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Tema I

DESARROLLO HISTÓRICO
DE LA PSICOPATOLOGÍA

«El proceso de estudiar a los seres humanos no significa leer a las personas
como si fueran libros de texto... sino más bien ponerse detrás de ellas y leer
por encima de sus hombros el libro de texto cultural que ellas están leyendo»
(Cushman)
Psicopatología General 1

INDICE

1.- INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................... 2


2.- LAS CONCEPCIONES SOBRENATURALES, MORALES Y NATURALES DE LA
“ENFERMEDAD MENTAL” .............................................................................................................. 2
3.- LA CONSOLIDACIÓN DEL MODELO NATURALISTA: LAS CIVILIZACIONES GRIEGA Y
ROMANA Y EL NACIMIENTO DE LA IDEA DE ENFERMEDAD MENTAL ............................. 3
5.- EL RENACIMIENTO: LA MEDICINA PRECIENTÍFICA ............................................................... 4
6.- HACIA LA PSICOPATOLOGÍA MODERNA: LOS SIGLOS XVII, XVIII Y XIX ........................... 4
6.1.- Modelo biomédico .............................................................................................................................. 4
6.2.- Las teorías anatomopatológicas de la locura ........................................................................................ 4
6.3.- La perspectiva fisiopatológicas de las enfermedades nerviosas ............................................................ 5
6.4.- La perspectiva de la herencia y la teoría de la degeneración en el siglo XIX ......................................... 5
6.5.- El mesmerismo y la tradición de los magnetizadores ........................................................................... 5
6.6.- La primera gran revolución de la psiquiatría: el tratamiento moral ....................................................... 6
7.- LA CONSOLIDACIÓN DE PSICOPATOLOGÍA COMO DISCIPLINA FORMAL ....................... 6
7.1.- Las propuestas organicistas: el modelo de la patología cerebral ............................................................ 6
7.2.- Del mesmerismo a la perspectiva psicoanalítica ................................................................................... 6
7.3.- Primeros intentos nosológicos: antecedentes de los sistemas de clasificación ....................................... 7
7.4.- La aplicación del método experimental en Psicopatología.................................................................... 7
7.5.- La perspectiva fenomenológica ........................................................................................................... 7
8.- REFERENCIAS.................................................................................................................................... 8
9.- LECTURAS RECOMENDADAS ........................................................................................................ 8
2 Tema 1: Desarrollo histórico de la Psicopatología

1.- INTRODUCCIÓN
A la hora de afrontar la historia de la Psicopatología nos encontramos con varios problemas:
1. Los sesgos del propio historiador que la relata y la carencia de pruebas documentales sistemáticas
(Maher y Maher, 1995)
2. La propia definición del objeto de estudio de la Psicopatología que ha ido variando a través del
tiempo y de las distintas culturas señalan (Coto, et al., 2008)
3. Las traducciones que se han realizado de textos antiguos y/o científicos que no siempre han sido
acertadas.
4. El presentismo, es decir, estudiar el pasado en atención al presente (Coto et al., 2008). El mayor
peligro del presentismo es que deja de lado los contextos social, cultural, político y económico
en los que se enmarcan los conceptos sobre lo psicopatológico de las diferentes épocas
históricas. Sin embargo, las psicopatologías dependen, en gran medida, de lo que el grupo social
de referencia considera adecuado y adaptativo según los condicionantes del contexto (Belloch, et
al. 2020).
En conclusión, los conceptos sobre la locura no surgen al margen de una determinada visión del
mundo, es decir no son neutros. No es lo mismo decir que la causa de la locura es la posesión demoníaca,
o que es una enfermedad, o que es un comportamiento anormal, o una actividad cognitiva desviada y
anómala. El cambio de una explicación a otra se suele producir por la concurrencia de (o la construcción
de) explicaciones más compatibles con el momento social y cultural (Magaro, 1976). Si la sociedad idealiza
o valora positivamente un modo determinado de ser, de sentir, de pensar o de comportarse, la ausencia de
los valores implícitos en esos modos e, incluso, su puesta en entredicho será probablemente considerada
como impropia e inadecuada para la imagen dominante de persona. La consecuencia de ello es obvia: las
imágenes que una sociedad, o un grupo humano dominante, posean acerca de lo que es verdaderamente
humano y, por extensión, de lo normal y ajustado a derecho serán imperativos inescapables a la hora de
construir las imágenes de lo psicopatológico (Belloch, 1993; Coto et al., 2008).

2.- LAS CONCEPCIONES SOBRENATURALES Y NATURALES DE LA “ENFERMEDAD


MENTAL”
En los primeros períodos de lo civilización griega, la locura se consideraba un castigo divino, un signo
de culpa por transgresiones mayores o menores. La cólera de los dioses enviaba a espíritus malignos
personificados en las diosas Lisa y Manía que poseían al enfermo. El tratamiento buscaba combatir la
locura mediante diversos ritos expiatorios que eliminaran las impurezas. Los sacerdotes mediaban en las
oraciones de una persona enferma para asegurar su curación en los templos dedicados al dios de la
medicina, Asclepios (Belloch, et al., 2020).
Pero también en esta época se empezó a extender una explicación más racional o naturalista de la
enfermedad, imputando la enfermedad física y psíquica a la interacción de los humores corporales. Así,
Pitágoras (582-510 a. C.) reafirmó la importancia de identificar los principios científicos subyacentes que
pudieran explicar todas las formas de comportamiento humano. Fue uno de los primeros filósofos en
afirmar que el cerebro era el órgano del intelecto humano, pero también la fuente de las perturbaciones
mentales. Adoptó la noción de los humores biológicos (i. e., líquidos corporales naturales) y postuló el
concepto de temperamento emocional para ayudar a decodificar los orígenes de pasiones y
comportamientos aberrantes.
Psicopatología General 3

En la mayoría de las civilizaciones, convivió una medicina natural y una medicina mágica en el mismo
espacio temporal, donde en la primera se delegaba las enfermedades explicables y en la segunda los
fenómenos inexplicables (conductas inesperadas o enigmáticas) (Vázquez, 1990).

3.- LA CONSOLIDACIÓN DEL MODELO NATURALISTA: LAS CIVILIZACIONES GRIEGA


Y ROMANA Y EL NACIMIENTO DE LA IDEA DE ENFERMEDAD MENTAL
Hipócrates (460-377 a. C.) es el auténtico precursor de que la locura sufriera un cambio radical en su
concepción, en cuanto a que propone que los trastornos mentales son semejantes a las enfermedades físicas
puesto que ambos corresponden a una alteración anatómica (básicamente cerebral) o fisiológica (Vázquez,
1990; Coto, et al., 2008). Además, consideró al cerebro como el órgano principal de la vida intelectiva, por
lo que la conducta y/o el pensamiento desviado tenían que deberse a algún tipo de patología cerebral. Es
decir, la locura pasaba de ser considerada como una maldición o imposición divina a conceptualizarse
como una enfermedad.
En los siglos posteriores, la hegemonía política y militar pasaría a Roma. Una de las aportaciones más
relevantes de la cultura romana vino de la mano del derecho, ya que se empezó a considerar el estado
mental de los sujetos como atenuante en la posible responsabilidad del sujeto sobre sus actos (Vázquez,
1990; Coto, et al., 2008).
Las contribuciones más notables que se realizaron desde la medicina se debieron a Areteo de Capadocia
(30-90 d. C.), Aulo Cornelio Celso (25 a. C-50 d. C.) y, muy especialmente a Galeno de Pérgamo (130-200
d. C.).. Así, Areteo destacó la importancia de las variables premórbidas de personalidad, señalando que
ciertos trastornos no eran más que una extensión de los rasgos normales de personalidad. También, señaló
el carácter cíclico de los estados maníacos y depresivos, indicando que entre las diferentes fases de
enfermedad se podían encontrar periodos de lucidez. Pero la aportación más relevante fue considerar las
enfermedades mentales teniendo en cuenta su curso y su estado final, un principio clasificatorio precursor
de clasificaciones posteriores como la de Kraepelin.
Galeno (130-200 a.C.), conceptualizó la enfermedad basándose en que “ninguna función se daña sin que la
parte que gobiernan esa función esté afectada”. Su teoría sobre los temperamentos supuso el origen de los
planteamientos biotipológicos sobre las diferencias individuales. su contribución más conocida fue la teoría
de los temperamentos, donde identificó cuatro combinaciones básicas (sanguíneo, colérico, flemático y
melancólico), cuya buena mezcla daba lugar al equilibrio temperamental.
Por su parte, Celso (siglo I. a.C.) redactó el tratado De Medicina (14-37 d.C.) que fue ampliamente
utilizado por los médicos hasta el siglo XVI, debido a que este libro reflejaba fielmente los conceptos sobre
la locura y las prácticas terapéuticas a emplear.

4.- LA EDAD MEDIA


En esta época coexisten tres marcos culturales diferentes (el bizantino, el árabe y el cristiano). En la
medicina bizantina se siguen fielmente los principios humorales. La civilización árabe, sigue la tradición
humoral y, probablemente, se deba a ella la creación de los primeros hospitales o centros de cuidado y
protección de los “locos” (Vázquez, 1990). Mientras que en el mundo occidental no se dieron grandes
avances científicos en lo que a la enfermedad mental se refiere, pero si encontramos como la Iglesia se
convierte en la institución social y legal más importante de la Edad Media. La Iglesia, empezó a analizar el
4 Tema 1: Desarrollo histórico de la Psicopatología

fenómeno de la locura no en función de su cualidad extravagante, sino bajo la perspectiva de si estas


personas estaban o no al servicio de Satán (Ullman y Krasner, 1975).
A pesar de que estas creencias fueron las imperantes durante la mayor parte de la Edad Media, no
podemos olvidar las contribuciones que realizaran los pensadores escolásticos en el siglo XIII, sobre todo,
Alejandro el Grande (1193-1280) y Tomás de Aquino (1225-1274) que adoptaron una postura organicista
respecto a los trastornos mentales. Partiendo de la premisa de que el alma era cuasi divina y por tanto no
podía enfermar, la locura tenía que estar vinculada a una enfermedad somática donde el uso deficiente de la
razón era una de sus causas primigenias (Mora, 1982).

5.- EL RENACIMIENTO: LA MEDICINA PRECIENTÍFICA


Esta época supuso una intensificación en la persecución de la brujería, a la par que se empieza a
producir una clara transición entre la medicina clásica y la moderna. Una de las figuras relevantes de esta
época, fue Paracelso (1493-1541) que mantuvo que los enfermos mentales no eran ni pecadores, ni
criminales, sino personas enfermas que necesitaban la ayuda de un médico (Coto y et al., 2008). También,
encontramos autores como el español Juan Luis Vives (1492-1540) que defiende el trato humanitario a los
enfermos mentales para que estos conserven su salud y su razón (Coto y et al., 2008). Esta tradición
humanitaria fue recogida por el padre Jofré que en 1409 fundó en Valencia el primer hospital (el de los
Desamparados) para asistir a este tipo de enfermos.

6.- HACIA LA PSICOPATOLOGÍA MODERNA: LOS SIGLOS XVII, XVIII Y XIX


Este periodo es el comienzo de la medicina moderna. Reseñaremos las principales líneas temáticas que
se establecieron y las principales aportaciones que implicaron para la Psicopatología, naturalmente muchas
de éstas se produjeron en paralelo pero hemos creído conveniente sumarnos a este método expositivo que
es el desarrollado por Coto y et al., (2008) ya que nos ayudará a observar como el avance en nuestra
disciplina en ningún momento ha sido lineal ni secuenciado y como han coexistido en determinados
momentos diferentes corrientes de pensamiento.
6.1.- Modelo biomédico: se fundamenta en dos supuestos básicos: el dualismo mente-cuerpo (que separa
el cuerpo como entidad física de la mente como entidad espiritual o mental) y el reduccionismo ya que la
complejidad que implica la enfermedad era simplificada a una serie de alteraciones químicas y/o físicas.
Estas premisas básicas no significan que los investigadores vinculados al estudio de la enfermedad mental
no contemplaran las variables psicológicas y/o sociales, solo que no eran incluidas a la hora de establecer
los modelos explicativos de la enfermedad.
6.2.- Las teorías anatomopatológicas de la locura: uno de sus precursores es Willis (1621-1675, cit. en
Coto y et al., 2008) que planteó el origen nervioso de algunas enfermedades. Sin embargo, autores como
Prichard (1786-1848) empezaran a plantear que existían muchos casos de locura en los que no se podía
constatar la correspondiente anomalía estructural del cerebro y del sistema nervioso que sustentaba dicha
alteración (Bynum, 1985).
En esta línea Cullen (1710-1790) realizó un importante esfuerzo por categorizar todas las
enfermedades conocidas, tanto mentales como físicas, en línea con los síntomas que mostraban, los
métodos por los que se podía llegar a los diagnósticos y el tipo de tratamiento que mejor se podría aplicar.
Elaboró una de las primeras nosologías, en la que aparece por vez primera el término neurosis. Cullen creía
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que la mayoría de las afecciones patológicas de la mente debían atribuirse a enfermedades del cerebro. A
pesar de ello, reconoció que las experiencias de vida a menudo influían en el carácter en el que se
expresaban estas enfermedades, biológicamente fundadas. Calificó a estas enfermedades como nerviosas o
neurosis.
En esta línea, la escuela francesa y autores como Pinel no asumen la tradición anatomopatológica
imperante en su época. El admite este tipo de sustrato en las enfermedades orgánicas pero no lo hace
extensible a las enfermedades mentales (o neurosis que era el término utilizado para designarlas). Para él, la
constatación de una lesión cerebral excluía de una forma imperativa el diagnóstico de neurosis
(caracterización lesional negativa).
En cuanto a la escuela alemana, uno de sus máximos representantes es Schölein (1793-1864), para él
las enfermedades nerviosas poseen una determinada lesión en las diferentes partes del sistema nervioso y
podían ser somáticas (si las alteraciones de la actividad nerviosa afectaban a la vida orgánica) o psíquicas (si
las alteraciones de la actividad nerviosa afectaban a la vida psíquica) (caracterización lesional positiva).
6.3.- La perspectiva fisiopatológica de las enfermedades nerviosas: este movimiento fue impulsado
por Whytt (1714-1766) que señaló al sistema nervioso como causante de la mayoría de las enfermedades
por lo que éstas debían ser designadas como nerviosas. Esta postura es conocida como neuropatología
(todas las enfermedades son nerviosas).
6.4.- La perspectiva de la herencia y la teoría de la degeneración en el siglo XIX: la herencia se
convirtió en piedra angular de todas las bases conceptuales de la época. Sin embargo, no faltaron voces
críticas incluso desde los propios planteamientos hereditaristas como la de Griesinger que, aún aceptado la
influencia de la herencia como factor etiológico, la descartaban como responsable de la patogenia de la
enfermedad (Coto y et al., 2008).
6.5.- El mesmerismo y la tradición de los magnetizadores: el uso de los imanes en el tratamiento de la
locura tiene una prolongada tradición, de hecho, se considera a Paracelso como uno de los primeros
magnetizadores, este médico del siglo XVI creía que los imanes poseían poderes milagrosos para curar
todas las enfermedades. Aunque, sin lugar a duda, la figura más relevante en este campo de estudio fue
Franz Anton Mesmer (1734-1815) que originó la corriente que se conocería posteriormente como
mesmerismo. Mesmer empezó a utilizar imanes para el tratamiento de la enfermedad, luego afirmó que el
mismo poseía una acumulación de magnetismo animal en su cuerpo que podía trasmitir a los pacientes y
reforzar con los imanes y que podía obtener un éxito terapéutico con solo darle a los pacientes objetos que
el previamente había magnetizado. Por tanto, Mesmer fue un personaje importante dentro de la historia de
la hipnosis, una técnica clínica que, se basó en los principios básicos de la sugestión como medio de
influencia en el estado de conciencia del paciente.
Sin embargo, se debe considerar al marqués de Puysègur (1751-1825) como el iniciador de lo que
posteriormente se denominó el movimiento psicodinámico. Puysègur observó en el tratamiento con un
paciente como éste entraba en un estado similar al sueño en el que no se producían ni convulsiones ni
movimientos espasmódicos y durante el cual el sujeto permanecía en vigilia, pero durante el cual podía
llegar a contestar con mayor claridad que en su estado normal. Tras la superación de este estado el sujeto
no solía recordar nada. Tras la repetición de estas experiencias con otros pacientes observó como eran
capaces de hablar de sus enfermedades, incluso adelantando su futura evolución. La conclusión que extrajo
de estas situaciones era que el magnetizador posee una gran capacidad para influir sobre el curso de la
6 Tema 1: Desarrollo histórico de la Psicopatología

enfermedad de su paciente y que el paciente era capaz de hablar de sus problemas en estos estados. Es
evidente que estos son los antecedentes de la hipnosis y abría el camino hacia el hallazgo del inconsciente
(Coto y et al., 2008).
6.6.- La primera gran revolución de la psiquiatría: el tratamiento moral
Uno de los hitos del siglo XVIII para la psicopatología proviene de una perspectiva moral y social sobre
la enfermedad mental, el llamado movimiento alienista, también llamado tratamiento moral, que buscaba
modificar radicalmente la actitud de la sociedad (y de los médicos) hacia los enfermos mentales, razón por
la que este movimiento es considerado como la primera gran revolución de la psiquiatría. El mérito de esta
revolución se debe a psiquiatras como Philippe Pinel (I745-I820), Vincenzo Chiarugi (1759-1820) y William
Tuke (1732-1819), que en sus respectivos países -Francia, Italia e Inglaterra- lideraron el cambio de enfoque
sobre el tratamiento que debían recibir las personas con enfermedades mentales.
Especialmente importante fue Pinel que en su Tratado médico filosófico de la enfermedad mental
clasificó las enfermedades mentales en cuatro tipos: manía, melancolía, idiocia y demencia, y explicó su
origen por la herencia y las influencias ambientales. Propugnó un tratamiento basado en principios morales
y humanitarios como el respeto, la firmeza y la realización de actividades al aire libre que fomentaran
relaciones interpersonales adecuadas, para lo que era necesario la atención y cuidado del personal del
centro. Además, propuso la creación de un cuerpo especial de médicos que, convenientemente capacitados,
se encargaran del cuidado de los alienados. Esta es una de las razones por las que se considera a Pinel el
padre de la psiquiatría moderna.

7.- LA CONSOLIDACIÓN DE PSICOPATOLOGÍA COMO DISCIPLINA FORMAL


A lo largo de todo el siglo XIX, como hemos podido observar se van sucediendo e incluso
simultaneando diferentes concepciones sobre la locura, la enfermedad mental, la enfermedad nerviosa o la
conducta anormal, pero no será hasta finales de esta época cuando la Psicopatología se conforme como
una disciplina formal encuadrándose dentro del marco general de las ciencias.
7.1.- Las propuestas organicistas: el modelo de la patología cerebral: uno de los primeros
descubrimientos que afianza esta postura es la relación que realiza Bayle en 1822 entre la Parálisis General
Progresiva con una etiología particular, las espiroquetas de la sífilis y con una anatomía patológica propia
que era la degeneración cerebral (Mesa, 1986). Partiendo de estas premisas Franz Gall (1758-1828), creador
de la frenología, postuló que las funciones psicológicas se encuentran localizadas en el cerebro, por lo que
los tipos específicos de locura han de correlacionarse con alguna lesión situada en el sistema nervioso. Sin
embargo, no logró establecer los correlatos existentes entre determinados síntomas psicopatológicos y los
lugares específicos del cerebro (Vázquez, 1990 y Maher y Maher, 1995).
7.2.- Del mesmerismo a la perspectiva psicoanalítica:como hemos reflejado con anterioridad, el inicio
de lo que hoy conocemos como psicoanálisis hemos de buscarlo en el mesmerismo y en la demostración
que hicieron autores como Puysègur en 1784 del efecto curativo que tenía la sugestión (que el denominó
sonambulismo artificial), pudiendo señalar esta fecha como en nacimiento de la hipnosis. Sin embargo,
como tal denominación no surgirá hasta 1843, año en el que James Braid (1795-1860) publicó su libro
Neurypnology of the Rationale of Nervous Sleep. Este cirujano inglés acuñó las expresiones de hipnosis y
sugestión y explicó los fenómenos del mesmerismo sobre las bases fisiológicas (es decir psicológicas).
Psicopatología General 7

Esta nueva psicoterapia se desarrolla sobre todo en la escuela de Nancy, donde Liébeault (1823-1904)
tras varias aplicaciones con éxito del tratamiento mesmérico concluyó que la sugestión había sido el
elemento principal para la curación. La difusión de este nuevo método se debe a Hippolyte Marie
Bernheim (1837-1919) que se había trasladado a la escuela de Nancy en 1871 y que consiguió que ésta se
convirtiera en el centro de formación, por excelencia, de la hipnosis y la sugestión, que se ofrecían no solo
como una herramienta terapéutica eficaz para tratar a la neurosis sino también para investigarla. Así jóvenes
terapeutas como Freud y Forel se instruyeron en sus aulas.
También, en esta década entra en juego Jean-Martin Charcot (1825-1893) que, en 1878, empezó a
aplicar la hipnosis a un grupo de pacientes histéricas graves y de largo historial. La relevancia de este autor
radica en el hecho de que la hipnosis que hasta entonces había sido un objeto de estudio más bien
descuidado y despreciado en los círculos académicos se convirtió en un objeto de estudio legítimo de
investigación y de terapia.
La focalización del tratamiento hipnótico exclusivamente en los síntomas condujo a la decepción y
abandono temporal del mismo, teniendo que esperar a otra de las figuras significativas de esta época,
Sigmund Freud (1865-1936), para su renacimiento. Su principal aportación estriba en afirmar que para
comprender y explicar las conductas patológicas habría que tener en cuenta más elementos que los
considerados hasta ese momento, exclusivamente orgánicos. De manera que empieza a apuntar al origen
psicógeno de muchas de las enfermedades mentales, abriendo un nuevo campo de intervención terapéutica
y de investigación en el campo de la Psicopatología.
7.3.- Primeros intentos nosológicos: antecedentes de los sistemas de clasificación: a Kraepelin
(1855-1926) se le considera como el padre de las clasificaciones modernas, ya que intentó ordenar y
caracterizar las entidades nosológicas, lo cual realizó tras minuciosas observaciones clínicas de los
historiales de sus pacientes. Toda su obra parte de dos aspectos principales: (1) La distinción entre Psicosis
exógenas y endógenas y; (2) los distintos métodos de análisis que utilizo para analizar cada una de estas
entidades clínicas. El modelo médico para las psicosis exógenas y el criterio patocrónico (estimando su curso o
evolución en función del tiempo) para las psicosis endógenas.
7.4.- La aplicación del método experimental en Psicopatología: se reconoce a Kraepelin como en
fundador de la Psicopatología experimental, el primero que estudio la psicopatología por medio de los
métodos de la psicología experimental. Así, en 1881 se instauró en Leipzig donde se unió al laboratorio
experimental de Wilhelm Wundt. Nueve años más tarde vuelve a Heidelberg donde crea su propio
laboratorio.
Casi paralelamente, Ivan Pavlov (1849-1936) se interesó por la patología a raíz de que una ayudante de
éste le informará que un perro entrenado para discriminar entre círculos y elipses se trastornó cuando la
tarea se hizo demasiado complicada al reducir la magnitud de las diferencias entre las dos figuras. La
perturbación conductual del animal fue denominada neurosis experimental, la cual estudió con detalle.
7.5.- La perspectiva fenomenológica: su máximo representante fue Jaspers (1883-1969) que buscaba
describir la verdadera experiencia subjetiva de cada paciente y cómo se enfrentaba a la enfermedad mental,
en lugar de simplemente describir los síndromes psicológicos manifiestos observados por el terapeuta.
Jaspers afirmó que la naturaleza única de cualquier individuo esté mentalmente enfermo o funcione de
manera saludable, no podía ser completamente entendida y objetivada, sino que el médico/psicólogo debía
esforzarse por lograr una comprensión lo más cercana posible. En contraste con los psicoanalistas, que
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intentaron investigar la superficie de los informes verbales de los pacientes para descubrir sus raíces
inconscientes, Jaspers se centró en la autodescripción consciente de los sentimientos y experiencias de los
pacientes, creyendo que sus informes eran las mejores vías para lograr la verdadera comprensión de su
mundo (Millón y Simonsen, 2010, como se citó en Belloch et al., 2020).

8.- REFERENCIAS
Belloch, A. (1993). El sueño de la razón... En: V. Pelechano (Comp.), Psicología, mitopsicología y
postpsicología (pp. 167-194). Alfaplús.
Belloch, A.; Galdón, M-J. y Pascual-Vera, B. (2020). Historia de la psicopatología. En A. Belloch; B. Sandín y F.
Ramos, F. Manual de Psicopatología (pp. 3-34). McGraw-Hill.
Bernstein, D. A., y Nietzel, M. Y. (1982). Introducción a la psicología clínica. McGraw-Hill.
Bynum, W. F. (1985). The nervous patient in eightenth -and nineteenth-century Britain: the psychiatric origins of British
neurology. En W. F. Bynum, R. Porter y M. Shepherd (Eds.), The anatomy of madness (vol. I).
Tavistock.
Coto, E., Gómez-Fontanil, Y. y Belloch, A. (2008) Historia de la Psicopatología. En A. Belloch, B. Sandín
y F. Ramos, F. (Eds.). Manual de psicopatología. Mcgraw-Hill.
Magaro, P. (1976). The construction of madness. Pergamon Press.
Maher, B. A., y Maher, W. B. (1985). Psychopathology: II. From the eighteenth century to modern times.
En G. A. Kimble y K. Schlesinger (Eds.), Topics in the history of psychology. LEA.
Millón, T. y Simonsen, E. (2010). A Précis of psychopathological history. En: T. Millón, R. F. Krueger y E.
Simonsen. Contemporary directions in psychopathology: scientific foundations of the DSM-V and
ICD-II (pp. 3-54). Guilford Press.
Mora, G. (1982). Tendencias históricas y teóricas en psiquiatría. En A. Freeman, H. Kaplan y B. Sadock
(Eds.), Tratado de psiquiatría (vol. I, pp. 1-99). Salvat.
Ullman, L., y Krasner, L. (1975). A psychological approach to abnormal behavior. Century Crofts.
Vázquez, C. (1990). Historia de la psicopatología. En F. Fuentenebro y C. Vázquez (Eds.), Psicología médica,
psicopatología y psiquiatría (vol. I, pp. 415-448). Mcgraw-Hill
Zilboorg, G., y Henry, G. W. (1968). Historia de la psicología médica. Psiqué. (Publicación original: 1941.)

9.- LECTURAS RECOMENDADAS


Canguilhem, G. (1971). Lo normal y lo patológico. Siglo XXI.
Caparros, A. (1980). Los paradigmas en psicología: sus alternativas y sus crisis. Horsori.
Dórner, K. (1974). Ciudadanos y locos. Taurus. (Publicación original: 1969).
Ellenberger, H. F. (1976). El descubrimiento del inconsciente. Gredos. (Publicación original: 1970).
Foucault, M. (1964). Historia de la locura en la época clásica. Fondo de Cultura Económica.
Jaspers, K. (1975). Psicopatología general. (Publicación original: 1913.)
Laín Entralgo, P. (1978). Historia de la medicina. Salvat.
Mora, G. (1982). Tendencias históricas y teóricas en psiquiatría. En: A. Freeman, H. Kaplan, y B. Sadock (Eds ),
Tratado de psiquiatría (vol. I, pp. 1-99). Salvat.
Zilboorg, G. y Henry, G. W. (1941). Historia de la psicología médica. Psiqué, 1968.

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