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Trabajo Práctico 2
Trabajo Práctico 2
En el trabajo anterior vimos dos temas, por un lado las clases de palabras y por el otro
empezamos a leer, pensar y escribir al respecto de los daños que hacen ciertos sectores de la
sociedad al medioambiente, en particular, al Delta del Paraná. En este trabajo también vamos a
avanzar con dos temas, vamos a pensar el tema de la contaminación desde un punto de vista
literario y vamos a ver la narración como tipo de texto.
La narración
La narración es una forma de contar hechos reales o ficticios. La podemos utilizar en
textos muy breves y para referirnos a actos de una manera muy rápida y general: “Ayer estuve
leyendo mucho y me hizo muy bien”. O bien, en textos de muchas páginas, como ocurre con
gran cantidad de novelas. Las podemos distinguir entre narraciones ficcionales (que refieren
hechos imaginarios, por ejemplo la novela de Julio Verne, De la Tierra a la Luna) y narraciones
no ficcionales (que refieren hechos reales, como la noticia de la llegada a la Luna).
El narrador
Para que exista una narración es necesario que exista un narrador. El narrador en quien
narra o cuenta hechos o acciones. En general, este narrador es la figura creada por un escritor
literario para dar cuenta de una historia en la que participan personajes que él también crea. Así
como hay narradores ficcionales podemos encontrar narradores no ficcionales. Para descubrirlo,
siempre hay que analizar si el relato contiene hechos ficcionales, reales o que mezclan la
realidad con la ficción; o si es evidente que se narran episodios de un contexto ajeno al
del escritor, como en el caso de narraciones que suceden en tiempos y lugares remotos. Por
lo general, cuando el narrador no es ficcional confiamos en lo que nos cuenta y sabemos que
está hablando de un hecho de la realidad, por ejemplo, cuando en el diario se narra un suceso,
confiamos en que lo que se cuenta es verdad y está limitado a la función informativa. Cuando el
narrador es ficcional, lo que dice no está atado a la lógica de verdad o mentira porque ocurre
dentro del marco de la ficción.
Reglas de la H
Reglas de la Z, C y S
Cuando la Z está entre vocales débiles, se transforma en C. Esto suele pasar en varios
plurales de palabras que terminan en Z. Por ejemplo: pez/peces, lápiz/lápices,
tamiz/tamices.
Los adjetivos terminados en -osa u -oso se escriben siempre con S. Por
ejemplo: trabajoso, amorosa, cenagoso, fibrosa, meloso.