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El documento narra una historia tradicional de la cultura mapuche sobre el origen de la noche. En la historia, el niño mapuche Cochipil observa que un ratón tiene "noche" en su cueva y duerme a salvo del sol. Cochipil le pide al ratón que le preste su noche, y a cambio le da comida. El ratón acepta y libera un aire negro de sus ojos y orejas que rápidamente cubre la luz del sol, creando así la primera noche.
El documento narra una historia tradicional de la cultura mapuche sobre el origen de la noche. En la historia, el niño mapuche Cochipil observa que un ratón tiene "noche" en su cueva y duerme a salvo del sol. Cochipil le pide al ratón que le preste su noche, y a cambio le da comida. El ratón acepta y libera un aire negro de sus ojos y orejas que rápidamente cubre la luz del sol, creando así la primera noche.
El documento narra una historia tradicional de la cultura mapuche sobre el origen de la noche. En la historia, el niño mapuche Cochipil observa que un ratón tiene "noche" en su cueva y duerme a salvo del sol. Cochipil le pide al ratón que le preste su noche, y a cambio le da comida. El ratón acepta y libera un aire negro de sus ojos y orejas que rápidamente cubre la luz del sol, creando así la primera noche.
www.ecomadrigal.cl Profesora Marina Cares Montecino marina.cares@ecomadrigal.cl FLUIDEZ LECTORA PÁGINA 62 TEXTO ESCOLAR DE LENGUAJE.
La noche del tatú 4
Los antiguos tejieron tupidos techos de paja y bajo ellos colgaron las hamacas. 17 Pero no pudieron dormir. 22 El Padre Primero no había creado aún la noche. El sol alumbraba todo el tiempo. 39 El brillo y el calor caían sobre las criaturas sin descanso. No había amanecer ni 55 anochecer, solamente mediodía. 60 Un día, Niva, la mamá de Cochipil, descubrió que el ratón tenía una pequeña noche 78 en su cueva junto a la cocina. 86 —El ratón tiene noche, y nosotros no —contó al pequeño Cochipil. El niño sintió 102 curiosidad y se tendió en el suelo a mirar la noche del ratón. 116 El animalito robaba algún pedazo de carne o se comía una cucaracha y corría a 131 esconderse en su cueva. Se ponía a dormir envuelto en su cola. 145 —¡Qué buena es la noche del ratón! —dijo Cochipil a su padre, el jefe Nahua. 162 —¿La noche del ratón? ¿Dónde la viste? —preguntó Nahua, sobresaltado. 178 —Allá, cerca del fogón donde cocina mamá —contestó el niño. 190 —¡El ratón tiene noche y nosotros no! 199 —Mi mamá dijo lo mismo —observó el chiquillo. 208 —Ya que tú conoces donde guarda su noche el ratón, ¿por qué no se la pides 226 prestada? 228 —Lo intentaré —contestó Cochipil, entusiasmado. 235 Cuando su madre le dio una de las numerosas comidas del día, guardó 249 los pedacitos de carne más sabrosos. Mientras sus padres dormían una 261 corta siesta en las hamacas, Cochipil se acercó a la cueva del ratón. 276 Con gran cuidado, para no asustarlo, puso delante de la entrada los 290 trozos de carne. 294 Apenas el ratón asomó su hocico puntiagudo, el niño le dijo con suave voz: 310 —Si me prestas tu noche, te traeré más carne. 321 Al ratón le brillaron los negros ojillos y aceptó. 231 Luego de roer los trozos de carne, salió de sus ojos y de 245 sus orejas un aire negro; subió al cielo y empezó a cubrir 258 rápidamente la luz del sol. 264