HARVARD
COLLEGE Writing Center
SERIE DE GUÍAS BREVES DEL CENTRO DE ESCRITURA
Una guía breve para escribir
ensayos de filosofía
Los desafíos de escribir filosofía
El objetivo de las tareas en tus clases de filosofía es
lograr que hagas filosofía. Pero ¿qué es la filosofía y
cómo debe hacerse? La respuesta es complicada.
Los filósofos a menudo están motivados por una o
más de lo que podríamos llamar las “Grandes Pregun-
tas”, tales como: ¿Cómo deberíamos vivir? ¿Somos
libres? ¿Cómo sabemos algo? O ¿Qué es la verdad?
Aunque los filósofos no están de acuerdo entre ellos
ni sobre el rango de preguntas filosóficas genuinas
ni sobre los métodos apropiados para responderlas,
están de acuerdo en que meramente expresar las
propias opiniones sobre temas de conversación como
éstos no es hacer filosofía. Más bien, los filósofos
insisten en el método de primero obtener claridad
sobre la pregunta exacta que se está formulando, y
luego proporcionar respuestas apoyadas por argu-
mentos claros y lógicamente estructurados.
Un argumento filosófico ideal debería llevar al
lector mediante pasos lógicos innegables desde
premisas obviamente verdaderas hacia una conclu-
sión que no es obvia. Un argumento negativo es una
objeción que intenta mostrar que una afirmación,
teoría o argumento es erróneo; si lo hace exitosamen-
te, decimos que lo refuta. Un argumento positivo
intenta apoyar una afirmación o teoría, por ejemplo,
la de que hay libertad genuina, o la de que nunca
deberíamos comer animales. Es extremadamente
difícil construir argumentos filosóficos positivos
ideales acerca de las Grandes Preguntas, y los filóso-
fos que están interesados en formular o criticar
tales argumentos suelen terminar discutiendo otras
cuestiones que podrían al inicio parecer pedantes o
artificiosas. Estas cuestiones motivan a los filósofos
Traducción de Marc Jiménez Rolland
[Traducción de Marc Jiménez Rolland]
porque parecen, tras la investigación, estar lógicamente
relacionadas con las Grandes Preguntas y echar luz so-
bre ellas. De este modo, por ejemplo, al intentar
responder a Grandes Preguntas como las antes mencio-
nadas, los filósofos podrían encontrarse a sí mismos
discutiendo cuestiones como (respectivamente): ¿Cuán-
do sería moralmente permisible empujar a alguien sobre
las vías de un tren? ¿Qué es una causa? ¿Acaso sé que
tengo manos? ¿Existe un mundo externo? Aunque dis-
cutir acerca de estas cuestiones puede parecer bobo o
inútil, las satisfacciones de la filosofía a menudo se de-
rivan de, primero, descubrir y explicar cómo están
lógicamente conectadas con las Grandes Preguntas, y
segundo, construir y defender argumentos filosóficos
para a su vez responderlas. La buena filosofía procede
con pasos modestos, cuidadosos y claros.
Estructurar un ensayo de filosofía
En las tareas de filosofía generalmente se te pide que
consideres alguna tesis o argumento que ha sido presen-
tado por otro filósofo (una tesis es una afirmación que
puede ser verdadera o falsa). Dada esta tesis o argumento,
puede que se te pida hacer una o más de las siguientes
cosas: explícala, ofrece un argumento para apoyarla,
presenta una objeción en su contra, defiéndela en con-
tra de una objeción, evalúa los argumentos en su favor y
en su contra, discute qué consecuencias podría tener,
determina si alguna otra tesis o argumento te compro-
mete con ella (i.e., si aceptara la otra tesis o argumento,
¿estaría racionalmente obligado a aceptar ésta debido a
que acepto la otra?), o determina si algún otro punto de
vista puede sostenerse consistentemente junto con ella.
Sin importar cuáles de estas tareas se te pida completar,
tu ensayo normalmente debería satisfacer los siguientes
requerimientos estructurales:
2

 Comienza formulando tu tesis precisa. Enuncia tu
tesis clara y concisamente en tu introducción, de modo
que tu lector comprenda qué se propone lograr tu en-
sayo. Llega rápido al punto y sin digresión. No intentes
introducir tu argumento dentro de una narrativa
histórica imponente, por ejemplo. Tu tesis no tiene
por qué ser la misma que alguna de las mencionadas
en la tarea, aunque en algunos casos puede serlo.
 Explica brevemente cómo argumentarás a favor
de tu tesis. En el ejemplo anterior, la tesis de Jeny
está ella misma enunciada de tal manera que in-
dica cómo procederá el argumento a su favor. Jeny
podría razonablemente haber decidido extender
un poco esta explicación, por ejemplo indicando
en su introducción cuál término en el argumento
de Smith es ambiguo, o indicando por qué cree
que otros han pasado por alto la ambigüedad.

EJEMPLO DE UN BUEN ESCRITO

Jeny era una excelente escritora de filosofía a quien
Ten cuidado también de
se le asignó la siguiente tarea:
indicar claramente cuándo
Evalúa el argumento de Smith a favor de la afir-
mación de que la gente carece de libre albedrío. expresas tus propios puntos
Jeny decidió antes de comenzar a escribir su ensayo
que en última instancia el argumento de Smith falla de vista y cuándo estás
debido a que incurre en una ambigüedad. En conse-
cuencia, comenzó su ensayo con la siguiente
afirmación:
aclarando el argumento o las
En este ensayo, refutaré el argumento de Smith en opiniones de alguien más sin
contra de la existencia del libre albedrío mostrando que
incurre en una ambigüedad. defenderlos tú mismo.
La tesis de Jeny, entonces, era que el argumento de
Smith es inválido debido a que incurre en una ambi-  Si es necesario, explica el argumento que es-
güedad –y ella lo señaló claramente al inicio de su
tarás criticando. Si en tu tarea se te pide criticar
ensayo. Nota que Jeny no dice nada en absoluto
el argumento de alguien más (como en el ejemplo
acerca de la verdad o falsedad de la tesis de que la
anterior), tendrás que explicar ese argumento an-
gente carece de libre albedrío; incluso si el argumen-
to de Smith es inválido, aún así podría ser verdad tes de presentar tu crítica contra él. A veces, todo
que la gente carece de libre albedrío. lo que tienes que hacer en una tarea es explicar
un argumento elaborado por otra persona, más
que proporcionar un argumento a favor de tu tesis.
Aunque no siempre se esperará que proporciones
 Define los términos técnicos o ambiguos que se
tus propios argumentos o teorías completamente
usen en tu tesis o en tu argumento. Necesitarás de-
originales en ensayos, siempre debes practicar la
finir para tu lector cualesquiera términos especiales o
filosofía. Esto significa que debes explicar el ar-
poco claros que aparezcan en tu tesis, o en la discu-
gumento con tus propias palabras y de acuerdo
sión de la que te ocupes. Escribe de tal modo que
con tu comprensión de los pasos involucrados en
podrías ser claramente entendido por un estudiante
él. Tendrás que ser muy claro sobre la estructura
que haya tomado algunas clases de filosofía pero que
no haya tomado este curso en particular. (Piensa en
lógica precisa de un argumento del autor (nota
que ésta puede no estar claramente representada
este lector imaginario siempre que debas decidir qué
por el orden en el que el argumento está escrito
tanto decir para presentar la discusión, o cuando de-
en la lectura). No intentes impresionar a tu lector
bas juzgar la claridad general de tu trabajo).
con tus amplios conocimientos resumiendo todo
lo que dice un artículo, o todo lo que has aprendido
 Si es necesario, motiva tu tesis ( i.e. , explícale a tu
sobre el tema: limítate a explicar sólo los detalles
lector por qué debería importarle). Tendrás que
que son esenciales al argumento del autor a favor
hacer esto, especialmente en tareas extensas, cuando
de su tesis particular y a tu propio argumento a
no sea claro por qué a un lector le importaría la ver-
favor de tu tesis.
dad de la afirmación a favor de la cual argumentas.

[Traducción de Marc Jiménez Rolland]

3
 Elabora un argumento para apoyar tu tesis. Éste
EJEMPLO DE UN ESCRITO DEFICIENTE
En respuesta a la tarea antes mencionada, Jorge es-
cribió un ensayo argumentando que existe el libre
albedrío, sobre la base de que Jorge mismo está
consciente de que él toma toda clase de decisiones
libres todos los días. Su conclusión era que el argu-
mento de Smith (el cual no había explicado y sólo
mencionó hacia el final de su ensayo) debe ser falso,
puesto que existe el libre albedrío. El profesor de
Jorge le pidió que reescribiera su ensayo, diciéndole
que no había logrado entrar en discusión con el argu-
mento de Smith en su primer borrador. He aquí un
extracto de su menos-que-exitoso segundo intento…
…Smith dice en la p. 9, “Una vez que ha sido establecida
la verdad del determinismo causal por este argumento
a partir de eliminación, pasaremos a demostrar el in-
compatibilismo”. Smith dice que la fuente de las acciones
del agente es algún suceso que ocurrió antes de que éste
naciera. Si un suceso ocurrió antes de que alguien naciera,
 Con el fin de robustecer tu argumento, anticipa
no puede ser un producto de sus elecciones. Por tanto,
el incompatibilismo es verdadero. En la p. 10 Smith
trata la objeción de que…
Jorge no explica ni analiza apropiadamente la lógica
del argumento de Smith (un ensayo de filosofía), sino
que más bien reporta lo que Smith dice y la manera
en la que aparece en el texto (un reporte de lectura).
En la primera oración Jorge cita a Smith directamente
donde no es necesario hacerlo, y no proporciona
ninguna explicación de la oración de Smith o de los
términos técnicos en ella que muestren que Jorge
realmente la entiende. En su segunda oración, Jorge
sólo sigue el texto de Smith al parafrasearlo. En la
tercera, Jorge podría estar intentando: (i) simple-
mente parafrasear a Smith, o (ii) parafrasear y
aceptar la afirmación de Smith, o (iii) expresar un
punto personal –pero al lector se le deja incierto so-
bre qué piensa Jorge acerca del punto de vista de
Smith y cuál es la opinión propia de Jorge.
Si usas una afirmación que
pueda parecerle dudosa a tu
lector, entonces debes tratar
de ofrecerle razones convin-
centes para aceptarla.
[Traducción de Marc Jiménez Rolland]
es el asunto central de tu ensayo. Para elaborar el
argumento más fuerte posible, no te saltes ningún
paso e intenta no hacer depender a tu argumento
de ninguna premisa que tu lector no esté dispuesto
a aceptar. Si usas una afirmación que tu lector
podría encontrar dudosa, entonces debes intentar
ofrecerle razones convincentes para aceptarla. Casi
siempre será más efectivo usar un único argumento
y hacerlo tan persuasivo como puedas que usar más
de un argumento que esté apoyado menos compre-
hensivamente, de modo que evita adoptar un
enfoque “de escopeta” que use múltiples argumentos
más débiles. Al presentar tu argumento, sé directo
en tu lenguaje, y di precisamente lo que quieres decir.
Por momentos tendrás que usar ejemplos o elaborar
de otra forma tu punto, aún así debes ser tan conciso
como sea posible –las palabras o la información in-
necesarias distraerán y confundirán a tu lector.
y responde a objeciones en su contra. En la ma-
yoría de las tareas de filosofía, ésta será una parte
esencial de tu ensayo; ayuda a apoyar tu argumento
principal y lo hace más atractivo. Cuando presentes
una objeción, debes siempre presentar una o varias
razones para pensar que es verdadera; la simple ne-
gación de la tesis no es una objeción a ella.
EJEMPLO DE UN BUEN ESCRITO
Después de ofrecer su argumento, Jeny resume su
conclusión e introduce una objeción como sigue:
Como he mostrado claramente en mi reconstrucción del
argumento de Smith, la palabra “libre” tal como aparece
en la primera premisa (con el significado de no causado)
debe ser interpretada de manera diferente a la palabra
“libre” tal como aparece en la tercera premisa del argu-
mento de Smith (con el significado de no forzado) –de
otro modo al menos una de esas premisas sería bastante
poco razonable. Pero en ese caso el argumento de Smith
no es lógicamente válido. Podría objetarse que he interpre-
tado el argumento de Smith de manera poco favorable.
Sólo se me ocurre una interpretación distinta razonable
del argumento de Smith. Usa las mismas dos premisas
iniciales pero tiene una tercera premisa distinta…
Jeny podría responder a la objeción que ha imaginado
mostrando que el argumento de Smith sufriría algún
otro defecto si fuese reconstruido de la manera en
que la objeción sugiere, como cometer una falacia o
depender de una premisa poco razonable.
4

Siempre deberías presentar y responder a las obje-

ciones más fuertes que puedas pensar en lugar de Al presentar tu argumento, sé
hacer objeciones poco convincentes a las que te sea
más fácil responder. Si no puedes pensar en una res- directo en tu lenguaje, y di
puesta decisiva a una objeción, deberías admitirlo, y
luego darle a tu lector alguna razón para pensar que precisamente lo que quieres
la objeción no será exitosa de cualquier modo. Si no
puedes ofrecer tal razón, deberías volver y revisar la
tesis a favor de la que quieres argumentar. En algunos
decir. Por momentos tendrás
casos, la respuesta correcta a una objeción, si no
puedes enfrentarla, será comenzar tu ensayo de nuevo
que usar ejemplos o elaborar
y argumentar a favor de un punto de vista opuesto a
aquel con el que habías empezado. Si esto te pasa, de otra forma tu punto, aún
¡felicitaciones por hacer un descubrimiento filosófico!
A veces una tarea contendrá instrucciones para pen-
así debes ser tan conciso como
sar en una o más objeciones a tu tesis y defenderla en
contra de ellas. Generalmente, excepto en el caso de
sea posible –palabras o infor-
las tareas más cortas (de tres páginas a doble espacio
o menos), deberías considerar que tal requisito está mación innecesarias distraerán
implícito incluso si no se menciona abiertamente.
También, excepto en estos ensayos muy breves: y confundirán a tu lector.
 Concluye brevemente explicando lo que crees
que ha establecido tu argumento.
TO GET IT DONE

No intentes escribir un ensayo de filosofía en una sentada, de principio a fin: debes reservar bastante tiempo
para planear primero las cosas. Piensa en el tema que te asignaron por un tiempo, considera una posible tesis
y esboza en tu cabeza un argumento a favor de ella en líneas generales. Si esto te está resultando muy co m-
plicado, comienza con borradores simples de las ideas relevantes. Eventualmente te desharás de mucho de
este material, pero el acto de escribir puede ayudarte a pensar las cosas. Cuando estés listo, comienza a desarrollar
un esquema principal en papel. Tu esquema debería mostrar tu tesis y tu argumento de forma abreviada pero
con claridad lógica máxima; intenta usar una línea para cada paso lógico de tu argumento. Asegúrate de que
incluye respuestas y objeciones potenciales, usando sólo un par de líneas para cada una.
Seguramente descubrirás, a medida que elaboras tu esquema, que necesitas revisar partes de tu argumento
o incluso tu respuesta completa. Sigue escribiendo borradores de las partes de tu ensayo mientras haces el
esquema, si eso te ayuda. Continúa revisando el esquema hasta que el argumento en él sea completamente
claro y satisfactorio para ti. (Intenta explicarle tu argumento a alguien más; si no puedes explicarlo, ¡hace fa l-
ta que trabajes más en tu esquema!) En este punto, escribe un borrador completo de tu ensayo a partir de tu
esquema, concentrándote en la claridad de la estructura completa de tu argumento.
Una vez que tengas un primer borrador a la mano, continúa revisándolo, teniendo en cuenta tanto la estru c-
tura del argumento como tu elección particular de palabras. Guarda tus borradores a medida que avanzas, de
modo que puedas retomar alguno si cambias de opinión. Lee tu ensayo en voz alta o pídele a un amigo que lo
lea para descifrar qué partes de tu argumento podrían confundir o no lograr persuadir al lector, y necesitan
más trabajo. Mantente abierto a cambiar de opinión y de argumentos en todas las etapas del proceso, y a c-
tualiza tu esquema a medida que esto ocurra. Tu borrador final debería ofrecer la expresión más clara que
puedas lograr de tu argumento final, adecuadamente esquematizado.

[Traducción de Marc Jiménez Rolland]

5
Evidencia
Cuando viene de tu instructor de filosofía, una solicitud
de evidencia a favor de una afirmación es general-
mente una petición de un argumento, o de un mejor
argumento. Aunque que de vez en cuando los filósofos
hacen uso de generalizaciones o resultados científicos,
por lo general evitan el asunto complejo y especializa-
do de reunir y discutir datos empíricos, y mantienen
sus investigaciones en sus sillones. Ésta es una genera-
lización muy amplia; a veces la evidencia empírica de
psicología, física u otros campos de investigación
puede utilizarse adecuadamente en argumentos filosó-
ficos. Pero si usas esa clase de evidencia de otros
campos, nunca asumas simplemente que resuelve tu
pregunta filosófica: sé cuidadoso explicando exacta-
mente por qué es relevante y exactamente qué podemos
concluir a partir de ella, y asegúrate de que reportas
con precisión lo que los científicos nos han dicho.
Los filósofos aún encuentran mucho sobre qué discutir
incluso cuando dejan de lado las cuestiones empíricas.
Por una parte, la cuestión de qué clase de evidencia
empírica se requeriría para decidirse por la respuesta
a una pregunta podría ella misma ser una cuestión no
empírica que los filósofos discuten. Por otra parte, los
filósofos pasan mucho tiempo discutiendo cómo dife-
rentes afirmaciones (que pueden ser empíricas) se
relacionan lógicamente entre sí. Por ejemplo, un pro-
yecto filosófico común es mostrar cómo dos o más
puntos de vista no pueden sostenerse consistentemen-
te en conjunto, o mostrar que aunque dos puntos de
vista son consistentes entre sí, juntos implican una
tercera afirmación poco razonable. De ser exitoso,
este tipo de argumento, conocido como reductio ad
absurdum o en breve reductio, muestra que tenemos
razones para rechazar al menos una de sus premisas.
EJEMPLO DE UNA REDUCTIO
Premisa 1: La gente a veces debe moralmente hacer lo
que de hecho no hará.
Premisa 2: Si una persona debe moralmente hacer algo,
entonces puede hacer lo que debe hacer (Principio de que
“Lo obligatorio implica lo permisible”)
Premisa 3: Si una persona de hecho hará algo, entonces no
podría haber hecho algo distinto (Determinismo).
Conclusión (a partir de 2 y 3): La gente nunca debe
moralmente hacer lo que de hecho no hará.
Aquí la conclusión contradice a la primera premisa.
Si el argumento es lógicamente valido, entonces
muestra que las tres premisas no pueden ser todas
verdaderas. Se requeriría un argumento adicional para
mostrar cuál de las tres premisas debe ser rechazada.
[Traducción de Marc Jiménez Rolland]
Los argumentos filosóficos no siempre toman la forma
de una reductio; a menudo necesitamos comenzar a
partir de algunas premisas básicas de las que depen-
derán nuestras conclusiones más importantes. A menos
que sean resultados científicos, como se mencionó
arriba, generalmente deberían ser afirmaciones con
las pueda esperarse que cualquier lector razonable esté
de acuerdo, y podrían extraerse a partir de la experien-
cia cotidiana o de nuestras intuiciones más fuertes.
Así, por ejemplo, uno podría comenzar un argumento
con la intuición de que el asesinato es incorrecto si
algo es incorrecto, o con la experiencia cotidiana de
que las cosas se ven más pequeñas cuando están más
alejadas. Al introducir un conjunto de premisas bási-
cas, deberías ser cuidadoso para evitar la falacia de
petición de principio –que consiste en usar alguna
premisa de la que uno razonablemente dudaría de no
ser por la previa aceptación de la conclusión que el
argumento intenta establecer.
EJEMPLO DE UN ARGUMENTO QUE
COMETE PETICIÓN DE PRINCIPIO
Premisa (1): Yo tengo experiencias religiosas.
Premisa (2): Si alguien tiene experiencias religiosas,
entonces Dios existe.
Conclusión: Dios existe.
Nota que, en este argumento, el término “experiencias
religiosas” es ambiguo entre dos lecturas. En una
lectura, significa experiencias genuinas de algo sobre-
natural. En esta lectura, la premisa (2) es razonable,
pero la premisa (1) es una petición de principio,
puesto que uno tendría que asumir que Dios existe
para pensar que uno ha tenido una experiencia religio-
sa. En una segunda lectura, “experiencias religiosas”
significa experiencias de algo como si fuera sobre-
natural. Pero en esta lectura, la premisa (2) es poco
razonable. Finalmente, el argumento no es lógicamen-
te válido (comete equívoco) si el término “experiencias
religiosas” significa una cosa distinta en cada una de
las dos premisas. Si el que escribe este argumento
hubiese definido sus términos más cuidadosamente,
su debilidad habría sido clara. Los términos ambi-
guos en los argumentos filosóficos son un problema
común y pueden ocultar otras debilidades.
Ya que mucho de lo que hablan los filósofos es muy
abstracto, puede ser difícil hacer que nuestra expe-
riencia cotidiana e intuiciones tengan que ver con ello.
Éste es un lugar en el que los ejemplos pueden ser
una fuente útil de evidencia. Los ejemplos también
ayudan a aclarar el significado que se asigna a los
términos. Los filósofos hacen uso de ejemplos hipoté-
ticos, y deberías sentirte libre de usarlos tú mismo.
6
UN BUEN USO DE EJEMPLOS
Jeny está argumentando a favor de la tesis de que está
permitido realizar algunas acciones que sé de antema-
no que tienen efectos colaterales, los cuales no sería
permisible proponerse realizar directamente. Ella usa
ejemplos apropiados para elucidar la noción de “efec-
to colateral conocido de antemano” y para hacer que
nuestras intuiciones sean relevantes a su tesis:
Un efecto colateral previamente conocido de una acción es un
suceso o estado de cosas que uno no se propone lograr cuando
actúa, pero que uno sabe que (probablemente) resultará de
la propia acción. Por ejemplo, decido ir en auto a clases con
el fin de ahorrar tiempo. Sé que al llevarme el auto el espacio
de estacionamiento frente a mi casa quedará vacío. Que el es-
pacio de estacionamiento quede vacío es un efecto colateral
previamente conocido de mi acción: no me propongo hacerlo,
pues mi único objetivo es llegar más rápido a clases…
Para ayudar a demostrar mi punto sobre la diferencia en
permisibilidad entre objetivos y efectos colaterales conoci-
dos, usaré el siguiente ejemplo hipotético: Memo, el piloto
de un bombardero, ha decidido liberar una bomba sobre
una importante fábrica de municiones. Memo sabe que la
fábrica está junto a un hospital, y que pueden morir cerca
de 1,000 civiles si libera la bomba. Pero bombardear la
fábrica podría contribuir a la derrota del enemigo al cortar
el suministro de municiones. Esto los desmoralizaría y
ayudaría a terminar la guerra. Sostengo que la acción de
Memo podría ser permisible. Ahora simplemente alteraré
un poco el caso: Beto, el piloto de un bombardero, ha de-
cidido liberar una bomba sobre una importante fábrica de
municiones. Beto sabe que la fábrica está junto a un hos-
pital, y que pueden morir cerca de 1,000 civiles si libera la
bomba. De hecho, bombardear la fábrica es la mejor ma-
nera de aniquilar a tantas personas, y es por esto que Beto
ha decidido liberar la bomba ahí. Matar a tantos civiles
debilitaría la resolución del enemigo y ayudaría a termi-
nar la guerra. (También tendría el efecto colateral de
interrumpir el suministro de municiones). Sostengo que la
acción de Beto claramente no es permisible.
Ejemplos como éstos podrían producir intuiciones
morales claras, y si Jeny puede construir un ejemplo
en el que pueda convencernos de que es claro que
algo sería permisible como un efecto colateral pre-
viamente conocido pero no como objetivo, ella
tendrá un buen argumento a favor de su tesis.
Hay un par de tipos de “evidencia” que no deberías
usar en los ensayos de filosofía: No argumentes que
una afirmación es verdadera, o es probable que sea
verdadera, sólo porque alguien de gran autoridad lo
creía. Las autoridades pueden estar equivocadas, y
los filósofos quieren ver los argumentos a favor de
[Traducción de Marc Jiménez Rolland]
una opinión. Y no argumentes a partir de lo que el
diccionario dice acerca de algo. Si el diccionario define
‘verdad’ como “correspondencia con la realidad”, no
puedes usar esto como un argumento a favor de que
la verdad es correspondencia con la realidad porque
ya sea tratas al diccionario como una autoridad, o lo
estás citando como un reporte del uso común. Pero
los filósofos no quieren saber lo que la mayoría de la
gente piensa o asume acerca de lo que es la verdad,
¡quieren saber qué es de hecho el caso! (nota que con-
sultar el diccionario también puede confundirte pues
algunas palabras tienen significados filosóficos técnicos
dentro del área que difieren del uso ordinario.)
Fuentes
Puedes hacer uso libre de argumentos de otros filóso-
fos en tus ensayos siempre y cuando les des el crédito
apropiado, y también hagas un ejercicio filosófico
propio. De nuevo, si tienes que explicar el argumento
de alguien más, debes hacerlo con tus propias palabras
y de acuerdo con tu comprensión clara de los pasos
lógicos que involucra. También es extremadamente
importante que, al explicar los argumentos de otros
filósofos, los interpretes caritativamente. Esto no
significa que te esté prohibido criticarlos, sino más bien
que debes interpretar a cada autor como sosteniendo
el argumento más fuerte posible que sea consistente
con lo que han escrito. Si el argumento de un filósofo
parece obviamente erróneo, entonces probablemente
no lo has entendido apropiadamente. Incluso si un
argumento del filósofo parece correcto, debes tener
mucho cuidado evitando confundir el argumento con
cualquier otro argumento que suene similar a él.
Una manera de ayudar a evitar estas dificultades es
entrenarte a ti mismo a leer los artículos filosóficos
con lentitud y con cuidado con el fin de entender los
pasos precisos del argumento del autor. Es común te-
ner que leer un artículo de filosofía varias veces para
captar sus detalles. La filosofía es difícil por naturale-
za: para evitar hacerla más difícil, ¡asegúrate de que
el argumento en tu ensayo sea tan absolutamente
claro y fácil de entender como sea posible!
Si se te pide que ofrezcas un argumento o una objeción
y la tarea no requiere que sean tuyos, entonces gene-
ralmente puedes usar uno que hayas aprendido en
clase o de otras lecturas, con los créditos apropiados.
En este caso, no deberías sólo poner el argumento con
tus palabras y la forma lógica que te parezca más clara,
sino también ver si hay alguna manera en la que
podrías mejorar el argumento. Quizá puedes ofrecer
razones para modificarlo, u ofrecer consideraciones
adicionales en su defensa que ayuden a explicar por qué
lo encuentras razonable. Busca maneras de mostrar
que estás haciendo tu propio razonamiento filosófico.
7

Convenciones Usa frases de “señalización”

Ciertas convenciones son útiles y generalmente se es-
peran en los escritos filosóficos:
 Evita las citas directas. Si necesita citar, citar con mo-
deración y, después de tus citas, explica qué quiso decir
el autor con tus propias palabras. (Hay momentos en
los que las citas directas breves pueden ser útiles, por
ejemplo, cuando deseas presentar e interpretar una posi-
ble ambigüedad en el texto del argumento de un autor).
Cuando haces una paráfrasis, debes hacer un trabajo fi-
losófico: explica cualquier término ambiguo o términos
técnicos en la fuente, y recuerda que tu tarea no es expli-
car las oraciones del autor en el texto, sino su argumento:
proponte demostrar que lo has entendido y que no sólo lo
estás repitiendo con palabras diferentes.
 Usa pronombres personales en primera persona y
pronombres posesivos libremente; señaliza. Frases
como “Usaré el término ‘realista’ con el significado…”
son útiles para aclarar el uso de los conceptos y la ter-
minología. Frases como “Argumentaré que…”, “Ahora
mostraré que…”, “Daré tres ejemplos…”, “Mi segunda
objeción es…” o “Mi argumento ha demostrado que…”
son ayudas extremadamente útiles para comunicar la
con frecuencia en tus ensayos
para darle al lector una idea
clara de a dónde se dirige tu
argumento
 Di exactamente lo que quieres decir, y no más de lo
que necesitas decir. Usa una prosa simple y oraciones
cortas y simples. Si puedes completar tu argumento en
menos páginas de las permitidas por la tarea, busca
premisas o pasos que puedan necesitar apoyo adicio-
nal, o anticipa y responde a objeciones adicionales.
Agrega ejemplos donde puedan ayudar a aclarar el sig-
nificado de un concepto o una afirmación o para
persuadir a un lector dubitativo de algo. Un ensayo de
filosofía debe establecer un punto modesto tan clara,
cuidadosa y concisamente como sea posible.


estructura de tus argumentos y de tu ensayo en general.
Usa frases de “señalización” como éstas con frecuencia
en tus ensayos para darle al lector una idea clara de a
dónde se dirige tu argumento en todo momento (ten en
cuenta que tales frases no siempre se formulan en primera
persona, e.g., “Smith ofrece tres objeciones principales…
La primera objeción de Smith es… Pero podría contes-
tarse que… La segunda objeción de Smith es… “).
 Ten cuidado con el lenguaje especializado. Ciertos
términos y frases están reservados en filosofía para
significados especiales y estrechos que son peculiares
del área. Éstos incluyen deducción, petición de principio,
válido, inválido, sólido (utilizados para describir argu-
mentos) y vago (utilizado para describir términos o
conceptos). Comprende cómo se usan estas palabras en
filosofía antes de utilizarlas en tu redacción.

 Para una guía más extensa sobre el tema, véase:

A Guide to Philosophical Writing, by Elijah Chudnoff.
http://isites.harvard.edu/k24101

 La página de James Pryor

http://www.jimpryor.net/teaching
tiene algunos recursos introductorios que encontrarás útiles, incluyendo
“Orientaciones para leer filosofía” (pues necesitas aprender a leer filosofía
antes de que puedas escribirla) y algunas notas sobre “Términos y métodos
filosóficos.”

Agradecimientos especiales a Dina Bogecho, Warren Goldfarb, Ned Hall, Christine Korsgaard y Brian Wood por sus útiles comentarios.
© Copyright 2008, Simon Rippon, for the Writing Center at Harvard College

[Traducción de Marc Jiménez Rolland]