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HISTORIAS MUY CONMOVEDORAS: EL AMOR DE UN

HERMANO
Historias muy conmovedoras que te pondrán a pensar. Historias
para reflexionar sobre algunas cosas muy nobles o muy injustas
que pasan a diario...

Hace muchos años una niñita llamada Liz  sufría de una extraña
enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse – aparentemente-
era una transfusión de sangre de su hermanito de 5 años, quien
había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había
desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.
El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si
estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. El niño dudó por un
instante antes de tomar un gran suspiro y decir: "Sí, lo haré, si eso
salva a Liz”.
Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama
al lado de la de su hermana, sonriente viendo retornar el color a las
mejillas de la pequeña niña. Entonces la cara del niño se puso pálida
y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz
temblorosa: "¿A qué hora empezaré a morirme?" 
Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba
que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba. 
Da todo por quien ames.

HISTORIAS MUY CONMOVEDORAS: EL CAMPESINO Y


SUS ZAPATOS VIEJOS
HISTORIAS MUY CONMOVEDORAS QUE TE PONDRÁN
A PENSAR. HISTORIAS PARA REFLEXIONAR SOBRE
ALGUNAS COSAS INJUSTAS QUE PASAN A DIARIO...
Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los
alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus
instrucciones. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y
supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y
que estaba por terminar sus labores diarias. El alumno dijo al maestro: "Hagámosle
una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para
ver su cara cuando no los encuentre".
Mi querido amigo - le dijo el profesor - nunca tenemos que divertirnos a expensas
de los pobres. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una
moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando
las encuentre. Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El
hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su
abrigo. Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro,
se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué
podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar. Luego miró a
su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y
se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda. Sus
sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo
pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa
enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano
desconocida no morirían de hambre. El estudiante quedó profundamente afectado
y se le llenaron los ojos de lágrimas. Ahora, dijo el profesor ¿no estás más
complacido que si le hubieras hecho una broma?
El joven respondió: "Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora
entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir".

Historias muy conmovedoras: El Indígena repugnante


Historias muy conmovedoras que te pondrán a pensar.
Historias para reflexionar sobre algunas cosas injustas que
pasan a diario...

Un día en un avión, recién iniciado el vuelo, una "señora" oprime insistentemente el


timbre para llamar a la aeromoza. 
La azafata preocupada se dirige a la señora...
― ¿Cuál es el problema, señora? ― pregunta la azafata.
― ¿Es que no lo ve? ― responde la dama muy alterada―. Me colocaron junto a
un sucio indígena. No soporto estar al lado de unos de estos seres repugnantes.
¿No tiene otro asiento?
― Por favor, cálmese. Casi todos los asientos están ocupados... Pero voy a ver si
hay algún lugar disponible, le dijo la azafata. 
La azafata se aleja y vuelve unos minutos más tarde. Tranquilamente se dirige a la
señora y le dice:
― Señora, como lo pensé, no hay ningún lugar disponible en la clase económica.
He hablado con el Comandante y me acaba de confirmar que ya no hay más
asientos disponibles en la clase económica. Antes de que la alterada dama pudiera
hacer algún comentario, la azafata le dijo:
― Sin embargo, es muy inusual permitir a una persona de la clase económica
sentarse en primera clase. Pero dadas las circunstancias, el Comandante
encuentra escandaloso obligar a alguien tan decente a sentarse junto a una
persona tan repugnante. 
En ese momento todos los pasajeros que se encontraban alrededor observaban la
escena indignados. Entonces, la azafata se dirigió al indígena y le dijo: 
Si el señor lo desea, tome su equipaje de mano, y ocupe el asiento disponible en
primera clase, su asiento lo espera. 
Los pasajeros ―quienes miraban la escena sorprendidos― se levantaron y
aplaudieron.
 
¿Qué harías tú en una situación como esta?

HISTORIAS CONMOVEDORAS: EL MEJOR AMIGO


HISTORIAS MUY CONMOVEDORAS QUE TE PONDRÁN A PENSAR.
HISTORIAS PARA REFLEXIONAR SOBRE ALGUNAS COSAS INJUSTAS QUE
PASAN A DIARIO...

Un día un niño con una gran sonrisa le dijo a un señor:


― Señor, quiero comprarle uno de sus cachorritos.
El granjero le respondió:
― Estos cachorritos son de raza, y cuestan mucho dinero- le dijo el granjero.
― He conseguido treinta y nueve centavos, ¿es esto suficiente?, le dijo el niño
preocupado de que el dinero no le alcanzara para comprar su perrito.
― Seguro, le dijo el granjero, comenzando a silbar y a gritar: ―"Dolly, ven aquí".
Dolly salió corriendo de su casita y bajó la rampa seguida de cuatro pequeñas
bolas de piel.
Los ojos del niño danzaban de alegría. Entonces de la casita salió, a hurtadillas,
otra pequeña bola, ésta era notablemente más pequeña. Se deslizó por la rampa y
comenzó a renguear en un infructuoso intento por alcanzar al resto. El niño apretó
su carita contra la cerca y gritó con fuerzas:
― ¡Yo quiero a ése!, señalando al más pequeño. Pero el granjero le dijo: ―"Hijo,
tú no quieres a este cachorrito. Él nunca podrá correr y jugar contigo de la forma
en que tú quisieras”. Al oír eso, el niño bajó la mano y lentamente se subió el
pantalón en una de sus piernas. Le mostró una prótesis de doble abrazadero de
acero a ambos lados de su pierna, que iba hasta un zapato especial. Mirando al
granjero, le dijo: ― “Como usted verá, señor, yo tampoco corro tan bien que
digamos, y él necesitará a alguien que lo comprenda”.

Historias muy conmovedoras: El rabioso y


los clavitos
Historias muy conmovedoras que te pondrán a pensar.
Historias para reflexionar sobre algunas cosas injustas
que pasan a diario...

Algunos de nosotros no sabemos como manejar la ira. Esta es la historia


de un joven que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de
clavos y le dijo: “Cada vez que pierdas la paciencia, debes clavar un
clavo detrás de la puerta”. Pronto la puerta se llenó de clavos. Pero, a
medida que aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos
clavos detrás de la puerta.
De pronto descubrió que podía controlar su genio, pues el clavar  le
hacía pensar sobre su mala actitud. Llegó el día en que pudo controlar
su carácter y ya no tenía razón de clavar. Después de informar a su
padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar
su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su
padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta. Era
ciertamente un gran logro, pero su padre lo tomó de la mano y lo llevó
hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos
esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú
pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí
ves. Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero la herida
permanece y el mal se propaga. Una ofensa verbal es tan dañina como
una ofensa física. Ahora hace falta trabajar mucho más para que la
puerta quede como nueva. Hay que reparar cada agujero y muy
difícilmente lograrás que quede como nueva."

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