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WALTER VINICIO DURAZNO MONTALVÁN

 La escultura fue el arte que


más predominó durante la
etapa colonial en la Real
Audiencia de Quito, se
utilizaron principalmente
materiales como la madera,
piedra, cera y marfil. Similar a
lo que sucede con la pintura,
se centra sobre todo en los
temas relacionados con la
religión. (Benítez & Garcés,
1998)

Virgen Alada Bernardo de Legarda


 Durante la época de la colonia se usaba el
desbastado y también el ensamblaje. El proceso
iniciaba con el trazo de los moldes en papel, estos
tenían que ser de tamaño natural y guardar
relación de proporciones y simetría así como los
detalles exactos que darían forma a la figura. El
escultor debía poseer habilidades tanto para la
carpintería como para el dibujo. Las herramientas
debían estar debidamente cuidadas y afiladas
para dar inicio al esculpido de la madera.
 La superficie se trataba con una mezcla de agua,
cola para emparejarla y seguir con el proceso de
pintura o decoración. Previo a esto debía lijar,
perfeccionar y pulir la superficie para lograr un
mejor acabado.
 Luego se procedía a policromar la pieza o dorarla
para que se convirtiera en una obra perfecta. Las
láminas de oro y de plata se colocaban de dos
maneras distintas: la primera con la utilización de
agua y la segunda con la aplicación de barniz.
Para su preparación
se utilizaba cola con
carbonatos después
se pule dando color la
última fase se pulía
con vejiga húmeda de
borrego el cual daba
brillo.
 El origen del nombre se cree
que se encuentra en la
palabra italiana “stoffa”, cuyo
significado es tela rica. En
otras palabras consiste en
imitar las telas bordadas,
dando una gran riqueza en la
policromía que se pone sobre
el dorado, para semejar
brocados, sedas, bordados,
etc., ricamente trabajados
para dar todo el realismo de
estos textiles. Técnica que
sirve para incluir pan de oro
dentro de su policromía.

San Pedro Nolasco. Siglo XVIII


 Para lograr una mayor
sensación de realismo
se recurrió a
los postizos como el
pelo natural, la resina
para las heridas, los
ojos de cristal,
dientes y uñas de
asta, cuerdas, olivos o
comidas verdaderas.
Consiste en forrar
la superficie con
pan de plata
recubrirla con
lacas, con pinturas
transparentes
dejándola oculta
para mantener el
brillo del metal.

ARCANGEL GABRIEL EN MADERA


CON ALAS DE PAN DE PLATA
Consiste en recubrir
la pieza con resina
vegetal conocida
como colorantes esta
se adhiere a la
superficie de la
madera dando un
acabado
impermeable y de
gran belleza.
Se trabajaba en
manos y rostro,
mientras que el
cuerpo era
trabajado
vagamente ya que
era para vestir.

Virgen de El Cisne
(1594) “Patrona
Nacional del Turismo” Virgen del Quinche. Diego de Robles.1589.
1996.
Diego de Robles.1594.
Quitar con
estilete las
superficies
decoradas y
dejar
translucir el
brillo del
metal.
Detalle del esgrafiado

La Capilla de Cantuña
tiene al patrono de los
pintores, San Lucas,
que se atribuye al
padre Carlos.
Talla completa Santa Marta y la
Virgen María. Siglo XVIII. Nótese el
profuso estofado.
 La técnica dictaba primero preparar una mezcla de cola y
yeso que se aplicaba en toda la superficie para cubrir
cualquier desperfecto de la madera, como poros y astillas. El
siguiente paso consistía en la aplicación del bol (tierra rojiza
y fina, bien molida, a la que se agregaba el aglutinante) que
servía para facilitar la adhesión y pulimento del oro, metal
que se utilizaba en forma de hojas cuadradas sumamente
delgadas y resistentes –Pan de oro-. Cabe aquí hacer un
paréntesis para recordar que estas “hojas de oro” eran
preparadas por el gremio de los batihojas que, como su
nombre lo indica, golpeaban o batían moneda o fracciones
del metal, de tal manera que, a golpes, lo convertían en
polvo, y con él formaban las hojas que servían para dorar los
retablos y estofar las esculturas.
 Con mucho cuidado se colocaban, una por una, las hojas
doradas sobre la superficie de la madera que semejaba la
vestimenta; luego se bruñía el oro con piedra de ágata para
darle el brillo deseado. Posteriormente, se pintaban sobre el
oro, con diferentes colores, los motivos decorativos,
generalmente flores y hojas. Los colores se mezclaban en
temple de yema o clara de huevo, aunque también se usaron
aceites. Una vez seca esta pintura, se procedía al esgrafiado.
Se utilizaban para ello punzones de diversas formas que, al
raer la pintura haciendo puntos, círculos, rayas, etcétera,
descubrían el oro que estaba al fondo, en Guatemala
también se usaba pan de plata para el estofado y además se
utilizó la aplicación de telas para las orlas para darles mayor
realismo. Todo este proceso hizo que se valorara más el
trabajo del encarnador, dorador o pintor que el del escultor.

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