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Comunicación

Lic. Leydy Ramírez Aguilar


Fecha: 18/03

El hombre desesperado (Jorge Bucay)


Un hombre avanza desesperado por el desierto. Acaba de beber la última gota de agua de su
cantimplora. El sol sobre su cabeza y los buitres que lo rondan anuncian un final inminente.
- ¡Agua! grita - ¡Agua! ¡Un poco de agua! Desde la derecha ve venir a un beduino en un
camello que se dirige hacia él.
- ¡Gracias a Dios! --dice-. ¡Agua por favor... agua! -No puedo darte agua -le dice el beduino-.
Soy un mercader y el agua es necesaria para viajar por el desierto.
-Véndeme agua -le ruega el hombre-. Te pagaré...
-Imposible "efendi". No vendo agua, vendo corbatas.
- ¿Corbatas?
-Sí, mira qué maravillosas corbatas... Estas son italianas y están de oferta, tres por diez
dólares…Y estas otras, de seda de la India, son para toda la vida... Y éstas de aquí...
-No... No... No quiero corbatas. ¡Fuera! ¡Fueraaaaa!
El mercader sigue su camino y el sediento explorador avanza sin rumbo fijo por el desierto. Al
escalar una duna, ve venir desde la izquierda a otro mercader.
Entonces corre hacia él y le dice:
-Véndeme un poco de agua, por favor...
-Agua no - le contesta el mercader-, pero tengo para ofrecerte las mejores corbatas de
Arabia...
- ¡Corbatas! ¡No quiero corbatas! ¡Quiero agua! - grita el hombre desesperado.
-Tenemos una promoción -insiste el otro-- Si compras diez corbatas, te llevas una sin cargo...
- ¡No quiero corbatas!
-Se pueden pagar en tres cuotas sin intereses y 'con tarjeta de crédito. ¿Tienes tarjeta de
crédito? Gritando enfurecido, el sediento sigue su camino hacia ningún lugar. Unas horas más
tarde, ya arrastrándose, el viajero escala una altísima duna y desde allí otea el horizonte. No
puede creer lo que ven sus ojos. Adelante, a unos mil metros, ve claramente un oasis. Unas
palmeras y un verdor increíble rodean el azul reflejo del agua. El hombre corre hacia el lugar
temiendo que sea un espejismo. Pero no, el oasis es verdadero. El lugar está cuidado y
protegido por un cerco que cuenta con un solo acceso custodiado por un guardia
Por favor, déjeme pasar. Necesito agua... agua.
Por favor...

-Imposible, señor. Está prohibido entrar sin corbata.


Reflexión oral (nos abrimos al diálogo con una breve introducción):
Este cuento nos hace reflexionar que podemos decidir aquello o lo otro, y, por lo tanto, nos
corresponde el crédito del acierto. ¿Qué pasó con las decisiones del personaje principal del
cuento? ¿Pensó alguna vez en la opción de comprar una corbata? ¿La desesperación puede
interferir en la toma de decisiones?

A continuación, realizarán un trabajo acerca del tema central del cuento, es decir, las
“decisiones”.

Trabajo práctico.

1. ¿Qué decisiones debes empezar a tomar a partir del comienzo de las clases?
2. ¿Qué libertad nos deberían otorgar nuestras familias cuando crecemos?
Pensar en la decisión de tu nombre, en la decisión de ser hincha de algún equipo de fútbol.
¿Qué otras decisiones tomaron nuestras familias por nosotros?
4. ¿Qué decisiones has comenzado a tomar en tus últimos años de vida? Describe una buena
y una mala decisión.
5. ¿Cuáles son las decisiones escolares que te beneficiarán en el futuro y cuáles consideras
que deberías repensar?

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