A finales del siglo XIX, el motor de Diesel ya se utilizaba en la industria y en algunas locomotoras. En 1903 se contruyó el primer barco movido por un motor diesel. Sin embargo, este motor aún no se podía utilizar en vehículos por ser demasiado grande, pesado y ruidoso, debido principalmente a la compleja instalación que requería el sistema utilizado para inyectar el combustible. En 1922, el técnico alemán Robert Bosh decidió desarrollar su propio sistema de inyección para motores Diesel. En 1925 consiguió culminal su proyecto con la bomba de inyección en línea y en 1927 comenzó la fabricación en serie de ésta. La bomba inyectora diseñada por Bosch permitió el uso por primera vez del motor diesel en vehículos. El primero fue un camión fabricado por MAN. Este llevaba un sistema de inyección directa al cilindro, lo que provocaba que el motor tuviera una mala combustión con excesivas vibraciones y ruidos. No fue hasta 1936 cuando se fabricó por primera vez un coche propulsado por un motor diesel, el Mercedes-Benz 260D. Conseguía dar una potencia de 33 kW (45 CV) con un consumo de 9.5 l/100km. Este motor tenía como novedad la inyección en una cámara 4 Sistemas de Inyección en Motores Diesel de precombustión. Con esto se consiguió mejorar la combustión y reducir el ruido del motor, haciendo factible su uso en la automoción. La bomba de inyección en línea fue el sistema de inyección utilizado en los motores diesel durante muchos años. A medida que se desarrollaba el campo de la aotomoción se hacía cada vez mas preciso desarrollar un sistema de inyección más avanzado, pues la bomba en línea no conseguía dar al motor la aceleración y respuesta suficientes para poder competir contra los motores de gasolina de la época. Así en 1962 Bosch creó un nuevo prototipo de bomba inyectora que conseguía satisfacer estos requisitos, la bomba rotativa. El desarrollo de las bombas rotativas, debido principalmente a la incorporación de la electrónica y el aumento de la presión de inyección, hizo que los automóviles con motor Diesel fueran ganando cada vez mas peso en el mercado. El desarrollo de los sistemas de inyección ya no solo estaba impulsado por mejorar el rendimiento del motor. También debía hacer frente a las resticciones sobre emisiones contaminantes, cada vez más exigentes. En la actualidad existen sistemas que son capaces de controlar la inyección de forma totalmente electrónica, con presiones de inyección muy elevadas. Solo así se consigue cumplir la legislación vigente sobre emisiones. Con el desarrollo de los sistemas de inyección y la incorporación del uso del turbocompresor, los automóvles con motor Diesel han conseguido prácticamente igualar en prestaciones a los de gasolina. Por esto y su mayor eficiencia, el Diesel esta cada vez más extendido y en los últimos años ha llegado a superar en ventas a los automóviles con motor de gasolina. PRINCIPIOS BASICOS DE INYECCIÓN DEL COMBUSTIBLE El proceso de combustión en el motor diesel que influye fuertemente en factores tales como el rendimiento, las emisiones de los gases de escape y el nivel de ruido, depende en gran medida de cómo se prepara la mezcla aire-combustible. Los parámetros de la inyección más influyentes en la calidad de la mezcla formada son principalmente: Inicio de la inyección Curva de inyección y duración de la inyección Presión de inyección Número de inyecciones En los motores diesel, los gases de escape y el ruido de la combustión, se pueden reducir en gran parte con medidas dentro del motor, es decir, controlando el proceso de combustión. Hasta la los años 1980 la cantidad de combustible inyectado y el inicio de la inyección eran controlados únicamente de forma mecánica. Sin embargo, el compromiso con la limitación de emisiones requiere una alta precisión de los parámetros de inyección (preinyección, inyección principal, cantidad de combustible inyectada, presión de inyección y comienzo de la inyección) adaptados al estado de operación del motor. Esto sólo es posible utilizando una unidad de control electrónico ECU (Electronic Control Unit) que calcula los parámetros de inyección en función de otros parámetros externos como: temperatura, velocidad del motor, carga, altitud, etc. El control electrónico EDC (Electronic Diesel Control) se ha extendido de forma general en los motores diesel. Tipos de camara de combustión La forma de la cámara de combustión es uno de los factores determinantes en la calidad de la combustión y, por tanto, del rendimiento del motor y las características de los gases de escape. Con el diseño adecuado de la cámara de combustión y el movimiento del pistón se puede conseguir crear turbulencias en el interior del cilindro y así mejorar la formación de la mezcla aire/combustible. Según el diseño de la cámara de combustión, los moteres se dividen en dos tipos: Moteres con cámara de combustión abierta o de inyección directa (el combustible se inyecta directamente en la cámara de combustión). Motores con cámara de combustión dividida o de inyección indirecta (la inyección tiene lugar en la precámara o cámara de turbulencia). Motores con cámara abierta (inyección directa) Una cámara de combustión abierta es aquella en la que el espacio de combustión no contiene restricciones suficientemente pequeñas como para producir diferencias grandes de presión entre partes diferentes de la cámara durante el proceso de combustión. En la cámara abierta la formación de la mezcla aire/combustible depende únicamente de las características del chorro y del movimiento del aire dentro del cilindro. Por este motivo, este tipo de motores son muy sensibles a la pulverización del combustible, que debe ajustarse con precisión para asegurar una mezcla rápida. La formación de la mezcla se ve favorecida por el uso de altas presiones de inyección y la subdivisión del chorro. En el caso de los motores de gran velocidad (cilindros pequeños), se favorece el proceso de mezcla mediante la creación de swirl (movimiento de remolino provocado por la inercia del aire que entra al cilindro El movimiento del aire favorece la homogeneización de la mezcla y acelera el proceso de combustión. En los motores de mayor tamaño, la cantidad de movimiento y la energía del chorro son suficientes para alcanzar una distribución del combustible y velocidad de mezcla adecuadas. Motores de inyección directa (DI) En los motores Diesel de inyección directa, la velocidad del aire en la cámara de combustión es relativamente lenta, ya que sólo se mueve a causa del momento de inercia de su masa. Esto genera un movimiento en forma de remolino dentro del cilindro (swirl). La carrera de compresión del pistón intensifica el moviento del aire dentro del cilindro al forzarlo a entrar en el hueco del pistón, de menor diámetro que el cilindro (squish). A pesar de esto, en movimiento del aire el menor que en los motores con cámara dividida. Debido al menor flujo de aire, el combustible debe ser inyectado a mayor presión (la presión máxima de pico puede estar entre 1000 y 2200 bar). Sin embargo, a excepción de los sistemas Common Rail, esa presión máxima de pico sólo se alcanza a altos regímenes de giro del motor. Un factor decisivo para obtener una curva de par ideal con bajo nivel de emisiones de partículas, es conseguir inyectar el combustible a alta presión cuando el motor funciona a baja velocidad y plena carga. Como la densidad del aire a baja velocidad es relativamente baja, se debe limitar la presión máxima de inyección para evitar la deposición del combustible en las paredes del cilindro. Por encima de las 2000 rpm aproximadamente se llega a la máxima presión del aire de entrada, y la presión de inyección se puede incrementar. Para obtener la máxima eficiencia del motor, el avance de la inyección de debe ajustar en función de la velocidad del motor. A altas velocidades del motor se requiere una presión de inyección alta para poder acortar la duración de la inyección. Un inyector es un componente del sistema de inyección de combustible. Su misión es pulverizar, de forma homogénea y en el instante preciso, una cantidad de combustible determinada hacia la cámara de combustión donde, al mezclarse con el aire a elevadas temperaturas, se consigue la combustión. Así, en este artículo se explica el funcionamiento de un inyector y las partes que lo conforman, y se exponen los tipos de inyectores diésel disponibles en el mercado.
Partes de un inyector y funcionamiento
Los inyectores diésel se localizan sobre los cilindros (un inyector para cada cilindro), en la culata del bloque motor y su movimiento está gobernado por la presión de combustible generada por la bomba de inyección. Cada inyector está controlado por la centralita electrónica, que determina la cantidad de combustible que debe entrar en el motor en función de la necesidad del vehículo. El inyector está compuesto por las siguientes partes: Porta-tobera: bloque de acero que funciona como estructura de guiado para el montaje del resto de componentes. A través de este bloque, entra el carburante hacia la cámara de presión del inyector. Tobera (o inyector): pieza fijada a la porta-tobera mediante un manguito roscado. En su interior se monta la válvula de aguja; esta permite formar una cámara de presión estanca ya que la punta de la misma tapona los orificios de salida del inyector. Válvula de aguja: pistón que actúa como compuerta de inyección. En estado de reposo la válvula cierra el paso de combustible. Resorte: muelle cuya fuerza en reposo permite el cierre estanco de la válvula contra el orificio de salida del inyector. El aumento de la presión del combustible recae sobre la solapa cónica de la válvula y la levanta, venciendo la fuerza del resorte. En este momento, el combustible se inyecta a través de los orificios del inyector hacia la cámara de combustión del cilindro. Una vez finalizada la inyección, el resorte vuelve a empujar la válvula de aguja contra el asiento de estanqueidad. Varilla de empuje: vástago que comunica el movimiento entre la válvula de aguja y el resorte. Tornillo de reglaje: tornillo que permite ajustar la presión de inyección del combustible. Racor de cierre: durante el proceso de inyección, se filtra una pequeña dosis de combustible entre la válvula de aguja y la porta-tobera. De este modo se consigue lubricar el resto de elementos del inyector. El racor de cierre hermetiza el conjunto del inyector y permite la vuelta del combustible residual al tanque.
Tipos de inyectores diésel
Existen dos tipos de sistemas de inyección: sistemas de inyección directa y sistemas de inyección indirecta. Los sistemas de inyección directa, utilizados en los motores diésel, inyectan el carburante en la cámara de combustión, mientras que los sistemas de inyección indirecta lo hacen fuera de la cámara de combustión. Los inyectores diésel de un sistema de inyección directa están integrados directamente sobre el cilindro, por lo tanto, el combustible que dosifica el inyector entra directamente a la cámara de combustión del motor. Este tipo de inyección es un sistema más eficiente que el de la inyección indirecta porque ofrece ahorro de combustible y mejora el rendimiento del motor. Existen dos tipos de inyección directa en función del método en que se ejecuta: El método common-rail (‘conducto común’) es un sistema electrónico de inyección de combustible. El carburante del tanque es succionado hacia la bomba de alta presión. Esta lo bombea a alta presión hacia el conducto común, que actúa de acumulador y se encarga de mandar el combustible a los cilindros a través de los inyectores, controlados mediante electroválvulas por la unidad de control electrónica (ECU). El método bomba-inyector es un sistema de inyección en el que cada cilindro dispone de una bomba y un inyector, por lo tanto, la alta presión se genera directamente en cada cilindro, evitando de este modo, tuberías y consiguiendo mayores presiones. Averías y consejos de mantenimiento El estado de los inyectores está directamente relacionado con las prestaciones y la vida útil del motor y con el consumo de combustible. Normalmente, una avería en los inyectores se evidencia por una drástica reducción de potencia y por el aumento significativo del consumo. Si la avería está localizada en un inyector, el resto de inyectores no se verán afectados. Sin embargo, en los sistemas common-rail, es recomendable reemplazar la totalidad de los inyectores para asegurar la protección y equilibrado del motor. Las averías que obligan a sustituir los inyectores son las siguientes: Desgaste u oclusión de uno o varios inyectores. El vehículo da tirones y desprende un olor a combustible puro. Si la obstrucción se detecta con suficiente antelación, se puede optar por una limpieza de los inyectores mediante el uso de aditivos o bien en el taller, por medio de ultrasonidos o descarbonizadoras, alternativas más económicas a la sustitución. Sistema atascado permanentemente abierto. El vehículo expulsa humo negro y las bujías están impregnadas de combustible. Aunque este tipo de averías es poco común, la reparación del sistema de inyección es una tarea compleja y costosa, por ello, es fundamental atender a la prevención siguiendo estas recomendaciones: Realizar las tareas de mantenimiento preventivo y predictivo respetando los plazos recomendados por el fabricante del vehículo, especialmente en la sustitución del filtro de combustible (comúnmente, cada 30.000 km). No apurar el depósito de combustible por debajo de una cuarta parte del tanque para evitar que los sedimentos de carburante entren en el circuito. Asegurarse de la procedencia y calidad de los combustibles. En el caso de rellenar el depósito con el combustible equivocado, hay que vaciarlo con la máxima urgencia y purgar el circuito.
Añadir aditivos limpia-inyectores es una opción para prevenir
obstrucciones. No obstante, siempre hay que atender a las especificaciones del producto y a las recomendaciones del fabricante. Como cualquier elemento del motor, los inyectores diésel exigen un mantenimiento básico. Es importante cumplir con las advertencias descritas para evitar averías de mayor envergadura.