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MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 1

PRÁCTICA: RESPUESTA A UNA “PREGUNTA”


Asignatura: Medio ambiente y salud Laboral
Máster Universitario en Salud Pública
Universidad Pública de Navarra

OBJETIVO: Indagar sobre la relación entre la exposición a Micro plásticos (MP) y los efectos en la
salud humana a través de una revisión bibliográfica, y ofrecer recomendaciones o medidas
preventivas a partir de los resultados encontrados.

¿PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN: ¿Son los micro plásticos (MP) un factor de riesgo para la salud
pública?

JUSTIFICACIÓN

El 24 de marzo de 2022 se publicó un estudio holandés en la Revista Environmental International


donde los investigadores encontraron por primera vez micro plásticos en muestras de sangre
humana. Esto despertó interés por parte de los medios de comunicación sobre los efectos de estos
compuestos en la salud pública. Un ejemplo de esto es la siguiente noticia publicada por el
periódico INDEPENDENT en Español.

https://www.independentespanol.com/noticias/salud/microplasticos-sangre-humana-pet-
contaminacion-b2045058.html

El artículo que mencionan en el titular de periódico es el siguiente:


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Los hallazgos principales de los investigadores son los siguientes:

 El estudio se centró en el desarrollo de métodos analíticos y medición de sangre humana


para identificar y cuantificar la masa de cinco polímeros de alto volumen de producción
aplicados en materiales plásticos: poli (metacrilato de metilo) (PMMA), polipropileno (PP),
materiales que contienen estireno polimerizado ( PS), polietileno (PE) y tereftalato de
polietileno (PET).
 Se supone que los niveles de micro contaminantes ambientales medidos en muestras de
sangre venosa son indicativos de todo el torrente sanguíneo, incluido el sistema
microvascular.
 Se puso gran énfasis en el desarrollo y validación de métodos, ejecutando un gran número
de blancos y otras medidas de control de calidad para lograr suficiente sensibilidad del
método y evitar falsos positivos.
 El método analítico desarrollado, validado y aplicado mide las concentraciones de masa de
polímeros individuales en la muestra (no los recuentos de partículas) mediante pirólisis de
doble disparo: cromatografía de gases/espectrometría de masas (Py-GC/MS). Esta técnica
semicuantitativa cuantifica los productos de degradación térmica de las partículas de
plástico presentes en las muestras (es decir, un análisis destructivo).

Muestra: Se obtuvo sangre completa por venopunción de 22 voluntarios adultos anónimos, sanos
y que no ayunaban, que firmaron un consentimiento informado según las normas y la legislación
vigentes en los Países Bajos y mantenidos por el Comité de Ética Médica del Centro Médico VU.

Discusión del estudio: El destino de las partículas de plástico en el torrente sanguíneo necesita
más estudio para responder preguntas sobre la posible acumulación en la población general y los
trabajadores ocupacionalmente expuestos, los factores ambientales que contribuyen a la
exposición interna y los efectos toxicológicos y para la salud humana que pueden resultar de
diferentes escenarios de exposición.
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Es científicamente plausible que las partículas de plástico puedan ser transportadas a los órganos
a través del torrente sanguíneo.

Las concentraciones de partículas de plástico reportadas son la suma de todas las rutas de
exposición potenciales: fuentes en el entorno de vida que ingresan al aire, agua y alimentos, pero
también productos de cuidado personal que podrían ingerirse (por ejemplo, PE en pasta de
dientes, PET en brillo labial), polímeros dentales , fragmentos de implantes poliméricos,
nanopartículas poliméricas de administración de fármacos (p. ej., PMMA, PS), residuos de tinta de
tatuaje (p. ej., partículas de acrilonitrilo butadieno estireno).

Conclusiones del estudio: Las mediciones de partículas de plástico con control de calidad como
concentraciones de masa utilizando Py-GC/MS en sangre demostradas en este estudio
proporcionan un conjunto de datos único que respalda la hipótesis de que la exposición humana a
partículas de plástico da como resultado la absorción de partículas en el torrente sanguíneo.
Queda por determinar si las partículas de plástico están presentes en el plasma o son
transportadas por tipos de células específicas (y hasta qué punto dichas células pueden estar
involucradas en la translocación de partículas de plástico a través de la mucosa hacia el torrente
sanguíneo). Si las partículas de plástico presentes en el torrente sanguíneo son efectivamente
transportadas por células inmunitarias, también surge la pregunta: ¿pueden tales exposiciones
afectar potencialmente la regulación inmunitaria o la predisposición a enfermedades de base
inmunológica?

Referencia: Heather A. Leslie et al, Discovery and quantification of plastic particle pollution in
human blood, Environment International (2022). DOI: 10.1016/j.envint.2022.107199

QUÉ INFORMACIÓN SE TIENE HASTA EL MOMENTO (REVISIÓN DE LA BIBLIOGRAFÍA)

1. Que son los MP

Los microplásticos se definen generalmente como pequeñas piezas de plástico de menos de 5 mm


de diámetro y pueden ser primarios o secundarios. Los microplásticos primarios se fabrican para
tener un tamaño microscópico incluidos gránulos de resina de preproducción, microesferas en
cosméticos, pasta de dientes y arenado, polvos para recubrimientos textiles y medios de
administración de fármacos, mientras que los secundarios se derivan de la degradación de
plásticos más grandes debido a la fragmentación fotolítica, mecánica y degradación biológica,
incluidos fragmentos de plástico, microfibras de telas y cuerdas, revestimientos y desechos del
desgaste de neumáticos. De-la-Torre, G. E. (2020).
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Barboza et al. (2018)

Con el aumento global del consumo de plástico en las últimas décadas, los MP se han distribuido
ampliamente en los océanos de todo el mundo y su proporción en el medio ambiente aumenta
constantemente [5]. Los MP se detectan en la mayoría de los medios ambientales, como océanos,
suelos, lagos y sedimentos, y pueden denominarse "contaminación microplástica” (

2. Que medios de exposición hay?

La exposición ubicua de los humanos a los microplásticos (MP) a través de la inhalación de


partículas en el aire y la ingestión en el polvo, el agua y la dieta está bien establecida. Se estima
que los humanos ingerir decenas de miles a millones de partículas MP anualmente, o del orden de
varias miligramos diarios. La información disponible sugiere que la inhalación de aire interior y la
ingestión de el agua potable embotellada en plástico son las principales fuentes de exposición a
MP. Poco se sabe sobre la aparición de MP en la dieta humana. Se está acumulando evidencia de
que los biberones y los dispositivos médicos pueden contribuir a la exposición a MP en recién
nacidos y bebés(Kannan, K., & Vimalkumar, K. (2021).

Vethaak, A. D., & Legler, J. (2021).

3. Hay evidencia de riesgo a la


salud?

La exposición a MP en animales de
laboratorio es vinculado a diversas
formas de inflamación, respuesta
inmunológica, alteración
endocrina, alteración del
metabolismo lipídico y energético,
y otros trastornos. Si bien la
exposición a MP en sí es una
preocupación, los MP también
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pueden ser fuentes de exposición a aditivos plásticos y otros tóxicos La exposición de líneas
celulares humanas a aditivos MP como ftalatos, bisfenoles y organoestaños provoca efectos
adversos a través de la activación de receptores nucleares, receptores activados por
proliferadores de peroxisomas (PPAR) a, b y g, y retinoide X receptor (RXR), que conduce al
estrés oxidativo, citotoxicidad, inmunotoxicidad, tiroides disrupción hormonal y alteración de
la adipogénesis y la producción de energía. El tamaño, forma, la composición química, la carga
superficial y la hidrofobicidad de las MP influyen en su toxicidad. Se ha demostrado la
transferencia materna de MP al feto en desarrollo en animales de laboratorio expuestos y
mediante el análisis de la placenta humana. En estudios con animales de laboratorio, la
exposición materna a MP alteró el metabolismo de la energía y los lípidos en la descendencia y
las generaciones posteriores. Además, junto con el aumento global de la producción de
plásticos, la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en las poblaciones humanas ha
aumentado en las últimas cinco décadas, y existe evidencia que respalda la hipótesis de que
los MP y sus aditivos son obesógenos potenciales. Aunque las exposiciones a MP son ubicuas y
los efectos tóxicos de tales exposiciones son una preocupación, se necesitan con urgencia
estudios sistemáticos sobre este tema Kannan, K., & Vimalkumar, K. (2021).

INGESTA A TRAVES DE ALIMENTOS:

Estudios recientes han demostrado los impactos negativos de los microplásticos en la vida
silvestre. Por lo tanto, la presencia de microplásticos en especies marinas para consumo humano y
la alta ingesta de productos del mar (pescado y mariscos) en algunos países generan preocupación
sobre los posibles efectos de los microplásticos en la salud humana Barboza et al. (2018)

En cuanto a los efectos adversos, los experimentos de laboratorio han demostrado diversos
efectos en los animales marinos causados por la exposición a microplásticos, como la mortalidad,
reducción de la tasa de alimentación, la masa corporal y la tasa metabólica y varios otros efectos.
Esto indica que en la naturaleza, especialmente en áreas con altas concentraciones de desechos
plásticos (p.
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y áreas urbanizadas y giros oceánicos), las poblaciones de especies marinas pueden verse
afectadas negativamente y al menos algunas de ellas podrían disminuir con el tiempo, con
consecuencias potencialmente adversas para la salud ambiental, la conservación de la
biodiversidad, los servicios de los ecosistemas y la seguridad alimentaria humana (en términos de
disponibilidad reducida de alimentos para la población humana). Barboza et al. (2018)

Implicaciones para la seguridad alimentaria humana: La información disponible sobre la


presencia de microplásticos y sus aditivos, contaminantes asociados y patógenos en pescados y
mariscos, así como los efectos potenciales sobre la salud humana, es todavía muy escasa. Aunque
hay pruebas de laboratorio de que los microplásticos pueden aumentar los efectos de los
contaminantes químicos en los peces, la importancia relativa de la exposición a los contaminantes
mediada por microplásticos en comparación con otras vías de exposición puede ser limitada. A la
fecha, con las concentraciones de microplásticos observadas actualmente, hay poca evidencia que
sugiera que los microplásticos pueden aumentar la contaminación química de los productos del
mar en comparación con otras fuentes ambientales (es decir, agua, sedimentos, red alimentaria).
Esto lo confirma un estudio de campo reciente con aves marinas frente a la costa de Noruega que
mostró solo un impacto insignificante de los microplásticos ingeridos en las concentraciones de
COP en los tejidos (Herzke et al., 2016). Barboza et al. (2018)

Implicaciones para la salud humana: Aunque la evidencia científica demuestra la presencia de


microplásticos en varios productos alimenticios, no hay información disponible sobre el destino de
los microplásticos en el cuerpo humano después de la ingestión de las partículas. En este contexto,
los efectos adversos sobre la salud humana siguen siendo controvertidos y no bien comprendidos.

Los científicos especulan que los microplásticos con un tamaño superior a 150 μm probablemente
no se absorberán, mientras que los microplásticos de menos de 150 μm pueden trasladarse desde
la cavidad intestinal al sistema linfático y circulatorio, provocando una exposición sistémica. Sin
embargo, se espera que la absorción de estos microplásticos sea limitada (≤0,3 %). Solo los
microplásticos con un tamaño ≤ 20 μm podrían penetrar en los órganos, mientras que la fracción
más pequeña (0,1 > 10 μm) podría acceder a todos los órganos a través de las membranas
celulares, la barrera hematoencefálica y la placenta. De ser así, es posible que se produzca la
distribución de microplásticos en tejidos secundarios, como hígado, músculo y cerebro. Además,
se espera que las interacciones de microplásticos y nanoplásticos con el sistema inmunitario
puedan conducir potencialmente a la inmunotoxicidad y, en consecuencia, desencadenar efectos
adversos (es decir, inmunosupresión, activación inmunitaria y respuestas inflamatorias
anormales). Recientemente, estudios in vitro con células cerebrales y epiteliales humanas
evidenciaron por primera vez el potencial de los microplásticos (10 μm) y nanoplásticos (40-250
nm) para causar efectos citotóxicos a nivel celular en términos de estrés oxidativo, reforzando las
especulaciones científicas sobre las posibles consecuencias para la salud humana. Barboza et al.
(2018)

Un modelo que muestra cómo la actividad antropogénica hace que los microplásticos ingresen a la
red alimentaria, abran un camino hacia nuestra comida y, en última instancia, hacia nuestros
órganos. De-la-Torre, G. E. (2020).
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La presencia de microplásticos en los productos del mar compromete los pilares de la


disponibilidad y utilización de alimentos:

A. Disponibilidad de alimentos: a tener como mínimo una cantidad suficiente de alimentos y


considera alimentos importados o producidos localmente.

B. Acceso a los alimentos: el acceso físico y económico a los alimentos.

C. Utilización de los alimentos: abarca toda la cadena de suministro y manipulación de los


alimentos. Aborda las etapas de producción, procesamiento, distribución, venta minorista y hogar
de la cadena de suministro de alimentos desde el punto de vista de la higiene.

D. Estabilidad alimentaria: considera la estabilidad del suministro y el acceso a los alimentos,


comúnmente afectados por los problemas políticos locales, la economía y los precios. Además, los
cambios en los patrones climáticos regionales y el cambio climático no pueden ignorarse. De-la-
Torre, G. E. (2020).

La siguiente figura muestra el consumo máximo anual mundial previsto de partículas


microplásticas (MP) a través del consumo de moluscos. Los datos se han calculado utilizando los
datos de consumo de la FAO (2020a) para las diferentes familias de moluscos por país y el
contenido máximo de MPs/g de moluscos derivado de los resultados del resumen estadístico aquí
presentado. Las áreas sombreadas ilustran países para los cuales no se disponía de datos sobre el
consumo de moluscos (Danopoulos, et al., 2020).
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INGESTA POR CONSUMO DE AGUA

Se incluyeron 12 estudios en la revisión: seis de agua del grifo (TW) y seis de agua embotellada
(BW)

El principio de precaución. Debe adoptarse para abordar las preocupaciones sobre los posibles
efectos en la salud humana del consumo de MP. La investigación futura debe apuntar a
estandarizar los protocolos experimentales para ayudar a la comparación y elevar la calidad.
Danopoulos, E., Twiddy, M., & Rotchell, J. M. (2020).

Las exposiciones humanas diarias máximas se calcularon utilizando la evidencia de contenido de


MP más alta que se ha calificado como RoB bajo y poco claro para los tres continentes, y los
valores de la OMS para el consumo y uso diario de agua. Las exposiciones diarias más altas
posibles se calcularon en Europa en 1260 MP para agua del grifo (TW) y 9800 MP para Agua
embotellada (BW) Estas exposiciones son subestimaciones significativas ya que asumen que todas
las poblaciones tienen acceso a agua potable tratada, lo cual no es el caso. Estos altos niveles de
exposición se deben más a la cantidad de agua que consumimos y menos al contenido absoluto de
MP del agua en comparación con otras categorías de alimentos.

Los efectos de los MP dependerán de su tamaño, composición polimérica, aditivos (plastificantes),


los químicos que puedan haber absorbido de el medio ambiente, su estado químico y su ubicación
en el cuerpo humano. Según estimaciones de la OMS, la mayoría de las personas en la mayoría de
las situaciones en todo el mundo utilizan 7,5 L de agua per cápita por día [98] para hidratarse e
incorporarse a los alimentos. Este es un tema complejo ya que no está claro en qué medida los MP
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en el agua se absorberían en los alimentos. Esto dependería de cómo se prepara la comida y tiene
variaciones geográficas y culturales. Sin embargo, está claramente justificada una mayor
investigación sobre este tema, ya que es otra vía potencial para que los MP en el agua entren en el
cuerpo humano.

Captación máxima diaria y anual de PM a través del consumo directo e indirecto de agua per
cápita.

INHALADOS

La producción anual de fibras textiles plásticas se ha incrementado en más de un 6% anual,


alcanzando los 60 millones de toneladas métricas, alrededor del 16% de la producción mundial de
plástico. La degradación de estas fibras produce microplásticos fibrosos (MP). Dichos MP se han
observado en precipitaciones atmosféricas, así como en ambientes interiores y exteriores. Algunos
MP fibrosos pueden inhalarse. Es probable que la mayoría de ellos estén sujetos a limpieza
mucociliar; sin embargo, algunos pueden persistir en el pulmón y causar respuestas biológicas
localizadas, incluida la inflamación, especialmente en personas con mecanismos de eliminación
comprometidos. Los contaminantes asociados, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos
(PAH), podrían desorberse y provocar genotoxicidad, mientras que el plástico en sí y sus aditivos
(colorantes, plastificantes) podrían tener efectos sobre la salud, como toxicidad reproductiva,
carcinogenicidad y mutagenicidad (Gasperi, 2018).

La biopersistencia de MP fibrosas inhaladas está relacionada con la durabilidad y la eliminación del


pulmón. Las pruebas in vitro han encontrado que las fibras plásticas son extremadamente
duraderas en fluidos fisiológicos: las fibras de polipropileno, polietileno y policarbonato casi no
mostraron disolución ni cambios en el área superficial y las características en un fluido pulmonar
extracelular sintético después de 180 días. Esta sugerencia las fibras plásticas son duraderas y es
probable que persistan en el pulmón [14]. La biopersistencia también está relacionada con la
longitud, siendo más probable que las fibras más largas eviten la eliminación (Gasperi, 2018

Riesgos para la salud en el trabajo

Los estudios entre trabajadores de fibra de nailon sugieren que no hay evidencia de un mayor
riesgo de cáncer, aunque los trabajadores tenían una mayor prevalencia de irritación respiratoria.
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La enfermedad pulmonar intersticial es una afección relacionada con el trabajo que provoca tos,
disnea (falta de aire) y reducción de la capacidad pulmonar en los trabajadores que procesan
fibras de paraaramida, poliéster y/o nailon. Los trabajadores también presentan síntomas clínicos
similares a la alveolitis alérgica. Estos resultados de salud son indicativos del potencial de los MP
para desencadenar respuestas biológicas localizadas, dada su aceptación y persistencia. En las
fibras a base de silicato, la longitud y la biopersistencia en las vías respiratorias/pulmón son las
características que gobiernan la toxicidad y los mecanismos de esa toxicidad. Queda por
determinar si lo mismo es cierto para los MP fibrosos.

Una vez en contacto con los revestimientos epiteliales del pulmón o el intestino, o después de ser
internalizados, los microplásticos pueden causar toxicidad física, química y microbiológica, que
también podría actuar de forma acumulativa. Varios estudios in vitro (es decir, cultivo de células
humanas) e in vivo en roedores indican el potencial de los microplásticos inhalados o ingeridos
para causar una variedad de efectos biológicos, incluida la toxicidad física (partículas), que
conduce al estrés oxidativo, la secreción de citoquinas, daño celular, reacciones inflamatorias e
inmunitarias y daños en el ADN, así como efectos neurotóxicos y metabólicos. Los efectos
observados generalmente se desencadenan a altas concentraciones de exposición de
microplásticos, y estos experimentos utilizan un número limitado de tipos de partículas prístinas
disponibles comercialmente, que son inconsistentes con las que se encuentran en el medio
ambiente. Además, no siempre se puede excluir la contaminación química de estas partículas de
prueba. Vethaak, A. D., & Legler, J. (2021).

De manera similar a los efectos observados en los estudios de exposición a partículas ambientales,
los estudios epidemiológicos han informado lesiones pulmonares, que incluyen inflamación,
fibrosis y alergia, entre los trabajadores de la industria textil y del plástico que están expuestos a
grandes cantidades de polvo fibroso plástico. La toxicidad química puede ser causada por
microplásticos que actúan como vectores para transferir sustancias químicas, proteínas y toxinas
exógenas peligrosas presentes en o sobre las partículas al cuerpo Vethaak, A. D., & Legler, J.
(2021).

CONCLUSIONES:

Por lo tanto, el conocimiento en este campo aún es muy limitado y hay poca evidencia sobre el
impacto en la salud humana del consumo de microplásticos. Un desafío importante con respecto a
este punto es que no conocemos las cantidades de microplásticos muy pequeños, incluidos
aquellos con un tamaño capaz de ingresar a las células, en el agua, los sedimentos, los organismos
y el aire; por lo tanto, la evaluación de la biota y la exposición humana no es posible Barboza et al.
(2018).

La ubicuidad de los microplásticos (partículas de plástico de menos de 5 mm, incluidos los plásticos
nanométricos de menos de 1 µm) en la biosfera mundial genera una preocupación cada vez mayor
sobre sus implicaciones para la salud humana. La evidencia reciente indica que los humanos
constantemente inhalan e ingieren microplásticos; sin embargo, está lejos de entenderse si estos
contaminantes representan un riesgo sustancial para la salud humana. La falta de datos cruciales
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sobre la exposición y el peligro representa brechas de conocimiento clave que deben abordarse
para avanzar (Vethaak, A. D., & Legler, J. (2021).

La contaminación ambiental por MP puede tener un efecto negativo en los organismos y


ecosistemas del medio ambiente e incluso puede afectar la salud humana [6]. Varios estudios han
planteado inquietudes acerca de los efectos sobre la salud de los MP [7-9]. Los MP que están
presentes en diversos medios ambientales, incluidos el agua potable y los productos hechos por el
hombre, pueden ingresar directamente al cuerpo humano a través de la ingestión, la inhalación y
el contacto con la piel [7]. Además, la transición de MP al depredador final a través de la cadena
alimentaria en un ecosistema contaminado con MP, así como el consumo humano de estos
depredadores finales, constituyen modelos importantes de exposición humana a MP. (Cho, Y. M.,
& Choi, K. H. 2021)

RECOMENDACIONES

Continuar con las investigaciones

Aun no se tiene información valida sobre los riesgos, sin embargo pueden tomarse medidas
preventivas como: Disminuir el consumo de alimentos de origen marino o buscar opciones
orgánicas, usar filtros de agua en zonas donde el agua de grifo no cumpla con los estándares.

A nivel publico revisar los procesos de filtrado de agua para garantizar que estos MP se puedan
filtrar al agua.

Garantizar que desperdicios o residuos plásticos lleguen a fuentes de agua.

Usar cremas dentales y productos de cuidado personal organicos o con poco contenido de estos
MP.

Evitar el uso de películas plástica para empaques y alimentos envasados innecesariamente.

Evitar la compra de bebidas envasadas en empaques plasticos o PET.

Aunque no hay aun evidencia robusta sobre los efectos de los MP en la salud humana, si hay
evidencia de su impacto en el medio ambiente y en modelos animales, por lo que realizar
recomendaciones que impulsen la disminución del consumo de plástico de igual forma tiene un
efecto positivo en el medio ambiente y aumenta la conciencia de la población sobre el uso
desmedido de estos productos.

1) Kannan, K., & Vimalkumar, K. (2021). A review of human exposure to microplastics and
insights into microplastics as obesogens. Frontiers in Endocrinology, 978.
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La exposición ubicua de los humanos a los microplásticos (MP) a través de la inhalación de


partículas en el aire y la ingestión en el polvo, el agua y la dieta está bien establecida. Se estima
que los humanos ingerir decenas de miles a millones de partículas MP anualmente, o del orden de
varias miligramos diarios. La información disponible sugiere que la inhalación de aire interior y la
ingestión de el agua potable embotellada en plástico son las principales fuentes de exposición a
MP. Poco se sabe sobre la aparición de MP en la dieta humana. Se está acumulando evidencia de
que los biberones y los dispositivos médicos pueden contribuir a la exposición a MP en recién
nacidos y bebés. Biomonitoreo Los estudios de heces, fetos y placenta humanos proporcionan
evidencia directa de la exposición a MP en infantes y niños. Se informó que MP <20 µm cruzan
membranas biológicas. Aunque los plásticos alguna vez se percibieron como materiales inertes, la
exposición a MP en animales de laboratorio es vinculado a diversas formas de inflamación,
respuesta inmunológica, alteración endocrina, alteración del metabolismo lipídico y energético, y
otros trastornos. Si bien la exposición a MP en sí es una preocupación, los MP también pueden ser
fuentes de exposición a aditivos plásticos y otros tóxicos La exposición de líneas celulares humanas
a aditivos MP como ftalatos, bisfenoles y organoestaños provoca efectos adversos a través de la
activación de receptores nucleares, receptores activados por proliferadores de peroxisomas
(PPAR) a, b y g, y retinoide X receptor (RXR), que conduce al estrés oxidativo, citotoxicidad,
inmunotoxicidad, tiroides disrupción hormonal y alteración de la adipogénesis y la producción de
energía. El tamaño, forma, la composición química, la carga superficial y la hidrofobicidad de las
MP influyen en su toxicidad.

Se ha demostrado la transferencia materna de MP al feto en desarrollo en animales de laboratorio


expuestos y mediante el análisis de la placenta humana. En estudios con animales de laboratorio,
la exposición materna a MP alteró el metabolismo de la energía y los lípidos en la descendencia y
las generaciones posteriores. Además, junto con el aumento global de la producción de plásticos,
la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en las poblaciones humanas ha aumentado en las
últimas cinco décadas, y existe evidencia que respalda la hipótesis de que los MP y sus aditivos son
obesógenos potenciales. Aunque las exposiciones a MP son ubicuas y los efectos tóxicos de tales
exposiciones son una preocupación, se necesitan con urgencia estudios sistemáticos sobre este
tema.
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Conclusion: Los MP son omnipresentes en el entorno global y han llegado a todos los
compartimentos de la cadena alimentaria humana. La exposición humana a esta clase de
productos químicos está muy extendida y es probable que aumente, a menos que se puedan
implementar estrategias de mitigación adecuadas. La evidencia sugiere que las MP de tamaño <20
µm pueden penetrar los órganos y las MP <10 µm pueden penetrar las membranas celulares y
atravesar la barrera placentaria en células expuestas o animales de laboratorio. A pesar de esto, se
sabe poco sobre los efectos tóxicos de las MP en humanos, que pueden variar según el tipo,
tamaño, forma, concentración y carga de las MP, entre otros factores. Por lo tanto, se necesita
más investigación para comprender los mecanismos celulares y moleculares de la toxicidad de MP
y la patología asociada. Los MP y varios aditivos asociados con sus componentes plásticos son
compuestos obesogénicos y se necesita más investigación para descubrir los mecanismos
involucrados y los medios potenciales para mitigar estos efectos. Debido a que los MP y sus
aditivos pueden tener efectos multigeneracionales o transgeneracionales, los esfuerzos
adicionales para dilucidar su modo de toxicidad y la mitigación de las exposiciones deben ser un
objetivo urgente de salud pública.

2) Barboza, L. G. A., Vethaak, A. D., Lavorante, B. R., Lundebye, A. K., & Guilhermino, L.
(2018). Marine microplastic debris: An emerging issue for food security, food safety and
human health. Marine pollution bulletin, 133, 336-348.

Estudios recientes han demostrado los impactos negativos de los microplásticos en la vida
silvestre. Por lo tanto, la presencia de microplásticos en especies marinas para consumo humano y
la alta ingesta de productos del mar (pescado y mariscos) en algunos países generan preocupación
sobre los posibles efectos de los microplásticos en la salud humana. En esta breve revisión, se
revisa la evidencia de contaminación de productos del mar por microplásticos y se analizan las
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posibles consecuencias de la presencia de microplásticos en el medio ambiente marino para la


seguridad alimentaria humana, la inocuidad de los alimentos y la salud. Además, se identifican
desafíos y lagunas en el conocimiento. El conocimiento sobre los efectos adversos en la salud
humana por el consumo de organismos marinos que contienen microplásticos es muy limitado,
difícil de evaluar y aún controvertido. Por lo tanto, la evaluación del riesgo que representa para los
humanos es un desafío. Se necesita investigación con urgencia, especialmente con respecto a la
exposición potencial y el riesgo para la salud asociado a los plásticos de tamaño micro y nano.

Implications for the environment and human food security

En los últimos años, los experimentos de laboratorio arrojaron resultados importantes mostrando
que los organismos marinos ingieren y absorben microplásticos, que los microplásticos y los
químicos que contienen inducen efectos adversos y se acumulan en un gran número de especies,
que los microplásticos interactúan con los efectos tóxicos de otros contaminantes ambientales y
otros factores estresantes, y que la transferencia trófica de microplásticos y productos químicos
asociados con ellos se produce. Varios de los organismos que se investigaron son especies clave en
los ecosistemas donde se encuentran; por lo tanto, sus poblaciones son cruciales para el
funcionamiento de estos ecosistemas. (Luis et al., 2015; Au et al., 2017).

En cuanto a los efectos adversos, los experimentos de laboratorio han demostrado diversos
efectos en los animales marinos causados por la exposición a microplásticos, como la mortalidad
(Luis et al., 2015; Gray y Weinstein, 2017), reducción de la tasa de alimentación, la masa corporal y
la tasa metabólica (Welden y Cowie, 2016), reducción de la asignación de energía para el
crecimiento (Farrell y Nelson, 2013), disminución del rendimiento depredador (de Sá et al., 2015),
cambios en las respuestas conductuales y reducción del rendimiento de natación (Barboza et al.,
2018b), disminución de la fertilización y anomalías larvarias (MartínezGómez et al. ., 2017),
neurotoxicidad por inhibición de la acetilcolinesterasa y estrés oxidativo (Oliveira et al., 2013; Avio
et al., 2015a; Ribeiro et al., 2017; Barboza et al., 2018a), daño intestinal (Pedà et al. ,2016) y varios
otros efectos adversos (Wright et al., 2013; Foley et al.,

2018)

Toda esta evidencia indica que en la naturaleza, especialmente en áreas con altas concentraciones
de desechos plásticos (p.

y áreas urbanizadas y giros oceánicos), las poblaciones pueden verse afectadas negativamente y al
menos algunas de ellas podrían disminuir con el tiempo, con consecuencias potencialmente
adversas para la salud ambiental, la conservación de la biodiversidad, los servicios de los
ecosistemas y la seguridad alimentaria humana (en términos de disponibilidad reducida de
alimentos para la población humana). Por lo tanto, para evaluar y gestionar adecuadamente los
riesgos, se necesitan más estudios sobre los efectos de los microplásticos, con especial atención a
los efectos a largo plazo inducidos por la exposición a concentraciones ecológicamente relevantes
de microplásticos que se encuentran comúnmente en el medio ambiente.

Implications for human food safety

La información disponible sobre la presencia de microplásticos y sus aditivos, contaminantes


asociados y patógenos en pescados y mariscos, así como los efectos potenciales sobre la salud
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humana, es todavía muy escasa (Seltenrich, 2015; USEPA, 2015; GESAMP, 2016; Vethaak y Leslie,
2016). Aunque hay pruebas de laboratorio de que los microplásticos pueden aumentar los efectos
de los contaminantes químicos en los peces, por ejemplo (Rochman et al., 2013b; Pedà et al.,
2016; Barboza et al., 2018a; Rainieri et al., 2018), hay poca evidencia de estudios de campo de que
la ingestión de microplásticos afecte la bioacumulación de contaminantes (Lohmann, 2017). Como
predijeron los modelos de partición química, la importancia relativa de la exposición a los
contaminantes mediada por microplásticos en comparación con otras vías de exposición puede ser
limitada. (Koelmans et al., 2013; Bakir et al., 2016; GESAMP, 2016). De hecho, a A la fecha, con las
concentraciones de microplásticos observadas actualmente, hay poca evidencia que sugiera que
los microplásticos pueden aumentar la contaminación química de los productos del mar en
comparación con otras fuentes ambientales (es decir, agua, sedimentos, red alimentaria)
(Koelmans et al., 2014; GESAMP, 2016; Koelmans et al., 2016; Lohmann, 2017; Pittura et al., 2018).
Esto lo confirma un estudio de campo reciente con aves marinas frente a la costa de Noruega que
mostró solo un impacto insignificante de los microplásticos ingeridos en las concentraciones de
COP en los tejidos (Herzke et al., 2016).

Otros temas críticos con respecto a la salud animal, ecosistémica y humana son las interacciones
toxicológicas entre los microplásticos y otros contaminantes ambientales de interés, así como la
influencia de las alteraciones debidas a los cambios climáticos globales, especialmente las
variaciones de temperatura, en dichas interacciones. Varios estudios con organismos marinos
publicados en los últimos años han demostrado que los microplásticos influyen en la toxicidad
(aumentando, cambiando el tipo o el patrón de los efectos) de una amplia diversidad de
contaminantes, como los hidrocarburos policíclicos (Oliveira et al., 2013), metales (Luis et al.,
2015; Barboza et al., 2018a) y productos farmacéuticos (Fonte et al., 2016). Además, se ha
descubierto que la variación de temperatura, especialmente el aumento de temperatura, influye
en dichas interacciones toxicológicas (Ferreira et al., 2016; Fonte et al., 2016). Las propiedades y
concentraciones de los microplásticos y otras sustancias químicas analizadas, las condiciones de
los bioensayos y las especies analizadas influyen en los hallazgos informados. Por lo tanto, también
se necesita más investigación sobre este tema.

Implications for human health

Aunque la evidencia científica demuestra la presencia de microplásticos en varios productos


alimenticios, no hay información disponible sobre el destino de los microplásticos en el cuerpo
humano después de la ingestión de las partículas (Wright y Kelly, 2017; Rist et al., 2018). En este
contexto, los efectos adversos sobre la salud humana siguen siendo controvertidos y no bien
comprendidos. Así, quedan abiertas varias preguntas importantes, como si los microplásticos
juegan un papel en el desarrollo del cáncer en los animales marinos y, por extensión, en los
humanos (Erren et al., 2015); cuáles son los efectos a largo plazo de la exposición humana a los
microplásticos considerando la exposición simultánea a dichas partículas a través de varias rutas
(Wright y Kelly, 2017), entre varias otras.

Los científicos especulan que los microplásticos con un tamaño superior a 150 μm probablemente
no se absorberán, mientras que los microplásticos de menos de 150 μm pueden trasladarse desde
la cavidad intestinal al sistema linfático y circulatorio, provocando una exposición sistémica. Sin
embargo, se espera que la absorción de estos microplásticos sea limitada (≤0,3 %). Solo los
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 16

microplásticos con un tamaño ≤ 20 μm podrían penetrar en los órganos, mientras que la fracción
más pequeña (0,1 > 10 μm) podría acceder a todos los órganos a través de las membranas
celulares, la barrera hematoencefálica y la placenta – Fig. 1 (Browne et al. ., 2008; von Moos et al.,
2012; Bouwmeester et al., 2015; Galloway, 2015; EFSA, 2016; Lusher et al., 2017). De ser así, es
posible que se produzca la distribución de microplásticos en tejidos secundarios, como hígado,
músculo y cerebro (Wright y Kelly, 2017). Además, se espera que las interacciones de
microplásticos y nanoplásticos con el sistema inmunitario puedan conducir potencialmente a la
inmunotoxicidad y, en consecuencia, desencadenar efectos adversos (es decir, inmunosupresión,
activación inmunitaria y respuestas inflamatorias anormales) (Lusher et al., 2017; Wright y Kelly,
2017) . Recientemente, estudios in vitro con células cerebrales y epiteliales humanas evidenciaron
por primera vez el potencial de los microplásticos (10 μm) y nanoplásticos (40-250 nm) para causar
efectos citotóxicos a nivel celular en términos de estrés oxidativo (Schirinzi et al. al., 2017),
reforzando las especulaciones científicas sobre las posibles consecuencias para la salud humana.

Por lo tanto, el conocimiento en este campo aún es muy limitado y hay poca evidencia sobre el
impacto en la salud humana del consumo de microplásticos. Un desafío importante con respecto a
este punto es que no conocemos las cantidades de microplásticos muy pequeños, incluidos
aquellos con un tamaño capaz de ingresar a las células, en el agua, los sedimentos, los organismos
y el aire; por lo tanto, la evaluación de la biota y la exposición humana no es posible.

3) Danopoulos, E., Twiddy, M., & Rotchell, J. M. (2020). Microplastic contamination of


drinking water: A systematic review. PloS one, 15(7), e0236838.

Se incluyeron 12 estudios en la revisión: seis de agua del grifo (TW) y seis de agua embotellada
(BW)

Conclusiones: Esta es la primera revisión sistemática que evalúa la calidad de la evidencia


existente sobre la contaminación del agua potable por MP y estima la exposición humana. El
principio de precaución. Debe adoptarse para abordar las preocupaciones sobre los posibles
efectos en la salud humana del consumo de MP. La investigación futura debe apuntar a
estandarizar los protocolos experimentales para ayudar a la comparación y elevar la calidad.

La ingesta de agua varía en los adultos según el género, el clima, la dieta y la actividad física. El
valor de referencia de la OMS para el consumo diario de agua es de 2 L para adultos (con un peso
corporal predeterminado de 60 kg), 1 L para niños (peso corporal predeterminado de 10 kg) y 0,75
L para bebés (peso corporal predeterminado de 5 kg) [98]. Las exposiciones humanas diarias
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 17

máximas se calcularon utilizando la evidencia de contenido de MP más alta que se ha calificado


como RoB bajo y poco claro para los tres continentes, y los valores de la OMS para el consumo y
uso diario de agua [98]. Las exposiciones diarias más altas posibles se calcularon en Europa en
1260 MP para TW y 9800 MP para BW (Tabla 4). Estas exposiciones son subestimaciones
significativas ya que asumen que todas las poblaciones tienen acceso a agua potable tratada, lo
cual no es el caso. Estos altos niveles de exposición se deben más a la cantidad de agua que
consumimos y menos al contenido absoluto de MP del agua en comparación con otras categorías
de alimentos.

Después de la ingestión de MP, las partículas <1,5 μm podrían atravesar la barrera intestinal y
trasladarse a otros órganos. Los paradigmas de los estudios sobre material plástico que se han
utilizado para prótesis ortopédicas de reemplazo han demostrado la translocación de partículas de
plástico a órganos como el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos [106–109]. Los efectos de los
MP dependerán de su tamaño, composición polimérica, aditivos (plastificantes), los químicos que
puedan haber absorbido de el medio ambiente, su estado químico y su ubicación en el cuerpo
humano [41, 110]. Una posible vía de exposición adicional que aún no se ha investigado puede
ocurrir por el uso de agua contaminada con MP para su incorporación a los alimentos. Según
estimaciones de la OMS, la mayoría de las personas en la mayoría de las situaciones en todo el
mundo utilizan 7,5 L de agua per cápita por día [98] para hidratarse e incorporarse a los alimentos.
Este es un tema complejo ya que no está claro en qué medida los MP en el agua se absorberían en
los alimentos. Esto dependería de cómo se prepara la comida y tiene variaciones geográficas y
culturales. Sin embargo, está claramente justificada una mayor investigación sobre este tema, ya
que es otra vía potencial para que los MP en el agua entren en el cuerpo humano.

Captación máxima diaria y anual de PM a través del consumo directo e indirecto de agua per
cápita.

Se incluyeron 12 estudios en la revisión: seis de agua del grifo (TW) y seis de agua embotellada
(BW)

4) Danopoulos, E., Jenner, L. C., Twiddy, M., & Rotchell, J. M. (2020). Microplastic
contamination of seafood intended for human consumption: a systematic review and
meta-analysis. Environmental health perspectives, 128(12), 126002.
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 18

OBJETIVO: Los objetivos eran realizar una revisión sistemática y un metaanálisis de los niveles de
contaminación por MP en los pescados y mariscos y, posteriormente, estimar la absorción humana
anual.

Figura 8. Consumo máximo anual mundial previsto de partículas microplásticas (MP) a través del
consumo de moluscos. Los datos se han calculado utilizando los datos de consumo de la FAO
(2020a) para las diferentes familias de moluscos por país y el contenido máximo de MPs/g de
moluscos derivado de los resultados del resumen estadístico aquí presentado. Los datos
numéricos se muestran en la Tabla S15. Los datos de MP se clasificaron en 10 categorías utilizando
la clasificación por cuantiles con fines ilustrativos. Las áreas sombreadas ilustran países para los
cuales no se disponía de datos sobre el consumo de moluscos.
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 19

Los efectos en la salud humana relacionados con la exposición a MP y, de hecho, los niveles de MP
en sujetos humanos, se están investigando recientemente, pero existe una creciente cantidad de
literatura que respalda la evidencia de la absorción (Abbasi et al. 2019; Gallagher et al. 2015;
Schwabl et al. 2019) e impactos perjudiciales (Dong et al. 2020; Gallo et al. 2018; Stock et al.
2019). Los efectos potenciales en humanos informados recientemente incluyen toxicidad
gastrointestinal y hepática (Chang et al. 2020; W Wang et al. 2019), así como neurotoxicidad (Prüst
et al. 2020).

La ruta de exposición clave identificada es la ingestión (junto con la inhalación) (Chang et al. 2020;
Hale et al. 2020), siendo los mariscos un medio principal de exposición (van Raamsdonk et al.
2020; YL Wang et al. 2020). Los mecanismos tóxicos clave incluyen citotoxicidad a través del estrés
oxidativo (Chang et al. 2020), alteración de la expresión génica y genotoxicidad (YL Wang et al.
2020), cambios en la microbiota intestinal (van Raamsdonk et al. 2020), trastornos del
metabolismo y reacciones inflamatorias ( Chang et al.2020). La evidencia proviene de estudios en
animales y líneas celulares humanas. Aunque los hallazgos son en algunos casos contradictorios
(van Raamsdonk et al. 2020) y sin duda se necesita más investigación, tampoco hay evidencia de
que la exposición humana a MP sea segura (Leslie y Depledge 2020).

Los pescados y mariscos son una fuente importante de proteínas para las poblaciones de todo el
mundo, y puede ser el momento de implementar el principio de precaución (Kriebel et al. 2001),
con base en la evidencia científica existente, y tomar medidas en las políticas, la industria y la
sociedad para minimizar exposiciones humanas a MP transmitidos por los alimentos cuando sea
posible

5) De-la-Torre, G. E. (2020). Microplastics: an emerging threat to food security and human


health. Journal of food science and technology, 57(5), 1601-1608.

QUE SON LOS MP Microplasticos


MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 20

Los microplásticos se definen generalmente como pequeñas piezas de plástico de menos de 5 mm


de diámetro (Andrady 2017) y pueden ser primarios o secundarios. Los microplásticos primarios se
fabrican para tener un tamaño microscópico (Cole et al. 2011), incluidos gránulos de resina de
preproducción, microesferas en cosméticos, pasta de dientes y arenado, polvos para
recubrimientos textiles y medios de administración de fármacos (Shim et al.2018), mientras que
los secundarios Los microplásticos se derivan de la degradación de plásticos más grandes (GESAMP
2016) debido a la fragmentación fotolítica, mecánica y degradación biológica (Browne et al. 2009),
incluidos fragmentos de plástico, microfibras de telas y cuerdas, revestimientos y desechos del
desgaste de neumáticos (Shim et al. . 2018). Se sabe que los microplásticos absorben
contaminantes químicos en concentraciones traza, como metales pesados, hidrocarburos
aromáticos policíclicos (PAH), bifenilos policlorados (PCB), pesticidas organoclorados (OCP) y
productos farmacéuticos (Brennecke et al. 2016; Camacho et al. 2019; Li et al.2018c; Rochman et
al. 2014) y lixiviar aditivos industriales, como éteres de difenilo polibromados (PBDE), utilizados
como retardantes de llama bromados, estabilizadores térmicos de plomo y plastificantes de
ftalatos (Halden 2010; Lithner et al. 2011), lo que da como resultado un cóctel de contaminantes
(Rochman 2015).

La presencia de microplásticos en mariscos y alimentos se ha documentado a nivel mundial en


estudios recientes. En consecuencia, la exposición humana a los microplásticos a través de la
ingestión de alimentos contaminados es inevitable y supone un riesgo para la seguridad
alimentaria y la salud humana. En esta revisión, se definen los microplásticos y los xenobióticos
relacionados, se revisa la evidencia global de la contaminación por microplásticos en los productos
del mar, se analizan los impactos en las especies marinas comerciales y la seguridad alimentaria, y
se revisa el conocimiento actual de sus efectos directos en la salud humana. Además, se identifica
información limitada sobre seguridad alimentaria y vacíos científicos. Aunque los microplásticos en
el ambiente marino y sus efectos en los organismos marinos han sido bien documentados, se
necesita más investigación para comprender completamente las implicaciones de los
microplásticos en la seguridad alimentaria y la salud humana. La investigación adicional debe
centrarse en monitorear y eliminar los microplásticos a lo largo de la cadena de suministro de
alimentos y determinar hasta qué punto la seguridad alimentaria se ve afectada por la
contaminación por microplásticos.

Un modelo que muestra cómo la actividad antropogénica hace que los microplásticos ingresen a la
red alimentaria, abran un camino hacia nuestra comida y, en última instancia, hacia nuestros
órganos.
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 21

La presencia de microplásticos en los productos del mar compromete los pilares de la


disponibilidad y utilización de alimentos:

A. Disponibilidad de alimentos: a tener como mínimo una cantidad suficiente de alimentos y


considera alimentos importados o producidos localmente.

B. Acceso a los alimentos: el acceso físico y económico a los alimentos.

C. Utilización de los alimentos: abarca toda la cadena de suministro y manipulación de los


alimentos. Aborda las etapas de producción, procesamiento, distribución, venta minorista y hogar
de la cadena de suministro de alimentos desde el punto de vista de la higiene.

D. Estabilidad alimentaria: considera la estabilidad del suministro y el acceso a los alimentos,


comúnmente afectados por los problemas políticos locales, la economía y los precios. Además, los
cambios en los patrones climáticos regionales y el cambio climático no pueden ignorarse.

6) Vethaak, A. D., & Legler, J. (2021). Microplastics and human health. Science, 371(6530),


672-674.

La ubicuidad de los microplásticos (partículas de plástico de menos de 5 mm, incluidos los plásticos
nanométricos de menos de 1 µm) en la biosfera mundial genera una preocupación cada vez mayor
sobre sus implicaciones para la salud humana (1–3). La evidencia reciente indica que los humanos
constantemente inhalan e ingieren microplásticos; sin embargo, está lejos de entenderse si estos
contaminantes representan un riesgo sustancial para la salud humana. La falta de datos cruciales
sobre la exposición y el peligro representa brechas de conocimiento clave que deben abordarse
para avanzar.
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 22

Una vez en contacto con los revestimientos epiteliales del pulmón o el intestino, o después de ser
internalizados, los microplásticos pueden causar toxicidad física, química y microbiológica, que
también podría actuar de forma acumulativa. Varios estudios in vitro (es decir, cultivo de células
humanas) e in vivo en roedores indican el potencial de los microplásticos inhalados o ingeridos
para causar una variedad de efectos biológicos, incluida la toxicidad física (partículas), que
conduce al estrés oxidativo, la secreción de citoquinas, daño celular, reacciones inflamatorias e
inmunitarias y daños en el ADN, así como efectos neurotóxicos y metabólicos (12). Los efectos
observados generalmente se desencadenan a altas concentraciones de exposición de
microplásticos, y estos experimentos utilizan un número limitado de tipos de partículas prístinas
disponibles comercialmente, que son inconsistentes con las que se encuentran en el medio
ambiente. Además, no siempre se puede excluir la contaminación química de estas partículas de
prueba.

De manera similar a los efectos observados en los estudios de exposición a partículas ambientales,
los estudios epidemiológicos han informado lesiones pulmonares, que incluyen inflamación,
fibrosis y alergia, entre los trabajadores de la industria textil y del plástico que están expuestos a
grandes cantidades de polvo fibroso plástico (2). La toxicidad química puede ser causada por
microplásticos que actúan como vectores para transferir sustancias químicas, proteínas y toxinas
exógenas peligrosas presentes en o sobre las partículas al cuerpo (1, 5, 6).

Sin embargo, este efecto de "caballo de Troya" está poco estudiado y se conoce poco sobre el
papel de los microplásticos de tamaño nanométrico, que son más efectivos para cruzar
membranas biológicas y tienen una mayor área de superficie para la reactividad química que los
microplásticos de mayor tamaño. Algunos estudios sugieren que los microplásticos acuáticos
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 23

pueden actuar como vectores de toxicidad microbiológica, transportando patógenos bacterianos


oportunistas asociados a biopelículas y resistencia a los antibióticos.

7) Gasperi, J., Wright, S. L., Dris, R., Collard, F., Mandin, C., Guerrouache, M., ... & Tassin, B.
(2018). Microplastics in air: are we breathing it in?. Current Opinion in Environmental
Science & Health, 1, 1-5.

La producción anual de fibras textiles plásticas se ha incrementado en más de un 6% anual,


alcanzando los 60 millones de toneladas métricas, alrededor del 16% de la producción mundial de
plástico. La degradación de estas fibras produce microplásticos fibrosos (MP). Dichos MP se han
observado en precipitaciones atmosféricas, así como en ambientes interiores y exteriores. Algunos
MP fibrosos pueden inhalarse. Es probable que la mayoría de ellos estén sujetos a limpieza
mucociliar; sin embargo, algunos pueden persistir en el pulmón y causar respuestas biológicas
localizadas, incluida la inflamación, especialmente en personas con mecanismos de eliminación
comprometidos. Los contaminantes asociados, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos
(PAH), podrían desorberse y provocar genotoxicidad, mientras que el plástico en sí y sus aditivos
(colorantes, plastificantes) podrían tener efectos sobre la salud, como toxicidad reproductiva,
carcinogenicidad y mutagenicidad.

¿Se acumulan los microplásticos fibrosos en el cuerpo humano? La biopersistencia de MP


fibrosas inhaladas está relacionada con la durabilidad y la eliminación del pulmón [13]. Las pruebas
in vitro han encontrado que las fibras plásticas son extremadamente duraderas en fluidos
fisiológicos: las fibras de polipropileno, polietileno y policarbonato casi no mostraron disolución ni
cambios en el área superficial y las características en un fluido pulmonar extracelular sintético
después de 180 días. Esta sugerencia

las fibras plásticas son duraderas y es probable que persistan en el pulmón [14]. La biopersistencia
también está relacionada con la longitud, siendo más probable que las fibras más largas eviten la
eliminación [3].

Riesgos para la salud en el trabajo

Los estudios entre trabajadores de fibra de nailon sugieren que no hay evidencia de un mayor
riesgo de cáncer, aunque los trabajadores tenían una mayor prevalencia de irritación respiratoria
[3]. La enfermedad pulmonar intersticial es una afección relacionada con el trabajo que provoca
tos, disnea (falta de aire) y reducción de la capacidad pulmonar en los trabajadores que procesan
fibras de paraaramida, poliéster y/o nailon [17e19]. Los trabajadores también presentan síntomas
clínicos similares a la alveolitis alérgica [16]. Estos resultados de salud son indicativos del potencial
de los MP para desencadenar respuestas biológicas localizadas, dada su aceptación y persistencia.
Si bien estos efectos son distintos de los observados después

exposición al asbesto, el legado de la toxicología del asbesto puede ayudar en parte a predecir los
efectos en la salud de los MP fibrosos. En las fibras a base de silicato, la longitud y la
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 24

biopersistencia en las vías respiratorias/pulmón son las características que gobiernan la toxicidad y
los mecanismos de esa toxicidad. Queda por determinar si lo mismo es cierto para los MP fibrosos.

8) Lu, L., Wan, Z., Luo, T., Fu, Z., & Jin, Y. (2018). Polystyrene microplastics induce gut
microbiota dysbiosis and hepatic lipid metabolism disorder in mice. Science of the Total
Environment, 631, 449-458.

El microplástico (MP) se ha convertido en un problema ambiental global preocupante. Es tóxico


para los organismos acuáticos y puede propagarse a través de la cadena alimenticia para
finalmente representar una amenaza para los humanos. En el medio ambiente, MP puede
interactuar con los microbios y actuar como un hábitat microbiano. Sin embargo, los efectos del
poliestireno MP en la microbiota intestinal de los mamíferos siguen sin estar claros. Aquí, los
ratones machos fueron expuestos a dos tamaños diferentes de poliestireno MP durante 5
semanas para explorar su efecto. Observamos que la exposición oral a 1000 μg/L de poliestireno
MP de 0,5 y 50 μm disminuyó el peso corporal, hepático y lipídico en ratones. La secreción de
moco en el intestino disminuyó en ambos tamaños de los grupos tratados con poliestireno MP.
Con respecto a la microbiota intestinal, a nivel de filo, la exposición a MP de poliestireno
disminuyó la abundancia relativa de Firmicutes y α-Proteobacteria en las heces. Además, la
secuenciación de alto rendimiento de la región V3-V4 del gen 16S rRNA reveló cambios
significativos en la riqueza y diversidad de la microbiota intestinal en el ciego de ratones tratados
con poliestireno MP. A nivel de género, un total de 6 y 8 tipos de bacterias cambiaron en el 0.5

y grupos tratados con MP de poliestireno de 50 μm, respectivamente. Además, un análisis de


unidad taxonómica operativa (OTU) identificó que 310 y 160 microbios intestinales cambiaron en
los grupos tratados con poliestireno MP de 0,5 y 50 μm, respectivamente. Además, los niveles de
triglicéridos hepáticos (TG) y colesterol total (TCH) disminuyeron en los grupos tratados con
poliestireno MP de 1000 μg/L 0,5 y 50 μm. En consecuencia, los niveles relativos de ARNm de
algunos genes clave relacionados con la lipogénesis y la síntesis de TG disminuyeron en el hígado y
la grasa del epidídimo. Estos resultados indicaron que el poliestireno MP podría modificar la
composición de la microbiota intestinal e inducir un trastorno de los lípidos hepáticos en ratones;
mientras que el ratón es un modelo de mamífero común, en consecuencia, los riesgos para la
salud de MP para los animales no deben ignorarse.

9) Cho, Y. M., & Choi, K. H. (2021). The current status of studies of human exposure
assessment of microplastics and their health effects: a rapid systematic
review. Environmental analysis, health and toxicology, 36(1).

El término microplásticos (MP) fue inicialmente acuñado por Thomson et al. y las MP se definieron
como partículas y fibras plásticas muy pequeñas con un tamaño de partícula inferior a 5 mm [1, 2].
Los MP se clasifican en MP primarios, que se producen para aplicaciones especiales, como
MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL 25

cosméticos, pastas dentales y productos detergentes, y MP secundarios, que se derivan de


fragmentos de plástico desechados en el mar y en tierra [3]. Los MP pequeños, con un tamaño de
partícula entre 1 y 100 nm, se denominan nanoplásticos [4]. Con el aumento global del consumo
de plástico en las últimas décadas, los MP se han distribuido ampliamente en los océanos de todo
el mundo y su proporción en el medio ambiente aumenta constantemente [5]. Los MP se detectan
en la mayoría de los medios ambientales, como océanos, suelos, lagos y sedimentos, y pueden
denominarse "contaminación microplástica" [4, 6]. La contaminación ambiental por MP puede
tener un efecto negativo en los organismos y ecosistemas del medio ambiente e incluso puede
afectar la salud humana [6]. Varios estudios han planteado inquietudes acerca de los efectos sobre
la salud de los MP [7-9]. Los MP que están presentes en diversos medios ambientales, incluidos el
agua potable y los productos hechos por el hombre, pueden ingresar directamente al cuerpo
humano a través de la ingestión, la inhalación y el contacto con la piel [7]. Además, la transición de
MP al depredador final a través de la cadena alimentaria en un ecosistema contaminado con MP,
así como el consumo humano de estos depredadores finales, constituyen modelos importantes de
exposición humana a MP [8].

Con respecto a la determinación de la toxicidad humana como peligro ambiental, las MP son
similares a las partículas (PM) en que son componentes complejos y su efecto de peligro en el
cuerpo humano puede determinarse por la composición química y la forma física, como el tamaño
de PM Sin embargo, la exposición a PM es principalmente a través de la inhalación, mientras que
la exposición a PM ocurre en escenarios más diversos, siendo la inhalación y la ingestión vías
importantes de exposición [7].

Humans can be exposed to plastic particles via consumption of seafood and terrestrial food
products, drinking water and via the air. (1, 4) Uptake of plastics by humans (and animals) can
cause adverse health effects by at least three possible means: Plastic debris is a human health
issue Leslie

Aun faltan estudios sobre el riesgo de la exposicion a los microplasticos en la salud, para definir un
nivel minimo de consumo que sea seguro

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