciones:

Incremento de la vigilancia: Se asigna un mayor número de patrullas policiales en áreas


estratégicas de la ciudad y se establece una comunicación estrecha con la comunidad
para recibir información relevante.

Análisis de patrones: Se establece un patrón temporal y geográfico de los ataques para


identificar áreas de mayor riesgo y ajustar las medidas de seguridad.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Divulgación de información: Se lanza una campaña mediática con el fin de informar a la


población sobre las características del agresor y brindar consejos de seguridad.

Tareas encubiertas: Se despliega un equipo de agentes encubiertos que simulan ser


posibles víctimas para atraer al agresor y obtener información que permita su
identificación.

Coordinación con expertos: Se solicita asesoramiento y apoyo de expertos en perfiles


criminales para afinar la estrategia de captura y análisis de la evidencia recopilada.

Tras varios meses de arduo trabajo, el agresor en serie es finalmente identificado y


capturado en una operación conjunta entre el equipo

Caso práctico2 : Evaluación de la psicopatía en un acusado de homicidio y su


resolución

Antecedentes: En el caso de un brutal asesinato en la ciudad de Crestwood, un


hombre de 32 años, John Doe, es acusado de cometer el crimen. Se han presentado
pruebas sustanciales que lo vinculan con el asesinato, pero su defensa alega que debe
tenerse en cuenta su posible condición de psicopatía como un factor que influye en su
comportamiento delictivo.

Evaluación psicoforense: Un equipo de psicólogos forenses es asignado para llevar a


cabo una evaluación exhaustiva de la personalidad y la psicopatía de John Doe. Se
emplean una variedad de herramientas y métodos, incluyendo entrevistas clínicas,
pruebas psicológicas y revisión de antecedentes médicos y criminales. El objetivo es
determinar la presencia y el grado de psicopatía en el acusado.

El equipo descubre que John Doe exhibe rasgos consistentes con la psicopatía, como la
falta de empatía, la manipulación y la tendencia a buscar gratificación inmediata sin
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considerar las consecuencias. También se evidencia un historial de comportamiento


antisocial, incluyendo conductas delictivas previas y falta de remordimiento o culpa
por sus acciones.

Resolución: La evaluación psicoforense es presentada en el juicio como evidencia para


ayudar a comprender la personalidad y el estado mental de John Doe. Sin embargo, se
requiere una solución integral para abordar tanto la responsabilidad penal como las
necesidades de tratamiento del acusado.

1. Responsabilidad penal: Se establece que John Doe debe ser considerado


responsable de sus acciones criminales, ya que aunque su psicopatía puede
influir en su comportamiento, no lo exime de la responsabilidad legal por el

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

asesinato cometido. Esto se basa en la capacidad de discernimiento del


acusado y su conocimiento de la naturaleza ilícita de sus actos.

2. Sentencia y tratamiento: Dado el diagnóstico de psicopatía, se recomienda que


John Doe sea sometido a un programa de tratamiento especializado en el
sistema penitenciario. El objetivo es abordar sus rasgos psicopáticos y trabajar
en la gestión de la impulsividad, la empatía y el desarrollo de habilidades
prosociales.

3. Monitoreo y seguimiento: Es fundamental establecer un seguimiento continuo


del progreso de John Doe durante su tiempo en prisión y posterior liberación.
Se sugiere la implementación de medidas de supervisión comunitaria, terapia
individual y grupal, así como programas de reintegración social para minimizar
el riesgo de reincidencia.

4. Educación y concienciación: Se recomienda llevar a cabo programas de


educación y concienciación sobre la psicopatía en el sistema de justicia penal y
en la comunidad en general. Esto ayudaría a reducir el estigma asociado a esta
condición y a fomentar una mejor comprensión de los desafíos y la gestión de
las personas con rasgos psicopáticos.

Conclusiones: La evaluación de la psicopatía en el acusado de homicidio juega un


papel crucial en el proceso

3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
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1. ¿Cuál es la definición de agresor en serie y cuáles son algunas de sus


características psicológicas y criminológicas?
Los agresores en serie son individuos que cometen tres o más homicidios
separados en el tiempo, generalmente con una motivación psicológica
específica. Algunas de sus características psicológicas incluyen trastornos de la
personalidad, rasgos psicopáticos y antecedentes de trauma o abuso infantil. En
términos criminológicos, pueden exhibir patrones de planificación y
organización, así como un ciclo de violencia recurrente.

2. ¿Cuál es la importancia de la evaluación y perfilación de agresores en serie en


la resolución de casos?

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

La evaluación y perfilación de agresores en serie son fundamentales para


comprender sus motivaciones, patrones de comportamiento y características
psicológicas. Estas herramientas ayudan a los investigadores a enfocar sus
esfuerzos, establecer perfiles de comportamiento y establecer conexiones entre
los casos. Además, la evaluación y perfilación pueden ser útiles para la
identificación y captura del agresor, así como para la prevención de futuros
delitos.

3. ¿Qué papel juega la psicopatía en el sistema de justicia penal y cómo se aborda


en casos criminales?
La psicopatía juega un papel importante en el sistema de justicia penal, ya que
puede influir en el comportamiento delictivo de un individuo. Aunque la
psicopatía puede ser considerada como un factor atenuante en algunos casos,
generalmente no exime a la persona de su responsabilidad penal. Sin embargo,
se recomienda el tratamiento especializado para abordar los rasgos psicopáticos
y trabajar en el desarrollo de habilidades prosociales y la gestión de la
impulsividad.

4. ¿Cuál es el objetivo de la evaluación psicoforense en casos criminales?

El objetivo de la evaluación psicoforense en casos criminales es comprender la


personalidad, el estado mental y otros factores relevantes de los acusados. Esto
permite a los profesionales de la psicología forense proporcionar información y
recomendaciones que pueden ser utilizadas en el juicio para ayudar a
comprender los motivos y la capacidad de discernimiento del acusado, así
como para determinar el tipo de sentencia y tratamiento adecuados.

5. ¿Cuáles son las recomendaciones para abordar la psicopatía en el sistema


penitenciario y prevenir la reincidencia?
Algunas recomendaciones para abordar la psicopatía en el sistema penitenciario
incluyen programas de tratamiento especializados que aborden los rasgos
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psicopáticos y promuevan el desarrollo de habilidades prosociales. Es


importante establecer un seguimiento continuo del progreso del individuo,
implementar medidas de supervisión comunitaria y ofrecer programas de
reintegración social. Además, la educación y la concienciación sobre la psicopatía
pueden desempeñar un papel clave en la prevención de la reincidencia y en la
reducción del estigma asociado a esta condición.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

1. Unidad 2: La Personalidad
Antisocial
Tema 2: Factores ligados a la Personalidad
Objetivo:

Examinar la personalidad antisocial y la influencia de la estructura familiar en la comisión


de delitos

Introducción:
Los factores ligados a la personalidad desempeñan un papel fundamental en la
comprensión de la relación entre la psicología y el ámbito jurídico. A lo largo de este
tema, exploraremos tres subtemas relevantes que contribuyen a esta conexión: el
trastorno mental y el delito, el trastorno antisocial de la personalidad y las motivaciones
y tipos delictivos. Al analizar estos aspectos, podemos obtener una visión más profunda
de cómo la personalidad influye en el comportamiento delictivo y su impacto en el
sistema legal.

Subtema 1: Trastorno mental y delito El trastorno mental es un factor importante a


considerar al examinar la relación entre la personalidad y la comisión de delitos. Según
estudios, existe una asociación entre ciertos trastornos mentales y un mayor riesgo de
participación en actividades delictivas. Por ejemplo, los trastornos psicóticos, como la
esquizofrenia, han sido identificados como factores de riesgo para la violencia criminal.

El modelo de la enfermedad mental ha sido ampliamente utilizado para comprender


cómo los trastornos mentales pueden influir en el comportamiento delictivo. Según este
enfoque, los individuos con trastornos mentales pueden tener dificultades para
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controlar sus impulsos y tomar decisiones racionales, lo que aumenta la probabilidad de


que se involucren en comportamientos delictivos. Sin embargo, es importante tener en
cuenta que la mayoría de las personas con trastornos mentales no son delincuentes y
que la relación entre la enfermedad mental y la criminalidad es compleja y multifacética.

Subtema 2: Trastorno antisocial de la personalidad El trastorno antisocial de la


personalidad es otro factor de relevancia en la relación entre la personalidad y el delito.
Las personas diagnosticadas con este trastorno muestran un patrón persistente de
desprecio y violación de los derechos de los demás. Estudios han demostrado que existe
una mayor prevalencia de trastorno antisocial de la personalidad entre la población
carcelaria en comparación con la población general.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Los individuos con trastorno antisocial de la personalidad a menudo muestran una falta
de empatía, impulsividad y dificultades para controlar sus comportamientos agresivos.
Estas características pueden contribuir a la comisión de delitos, ya que estos individuos
tienden a minimizar o ignorar las consecuencias negativas de sus acciones. Además, el
trastorno antisocial de la personalidad se ha relacionado con un mayor riesgo de
reincidencia y una respuesta menos favorable a las intervenciones y tratamientos.

Subtema 3: Motivaciones y tipos delictivos

Los individuos pueden involucrarse en actividades delictivas por una variedad de


razones, y estas motivaciones pueden estar relacionadas con su personalidad. Algunos
tipos de personalidad están más propensos a ciertos tipos de delitos. Por ejemplo, la
personalidad narcisista se asocia con delitos relacionados con el estatus y el poder, como
el fraude financiero o el robo de identidad.

La teoría de la elección racional es un enfoque que se utiliza para comprender las


motivaciones delictivas. Según esta teoría, los individuos toman decisiones racionales al
elegir participar en actividades delictivas en función de una evaluación de los costos y
beneficios percibidos. Factores como la ganancia económica, la gratificación
instantánea, la falta de oportunidades legítimas y la falta de empatía hacia las víctimas
pueden influir en la elección de una persona de cometer un delito.

Además, los diferentes tipos de delitos también pueden estar relacionados con la
personalidad de los delincuentes. Por ejemplo, los delitos violentos pueden estar
asociados con personalidades agresivas o impulsivas, mientras que los delitos sexuales
pueden tener vínculos con desviaciones sexuales o trastornos de la conducta sexual.
Comprender estos vínculos puede ayudar a los profesionales del ámbito jurídico a
desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas.

Por tanto, a modo de conclusión, los factores ligados a la personalidad desempeñan un


papel significativo en la comprensión de la relación entre la psicología y el ámbito
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jurídico. El trastorno mental y el trastorno antisocial de la personalidad son factores


importantes a considerar al analizar la asociación entre la personalidad y la comisión de
delitos. La presencia de trastornos mentales y trastorno antisocial de la personalidad
puede aumentar el riesgo de participación en actividades delictivas.

Además, las motivaciones delictivas y los diferentes tipos de delitos también están
relacionados con la personalidad. Los individuos pueden verse impulsados a cometer
delitos debido a factores como la ganancia económica, la gratificación instantánea y la
falta de empatía. Diferentes tipos de delitos pueden estar asociados con características
específicas de personalidad, lo que destaca la importancia de una comprensión más
profunda de estos vínculos.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Es fundamental que los profesionales del ámbito jurídico y de la psicología trabajen en


conjunto para abordar los factores ligados a la personalidad en el contexto legal. Esto
puede incluir evaluaciones de salud mental, intervenciones y tratamientos adecuados,
así como estrategias de prevención que tengan en cuenta las características de la
personalidad de los individuos. Al hacerlo, podemos avanzar hacia un sistema más
comprensivo y eficaz en la promoción de la justicia y la reducción de la criminalidad.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2. Factores ligados a la personalidad


2.1 Subtema 1: Trastorno mental y delito
El estudio de la relación entre el trastorno mental y el delito es de gran relevancia en el
ámbito psicológico-forense. Existen diversos trastornos mentales que pueden influir en
el comportamiento delictivo, generando desafíos en la justicia y la comprensión de los
delincuentes. En este ensayo, exploraremos esta intersección, examinando las
evidencias científicas que respaldan la asociación entre el trastorno mental y el delito, y
analizando los factores psicológicos que pueden estar implicados.

Evidencias de la relación entre el trastorno mental y el delito: Numerosos estudios han


demostrado una conexión entre el trastorno mental y el delito. Un metaanálisis
realizado por Hodgins (1992) encontró que aproximadamente el 10% de los
delincuentes violentos tenían un diagnóstico de trastorno mental grave, como la
esquizofrenia. Además, se ha observado que las personas con trastornos mentales
tienen un mayor riesgo de involucrarse en comportamientos delictivos en comparación
con la población general (Fazel et al., 2009).

Factores psicológicos implicados en la relación: Diversos factores psicológicos pueden


contribuir a la relación entre el trastorno mental y el delito. Uno de ellos es la presencia
de síntomas psicóticos, como alucinaciones o delirios, que pueden influir en la
percepción de la realidad y la capacidad de juicio de una persona (Borum et al., 1998).
Los individuos con trastornos mentales graves pueden experimentar una disminución
de la capacidad para controlar impulsos y regular emociones, lo que puede aumentar la
probabilidad de comportamientos delictivos (Monahan, 1992).

Además, ciertos trastornos mentales, como el trastorno antisocial de la personalidad, se


caracterizan por la falta de empatía, la manipulación y la búsqueda de gratificación
inmediata, lo que puede conducir a la participación en actividades delictivas (American
Psychiatric Association, 2013). Otros trastornos, como el trastorno bipolar, pueden estar
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asociados con episodios de impulsividad y comportamiento desinhibido, aumentando el


riesgo de conductas delictivas durante los períodos de manía (Ritter et al., 2003).

Implicaciones para la justicia y la intervención: La relación entre el trastorno mental y el


delito plantea desafíos significativos para el sistema de justicia. Por un lado, es
fundamental garantizar el acceso a evaluaciones y tratamientos adecuados para las
personas con trastornos mentales, especialmente en el ámbito correccional. La
identificación temprana de estos trastornos y su tratamiento puede reducir la incidencia
de comportamientos delictivos y promover la reintegración social (Steadman et al.,
2000).

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Asimismo, es esencial que los profesionales de la justicia, incluyendo jueces, abogados


y agentes correccionales, cuenten con una comprensión adecuada de la influencia del
trastorno mental en el comportamiento delictivo.

Una mayor comprensión de esta relación puede permitir una evaluación más precisa de
la culpabilidad, la capacidad de juicio y la necesidad de intervenciones específicas para
abordar las necesidades de salud mental de los delincuentes.

La implementación de programas de tratamiento en entornos correccionales es crucial


para abordar tanto las necesidades de salud mental como la reducción de la
reincidencia. Los enfoques basados en la evidencia, como la terapia cognitivo-
conductual y la terapia psicosocial, han demostrado ser efectivos en la reducción de los
comportamientos delictivos en personas con trastornos mentales (Lamb et al., 2010).
Además, la coordinación de servicios entre profesionales de la salud mental y el sistema
de justicia puede mejorar la calidad de la atención y promover resultados más positivos
para los individuos involucrados.

Es importante destacar que la relación entre el trastorno mental y el delito es compleja


y no implica que todas las personas con trastornos mentales sean delincuentes. La
mayoría de las personas con trastornos mentales no cometen delitos y, de hecho, son
más propensas a ser víctimas de delitos que perpetradores (Teplin et al., 2005). Además,
existen factores adicionales, como la historia de abuso o trauma, el acceso a servicios
de salud mental y el apoyo social, que pueden influir en la relación entre el trastorno
mental y el delito.

En el ámbito del Derecho Penal, el estudio de la relación entre el trastorno mental y el


delito es de gran importancia para comprender la responsabilidad y el tratamiento de
las personas que sufren de enfermedades mentales y han cometido actos delictivos. En
el presente ensayo, examinaremos esta intersección desde la perspectiva del derecho
penal ecuatoriano, analizando las implicaciones jurídicas y las medidas adoptadas para
abordar esta problemática.
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Trastorno mental y capacidad de culpabilidad:

El derecho penal ecuatoriano establece que para que una persona sea considerada
culpable de un delito, debe tener capacidad de culpabilidad. En el caso de individuos con
trastornos mentales, se plantea la cuestión de si su capacidad de comprender la ilicitud
de sus actos o de actuar de acuerdo con esa comprensión está afectada.

Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP) de Ecuador, en su artículo 21, se


establece que la persona que, al momento de cometer el hecho punible, padezca de una
enfermedad mental o trastorno psíquico que le impida comprender la ilicitud de su
acción o actuar de acuerdo con esa comprensión, será inimputable. Esto implica que, en

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

caso de acreditarse la existencia de un trastorno mental que afecte la capacidad de


culpabilidad, se excluye la responsabilidad penal de la persona.

Medidas de seguridad y tratamiento:

Si se determina que un individuo con trastorno mental ha cometido un delito y es


declarado inimputable, el sistema penal ecuatoriano establece la aplicación de medidas
de seguridad y tratamiento, en lugar de una pena tradicional. Estas medidas tienen
como objetivo garantizar la protección de la sociedad y, a su vez, buscar la rehabilitación
y reintegración del individuo a la sociedad.

El COIP, en su artículo 23, establece que, en casos de inimputabilidad, se aplicarán


medidas de seguridad y tratamiento proporcionales a la gravedad del hecho y a la
peligrosidad del individuo. Estas medidas pueden incluir la internación en
establecimientos de salud mental, la imposición de tratamientos terapéuticos o
cualquier otra medida que permita controlar y tratar el trastorno mental del individuo.

Evaluación pericial y peritaje psicológico:

Para determinar la existencia de un trastorno mental y su relación con el delito


cometido, el sistema penal ecuatoriano recurre a la evaluación pericial y al peritaje
psicológico. Se requiere la intervención de profesionales especializados en salud mental
y psicología forense para realizar un diagnóstico preciso y determinar si el trastorno
mental afectó la capacidad de culpabilidad del individuo en el momento de cometer el
delito.

La evaluación pericial y el peritaje psicológico son fundamentales para garantizar una


justicia equitativa y una adecuada aplicación de las medidas de seguridad y tratamiento.
Estos procesos deben llevarse a cabo de manera rigurosa, imparcial y objetiva,
basándose en principios científicos y éticos para evitar prejuicios y garantizar la
protección de los derechos de las personas involucradas.

La relación entre el trastorno mental y el delito plantea desafíos importantes en el


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ámbito del Derecho Penal ecuatoriano. El sistema legal reconoce que las personas con
trastornos mentales pueden presentar limitaciones en su capacidad de culpabilidad y,
por lo tanto, establece medidas específicas para abordar esta situación.

La inimputabilidad, que excluye la responsabilidad penal de las personas con trastornos


mentales que no pueden comprender la ilicitud de sus actos o actuar de acuerdo con
esa comprensión, es un principio clave en el sistema penal ecuatoriano. En lugar de una
pena tradicional, se aplican medidas de seguridad y tratamiento que buscan proteger a
la sociedad y promover la rehabilitación del individuo.

La evaluación pericial y el peritaje psicológico desempeñan un papel crucial en este


proceso, ya que permiten determinar la existencia del trastorno mental y su relación

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

con el delito. Estos procesos deben llevarse a cabo de manera rigurosa y basarse en
principios científicos y éticos para garantizar la justicia y la protección de los derechos
de las personas involucradas.

Es importante que el sistema legal ecuatoriano continúe desarrollando políticas y


programas que aborden de manera efectiva la relación entre el trastorno mental y el
delito. Esto implica la capacitación de profesionales en salud mental y psicología
forense, la promoción de la coordinación entre el sistema de justicia y los servicios de
salud mental, y la implementación de enfoques basados en la evidencia para el
tratamiento y la rehabilitación de los individuos con trastornos mentales.

En última instancia, se busca lograr un equilibrio entre la protección de la sociedad y el


respeto de los derechos de las personas con trastornos mentales en el marco del sistema
penal ecuatoriano. El reconocimiento y la comprensión de la intersección entre el
trastorno mental y el delito son fundamentales para alcanzar estos objetivos y construir
un sistema de justicia equitativo y sensible a las necesidades de todos los individuos
involucrados.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2.2 Subtema 2: Trastorno antisocial de la personalidad


El trastorno antisocial de la personalidad es un trastorno mental caracterizado por
patrones persistentes de comportamiento antisocial y violación de los derechos de los
demás. Las personas con este trastorno tienden a tener una falta de empatía y
remordimiento, así como una tendencia a manipular y engañar a los demás para obtener
beneficios personales. Este trastorno se considera crónico y comienza a manifestarse en
la adolescencia o en la edad adulta temprana.

Las características principales del trastorno antisocial de la personalidad incluyen el


desprecio por las normas y reglas sociales, la impulsividad, la irresponsabilidad, la
tendencia a violar los derechos de los demás y la falta de remordimiento. Estas personas
suelen tener dificultades para mantener relaciones interpersonales estables y presentan
una notable falta de empatía hacia los demás.

Desde una perspectiva psicológica, el trastorno antisocial de la personalidad se ha


relacionado con una serie de factores y teorías explicativas. Algunos estudios sugieren
que puede haber una base genética para este trastorno, lo que indica que ciertos rasgos
de personalidad y la predisposición a comportamientos antisociales pueden transmitirse
de generación en generación.

Además, el entorno familiar y las experiencias de crianza desfavorables también se


consideran factores de riesgo importantes para el desarrollo del trastorno antisocial de
la personalidad. El abuso físico, emocional o sexual, la negligencia parental, la falta de
estructura familiar y la ausencia de límites claros pueden contribuir al desarrollo de
patrones de comportamiento antisocial.

En términos de tratamiento, el trastorno antisocial de la personalidad es un desafío


debido a la resistencia al cambio y la falta de motivación para buscar ayuda. Sin
embargo, algunos enfoques terapéuticos, como la terapia cognitivo-conductual y la
terapia de habilidades sociales, han demostrado cierta eficacia en el manejo de los
síntomas y la reducción de comportamientos antisociales.
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A continuación, se proporcionarán los criterios diagnósticos del Trastorno de la


Personalidad Antisocial según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría y la Clasificación
Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud:

DSM-5: Según el DSM-5, el diagnóstico del Trastorno de la Personalidad Antisocial se


basa en los siguientes criterios:

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

1. Desprecio y violación de los derechos de los demás, que se manifiesta por la


presencia de al menos tres de los siguientes comportamientos:

a. Incumplimiento de las normas sociales y legales, que conlleva arrestos


repetidos.

b. Engaño, indicando mentiras repetidas, uso de alias o estafas para beneficio


personal.

c. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

d. Irritabilidad y agresión, con peleas físicas recurrentes o agresiones a otros.

e. Desprecio irresponsable por la seguridad propia o de los demás.

f. Ausencia de remordimiento, manifestado por indiferencia o racionalización


de los daños causados a otros.

2. Edad de inicio antes de los 15 años.

3. Presencia de conducta antisocial no exclusivamente durante el transcurso de un


trastorno psicótico o un episodio maníaco.

CIE-11: Según la CIE-11, el diagnóstico del Trastorno de la Personalidad Antisocial se basa


en los siguientes criterios:

1. Desprecio y violación de los derechos de los demás, que se manifiesta por la


presencia de al menos tres de los siguientes comportamientos:

a. Incumplimiento de las normas sociales y legales, que conlleva arrestos


repetidos.

b. Engaño, indicando mentiras repetidas, uso de alias o estafas para beneficio


personal.
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c. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro.

d. Irritabilidad y agresión, con peleas físicas recurrentes o agresiones a otros.

e. Desprecio irresponsable por la seguridad propia o de los demás.

f. Ausencia de remordimiento, manifestado por indiferencia o racionalización de


los daños causados a otros.

2. El trastorno es evidente desde la infancia o la adolescencia.

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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

3. La presencia de un patrón persistente de comportamiento antisocial como parte


de la personalidad.

Es importante destacar que estos son solo los criterios diagnósticos generales. El
diagnóstico de un trastorno de personalidad debe ser realizado por un profesional de la
salud mental capacitado, como un psicólogo o un psiquiatra, tras una evaluación
exhaustiva de la historia clínica y la observación del comportamiento del individuo.
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

2.3 Subtema 3: Motivaciones y tipos delictivos


Motivaciones delictivas: Las motivaciones delictivas se refieren a los factores
subyacentes que impulsan a una persona a cometer un delito. Estas motivaciones
pueden variar ampliamente según el individuo y el contexto en el que se encuentren.
Algunas de las motivaciones más comunes incluyen:

1. Obtención de beneficios materiales: Algunas personas cometen delitos con el


objetivo de obtener ganancias financieras o materiales, como robo, fraude,
estafa, etc.

2. Búsqueda de poder y control: Algunos individuos buscan ejercer poder y


control sobre los demás a través de la comisión de delitos, como abuso de
poder, violencia doméstica o violación.

3. Necesidades emocionales: Algunas personas pueden cometer delitos para


satisfacer necesidades emocionales, como el deseo de venganza, la búsqueda
de emociones intensas o la obtención de gratificación personal.

4. Influencia de grupo: En algunos casos, la pertenencia a grupos delictivos o la


presión social pueden ser una motivación importante para cometer delitos.

5. Trastornos mentales: Algunos trastornos mentales, como el trastorno antisocial


de la personalidad, pueden influir en la motivación para cometer delitos,
especialmente aquellos relacionados con la falta de empatía, impulsividad y
comportamiento antisocial.

Tipos delictivos: Los tipos de delitos se clasifican en categorías o tipologías que


describen las características comunes de los delitos y su gravedad. Algunas categorías
comunes de delitos incluyen:

1. Delitos contra la propiedad: Incluyen robos, hurtos, allanamientos, vandalismo


y daño a la propiedad.
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2. Delitos violentos: Incluyen asesinato, agresión física, violencia doméstica,


violación y secuestro.

3. Delitos sexuales: Incluyen violación, abuso sexual, explotación sexual y


pornografía infantil.

4. Delitos económicos: Incluyen fraude, corrupción, lavado de dinero, evasión de


impuestos y estafas financieras.

5. Delitos relacionados con drogas: Incluyen posesión, tráfico y distribución de


drogas ilegales.

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6. Delitos cibernéticos: Incluyen fraudes en línea, hacking, robo de identidad,


ciberacoso y pornografía infantil en línea.

Es importante tener en cuenta que estas categorías pueden solaparse y que los delitos
pueden variar en su gravedad y circunstancias específicas. Además, la motivación
detrás de un delito puede ser compleja y multifactorial, a menudo influenciada por
diversos factores individuales, sociales y ambientales.

En el ámbito jurídico, comprender las motivaciones y los tipos delictivos puede ser
relevante para determinar la culpabilidad, establecer medidas de seguridad y
tratamiento, y tomar decision
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LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

3. Preguntas de Comprension de la
Unidad
1. Pregunta: ¿Cuáles son algunas de las motivaciones comunes que impulsan a las
personas a cometer delitos?

Respuesta: Algunas de las motivaciones comunes incluyen la obtención de


beneficios materiales, la búsqueda de poder y control, la satisfacción de
necesidades emocionales, la influencia de grupo y la influencia de trastornos
mentales.

2. Pregunta: ¿Qué son los delitos contra la propiedad y ejemplos de ellos?


Respuesta: Los delitos contra la propiedad son aquellos en los que se comete un
acto ilícito que afecta la propiedad de otra persona. Algunos ejemplos incluyen
robos, hurtos, allanamientos, vandalismo y daño a la propiedad.

3. Pregunta: ¿Cuáles son los tipos de delitos violentos más comunes?


Respuesta: Los tipos de delitos violentos más comunes incluyen el asesinato, la
agresión física, la violencia doméstica, la violación y el secuestro.

4. Pregunta: ¿Cuál es la relación entre los trastornos mentales y la motivación


para cometer delitos?
Respuesta: Algunos trastornos mentales, como el trastorno antisocial de la
personalidad, pueden influir en la motivación para cometer delitos. Estos
trastornos pueden estar relacionados con la falta de empatía, impulsividad y
comportamiento antisocial, lo que puede aumentar el riesgo de cometer delitos.

5. Pregunta: ¿Por qué es relevante comprender las motivaciones y los tipos


delictivos en el ámbito jurídico?
Respuesta: Comprender las motivaciones y los tipos delictivos es relevante en el
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ámbito jurídico para determinar la culpabilidad de una persona, establecer


medidas de seguridad y tratamiento adecuadas, y tomar decisiones informadas
sobre el sistema de justicia penal.

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Psicología Jurídica,
criminalística y forense

Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA

Tema 1
GÉNESIS Y APROXIMACIONES HISTÓRICO CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
La investigación judicial y criminalista es definida como una
disciplina autónoma que tiene como propósito auxiliar a la
justicia mediante el análisis y la aplicación de técnicas,
métodos y procedimientos sustentados por diversas
ciencias, que le permiten obtener información y
procesarla a fin de identificar el “modus operendi” y el
autor de un delito (García, 2015).
Subtema 1:
Antecedentes de la psicología aplicada al ámbito jurídico y del derecho

La psicología jurídica nace del interés mutuo entre


psicología y derecho. El derecho ha sido consciente
en diferentes momentos de su historia de la
necesidad de tener conocimiento sobre el
comportamiento humano y de recurrir a disciplinas
que facilitaran su labor en cuanto a las decisiones a
tomar en base a la regulación de determinados
comportamientos.
Algunos autores “descubre, describe y explica la experiencia y
señalan que la el comportamiento humano a través de la
psicología: lógica y el método de la ciencia.

Otros autores “es un arte práctico, un sistema de reglas,


afirman que el un medio de control social, interesado en
derecho: la resolución de problemas prácticos
En este sentido Tapp (1980) hace una exposición de las
principales diferencias entre la psicología y el derecho:

La ley es deductivo (parte


La ley funciona por el
de un razonamiento
La ley es doctrinal y la método de caso y la
general y lógico a uno
psicología es empírica. psicología por el método
concreto), mientras que la
experimental.
psicología es inductiva

La ley codifica y categoriza,


La ley se relaciona con el
la psicología intenta
caso, mientras que a la
verificar los datos de la
psicología le interesa lo
observación y la
general.
experimentación.
Haney (1980) que llega a enumerar formas en las que ambas disciplinas difieren:

1. La psicología científica pone el énfasis 2. El método utilizado en psicología es el


en las visiones creativas. Los juristas método experimental, método que intenta
tienden a basar sus decisiones en casos resaltar la objetividad. El método legal para
precedentes, evitando el uso de alcanzar la objetividad es de adversarios o
argumentos basados en razonamientos confrontación, siendo los sesgos una parte
innovadores aceptada y asumida de este método

La psicología es proactiva, es
La ley es prescriptiva, dice a libre de decidir qué áreas
las personas cómo deben quiere investigar y cómo
dirigirá la investigación. Los
comportarse; en juristas son reactivos, sólo
contraposición la psicología pueden atender a los casos y
es descriptiva. demandas planteados por sus
clientes.

La ley intenta dar una La investigación psicológica es


apariencia de seguridad y generalmente académica, o
aunque en el proceso de un investigación pura. La ley, en
juicio se manejan conceptos cambio, es una disciplina
que implican una cierta operaciones, está creada para
relatividad. La psicología se resolver problemas del mundo
basa en hechos empíricos y en real y se aplica a cuestiones de
la probabilidad. la vida real.
Mientras que los psicólogos están formados para observar y
usar adecuadamente métodos para definir procesos, los
abogados están formados para intervenir. Los abogados
manipulan la apariencia externa, mientras que los psicólogos
examinan el trabajo interno de una situación.

Wrightsman (1991) señala cuatro dilemas sin resolver entre la psicología y el derecho:
que el objetivo de la ley sea garantizar los derechos individuales o el bienestar común
de la sociedad; que el criterio frente a los delincuentes sea la igualdad ante la ley o la
variabilidad de la conducta individual; que la propuesta del procedimiento penal sea
el descubrimiento de la verdad o la resolución de los conflictos sociales; y que en la
toma de decisiones jurídicas sean mejores el uso de la lógica argumentativa o de la
ciencia.
Subtema 2: Perspectivas científicas en el estudio de la criminalidad

Stern (1903, 1910). Éste último iniciaría las primeras


colaboraciones en la planificación de estudios
experimentales con estudiantes de derecho y publicó
en Leipzig la revista La contribución de la psicología del
testimonio. 15:30

https://www.youtube.com/watch?v=mQTW3bscq1o
Watson (1913) también comentará que juristas y psicólogos tienen
intereses en común. Por otro lado, prosigue el desarrollo de la psicología
criminal, sobre todo en el contexto americano. Muestra de esta última
actividad, en 1909, Healy crea la primera clínica de psicología adscrita a un
juzgado de menores en Chicago, también aparecen diversas publicaciones
sobre delincuencia juvenil y otros trabajos relacionados con la psicología
criminal.

En 1918, el estado de Nueva Jersey puso en funcionamiento el primer


sistema de clasificación de prisiones en Estados Unidos. También se
empiezan a realizar las primeras actuaciones en selección de policías,
donde se utilizarán los tests mentales de Terman (1917) y Thurstone (1922)
Terman (1931) retoma la tesis de Münsterbeg, sobre todo en lo
referente a la detección de mentiras, la selección de jurados y
la identificación de los errores del testimonio. Sin embargo, a
pesar de estas aportaciones puntuales de la psicología, durante
este período las principales aportaciones a la psicología jurídica
se realizan desde el campo del derecho.
La Psicología Jurídico-Forense y Criminológica en el ámbito cultural Hispanoamericano

Los primeros antecedentes de la psicología jurídica en Hispanoamérica, en


cuanto a la existencia de una preocupación por la delincuencia y la orientación
aplicada de la psicología

Ya en siglo XIX se desarrollará un análisis más profundo del


delincuente y el concepto de pena siendo un acontecimiento
decisivo la aportación del primer código penal español en 1822

Varias son las corrientes que abordarán estos temas, donde se


encuentran la preocupación antropológica, la frenología, la medicina
legal, el krausismo y la antropología criminal
En la actualidad, la psicología jurídica
tiene una legitimidad científica,
histórica, investigadora, profesional y
jurídica

presenta tres tipos de acercamientos:


la necesidad de contar con los
descubrimientos de la psicología para
la obtención de la prueba legal

la cualificación científica del psicólogo


para emitir informes forenses y la
influencia de los conocimientos
psicológicos sobre el cambio legal.
Investigaciones que se destacan

Investigación Estudio de la Victimología y los


penitenciaria: centrada delincuencia: evaluación aspectos forenses:
en la aplicación y y predictores, peritajes, estudios sobre
evaluación de prevención y el testimonio, decisiones
programas. tratamiento. de jurados.
Psicología Jurídica,
criminalística y forense

Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA

Tema 1
GÉNESIS Y APROXIMACIONES HISTÓRICO CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA
Psicología del Derecho

Parte de la idea de que casi todo el Derecho "está lleno de componentes


psicológicos que requiere a la Psicología para su puesta en funcionamiento

La Psicología del Derecho es una psicología que se centra en el estudio


teórico del derecho

Su objeto de estudio son todos aquellos aspectos psicológicos que


inevitablemente existen en el Derecho
Garzón (1989) indica las razones por las que ha sido considerada la psicología del derechos desde el siglo pasado

La creciente necesidad de estudiar El interés por por analizar las


actitudes y valores sobre las justicia y representaciones sociales de la
sus operadores con el fin de explicar los
fenómenos relacionados con la justicia justicia y los procesos de
legal. socialización legal

la vocación cada vez más


decididamente aplicada de la según Jiménez Burillo (1986), el
Psicología Social y a la mayor creciente interés de la opinión
receptividad de los estamentos pública por todo cuanto se
jurídicos a los resultados de la relaciona con el delito
investigación psicológica
Psicología en el Derecho La Psicología es un
campo al que los juristas
pueden acudir en busca
de asesoramiento.

Muñoz Sabaté (1975) señala que si Es necesario porque los conceptos


entendemos como norma las reglas psicológicos pueden ser
destinadas a producir efectos jurídicos, la ambivalentes dado que muchos de
Psicología Aplicada al Derecho consistiría ellos se han tomado del lenguaje
en explicar todos y cada uno de los común aunque posteriormente
términos psicológicos que utiliza la norma hayan sido matizados por la
e interpretarlos en el caso concreto Psicología.
La Psicología Jurídica puede ofrecer desde la
interpretación de las expresiones faciales hasta
el conocimiento de la personalidad del sujeto
pasando por el estudio de los acontecimientos
del medio ambiente (especialmente social) que
generan y mantienen la conducta
Psicología para el Derecho

o las
características
psicológicas
de los juristas

los factores
que influyen
en el
testimonio
Se colabora con el
Derecho en la
explicación de
fenómenos tales
como la personalidad
del delincuente
Subtema 4: Aportes de las áreas de la psicología al estudio de la criminalidad

Los ámbitos de trabajo de la Psicología Jurídica y sus aportes en el studio de la criminalidad son
los siguientes:
1.La Psicología
del
testimonio. Se tratan los
1.Investigacionessobre el
procesos psicológicos
"detector de mentiras"
involucrados en el
(poligrafía).
testimonio (errores de
memoria y de percepción).

1.Estudio psicológico de la
1.Psicología de los jueces
conducta desviada
(tipología, aptitudes,
(psicopatología, psicología
psicopedagogía) y el proceso
criminal, psicología del
de elaboración de la
conflicto, los motivos del
sentencia.
delincuente).
Peritajes
1.
1.Psicología de las relaciones
jurídicas en términos de conducta Reacciones frente al Derecho y la

psicológicos. (conducta política, negociadora,


familiar, sexual, cooperativa).
justicia

1.Psicología del documento,


psicosemiótica: búsqueda e
interpretación de indicios y signos.
1.Relaciones abogado-cliente. También incluye el análisis
psicolingüístico de las confesiones
y la redacción de los informes
legales.
Psicológia del • Se sitúan los campos de intervención del peritaje
psicológico del estado mental del acusado, la
ámbito penal psicopatología forense

• En las salas de lo civil su actuación se centra en los


La psicología procesos de separación y divorcio, la guarda y
custodia de menores, la elaboración de informes
del ámbito civil sobre adopción

• Abarca estudios teóricos o simulaciones sobre la


La psicología toma de decisiones de jueces, tribunales y jurados,
los principales mecanismos de influencia y los
judicial procesos de formación y selección.
La psicología • Sus aplicaciones, son la clasificación de los internos, la progresión
y regresión de grado, la concesión de permisos penitenciarios, el
penitenciaria clima social, tratamientos individuales y colectivos

La psicología • Acciones relacionadas con la protección del niño; ello incluye la


elaboración de informes sobre menores delincuentes, así como el
jurídica del asesoramiento a los fiscales respecto a las medidas más adecuadas,
las intervenciones apropiadas, la reinserción social del menor, la
menor mejora en el clima de las instituciones de menores,

• El ámbito de mayor auge e incluye la atención a la víctima, los


La psicología de programas de apoyo comunitario, el refuerzo de asociaciones de
víctimas, la evaluación de los procesos de victimización criminal,
la victimización peritajes neuropsicológicos, el tratamiento de la víctimas de los
delitos
Psicología Jurídica, criminalista
y forense

Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA

Tema 2
TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LA AGRESIÓN HUMANA
Teoría Tridimensional de Personalidad de Cloninger

Cloninger (1987) establece que existen tres


dimensiones de la personalidad que se definen
en base a un neurotransmisor específico que se
encuentra en nuestras vías neuronales del
sistema cerebral. Estas dimensiones son la
búsqueda de la novedad, la evitación del daño y
la dependencia a la recompensa.
La primera dimensión comprendería una tendencia genética a responder a
estímulos novedosos a las señales de posibles premios o evitación de castigos con
una gran alegría o una alta excitación.

La segunda de ellas, la evitación del daño, haría referencia a las conductas


para evitar castigos, la novedad o la frustración. Esta dimensión tendría como
consiguiente una respuesta a señales de estímulos de carácter aversivo de
rechazo.

La tercera dimensión, el individuo muestra dependencia a la


recompensa, sería totalmente opuesta a la segunda, esta tendería a
responder de manera intensa a las señales de gratificación
En base a estas tres dimensiones, Cloninger (1987)
establece la existencia de dos grandes tipos de
personalidad que los denomina Tipo I y Tipo II. Esta
clasificación se realizó exclusivamente para explicar los
problemas del alcohol, aunque es también aplicable
para los problemas de delincuencia.
TIPO I Los individuos que presentan bajos índices de
búsqueda de sensaciones. Son personas muy reflexivas,
rígidas, fieles, temperamento lento, ordenados,
perseverantes,

Estos individuos serían más reacios a


comprometerse con nuevos proyectos, pero si lo
hacen tenderán a pensar mucho sobre sus
decisiones y a preocuparse por el mínimo detalle.

Estos corresponderían a sujetos Tipo I, y sus


rasgos de personalidad predominantemente
serían los de una personalidad ansiosa o un sujeto
pasivo-dependiente
TIPO II

Son aquellos que poseen altos niveles de búsqueda de sensaciones,


caracterizados por una alta impulsividad, excitables, temperamentales,
desordenados, etc

Alta búsqueda de novedad, lo que se reflejaría en una alta


impulsividad, personas exploradoras, desordenadas y
distraídas;

Presentan una gran predisposición a la pelea


FACTORES BIOLÓGICOS

La literatura existente hasta el momento establece


que, en relación a las bases biológicas
de la violencia y la agresión, existen unos factores
influyentes como son la edad, el sexo o
poseer ciertas patologías (Tovar y Ostrosky, 2013).

Las anormalidades genéticas estarían en las estructuras


que se encargan de la inhibición cognitiva y
conductual, la regulación emocional así como en la
respuesta de la persona ante los rechazos de la sociedad,
aspectos que predispondrían al sujeto a realizar
conductas delictivas y/o antisociales (Raine, 2008; Tovar y
Ostrosky, 2013).
Concretamente, la evidencia de las investigaciones ha establecido que
alteraciones a nivel estructural y funcional

en áreas de la corteza temporal, corteza prefrontal, amígdala, el hipocampo/parahipocampo


anterior han demostrado tener una relación con el desarrollo de comportamientos violentos
(Blair, 2001; Kiehl, 2006; Raine y Yang, 2006).

Diversos estudios consideran que son las lesiones a nivel prefrontal las causantes de la reducción
de capacidad de razonar y pensar del individuo lo que a su vez conllevaría a un fracaso académico
y los consiguientes problemas económicos predisponiendo al sujeto a llevar una vida violenta y
criminal

https://www.youtube.com/watch?v=J1CjXZdsUYg
La criminología clínica sostiene
que la conducta del hombre se ve
influenciada, y puede tornarse criminal,
por el entorno físico y social

actores tales como la herencia


cromosomática, lo congénito y lo
constitucional

por ejemplo, puede reaccionar


de diversa manera frente a estímulos
externos y llegar al
comportamiento criminal
FACTOR SOCIODEMOGRÁFICO

El factor sociodemográfico Como por ejemplo casos de los menores


influye en la conducta a través que viven en barrios cuya tasa de
desempleo es elevada, son zonas
de la exposición de
masificadas, son barrios donde la
comportamientos y actitudes violencia o la delincuencia están
realizadas por los adultos y los normalizados y donde existe un pobre
pares en su entorno control social informal (Redondo, 2008) .

Berti y Pivetti (2017)


evidencian la existencia de
una “Vulnerabilidad
contextual” que provocaría
una posible aparición tanto de
conductas antisociales como
delictivas
En los estudios realizados
entre la relación existente
entre familia y conducta
delictiva

Se ha obtenido una estrecha En concreto, la baja cohesión


relación de predictibilidad familiar es el
entre la calidad de las factor más relacionado con la
realización de
relaciones entre padres e comportamientos delictivos
hijos con el comportamiento (Trudel y Puentes-
delictivo Neuman, 2000).
entre pertenecer
a una familia
monoparental y
llevar a cabo un
comportamiento
Pevalin et al. antisocial.
(2003)
encontraron en
su estudio que
había una
asociación Otros aspectos
significativa familiares
relacionados con el
conflicto familiar son
la falta de
comunicación
familiar y la
composición de la
familia
1.Losproblemas de salud mental de 1.Elestudio realizado por Anselmi et
uno o ambos progenitores también al. (2012), evidencia que aquellos
menores cuyas madres presentaban
han sido un factor de riesgo muy
problemas de salud mental, tenían
estudiado en cuanto a su relación una mayor probabilidad de
con las conductas antisociales desarrollar problemas de conducta
(Murray et al., 2018). a los 15 años

1.Como factores protectores dentro 1.Respecto al consumo de


de la familia es importante la sustancias ilegales por parte de
estabilidad familiar, la percepción de los padres también se han
apoyo, una buena comunicación, un
nivel de estudio alto y un buen
encontrado relaciones
autoconcepto, el respeto a las evidenciadas en diversas
normas y los límites (Hoeve et al., investigaciones (Murray et al.,
2009; Jiménez, 2017). 2018)

https://www.youtube.com/watch?v=NonmtXeEQRg
Psicología Jurídica Psicología Forense
La Psicología Jurídica incluye todas las otras ramas en este
campo de investigación. Es el estudio, el asesoramiento y la Se centra en la aplicación de la ciencia psicológica en la
intervención sobre el comportamiento humano que se resolución de problemas legales. Esto incluye desde la
desarrolla en un ambiente regulado por normas legales. Se valoración y tratamiento de los detenidos y los implicados
basa en la idea de entender cómo las leyes afectan al en delitos hasta la asesoría a los abogados y tribunales.
comportamiento humano y al mismo tiempo, cómo el
comportamiento humano afecta a la ley.

Esta disciplina utiliza la investigación y los principios de la Se centra en el estudio de la intervención de los
Psicología para ayudar a abogados, profesionales de la profesionales de la psicología en el proceso legal.
salud mental y otros profesionales del derecho a
entender mejor los conceptos legales y los factores
psicológicos involucrados en los casos
Diferencias A) La psicología jurídica A) La psicología forense esta
esta relacionada con la relacionada con la
psicología (colectiva) psicología (individual9
B) Los objetivos de la B) Dentro de la psicología
psicología jurídica se forense los componentes
encuentra dentro de psicológicos de la practica
una fundamentación judicial son:
psicológica y social del - Psicología Criminal
derecho: - Piscología de la
- Origen del derecho Testificación
- Sentimiento Jurídico Psicología de profesionales de
- Evolución de las leyes la ley
C) La Psicología jurídica y la C) Practica Profesional
psicología forense tienen D) El Psicólogo forense realiza
relaciones con el derecho peritajes psicológicos
en el ámbito: E) La psicología forense deriva
- Filosofía del Derecho de “FORO” o lugar donde se
D) El psicólogo jurídico no administra justicia
realiza peritajes psicológicos F) La psicología forense los
E) La Psicología Jurídica ámbitos del labor del
envuelve todas las formas psicológico son: Juzgados.
de Psicología
Psicología Jurídica, criminalista
y forense

Unidad 1
GENERALIDADES DE LA PSICOLOGÍA JURÍDICA

Tema 2
TEORÍAS EXPLICATIVAS DE LA AGRESIÓN HUMANA
La teoría de la imitación

Gabriel Tarde, considera que la criminalidad no es un fenómeno


antropológico sino social, gobernado por la imitación

El criminal dice, es un imitador y la principal crítica que se le hace se


centra en el hecho de considerar que la imitación, la moda, puede explicar
cómo se transmite un hábito pero no por qué se produjo

La sociedad misma es la última responsable del crimen, pues el individuo


se limita a imitar, los buenos o malos ejemplos de ella.
Escuela de Marburgo

Von Liszt, Alemán, da mayor


importancia a los factores externos y
el delito

“Es un acontecimiento de la vida


social” Hay tres causas del crimen.

- Defectos de la personalidad
- Déficit del proceso de socialización.
- Bancarrota en la justicia penal.
Teoría de la anomia.

ausencia que se debe al


desequilibrio económico
o al debilitamiento de
es el mal que sufre una sus instituciones, y que
sociedad a causa de la implica un bajo grado de
ausencia de reglas integración
Emile Durkheim la morales y jurídicas
describe como la
ausencia de normas en
el individuo
se observa un
La persona, para justificar sus desequilibrio entre los grupos
siendo esta más
actos, dice que las normas no sociales en donde hay una
vulnerable a la trasgresión
están adecuadas a los indiferencia a todo el
crimina
tiempos en que vivimos acontecimiento que se vive
en la colectividad
Se integra inicialmente Un pobre socialización derivada
Elliot y asociados (1985) desde una socialización de la familia y la ruptura de los
combinaron tres de las teorías vínculos con la sociedad
pobre y conjuntamente a la
clásicas: Teoría del control sumado a la frecuencia de
social, teoría de la frustración, y frustración predispone al grupos de iguales con una
la teoría de la asociación individuo mediante un conducta desviada predispone
control social pobre a un desarrollo delictivo

Estos vínculos actúan


controlando las tendencias Según Hirschi (1969) define al
activas del individuo y entiende individuo que no delinque
que una actitud desviada como un ser que tiene fuertes
conlleva una consecuencias vínculos entre el y la sociedad.
negativas para el mismo
Factores de riesgos de la familia que predisponen a
la conducta delictiva Composición de la
familia y otros
Las variables como factores de elementos
estructurales
riesgos en la familia tenemos: asociados

Socialización de los
Familias
hijos y sus
disfuncionales o
desestructurados diferentes prácticas
en la crianza

Vínculos
emocionales Malos negligencia
entre padres e familias tratos y
hijos
El apego es un elemento que define la vida
delictiva y la protección entre padre e hijo. Los
individuos con vinculación débil con sus
progenitores tienen mayor probabilidad de
delinquir. Se demostró que el 60% de los
individuos delincuentes provenían de familias
desestructuradas mientras que la cifra del 34% de
familias desestructuradas de no delincuentes.
Psicología Jurídica, criminalista
y forense

Unidad 2
LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Tema 1
LA PERSONALIDAD VIOLENTA
Teoría de Millon

Los individuos normales muestran flexibilidad adaptativa en


respuesta a su ambiente, mientras que las personas con trastornos
de la personalidad exhiben conductas rígidas y desadaptativas

La propuesta de Millon constituye uno de los aportes más


sólidos y de mayor desarrollo para cubrir esa falencia.

Su perspectiva teórica adquiere singular importancia. En cuanto al


autor, ha sido un participante influyente en el desarrollo de varias
ediciones de la nomenclatura de los trastornos de personalidad.
Estos han sido los Estos dos aspectos,
la clasificación, que se ha
principales aportes de teoría y clasificación,
ido enriqueciendo a
Millon desde 1976 a la continúan siendo los
partir de las categorías
actualidad en lo que pilares básicos de la
básicas de 1976 con los
respecta a la teoría y a la propuesta de Millon para
distintos aportes
clasificación de los el estudio de la
surgidos de la
trastornos de la personalidad y su
investigación clínica
personalidad patología
Para desarrollar el instrumento,
Millon consideró el universo de
rasgos y estilos interpersonales que
existen en la población normal

El Inventario viene con tres sets de


variables de personalidad que
definen y miden esos rasgos y
estilos

además, el MIPS contiene 3


indicadores de validez
Los tres conjuntos de variables son descritos
Modos cognitivos. Implican la
fuente individual primaria para
Metas motivacionales. obtener información y la manera en
Representan los tres ejes básicos en que ésta es procesada. Las fuentes de
forma evolutiva y evalúan la información preferidas pueden ser
orientación de la persona a obtener uno mismo (introversión) o los otros
refuerzo del medio (extroversión) y guiarse por la
observación (sensación) o por la
abstracción (intuición)

Dos adicionales, Conductas interpersonales. Finalmente, puede existir la


sometimiento y control, Describen diez estilos o conductas tendencia a asimilar la
hipotéticamente se interpersonales; evalúan el estilo de información a los contenidos
relación con los demás. Ocho son
relacionan con los previos (sistematización) o a
esencialmente las mismas normales
trastornos agresivo y de 1976 y se relacionan con los generar conocimiento nuevo
autoagresivo. trastornos de personalidad (innovación).
El Inventario Millon de Estilos de
Personalidad (MIPS) (Millon, 1994),
ha sido diseñado para medir los
estilos de personalidad de adultos
normales, cuya edad sea superior a 18
años

Consta de 24 escalas agrupadas en


12 pares, que a su vez se organizan en
tres campos de acción que son: Metas
Motivacionales, Modos Cognitivos y
Comportamientos Interpersonales
ESCALAS DEL MIPS CONSTRUCTO BIPOLAR DEFINICIÓN

Metas Motivacionales
1 A- Expansión Placer Optimistas en cuanto al futuro. Les resulta fácil pasarlo bien y aceptan
los altibajos de la existencia
1B- Preservación Dolor Concentración de los problemas de las vida, agravándolos. Consideran
su pasado desafortunada y piensan que ira a peor
2 A- Modificación Actividad El futuro depende de ellos, por lo que intentan cambiar su entorno
para conseguir sus deseos.
2 B – Adecuación Pasividad No intentan dirigir sus vidas. Se acomodan a las circunstancias creadas
por otros. No tienen iniciativa.
3 A- Individualidad Hacia uno mismo Orientados a sus propias necesidades sin preocuparse de los demás.
Independientes y egocéntricos
3 B- Protección Hacia los demás Motivados a satisfacer primero a los demás

Modos Cognitivos
4 A- Extraversión Externa Recurren a los demás para buscar estimulación, mantener alta su
autoestima y para que les conforten.
4 B- Introversión Interna Utilizan sus propios pensamientos y sentimientos como recurso. Su
fuente de inspiración son ellos mismos.
5 A- Sensación Tangible Derivan sus conocimientos de los concreto. Confían en la experiencia
directa y en lo observable
5 B- Intuición Intangible Prefieren lo simbólico y desconocido.
Buscan lo abstracto y lo objetivos
6 A- Pensamiento Intelecto Procesan los conocimientos por medio de la lógica y lo analítico.
Decisiones basadas en juicios objetivos
6 B- Sentimiento Afecto Forman sus juicios respectos a sus propias reacciones por sus valores
personales
7 A – Sistematización Asimilación Organizados. Transforman información nueva adecuándolas a lo
conocido. Perfeccionistas y eficientes.
7 B - Innovación Imaginación Creativos, asumen riesgos. Disconformes con lo predecible. Buscan
consecuencias imprevistas
Comportamiento
Interpersonales
8 A – Retraimiento Distanciamiento Falta de emotividad e indiferencia social. Silenciosos, pasivos y
físico/emocional renuentes a participar
8 B – Sociabilidad Gregarismo Buscan estimulación y atención.
Simpáticos y brillantes y también exigentes y manipuladores.
9 A – Indecisión Inseguridad Tímidos y nerviosos en situaciones sociales. Desean ser aceptadas,
pero temen el rechazo. Sensibles y emotivos. Propensos a aislarse.
9 B – Decisión Seguridad Creen ser talentosos y competentes. Ambiciosos, egocéntricos y
seguros de si mismos.
10 A – Discrepancia Desacato Actúan de modo independiente y no conformista. No acatan normas
tradicionales
10 B – Conformismo Obediencia Honrados, con autodominio. Respetan la autoridad. Cooperativos. No
espontáneos.
11 A – Sumisión Sumisión Habituados al sufrimiento. Sumisos ante los demás

11 B – Dominio Dominio Enérgicos, dominantes y socialmente agresivos. Se ven como


intrépidos y competitivos. Ambiciosos y obstinados.
12 A – Descontento Descontento Pasivo – agresivos y malhumorados. Estados de animo y conductas
variables.
12 B - Aquiescencia Afinidad Simpáticos socialmente, establecen vínculos afectivos y lealtades muy
fuertes. Ocultan sus sentimientos negativos
Teoría de Hare. La psicopatía

El profesor Robert Hare utilizando las características de


Cleckley, elaboró en el 1991 un instrumento para el
diagnóstico de la psicopatía con el nombre de
Psychopathy Checklist (PCL)

Su valor diagnóstico y predictivo de reincidencia y uso de


la violencia han sido probados en múltiples
investigaciones, dándole de esta forma una identidad
clínica estable a la psicopatía por primera vez en la
historia.
La personalidad psicopática
pasa a los manuales de Y como Trastorno de la El Trastorno Antisocial
clasificaciones psiquiátricas Personalidad Antisocial
como trastorno disocial de la
de la Personalidad (TAP)
personalidad en el manual de
para Manual de para ser diagnosticado la
clasificación internacional de Diagnóstico y Estadístico persona debe tener una
enfermedades (DSM) edad mínima de 18 años
(CIE)
Para la evaluación de la psicopatía en adultos existe una prueba validada en el
2003 la Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R) de Robert Hare (ver Tabla 1). Esta
prueba ha mostrado validez y confiabilidad en diferentes muestras y países.

La prueba se divide en dos grandes factores interpersonal-afectivo y


desviación social.

A su vez estos dos factores se subdividen en cuatros sub-factores que son


interpersonal, afectivo, estilo impulsivo-irresponsable y antisocial. Por último
los cuatros sub-factores se dividen en 18 rasgos
Los 20 Rasgos del Psicópata Puro de Hare (2003)
Factor I Faceta I 1. Locuacidad y encanto superficial
Interpersonal/Afectivo Interpersonal 2. Sentido desmesurado de autovalia
4. Mentiroso patológico
5. Estafador/engañador y manipulador

Faceta II 6. Ausencia de remordimientos o sentimientos de culpa


Afectiva 7. Afecto superficial y poco profundo
8. Insensibilidad afectiva y ausencia de empatía
16. Incapacidad para aceptar la responsabilidad de sus actos

Factor 2 Faceta 3 3. Necesidad de estimulación y tendencia al aburrimiento


Desviación Social Estilo Impulsivo/Irresponsable 9. Estilo de vida parasito
13. Ausencia de metas realistas a largo plazo
14. Impulsividad
15. Irresponsabilidad

Faceta 4 10. Pobre autocontrol de sus conductas


Antisocial 12. Problemas de conducta en la infancia
18. Delincuencia juvenil
19. Revocación de la libertad condicional
20. Versatilidad criminal

Rasgos independientes 11. Conducta sexual promiscua


17. Frecuentes relaciones maritales de corta duración
Esta prueba ha
Para la evaluación de
mostrado validez y
la psicopatía en
confiabilidad en
adultos existe una La prueba se divide en
diferentes muestras y
prueba validada en el dos grandes factores
países. Ha sido
2003 la Psychopathy interpersonal-afectivo
traducida a múltiple
Checklist-Revised y desviación social
idiomas y
(PCL-R) de Robert
estandarizada en
Hare
muchos países
Psicología Jurídica, criminalista
y forense

Unidad 2
LA PERSONALIDAD ANTISOCIAL

Tema 1
LA PERSONALIDAD VIOLENTA
El asesino en serie(AS) se define por la existencia de tres o mas asesinatos en
lugares y periodos temporales diferentes, con lapsos de tiempo de enfriamiento
entre cada homicidio, el cual puede ser días, semanas, meses o años

Existen más de medio millón de muertes por homicidio cada año, el


homicidio es la sexta causa de mortalidad.

Los actos de agresividad impulsiva intermitente o episódica son


característicos del Trastorno explosivo intermitente, el cual tiene
una prevalencia en la población de 7.3%.

https://www.youtube.com/watch?v=Eq8smcGbZSI
Se ha reportado que cerca de un cuarto de
todos los hombres y aproximadamente una
media de esa cifra representa a las mujeres que
cometen actos de agresividad física después de
los 18 años.

En Suecia, Fazel y Grann (2004), investigaron


los homicidios cometidos en un periodo de 14
años encontrando 2005 homicidios y cerca del
90% de estos homicidas presentaba un trastorno
mental, de los cuales 47% presentaba abuso de
sustancias y 54% algún trastorno de
personalidad (cluster A 6%, cluster B 17%,
cluster C 1% y Trastorno de la personalidad sin
especificación 24%)
En relación a los asesinos en serie
se calcula que en Estados Unidos
existen 150, Se han estimado cifras
de hasta 350

De estos aproximadamente 89%


son varones y el 11% son mujeres,
con una edad que oscila entre 25 y
35 años, el 90% blancos

Los hombres fueron cuatro veces más


agresivos que las mujeres sin importar
su edad con una frecuencia de
agresividad del 44.1% y de trastorno
disocial de 39.7%.
FASES DEL CICLO DEL ASESINATO EN
SERIE
FASE CONDUCTA
Aura Disminuye contacto con la
realidad
Rodaje Seguimiento victima
Galanteo Atracción de victima
Captura Caída en la trampa
Totem/ Asesinato Alto contenido emocional
Depresivo Postmortem
Caracterización clínica

alto grado de planeación y control,


contrario a lo que se encuentra en
Salfati y Bateman (2005) proponen los homicidios únicos los cuales
que estos homicidios se son predominantemente
caracterizan por: impulsivos, sin planeación, con
interacción emocional entre el
ofensor y la víctima.

Las emociones juegan un rol


importante en estos homicidios,
lo que más se relaciona es la
gratificación que el ofensor
pueda tener durante la
consumación del hecho.
ETIOPATOGENIA DE LA AGRESIVIDAD:

Conceptualmente se ha establecido una diferenciación


entre agresividad reactiva (impulsiva) y agresividad
instrumental (premeditada, proactiva, predatoria)

La agresividad instrumental tiene un propósito y una


meta específica y puede se referida como “a sangre fría”
y es altamente influenciada por el ambiente de
aprendizaje del individuo, por ejemplo, el ambiente de
aprendizaje influye en que tipo de armas usar:

La reactiva se presenta en situaciones de amenaza y


frustración, siendo una de sus características
fundamentales lo abrupto y la furia.
Femicidio: una investigación con perspectiva de género
Femicide: A research from a gender perspective

Gladis Proaño Reyes1


Universidad San Francisco de Quito, Ecuador

Resumen
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de un femicidio es muy especial. Debe
identificarse si el lugar de los hechos es: el domicilio común de la pareja; domicilio de solo de
uno de ellos (de la víctima o su agresor), o, inclusive, un lugar distinto. Todo esto, relacionando
el o los instrumentos que fueron utilizados para causarle la muerte a la mujer. La inspección
ocular que se realice en este tipo de escenas, además de ser técnica, debe ser efectuada con una
perspectiva de género para que, en la apreciación de los indicios, se resalten cuestiones que, si
bien suelen encontrarse en otro tipo de hechos de sangre, son únicas en crímenes en contra
de mujeres. En consecuencia, se torna indispensable la formulación de líneas de investigación
transversales que orienten a verificar la existencia o no de factores criminógenos del delito de
femicidio, así como el acertado procedimiento para evitar la revictimización post mortem.

Palabras clave

miscelánea
Escena del crimen, femicidio, feminicidio, violencia sexual.

Abstract
The study and treatment of the crime scene of a femicide, is very special. It must be identified
whether the crime scene is the common domicile of the couple or the residence of only
one of them (victim or aggressor), or even a different place. This must then be related
to the instrument or instruments that were used to cause the woman’s death. The ocular
inspection that is carried out at this type of scene, in addition to being technical, must be
carried out with a gender perspective. This ensures that in the evaluation of the evidence,
issues stand out that, while they may also be found at other types of scenes of violence, are
unique to crimes against women. In consequence, it is essential to formulate cross-sectional
lines of investigation that could guide the verification of potential criminogenic factors of
femicide, as well as the correct procedure to avoid revictimization post-mortem.

Keywords
Crime scene, femicide, feminicide, sexual violence.

1. Introducción
En el año 2014, el Informe de Implementación de las Recomendaciones de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como
Convención de Belém do Pará de 1994, evidenció la alarmante situación de las mujeres en el Ecuador,
donde: 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género; 1 de cada 4 ha vivido

Doctora en Jurisprudencia, Magíster en Derecho Penal y Criminología y PhD en Educación, Profesora de la Universidad San
1 

Francisco de Quito. Correo electrónico: proanoreyes@yahoo.com

Recibido: 15/06/2019 – Aceptado: 06/11/2019 93


Iuris Dictio Nº 24 / Diciembre 2019 / pp. 93-109
e-ISSN 2528-7834 / DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Gladis Proaño Reyes

violencia sexual (aunque la forma más recurrente de violencia de género, es la violencia psicológica con
el 53,9%), e independientemente de su autoidentificación étnica, ha vivido algún tipo de violencia
de género, presentándose un mayor porcentaje en las mujeres indígenas y afroecuatorianas. Del total
de mujeres que han vivido violencia física, el 87,3% lo ha hecho en sus relaciones de pareja. Desde
la perspectiva demográfica, la violencia de género sobrepasa el 50% en cada una de las provincias del
país y en todos los niveles de instrucción. Sin embargo, la violencia de género rebasa el 50%; en las
mujeres que tienen menor nivel de instrucción, hasta llegar a un 70% (OEA, 2014).
En este panorama, el Código Orgánico Integral Penal (COIP), vigente desde el
2014 busca minimizar la vulnerabilidad de las mujeres al tipificar las principales conductas
violentas relacionadas con la discriminación por género, como la prostitución forzada (Art.
101), e incluyéndola también dentro de la categoría de delitos de lesa humanidad (Art. 89);
violencia sexual en conflictos armados denominado como: “Atentado a la integridad sexual y
reproductiva de persona protegida” (Art. 116); violencia contra la mujer o miembros del núcleo
familiar, que abarca el maltrato físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la
familia, considerando como miembros a la o al cónyuge, a la pareja en unión de hecho o unión
libre, conviviente, entre otros (Art. 155); abuso sexual en el que se considera como agravante
que la víctima sea menor de 14 años o con discapacidad, entre otros (Art. 170); violencia sexual
que incluye la violencia sexual oral y con objetos (que ya se encontraba tipificado en el anterior
Código Penal, en su Art. 171); violación con una pena máxima prevista (22 años) si el agresor
es profesional de la educación, (Art. 171 numeral 4); y, en especial, se incorporó el femicidio en
los siguientes términos:

La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo


de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género,
será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años (COIP, 2014,
Artículo 141)

Es oportuno aclarar que existe una distinción entre femicidio y feminicidio, ya que el primero
se presenta como un término homólogo a “homicidio”, el cual solo se referiría al asesinato de
mujeres, mientras que el segundo, incluiría la variable de impunidad que suele estar detrás de
estos crímenes; impunidad que se configura a través de la inacción o desprotección estatal frente
a la violencia hecha contra la mujer (Lucas, 2014).
Como se citó, el COIP ecuatoriano utiliza el sustantivo femicidio, aunque, según el
origen de la norma y su contenido, se está refiriendo al feminicidio. Así, al igual que ocurre
en otros ordenamientos latinoamericanos, jurídicamente, “sería indiferente el uso de ambos
términos, pero conceptualmente sería más conveniente, por asuntos educativos, formativos y
de género, referirnos más bien al feminicidio, mientras este fenómeno se siga expresando como
una de nuestras enfermedades sociales más graves” (Lucas, 2014). Resulta esclarecedor decir
que, como tipo penal, el feminicidio es un concepto mucho más amplio ya que permite la
persecución y sanción de los diferentes subtipos,

Que van más allá de los homicidios de mujeres por razones de género cometidos por las
parejas, exparejas o personas conocidas por la víctima, […] también permite considerar
como feminicidio aquellos homicidios de mujeres cometidos por personas desconocidas
con características muy particulares que permiten verificar la existencia de condiciones de
violencia estructural y discriminación por razones de género (INSYDE, 2017, p. 17).

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

Por lo expuesto, en esta investigación haremos uso predominante de la palabra femicidio, ya que
así se encuentra tipificado en el COIP. No obstante, en aquellos casos que se utilice feminicidio,
se entenderá que su empleo es de manera sinónima.

2. Caracterización del femicidio


Es preciso señalar que, si bien los tratamientos legislativos del femicidio parecen modernos
o actuales, “desde hace más de una década, la mayoría de los países de América Latina han
procedido a la tipificación autónoma de la muerte de las mujeres en ciertos contextos en los que
se entiende que existe violencia de género” (Pérez, 2018, p. 165). Sin embargo, la incorporación
al ordenamiento jurídico nacional, es nueva, y se da en acogimiento a las recomendaciones
formuladas por la Convención de Belém do Pará, en el COIP ecuatoriano.
La justificación de la independencia conceptual de este tipo de homicidio se puede
encontrar en la doctrina, puesto que,

Los factores que hacen diferente el delito de feminicidio con el de homicidio de un hombre e
incluso del homicidio común de una mujer, destaca por ejemplo que la motivación de la conducta
homicida comporta no solo la lesión al bien jurídico de la vida sino también una violación a la
dignidad, a la libertad y a la igualdad de la mujer. La causa de la muerte en el feminicidio asume
el sentido de un acto de control y de sometimiento de contenido esencialmente discriminatorio,
esto significa que el acto feminicida reúne alguno o algunos patrones culturales arraigados en
ideas misóginas de superioridad del hombre, de discriminación contra la mujer y de desprecio
contra ella y su vida (García y Franco, 2018, p. 30)

miscelánea
Russell, en el 2001, define al femicidio como “el asesinato de mujeres por hombres por ser
mujeres” (Russell, 2006, p. 76), e incluso va más allá indicando que el femicidio se aplica a todas
las formas de asesinato sexista, es decir, “los asesinatos realizados por varones motivados por un
sentido de tener derecho a ello o superioridad sobre las mujeres, por placer o deseos sádicos
hacia ellas, o por la suposición de propiedad sobre las mujeres” (Russell, 2006, pp. 77 - 78)
Podemos caracterizar al femicidio siguiendo la conceptualización realizada por Nuñovero
Cisneros, quien se refiere al feminicidio íntimo o de pareja, a aquellos supuestos relacionados
con la violencia íntima o de pareja, distinguiéndolo así de los homicidios de mujeres de tipo
comunitario o ecológico, que podrían estar relacionados con delitos como la trata de personas, las
violaciones sexuales o a la criminalidad organizada (Nuñovero, 2017, p. 257).
En la legislación penal ecuatoriana no se prescribe de manera particular la definición
de femicidio íntimo o de pareja, la regulación solamente se presenta al enlistar los agravantes del
femicidio en forma general en el artículo 142, eiusdem; 1) haber pretendido establecer o restablecer
una relación de pareja o de intimidad con la víctima; 2) exista o haya existido entre el sujeto
activo y la víctima relaciones familiares, conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad,
compañerismo, laborales, escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o
superioridad; 3) si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la
víctima y, 4) el cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público.
El femicidio íntimo o de pareja, en la medida de que se trata de un homicidio cometido
por la pareja masculina – por ejemplo, el cónyuge, pareja o ex conviviente – con la intención
de causar la muerte de la mujer, demuestra que dicho dolo puede provenir acompañado de una
motivación discriminadora que sirve para demostrar por una parte, el control o dominio sobre
la pareja, y de otra, la posición de sumisión que ha tenido la víctima durante el tiempo que
estuvieron o que han estado en pareja.

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Gladis Proaño Reyes

En el análisis realizado por la doctrina consultada acerca de la regulación del femicidio en


algunos países latinoamericanos, aunque son muchas las particularidades a la hora de describir
los contextos o subtipos de feminicidio, hay tres casos que se incluyen de forma mayoritaria en
las legislaciones como prototípicos de la violencia de género contra la mujer: la misoginia, el
atentado previo a la libertad sexual de la víctima y, la existencia, actual o previa, de una relación
de pareja (Pérez, 2018, p. 167).
En Ecuador, a partir de la tipificación de este delito en el año 2014 hasta el 2019, cada siete
días, una mujer muere, habiéndose registrado 332 femicidios, en lo que lleva el 2019, de los cuales el
62% corresponden a hechos cometidos en zonas urbanas y 38% en zonas rurales, así lo aseveró la actual
ministra de gobierno María Paula Romo ante la Asamblea Nacional el día 11 de junio de 2019.

3. La escena del crimen


Con la finalidad de dar un concepto de escena del crimen o lugar de los hechos nos remitimos
al Manual de Buenas Prácticas en la Escena del Crimen elaborado por el Instituto Nacional
de Ciencias Penales y la Academia Iberoamericana de Criminalística y Estudios Forenses –
AICEF–, que ha sido tomado como referencia e incorporado a los trabajos técnicos propios de
la Criminalística, por parte de varios países de Latinoamérica, incluido el Ecuador.

Básicamente se refiere a toda aquella área, espacio físico o lugar donde se ha producido un hecho
presuntamente delictivo que va a requerir de la intervención policial y la realización de labores
técnico-científicas para su investigación. También incluiría otras áreas o espacios adyacentes,
como: vías de acceso y salida, zonas adyacentes, vehículos, medios de transporte utilizados para
la llegada o la huida del o los autores, entre otros (INACIPE, AICEF, 2012, p. 16).

La criminalística hace una clara diferencia entre escena del crimen o lugar de los hechos, lugar
de enlace y lugar del hallazgo. El concepto de escena del crimen corresponde al sitio en donde
tuvo lugar el hecho delictivo, es decir, en donde se encuentra el cuerpo de la víctima. El lugar
del enlace, se encuentra relacionado con los medios utilizados para la transportación del cadáver,
como por ejemplo, vehículos automotores, entre otros. El lugar del hallazgo, corresponde al
sitio en donde se encontró el cuerpo y que no necesariamente corresponde al lugar de los hechos
(OACNUDH, 2012, p. 30).
En cuanto al origen de este término, la doctrina consultada destaca que “fue acuñado
por las ciencias criminalísticas en el siglo XIX, teniendo como premisa la presencia física del
juez, quien realizaba la inspección ocular del sitio en el cual posiblemente se había cometido un
delito” (Buitriago y Téllez, 2014, p. 69).
El COIP del Ecuador no define qué se entiende por escena del crimen, no obstante,
en el artículo 458 se refiere a ella como “escena del hecho” cuya preservación estará a cargo,
en un primer momento, de la o el servidor público, así como los particulares que por razón
de su trabajo o función, intervengan o tomen contacto con ella. Posteriormente, se buscará
contar con la presencia del personal especializado, cuyo peritaje será ordenado por la fiscalía, en
cumplimiento de las funciones consagradas en el numeral 12 del artículo 443 del mismo cuerpo
normativo, el cual textualmente reza:

La Fiscalía ejerce las siguientes atribuciones: […] 12. Ordenar el peritaje integral de todos
los indicios que hayan sido levantados en la escena del hecho, garantizando la preservación y
correcto manejo de las evidencias (COIP, 2014, Art. 443, numera 12.)

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

El Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses del Ecuador, que forma parte del sistema
especializado integral de investigación de medicina legal y ciencias forenses, es el órgano que
a través de la Unidad de Inspección Ocultar Técnica, realiza el tratamiento técnico con miras
a la búsqueda, explotación y toma de indicios en el lugar en donde ocurrió el hecho delictivo.
El tratamiento profesional y especializado de la escena del crimen permitirá, por un
lado, el reconocimiento de la llamada “escenificación de la escena del delito” que se refiere al
despliegue de diferentes conductas con la finalidad de ocultar los verdaderos hechos, encubrir
al autor o autores, así como crear coartadas para salir adelante en el proceso (Buitriago y
Téllez, 2014), y, por otro lado, evitar la contaminación o alteración del lugar del delito. Ambas
situaciones entrañan la posibilidad de que se materialice la impunidad.
En líneas generales, las diligencias forenses que se desplieguen en la escena del crimen
de manera inmediata, garantizan al menos el cincuenta por ciento del resultado, lo cual se debe
a que pueden encontrarse indicios intactos asociativos al hecho, que posterior a una pericia, se
constituirán en elementos de convicción y al final, servirán de prueba de la trilogía del crimen.

3.1. La escena del crimen en casos de femicidio


La escena del crimen de un femicidio es el espacio físico en el que se encuentra el cuerpo sin
vida de una mujer como consecuencia de lesiones recibidas por su condición de género, así que,
cuando existe convivencia entre la víctima y el agresor, el lugar más frecuente donde se comete
el delito es el hogar o la vivienda que compartían. Sin embargo, el femicidio puede producirse
en el domicilio de la víctima o del agresor cuando no hay convivencia de pareja; complicándose
su preservación y el tratamiento de las evidencias o indicios encontrados, toda vez que puede

miscelánea
ser objeto de escenificación por parte del autor del delito o modificada por los familiares que
asistan al lugar.
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de femicidio es único y debe analizarse
teniendo en cuenta el lugar donde se cometió el delito (hogar común o vivienda de víctima o
agresor, vía pública, hotel, lugar de trabajo) y el o los instrumentos utilizados para causar la
muerte de la mujer.
El agente investigador del caso debe formular líneas de investigación transversales que
orienten a formular hipótesis que se sustenten en situaciones de poder o superioridad con la
víctima, recurriendo o a elaborar un diagrama de vínculos. Esto, a fin de establecer las relaciones
entre víctima y sospechoso, con la representación gráfica de los eventos antes, durante y después
del cometimiento del hecho y las relaciones entre la víctima y el victimario (para establecer
si se trata de un femicidio íntimo, no íntimo, familiar o por conexión), línea de tiempo (con
un análisis cronológico de la relación entre víctima y victimario y/o familiares antes, durante
y después del hecho), así como establecer la ruta técnica para determinar la proximidad del
sospechoso con el lugar y el análisis telefónico en donde pueden encontrarse indicios que deben
ser procesados con el uso de técnicas especiales de investigación (en las que debe prevalecer el
razonamiento abstracto por parte del policía investigador).
El análisis pormenorizado de la escena del crimen en casos de femicidio trasciende
del solo lugar de hallazgo del cuerpo de la víctima, toda vez que este tipo de crimen requiere de
la determinación de intención lesiva del perpetrador. En otras palabras, que efectivamente, la
muerte sea el acto final de la violencia de género. Así, se ha dicho que,

En toda investigación de feminicidio, es importante ubicar el área geográfica o lugar en donde


tuvo lugar la privación de la vida; el nivel socioeconómico de la zona; así como el tipo de
comunidad, especificando si se trata de una zona rural o urbana. En caso de comunidades rurales,

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Gladis Proaño Reyes

se deberá señalar si prevalecen los usos y costumbres que legitiman la discriminación y violencia
contra las mujeres (concepto de la criminalística aplicado con visión de género). También los
feminicidios pueden ocurrir como parte de fenómenos delincuenciales relacionados con la
explotación sexual, la trata de personas, el narcomenudeo, el pandillerismo y la delincuencia
organizada, entre otros. Es por esto importante especificar el espacio físico y las circunstancias
que rodean el hecho considerando que se trata de una mujer. Es decir, si el hecho tuvo lugar
en una casa habitación, este puede estar relacionado con violencia familiar, aunque debemos
considerar que este tipo de violencia también puede generarse en otros espacios físicos. Por otra
parte, si el delito ocurrió en lugares públicos, como bares, prostíbulos y hoteles, entre otros, es
posible relacionarlo con el comercio o la explotación sexual de mujeres. De tal manera que,
partiendo de esta gama de posibilidades, el personal policial deberá, desde una visión de género,
ampliar sus líneas de investigación (concepto de la criminalística aplicado con visión de género)
(OACNUDH, 2012, p. 31).

La investigación de los delitos contra la inviolabilidad de la vida y muertes violentas en el Ecuador,


está a cargo de servidores policiales de nivel técnico directivo y técnico operativo de la Dirección
Nacional de Investigación de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones
Secuestros y Extorsión –DINASED– quienes, desde septiembre de 2015, se sustentan en un
Manual del Proceso de Gestión de Investigación de delitos contra la inviolabilidad de la vida y
muertes violentas, en el cual no se hace ninguna especificidad para el procedimiento cuando se
trata de un femicidio.
El Protocolo de actuación policial en tentativas y lesiones por parte de la Policía
ecuatoriana, aprobado el 12 de diciembre de 2016, establece lineamientos para la Actuación
Policial en Flagrancia para los delitos de lesiones y tentativas de homicidio, femicidio, asesinato
y sicariato. Sin embargo, tampoco hace énfasis en el tratamiento de la víctima, búsqueda de
indicios e identificación del sospechoso con perspectiva de género. En el año 2019, la DINASED
actualizó y puso en vigencia un Protocolo de Investigación de Femicidios que, si bien se refiere
a este delito, es muy general y carece de procedimientos con perspectiva de género, tratándose
de muerte de mujeres que se presume han sido víctimas de este delito.
Las estadísticas de violencia de género y, particularmente, de casos de femicidio, toman
en cuenta elementos cuantificables. Tal es el caso de las estadísticas reportadas en el Ecuador,
encontradas en el trabajo titulado “La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador: Análisis
de sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2015”, cuya autora es Leonor Fernández
Lavayen, y publicado en el 2017, el cual se considera de suma importancia a los efectos de
ilustrar los casos de femicidio en nuestro país, así como de las actuaciones periciales que tienen
o deberían tener lugar en la escena del crimen.
En el análisis que realiza Fernández Lavayen, sobre los casos que fueron judicializados,
en 48 sentencias de tribunales de garantías penales sobre muertes violentas e intencionales de
mujeres, ocurridas durante el año 2015, se destaca que en el 94%, correspondiente a 45 casos,
los acusados poseían o tenían una relación de confianza con las víctimas con anterioridad al
hecho; sea vínculo afectivo por relación sentimental, de parentesco consanguíneo o de afinidad.
De ese universo, un 71% eran pareja o ex pareja y, justamente por ese vínculo sentimental/
afectivo, de confianza, el agresor tenía conocimiento del nivel de vulnerabilidad en el que se
encontraba la víctima, lo que facilitó el ataque.

En el 63% de las sentencias se menciona un continuum de la violencia experimentada durante


varios años por la víctima por parte de quien, en la mayoría de los casos constituía su pareja

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

o expareja. Dicha situación se estableció a partir de testimonios y también de las autopsias


psicológicas realizadas por los órganos forenses y, que precedieron al conocimiento de la
judicatura, así como las visitas de la trabajadora social para determinar el entorno social en
el que se desenvolvía la víctima y su familia. De esta forma, se establece que la mayoría de las
muertes tuvo como antesala, episodios de violencia, conocidos por el entorno cercano de la
víctima (Fernández, 2017, p. 52).

El dato de la hora de ocurrencia del crimen resulta relevante a efectos de la determinación del
lugar, el cual será tomado en cuenta como escena del crimen. Así,

El 56% (27) de las muertes violentas ocurrieron durante la noche y la madrugada, lo cual estaría
indicando que mayoritariamente existió un proceso de planificación de los actos, al buscar la
soledad de la noche o madrugada, cuando la víctima está sola o en compañía de niñas o niños,
para ocasionar su muerte; conociendo el entorno y principalmente considerando un menor riesgo
de ser capturado al momento de la comisión de los hechos. La hora de la muerte se potencia con la
escasa vigilancia y el poco apoyo con el que cuentan las víctimas y la inoperancia de los mecanismos
de alerta y de protección. Por ejemplo, en 4 casos las víctimas poseían una boleta de auxilio, y el
femicidio se produjo en horas de la noche y madrugada (Fernández, 2017, p. 60).

Quizás, el dato de mayor interés para el presente artículo, respecto a la escena del crimen de
femicidio, es la información que corresponde al lugar donde las víctimas fueron encontradas:
27 de ellas en su propia vivienda y 21 en lugares despoblados como quebradas, terrenos baldíos

miscelánea
y edificaciones abandonadas. Como se evidencia, la escena del crimen, en la mayoría de los
casos de femicidios corresponden al lugar donde residía o vivía la pareja, lo cual amerita un
tratamiento cuidadoso para evitar la contaminación de los indicios.
El volumen II de la obra “La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador”, publicado
en octubre del año 2018, contiene el análisis de las “Sentencias Judiciales Relativas a Muertes
Violentas de Mujeres” ocurridas en el año 2016. Se confirma que 22 casos de femicidio se
cometieron en una casa; de los cuales, 11 se dieron en el domicilio de la víctima y agresor, 1 en
un hotel, 2 en un ámbito laboral, 6 en la vía pública, 3 en pozos y fosas y 13 en terrenos, ríos y
lugares desolados.

3.2. Clases de indicios en los femicidios


Los indicios en este tipo de delitos suelen ser identificatorios, lo cual se puede lograr si la
inspección ocular que se realice en este tipo de escena es observada con una perspectiva de
género. Esto es para que en la apreciación de los indicios se resalten cuestiones que, si bien
suelen encontrarse en otro tipo de hechos de sangre, son notables en crímenes en contra de
mujeres. La posición anatómica de la víctima; su estatura y su contextura corporal; descripción
de maquillaje, o no, en su rostro y uñas; cabello con o sin tintura; localización y número de
herida; cicatrices recientes o antiguas; tatuajes con el nombre del agresor; prendas de vestir con
la indicación de la talla, marca o fabricación; desgarros textiles, antiguos o recientes; y, si están
secas o mojadas con orina, que puede ser del agresor como parte de la humillación; y si lleva o
no calzado en sus pies; todos estos son detalles que, en esta primera observación, nos darán la
pauta del nivel lesivo y de violencia.
En la observación del área propiamente dicha, se debe verificar: daños materiales, antiguos
o recientes en la vivienda; destrucción de muebles, en la cama del dormitorio de la pareja; rotura
de puertas, ventanas, cuadros, retratos, documentos, cuadernos escolares, teléfonos, vajilla. Se debe

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verificar cada una de las prendas de vestir que posea en su casa para constatar desgarros anteriores
que puedan evidenciar violencia simbólica. La localización de documentos de títulos de propiedad,
bienes muebles e inmuebles, tarjetas de crédito, libretas de ahorros, deudas pendientes, facturas. Todo
esto permitirá aseverar o no la existencia de violencia económica y patrimonial. Colillas de cigarrillos;
jeringuillas; recetas médicas anteriores (con prescripción de medicamentos para tratamiento de
infecciones ginecológicas, enfermedades de trasmisión sexual, golpes, insomnio, dolores de cabeza,
resfriados, tabletas anticonceptivas, pruebas de embarazo); documentos relacionados a denuncias de
violencia, juicios de paternidad, demanda de alimentos, pago de consultas sicológicas o psiquiátricas;
botellas de licor llenas y vacías; etc., que orienten a la presencia de factores criminógenos precipitantes.
Las notas o mensajes que deja el autor de femicidio, que luego de cometer el delito intenta suicidarse o
se suicida en la escena del crimen, son indicios trascendentes que van a orientar si es que efectivamente
se configuran parámetros consecuentes a un femicidio.
La obtención de fotografías ante mortem será de utilidad para un estudio de las prendas de
vestir y de calzado que utilizaba la víctima y que pueden dar pautas sobre su personalidad y su forma
de vida. En el caso de que la víctima se haya encontrado desaparecida es necesario conocer el detalle
de las prendas de vestir con las que se presume desapareció y, acto seguido, hacer un inventario de
las ropas encontradas en su vivienda, para luego analizar fotografías en las que podrían aparecer las
mismas prendas de vestir. Otro detalle para estos casos es conocer la última comida que se sirvió la
víctima para comparar con el contenido gástrico en el momento de la autopsia.
Como se advierte, en un alto porcentaje de víctimas con heridas cortantes o punzocortantes
causadas con cuchillos, la cocina se convierte en un lugar de inspección, ya que, por esta particularidad,
la víctima suele tener únicamente un cuchillo para sus quehaceres domésticos.
En la escena del crimen de Marianela Isabel R.F., acaecida en la ciudad de Ambato,
provincia de Tungurahua, el partícipe del delito Galo Hernán M.M., dejó la siguiente nota:

Carta de despedida hoy 26 de noviembre del 2016 me despido de esta vida porque ya no
merezco vivir más, es injusta la mujer que amé y amo hoy al llegar a la casa le encontré con otro
el X.H. y no es justo que me haya traicionado y que siga haciendo daño a más hombres, dios
perdóname por ser adultera y a mí por a ver hecho justicia. Llegué a mi casa y le encontré con
X. H. y por eso hice lo que hice yo siempre te amo mi Isabel.

Nótese cómo, en el contenido del texto, el femicida asume que este hecho lo comete en beneficio de
que no se haga más daño a más hombres; indicio que es parte del proceso penal 18282-2017-00406.
Este sería el llamado suicidio machista; es decir, aquel que realizan los hombres
causantes de femicidio. Aunque no existe un estudio clínico al respecto, se ha podido observar
que, en estos casos, un gran número de parejas o ex parejas femicidas toman la decisión del
suicidio luego de consumar el delito o mientras están privados de la libertad.

Algunos asesinos, tras dar muerte a una mujer, intentan el suicidio o lo consuman. El suicidio
de un agresor machista es interpretado, en ciertas ocasiones, como el acto extremo al que el
victimario recurre para evitar la sanción social después de haber cometido un asesinato. Casi
siempre discrepo de este análisis para casos particulares, pero desde luego, es erróneo como
planteamiento general para explicar la conducta suicida de los agresores machistas. Si tuviera que
establecer una hipótesis sobre por qué algunos agresores se suicidan tras asesinar a una mujer, me
basaría en el hecho que sustenta la violencia machista: la dominación. Casi todos los agresores
matan a la mujer después de que ella ha decidido abandonarles. Es la pérdida de control lo que
precipita el asesinato, y también el suicidio posterior (Montero, s/f.).

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

En cuanto a las armas utilizadas, son de variada naturaleza, y se relacionan de manera directa
con la causa de la muerte, a saber:

Núm. de Causa de la muerte Armas


Víctimas
17 Apuñalamiento Cuchillo, Machete
16 Estrangulamiento Manos, Cuerda, Funda Plástica, Cable
9 Disparo Arma de Fuego
4 Golpeada hasta Morir Puños, Objetos
1 Incinerada Fuego
1 Edema Cerebral Uso de Barbitúricos
1 Violación Lesiones de Violación

Figura 1. Elaboración propia siguiendo a La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador:


“Análisis de sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2015” (Fernández, 2017).

La doctora Sandra Andrade Granja, médica legista con veinte y dos años de experiencia en el
departamento de medicina legal de Pichincha, señala que, en la práctica de autopsias que realizó
en cadáveres de mujeres víctimas de femicidio hasta el año 2018, la mayoría de las heridas

miscelánea
fueron ocasionadas por arma blanca, las cuales se localizaron a nivel del tórax, seguido de asfixia
por estrangulamiento. Lo que se corrobora con las estadísticas, las formas más utilizadas son:
el apuñalamiento y el estrangulamiento, en donde prevalece la diferencia corporal. Estas se
caracterizan por ser increíblemente íntimas, puesto que, para apuñalar o estrangular a una persona,
el agresor debe estar a una distancia mínima o muy cerca de la víctima para cometer el delito.
En el citado volumen II del libro la Respuesta Judicial del Femicidio de 2017
publicado en el año 2018, se prescribe que en un 48%, la manera más utilizada para matar fue
el apuñalamiento con al menos de 10 a 35 heridas corto punzantes, seguido de la asfixia por
estrangulamiento, como consta en el siguiente cuadro:

Núm. de Causa de la muerte Armas


Víctimas
23 Apuñalamiento Cuchillo, Puñal, Machete, vidrio, sierra, varilla
15 Estrangulamiento Manos, Cuerda, Correa, Pañuelo, Collar,
5 Golpe Puños, Objetos
3 Disparo Arma de fuego

Figura 2. Fuente: Elaboración propia siguiendo a La Respuesta Judicial del Femicidio


en Ecuador: “Análisis de sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2016”,
volumen II, octubre 2018.

El Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), a través de su página web, democratiza


las estadísticas e informa que, desde enero a octubre del año 2017, ocurrieron 91 femicidios,
de los cuales: el 28,3% ocurrió en el domicilio familiar; el 26,2% en el domicilio de la víctima;
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el 5,7% en el domicilio del victimario; el 4,5% en otro domicilio; y el 34,8% en otros (lotes
baldíos, estadios, vía pública, etc.). El 34% de las víctimas tenía una relación de convivencia
con el victimario, de los cuales el 76,2% fueron procesados. Por otra parte, se registraron 41
femicidios de enero a julio de 2018 y 32 femicidios de enero a julio de 2019.
Bajo la denominación “Indicios clave dentro de la investigación”, el ya citado
Protocolo de Actuación para la Investigación del Feminicidio, publicado por la Oficina del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Fiscalía General de la
República de El Salvador en el año 2012 (OACNUDH, 2012), presentan la relación directa
entre los niveles lesivos de violencia y los indicios que se encuentran en cada uno de ellos, los
cuales permiten verificar el llamado síndrome de la mujer maltratada, el cual puede conducir a
desenlaces femicidas de las relaciones de pareja o exparejas. En el siguiente cuadro se grafica esta
información junto con la encontrada en el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación
de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género (femicidio/feminicidio) (OACNUDH,
s/f), con la finalidad de identificar los indicios en los femicidios, para posteriormente –en el
mismo documento– aproximar el tipo de pericia a practicar a la víctima, al agresor y a la escena
del crimen.

Nivel Lesivos de Indicios Pericia/ análisis


violencia

Primer Nivel - Agresión verbal - Expediente clínico en hospitales o


- Lesiones físicas de intensidad centros de salud gubernamentales
leve o levísima: por lo general, o privados si la víctima acudió a
hematomas en cabeza, equimosis consulta médica por un acto que se
en cara, brazos y tórax (golpes presume violento.
aislados).

Segundo Nivel - Lesiones que van de leves - Además del indicado para el nivel
Corresponde a la etapa de a moderadas y consisten en lesivo de violencia anterior, se
forcejeo hematomas, equimosis, edemas, precisará el estudio de las prendas
excoriaciones, estigmas ungueales, de vestir para identificar desgarros
arrancamiento de cabello; todas textiles, manchas con sustancias
de mayor magnitud en cabeza, químicas o colorantes; se considerará
cara, tórax y brazos. Su ubicación la talla de la víctima con la talla de las
anatómica es arriba de la cintura y prendas de vestir.
puede haber lesiones características -Recetas médicas con prescripción de
de sujeción y sometimiento. medicina para dolencias de golpes o
- Las ropas de la víctima están fuera hematomas, o para dormir.
de lugar y presentan desgarros.

Tercer Nivel o Nivel - Se presentan todos los indicios - Se presencian las periciales de
Crítico señalados en los niveles uno y dos, los niveles lesivos de violencia
Se relaciona con pero son de mayor magnitud. inmediatamente anteriores. Además
maniobras de forcejeo y Van desde esguinces, luxaciones, de una inspección a todo el inmueble
lucha fracturas, hasta heridas cortantes, de la vivienda para verificar fractura
punzantes, punzocortantes, corto en vidrios de ventanas, destrucción de
contundentes. seguridades de las puertas, impactos
- La agresión es generalmente de objetos contundentes en paredes,
armada y puede incluir disparos ausencia de línea telefónica fija.
por proyectil de arma de fuego. -Destrucción de enseres
El agente vulnerador incide con -Localización de armas
la intención de causar daño grave.

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

Cuarto Nivel VICTIMA VIVA: AGRESOR:


Forcejeo, lucha y defensa
(Casos de feminicidio) -Se presentan todos los indicios - Inspección corporal e intervención
de los niveles anteriores más en el cuerpo del probable
lesiones de gran magnitud, que, responsable, con el fin de identificar
por su ubicación anatómica, lesiones, huellas, ropa manchada con
traen consecuencias inmediatas; sangre u objetos que puedan estar
tienen la intención de causar la relacionados con el hecho delictivo.
muerte. - Tomas de muestras para estudios
-Se observan lesiones toxicológicos, de enfermedades de
características de defensa, como trasmisión sexual, enfermedades
equimosis, excoriaciones, heridas terminales, entre otros.
cortantes, heridas por contusión
y corto contundentes en manos
(por sus caras palmares y
dorsales), en antebrazos, brazos y
tórax posterior, que pueden darse
durante maniobras instintivas
que, en el momento crítico, lleva
a cabo la víctima al tratar de evitar
que el agente vulnerador incida
en órganos vitales.

VÍCTIMA FALLECIDA: VÍCTIMA:

miscelánea
-Además de los anteriores que - Informe a los centros de
puedan ser aplicables, el cadáver atención gubernamentales o no
(indicio principal). gubernamentales para indagar si
- Armas de fuego, elementos la víctima acudió o no a solicitar
balísticos, objetos punzantes, ayuda; si poseía el botón de auxilio;
cortantes, punzocortantes, si presentó denuncia previa.
punzopenetrantes, contundentes, - Solicitar al personal forense que
cortocontundentes, otros verifique si el cadáver presenta
posibles agentes vulnerables. evidencias de lesiones antiguas, como
- Agentes utilizados para cicatrices, si presenta signos o indicios
inmovilizar, agentes utilizados criminalísticos de maltrato crónico
para oclusión de boca y nariz, anterior a su muerte (búsqueda
agentes constrictores, huellas: del síndrome de mujer maltratada-
Digitales / Palmares / Plantares / niveles lesivos de violencia), así como
Labiales / Calzado / Neumáticos. un detalle minucioso de heridas que
- Vehículos (enlace) causaron la muerte.
- Artefactos de carácter erótico - Tomas de muestras para estudios
sexual de: toxicología, de enfermedades de
- Elementos pilosos (cabellos, trasmisión sexual, así como posibles
pelos), fibras embarazos, entre otros.
- Ropas
- Rastro de semen y de sangre
- Posibles sustancias tóxicas
- Aceleradores de combustión
- Narcóticos
- Documentos
- Objetos personales de la
víctima
- Otros objetos relacionados
- Teléfonos celulares

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Gladis Proaño Reyes

- Videograbadoras - Solicitar la elaboración de la


- Claves de acceso a banca autopsia psicológica, que servirá para
electrónica, redes sociales, determinar en forma retrospectiva,
correos, etc. mediante trabajo de campo e
interrogatorio indirecto; el tipo
de personalidad de la víctima, su
comportamiento; y, entorno, a fin de
identificar si la occisa presentaba el
Síndrome de Indefensión Aprendida
o Síndrome de Estocolmo, que
se describe como un vínculo
interpersonal traumático-afectivo
entre la víctima y su agresor. Se
presenta en mujeres sometidas a
abuso por parte de sus compañeros
sentimentales, y se basa en la idea de
que la víctima niega la parte violenta
del comportamiento de su agresor,
a la vez que mantiene un vínculo
afectivo dependiente, situación que
le impide reaccionar para defenderse.
(OACNUDH, 2012, p. 41)

Figura 3. Elaboración propia siguiendo Protocolo de actuación para la investigación


del feminicidio, publicado por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas
para los Derechos Humanos y la Fiscalía General de la República de El Salvador
en el año 2012, (OACNUDH, 2012) y Modelo de protocolo latinoamericano de
investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/
feminicidio) (OACNUDH, s/f) y de Apuntes de la autora.

La intervención del perito en criminalística y de otros profesionales, tiene por objeto realizar un
minucioso estudio y análisis del lugar de los hechos y del hallazgo, así como de los indicios y
evidencias que en este se encuentren. Esto, con el fin de obtener datos relevantes que ayuden a
reconstruir el hecho que se investiga, así como descubrir la verdad histórica del mismo, evitando
siempre la contaminación de la escena; en especial en los casos de femicidio donde víctima
y agresor conviven. Algunos –por no decir todos– los indicios hallados en los objetos que se
encuentran en la escena del crimen tienen huellas y rastros biológicos que, incluso sobre el
cadáver de la víctima, se pueden encontrar.
Para el tratamiento de la escena del crimen en el Ecuador, la Resolución No.
073-FGE-2014, consagra los Manuales, Protocolos, Instructivos y Formatos del Sistema
Especializado Integral de Investigación Medicina Legal y Ciencias Forenses, publicada con
fecha 25 de agosto de 2014. Si bien no se establece un instrumento particular para los casos
de femicidio, se puede destacar el “Instructivo para la Aplicación del Protocolo para Peritajes
Forenses de Infracciones Penales Relacionadas con Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales
y Lesiones, cuando la Vida de la Víctima no Corre Riesgo por las Lesiones”. Como se pudo
constatar, tanto en la doctrina, como en los casos documentados, la mayoría de los femicidios
son la consecuencia crítica de violencia intrafamiliar y abusos psicológicos y físicos de la
pareja que se han prolongado en el tiempo.

104 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género

En este sentido, el instructivo tiene como punto de origen el reconocimiento por parte del Estado
ecuatoriano de que las víctimas de este tipo de delitos tienen una condición de vulnerabilidad
extrema. Así, todas las instituciones y operadores(as) de justicia y salud deben entender que el
trato a ellas implica una triple atención: la forense, la clínica y la de protección especializada. De
igual forma, reconociendo la función del perito forense que,

Lejos de constituir una simple rutina de inspección constituye el punto inicial de la garantía
de no revictimización de las víctimas y una herramienta privilegiada del proceso judicial. Es el
(la) perito forense el responsable de dirigir y ejecutar un procedimiento investigativo conforme
a los derechos de las víctimas, asegurando que el informe pericial sea referido a los fiscales de
causa cumpliendo con las normas procesales y asegurando que las víctimas sean referidas a las
unidades de salud pública, las que deberán continuar con el seguimiento clínico que asegure su
remisión y cuidado idóneo (Instructivo, 2014, p. 119)

En la escena del crimen de femicidio, la intervención de los técnicos de Inspección Ocular y de


los investigadores debe ser distinta para no cometer una revictimización post mortem que afecte
a sus familiares directos.
Resulta de vital importancia que, la muerte de mujeres, en estas circunstancias, sea
calificada como femicidio, de conformidad con el citado artículo 141 del COIP. Lo dicho, ha
ocurrido en los casos que se señalan a continuación:

miscelánea
Fecha de
#acusados- T.G.P. (Tribunal de Garantías
hecho /
Víctima / Edad absueltos/ Penales)- provincia / No.
Fecha
parentesco proceso
de sentencia

14/02/2015
Rosa E.N.B / 35 1 acusado / pareja TGP de Cañar / 03281-2015-00112
11/09/2015
TGP de Santo Domingo
27/03/2015 Tatiana M. H.
1 acusado / cónyuge de los Tsáchilas
18/11/2015 B. /29
/ 23281-2015-00904
5/04/2015 Gladys J. Z. Z TGP de Manabí /
1 acusado / cónyuge
16/09/2015 / 24 13282-2015-00037
19/04/2015 TGP de Pichincha /
Diana E.T.A / 26 1 acusado / ex pareja
08/04/2016 17282-2015-01759
20/05/2015 Alexandra P.M.O TGP de Orellana /
1 acusado / ex pareja
06/04/2016 / sd 22252-2015-00298
17/05/2015 TGP de Pichincha /
María R.G.Y/sd 1 acusado / ex pareja
05/05/2016 17282-2015-02175
20/05/2015 Margarita C.Y 1 acusado / expareja TGP de Orellana /
23/11/2015 /sd 22251-2015-00199
26/05/2015 Patricia M.T.M TGP de Guayas /
1 acusado / cónyuge
24/05/2016 /21 09281-2015-03445
27/05/2015 TGP de Sucumbíos /
Gloria E.R.A / 34 1 acusado / cónyuge
20/02/2016 21283-2015-00154

Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 105
Gladis Proaño Reyes

26/06/2015 Josselyn A.L.G TGP de Pichincha /


1 acusado/ ex pareja
24/03/2016 /18 17282-2015-02871
03/07/2015 TGP de Pichincha /
Érika K.Y.Ll / 20 1 acusado /pareja
11/12/2015 17292-2015-00237
13/07/2015 TGP de Chimborazo /
15/12/2015 Rosa E.M.Y / 20 1 acusado / cónyuge 06333-2015-
28/01/2016 00277 Sala Penal Chimborazo
08/08/2015 2 acusados / padrastro TGP de Pichincha /
G.R.T.A / 16
18/12/2015 y Pareja 17282-2015-03493
15/08/2015 Cristina M.A.M TGP de Pichincha /
1 acusado / Cónyuge
18/12/2015 / 28 17282-2015-03587
11/09/2015 TGP de Tungurahua /
Lorena C.P.S / 18 1 acusado / ex pareja
17/02/2016 18335-2015-00184
28/09/2015 Gloria M.CH.A TGP de Orellana /
1 acusado / cónyuge
03/03/2016 / sd 22252-2015-00315
29/10/2015 Martha B.D.A TGP de Guayas /
1 acusado /ex pareja
13/10/2016 / 22 09267-2015-00505
27/12/2015 TGP de Guayas /
Luisa I.Q.G / 41 1 acusado / esposo
06/01/2017 09287-2015-02022
29/10/2015 Teresa A.P.R TGP en Los Ríos /
1 acusado/ esposo
25/10/2016 / 68 12333-2015-00996
23/12/2014 TGP en Sucumbíos /
Jenit María M./ 1 acusado/esposo
30/09/2016 21282-2015-0060
Maira Liliana
09/09/2016 TGP en Sucumbíos /
G.M./ 1 acusado/esposo
03/03/2017 21282-2016-01420
34
08/03/2017 Marianela Isabel TGP en Sucumbíos /
1 acusado/pareja
10/08/2017 R.F. 18282-2017-00406

Figura 4. Siguiendo a La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador: “Análisis de


sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2015” (Fernández, 2017) y Sistema
Automático de Trámite Judicial Ecuatoriano (SATJE)

En procesos legales por tentativa de femicidio, la fiscalía sustenta su acusación en pruebas como:
testimonio de la víctima, testimonio de los agentes investigadores, informe ocular técnico,
examen médico legal, informe pericial de reconocimiento del lugar de los hechos, extracción de
videos, entre otros.
Con fecha 18 de marzo de 2019, el Tribunal de Garantías Penales de Loja dictó sentencia
máxima de 40 años de privación de libertad, en concurso real de infracciones por un delito de
femicidio ocurrido el 29 de abril de 2018, cuando Joe Michael B.G., de 23 años, estranguló a
su pareja Jackeline Elizabeth R.Q., de 21 años. Luego de cometer el delito, asesinó al hijo de dos
años que tenía la joven. Entre las pruebas que fueron presentadas están: la autopsia médico legal;
la autopsia psicológica forense; la valoración del entorno y del contexto social de la madre y del

106 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género

niño, el cual demostraba una relación de poder desigual y un círculo de violencia, así como el
adultocentrismo del que fue víctima el infante, quien percibía las consecuencias de la violencia
intrafamiliar; un informe pericial de identidad morfológica y fisonómica, que determinó que,
previo al día y hora de los hechos, las víctimas no presentaban signos visibles de violencia física
en su cuerpo. En todos estos casos, la fiscalía se respalda en el testimonio de las personas que, de
alguna manera, participaron en la investigación desde el levantamiento del cadáver.

4. Conclusiones
Esta investigación se ha centrado en el estudio de la escena del crimen de femicidio, en cuyo
lugar se produce la muerte violenta de una mujer por razones de género. Este hecho usualmente
se comete en el domicilio donde cohabitaban víctima y victimario o en el domicilio de uno de
ellos. Este debe ser tratado con cautela y profesionalismo para que la preservación y colección de
los indicios no se vea contaminada o que dicha escena del delito no sea manipulada por el autor.
Si bien le corresponde al Estado, en su rol de garante, investigar y sancionar cualquier
acción u omisión que atente contra la vida de una persona, en los casos de femicidio las
consecuencias sociales que se generan son particularmente grandes y profundas. No solamente
se está ante una situación en la que una mujer pierde la vida, sino que la pierde en manos de
una persona con quien convivía, ya sea su pareja, ex pareja o cónyuge, con quien, en la mayoría
de los casos y conforme a las estadísticas en el Ecuador, tenía hijos; es decir, son situaciones que
aquejan a los cimientos de la sociedad.
Desde esta perspectiva, corresponderá al Estado ecuatoriano el diseño y puesta en
marcha no solo de protocolos de investigación específicos para los casos de femicidios (en cuyos

miscelánea
procedimientos actúan técnicos de criminalística, inspección ocular, investigadores de delitos
contra la vida, peritos, forenses de diferentes disciplinas, etc.), sino también la formación de
profesionales con perspectivas de género. Esto, para que se puedan identificar patrones de
conducta que tienen lugar en dichas escenas del crimen y poder visualizar desde ese ámbito
indicios derivados de un hecho violento que arrebata la vida a una mujer.
Es a partir tanto de la noticia críminis como de la actuación policial en la escena
del crimen de femicidio, donde debe estructurarse la teoría del caso conforme a dimensiones
analíticas, hipótesis fácticas, jurídicas y probatorias, por lo que las primeras intervenciones son
de suma importancia. La Fiscalía y la Defensoría Pública han definido procedimientos para
estos casos. El Consejo de la Judicatura también ha emitido una guía para que la administración
de justicia pueda darse, considerando estándares con perspectiva de género.
También deben establecerse formatos específicos para: precautelar el levantamiento
del cadáver por femicidio, realizar el informe policial, el informe de inspección ocular técnico, el
protocolo de autopsia y los peritajes específicos, los cuales permitirán incluir de forma minuciosa
cuestiones específicas del delito de femicidio y, así, evitar la utilización de términos o expresiones
que conduzcan a un revictimización post morten.
La creación y desarrollo de políticas públicas educativas, de prevención y concientización
sobre violencia de género y su erradicación en las futuras generaciones incluye a las personas
que son asignadas para investigar este delito. En consecuencia, resulta necesario e inminente la
revisión de las mallas curriculares en las escuelas de formación y especialización policial.

Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 107
Gladis Proaño Reyes

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Convenciones, tratados y conferencias

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y Corporación Promoción de la Mujer/Taller Comunicación Mujer. Proyecto
Prevención de la violencia contra la mujer, en especial del femicidio. 2017-2018.

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

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Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos (OACNUDH) con el apoyo de la Oficina Regional para
las Américas y el Caribe de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad
de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) en el marco
de la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas ÚNETE para poner
fin a la violencia contra las mujeres (S/F). Modelo de protocolo latinoamericano de
investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/
feminicidio). Recuperado de: https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Women/
WRGS/ProtocoloLatinoamericanoDeInvestigacion.pdf

Sentencias y resoluciones

Resolución No. 073-Fge-2014 consagra los Manuales, Protocolos, Instructivos y Formatos del
Sistema Especializado Integral de Investigación Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Instructivo para la Aplicación del Protocolo para Peritajes Forenses de Infracciones
Penales Relacionadas con Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales y Lesiones, cuando la
Vida de la Víctima No Corre Riesgo por las Lesiones. Suplemento del Registro Oficial
Nº 318, Lunes 25 de agosto de 2014.

miscelánea
Observaciones, opiniones, recomendaciones, e informes

Fiscalía General del Estado, Subcomité Técnico de Validación de Femicidios. Recuperado de:
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TWGCSI / Grupo de Trabajo Técnico en Investigación de la Escena del Crimen.
(2000). Investigación de la Escena del Crimen: Guía para Aplicación de la Ley.
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Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 109
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL
35

La biologia humana
y la conducta
criminal
josé aróstegui moreno

1. Los factores biológicos como determinantes de la conducta criminal


Hoy en día –y acompasada con los avances de la investigación– cobra nueva fuerza la vieja
discusión relativa a si la base biológica que cada uno portamos es la responsable de los com-
portamientos criminales. Esta discusión, como apuntamos, no es nueva. La génesis de los es-
tudios de los factores biológicos como generadores de criminalidad hay que buscarlos en el
siglo XVIII, con Franz Gall, que investigó en los cráneos de reclusos las protuberancias y otras
irregularidades para encontrar una explicación biológica a las conductas de estos sujetos.
Poco después de las formulaciones de Gall, el padre de la criminología moderna,
Cesare Lombroso (1835-1909), profesor de medicina legal en la Universidad de Turín y
principal representante de la escuela positiva italiana, postuló la teoría del “Atavismo
moral”, que es su propuesta de aplicar el mismo método científico de las ciencias natu-
rales –como la física, la botánica, la medicina o la biología– al estudio de la criminalidad,
tarea que lleva a cabo en la primera edición de su obra “L´uomo delinquente” que ve la
luz en 1876 y con la que sienta las bases de la antropología criminal. Sí que hemos de
aclarar que la propuesta que realiza Lombroso no es original suya, ya que con anterio-
ridad la había llevado a cabo Augusto Compte en 1842, por medio de su obra “Cours de
Philosophie Positive” (Curso de Filosofia Positiva), en la que planteaba estudiar el com-
portamiento humano y la sociedad por medio de la observación, la comparación y la
experimentación, de la misma forma que se hacía en las ciencias naturales.
36
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL

franz gall augusto compte ezechia marco “cesare” lombroso

La formulación de Lombroso ponía de Por su parte, Garofalo –el otro discípu-


manifiesto la idea del criminal nato y atá- lo de Lombroso– consideraba que la Cri-
vico –criminal innato desde que nace o minología debía de estudiar la delincuen-
desde su origen– que era el resultado de cia, tanto desde la vertiente de hecho
un proceso evolutivo incompleto. El ata- individual como de fenómeno social, y
vismo degenerativo, que es el eje central que el Estado –con base en los resultados
de su teoría, lo desarrolló a partir de los de estos estudios– estableciera medidas,
estudios que Charles Darwin llevó a cabo bien preventivas, bien represivas, para “La formulación
y que plasmó en su obra “El origen de las es- el control de la delincuencia. Considera- de Lombroso
pecies”, publicada en 1859, en la cual seña- ba además que en el origen de la delin- ponía de
laba ejemplos de especies que degeneran cuencia se encontraba una deficiencia manifiesto la idea
a fases previas de su desarrollo evolutivo. psíquica o moral, de carácter hereditario, del criminal nato
Lombroso, en sus planteamientos, seña- que provocaba en el sujeto una carencia y atávico que era
laba que los delincuentes natos y atávicos de sentimientos altruistas y dificultades el resultado de un
se caracterizaban por una serie de rasgos para vivir en sociedad, lo que le llevó a proceso evolutivo
físicos, como la frente hudiza y baja, gran considerar que la sociedad necesitaba de- incompleto.”
desarrollo de los pómulos, orejas en asa, fenderse de estas personas con todos los
gran pilosidad y braza superior a la estatu- medios a su alcance, incluida la pena de
ra. Con tales “descubrimientos”, se opone muerte y la reclusión de los delincuentes
a las formulaciones de la Escuela Clásica, en colonias lejanas. Estos planteamientos
lo que provocó un intenso debate cien- llevaron a que muchos socialistas de la
tífico entre ésta y la Escuela Positiva. Las época admitieran el control genético de
formulaciones de Lombroso fueron segui- las clases peligrosas y estuvieran a favor
das en parte por sus discípulos, entre los del internamiento, de por vida, de los de-
que se encontraba Ferri, que atribuyó una lincuentes reincidentes o de la pena de
mayor importancia en la etiología de la muerte para los homicidas.
delincuencia a los factores sociales, econó-
micos y políticos, y clasificó además a los Además, Ferri y Garofalo, con sus for-
delincuentes, en 1880, en cinco categorías: mulaciones, destacaron de la teoría de
el delincuente nato o instintivo; el loco; el Lombroso las repercusiones importantes
pasional; el ocasional y el habitual. que tuvieron en la ciencia penal de esa
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL
37

época: con su planteamiento, al conside- que abarcan los fisiognómicos, biográ-


rar que una persona que delinquía por- ficos, étnicos y genéticos, los cuales –en
que su propia naturaleza se lo imponía, se su versión radical– son identificados con
determinaba la inutilidad de la existencia el movimiento neo o poslombrosiano, ya
de un Código Penal, que castigaba por la que su punto de partida hace referencia a
comisión de hechos delictivos culpables que el hombre delincuente se diferencia
y, desde la teoría de Lombroso, no habría del no delincuente y, en esa diferencia, se
más alternativa que imponer la pena con puede encontrar la explicación de la con-
base en la peligrosidad del delincuente ducta delictiva.
al no concurrir la culpabilidad, por lo que
–de acuerdo con Cerezo Mir– se estaría en 2. Posiciones biológicas en torno a
presencia de una responsabilidad que se la conducta criminal desde las
daría por el simple hecho de vivir el suje- bases del determinismo genético
to en sociedad. Esta forma de contemplar
La ciencia biológica trata de localizar e
la formulación de Lombroso daría lugar a
identificar en alguna parte del cuerpo
que, si se admite que el sujeto, con los ras-
humano un factor patológico, disfunción
gos que apunta, se encuentra determina-
o trastorno orgánico que dé una explica-
do biológicamente para delinquir, la pena
ción a la conducta delictiva. La localiza-
que correspondería imponerle habría de
ción que la biología pretende establecer
durar todo el tiempo que persistiese la
la lleva a cabo a través de una serie de es-
peligrosidad del delincuente lo que, evi-
pecialidades como la ciencia antropológi-
dentemente, podría dar lugar a condenas
ca, biotipológica, endrocrinóloga, genéti-
perpetuas en el caso de delincuentes in-
ca, neurofisiológica, bioquímica, etc.
corregibles.
Entre las especialidades anteriores ha-
A la vista de los inconvenientes anterio-
remos referencia en este estudio única-
res, Lombroso modificó su planteamiento
mente a la relativa a la genética –por razo-
inicial restando importancia a los factores
nes de espacio– ya que, pretender abarcar
biológicos y dando mayor relevancia a los
el resto de las especialidades, aun
factores sociales y psicológicos, entre los
de forma básica, sería una ta-
que apunta la lluvia, el clima, el precio del
rea inconmensurable. Antes
grano, costumbres sexuales y matrimo-
de analizar los planteamien-
niales, estructura del gobierno, creencias
tos que pretenden explicar
religiosas, etc.
la criminalidad desde la
Los postulados de Lombroso fueron genética, explicaremos
desechados prematuramente, pero sirvie- someramente que
ron para abrir el debate científico sobre un gen es una mo-
nuevos modelos explicativos de la perso- lécula de informa-
nalidad criminal, cuestión que no se había ción biológica que
suscitado con anterioridad, y que ha dado se transmite de
origen a una serie de nuevos campos de padres a hijos. En
investigación dentro de la propia Antro- cada rasgo huma-
pología, entre los que se encuentran los no, en términos ge-
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LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL

nerales, pueden influir dos genes, que se pena de muerte en aquellos supuestos de
simbolizan con las letras A y B. Uno de los sujetos incorregibles extremadamente pe-
genes lo aporta el padre y el otro la madre. ligrosos. Todo este debate ha dado lugar a
Si uno de ambos genes es dominante, sólo que dentro de la propia ciencia biológica se
éste determinará el rasgo, mientras que el hayan creado distintas corrientes que ofre-
otro permanece oculto. Hay que poner de cen diferentes explicaciones al fenómeno
relieve que cada persona tiene cerca de delictivo desde el punto de vista genético.
cien mil genes, y la casi infinita cantidad Estas corrientes vienen representadas por
de combinaciones es lo que garantiza de las siguientes posiciones:
forma segura la diferencia y absoluta origi-
nalidad de cada persona. 2.1. POSICIONES QUE SUSTENTA
UN BIOLOGICISMO GENÉTICO
En este orden de cosas, la herencia ge-
nética, no sólo determina los rasgos físi- Ya desde el siglo XIX un número importan-
cos de la persona, como el color del pelo, te de Escuelas -entre las que se encuentra
de ojos, estatura... sino que también con- la Escuela Positiva Italiana, representada
tiene información que configura nuestra por Lombroso y sus discípulos Ferri y Ga-
inteligencia, nuestra personalidad. El Dr. rofalo- perseguían demostrar que existía
Manuel Santos, médico genetista y Doc- una base biológica de la delincuencia. Los
tor en Biología Molecular señala que en planteamientos de la Escuela Positiva Ita-
estos rasgos, sin embargo, no sólo influ- liana en ningún momento de su vigencia
ye la herencia genética sino también el tuvieron el carácter de doctrina mayoritaria
ambiente. El Dr. Santos indica que los ge- en el Derecho Penal comparado aunque, si
nes no son todopoderosos, porque sólo bien es cierto, desencadenó una importan-
determinan normas de reacción para el te polémica entre las Escuelas Positivistas y
organismo, pero el ambiente da la pauta. Clásicas. La Escuela de Lyón supuso la más
Señala que se puede ejemplificar con una abierta contradicción a las
radio: “los genes la encienden y el ambiente tesis de la Escuela Positiva. A
decide cuál va a ser su volumen” raíz del debate en cuestión
Así, los planteamientos que pretendían surgirían además prestigio-
explicar la criminalidad con apoyo en un sas escuelas criminológicas
sustrato biológico o genético han sido ob- “eclécticas” que perseguían
jetados desde la Criminología, argumen- encontrar el equilibrio de los
tándose que, si los factores etiológicos de postulados “clásicos” y “posi-
la delincuencia fueran de carácter genéti- tivistas”. Entre estas escuelas
co o innato, el tratamiento contra ella con- se encuentran la “Escuela
sistiría, bien en una modificación de tales de la Defensa social”, “Terza
predisposiciones por medio de un trata- Scuola”, que no opta por el
miento farmacológico, incluso quirúrgico, determinismo radical del
bien mediante medidas inocuizadoras que positivismo ni por el libre
separasen al delincuente de la sociedad albedrío absoluto del clasi-
durante períodos de tiempo muy prolon- cismo y “La joven Escuela o
gados, como mal menor, o legitimando la Escuela de Marburgo”.
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL
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“ (...) las tesis En el siglo XX –aunque las formulacio- do lugar a la aparición de las posiciones
biológicas nes de la Escuela Positiva Italiana no son neodeterministas que mantienen biólo-
radicales son tomadas en consideración por entender- gos, entre los que se encuentra Robert
insostenibles, ya se que sus postulados se encuentran te- Weimberg que afirmaba que a partir del
que hay muchos ñidos de un extremismo radical– a partir año 2000 la nueva tecnología descubría
individuos que de los desarrollos que ha experimentado genes que determinarán la conducta hu-
presentan rasgos la investigación genética en 1980, se ha mana, Thomas F. Lee -que señala que el
o características dado lugar a que algunos sectores cien- hombre sigue las órdenes del ADN y por
biológicas que tíficos, como una “prolongación” del de- tanto es un prisionero de sus genes- o
les relacionarían bate entre escuelas experimentado en el sociobiólogos, como Wilson, que afir-
con conductas siglo XIX y comentado antes, valorasen ma que las pruebas de que hay un gran
antisociales y, la posibilidad de que factores biológicos componente hereditario son más detalla-
pese a ello, no constituyesen elementos etiológicos mo- das e impresionantes de lo que suponen
delinquen.“ nofactoriales que generarían procesos muchas personas, incluyendo a los mis-
patológicos y de comportamiento des- mos genetistas. Se desprende de las po-
viados. Alrededor de esta consideración siciones de estos investigadores un claro
biológica se han realizado diversidad de acercamiento al biologicismo genético
trabajos científicos que en los últimos cuando llegan a relacionar la totalidad del
años han dado como resultado la consi- comportamiento humano con la cons-
deración de que existe un gen de la agre- titución genética del individuo, aunque
sividad, e incluso de la criminalidad. –para no incurrir en el radicalismo de la
2.2. POSICIONES NEODETERMINISTAS Escuela Positiva italiana– señalan la me-
nor importancia que el medio ambiente
Las formulaciones biologicistas elabora- y el entorno tienen con aquél.
das a lo largo de los siglos XIX y XX, abun-
dantes en número, pese a Rechazo de las teorías
las críticas recibidas por su biológicas radicales
cercanía a los postulados Hoy en día, por razones obvias, las tesis
del positivismo criminoló- biológicas radicales son insostenibles, ya
gico, tienen una repercu- que hay muchos individuos que presen-
sión importante en el De- tan rasgos o características biológicas que
recho Penal a partir de los les relacionarían con conductas antisocia-
años cincuenta con el des- les y, pese a ello, no delinquen. Se critica
cubrimiento de anomalías esta teoría porque adolece de un notable
cromosómicas o, a partir déficit empírico, generalizan indebida-
de los años ochenta, con el
mente, ya que extrapolan los resultados
desarrollo del Proyecto Ge-
obtenidos en las investigaciones con la
noma Humano.
población reclusa, con la delincuencia en
Estos importantes avan- general; olvidan que el hombre es un ser
ces en las formulaciones receptivo a todo tipo de influencias, tanto
biologicistas relacionados de tipo personal como ambientales y que,
con los nuevos descubri- por lo tanto, no es sólo biología sino his-
mientos genéticos han da- toria, cultura y experiencia.
40
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL

cia. Las anteriores cuestiones dan origen


a formulaciones moderadas
2.3. POSICIONES MODERADAS
Frente a las posiciones biologicistas ge-
néticas y neodeterministas, se alzan las
que calificamos como moderadas y que
buscan dar una explicación compleja del
comportamiento, aunque no reduccionis-
ta como hacen aquéllas, y por ello seña-
lan que las investigaciones genéticas no
En resumen, los elementos de natu- persiguen constatar que los factores bio-
raleza biológica han tenido a lo largo de lógicos constituyen elementos monofac-
la historia un reconocimiento en la Cri- toriales o exclusivos que expliquen el ori-
minología, aunque es cierto que, pese gen de procesos como los patológicos, de
a ello, tuvieron una importante crisis en comportamiento y sociales desviados.
los años cincuenta del siglo XX, que vino
La genética, en relación con la explica-
provocada por cuestiones éticas, crisis
ción del origen de los procesos patológi-
que ha sido remontada en las dos últimas
cos antes mencionados, mantiene que su
décadas, como señala Akers. Sectores ais-
origen es producto de la incidencia de los
lados de la investigación, con sustento en
factores biológicos y ambientales. La ge-
los nuevos descubrimientos biológico-
nética a lo que da lugar es a tendencias en
genéticos, afirman que el origen de la
el desarrollo de estos procesos que pue-
conducta delictiva hay que encontrarlo
den ser paliados en gran medida a través
en estos descubrimientos, y con base en
de un ambiente adecuado, como ocurre
ellos pretenden hacer desaparecer del
con la esquizofrenia, que es una enferme- “ (...) los
mapa jurídico la categoría culpabilidad
dad multifactorial en la que, si bien hay elementos de
por la indemostrabilidad del libre albe-
una base genética, concurren en su ori- naturaleza
drío, cuestión que la doctrina Penal ha re-
gen también factores ambientales. biológica (...)
chazado de forma unánime. Sin embargo, tuvieron una
se admite, como afirma Bordieu, que exis- En relación con la explicación gené- importante
ten múltiples características individuales tica en el ámbito comportamental, su crisis en los años
innatas que pueden incrementar el riesgo influencia, si bien se da, es menor que cincuenta del
de conducta agresiva; igualmente, se ad- la que opera en el terreno patológico, siglo XX, que vino
mite que esa posibilidad se presente o no ya que el delito como circunstancia de provocada por
en función de las condiciones ambienta- comportamiento desviado no puede ser cuestiones éticas,
les, en definitiva, supone establecer una atribuido a la incidencia de un gen, ni crisis que ha sido
correlación entre la conducta delictiva y incluso a la combinación de diversos ge- remontada en
la constitución biológica, como así se ha nes, ya que los resultados de las actuales las dos últimas
reconocido en las escasas investigaciones investigaciones que se ha llevado a cabo décadas(...)“
realizadas en España en las que se admi- con animales –moscas del vinagre, gusa-
te que entre los delincuentes y no delin- nos, ratas y ratones han sido manipula-
cuentes hay una diferencia de inteligen- dos en laboratorios de genética para que
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL
41

“ (...) se tornen agresivos, malos progenitores, la dopamina, que es el neurotransmisor


investigadores adictos a la cocaína y alcohólicos con el que crea sensaciones de placer y euforia.
genetistas de fin de encontrar la respuesta al compor-
También podemos resaltar un grupo
Estados Unidos tamiento humano– no han demostrado
de investigadores de las Universidades
e Israel, han que exista un gen que regule la conducta
de California y Pittsburg, en la revista
apuntado que y su incidencia en el comportamiento hu-
“Psiquiatría Molecular” publicaron el ais-
el deseo de vivir mano desviado.
lamiento de un gen que predispone a
experiencias padecer la esquizofrenia.
No obstante, hay grupos de científi-
fuertes es
cos que han anunciado la detección de En la misma línea que los anteriores,
“heredable” en
un gen asociado con algún rasgo del investigadores de las Universidades de
el 59% de los
comportamiento. Podemos referirnos a Texas y California publicaron que habían
casos.“
alguno de ellos: descubierto una conexión genética en-
tre el alcoholismo y el gen mutante para
En primer lugar, Patricia Jacobs. En
el receptor de la dopamina 2 (DRD2). Por
sus investigaciones llevadas a cabo jun-
último haremos referencia a que se ha
to a sus colaboradores, descubrió en un
descubierto igualmente el gen que pro-
hospital de máxima seguridad en Escocia
duce el autismo, la adicción y la hiperac-
que los delincuentes varones encarce-
tividad infantil.
lados presentaban una proporción de
anormalidades cromosómicas superior a No obstante, es conveniente puntua-
la que tenía la población general. En con- lizar que los últimos descubrimientos
creto, se detectó en estos delincuentes la sobre la genética del comportamiento
presencia de un cromosoma Y extra, que se encuentran en una fase inicial que
daba lugar a una trisomía del tipo XYY (lo necesitan para consolidarse un camino
que se conoce como el síndrome del su- muy largo que recorrer, y esta consoli-
per-macho genético) en una proporción dación no llegará en tanto en cuanto no
superior (de entre el 1 y el 3 por 100) a se determine cuántos genes participan
la hallada en la población general. Se ha en el comportamiento, ni de qué forma
concluido que, por regla general, estos actúan ni cómo se heredan y si algunos
sujetos proceden de familias con historia- son dominantes.
les de enfermedad mental o delincuencia
y ponen de manifiesto una mayor inclina-
ción a comportamientos violentos y rea-
lización de hechos delictivos.

En este orden de cosas un grupo de


investigadores genetistas de Estados Uni-
dos e Israel, ha apuntado que el deseo de
vivir experiencias fuertes es “heredable”
en el 59% de los casos. La explicación que
ofrecen es que los amantes del riesgo sue-
len portar un gen en el cromosoma 11, el
cual influye en la respuesta del cerebro a
42
LA BIOLOGÍA HUMANA Y
LA CONDUCTA CRIMINAL

en las condiciones de vida. Este germen


3. Conclusión
va “in crescendo” con la falta de oportuni-
De momento, estimamos que se puede dades para que los sujetos puedan desa-
concluir indicando que la presencia de un rollar su personalidad, hasta desembocar
gen asociado con algún rasgo del com- en la ejecución material de conductas de-
portamiento no es determinante para lictivas. A partir de ahí, es una escalada sin
explicar las conductas delictivas, ya que freno y, cuando el Estado quiere intervenir
en éstas intervienen desde los plantea- para aplacar ese mal, éste se encuentra
mientos de los enfoques biológicos mo- instalado en la personalidad del afectado
derados –que consideramos la postura de una forma tan arraigada que dificulta
más adecuada- a los factores genéticos o notablemente cualquier intervención para
ambientales. A la vista de esta conclusión, acabar con él.
el reto científico será determinar –si ello
Ahora bien, justo es decirlo, el Derecho
es posible– en qué grado influyen los fac-
Penal –siendo acorde con los actuales
tores en cuestión en el desarrollo de las
planteamientos relativos a que en la con-
conductas delictivas.
ducta criminal concurren una pluralidad
Ahora bien, mientras llega ese momen- de factores– en la categoría “culpabilidad”
to, no hay que olvidar varias ideas: que establece, en su aplicación, una serie de
aunque se haya encontrado relación en- garantías, y en especial, los límites que
tre algunos factores biológicos y la mayor impone dicho instituto a la intervención
o menor tendencia a la agresividad que Estatal. No se puede dudar, hoy en día,
tienen las personas, ello no implica nece- de que estos límites son trascendentes,
sariamente, como señala Garrido Genovés, se han ido conquistando en el tiempo,
que el rasgo agresividad conlleve la comi- porque no están ahí desde siempre. Des-
sión de delitos, pero sí la constatación de taca significativamente el trato diferente
que unas personas son más propensas que da al hecho dependiendo de si es co-
que otras a conducirse violentamente. metido de forma dolosa o culposa. Otras
A la vista de la anterior información garantías y límites, muy importantes, son
–que está poniendo de manifiesto que que ante un hecho fortuito no cabe casti-
algunos individuos tienen una mayor ten- go, o la proporcionalidad entre el hecho
dencia a la realización de actos violentos– cometido y la pena merecida por la rea-
indica Garrido Genovés que una detección lización.
precoz podría permitir una prevención Muy importante, y relacionado de for-
más eficaz mediante una educación más ma específica con el contenido de este ar-
intensiva, criterio que compartimos plena- tículo, es que el modo de ser, o de vivir, o
mente, ya que no hay fórmulas mágicas ni el carácter del sujeto, puedan influir en la
tratamientos espectaculares que terminen reacción penal, al igual que es importante
con una vida dedicada al delito. La con- intentar valorar la personalidad del autor AUTORÍA
ducta delictiva habrá que prevenirla e in- y comprenderle, entendiendo cuál ha DE ESTE ARTÍCULO:
tervenir sobre ella cuando aparezca en su sido su vida y qué opciones se le ofrecie- José Aróstegui
grado más incipiente. Suelen aparecer los ron, para entender cuál es su concepción Moreno.
primeros síntomas en el entorno familiar, de la realidad. Doctor en Derecho Penal.
Abogado. Diplomado
Superior en Criminología.
Revista Puertorriqueña de Psicología
ISSN: 1946-2026
nvaras@uprrp.edu
Asociación de Psicología de Puerto Rico
Puerto Rico

López, Sebastián
Revisión de la psicopatía: Pasado, presente y futuro.
Revista Puertorriqueña de Psicología, vol. 24, núm. 2, 2013, pp. 1-16
Asociación de Psicología de Puerto Rico
San Juan, Puerto Rico

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=233229143007

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Revista Puertorriqueña de Psicología Asociación de Psicología de Puerto Rico
Vol. 24, Núm 2, 2013
 
 
Revisión de la psicopatía: Pasado, presente y futuro.1

Sebastián López2
Iniciativa Comunitaria

Resumen

En este artículo se realiza una revisión de una manifestación muy singular de la violencia
llamada psicopatía. Primeramente se realiza una exposición de la historia del concepto de
psicopatía y sus controversias hasta nuestros días. Además se ofrece un resumen de las últimas
teorías existentes sobre su etiología y los instrumentos más usados para evaluar y diagnosticar la
psicopatía. Se le provee al lector una descripción fenomenológica de la psicopatía, explicando las
posibles manifestaciones que puede tomar la psicopatía en nuestra sociedad moderna. Se
exponen las nuevas líneas de investigación de la psicopatía como son su dimensionalidad,
subtipos y posible identificación temprana en la niñez. Por último se presentan los últimos
hallazgos en relación a su tratamiento y las posibles aplicaciones para el futuro.

Palabras clave: Psicopatía, teorías, evaluación, diagnostico

Abstract

In this article, we review a singular manifestation of violence called psychopathy. First, we


present a historical review of the concept of psychopathy and current disputes. In addition, we
offer a summary of the latest theories about its etiology and most commonly used instruments to
assess and diagnose psychopathy. It provides the reader with a phenomenological description of
psychopathy, explaining the possible manifestations that psychopathy can take in our modern
society. We describe new research on psychopathy addressing its dimensionality, subtypes, and
possible identification in childhood onset. Finally we provide the latest findings on treatment and
possible applications for the future.

Keywords: Psychopathy, theories, evaluation, diagnosis

En estos años es notoria la importancia que ha tomado para la sociedad puertorriqueña el


tema de la violencia en la vida diaria de las personas. Puerto Rico se encuentra ante una de las
décadas con más asesinatos y delitos de su historia (Policía de Puerto Rico, 2010). Con este
artículo no se pretender hacer una revisión completa de la violencia sino que se quiere centrar en
un subtipo de la violencia que muchas veces pasa inadvertida por la sociedad y las instituciones
dedicadas a su prevención y tratamiento (Hare, 2003). Es la violencia y agresividad crónica

                                                                                                                       
1
 Nota: Este artículo fue sometido para evaluación en agosto de 2012 y aceptado para publicación en abril de 2013.
2
 Toda comunicación con el autor debe ir dirigida a dr.sebalopez@gmail.com
 

  1  
Revisión de la Psicopatía

provocada por individuos que la pueden manifestar desde su juventud caracterizados por
conductas violentas, irrespetuosas y antisociales o a por personas que pueden pasar a la vista de
las personas como normales, afables y respetuosas de los demás, pero que a la vez son los
responsables de una gran variedad y gravedad de delitos cometidos en la sociedad y que
esporádicamente toman notoriedad en los medios de comunicación (Hare, 2003, Pozuelo, 2011).
Estamos hablando de las personas conocidas como psicópatas. Estas personas muestran un grado
de insensibilidad que supera nuestra lógica o sentido común, son poco empáticos con sus
víctimas, muestran una actitud infantil, egocéntrica, impulsiva y agresiva que les llevan a violar
todas las leyes establecidas tanto civiles, penales y morales (Pozuelo, 2011; Hare, 1999, 2003,
2009).
Los psicópatas han sido estudiados a lo largo de la historia por la alarma social que
provocan en algunos y la fascinación que sus continuas transgresiones de las leyes y normas
sociales ocasionan en otros. Este artículo intenta profundizar la controversia, los nuevos
hallazgos y teorías relacionados con la psicopatía. Se refiere a un subgrupo de personas que
tienen como rasgos comunes un uso parasitario de los demás, la manipulación, la dominancia,
un sentido de grandiosidad, insensibilidad afectiva, falta de empatía y culpa, ausencia de
emociones fuertes, (conductualmente) impulsivos, agresivos y con conductas de alto riesgo.
Estamos hablando de asesinos, violadores, estafadores, timadores y maltratadores entre otros
(Pozuelo, 2011; Hare, 1999).

Historia

El término psicopatía ha suscitado mucha controversia a lo largo de la historia (Torrubia


& Fuentes, 2008). Para poder entender la controversia y confusión que provoca los términos
psicópata o sociópata en la población general y en los mismos profesionales de la salud, justicia
y seguridad se debe primeramente revisar su origen y su posterior desarrollo y evolución. Las
primeras noticias sobre la psicopatía se encuentran en el siglo XVII, donde Zachias ya hablaba
de individuos que no obraban ni sentían como los demás (Cabello & Bruno, 2009).
Posteriormente en los inicios del siglo XIX Pinel, utilizó el término manía sin delirios para
referirse a la psicopatía. La describió como una alteración de las funciones afectivas y un
impulso ciego hacia la violencia, todo ello sin ninguna alteración de la función intelectual
(Cabello & Bruno, 2009; Torrubia & Fuentes, 2008; Pozuelo, Romero & Casas, 2011). Más
tarde fue introducido en Inglaterra por Pritchard 1835, usando el concepto de “Moral Insanity” o
locura moral, realzando su incapacidad de seguir las normas. Describía el trastorno como una
afección de la conducta sin delirios y con una capacidad intelectual intacta (Cabello & Bruno,
2009; Torrubia y Fuentes, 2008; Pozuelo et al. 2011). Morel en 1850 introdujo la psicopatía
como una degeneración mental, la cual se producía por una enfermedad hereditaria. Esta
degeneración era principalmente en las funciones morales. Koch en 1881 se refiere a la
psicopatía como inferioridades psicopáticas acuñando por primera vez el término psicopatía.
Distingue dos formas: la que hace sufrir a la persona misma que la padece y el que hace sufrir a
los demás (Cabello & Bruno, 2009; Marietán, 2000, Ronson, 2012).
En Inglaterra en 1913 la psicopatía fue incluida en el Mental Deficiency Act, (ley del
parlamento que definía enfermedades mentales, el protocolo de actuación y el tratamiento) bajo
el concepto de “imbéciles morales”, en 1927 fue cambiado por “deficiente moral” y en 1959 por
trastorno psicopático. Aunque el último término no menciona el componente moral, éste quedó
desde entonces unido al diagnóstico de la psicopatía (Torrubia & Fuentes, 2008).

  2  
Revista Puertorriqueña de Psicología Asociación de Psicología de Puerto Rico
Vol. 24, Núm 2, 2013
 
 
El primero en ver la psicopatía como un desorden de personalidad fue Kraepelin en 1896. Kurt
Schneider, en 1923, explicó la psicopatía como un desorden de personalidad. Este se manifestaba
como un estilo de vida desalmado, como “aquel que por su anormalidad sufre o hace sufrir a los
demás” (p.17). Posteriormente estas interpretaciones fueron recogidas por Schneider poniendo de
manifiesto que existían hasta diez subtipos de personalidades psicopáticas: hipertímicos,
deprimidos, miedosos, fanáticos, vanidosos, lábiles, explosivos, fríos, abúlicos y asténicos
(Cabello & Bruno, 2009; Torrubia & Fuentes, 2008; Pozuelo et al. 2011; Pozuelo, 2011).
El término psicopatía toma un nuevo impulso y resurgimiento entre los profesionales de
la salud con las nuevas aportaciones de Hervey Cleckley con su libro The Mask of Sanity en
1941, donde realiza una descripción fenomenológica interna y externa de la personalidad
psicopática. En su obra hace una distinción de la conciencia intelectual y moral. Los psicópatas
tienen una conciencia intelectual intacta, pero una conciencia moral menoscabada. Dicen una
cosa pero hacen otra. Reconoce que el psicópata puede imitar la moral y los sentimientos sutiles
del ser humano, pero le falta las emociones asociadas a ella. Realiza una primera diferenciación
entre psicópatas funcionales y criminales (Cabello y Bruno, 2009; Torrubia y Fuentes, 2008;
Pozuelo et al. 2011; Pozuelo, 2011; Hare 1999; Beck, Freeman y Davis, 2005). Las
características clínicas del psicópata, según Cleckley (1988) son: encanto superficial y buena
inteligencia, ausencia de delirios u otros signos de pensamiento irracional, ausencia de
nerviosismo o manifestaciones psiconeuróticas, poco fiable, falsedad o falta de sinceridad, falta
de remordimiento o vergüenza, conducta antisocial sin un motivo que la justifique, juicio
deficiente y dificultad para aprender de la experiencia, egocentrismo patológico e incapacidad
para amar, pobreza generalizada en las principales relaciones afectivas, pérdida específica de
intuición, insensibilidad en las relaciones interpersonales generales, conducta extravagante y
desagradable bajo los efectos del alcohol y, a veces, sin él, amenazas de suicidio raramente
consumadas, vida sexual impersonal, frívola y poco estable, e incapacidad para seguir cualquier
plan de vida (Marietán, 2000).
Posteriormente el profesor Robert Hare utilizando las características de Cleckley, elaboró
en el 1991 un instrumento para el diagnóstico de la psicopatía con el nombre de Psychopathy
Checklist (PCL) (ver tabla 1), la cual fue revisada para el 2003 con inclusión de participantes
femeninas. Su valor diagnóstico y predictivo de reincidencia y uso de la violencia han sido
probados en múltiples investigaciones, dándole de esta forma una identidad clínica estable a la
psicopatía por primera vez en la historia (Cabello & Bruno, 2009; Torrubia & Fuentes, 2008;
Pozuelo et al. 2011; Pozuelo, 2011; Hare, 1999, 2003).

Diagnóstico

La personalidad psicopática pasa a los manuales de clasificaciones psiquiátricas como


trastorno disocial de la personalidad en el manual de clasificación internacional de enfermedades
(CIE) y como Trastorno de la Personalidad Antisocial para Manual de Diagnóstico y Estadístico
(DSM) de la Asociación de Psiquiatría Americana (Torrubia & Fuentes, 2008; Cabello & Bruno,
2009) .
El Trastorno Disocial de la Personalidad es uno que, normalmente llama la atención
debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento; está
caracterizado por (de los cuales es necesario un mínimo de 3): a) cruel despreocupación por los
sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía, b) actitud marcada y persistente de

  3  
Revisión de la Psicopatía

irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales, c)


incapacidad para mantener relaciones personales duraderas, d) muy baja tolerancia a la
frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un
comportamiento violento, e) incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en
particular del castigo, f) marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer
racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo (Torrubia & Fuentes, 2008;
Cabello & Bruno, 2009; Martínez, 2010). El CIE-10 contrario al DSM-IV-R, tiene en cuenta
rasgos internos tales como falta de empatía e incapacidad emocional, los cuales ayudan a
diferenciar en la población de delincuentes entre criminales sin psicopatía y con psicopatía
(Torrubia & Fuentes, 2008, Cabello & Bruno, 2009; Millon et al., 2006; Pozueco, Casas, &
Guillena, 2012). En el DSM I la psicopatía apareció bajo la categoría de disturbio de la
personalidad sociópata, en el DSM II aparece como trastorno antisocial y en el DSM III y IV
sigue con la misma clasificación (Oldham, 2005).
El Trastorno Antisocial de la Personalidad (TAP) para ser diagnosticado la persona debe
tener una edad mínima de 18 años, la existencia de un trastorno disocial (conduct disorder) antes
de los 15 y un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se
presenta desde la edad de 15 años, indicado por tres (o más) de los siguientes: a) fracaso para
adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, b) como indica
perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención, c) deshonestidad, indicada por
mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por
placer, d) impulsividad o incapacidad para planificar el futuro; irritabilidad y agresividad,
indicados por peleas físicas repetidas o agresiones, d) despreocupación imprudente por su
seguridad o la de los demás, e) irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de
mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas, f) falta de
remordimientos, como indica la indiferencia o la justificación de haber dañado, maltratado o
robado a otros (APA, 2002; Torrubia & Fuentes, 2008, Cabello & Bruno, 2009, Millon,
Grossman, Millon, Maugher & Ramnath, 2006).
Como se puede observar el trastorno antisocial se enfoca solamente en los aspectos
conductuales de la conducta delictiva, en su afán de ser lo más objetivo posible al momento de
diagnosticarlo. La eliminación de los rasgos internos como son: la falta de remordimientos,
emociones de culpa y empatía, hace imposible a los expertos en la salud diferenciar dentro de las
personas antisociales los no-psicopáticos de los psicopáticos (Torrubia & Fuentes, 2008, Cabello
& Bruno, 2009, Hare 1999, Hare 1996).

Evaluación

Para la evaluación de la psicopatía en adultos existe una prueba validada en el 2003 la


Psychopathy Checklist-Revised (PCL-R) de Robert Hare (ver Tabla 1). Esta prueba ha mostrado
validez y confiabilidad en diferentes muestras y países. Ha sido traducida a múltiple idiomas y
estandarizada en muchos países (en Puerto Rico no ha sido estandarizada hasta el momento). La
prueba se divide en dos grandes factores interpersonal-afectivo y desviación social. A su vez
estos dos factores se subdividen en cuatros sub-factores que son interpersonal, afectivo, estilo
impulsivo-irresponsable y antisocial. Por último los cuatros sub-factores se dividen en 18 rasgos.
También existen dos rasgos que no están incluidos en ningún factor como son conducta sexual
promiscua y frecuentes relaciones maritales de corta duración, llevando el número de rasgos a 20
(Torrubia & Fuentes, 2008, Cabello & Bruno, 2009; Hare, 2003). En algunos estudios se utiliza

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la Psychopathy Checklist Screening Version (PCL-SV), como forma de evaluar preliminarmente
grandes grupos, produciendo un diagnóstico preliminar que debe ser validado por la PCL-R
(Guy, Douglas & Hendry, 2010). La PCL-SV está compuesta por 12 reactivos divididos en dos
factores: rasgos de personalidad y conductas socialmente desviadas (Cuquerella, Torrubia,
Subiriana & Mohino, 2003).
La PCL-R está compuesta por una escala de puntuación Likert, cuya puntuación total
oscila entre cero y cuarenta. En cada rasgo el evaluador puede dar una puntuación de 0, 1 o 2
puntos. Una puntuación igual o superior de 30 se considera el punto de corte de la prueba para
establecer un diagnóstico de psicopatía (Pozuelo, 2011; Pozuelo et al. 2011). A raíz de las
puntuaciones obtenidas por los participantes evaluados mediante la PCL-R se ha defendido la
posible existencia de subtipos en la psicopatía, lo cual se abordará más adelante (Pozuelo, 2011;
Neuman, Hare & Newman, 2007; Folio & Castilla, 2006). La PCL-R tiene un valor predictivo
en la conducta violenta y ofensas sexuales en poblaciones psiquiátricas, y penitenciarias
(Huchzwemier, Brub, Geiger, Kernbichler & Aldenhoff, 2008). Además predice el pobre
aprovechamiento del tratamiento (Ostrasky-Solís et al. 2010; Babiak, Neuman & Hare, 2010;
Vázquez, 2010; Romero et al, 2011).

Tabla 1
Los 20 Rasgos del Psicópata Puro de Hare (2003)

1.Locuacidad y encanto superficial


Faceta I 2. Sentido desmesurado de autovalía
Interpersonal 4. Mentiroso patológico
Factor I 5.Estafador/engañador y manipulador
Interpersonal /Afectivo 6. Ausencia de remordimientos o sentimientos de culpa
Faceta II 7. Afecto superficial y poco profundo
Afectiva 8. Insensibilidad afectiva y ausencia de empatía
16. Incapacidad para aceptar la responsabilidad de sus actos
3. Necesidad de estimulación y tendencia al aburrimiento
9. Estilo de vida parásito
Faceta 3
13. Ausencia de metas realistas a largo plazo
Estilo Impulsivo/Irresponsable
14. Impulsividad
Factor 2 15. Irresponsabilidad
Desviación Social 10. Pobre autocontrol de sus conductas
12. Problemas de conducta en la infancia
Faceta 4
18. Delincuencia juvenil
Antisocial
19. Revocación de la libertad condicional
20. Versatilidad criminal
11. Conducta sexual promiscua
Rasgos independientes
17. Frecuentes relaciones maritales de corta duración
Para la evaluación de rasgos psicopático en jóvenes se suele usar la Psychopathy Checklist: Youth Version (PCL-
YV), que está dirigida a jóvenes de las edades entre 12 y 18 años (Zuñiga, Vinet & León, 2011). En algunos
estudios sobre la psicopatía también se usa la Antisocial Process Screening Devices (APSD), la cual tiene un
fiabilidad interna de 0.72 a 0.82 y la Modifified Childhood Psychopathy Scales (MSPS) una escala de auto-reporte
dicotómica con un α de 0.82 (Spain, Dougals, Poytherss & Epstein, 2004; Pozuelo et al. 2011).

Prevalencia

Determinar la prevalencia de la psicopatía con exactitud es difícil, porque primeramente


al no estar incluido como un diagnóstico dentro del DSM-IV-R, ni haber sido incluido en
estudios epidemiológicos nacionales a gran escala no tenemos datos fiables de su prevalencia en
la población general. En segundo lugar muchos de los datos que se tienen son obtenidos de
estudios científicos, donde la metodología y los instrumentos para diagnosticar psicopatía son

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Revisión de la Psicopatía

muy diversos y algunos no muy fiables dando lugar a cifras dispares (Hare, 1993). El consenso
entre la mayoría de las investigaciones estima que la psicopatía se presenta entre un 1% a 2% de
la población general (Torrubia & Fuentes, 2008; Alcazar et al. 2008). Aunque para algunos
puede llegar hasta un 5% de la población (Martínez, 2010). Cuando se evalúa la psicopatía entre
las personas con un diagnóstico de trastorno de la personalidad antisocial, esta prevalencia es de
un 15% a un 25% (Torrubia & Fuentes, 2008; Martínez, 2010; Fernández & Echeberúa, 2008).

Subtipologías de Psicopatía

El avance en las investigaciones ha identificado posibles tipologías de la psicopatía. Ya


Hare en su libro “Sin conciencia” hace la diferencia entre psicópatas pre-delincuentes y
delincuentes. Los psicópatas pre-delincuentes no significa que no cometan delitos, sino que han
tenido la suerte de no ser descubiertos (Hare, 2003). Otra tipología es exitosos y no-exitosos,
refiriéndose también a si han sido descubiertos en sus conductas delictivas (Babiak, et al. 2010;
Sanmartín, 2004).
Una nueva subdivisión es la creada a partir de las puntuaciones obtenidas en la PCL.
Psicópata clásico presenta un puntaje elevado en las cuatro facetas. El manipulador muestra un
puntaje alto en las facetas interpersonal y afectiva y más bajo en la otras dos. Por último, está el
psicópata macho obteniendo una puntuación baja en la faceta interpersonal y alta en las demás
(Pozuelo, 2011; Pozuelo, Romero, & Casa, 2011).

Etiología

A lo largo del tiempo las investigaciones realizadas han encontrado múltiples factores de
riesgos que se relacionan con los desórdenes de conducta y la delincuencia. Entre ellos
encontramos factores genéticos, biológicos, ambientales y sociales.

Factores genéticos

La investigación sobre los genes relacionados a la psicopatía, comenzaron evaluado su posible


conexión con genes relacionados al Trastorno de Personalidad Antisocial (TAP), lo que se ha
llamado por algunos autores los “genes asesino” (John, Robins & Pervin, 2008, Gallardo-Pujol,
Forero, Maydeu-Olivares & Pueyo, 2009; Jara & Ferrer, 2005).
Entre los genes investigados que se identifican con el TAP se encuentra los relacionados
con el metabolismo: a) catechol-O-metil trasferasa (COMT), b) las monoaminas,
monoaminooxidas (MAOA) y c) dopamina beta-hidroxilasa (DBH) (Gunter, Vaughny Philibert,
2010; Huertas, Ponce, Koeneke, Poch, España-Serrano et al., 2010; Gallardo-Pujol et al. 2009).
Los vinculados a la morfología de los receptores son: a) el receptor de dopamina D2 (DRD2), b)
D4 (DRD4) y c) receptor de serotonina, 1B (5HTTLPR) y 2 (5HTR2A) (Jara & Ferrer, 2005;
Garzón & Sánchez, 2007; Caspi, McClay, Moffitt, Mill, Marin et al., 2002). Por último los
relacionados con los neurotransmisores como son: a) la serotonina el polimorfismo 5HTTLPR y
b) la dopamina DAT. Las conclusiones de todas estas investigaciones todavía no son
determinantes (Gunter et al. 2010; Huertas et al., 2010).
Los estudios de biología molecular realizados sobre la psicopatía relacionan de forma
preliminar el factor 1 de la PCL-R con el polimorfismo TaqIA de ANKK1 y el receptor
cannaboide de tipo 1 CNNR1. El factor 1 mide los rasgos emocionales e interpersonales de la

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psicopatía caracterizados por la ausencia de sentimientos, y emociones y falta de empatía
(Hoenicka, Ponce, Jiminez, Ampuero, Rodríguez et al., 2009; Gunter et al., 2010; Huertas et al.,
2010). También hay indicios de posible relación con los genes MAOA, 5HTTLPR y COMT en
un estudio con adolescentes (Gunter et al., 2010). Aunque estos hallazgos son muy preliminares
para poder sacar conclusiones, los estudios genéticos están descubriendo nuevos caminos de
investigación que están clarificando la interacción entre los genes y el ambiente como es la
epigenética, la cual puede en un futuro muy cercano ayudar a entender la interacción entre los
factores genéticos y ambientales para poder explicar el comportamiento violento (John et al.
2008).

Factores estructurales

Las alteraciones estructurales del cerebro que se asocian con comportamientos violentos
son: primero la corteza prefrontal la cual se relaciona con conductas impulsivas, problemas para
desinhibir una conducta, pobre planificación de la conducta a realizar y pobre toma de
conciencia de las consecuencias de la conducta a realizar, todas estas funciones se relacionan con
la dimensión ejecutiva de la inteligencia y segundo la amígdala, la cual se relaciona con la falta
de empatía hacia los demás y dificultad en la regulación de las emociones provocando conductas
explosivas. (Arias & Ostrosky-Solis, 2008). Se ha observado también una reducción
volumétrica en la amígdala y el hipocampo asociados con el déficit emocional. En un estudio
realizado por Yang, DPhill, Narr, Colletti & Tohga (2009) se encontró una reducción del
volumen de la amígdala izquierda de un 17.1% y derecha de un 18.9% en los sujetos con
psicopatía en comparación con el grupo control. Se evidenció también que a mayor reducción de
la amígdala mayor puntuación en la escala de psicopatía pudiendo indicar una relación entre alta
insensibilidad emocional, y una mayor manifestación de conductas violentas aunque se necesitan
más estudios para llegar a conclusiones definitivas. Además se han reportado cambios
estructurales finos como es la reducción de la materia blanca pre-frontal, posiblemente
relacionados con una pobre toma de decisiones, desregulación emocional y daños en el juicio
moral (Gao, Glenn, Schung, Yang & Raine, 2009). También se ha reseñado el metabolismo
reducido de glucosa (Gallardo-Pujol, et al. 2009).
En otras líneas de investigación se ha hallado que los estímulos usados para despertar en
las personas respuestas afectivas e interpersonales en los sujetos psicopáticos debe ser de una
intensidad mayor a los requeridos por personas sin psicopatía. Además ante estímulos no
placenteros (e.g. descargas eléctricas) muestran unas hipo-respuestas en variables electro-
dermales, cardiacas y en ondas cerebrales, en comparación con personas normales (Serafim,
Martins de Barros, Vaim & Gorenstein, 2009; Gunter, et al. 2010; Garzón & Sánchez, 2007). Su
insensibilidad emocional parece traducirse también en la imposibilidad de identificar las
variaciones emocionales en el lenguaje (Louth, Williamson, Alpert, Pouget, & Hare, 1998) y en
las expresiones faciales en otras personas (Phan & Philippot, 2010). Todo ello hace pensar a
ciertos investigadores que la psicopatía pueda ser catalogada como un trastorno del
neurodesarrollo, con toda la polémica que dicha aseveración conlleva desde el punto de vista
investigativo, penal y social (Gao et al. 2009; Gao & Raine, 2010; Gilligan & Lennings, 2010).

Desarrollo de la Psicopatía

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Revisión de la Psicopatía

Al presente hay otro debate abierto sobre el origen y desarrollo de la psicopatía. Hoy se
entiende la psicopatía como un estilo de vida y de ser, es decir; como un desorden de
personalidad. Ahora bien, la pregunta es ¿Este desorden es uno que surge en la juventud tardía o
adultez temprana como todos los trastornos de personalidad o ya se presenta en la niñez solo que
no se identifica? (Romero, & Luengo, 2011; Diamantopoulou, & Verhulst, 2010). La discusión
ha tomado un punto medio entre las dos posturas y habla sobre la presencia de rasgos
psicopáticos en la niñez como son la insensibilidad y la desregulación emocional observados en
sujetos con trastornos de conducta que se materializa en la edad adulta en psicopatía (Bayliss,
Miller & Herderson, 2010; Loney, Huntenburg, Countus-Allan & Schmeelk, 2007). Para explicar
esta teoría se han identificado dos patrones de violencia en la niñez, un patrón persistente del
ciclo vital y otro patrón limitado a la adolescencia (Baker & Maughan, 2009; Murray, MPhil &
Farrington, 2010).
Según esta teoría los patrones persistente de ciclo vital en los desórdenes de conducta
están caracterizada por la manifestación del rasgo de frialdad e insensibilidad emocional. Estos
dos rasgos se relacionan con problemas de conductas más severos tales como: violencia y
conductas delictivas de mayor variedad, frecuencia y gravedad tanto en su juventud como en la
edad adulta. Mientras que el patrón limitado a la adolescencia en la mayoría de los casos
muestran problemas de conducta que desaparecen con la llegada de la adultez (Romero, &
Luengo, 2011; Rowe, et al. 2009; López-Romero, Romero & Luengo, 2011). El estudio y
predicción de los rasgos de frialdad e insensibilidad emocional en la niñez temprana tiene una
gran importancia, debido a que los estudios realizados sobre la efectividad de los tratamientos
para psicópatas demuestran como veremos más adelante que los tratamientos más efectivos son
los realizados de forma preventiva con población de niños y adolescentes (Bayliss, et al. 2010) .

Descripción Fenomenológica de la Psicopatía

En este apartado se realiza una descripción de los elementos esenciales de una


personalidad psicopática a partir de las manifestaciones que esta entidad nosológica ha tomado
en el mundo real y especialmente en las sociedad presente. No es fácil primeramente determinar
cuáles son las manifestaciones esenciales de la psicopatía en nuestra sociedad, debido a la
singularidad de cada persona, por ello tomaremos como punto de partida la tipología de Cleckley
(1998) como ya hizo anteriormente Hare para sus estudios con la lista de psicopatía (Torrubia &
Fuentes, 2008; Caballero & Bruno, 2009; Pozuelo, 2011).
Primeramente tienen una inteligencia técnica intacta. No se observa en las personas con
psicopatía un déficit de la inteligencia. Son personas con una inteligencia intacta, tanto en la
dimensión intelectual como moral (Alcazar, et al. 2008). Aunque en algunos momentos en la
historia de la psicopatía algún autor la llamara “locura moral” (Cima, Tonnaer & Hauser, 2010;
Pozuelo, 2011), los estudios modernos nos evidencian que el psicópata sabe lo que está bien y
mal, la dificultad se centra en su control de impulso (Pozuelo, 2011). Tienen problemas para
realizar planes secuenciales efectivos y aprender de sus errores. Los psicópatas exitosos
muestran un menor daño en sus facultades ejecutivas, pudiendo explicar en parte porque de esta
forma evitan mejor ser descubiertos (Pozuelo, 2011; Gao y Raine, 2010).
En segundo lugar la ausencia de ansiedad. Se sienten cómodos en situaciones tensas y
conflictivas. Son personas que muestran un nivel de estímulo para la excitación mayor que las
personas no-psicópatas . En parte la falta de ansiedad también está unida a la ausencia de culpa y
remordimiento (Hare, 2003). Muestran frialdad a la hora de llevar a cabo sus actos. Esta frialdad

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e insensibilidad se ha hecho evidente en estudios donde son expuestos a estímulos emocionales
visuales, ante los cuales no muestran niveles de ansiedad o aceleración cardiaca, ni parpadeo
rápido. (Serafim, Martins de Barros, Vaiim & Gorenstein, 2009; Pham & Philippot, 2010;
Bernardez & Mas, 2012). Son personas que racionalizan sus acciones hasta el punto de
minimizar tanto las consecuencias en sus víctimas, que terminan presentándose ellos mismos
como las únicas víctimas de lo acontecido (Hare, 2003).

Percepción agudizada de las necesidades del otro. Detecta deficiencias en los demás,
especialmente en los débiles y necesitados de estima. Su impulsividad y egocentrismo innatos,
son las bases por las que son rápidos en monitorear las debilidades de los demás y de esta forma
poder aprovecharse de ellos para su beneficio (Pozuelo, 2011). La ausencia de sentimientos y
emociones evita cualquier tipo de remordimiento que pueda frenar dichas conductas. Los
psicópatas son personas con rasgos narcisistas, se creen superiores a los demás y sienten que
deberían tener la libertad de guiarse en la vida por sus propias leyes (Hare, 2003).

Apariencia de persona mentalmente sana. Este es uno de los grandes problemas que tiene
la sociedad, para entender la psicopatía. La mayoría no pueden creer que existan personas que
abusan de los demás y que no tienen problemas con su conciencia. La dificultad estriba, en que
la psicopatía es un estilo de vida y no una psicopatología o “enfermedad mental” que afecte la
capacidad racional de la persona. No hay alteración del entendimiento o de la realidad, solamente
no les importa las consecuencias que tienen sus actos. Son personas sanas mentalmente, que
pueden llevar una vida normal, pueden ser el vecino perfecto, pero su estilo de vida
maladaptativo marcado por la insensible e impulsividad les lleva a que, cuando quieren algo lo
toman sin importar las acciones y las consecuencias (Hare, 2003, Hare 2009).

Conducta antisocial persistente e inadecuadamente motivada. No hay lógica en la


motivación de su conducta desde un observador externo. Una de las conductas antisociales
común al psicópata, pero no la única, es el uso de la violencia para conseguir sus metas ( Arias &
Ostrosky, 2008; Pozuelo, 2011; Fernandez & echeberúa, 2008; Hare, 2003; Huchzwemier, et al.
2008; Ostrosky-Solis, et al. 2010, Arbach & Pueyo, 2007; Guy, et al. 2010, Garzón & Sanchez,
2007, Hare, 1999; Poter, et al. 2009; Hare 2009). La violencia o agresividad tiene dos
manifestaciones: una impulsiva, la cual no es razonada ni planificada y otra premeditada la cual
ha sido razonada y planificada para obtener un fin (Arias & Ostrosky-Solis, 2008). Aunque a
primera vista pueda parecer que la violencia de las personas psicópata es una impulsiva, afectiva
y reactiva, muchas veces es todo lo contrario. La agresividad o violencia del psicópata es una
operativa, depredadora, la cual se ejecuta de forma calculada, aunque en muchos casos desde un
observador externo, de la sensación de lo contrario por su pobre lógica (beneficios versus
consecuencias) y planificación (Garzón & Sánchez, 2007; Hare, 2003). Entre las conductas
antisociales que realizan se encuentran la estafa, robos, violaciones, violencia doméstica y
manipulación (Gao & Raine, 2010; Hare, 2003). El psicópata no es capaz primeramente de
organizar sus conductas con una secuencia organizada y larga debido a su impulsividad y
segundo al tener afectada la corteza prefrontal del cerebro no es capaz de aprender de las
consecuencias (Arias & Ostrosky, 2008; Hare, 1999; Huchzwemier, et al. 2008).

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Revisión de la Psicopatía

Fracaso inexplicable. El fracaso en las tareas que llevan a cabo es sistemático. Son
impulsivos y se dejan guiar y se motivan por sus deseos egocéntricos. Pueden tener un historial
continuo de despidos de trabajos y querellas de compañeros en el trabajo, etc. (Hare, 2003,
Pozuelo, 2011).

Irresponsables, no cumplen con sus obligaciones y no le preocupa arrojar por la borda


todos sus logros. Su falta de motivación y emociones les hace ser personas despreocupadas por
las cosas que no sacian sus deseos más íntimos. Son personas que pueden realizar conductas
delictivas para robar dinero, por el hecho de sentir que lo pueden hacer, aunque conlleve su
despido (Hare, 2003). Como dijo Johns y Quay “se saben la letra de la canción, pero no la
música” (Pozuelo, Romero & Casas, 2011)

Incapacidad peculiar de distinguir la verdad de la falsedad. Los psicópatas no tienen


problemas en encadenar una mentira con otra con el fin de justificar su conducta y borrar lo que
hicieron (Hare, 2003). La mentira es justificada, como vehículo para conseguir una meta, por ello
pueden mentir en la terapia, en la revisión de su condena ante una junta de libertad o en un juicio
con el fin de salir libres. Investigaciones muestran que tienen un mayor poder de convencimiento
de las juntas de libertad bajo palabra que los delincuentes no-psicopáticos (Poter, et al. 2009).

Incapacidad para aceptar la culpa y falta de vergüenza. No aceptan la responsabilidad


por sus actos. Son personas que no sienten vergüenza al ser descubiertos en la mentira, ante la
mirada atónita de los demás (Hare, 2003). La vergüenza está compuesta por la conciencia de que
una está realizando algo mal y la ansiedad de que uno puede ser descubierto. Los psicópatas
tienen conciencia de que están realizando una acción incorrecta, pero no sienten ansiedad o
nerviosismo por ser descubiertos (Cima, et al 2010).

Incapacidad para aprender de la experiencia. Por su limitación ya mencionada


anteriormente en la corteza del lóbulo prefrontal, los psicópatas realizan sus acciones por su
motivación intrínseca, es decir, por su impulsividad de conseguir sus metas narcisistas como sea
y en el menor tiempo posible (Torrubia & Fuentes, 2008; Gao, et al. 2009; Arias, & Ostrasky,
2008). Pueden simular que aprendieron de sus errores, pero solo es una estrategia para conseguir
nuevamente una meta o fin en muchos casos la libertada o la exoneración de un delito (Hare,
2003).

Persistente patrón de auto-derrota. Para los psicópatas sus acciones y consecuencias no


son una auto-derrota ya que el fin justifica los medios y las consecuencias. Las personas
normales vemos como una auto-derrota ser despedido constantemente de un trabajo o ir a la
cárcel, pero para el psicópata son las consecuencias necesarias para conseguir saciar sus deseos y
poder mantener su sensación de libertad y superioridad (Hare, 2003; Pozuelo, 2011).
Egocentrismo patológico e incapacidad de amar, no siente un verdadero amor. Su egocentrismo
absorbe cualquier posibilidad de entrega a otros y los convierte en insensible. El amor conlleva
empatía, la capacidad de ponerme en el lugar del otro. El psicópata solamente puede ponerse en
sus propios zapatos. Los demás son peones para saciar sus deseos egocéntricos. Pueden vivir con
parejas para saciar sus necesidades biológicas o porque ello les provee una cuartada para
aparentar una vida normal (Hare, 2003; Pozuelo, 2011). Debido a su incapacidad de amar y

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sentir empatía se pueden manifestar con frecuencia como maltratadores despiadados e
implacables (Garrido , 2004)

Ausencia de introspección, no puede ponerse en el lugar de los demás y analizar sus


acciones. Son personas que saben que sus conductas están mal, y que estas tendrán
consecuencias negativas para él, pero las realizan porque pueden más sus deseos que sus
cogniciones (Hare, 2003; Pozuelo, 2011 ; Garzón & Sánchez, 2007; Arias & Ostrosky-Solis,
2008; Bernárdez & Mas, 2012).

Demencia semántica, incapacidad de interiorizar el contenido emocional de las


palabras. No son capaces de entender y prestarle atención a las connotaciones emocionales del
lenguaje (Hare, 2003, Pozuelo 2011). En estudios realizados con palabras que tienen una carga
emocional fuerte, los participantes con psicopatía procesaban dichas palabras como si tuvieran
un contenido emocional neutro (Louth, Williamson, Alpert, Pouget & Hare, 1998). También han
mostrado incapacidad para descifrar la connotación emocional del lenguaje no-verbal de las
expresiones faciales (Phan & Philippot, 2010).

Reacciones inadecuadas bajo la influencia del alcohol y otras sustancias. Las sustancias
inhiben sus controles realizando más fácil la aparición de sus conductas antisociales. Muchas de
sus acciones violentas o delitos se realizan bajo el influjo de dichas sustancias (Hare, 2003;
Gudonis, Derefinko, & Giancola, 2009). Se han realizado estudios para explorar la relación de
factores genéticos compartidos entre el TAP y el alcoholismo debido a su alta comorbidad sin
llegar a una conclusión hasta el momento (Hoenichka, Ponce, Jiménez, Ampuero, Rodríguez,
Rubio et al., 2007).

Respuestas superficiales e impersonales en la vida sexual. Son personas que ven las
relaciones con los demás bajo el prisma de su propio beneficio. Algunos psicópatas pueden
entrar en conductas de violaciones y abuso sexuales para saciar estas necesidades (Hare, 2003;
Marcus, Sanford, Edens, Kinght & Walters, 2011).

Por último muestran intentos de suicidio fallidos. Pueden ser parte de su conducta
manipulativa para controlar a los demás o para conseguir beneficios de salud (Hare, 2003).

Tratamiento

La opinión generalizada sobre la psicopatía es la de un trastorno de la personalidad


intratable. Este pensamiento general es parecido a lo que ocurrió en el pasado con los desórdenes
de personalidad, los cuales se veían como casi imposibles de tratar (Clakhssi, Rutier &
Bernstein, 2010). En el presente, las opiniones más difundidas sobre el tratamiento de la
psicopatía se pueden dividir en tres grandes grupos: primero la psicopatía no puede ser tratada,
en segundo lugar el tratamiento no solamente no tiene beneficio sino que hacen al psicópata peor
y en tercer lugar encontramos los que opinan que el tratamiento sí mejora la psicopatía a nivel
individual y que se deben seguir realizando investigaciones bajo nuevos modelos metodológicos
(Garrido, 2002; Clakhssi, et al. 2010; Salekin, Workely & Grimes, 2010).

  11  
Revisión de la Psicopatía

Se argumenta entre los factores más problemáticos para el tratamiento de la psicopatía su


incapacidad para poder sentir y ser empáticos, lo cual dificultan la alianza terapéutica
(Polaschek & Ross, 2010). En una revisión de literatura de 26 estudios se encontraron como
factores negativos para el tratamiento la psicoterapia grupal, la obtención de puntuaciones altas
en la PCL-R, tener un historial criminal previo y una edad mayor de 30 años. Como factores que
pueden ayudar al tratamiento se encontró el tener menos de 30 años, recibir un tratamiento
prolongado, tener una puntuación de psicopatía baja, recibir el tratamiento en contexto
penitenciario o residencial, cumplir íntegramente con el tratamiento y usar como personal del
programa sujetos firmes y asertivos (Garrido, 2002).
El principal meta-análisis realizado sobre el beneficio de los tratamientos para la
psicopatía fue llevado a cabo por Salekin, et al. (2010). En él se revisan 42 estudios sobre
tratamiento para la psicopatía. De esta revisión los autores sacaron las siguientes conclusiones: a)
de los 42 estudios solamente 8 estudios con adultos y 8 con niños y adolescentes cumplen
criterios metodológicos aceptables para ser utilizados para comparar su efectividad. Las
conclusiones para la población adulta es que solo 3 de los 8 estudios reportaron beneficios y
estos consistieron en reducción moderada de la violencia, menor recaída en agresiones sexuales y
mayor fidelidad al tratamiento. En relación a los estudios con jóvenes, de los 8 estudios
realizados 6 mostraron mejoría en los participantes en las áreas de reducción de la violencia,
mejora en los rasgos psicopáticos, un mejor manejo de los problemas y menos confrontación con
la autoridad y la disciplina. Se concluye que los tratamientos con jóvenes presentan una cualidad
preventiva de la psicopatía (Salekin, et al. 2010; Bayliss, et al. 2010). Algunos autores defienden
la necesidad de elaborar nuevos estudios donde se midan los beneficios del tratamiento en dos
dimensiones: una grupal y otra individual. Además se debe revisar cuales son los criterios usados
para determinar una mejoría del tratamiento. (Salekin, et al. 2010 & Garrido, 2002).
Podemos concluir por lo tanto que para futuras investigaciones se debe fomentar el uso
de pruebas validadas para psicopatía como son la PCL-R, PCL-SV o PCL-YV, diseñar estudios
con grupos controles elegidos al azar, se debe evaluar los beneficios del tratamiento de forma
individual y grupal y por último se debe determinar y definir específicamente qué cambios son
necesarios para establecer que un tratamiento fue efectivo, desde el punto de vista de la
psicopatía. (Salekin, et al. 2010; Clakhssi, et al. 2010).

Conclusión

Podemos concluir, que aunque durante mucho tiempo la psicopatía ha sido una entidad
clínica controvertida, a la luz de los nuevos hallazgos investigativos podemos indicar que es una
entidad clínica necesaria y de mucha ayuda para la sociedad en general. Primeramente por su
gran valor predictivo de la repetición de conductas delictivas, violentas y de abuso sexual. En
segundo lugar por su gran habilidad para mentir y convencer a los profesionales de la salud,
justicia y carcelarios de su arrepentimiento y cambio de vida se debe usar la PCL-R como el
único método fiable para poder evaluar correctamente la sinceridad del recluso. Es necesario
validar las pruebas de psicopatía en Puerto Rico para dar a los profesionales encargados de
manejar estas personas los recursos necesarios para poder hacer un diagnóstico correcto de los
psicópatas y de esta forma alertar de su manipulación y violencia a las personas que deben
trabajar y evaluarlos. Estas pruebas se deben usarse como criterio para evaluar las fianzas
establecidas, deben alertar a las juntas de libertad de su capacidad para mentir y a la hora de
otorgar beneficios penitenciales. El buen uso de estas pruebas puede ayudar a tener una sociedad

  12  
Revista Puertorriqueña de Psicología Asociación de Psicología de Puerto Rico
Vol. 24, Núm 2, 2013
 
 
y ambientes de trabajos más seguros por su confiabilidad y valor predictivo ya establecido por
las investigaciones.

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  16  
LA MENTE DEL asesino en
serie: etiopatogenia

Alfredo Sosa Velásquez


Médico Residente III año
Psiquiatría

RESUMEN
_____________________________________________________________________
Los asesinos en serie (AS) son personas que matan por lo menos en tres
ocasiones con un intervalo entre cada asesinato. A través de la historia se
conocen una diversidad de AS, cada cual caracterizado por un tipo de conducta
durante el acto criminal. Los asesinos en serie están específicamente motivados
por una multiplicidad de impulsos psicológicos, sobre todo por ansias de poder y
compulsión sexual. Con frecuencia tienen sentimientos de inadaptabilidad e
inutilidad, algunas veces debido a humillación y abusos en la infancia y/o el
apremio de la pobreza, también bajo nivel socioeconómico en edad adulta,
compensando sus crímenes esto y otorgándoles una sensación de potencia y
frecuentemente venganza, durante y después de cometer los delitos. El
conocimiento de sus acciones aterroriza a comunidades enteras y con frecuencia
confunden a la policía y esto incentiva su sensación de poder. No se sabe con
certeza el numero de AS que hay, en Estados Unidos se cree que el rango va de
150-350; siendo el 89% hombres, el 50% tienen motivaciones sexuales cuya
fantasía va mas allá de la muerte de la víctima. Cada individuo es susceptible a la
agresividad, pero esto se modula por los rasgos de personalidad que presente,
interviniendo así áreas cerebrales específicas como ser corteza y sistema
límbico.

Palabras claves: asesino en serie, agresividad, corteza cerebral y sistema límbico


______________________________________________________________________

descuartizando mujeres de baja


HISTORIA condición social, especialmente
En la historia se conocen varios prostitutas. Ed Gein, enfermo de
antecedentes literarios y científicos psicosis, originó la figura de Norman
relacionados a los asesinos en Bates en la película “Psycho” nombres
serie(AS) como el aristócrata Gilles de como Albert De Salvo, Ed Kemper, Ted
Rais que en el siglo XV secuestraba al Bundy, Andrew Cunanan, Richard
parecer niños a los cuales ultrajaba Chase, Monty Russell, John Gacy, John
sexualmente y posteriormente los Joubert o Henry Lee Lucas han
mataba o asesinaba o la conocida motivado profundos análisis sobre la
historia de Jack “The Ripper” quien a conducta serial grave. 1
finales del siglo XIX generó una ola de
alarma social en Londres, atando y DEFINICIÓN
El asesino en serie(AS) se define por la consistencia conductual del asesino,
existencia de tres o mas asesinatos en pero esta puede ser similar entre varios
lugares y periodos temporales ofensores. Para establecer estas
diferentes, con lapsos de tiempo de diferencias es necesario distinguir que
enfriamiento entre cada homicidio, el tipo de conducta siguen y si es posible
cual puede ser días, semanas, meses clasificarlos en tipos de homicidas.
o años. Un Asesino en masa(AM) por
otra parte, es un individuo que comete EPIDEMIOLOGÍA
múltiples asesinatos en una ocasión
aislada y en un solo lugar (tres o mas) Existen más de medio millón de
sin periodo de enfriamiento emocional. muertes por homicidio cada año, el
Los autores algunas veces cometen homicidio es la sexta causa de
suicidios, por consiguiente, el mortalidad.
conocimiento de su estado mental y qué Aun no existe certeza sobre la relación
los motiva a actuar de esa manera, se entre los trastornos mentales y
deja muchas veces a la especulación. homicidio, algunos estudios apoyan la
Los pocos asesinos masivos que han presencia de trastornos psicóticos y
podido ser atrapados afirman que no solamente uno examina la prevalencia
recuerdan claramente el evento. El de otros trastornos mentales además de
asesinato familiar, subtipo del AM, se la psicosis.3 4
divide en AM/suicidio, con tres o más Los actos de agresividad impulsiva
víctimas además del suicidio del autor, y intermitente o episódica son
el AM Familiar propiamente dicho, con característicos del Trastorno explosivo
cuatro o más víctimas y sin el suicidio intermitente, el cual tiene una
de su autor. prevalencia en la población de 7.3%. Se
Pueden no actuar solos y organizarse ha reportado que cerca de un cuarto de
en pseudo comandos, ser aniquiladores todos los hombres y aproximadamente
familiares, incendiarios-bombardeos- una media de esa cifra representa a las
envenenadores, empleados mujeres que cometen actos de
insatisfechos o discípulos de líderes agresividad física después de los 18
carismáticos de sectas. años. 5
En Suecia, Fazel y Grann (2004),
investigaron los homicidios cometidos
Un spree killer (asesino sensacionalista en un periodo de 14 años encontrando
– eg. homicidios pasionales) comete 2005 homicidios y cerca del 90% de
múltiples asesinatos en diferentes estos homicidas presentaba un
lugares, dentro de un período de tiempo trastorno mental, de los cuales 47%
que puede variar desde unas cuantas presentaba abuso de sustancias y 54%
horas hasta varios días. A diferencia de algún trastorno de personalidad (cluster
los asesinos en serie, ellos no vuelven a A 6%, cluster B 17%, cluster C 1% y
su comportamiento normal entre Trastorno de la personalidad sin
asesinatos. 1 2 especificación 24%). En relación a los
asesinos en serie se calcula que en
Para establecer que un solo individuo Estados Unidos existen 150, aunque se
ha cometido más de un homicidio, estos han estimado cifras de hasta 350, de
deben de relacionarse entre sí sea por estos aproximadamente 89% son
métodos psiquiátricos o del varones y el 11% son mujeres, con una
comportamiento. Dentro de los métodos edad que oscila entre 25 y 35 años, el
psiquiátricos se pueden encontrar 90% blancos. En promedio estos
evidencia tal como: pruebas de ADN o asesinos matan entre 8 a 14 víctimas en
huellas digitales, pero en muchas un periodo de 4 a 8 años. Los AS tienen
ocasiones estas pueden estar ausentes, un móvil geográfico (50% asesinos
ante lo cual se requiere de la locales) tienen una mayor tendencia a
incluir tortura y mutilación como parte v Crimen organizado
del proceso de asesinar, y reportan un v Envenenadores que
motivo sexual en un 50% de los casos. cuidan personas
Los asesinos en serie mujeres reportan Existen características del AS
como motivo principal la ganancia organizado que son plenamente
personal, llevan acabo asesinatos en compatibles con la personalidad
lugares específicos en un 60% y psicopática con un agresor
generalmente envenenan a sus victimas que selecciona a la víctima (en
en 60% de los casos. Mientras que los ocasiones con un perfil determinado ),
AS masculinos matan a extraños, las utiliza medios coercitivos y de sujeción
mujeres matan a sus esposos o («kit del violador»), aplica técnicas de
conocidos. Un quinto de las mujeres AS control y sufrimiento de la víctima,
cometen este hecho en hospitales u ocultándola cuando la mata y emitiendo
hogares de cuidado cuando son pruebas falsas para desorientar a la
empleados de los mismos. Cuando las policía, los ritualismos implican un
mujeres comenten un homicidio sexual, aumento del tiempo «en escena»,
sádico-sexual, lo hacen en complicidad aumentando por tanto el riesgo de
con un hombre. Un 35% de los asesinos aprehensión, estos suponen una
en serie tienen un cómplice 5-6. disociación cognitiva del agresor
En nuestro país, Ramírez et al (2007) respecto a la realidad, imbuyéndose en
en un estudio en privados de libertad, las fantasías que ha ido construyendo y
encontró que los privados de libertad que les permitirán revivir cognitiva y
varones cometieron delitos emocionalmente dicho momento con los
principalmente contra la vida (45%). Los «souvenirs y trofeos» conseguidos. El
hombres fueron cuatro veces más organizado mostrará un estado mental
agresivos que las mujeres sin importar de control durante sus acciones, en
su edad con una frecuencia de todo caso con una disociación
agresividad del 44.1% y de trastorno emocional durante la comisión del
disocial de 39.7%. Los privados de crimen, que puede impregnar de rabia,
libertad fueron 8 veces más antisociales ira o descarga emocional, sin empatía
que los controles. La frecuencia de hacia ella ni sentimiento de culpabilidad
agresividad fue de 26.6% y de o reconocimiento de su responsabilidad
impulsividad 43.3%. También resultaron sobre las acciones cometidas.
las mujeres 6 veces más impulsivas que El desorganizado en cambio, no
los hombres privados de libertad. El dispone de medio de transporte propio,
29% de los policías presentaron participa en actividades solitarias, vive
criterios de trastorno disocial y fueron 2 sólo o con un progenitor, mata a las
veces mas antisociales y 2 veces más víctimas como «mal menor» para
agresivos que los controles7 despersonalizarlas después
(contusiones y lesiones abundantes,
múltiples en área facial y tórax
CLASIFICACION 8 9 fundamentalmente), puede mantener
Existen varias clasificaciones, entre las actividades parafílicas o practicar
cuales encontramos: desmembramientos, normalmente con
I. Organizados y actividades fetichistas. En el albor de su
desorganizados. desorganización no suele ocultar el
II. Localizados o itinerantes. cadáver, puede volver al lugar del
III. Visionarios-misionarios- crimen o participar en la ceremonia
hedonistas. funeraria para revivir el «clímax
IV. Clasificación de Holmes y De emocional» que vivió previamente,
Burguer:10 durante o después del crimen.
v Psicópata sádico sexual Visionarios. Contrariamente a la opinión
v Asesino por diversión popular, rara vez los asesinos seriales
son dementes o están motivados por la víctima, se involucran en actividades
alucinaciones y/o voces en sus cabezas sexuales con la víctima, siendo estas
Misioneros. Los llamados asesinos actividades más importantes para el
apostólicos creen que sus actos están asesino que la misma acción de matar.
justificados toda vez que ellos se Es importante recalcar que el ofensor
deshacen de cierto tipo de personas trata de distanciarse psicológicamente
indeseables, (prostitutas o miembros de de la víctima, tal como lo hace el
cierto grupo étnico), haciéndole un favor asesino de una sola persona, realizando
a la sociedad. coito anal y el uso de cobertores en los
Hedonistas Este tipo asesina por el ojos de las víctimas.
simple placer de hacerlo, aunque las Canter y col. (2004) sugieren que este
características que ellos disfrutan tipo de asesino esconde la evidencia, la
pueden diferir. Algunos pueden destruyen o mueven el cuerpo del
deleitarse con la "búsqueda" de delito, ya que ellos han cometido
perseguir y encontrar una víctima más crímenes previos y ya han sido
que cualquier otra cosa, mientras otros encarcelados por los mismos.11
pueden estar principalmente motivados
por los actos de tortura y abuso de la FASES DEL CICLO DEL ASESINATO
víctima mientras está viva. A pesar de EN SERIE.
eso, otros pueden asesinar al
perjudicado rápidamente, casi como FASE CONDUCTA
rutina y después gratificarse en actos de Aura Disminuye contacto
necrofilia o canibalismo. Usualmente con la realidad
existe un fuerte rasgo sexual en los Rodaje Seguimiento víctima
crímenes, aún cuando puede que no Galanteo Atracción de víctima
sea inmediatamente obvio, pero Captura Caída en la trampa
algunos asesinos obtienen una oleada Totem/Asesinato Alto contenido
de excitación que no es necesariamente emocional
sexual.
Depresivo Postmortem

CARACTERIZACIÓN CLINICA

Salfati y Bateman (2005) proponen que ETIOPATOGENIA DE LA


estos homicidios se caracterizan por: AGRESIVIDAD:
alto grado de planeación y control,
contrario a lo que se encuentra en los En los modelos animales se han
homicidios únicos los cuales son clasificado 3 formas de agresividad:
predominantemente impulsivos, sin 1.- Agresión predatoria. Lo que se
planeación, con interacción emocional encuentra en la búsqueda de alimentos
entre el ofensor y la víctima. de ciertas especies omnívoros y
Las emociones juegan un rol importante carnívoros, en esta existe estimulación
en estos homicidios, lo que más se eléctrica de un circuito que incluye los
relaciona es la gratificación que el sitios hipotalámicos dorso lateral y la
ofensor pueda tener durante la mitad ventral periacueductal gris.
consumación del hecho. 2.- Agresión inter machos. No se sabe
El 30 a 50% de los asesinatos en serie, con exactitud que circuitos intervienen
se relacionan más a las metas del pero se postula que hay una alta
ofensor a través del acto violento que a densidad de receptores de testosterona
asesinar; razón por la cual los AS en la amígdala media a través del área
retrasan la detección de la víctima por preóptica e hipotalámica anterior, hasta
parte de la familia o de la policía, se bajar al periacueductal gris del tallo
apoderan de los objetos personales de cerebral.
3.- Agresión reactiva. Incluye ataques características antisociales y hasta
sin planeación, llenos de furia hacia el cometer actos criminales característicos
objeto que se considera amenazante o del trastorno de personalidad antisocial.
frustrado. Se ha identificado el siguiente
circuito que va desde las áreas
amigdaloides mediales, vía el estría
terminalis hasta el hipotálamo medial y Figura 1. Susceptibilidad a la
desde ahí hasta al mitad dorsal del agresividad y Diagnóstico
periacueductal gris Psiquiátrico

Agresividad humana:

De los tres modelos enumerados Agresividad


previamente es la agresión reactiva la (instrumental) en Agresividad en
que mas se relaciona con la violencia trastorno de psicosis y otras
humana. Esta se activa ante la personalidad conductas
antisocial Alteración patológicas
amenaza y la frustración. De hecho, se cognitiva/
ha establecido una asociación entre el desorganiz
ación
trastorno de estrés postraumático
(TEPT) y la agresividad reactiva. En el
TEPT las neuronas en este sistema de
Historia
amenaza pueden estar consideradas en Susceptibilidad a la de
un nivel de umbral bajo de tal forma que agresión trauma
cualquier estimulo ambiental por menor Psicopatía
que sea puede iniciar una agresividad
reactiva. Sensibilidad
Conceptualmente se ha establecido una Agresividad (reactiva) emocional Agresividad
diferenciación entre agresividad reactiva en trastorno /disregulación disparada por
borderline de la trauma en el
(impulsiva) y agresividad instrumental TEPT
personalidad
(premeditada, proactiva, predatoria)12.
La agresividad instrumental tiene un
propósito y una meta específica y puede
Fte. Siever Larry. Neurobiology of
se referida como “a sangre fría” y es aggression and violence. Am J Psychiatry
altamente influenciada por el ambiente 2008; 165:429-442)
de aprendizaje del individuo, por
ejemplo, el ambiente de aprendizaje
influye en que tipo de armas usar: Cuando la susceptibilidad se asocia con
puños o armas de fuego, mientras que alteración cognitiva coexistente o
la reactiva se presenta en situaciones desorganización con alteración de la
de amenaza y frustración, siendo una realidad, la agresividad puede
de sus características fundamentales lo manifestarse en conductas psicóticas o
abrupto y la furia. “desviadas”, tales como el homicidio,
abuso sexual y asesinatos en serie.
Como se ilustra en la figura 1 la Cuando la susceptibilidad a la
susceptibilidad a la agresividad puede agresividad ocurre en un individuo
manifestarse de diferentes formas, de predispuesto a la ansiedad que
acuerdo al contexto psicopatológico en posteriormente es expuesto a un
el cual ocurra, por ejemplo: en el trauma, los actos agresivos pueden
contexto de la psicopatía, la cual se presentarse en situaciones que
caracteriza por una falta de empatía y
un comportamiento tosco hacia los evoquen el trauma original, como
demás, puede manifestarse como ocurre en el TEPT. Cuando hay
agresividad instrumental con presente una alta sensibilidad
emocional y disregulación, la ha encontrado disminución de la corteza
agresividad reactiva o impulsiva puede frontal izquierda y de la corteza
ocurrir, tal y como ocurre en el trastorno cingulada anterior derecha en pacientes
borderline de la personalidad. La con trastornos borderline de la
susceptibilidad a la agresividad puede personalidad, la cual es más marcada
presentarse por un estado de humor en el área 24 de Brodmann. La corteza
alterado o de ansiedad, como en el temporal, particularmente la corteza
trastorno bipolar, trastorno de ansiedad temporal medial y el hipocampo, han
generalizada o trastorno por pánico. La también demostrado tener alteraciones
agresividad episódica y violencia puede estructurales, incluyendo asimetría en
acompañar a la demencia. los sujetos antisociales.14 Además se ha
En cualquiera de los contextos que se encontrado disminución del
han mencionado, la agresividad metabolismo de glucosa usando
impulsiva puede ser considerada como tomografía por emisión de positrones
un umbral menor para la activación de (PET) en las cortezas temporal y frontal,
respuestas agresivas motoras a asimismo hay una relación inversa entre
impulsos externos sin un adecuado la historia de conducta agresiva violenta
reflejo a las consecuencias negativas de y el metabolismo de la glucosa en la
dicha conducta. corteza orbito frontal y la temporal
derecha, con reducción del metabolismo
Neuroanatomía y Neurobiología de la en las áreas de Brodmann 46 y 6 en
agresividad (ver figura 2) pacientes con trastornos borderline de
la personalidad.
I. Corteza En la imagen por resonancia magnética
funcional, se encontró que en los
El rol crítico del control que ejerce la pacientes con trastorno borderline de la
corteza pre frontal en las conductas personalidad hay mayor actividad de la
agresivas y disociales, fue amígdala, giro fusiforme, giro
primeramente reconocido en el contexto parahipocámpico, declive cerebelar,
de lesiones corticales pre-frontales en corteza pre-frontal ventrolateral, áreas
comportamientos agresivos. Las visuales occipitales y regiones
lesiones que ocurran en la niñez y relacionadas con el procesamiento
adultez sobre la corteza pre-frontal sensorial, emocional y facial, mientras
ventromedial resultan en una severa que los individuos sanos presentaban
alteración de la emoción, que lleva a una mayor actividad de la ínsula, la cual
una disminución de discernimiento en la se involucra en el procesamiento
vida real.13. Los pacientes que visceral emocional y de la corteza
presentan lesiones de lóbulos frontal, dorsomedial y dorsolateral prefrontal,
incluyendo la corteza pre-frontal, que se involucra en el procesamiento
probablemente usarán más la cognitivo.
intimidación física y las amenazas en
situaciones de conflicto. II. Sistema límbico/Estructuras
El lóbulo temporal también se involucra subcorticales
en la susceptibilidad a la violencia y Existe hiperactividad del sistema
agresividad. Esta relación se manifiesta límbico, incluyendo estructuras como la
en conductas agresivas en pacientes amígdala, en respuesta a estimulo
que presentan tumores pero que negativos o provocadores.
también pueden ser asociadas con
otras lesiones de dicho lóbulo. Kindling: este fenómeno ocurre cuando
Estudios de Imagen: Hay reducción en un circuito es sometido a estimulación
la sustancias gris pre frontal, como lo repetida y se vuelve sensible o
observado en pacientes con el trastorno “sensibilizado” a estimulación futura.
disocial de la personalidad. Además se Aunque este fenómeno se ha asociado
al trastorno bipolar, también puede ser Glutamato/GABA: El
aplicado a los arranques repetidos de desequilibrio en la actividad de
violencia y explosión. Las regiones que estos, puede contribuir a la
se implican con este fenómeno incluyen hiperactividad de regiones
regiones de la corteza límbica, tales subcorticales límbicas. Los
como la amígdala y corteza entorhinal, moduladores de los receptores
que puede implicarse en la agresividad del ácido gamma amino butírico
impulsiva. tipo A puede aumentar la
agresividad y la tiagabina, un
III. Neuromoduladores inhibidor de la recaptura de
GABA, disminuye la agresividad.
v Neurotransmisores
Serotonina: Esta facilita las v Neuropéptidos
regiones cortical pre-frontal, tales Vasopresina: Esta se implica
como la corteza orbitofrontal y tanto en la agresividad como
cingular anterior, las cuales en la conducta filial. En los
modulan y generalmente estudios de animales en los
suprimen el surgimiento de cuales se encontró
comportamientos agresivos al densidades mayores de
actuar en los receptores 5HT 2 de neuronas que contenían
estas regiones. Cabe resaltar vasopresina en el hipotálamo
que la depleción de serotonina se anterior, se asociaban con
implica en la disminución del mayor agresividad selectiva.
aprendizaje de la cooperación y Oxitocina: Esta se involucra
disminución en la percepción de en la conducta de afiliación y
la confianza.15 Los antagonistas confianza, reduce la actividad
de los receptores 5HT 2A reducen en la amígdala humana, por
la impulsividad en los modelos de lo que su déficit podría
animales y los neurolépticos contribuir a la hostilidad,
atípicos con antagonismo 5HT 2A miedo y desconfianza, todas
tienen buena acción anti agresiva estas son elementos pre
Catecolaminas: Hay aumento condicionantes para el
en la sensibilidad de los surgimiento de la agresividad.
receptores noradrenérgicos y Neuroesteroides: Las altas
esta puede estar relacionada a concentraciones de
una hiper reactividad al testosterona han sido
ambiente, lo que indirectamente reportadas en poblaciones
aumenta la probabilidad de caracterizadas por ser
agresividad. La dopamina se altamente agresivas,
involucra en la iniciación de incluyendo criminales con
conducta agresiva y la trastornos de personalidad.
disminución de los receptores D 1 Eje hipotálamo-hipófisis-
se han implicado en los suprarrenal. Las
pacientes que presentan concentraciones de cortisol
depresión con ataques de ira. 16 han sido encontradas bajas
Acetilcolina: La anormalidades en los individuos altamente
en la actividad colinérgica agresivos y esta agresividad
pueden contribuir a la se ha asociado con
hiperactividad de las regiones anticuerpos reactivos al factor
límbicas subcorticales, liberador de la corticotropina.
resultando en que el individuo Esteroles y ácidos grasos:
presente disforia o irritabilidad, lo El colesterol disminuido se
cual puede llevar a agresividad. asocia con conducta agresiva,
incluyendo crímenes violentos factores socioeconómicos que
e intentos suicidios violentos. conducen a la agresividad. Aquellos
10
individuos que están predispuestos a
ser agresivos son particularmente
Fig. 2 Circuito cerebral y vulnerables a la adversidad psicosocial.
Neuromoduladores regulando la Por ejemplo, los genes para el
Agresión
transportador de serotonina y
Circuito Cerebral Neuromodulador
monoaminoxidasa tipo A (MAO-A)
interactúan con el maltrato infantil y la
adversidad para predisponer a la
Cortical
v Lesión violencia.17
cortical(trauma
tumor)
v Volumen
↓Serotonina Teorías psicopatológicas
cortical
disminuido De acuerdo a Burgess y col, los AS son
v Ineficiencia en ↑ Dopamina y individuos que de niños tuvieron un mal
procesamiento norepinefrina apego, experiencias traumáticas y un
en la corteza
mundo interno y privado de
orbitofrontal y
cingulada pensamientos y fantasías. Este modelo
se basa en estudios de asesinos en
serie masculinos y ofensores sádicos.
En un estudio que comparaba 17
asesinos de un solo crimen con 25
hombres AS, encontraron en este último
grupo una fantasía intrusiva
Límbico Neuromoduladores
representada por mayor rango de
parafilia y fantasías violentas. Los
v Hiperactividad
escenarios de su crimen fueron más
v Reducción del ↓GABA organizados, lo que sugería mayor
volumen de la premeditación y planeación.
amígdala Una vez que han iniciado a cometer
v Hipersensibilidad ↑Glutamato homicidios, realizan cada vez más
emocional
v Kindling
ensayos para cometer el homicidio
↑Aceticolin fantaseado. Después de que han
a realizado el primer homicidio, la
experiencia subjetiva de dominación y
Fte. Siever Larry. Neurobiology of aggression control de la víctima se vuelve un mayor
and violence. Am J Psychiatry 2008; 165:429- reforzamiento de su comportamiento y
442) como la realidad no llena su fantasía, el
asesino puede repetir su actividad para
Genética poder alcanzar un resultado similar al
deseado en sus fantasías.
Estudios de gemelos y familias sugieren Se ha planteado que en el caso de las
que la agresividad, particularmente el mujeres que son AS, haya
tipo impulsivo/irritable, tiene una alto antecedentes de: abandono por padres,
grado de herencia (44%-72%), lo que es abuso sexual, abuso infantil, trastornos
consistente con meta análisis de más de personalidad, baja autoestima y un
de 20 estudios de gemelos. Las sentido personal de inadecuación. 9
interacciones de los genes juegan un rol En un estudio realizado a 24 ofensores
en la agresividad y conducta antisocial. sexuales se encontró que la fantasía
Existen factores ambientales, como ser sexual servía para:18
el observar o experimentar agresividad 1. Regular el afecto
como niño o adolescente, así como
2. Estimulación sexual abordadas por ellos, es decir desean el
3. Mecanismo de defensa contacto sexual.
4. Re experimentar y llevar a En esta se plantea que el homicida
cabo nuevas ofensas. pretende “dirigir su propia película” y le
Se ha sugerido que la fantasía per se dá a la víctima una especie de guión, y
pueda estimularles sentimientos de cuando no actúa de la forma en que él
grandiosidad y omnipotencia, ya que la desea, el salta al escenario y castiga a
mayoría de las fantasías son “perfectas” la actriz o actor, demostrándole cual es
y le dan la oportunidad al soñador que la forma correcta.
pueda tener el control completo del
escenario imaginado. Estas fantasías Hipótesis de la Víctima sustituta
pueden ocurrir antes, durante y después
de la ofensa. En esta se plantea que el AS se arrastra
La sensación de control y poder durante asimismo como sustituto de la víctima
el crimen es el factor mas motivante. fantaseada cuando una víctima externa
Se ha propuesto que el perpetrador no está disponible.20 Generalmente hay
participa en ambos roles, tanto de auto erotización mediante asfixia u otra
víctima como de ofensor, para explicar técnica sadomasoquista.
esto se han propuesto las siguientes
teorías:
1. Teoría relacionada al trauma Hipótesis Vicaria
2. Teoría relacionada a distorsión
cognitiva Se plantea que el asesino debe
3. Hipótesis de víctima sustituta identificarse con la víctima, para así
4. Hipótesis vicaria ( tomar el lugar saber que respuesta esperar de la
de otro) víctima cuando él la torture.
5. El modelo de tolerancia adictiva
6. Hipótesis de grandiosidad sádica Modelo de tolerancia adictiva

Teoría del trauma El concepto de tolerancia se deriva de


los trastornos de abuso de sustancias y
Plantea la asociación entre abuso puede aplicarse hipotéticamente por los
infantil y abandono y postula que comportamientos compulsivos y
algunas de los actos ofensivos son una ritualísticos de los AS. Como la
reviviscencia del trauma de niño. Esto Asociación Americana de Psiquiatría
se relaciona a “la identificación con la define tolerancia: efecto marcadamente
víctima”. disminuido cuando se usa
Otros plantean que el ofensor se continuamente una misma cantidad de
identificó tempranamente con una figura una sustancia, ante esto se ha
parental que era tanto agresora como hipotetizado que existen otras formas
víctima. de adicción gratificante en donde una
Otra teoría traumatogénica es la de la mayor cantidad de “dosis” de un
madre sexualmente provocativa, quizás comportamiento se necesitará para
abusó sexualmente del menor, por lo alcanzar el mismo efecto.21
que el homicida desplaza su
agresividad hacia la madre a otras
figuras femeninas.19
Teoría de la Grandiosidad Sádica
Teoría de la distorsión cognitiva
Cuando el ofensor asume el rol de una
Estos individuos plantean actitudes y víctima actual o pasada. El ofensor
creencias que justifican su conducta, busca el control de su víctima más allá
como ser que sus víctimas desean ser de la vida y la muerte.
9
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12
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Los AS utilizan en un 50% la tortura, Violence. Am J Psychiatry 165:4, April 2008
mutilación, el motivo sexual es 13
Anderson SW, Barrash J, Bechara A, Tranel
frecuente en un 50% D. Impairments of emotion and real-world
Los AS presenta alto grado de complex behavior following childhood or adult
planeación y control (agresividad onset damage to ventromedial prefrontal cortex.
J Int Neuropsychol Soc 2006; 12:224-235
instrumental) 14
Raine A, Ishikawa SS, Arce E, Lencz T, Knuth
Se ha demostrado que en los AS, HK. Hippocampal structural asymmetry in
existe una disminución del volumen unsuccessful psychopaths. Biol Psychiatry 2004;
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15
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Evaluación - e Avaliação Psicológica
ISSN: 1135-3848
associacaoaidap@gmail.com
Associação Iberoamericana de
Diagnóstico e Avaliação Psicológica
Portugal

Rivas-Diez, Raquel
Inventario de Estilos de Personalidad de Millon (MIPS) en mujeres chilenas
Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación - e Avaliação Psicológica, vol. 1,
núm. 31, 2011, pp. 177-193
Associação Iberoamericana de Diagnóstico e Avaliação Psicológica

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=459645439010

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177

Inventario de Estilos de Personalidad de Millon


(MIPS) en mujeres chilenas

The Millon Index of Personality Styles (MIPS) in Chilean


women

Raquel Rivas-Diez1.

RESUMEN

TEl objetivo de este estudio es comprobar si el Inventario de Estilos de Per-


sonalidad de Millon (MIPS) puede ser utilizado como medida de la personali-
dad normal en mujeres chilenas. Tras la traducción y adaptación del instrumento
original inglés (Millon, 1994) al español (Millon, 2001), siguiendo las normas
propuestas por la Comisión Internacional de Tests (ITC), se realizó el proceso de
adaptación del instrumento. La investigación se ha llevado a cabo con 369 muje-
res chilenas de la población general. Se eliminaron 8 participantes tras analizar
los distintos índices de validez propuestos por el autor. Los resultados indican un
coeficiente alfa promedio de 0,63 y de 0,70 en el método de las dos mitades. Los
datos confirman que el MIPS puede ser utilizado como medida de la personalidad
normal en mujeres chilenas y nos anima a dar continuidad al estudio incluyendo al
grupo de hombres en el proceso de adaptación y estandarización del instrumento.

1 Universidad Complutense de Madrid. Licenciada en Psicología. Investigación subvencionada por el Programa de


financiación para la investigación de la Comunidad Autónoma de La Rioja. España.
Dirección: Calle Milicias 16, 1º A. C.P. 26003, Logroño, La Rioja. España.
Teléfono: 616171645. E- mail: rrivasdi@psi.ucm.es

RIDEP · Nº 31 · VOL. 1 · 2011


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Palabras clave: Estilos de personalidad, Millon, Inventario MIPS, Evaluación


Psicológica en Población Chilena.

ABSTRACT

The objective of this study is to confirm if the Millon Index of Personality


Styles (MIPS) can be used as a measurement of normal personality in the Chilean
women. After translating and adapting from the original English instrument (Mi-
llon, 1994) to Spanish (Millon, 2001), the instrument has been adapted, attemp-
ting to respect all standards of the International Tests Commission (ITC). This
research has been carried out with 369 Chilean women in the general population.
Eight participants were eliminated after analyzing the different validity indices
proposed by the author. The results indicate an average alpha coefficient of 0,63
and the method of the two halves of 0,70. As the data confirms that the MIPS can
be used as a measure of the normal personality in Chilean women and encourages
us to continue the study including a group of men in the process of adaptation and
standardization of the instrument.

Key-word: Personality Styles, Millon, Index MIPS, Psychologinal Assessment in


Chilean Population.

INTRODUCCIÓN Sánchez-López y Aparicio, 2005).


Debido a la gran utilidad y relevancia
El objetivo central de esta inves- del instrumento, se consideró necesa-
tigación es verificar si el Inventario rio adaptarlo a la población femenina
de Estilos de Personalidad de Millon chilena.
(MIPS) puede ser utilizado con muje- La elección del Inventario de Es-
res chilenas como medida de la perso- tilos de Personalidad (MIPS) viene
nalidad normal. Este instrumento ha sustentada por el modelo teórico de
sido traducido y adaptado a otras po- Theodore Millon (Millon, 1994), con-
blaciones latinoamericanas: en México siderado por el propio autor como inte-
(Aparicio y Sánchez-López, 1998), en grador, ya que toma en cuenta diversos
Perú (Sánchez-López, Thorne, Mar- modelos teóricos (biofísicos, intrap-
tínez Niño de Guzmán y Argumedo, síquicos, conductuales, evolutivos y
2002), en Argentina (Casullo y Cas- fenomenológico-sociales) a la hora de
tro Solano, 2000) y en Brasil (Dresch, construir lo que él denomina “teoría

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179

biopsicosocial de personalidad”. Mi- ta anormal se desarrolla y se forma a


llon plantea que esta propuesta es la través de los mismos principios y me-
más adecuada para explicar la persona- canismos que están involucrados en el
lidad y tratar sus trastornos (Millon y desarrollo de la conducta normal. Sin
Klerman, 1986; Millon, Everly y Da- embargo, debido a diferencias en el
vis, 1995). Si cada modelo nos permite carácter (disposiciones biológicas), la
explicar un área de la persona, un mo- intensidad o la persistencia de determi-
delo que realmente integre los conoci- nadas influencias ambientales, algunos
mientos de la mayor parte de éstos nos individuos adquieren hábitos y actitu-
permitirá entender a la persona en su des mal adaptados, mientras que otros
conjunto, como a un todo. individuos no lo hacen (Millon, 1974a;
El autor concibe la personalidad Millon, 1974b).
como un patrón complejo de arraiga- Según la teoría del autor, existen
das características psicológicas (en su constructos de personalidad que es-
mayor parte inconscientes, automáticas tán relacionados entre sí, de tal modo
y difíciles de cambiar). Estos rasgos in- que podrían usarse ítems iguales para
trínsecos surgirían de una complicada medirlos. A la hora de puntuar las di-
matriz de determinantes biológicos y ferentes escalas del inventario, otorga
de aprendizaje que comprenderían el diferentes pesos a los ítems según las
patrón idiosincrásico de percibir, sen- correlaciones obtenidas con rasgos de
tir, pensar, comportarse y afrontar de la personalidad. Por este sistema de su-
persona (Millon, 1990; Millon y Davis, perposición de ítems en las escalas,
1996). De este modo, la personalidad Millon defiende que el inventario no
se compone de numerosos aspectos puede ser sometido a análisis factorial,
que aisladamente no conforman al in- debido a que en este procedimiento es-
dividuo, pero que unidos aportan un tadístico las correlaciones entre ítems
patrón de comportamiento entendido que se tienen en cuenta son incompati-
como personalidad. bles con la forma en que el instrumento
Millon concluyó que la persona- está construido. La imposibilidad de
lidad está orientada en un continuo, confirmar el modelo mediante aná-
en el que en un lado encontramos la lisis factorial le ha supuesto algunos
personalidad normal y en el otro lado detractores al autor; a pesar de ello, la
la personalidad patológica (Millon, compleja construcción del inventario y
1974a; Millon, 1974b; Millon, 1981; la comprobación del modelo por otras
Millon y Everly, 1994), no existiendo vías aportan la suficiente garantía de su
una línea que separe claramente lo nor- buen hacer en la medida de la perso-
mal de lo patológico ya que la conduc- nalidad.

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180

Una de las contribuciones más sig- por 369 mujeres chilenas, con edades
nificativas del modelo de personalidad comprendidas entre 18 y 68 años, con
desarrollado por Theodore Millon es la una edad media de 36,95 años (desvia-
posibilidad de desarrollar instrumentos ción típica = 12,62). El 46,6% de las
de evaluación a partir de su propuesta. mujeres poseían o estaban realizando
Se han publicado numerosos estudios estudios universitarios, el 45,8% for-
de investigación con estos inventarios mación profesional o educación media
que proporcionan evidencia empírica y el resto había terminado la educa-
acerca de la validez del modelo (Mi- ción básica chilena. La gran mayoría
llon, 1997a, 1997b). de ellas vivían en la capital, Santiago
El Inventario Millon de Estilos de de Chile, y una minoría de las parti-
Personalidad (MIPS) (Millon, 1994), cipantes eran de Arica (cuidad-puerto
ha sido diseñado para medir los estilos al norte de Chile) y Rancagua (cuidad
de personalidad de adultos normales, a 87 km. al sur de Santiago, con una
cuya edad sea superior a 18 años. El importante tradición campestre). La
MIPS está compuesto por 180 ítems, a mayoría de las mujeres manifestaron
los que el sujeto responde si le son apli- tener un nivel socioeconómico medio-
cables a sí mismo (verdadero) o no (fal- bajo (40,4%) o medio-alto (46,6%), un
so). Consta de 24 escalas agrupadas en 4,6% indicaron un nivel bajo y un 8,4%
12 pares, que a su vez se organizan en refirieron un nivel alto.
tres campos de acción que son: Metas
Motivacionales, Modos Cognitivos y Instrumentos
Comportamientos Interpersonales (ver
Tabla 1). Cada par incluye dos escalas El Inventario de Estilos de Persona-
yuxtapuestas; la bipolaridad presente lidad de Millon (MIPS) (Millon, 1994,
en estos pares no es una bipolaridad en 2003) es un cuestionario compuesto
el sentido psicométrico del término, ya por 180 ítems respecto de los cuales el
que Millon construyó cada una de las sujeto debe determinar si le son aplica-
escalas desde la racionalidad teórica y bles o no (respuesta verdadero/falso).
ambas son independientes en cuanto a Su objetivo es medir la personalidad de
los ítems que miden. individuos adultos que funcionan nor-
malmente y cuya edad sea superior a
MÉTODO 18 años. Las personas suelen emplear
unos 30 minutos o menos en responder
Participantes al cuestionario.
Los 180 ítems se distribuyen en
El grupo de estudio estuvo formado 24 escalas agrupadas en 12 pares. Los

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181

Tabla 1. Definición de las escalas del MIPS y su respectivo constructo


bipolar

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182

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183

12 pares de escalas se agrupan en tres evaluar el grado de consistencia en las


grandes áreas: Metas Motivacionales, respuestas que da el sujeto.
Modos Cognitivos y Comportamientos La fiabilidad del instrumento en
Interpersonales. Las Metas Motivacio- la población estadounidense, para la
nales tienen que ver con los deseos y que fue diseñado, fue de 0,77 (Millon,
metas que incitan y guían a los seres 1994). Se han encontrado índices de
humanos con los propósitos y fines que fiabilidad similares en países de habla
los llevan a actuar de un modo determi- hispana: 0,72 en España (Millon, 2001,
nado. Los Modos Cognitivos abarcan adaptación española Sánchez-López,
tanto las fuentes utilizadas para adqui- Díaz-Morales y Aparicio García),
rir conocimientos sobre la vida como 0,70 en Argentina (Sánchez-López y
el modo de transformar esa informa- Aparicio-García, 1998), 0,70 en Brasil
ción. Por último, los Comportamientos (Dresch, Sánchez-López y Aparicio,
Interpersonales se basan en los modos 2005) y en México 0,68 (Aparicio-Gar-
interpersonales de relacionarse, es de- cía y Sánchez-López, 1998). Estos ín-
cir, las preferencias de los individuos dices de fiabilidad similares en diferen-
en cuanto a la manera de interactuar tes muestras y países hace pensar que
con los demás. el instrumento es fiable para ser utiliza-
Además de las 24 escalas presenta- do en población de habla hispana.
das en la Tabla 1, el MIPS presenta tres
índices de validez o de control: Impre- Procedimiento
sión Positiva (IP), Impresión Negativa
(IN) y Consistencia (Cn). La escala Teniendo como base la traducción
Impresión Positiva incluye 10 ítems re- y adaptación del instrumento original
dactados con el objetivo de identificar inglés (Millon, 1994) a la población
a aquellas personas que tratan de dar española (Millon, 2001), se ha adapta-
una impresión demasiado favorable do el instrumento para una muestra fe-
en el test. Los ítems de esta escala son menina chilena respetando las normas
distintos de los ítems de contenido. La propuestas por la Comisión Internacio-
escala Impresión Negativa incluye 10 nal de Tests (ITC). Se aplicó el cuestio-
ítems cuyo propósito es identificar a las nario en español a un grupo reducido
personas que tienden a responder mos- de mujeres chilenas (N=40) para adap-
trando una autopercepción negativa ge- tar la variedad idiomática del español
neralizada sobre sí mismas. Por último, que se habla en Chile. Se les pidió que
la escala Consistencia está formada por anotasen aquellos ítems y/o palabras
5 ítems formulados de dos modos dife- que no entendían o que los considera-
rentes (es decir, 10 ítems en total) para ban inadecuados en su uso lingüístico.

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184

Posteriormente un grupo de expertos de validez o de control propuestos por


chilenos y la autora analizaron esos el autor: Impresión Positiva (IP), Im-
ítems e hicieron las modificaciones co- presión Negativa (IN) y Consistencia
rrespondientes. El siguiente paso fue (Cn). Se eliminaron 8 participantes en
volver a aplicar el instrumento a otro total, 4 de ellas presentaron puntua-
grupo de mujeres (N=20) diferente ciones en IN muy elevadas (IN>8) lo
para contrastar si todavía había dis- que puede indicar problemas psicoló-
crepancias en el significado o entendi- gicos que el MIPS no puede precisar,
miento de los ítems. Se volvió a revisar por lo que siguiendo las directrices de
cada uno de los ítems para asegurarse Millon se eliminaron dichas mujeres de
de la comprensión de todos ellos por la muestra. Las otras 4 mujeres exclui-
parte de la población chilena. das obtuvieron una puntuación alta en
Una vez adaptado el instrumento a la IP (IP>8) y una puntuación inferior a
variedad idiomática y cultural del país, 3 en la escala Cn, lo que confirma una
se procedió a aplicar el instrumento a un dificultad de lectura o la existencia de
grupo de mujeres chilenas. En Santiago respuestas al azar.
de Chile se accedió a la muestra a través Para comprobar si el MIPS reúne las
de varias Universidades (Universidad propiedades psicométricas para su uso
Mayor, Universidad Pontificia Católica de como medida de la personalidad en la
Chile), se proporcionaron instrumentos a población femenina chilena, se ha lle-
varios profesionales y se utilizó el método vado a cabo el análisis de la fiabilidad
“bola de nieve”; la recogida de datos en utilizando el alfa de Cronbach y una di-
Arica y en Rancagua se hizo a través de visión por mitades. Para el cálculo de la
este mismo procedimiento. En todos los fiabilidad se ha utilizado el coeficiente
casos el instrumento se administró con de Kuder Richarson ya que es el que se
una hoja inicial indicando las instruccio- recomienda calcular para los datos di-
nes para su aplicación. En total se entre- cotómicos (Martínez-Arias, 1995). El
garon 550 cuestionarios, de ellos se han cálculo de la consistencia interna por
perdido aproximadamente 150 y el resto el procedimiento de las dos mitades ha
han sido descartados por ser mujeres de consistido en la asignación aleatoria de
edades muy avanzadas o no haber com- los elementos a las dos mitades de cada
pletado el instrumento por completo. una de las escalas del test. Tal y como
propone el autor, se han realizado 15
Análisis de datos divisiones en dos mitades diferentes
para cada escala con el fin de solven-
Antes de proceder a los análisis, tar el problema del peso diferencial de
se comprobaron los distintos índices los 180 elementos (Millon, 1994, 2001,

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185

2003). El objetivo es seleccionar las adulta estadounidense, observamos


combinaciones cuyas mitades no sean un coeficiente alfa promedio de 0,78;
muy diferentes en variabilidad. Se ha la escala que presentó los valores de
tomado el valor más alto de la combi- fiabilidad más bajos fue Innovación
nación en el que las varianzas de las (α=0,69) y la que presentó el valor más
dos mitades eran iguales. Para obtener alto fue la escala Indecisión (α=0,85).
la validez interna se han calculado los En la adaptación española, los índices
coeficientes de correlación de Pearson de fiabilidad alfa en la muestra adulta
entre las 24 escalas del instrumento. Se total (varones y mujeres) oscilan entre
ha realizado un análisis de correlacio- 0,66 (Dominio) y 0,81 (Indecisión y
nes bivariadas entre las escalas. Preservación) con un coeficiente alfa
promedio de 0,73. Según el sexo, en la
RESULTADOS Y DISCUSIÓN muestra de mujeres la fiabilidad media
es de 0,73, con un mínimo en la escala
Los coeficientes de fiabilidad ba- Sensación de 0,66 y un máximo en In-
sados en la consistencia interna obte- decisión de 0,83.
nidos a través del coeficiente alfa de Investigaciones realizadas legiti-
Cronbach y el procedimiento de las man el uso del MIPS en otras poblacio-
dos mitades de cada una de las esca- nes Latinoamericanas: Argentina, Perú,
las obtenidas en la muestra de mujeres México y Brasil. En cada país se reali-
chilenas se presentan en la Tabla 2. Los zó una adaptación idiomática del cues-
índices para las escalas oscilaron entre tionario, siguiendo los mismos pasos
α=0,48 (Sensación) y α=0,80 (Indeci- que los señalados en este estudio. Por
sión), con un promedio de α=0,63. Tal su proximidad cultural, a continuación
y como señala Millon en sus datos, los se analizan los resultados de fiabilidad
índices de fiabilidad obtenidos por el en dichas poblaciones. En Argentina, el
procedimiento de las dos mitades son coeficiente alfa promedio fue de 0,70,
ligeramente superiores a los obtenidos con un mínimo de 0,59 (Dominio) y un
por el procedimiento basado en el alfa máximo de 0,82 (Preservación). La fia-
de Cronbach. bilidad promedio en las mujeres es de
Era esperable que los índices de 0,71, con valores mínimos en las esca-
fiabilidad de la muestra chilena fueran las Dominio y Aquiescencia (α=0,57) y
más bajos que los presentados por Mi- valores máximos en la escala Preserva-
llon (1994) puesto que se trata de una ción (α=0,82). En la población adulta
adaptación. Si comparamos estos datos peruana, el coeficiente alfa promedio es
con los encontrados por Millon en el 0,71, con un mínimo de 0,60 (Innova-
cuestionario original para la población ción e Intuición) y un máximo de 0,83

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186

Tabla 2. Coeficientes de fiabilidad de las escalas del MIPS en mujeres


chilenas

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(Indecisión). La fiabilidad promedio en miliares, uso de la doble negación, ex-


las mujeres es de 0,72, con un mínimo tensión exagerada del test, entre otros.
de 0,58 (Innovación) y un máximo de Teniendo en cuenta esta contribución,
0,85 (Indecisión). Los índices de fia- se analizó la correlación ítem-escala de
bilidad alfa en la muestra universitaria los ítems que componen la escala 5A-
brasileña presentan un promedio de Sensación (ver Tabla 4), con el objeti-
0,70 y oscilan entre 0,52 (Sensación) y vo de verificar cómo se comportan los
0,83 (Indecisión). La fiabilidad media ítems en dicha escala. Como podemos
para las mujeres es de 0,70, con un va- observar en la Tabla 4, los ítems marca-
lor mínimo de 0,52 (Sensación) y 0,83 dos con negrita presentan correlaciones
(Indecisión) (Dresch, Sánchez-López y por debajo de 0,20, cuando es esperable
Aparicio-García, 2005). La fiabilidad que fuesen superiores a 0,30.
en el grupo de adultos mexicanos es Para terminar, se presenta la ma-
de 0,70, con un mínimo de 0,52 (Intro- triz de correlaciones de las escalas del
versión) y un máximo de 0,82 (Indeci- MIPS. Al igual que en el cuestionario
sión). Las mujeres tienen un promedio original, se observan correlaciones
de 0,67, con un mínimo de 0,41 (Intro- positivas elevadas entre constructos
versión) y un máximo de 0,82 (Adecua- teóricamente relacionados (por ejem-
ción). Como se puede observar, los ín- plo, Extraversión (4A) y Sociabilidad
dices de fiabilidad encontrados en otras (8B) r=0,79), correlaciones negativas
poblaciones Latinoamericanas también elevadas entre constructos teórica-
son más bajos que los encontrados en la mente discordantes (por ejemplo, Ex-
versión original del MIPS. En la Tabla 3 traversión (4A) y Introversión (4B) r=
se presentan los resultados obtenidos en -0,79) y correlaciones muy próximas a
cada una de las poblaciones descritas. cero entre constructos teóricamente no
En este estudio, se puede comprobar relacionados (por ejemplo, Sensación
que hay una escala en la que el coefi- (5A) y Sociabilidad (8B) r=0,00). En
ciente alfa de Cronbach está por debajo el estudio, los análisis de correlación
de 0,60 (escala 5A-Sensación α=0,48). realizados (r de Pearson) indicaron
Fachel y Carney (2000) admiten que una correspondencia entre las escalas
un coeficiente de 0,60 puede ser consi- que es compatible con lo que plantea
derado válido para investigaciones ex- el modelo teórico. Se evidencia en la
ploratorias, como sería el caso de este presencia de superposición de ítems y
estudio. Así mismo, señalan algunos en las intercorrelaciones entre las esca-
factores que pueden afectar a la fiabili- las, con lo que se puede concluir que
dad de un instrumento, como son: uso el análisis de validez ha dado positivo
de palabras desconocidas o poco fa- (Ver Tabla 5).

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188 Tabla 3. Coeficientes de fiabilidad de las escalas del MIPS en
población adulta Latinoamericana.

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Tabla 4. Coeficientes de correlación ítem-escala de la escala 5A – 189

Sensación en mujeres chilenas

Estos son los primeros datos obte- resultados obtenidos en el instrumento


nidos tras la adaptación del instrumen- original de Millon y en las adaptacio-
to a la población chilena, por lo que se nes realizadas para la población espa-
debe volver a analizar detenidamente ñola y Lationamericanas.
los ítems que componen la escala Sen-
sación y observar cuáles han podido ser CONCLUSIONES
los posibles fallos de interpretación a
la hora de contestar el cuestionario; de Los resultados descritos permiten
esta forma mejorarían los coeficientes concluir que los índices de fiabilidad
de fiabilidad en futuras aplicaciones. para el MIPS permiten su uso como
Así mismo, se pretende ampliar este medida de la personalidad en pobla-
estudio incluyendo muestra de varones ción femenina chilena. Comparados
chilenos y dividiendo la muestra, tal y con la versión original, eran esperables
como hace el autor, en población adulta índices de consistencia interna más ba-
y universitaria, para poder comparar de jos por tratarse de una adaptación.
forma más completa los datos con los Es importante y necesario realizar

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190
Tabla 5. Matriz de correlaciones entre las escalas del MIPS en la muestra total de mujeres chilenas

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191

estudios de validación de instrumentos de varones; a su vez, sería interesante


ya diseñados y utilizados en diferentes dividir la muestra entre población uni-
poblaciones, con el fin de lograr mayo- versitaria y adulta, tal y como hace
res garantías en las medidas utilizadas. Millon en la creación del instrumento
Por otro lado, la adaptación del instru- y posteriores adaptaciones ya comen-
mento a la población chilena permitirá tadas.
un futuro análisis intercultural de los Tomando como punto de partida los
resultados y comprobar así las caracte- resultados aportados en este estudio, se
rísticas propias de cada cultura dadas a dará continuidad al proceso de adapta-
través de los perfiles obtenidos. ción del MIPS, aplicando el instrumen-
El presente estudio presenta una se- to a población universitaria y adulta,
rie de limitaciones. En primer lugar, no mujeres y varones, en más regiones del
puede considerarse que la muestra sea país. Asimismo, antes de volver a rea-
totalmente representativa de la pobla- lizar la aplicación del test se analizará
ción chilena, ya que tan solo participa- detenidamente los ítems que contiene
ron 369 mujeres. Es necesario replicar la escala Sensación (5A) para lograr
el estudio empleando una muestra ma- una mayor compresión por parte de las
yor e incluyendo a un grupo numeroso personas que participen.

AGRADECIMIENTOS

Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Comunidad Autónoma de La


Rioja, España. Programa de financiación para la investigación.

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género
Femicide: A research from a gender perspective

Gladis Proaño Reyes1


Universidad San Francisco de Quito, Ecuador

Resumen
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de un femicidio es muy especial. Debe
identificarse si el lugar de los hechos es: el domicilio común de la pareja; domicilio de solo de
uno de ellos (de la víctima o su agresor), o, inclusive, un lugar distinto. Todo esto, relacionando
el o los instrumentos que fueron utilizados para causarle la muerte a la mujer. La inspección
ocular que se realice en este tipo de escenas, además de ser técnica, debe ser efectuada con una
perspectiva de género para que, en la apreciación de los indicios, se resalten cuestiones que, si
bien suelen encontrarse en otro tipo de hechos de sangre, son únicas en crímenes en contra
de mujeres. En consecuencia, se torna indispensable la formulación de líneas de investigación
transversales que orienten a verificar la existencia o no de factores criminógenos del delito de
femicidio, así como el acertado procedimiento para evitar la revictimización post mortem.

Palabras clave

miscelánea
Escena del crimen, femicidio, feminicidio, violencia sexual.

Abstract
The study and treatment of the crime scene of a femicide, is very special. It must be identified
whether the crime scene is the common domicile of the couple or the residence of only
one of them (victim or aggressor), or even a different place. This must then be related
to the instrument or instruments that were used to cause the woman’s death. The ocular
inspection that is carried out at this type of scene, in addition to being technical, must be
carried out with a gender perspective. This ensures that in the evaluation of the evidence,
issues stand out that, while they may also be found at other types of scenes of violence, are
unique to crimes against women. In consequence, it is essential to formulate cross-sectional
lines of investigation that could guide the verification of potential criminogenic factors of
femicide, as well as the correct procedure to avoid revictimization post-mortem.

Keywords
Crime scene, femicide, feminicide, sexual violence.

1. Introducción
En el año 2014, el Informe de Implementación de las Recomendaciones de la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como
Convención de Belém do Pará de 1994, evidenció la alarmante situación de las mujeres en el Ecuador,
donde: 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género; 1 de cada 4 ha vivido

Doctora en Jurisprudencia, Magíster en Derecho Penal y Criminología y PhD en Educación, Profesora de la Universidad San
1 

Francisco de Quito. Correo electrónico: proanoreyes@yahoo.com

Recibido: 15/06/2019 – Aceptado: 06/11/2019 93


Iuris Dictio Nº 24 / Diciembre 2019 / pp. 93-109
e-ISSN 2528-7834 / DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Gladis Proaño Reyes

violencia sexual (aunque la forma más recurrente de violencia de género, es la violencia psicológica con
el 53,9%), e independientemente de su autoidentificación étnica, ha vivido algún tipo de violencia
de género, presentándose un mayor porcentaje en las mujeres indígenas y afroecuatorianas. Del total
de mujeres que han vivido violencia física, el 87,3% lo ha hecho en sus relaciones de pareja. Desde
la perspectiva demográfica, la violencia de género sobrepasa el 50% en cada una de las provincias del
país y en todos los niveles de instrucción. Sin embargo, la violencia de género rebasa el 50%; en las
mujeres que tienen menor nivel de instrucción, hasta llegar a un 70% (OEA, 2014).
En este panorama, el Código Orgánico Integral Penal (COIP), vigente desde el
2014 busca minimizar la vulnerabilidad de las mujeres al tipificar las principales conductas
violentas relacionadas con la discriminación por género, como la prostitución forzada (Art.
101), e incluyéndola también dentro de la categoría de delitos de lesa humanidad (Art. 89);
violencia sexual en conflictos armados denominado como: “Atentado a la integridad sexual y
reproductiva de persona protegida” (Art. 116); violencia contra la mujer o miembros del núcleo
familiar, que abarca el maltrato físico, psicológico o sexual ejecutado por un miembro de la
familia, considerando como miembros a la o al cónyuge, a la pareja en unión de hecho o unión
libre, conviviente, entre otros (Art. 155); abuso sexual en el que se considera como agravante
que la víctima sea menor de 14 años o con discapacidad, entre otros (Art. 170); violencia sexual
que incluye la violencia sexual oral y con objetos (que ya se encontraba tipificado en el anterior
Código Penal, en su Art. 171); violación con una pena máxima prevista (22 años) si el agresor
es profesional de la educación, (Art. 171 numeral 4); y, en especial, se incorporó el femicidio en
los siguientes términos:

La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo


de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género,
será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años (COIP, 2014,
Artículo 141)

Es oportuno aclarar que existe una distinción entre femicidio y feminicidio, ya que el primero
se presenta como un término homólogo a “homicidio”, el cual solo se referiría al asesinato de
mujeres, mientras que el segundo, incluiría la variable de impunidad que suele estar detrás de
estos crímenes; impunidad que se configura a través de la inacción o desprotección estatal frente
a la violencia hecha contra la mujer (Lucas, 2014).
Como se citó, el COIP ecuatoriano utiliza el sustantivo femicidio, aunque, según el
origen de la norma y su contenido, se está refiriendo al feminicidio. Así, al igual que ocurre
en otros ordenamientos latinoamericanos, jurídicamente, “sería indiferente el uso de ambos
términos, pero conceptualmente sería más conveniente, por asuntos educativos, formativos y
de género, referirnos más bien al feminicidio, mientras este fenómeno se siga expresando como
una de nuestras enfermedades sociales más graves” (Lucas, 2014). Resulta esclarecedor decir
que, como tipo penal, el feminicidio es un concepto mucho más amplio ya que permite la
persecución y sanción de los diferentes subtipos,

Que van más allá de los homicidios de mujeres por razones de género cometidos por las
parejas, exparejas o personas conocidas por la víctima, […] también permite considerar
como feminicidio aquellos homicidios de mujeres cometidos por personas desconocidas
con características muy particulares que permiten verificar la existencia de condiciones de
violencia estructural y discriminación por razones de género (INSYDE, 2017, p. 17).

94 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género

Por lo expuesto, en esta investigación haremos uso predominante de la palabra femicidio, ya que
así se encuentra tipificado en el COIP. No obstante, en aquellos casos que se utilice feminicidio,
se entenderá que su empleo es de manera sinónima.

2. Caracterización del femicidio


Es preciso señalar que, si bien los tratamientos legislativos del femicidio parecen modernos
o actuales, “desde hace más de una década, la mayoría de los países de América Latina han
procedido a la tipificación autónoma de la muerte de las mujeres en ciertos contextos en los que
se entiende que existe violencia de género” (Pérez, 2018, p. 165). Sin embargo, la incorporación
al ordenamiento jurídico nacional, es nueva, y se da en acogimiento a las recomendaciones
formuladas por la Convención de Belém do Pará, en el COIP ecuatoriano.
La justificación de la independencia conceptual de este tipo de homicidio se puede
encontrar en la doctrina, puesto que,

Los factores que hacen diferente el delito de feminicidio con el de homicidio de un hombre e
incluso del homicidio común de una mujer, destaca por ejemplo que la motivación de la conducta
homicida comporta no solo la lesión al bien jurídico de la vida sino también una violación a la
dignidad, a la libertad y a la igualdad de la mujer. La causa de la muerte en el feminicidio asume
el sentido de un acto de control y de sometimiento de contenido esencialmente discriminatorio,
esto significa que el acto feminicida reúne alguno o algunos patrones culturales arraigados en
ideas misóginas de superioridad del hombre, de discriminación contra la mujer y de desprecio
contra ella y su vida (García y Franco, 2018, p. 30)

miscelánea
Russell, en el 2001, define al femicidio como “el asesinato de mujeres por hombres por ser
mujeres” (Russell, 2006, p. 76), e incluso va más allá indicando que el femicidio se aplica a todas
las formas de asesinato sexista, es decir, “los asesinatos realizados por varones motivados por un
sentido de tener derecho a ello o superioridad sobre las mujeres, por placer o deseos sádicos
hacia ellas, o por la suposición de propiedad sobre las mujeres” (Russell, 2006, pp. 77 - 78)
Podemos caracterizar al femicidio siguiendo la conceptualización realizada por Nuñovero
Cisneros, quien se refiere al feminicidio íntimo o de pareja, a aquellos supuestos relacionados
con la violencia íntima o de pareja, distinguiéndolo así de los homicidios de mujeres de tipo
comunitario o ecológico, que podrían estar relacionados con delitos como la trata de personas, las
violaciones sexuales o a la criminalidad organizada (Nuñovero, 2017, p. 257).
En la legislación penal ecuatoriana no se prescribe de manera particular la definición
de femicidio íntimo o de pareja, la regulación solamente se presenta al enlistar los agravantes del
femicidio en forma general en el artículo 142, eiusdem; 1) haber pretendido establecer o restablecer
una relación de pareja o de intimidad con la víctima; 2) exista o haya existido entre el sujeto
activo y la víctima relaciones familiares, conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad,
compañerismo, laborales, escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o
superioridad; 3) si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la
víctima y, 4) el cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público.
El femicidio íntimo o de pareja, en la medida de que se trata de un homicidio cometido
por la pareja masculina – por ejemplo, el cónyuge, pareja o ex conviviente – con la intención
de causar la muerte de la mujer, demuestra que dicho dolo puede provenir acompañado de una
motivación discriminadora que sirve para demostrar por una parte, el control o dominio sobre
la pareja, y de otra, la posición de sumisión que ha tenido la víctima durante el tiempo que
estuvieron o que han estado en pareja.

Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 17
Gladis Proaño Reyes

En el análisis realizado por la doctrina consultada acerca de la regulación del femicidio en


algunos países latinoamericanos, aunque son muchas las particularidades a la hora de describir
los contextos o subtipos de feminicidio, hay tres casos que se incluyen de forma mayoritaria en
las legislaciones como prototípicos de la violencia de género contra la mujer: la misoginia, el
atentado previo a la libertad sexual de la víctima y, la existencia, actual o previa, de una relación
de pareja (Pérez, 2018, p. 167).
En Ecuador, a partir de la tipificación de este delito en el año 2014 hasta el 2019, cada siete
días, una mujer muere, habiéndose registrado 332 femicidios, en lo que lleva el 2019, de los cuales el
62% corresponden a hechos cometidos en zonas urbanas y 38% en zonas rurales, así lo aseveró la actual
ministra de gobierno María Paula Romo ante la Asamblea Nacional el día 11 de junio de 2019.

3. La escena del crimen


Con la finalidad de dar un concepto de escena del crimen o lugar de los hechos nos remitimos
al Manual de Buenas Prácticas en la Escena del Crimen elaborado por el Instituto Nacional
de Ciencias Penales y la Academia Iberoamericana de Criminalística y Estudios Forenses –
AICEF–, que ha sido tomado como referencia e incorporado a los trabajos técnicos propios de
la Criminalística, por parte de varios países de Latinoamérica, incluido el Ecuador.

Básicamente se refiere a toda aquella área, espacio físico o lugar donde se ha producido un hecho
presuntamente delictivo que va a requerir de la intervención policial y la realización de labores
técnico-científicas para su investigación. También incluiría otras áreas o espacios adyacentes,
como: vías de acceso y salida, zonas adyacentes, vehículos, medios de transporte utilizados para
la llegada o la huida del o los autores, entre otros (INACIPE, AICEF, 2012, p. 16).

La criminalística hace una clara diferencia entre escena del crimen o lugar de los hechos, lugar
de enlace y lugar del hallazgo. El concepto de escena del crimen corresponde al sitio en donde
tuvo lugar el hecho delictivo, es decir, en donde se encuentra el cuerpo de la víctima. El lugar
del enlace, se encuentra relacionado con los medios utilizados para la transportación del cadáver,
como por ejemplo, vehículos automotores, entre otros. El lugar del hallazgo, corresponde al
sitio en donde se encontró el cuerpo y que no necesariamente corresponde al lugar de los hechos
(OACNUDH, 2012, p. 30).
En cuanto al origen de este término, la doctrina consultada destaca que “fue acuñado
por las ciencias criminalísticas en el siglo XIX, teniendo como premisa la presencia física del
juez, quien realizaba la inspección ocular del sitio en el cual posiblemente se había cometido un
delito” (Buitriago y Téllez, 2014, p. 69).
El COIP del Ecuador no define qué se entiende por escena del crimen, no obstante,
en el artículo 458 se refiere a ella como “escena del hecho” cuya preservación estará a cargo,
en un primer momento, de la o el servidor público, así como los particulares que por razón
de su trabajo o función, intervengan o tomen contacto con ella. Posteriormente, se buscará
contar con la presencia del personal especializado, cuyo peritaje será ordenado por la fiscalía, en
cumplimiento de las funciones consagradas en el numeral 12 del artículo 443 del mismo cuerpo
normativo, el cual textualmente reza:

La Fiscalía ejerce las siguientes atribuciones: […] 12. Ordenar el peritaje integral de todos
los indicios que hayan sido levantados en la escena del hecho, garantizando la preservación y
correcto manejo de las evidencias (COIP, 2014, Art. 443, numera 12.)

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

El Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses del Ecuador, que forma parte del sistema
especializado integral de investigación de medicina legal y ciencias forenses, es el órgano que
a través de la Unidad de Inspección Ocultar Técnica, realiza el tratamiento técnico con miras
a la búsqueda, explotación y toma de indicios en el lugar en donde ocurrió el hecho delictivo.
El tratamiento profesional y especializado de la escena del crimen permitirá, por un
lado, el reconocimiento de la llamada “escenificación de la escena del delito” que se refiere al
despliegue de diferentes conductas con la finalidad de ocultar los verdaderos hechos, encubrir
al autor o autores, así como crear coartadas para salir adelante en el proceso (Buitriago y
Téllez, 2014), y, por otro lado, evitar la contaminación o alteración del lugar del delito. Ambas
situaciones entrañan la posibilidad de que se materialice la impunidad.
En líneas generales, las diligencias forenses que se desplieguen en la escena del crimen
de manera inmediata, garantizan al menos el cincuenta por ciento del resultado, lo cual se debe
a que pueden encontrarse indicios intactos asociativos al hecho, que posterior a una pericia, se
constituirán en elementos de convicción y al final, servirán de prueba de la trilogía del crimen.

3.1. La escena del crimen en casos de femicidio


La escena del crimen de un femicidio es el espacio físico en el que se encuentra el cuerpo sin
vida de una mujer como consecuencia de lesiones recibidas por su condición de género, así que,
cuando existe convivencia entre la víctima y el agresor, el lugar más frecuente donde se comete
el delito es el hogar o la vivienda que compartían. Sin embargo, el femicidio puede producirse
en el domicilio de la víctima o del agresor cuando no hay convivencia de pareja; complicándose
su preservación y el tratamiento de las evidencias o indicios encontrados, toda vez que puede

miscelánea
ser objeto de escenificación por parte del autor del delito o modificada por los familiares que
asistan al lugar.
El estudio y tratamiento de la escena del crimen de femicidio es único y debe analizarse
teniendo en cuenta el lugar donde se cometió el delito (hogar común o vivienda de víctima o
agresor, vía pública, hotel, lugar de trabajo) y el o los instrumentos utilizados para causar la
muerte de la mujer.
El agente investigador del caso debe formular líneas de investigación transversales que
orienten a formular hipótesis que se sustenten en situaciones de poder o superioridad con la
víctima, recurriendo o a elaborar un diagrama de vínculos. Esto, a fin de establecer las relaciones
entre víctima y sospechoso, con la representación gráfica de los eventos antes, durante y después
del cometimiento del hecho y las relaciones entre la víctima y el victimario (para establecer
si se trata de un femicidio íntimo, no íntimo, familiar o por conexión), línea de tiempo (con
un análisis cronológico de la relación entre víctima y victimario y/o familiares antes, durante
y después del hecho), así como establecer la ruta técnica para determinar la proximidad del
sospechoso con el lugar y el análisis telefónico en donde pueden encontrarse indicios que deben
ser procesados con el uso de técnicas especiales de investigación (en las que debe prevalecer el
razonamiento abstracto por parte del policía investigador).
El análisis pormenorizado de la escena del crimen en casos de femicidio trasciende
del solo lugar de hallazgo del cuerpo de la víctima, toda vez que este tipo de crimen requiere de
la determinación de intención lesiva del perpetrador. En otras palabras, que efectivamente, la
muerte sea el acto final de la violencia de género. Así, se ha dicho que,

En toda investigación de feminicidio, es importante ubicar el área geográfica o lugar en donde


tuvo lugar la privación de la vida; el nivel socioeconómico de la zona; así como el tipo de
comunidad, especificando si se trata de una zona rural o urbana. En caso de comunidades rurales,

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se deberá señalar si prevalecen los usos y costumbres que legitiman la discriminación y violencia
contra las mujeres (concepto de la criminalística aplicado con visión de género). También los
feminicidios pueden ocurrir como parte de fenómenos delincuenciales relacionados con la
explotación sexual, la trata de personas, el narcomenudeo, el pandillerismo y la delincuencia
organizada, entre otros. Es por esto importante especificar el espacio físico y las circunstancias
que rodean el hecho considerando que se trata de una mujer. Es decir, si el hecho tuvo lugar
en una casa habitación, este puede estar relacionado con violencia familiar, aunque debemos
considerar que este tipo de violencia también puede generarse en otros espacios físicos. Por otra
parte, si el delito ocurrió en lugares públicos, como bares, prostíbulos y hoteles, entre otros, es
posible relacionarlo con el comercio o la explotación sexual de mujeres. De tal manera que,
partiendo de esta gama de posibilidades, el personal policial deberá, desde una visión de género,
ampliar sus líneas de investigación (concepto de la criminalística aplicado con visión de género)
(OACNUDH, 2012, p. 31).

La investigación de los delitos contra la inviolabilidad de la vida y muertes violentas en el Ecuador,


está a cargo de servidores policiales de nivel técnico directivo y técnico operativo de la Dirección
Nacional de Investigación de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones
Secuestros y Extorsión –DINASED– quienes, desde septiembre de 2015, se sustentan en un
Manual del Proceso de Gestión de Investigación de delitos contra la inviolabilidad de la vida y
muertes violentas, en el cual no se hace ninguna especificidad para el procedimiento cuando se
trata de un femicidio.
El Protocolo de actuación policial en tentativas y lesiones por parte de la Policía
ecuatoriana, aprobado el 12 de diciembre de 2016, establece lineamientos para la Actuación
Policial en Flagrancia para los delitos de lesiones y tentativas de homicidio, femicidio, asesinato
y sicariato. Sin embargo, tampoco hace énfasis en el tratamiento de la víctima, búsqueda de
indicios e identificación del sospechoso con perspectiva de género. En el año 2019, la DINASED
actualizó y puso en vigencia un Protocolo de Investigación de Femicidios que, si bien se refiere
a este delito, es muy general y carece de procedimientos con perspectiva de género, tratándose
de muerte de mujeres que se presume han sido víctimas de este delito.
Las estadísticas de violencia de género y, particularmente, de casos de femicidio, toman
en cuenta elementos cuantificables. Tal es el caso de las estadísticas reportadas en el Ecuador,
encontradas en el trabajo titulado “La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador: Análisis
de sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2015”, cuya autora es Leonor Fernández
Lavayen, y publicado en el 2017, el cual se considera de suma importancia a los efectos de
ilustrar los casos de femicidio en nuestro país, así como de las actuaciones periciales que tienen
o deberían tener lugar en la escena del crimen.
En el análisis que realiza Fernández Lavayen, sobre los casos que fueron judicializados,
en 48 sentencias de tribunales de garantías penales sobre muertes violentas e intencionales de
mujeres, ocurridas durante el año 2015, se destaca que en el 94%, correspondiente a 45 casos,
los acusados poseían o tenían una relación de confianza con las víctimas con anterioridad al
hecho; sea vínculo afectivo por relación sentimental, de parentesco consanguíneo o de afinidad.
De ese universo, un 71% eran pareja o ex pareja y, justamente por ese vínculo sentimental/
afectivo, de confianza, el agresor tenía conocimiento del nivel de vulnerabilidad en el que se
encontraba la víctima, lo que facilitó el ataque.

En el 63% de las sentencias se menciona un continuum de la violencia experimentada durante


varios años por la víctima por parte de quien, en la mayoría de los casos constituía su pareja

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

o expareja. Dicha situación se estableció a partir de testimonios y también de las autopsias


psicológicas realizadas por los órganos forenses y, que precedieron al conocimiento de la
judicatura, así como las visitas de la trabajadora social para determinar el entorno social en
el que se desenvolvía la víctima y su familia. De esta forma, se establece que la mayoría de las
muertes tuvo como antesala, episodios de violencia, conocidos por el entorno cercano de la
víctima (Fernández, 2017, p. 52).

El dato de la hora de ocurrencia del crimen resulta relevante a efectos de la determinación del
lugar, el cual será tomado en cuenta como escena del crimen. Así,

El 56% (27) de las muertes violentas ocurrieron durante la noche y la madrugada, lo cual estaría
indicando que mayoritariamente existió un proceso de planificación de los actos, al buscar la
soledad de la noche o madrugada, cuando la víctima está sola o en compañía de niñas o niños,
para ocasionar su muerte; conociendo el entorno y principalmente considerando un menor riesgo
de ser capturado al momento de la comisión de los hechos. La hora de la muerte se potencia con la
escasa vigilancia y el poco apoyo con el que cuentan las víctimas y la inoperancia de los mecanismos
de alerta y de protección. Por ejemplo, en 4 casos las víctimas poseían una boleta de auxilio, y el
femicidio se produjo en horas de la noche y madrugada (Fernández, 2017, p. 60).

Quizás, el dato de mayor interés para el presente artículo, respecto a la escena del crimen de
femicidio, es la información que corresponde al lugar donde las víctimas fueron encontradas:
27 de ellas en su propia vivienda y 21 en lugares despoblados como quebradas, terrenos baldíos

miscelánea
y edificaciones abandonadas. Como se evidencia, la escena del crimen, en la mayoría de los
casos de femicidios corresponden al lugar donde residía o vivía la pareja, lo cual amerita un
tratamiento cuidadoso para evitar la contaminación de los indicios.
El volumen II de la obra “La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador”, publicado
en octubre del año 2018, contiene el análisis de las “Sentencias Judiciales Relativas a Muertes
Violentas de Mujeres” ocurridas en el año 2016. Se confirma que 22 casos de femicidio se
cometieron en una casa; de los cuales, 11 se dieron en el domicilio de la víctima y agresor, 1 en
un hotel, 2 en un ámbito laboral, 6 en la vía pública, 3 en pozos y fosas y 13 en terrenos, ríos y
lugares desolados.

3.2. Clases de indicios en los femicidios


Los indicios en este tipo de delitos suelen ser identificatorios, lo cual se puede lograr si la
inspección ocular que se realice en este tipo de escena es observada con una perspectiva de
género. Esto es para que en la apreciación de los indicios se resalten cuestiones que, si bien
suelen encontrarse en otro tipo de hechos de sangre, son notables en crímenes en contra de
mujeres. La posición anatómica de la víctima; su estatura y su contextura corporal; descripción
de maquillaje, o no, en su rostro y uñas; cabello con o sin tintura; localización y número de
herida; cicatrices recientes o antiguas; tatuajes con el nombre del agresor; prendas de vestir con
la indicación de la talla, marca o fabricación; desgarros textiles, antiguos o recientes; y, si están
secas o mojadas con orina, que puede ser del agresor como parte de la humillación; y si lleva o
no calzado en sus pies; todos estos son detalles que, en esta primera observación, nos darán la
pauta del nivel lesivo y de violencia.
En la observación del área propiamente dicha, se debe verificar: daños materiales, antiguos
o recientes en la vivienda; destrucción de muebles, en la cama del dormitorio de la pareja; rotura
de puertas, ventanas, cuadros, retratos, documentos, cuadernos escolares, teléfonos, vajilla. Se debe

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verificar cada una de las prendas de vestir que posea en su casa para constatar desgarros anteriores
que puedan evidenciar violencia simbólica. La localización de documentos de títulos de propiedad,
bienes muebles e inmuebles, tarjetas de crédito, libretas de ahorros, deudas pendientes, facturas. Todo
esto permitirá aseverar o no la existencia de violencia económica y patrimonial. Colillas de cigarrillos;
jeringuillas; recetas médicas anteriores (con prescripción de medicamentos para tratamiento de
infecciones ginecológicas, enfermedades de trasmisión sexual, golpes, insomnio, dolores de cabeza,
resfriados, tabletas anticonceptivas, pruebas de embarazo); documentos relacionados a denuncias de
violencia, juicios de paternidad, demanda de alimentos, pago de consultas sicológicas o psiquiátricas;
botellas de licor llenas y vacías; etc., que orienten a la presencia de factores criminógenos precipitantes.
Las notas o mensajes que deja el autor de femicidio, que luego de cometer el delito intenta suicidarse o
se suicida en la escena del crimen, son indicios trascendentes que van a orientar si es que efectivamente
se configuran parámetros consecuentes a un femicidio.
La obtención de fotografías ante mortem será de utilidad para un estudio de las prendas de
vestir y de calzado que utilizaba la víctima y que pueden dar pautas sobre su personalidad y su forma
de vida. En el caso de que la víctima se haya encontrado desaparecida es necesario conocer el detalle
de las prendas de vestir con las que se presume desapareció y, acto seguido, hacer un inventario de
las ropas encontradas en su vivienda, para luego analizar fotografías en las que podrían aparecer las
mismas prendas de vestir. Otro detalle para estos casos es conocer la última comida que se sirvió la
víctima para comparar con el contenido gástrico en el momento de la autopsia.
Como se advierte, en un alto porcentaje de víctimas con heridas cortantes o punzocortantes
causadas con cuchillos, la cocina se convierte en un lugar de inspección, ya que, por esta particularidad,
la víctima suele tener únicamente un cuchillo para sus quehaceres domésticos.
En la escena del crimen de Marianela Isabel R.F., acaecida en la ciudad de Ambato,
provincia de Tungurahua, el partícipe del delito Galo Hernán M.M., dejó la siguiente nota:

Carta de despedida hoy 26 de noviembre del 2016 me despido de esta vida porque ya no
merezco vivir más, es injusta la mujer que amé y amo hoy al llegar a la casa le encontré con otro
el X.H. y no es justo que me haya traicionado y que siga haciendo daño a más hombres, dios
perdóname por ser adultera y a mí por a ver hecho justicia. Llegué a mi casa y le encontré con
X. H. y por eso hice lo que hice yo siempre te amo mi Isabel.

Nótese cómo, en el contenido del texto, el femicida asume que este hecho lo comete en beneficio de
que no se haga más daño a más hombres; indicio que es parte del proceso penal 18282-2017-00406.
Este sería el llamado suicidio machista; es decir, aquel que realizan los hombres
causantes de femicidio. Aunque no existe un estudio clínico al respecto, se ha podido observar
que, en estos casos, un gran número de parejas o ex parejas femicidas toman la decisión del
suicidio luego de consumar el delito o mientras están privados de la libertad.

Algunos asesinos, tras dar muerte a una mujer, intentan el suicidio o lo consuman. El suicidio
de un agresor machista es interpretado, en ciertas ocasiones, como el acto extremo al que el
victimario recurre para evitar la sanción social después de haber cometido un asesinato. Casi
siempre discrepo de este análisis para casos particulares, pero desde luego, es erróneo como
planteamiento general para explicar la conducta suicida de los agresores machistas. Si tuviera que
establecer una hipótesis sobre por qué algunos agresores se suicidan tras asesinar a una mujer, me
basaría en el hecho que sustenta la violencia machista: la dominación. Casi todos los agresores
matan a la mujer después de que ella ha decidido abandonarles. Es la pérdida de control lo que
precipita el asesinato, y también el suicidio posterior (Montero, s/f.).

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

En cuanto a las armas utilizadas, son de variada naturaleza, y se relacionan de manera directa
con la causa de la muerte, a saber:

Núm. de Causa de la muerte Armas


Víctimas
17 Apuñalamiento Cuchillo, Machete
16 Estrangulamiento Manos, Cuerda, Funda Plástica, Cable
9 Disparo Arma de Fuego
4 Golpeada hasta Morir Puños, Objetos
1 Incinerada Fuego
1 Edema Cerebral Uso de Barbitúricos
1 Violación Lesiones de Violación

Figura 1. Elaboración propia siguiendo a La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador:


“Análisis de sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2015” (Fernández, 2017).

La doctora Sandra Andrade Granja, médica legista con veinte y dos años de experiencia en el
departamento de medicina legal de Pichincha, señala que, en la práctica de autopsias que realizó
en cadáveres de mujeres víctimas de femicidio hasta el año 2018, la mayoría de las heridas

miscelánea
fueron ocasionadas por arma blanca, las cuales se localizaron a nivel del tórax, seguido de asfixia
por estrangulamiento. Lo que se corrobora con las estadísticas, las formas más utilizadas son:
el apuñalamiento y el estrangulamiento, en donde prevalece la diferencia corporal. Estas se
caracterizan por ser increíblemente íntimas, puesto que, para apuñalar o estrangular a una persona,
el agresor debe estar a una distancia mínima o muy cerca de la víctima para cometer el delito.
En el citado volumen II del libro la Respuesta Judicial del Femicidio de 2017
publicado en el año 2018, se prescribe que en un 48%, la manera más utilizada para matar fue
el apuñalamiento con al menos de 10 a 35 heridas corto punzantes, seguido de la asfixia por
estrangulamiento, como consta en el siguiente cuadro:

Núm. de Causa de la muerte Armas


Víctimas
23 Apuñalamiento Cuchillo, Puñal, Machete, vidrio, sierra, varilla
15 Estrangulamiento Manos, Cuerda, Correa, Pañuelo, Collar,
5 Golpe Puños, Objetos
3 Disparo Arma de fuego

Figura 2. Fuente: Elaboración propia siguiendo a La Respuesta Judicial del Femicidio


en Ecuador: “Análisis de sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2016”,
volumen II, octubre 2018.

El Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), a través de su página web, democratiza


las estadísticas e informa que, desde enero a octubre del año 2017, ocurrieron 91 femicidios,
de los cuales: el 28,3% ocurrió en el domicilio familiar; el 26,2% en el domicilio de la víctima;
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el 5,7% en el domicilio del victimario; el 4,5% en otro domicilio; y el 34,8% en otros (lotes
baldíos, estadios, vía pública, etc.). El 34% de las víctimas tenía una relación de convivencia
con el victimario, de los cuales el 76,2% fueron procesados. Por otra parte, se registraron 41
femicidios de enero a julio de 2018 y 32 femicidios de enero a julio de 2019.
Bajo la denominación “Indicios clave dentro de la investigación”, el ya citado
Protocolo de Actuación para la Investigación del Feminicidio, publicado por la Oficina del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Fiscalía General de la
República de El Salvador en el año 2012 (OACNUDH, 2012), presentan la relación directa
entre los niveles lesivos de violencia y los indicios que se encuentran en cada uno de ellos, los
cuales permiten verificar el llamado síndrome de la mujer maltratada, el cual puede conducir a
desenlaces femicidas de las relaciones de pareja o exparejas. En el siguiente cuadro se grafica esta
información junto con la encontrada en el Modelo de Protocolo Latinoamericano de Investigación
de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género (femicidio/feminicidio) (OACNUDH,
s/f), con la finalidad de identificar los indicios en los femicidios, para posteriormente –en el
mismo documento– aproximar el tipo de pericia a practicar a la víctima, al agresor y a la escena
del crimen.

Nivel Lesivos de Indicios Pericia/ análisis


violencia

Primer Nivel - Agresión verbal - Expediente clínico en hospitales o


- Lesiones físicas de intensidad centros de salud gubernamentales
leve o levísima: por lo general, o privados si la víctima acudió a
hematomas en cabeza, equimosis consulta médica por un acto que se
en cara, brazos y tórax (golpes presume violento.
aislados).

Segundo Nivel - Lesiones que van de leves - Además del indicado para el nivel
Corresponde a la etapa de a moderadas y consisten en lesivo de violencia anterior, se
forcejeo hematomas, equimosis, edemas, precisará el estudio de las prendas
excoriaciones, estigmas ungueales, de vestir para identificar desgarros
arrancamiento de cabello; todas textiles, manchas con sustancias
de mayor magnitud en cabeza, químicas o colorantes; se considerará
cara, tórax y brazos. Su ubicación la talla de la víctima con la talla de las
anatómica es arriba de la cintura y prendas de vestir.
puede haber lesiones características -Recetas médicas con prescripción de
de sujeción y sometimiento. medicina para dolencias de golpes o
- Las ropas de la víctima están fuera hematomas, o para dormir.
de lugar y presentan desgarros.

Tercer Nivel o Nivel - Se presentan todos los indicios - Se presencian las periciales de
Crítico señalados en los niveles uno y dos, los niveles lesivos de violencia
Se relaciona con pero son de mayor magnitud. inmediatamente anteriores. Además
maniobras de forcejeo y Van desde esguinces, luxaciones, de una inspección a todo el inmueble
lucha fracturas, hasta heridas cortantes, de la vivienda para verificar fractura
punzantes, punzocortantes, corto en vidrios de ventanas, destrucción de
contundentes. seguridades de las puertas, impactos
- La agresión es generalmente de objetos contundentes en paredes,
armada y puede incluir disparos ausencia de línea telefónica fija.
por proyectil de arma de fuego. -Destrucción de enseres
El agente vulnerador incide con -Localización de armas
la intención de causar daño grave.

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

Cuarto Nivel VICTIMA VIVA: AGRESOR:


Forcejeo, lucha y defensa
(Casos de feminicidio) -Se presentan todos los indicios - Inspección corporal e intervención
de los niveles anteriores más en el cuerpo del probable
lesiones de gran magnitud, que, responsable, con el fin de identificar
por su ubicación anatómica, lesiones, huellas, ropa manchada con
traen consecuencias inmediatas; sangre u objetos que puedan estar
tienen la intención de causar la relacionados con el hecho delictivo.
muerte. - Tomas de muestras para estudios
-Se observan lesiones toxicológicos, de enfermedades de
características de defensa, como trasmisión sexual, enfermedades
equimosis, excoriaciones, heridas terminales, entre otros.
cortantes, heridas por contusión
y corto contundentes en manos
(por sus caras palmares y
dorsales), en antebrazos, brazos y
tórax posterior, que pueden darse
durante maniobras instintivas
que, en el momento crítico, lleva
a cabo la víctima al tratar de evitar
que el agente vulnerador incida
en órganos vitales.

VÍCTIMA FALLECIDA: VÍCTIMA:

miscelánea
-Además de los anteriores que - Informe a los centros de
puedan ser aplicables, el cadáver atención gubernamentales o no
(indicio principal). gubernamentales para indagar si
- Armas de fuego, elementos la víctima acudió o no a solicitar
balísticos, objetos punzantes, ayuda; si poseía el botón de auxilio;
cortantes, punzocortantes, si presentó denuncia previa.
punzopenetrantes, contundentes, - Solicitar al personal forense que
cortocontundentes, otros verifique si el cadáver presenta
posibles agentes vulnerables. evidencias de lesiones antiguas, como
- Agentes utilizados para cicatrices, si presenta signos o indicios
inmovilizar, agentes utilizados criminalísticos de maltrato crónico
para oclusión de boca y nariz, anterior a su muerte (búsqueda
agentes constrictores, huellas: del síndrome de mujer maltratada-
Digitales / Palmares / Plantares / niveles lesivos de violencia), así como
Labiales / Calzado / Neumáticos. un detalle minucioso de heridas que
- Vehículos (enlace) causaron la muerte.
- Artefactos de carácter erótico - Tomas de muestras para estudios
sexual de: toxicología, de enfermedades de
- Elementos pilosos (cabellos, trasmisión sexual, así como posibles
pelos), fibras embarazos, entre otros.
- Ropas
- Rastro de semen y de sangre
- Posibles sustancias tóxicas
- Aceleradores de combustión
- Narcóticos
- Documentos
- Objetos personales de la
víctima
- Otros objetos relacionados
- Teléfonos celulares

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Gladis Proaño Reyes

- Videograbadoras - Solicitar la elaboración de la


- Claves de acceso a banca autopsia psicológica, que servirá para
electrónica, redes sociales, determinar en forma retrospectiva,
correos, etc. mediante trabajo de campo e
interrogatorio indirecto; el tipo
de personalidad de la víctima, su
comportamiento; y, entorno, a fin de
identificar si la occisa presentaba el
Síndrome de Indefensión Aprendida
o Síndrome de Estocolmo, que
se describe como un vínculo
interpersonal traumático-afectivo
entre la víctima y su agresor. Se
presenta en mujeres sometidas a
abuso por parte de sus compañeros
sentimentales, y se basa en la idea de
que la víctima niega la parte violenta
del comportamiento de su agresor,
a la vez que mantiene un vínculo
afectivo dependiente, situación que
le impide reaccionar para defenderse.
(OACNUDH, 2012, p. 41)

Figura 3. Elaboración propia siguiendo Protocolo de actuación para la investigación


del feminicidio, publicado por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas
para los Derechos Humanos y la Fiscalía General de la República de El Salvador
en el año 2012, (OACNUDH, 2012) y Modelo de protocolo latinoamericano de
investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/
feminicidio) (OACNUDH, s/f) y de Apuntes de la autora.

La intervención del perito en criminalística y de otros profesionales, tiene por objeto realizar un
minucioso estudio y análisis del lugar de los hechos y del hallazgo, así como de los indicios y
evidencias que en este se encuentren. Esto, con el fin de obtener datos relevantes que ayuden a
reconstruir el hecho que se investiga, así como descubrir la verdad histórica del mismo, evitando
siempre la contaminación de la escena; en especial en los casos de femicidio donde víctima
y agresor conviven. Algunos –por no decir todos– los indicios hallados en los objetos que se
encuentran en la escena del crimen tienen huellas y rastros biológicos que, incluso sobre el
cadáver de la víctima, se pueden encontrar.
Para el tratamiento de la escena del crimen en el Ecuador, la Resolución No.
073-FGE-2014, consagra los Manuales, Protocolos, Instructivos y Formatos del Sistema
Especializado Integral de Investigación Medicina Legal y Ciencias Forenses, publicada con
fecha 25 de agosto de 2014. Si bien no se establece un instrumento particular para los casos
de femicidio, se puede destacar el “Instructivo para la Aplicación del Protocolo para Peritajes
Forenses de Infracciones Penales Relacionadas con Violencia Intrafamiliar, Delitos Sexuales
y Lesiones, cuando la Vida de la Víctima no Corre Riesgo por las Lesiones”. Como se pudo
constatar, tanto en la doctrina, como en los casos documentados, la mayoría de los femicidios
son la consecuencia crítica de violencia intrafamiliar y abusos psicológicos y físicos de la
pareja que se han prolongado en el tiempo.

104 Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457
Femicidio: una investigación con perspectiva de género

En este sentido, el instructivo tiene como punto de origen el reconocimiento por parte del Estado
ecuatoriano de que las víctimas de este tipo de delitos tienen una condición de vulnerabilidad
extrema. Así, todas las instituciones y operadores(as) de justicia y salud deben entender que el
trato a ellas implica una triple atención: la forense, la clínica y la de protección especializada. De
igual forma, reconociendo la función del perito forense que,

Lejos de constituir una simple rutina de inspección constituye el punto inicial de la garantía
de no revictimización de las víctimas y una herramienta privilegiada del proceso judicial. Es el
(la) perito forense el responsable de dirigir y ejecutar un procedimiento investigativo conforme
a los derechos de las víctimas, asegurando que el informe pericial sea referido a los fiscales de
causa cumpliendo con las normas procesales y asegurando que las víctimas sean referidas a las
unidades de salud pública, las que deberán continuar con el seguimiento clínico que asegure su
remisión y cuidado idóneo (Instructivo, 2014, p. 119)

En la escena del crimen de femicidio, la intervención de los técnicos de Inspección Ocular y de


los investigadores debe ser distinta para no cometer una revictimización post mortem que afecte
a sus familiares directos.
Resulta de vital importancia que, la muerte de mujeres, en estas circunstancias, sea
calificada como femicidio, de conformidad con el citado artículo 141 del COIP. Lo dicho, ha
ocurrido en los casos que se señalan a continuación:

miscelánea
Fecha de
#acusados- T.G.P. (Tribunal de Garantías
hecho /
Víctima / Edad absueltos/ Penales)- provincia / No.
Fecha
parentesco proceso
de sentencia

14/02/2015
Rosa E.N.B / 35 1 acusado / pareja TGP de Cañar / 03281-2015-00112
11/09/2015
TGP de Santo Domingo
27/03/2015 Tatiana M. H.
1 acusado / cónyuge de los Tsáchilas
18/11/2015 B. /29
/ 23281-2015-00904
5/04/2015 Gladys J. Z. Z TGP de Manabí /
1 acusado / cónyuge
16/09/2015 / 24 13282-2015-00037
19/04/2015 TGP de Pichincha /
Diana E.T.A / 26 1 acusado / ex pareja
08/04/2016 17282-2015-01759
20/05/2015 Alexandra P.M.O TGP de Orellana /
1 acusado / ex pareja
06/04/2016 / sd 22252-2015-00298
17/05/2015 TGP de Pichincha /
María R.G.Y/sd 1 acusado / ex pareja
05/05/2016 17282-2015-02175
20/05/2015 Margarita C.Y 1 acusado / expareja TGP de Orellana /
23/11/2015 /sd 22251-2015-00199
26/05/2015 Patricia M.T.M TGP de Guayas /
1 acusado / cónyuge
24/05/2016 /21 09281-2015-03445
27/05/2015 TGP de Sucumbíos /
Gloria E.R.A / 34 1 acusado / cónyuge
20/02/2016 21283-2015-00154

Iuris Dictio Nº24 / Diciembre, 2019 / pp.93-109. e-ISSN 2528-7834. DOI: http://dx.doi.org/10.18272/iu.v24i24.1457 105
Gladis Proaño Reyes

26/06/2015 Josselyn A.L.G TGP de Pichincha /


1 acusado/ ex pareja
24/03/2016 /18 17282-2015-02871
03/07/2015 TGP de Pichincha /
Érika K.Y.Ll / 20 1 acusado /pareja
11/12/2015 17292-2015-00237
13/07/2015 TGP de Chimborazo /
15/12/2015 Rosa E.M.Y / 20 1 acusado / cónyuge 06333-2015-
28/01/2016 00277 Sala Penal Chimborazo
08/08/2015 2 acusados / padrastro TGP de Pichincha /
G.R.T.A / 16
18/12/2015 y Pareja 17282-2015-03493
15/08/2015 Cristina M.A.M TGP de Pichincha /
1 acusado / Cónyuge
18/12/2015 / 28 17282-2015-03587
11/09/2015 TGP de Tungurahua /
Lorena C.P.S / 18 1 acusado / ex pareja
17/02/2016 18335-2015-00184
28/09/2015 Gloria M.CH.A TGP de Orellana /
1 acusado / cónyuge
03/03/2016 / sd 22252-2015-00315
29/10/2015 Martha B.D.A TGP de Guayas /
1 acusado /ex pareja
13/10/2016 / 22 09267-2015-00505
27/12/2015 TGP de Guayas /
Luisa I.Q.G / 41 1 acusado / esposo
06/01/2017 09287-2015-02022
29/10/2015 Teresa A.P.R TGP en Los Ríos /
1 acusado/ esposo
25/10/2016 / 68 12333-2015-00996
23/12/2014 TGP en Sucumbíos /
Jenit María M./ 1 acusado/esposo
30/09/2016 21282-2015-0060
Maira Liliana
09/09/2016 TGP en Sucumbíos /
G.M./ 1 acusado/esposo
03/03/2017 21282-2016-01420
34
08/03/2017 Marianela Isabel TGP en Sucumbíos /
1 acusado/pareja
10/08/2017 R.F. 18282-2017-00406

Figura 4. Siguiendo a La Respuesta Judicial del Femicidio en Ecuador: “Análisis de


sentencias judiciales de muertes ocurridas en el 2015” (Fernández, 2017) y Sistema
Automático de Trámite Judicial Ecuatoriano (SATJE)

En procesos legales por tentativa de femicidio, la fiscalía sustenta su acusación en pruebas como:
testimonio de la víctima, testimonio de los agentes investigadores, informe ocular técnico,
examen médico legal, informe pericial de reconocimiento del lugar de los hechos, extracción de
videos, entre otros.
Con fecha 18 de marzo de 2019, el Tribunal de Garantías Penales de Loja dictó sentencia
máxima de 40 años de privación de libertad, en concurso real de infracciones por un delito de
femicidio ocurrido el 29 de abril de 2018, cuando Joe Michael B.G., de 23 años, estranguló a
su pareja Jackeline Elizabeth R.Q., de 21 años. Luego de cometer el delito, asesinó al hijo de dos
años que tenía la joven. Entre las pruebas que fueron presentadas están: la autopsia médico legal;
la autopsia psicológica forense; la valoración del entorno y del contexto social de la madre y del

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Femicidio: una investigación con perspectiva de género

niño, el cual demostraba una relación de poder desigual y un círculo de violencia, así como el
adultocentrismo del que fue víctima el infante, quien percibía las consecuencias de la violencia
intrafamiliar; un informe pericial de identidad morfológica y fisonómica, que determinó que,
previo al día y hora de los hechos, las víctimas no presentaban signos visibles de violencia física
en su cuerpo. En todos estos casos, la fiscalía se respalda en el testimonio de las personas que, de
alguna manera, participaron en la investigación desde el levantamiento del cadáver.

4. Conclusiones
Esta investigación se ha centrado en el estudio de la escena del crimen de femicidio, en cuyo
lugar se produce la muerte violenta de una mujer por razones de género. Este hecho usualmente
se comete en el domicilio donde cohabitaban víctima y victimario o en el domicilio de uno de
ellos. Este debe ser tratado con cautela y profesionalismo para que la preservación y colección de
los indicios no se vea contaminada o que dicha escena del delito no sea manipulada por el autor.
Si bien le corresponde al Estado, en su rol de garante, investigar y sancionar cualquier
acción u omisión que atente contra la vida de una persona, en los casos de femicidio las
consecuencias sociales que se generan son particularmente grandes y profundas. No solamente
se está ante una situación en la que una mujer pierde la vida, sino que la pierde en manos de
una persona con quien convivía, ya sea su pareja, ex pareja o cónyuge, con quien, en la mayoría
de los casos y conforme a las estadísticas en el Ecuador, tenía hijos; es decir, son situaciones que
aquejan a los cimientos de la sociedad.
Desde esta perspectiva, corresponderá al Estado ecuatoriano el diseño y puesta en
marcha no solo de protocolos de investigación específicos para los casos de femicidios (en cuyos

miscelánea
procedimientos actúan técnicos de criminalística, inspección ocular, investigadores de delitos
contra la vida, peritos, forenses de diferentes disciplinas, etc.), sino también la formación de
profesionales con perspectivas de género. Esto, para que se puedan identificar patrones de
conducta que tienen lugar en dichas escenas del crimen y poder visualizar desde ese ámbito
indicios derivados de un hecho violento que arrebata la vida a una mujer.
Es a partir tanto de la noticia críminis como de la actuación policial en la escena
del crimen de femicidio, donde debe estructurarse la teoría del caso conforme a dimensiones
analíticas, hipótesis fácticas, jurídicas y probatorias, por lo que las primeras intervenciones son
de suma importancia. La Fiscalía y la Defensoría Pública han definido procedimientos para
estos casos. El Consejo de la Judicatura también ha emitido una guía para que la administración
de justicia pueda darse, considerando estándares con perspectiva de género.
También deben establecerse formatos específicos para: precautelar el levantamiento
del cadáver por femicidio, realizar el informe policial, el informe de inspección ocular técnico, el
protocolo de autopsia y los peritajes específicos, los cuales permitirán incluir de forma minuciosa
cuestiones específicas del delito de femicidio y, así, evitar la utilización de términos o expresiones
que conduzcan a un revictimización post morten.
La creación y desarrollo de políticas públicas educativas, de prevención y concientización
sobre violencia de género y su erradicación en las futuras generaciones incluye a las personas
que son asignadas para investigar este delito. En consecuencia, resulta necesario e inminente la
revisión de las mallas curriculares en las escuelas de formación y especialización policial.

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Gladis Proaño Reyes

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