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A disabling discipline

Phillip Darby

La disciplina de RI ha cruzado el globo y nos provee de un lenguaje común con el que


analizar la política mundial. Esta disciplina se ha expandido acercándose a nuevos campos
de estudio desde la cultura hasta el ecologismo. Además, ha habido un movimiento dentro
de las RI para incluir una política del cambio y dar libertad a diferentes metodologías para
este fin.

Una sucesión de crisis internacionales ha asegurado una demanda constante de producción


académica de artículos de opinión para la prensa, radio y tv. En este sentido, la disciplina
parece estar prosperando. Ha habido ansiedad sobre la capacidad explicativa de la
disciplina que fue cuestionada con la pérdida de significado que acompañó el fin de la GF y
la incapacidad de predecir el colapso del Comunismo en la URSS. Además, hay una
crecimiento en la opinión de algunos académicos en los márgenes de las RI que defienden
que los procesos sobre el terreno en las nuevas sociedades desafían el imaginario
occidental de un mundo regido por el funcionamiento del mercado, la promoción de la
democracia, y el compromiso con el desarrollo (p. ej: la forma de construir emergencias hoy
en día). RI sigue ligado a una visión colonial del mundo que distorsiona lo que está pasando
en el Sur y sesga los límites normativos.

Este capítulo se centra en la incapacidad histórica de la disciplina para relacionarse con el


Mundo No-europeo excepto como un apéndice o anexo al cuerpo de pensamiento
desarrollado en relación con el Primer Mundo (se refiere a la idea de la Biblioteca Colonial).
Así nos preguntamos hasta qué punto está situación está cambiando y hasta qué punto RI
está ahora listo para entrar en un proceso de descolonización de su
pensamiento/producción.

Las RI se ha visto cómo la internacionalización de un sistema de pensamiento y práctica


que surge dentro de Europa, siendo el evento fundacional la Paz de Westfalia. Es una
narrativa de progreso, una lectura del reordenamiento de las relaciones entre políticas
(polities) en una parte del globo que fueron transpuestas para abarcar todo el mundo. Esta
teoría se ve dañada por la afirmación de que 1648 no es el punto de inflexión en la
emergencia del sistema del Estado Moderno. Al contrario, el sistema Westfaliano estuvo
caracterizado por relaciones geopolíticas no modernas, enraizadas en relaciones de
propiedad absolutista pre-capitalista. Investigaciones más recientes sugiere que el
imperialismo era un tema principal en la disciplina en las primeras décadas del siglo XX.
Tras la 2GM, la subyugación del sur del globo por parte de Europa fue olvidada en la
memoria de la disciplina.

Por esto, los procesos que ayudaron a dar forma a los futuros de ⅔ de los pueblos del
Mundo y que marcaron las políticas domésticas de las metrópolis se dejaron a otras
disciplinas (historia imperial, por ejemplo) para que lo abordaran desde su propio método.
Muchos de la disciplina aceptaron la idea de Bull y Watson del colonialismo Europeo como
la expansión de la Sociedad Internacional (una basada y perpetuadora de la violencia,
racismo y la expropiación económica que tuvieron lugar).

El colonialismo moderno fue responsable de la institución de los flujos de gente, ideas,


valores y comodidades que entendemos intrínsecas al proceso de globalización actual.
Además, ha contribuido en gran medida a las inestabilidades contemporáneas en el 3er
mundo1 (la violencia en países emergentes no es solo un factor endógeno, fruto de la
cultura, la etnia o la inestabilidad política…). La conquista y el gobierno colonial creó nuevas
divisiones dentro de sociedades tradicionales y exacerbó las antiguas, acentuando a
conciencia las identificaciones religiosas y étnicas y el proceso de desarrollo desigual. El
colonialismo tuvo consecuencias para las víctimas, pero también para los vencedores (pone
el ejemplo de que en India, la experiencia colonial elevó los valores de hiper-masculinidad y
degradó los aspectos de la cultura política Británica que eran más delicada, humana y
asociada a lo femenino).

Aunque el colonialismo ondeaba la bandera de la modernidad, también tenía un lado oscuro


enraizado en el absolutismo y la valorización del poder (podemos seguir viendo este lado
oscuro en las doctrinas de intervención y las pretensiones universalistas actuales por parte
de Occidente). Pero también hay esperanza de que este lazo con el periodo colonial nos
ayude a encontrar las formas de salir del impasse actual.

La marginalización del mundo No-Europeo sobrevivió el fin del imperio colonial. Las
potencias occidentales fueron las principales responsables de la perpetuación de un orden
mundial profundamente desigual, pero las RI y sus discursos ofrecieron poca crítica y fueron
resistentes a pensamientos alternativos. La globalización de la violencia introducida por la
GF sirvió para perpetrar intereses imperiales en recursos y comercio y en una jerarquía
internacional basada en el poder y la raza. Líderes nacionalistas persiguieron estrategias no
convencionales para ganar influencia y los Consejos Mundiales con poder blando (soft
power), por ejemplo. Estas estrategias incluyen la promoción de neutralidad en zonas de
paz como forma de comunicación. En la carta de las NU, las potencias occidentales lo
escribieron de tal manera que la paz y la seguridad fueron tratados como el objetivo
principal mientras la promoción de los DDHH quedaba en segundo plano.

El desafío del 3er mundo, por supuesto, falló. Fuera de este, la neutralidad nunca tuvo
mucha credibilidad y tras la guerra entre India y China, perdió todo su atractivo. La acción
colectiva resultó ser más retórica que sustantiva puesto que los Estados del 3er mundo
perseguían sus intereses distintivos. El intento de reescribir el derecho internacional fue
frustrado por las relaciones económicas neo-imperiales en la esfera privada,
comprometiendo la soberanía de los estados del 3er mundo, y haciendo triunfar las líneas
de desarrollo impuestas por Occidente.

Con el nuevo Estado más o menos anulado, Occidente empezó a intervenir (muchas veces
junto con BM, FMI y otras OI) más extensamente en los asuntos internos de las sociedades
emergentes para reestructurar sus Estados y que se integraran dentro del Sistema

1
Personalmente utilizaría otro término, pero el autor P. Darby emplea continuamente la palabra
“Tercer Mundo”, lo cuál dice bastante también de su trabajo, por eso lo respeto durante todo el
resumen.
Internacional: mediante privatización, recortes en bienestar, liberalización de la entrada de
capital externo, buen gobierno, democracia, guerra contra el terrorismo (valores MUY
occidentales).

La reconstitución y extensión del poder del centro (occidental o de las potencias mundiales)
no se veía en RI por lo que realmente era. La disciplina estaba quizás demasiado
preocupada por darse sentido a sí misma en vista del creciente alcance de lo internacional.
Aún así, había poderosas invitaciones a repensar la política del sistema mundial en lo que
respecta al sur. Estas sugerencias de líneas de pensamiento, sin embargo, fueron
eclipsadas por la teoría de paz democrática que señalaba en una dirección errónea, y se
ignoraron aportaciones de otras partes del mundo que podrían haber aportado una visión
crítica. Así aparecen dos puntos cruciales (especialmente para la escuela postcolonial):
1. El mundo no Europeo ha sido constituído por sus carencias (no por sus logros): la
ausencia de economía moderna de mercado o falta de buena gobernanza.
2. Necesidad de reconocer y trabajar con la diferencia: no necesariamente rechazar lo
occidental pero sí reimaginarlo.

Hay que abordar ambos temas relacionados: descolonizar la disciplina y relacionarse


con diferentes formas de entender el mundo (en ambos casos, poco a poco vamos
viendo cambios según Darby). La disciplina ya no está dentro de un único paradigma
estatocéntrico y realista (surgen nuevos temas como política doméstica, sociedad global2,
activismo político…).

Según Chatterjee, el negocio del gobierno ha sido vaciado de política. La sociedad civil es la
asociación cerrada de las élites modernas. El desafío político es ahora dirigido por grupos
subalternos muy fuera de los sistemas políticos impuestos o inspirados por Occidente (lo
que se conoce ahora por Sociedad Política). Cobra importancia la naturaleza de las
sociedades no Europeas y cómo se relacionan con el Sistema Internacional.

Académicos del 3er mundo han estado denunciando el mantenimiento del pensamiento
eurocéntrico, apostando por líneas y enfoques alternativos pero sin mucho éxito dentro de
la disciplina. Así, Darby se centra en la política de marginalización del mundo no europeo en
las RI. Los principales debates en RI han sido principalmente asuntos domésticos y han
tenido el efecto de aislar las rrii de otras formas de entender lo internacional. No se trata de
que no haya espacio para la diferencia, sino que la diferencia tiende a situarse en
posiciones ya establecidas, lo cual representa una forma de cierre o limitación. Hay dos
cosas a tener en cuenta que no solo afecta a las RI:

1. Con la globalización de la Academia, hay más competición y los puntos (de


reconocimiento) se los llevan a los que publican “a nivel internacional”, entendido
como los que publican en inglés y en las revistas del Primer Mundo.
2. Hay que recordar que la enseñanza es parte de la práctica de RI y es especialmente
importante en tanto que su conocimiento sale al mundo (hay mucha más enseñanza
europea).

2
Resalta la idea de ser un solo mundo (one-worldism).
¿Por qué hay tan poco interés en que los académicos de RI tengan conocimiento de otras
sociedades que no sean las suyas? El conocimiento del otro debe ayudar a conocerse
mejor a uno mismo, revelando la relatividad del conocimiento propio (Todorov, 1995). Dos
fallos en la disciplina de RI:

- Distancia y asimetría entre culturas: Revisar la experiencia contemporánea,


análoga, histórica y material derivada de los encuentros entre diferentes culturas
hace posible pensar en el futuro de manera que no sea simplemente formada por la
autoimagen de los más poderosos (sino reconociendo al otro en uno mismo para
favorecer un diálogo entre culturas).

- Falta de interdisciplinariedad: otro fallo de la disciplina ha sido su reticencia a


dialogar con otras formaciones de conocimiento relacionadas con lo internacional
(importancia de la interdisciplinariedad dentro de las RI), privilegiando sólo su
propio lenguaje de análisis, sus metodologías o su especialización. En
consecuencia, por ejemplo, el desarrollo no ha sido visto como un constituyente
crucial del orden internacional (lo cual podría haber evitado el establecimiento del
neoliberalismo como ideología internacional).

¿Dónde, entonces, debería posicionarse la crítica de las RI disciplinarias? Hay argumentos


de peso de que trabajar para el cambio requiere poner el foco en las relaciones
internacionales mainstream porque aquí reside el poder.

1. La estrategia más efectiva es identificar y demostrar las fracturas en el discurso de


las RI que revelan duda interna e incertidumbre dentro de la disciplina (cuando
se detectan fallas en las teorías, surgen nuevas miradas que tratan de abordar y
solucionar esos fallos detectados). Sin embargo, con esta estrategia se corre el
riesgo de que las nuevas perspectivas sean incorporadas dentro del orden de
conocimiento establecido, rebajando su lado radical (que es lo que produce el
cambio dentro de la disciplina).
2. También se puede establecer otra Escuela dentro de las RI, pero no se sabe si
esto es realmente lo que se necesita.

Como alternativa definitiva, la CRÍTICA les posiciona (a los académicos) en los márgenes
de la disciplina o fuera de ella, haciendo incursiones ocasionales al núcleo o centro de la
misma (se adopta un pensamiento crítico dentro de la propia disciplina de RI). La disciplina
necesita crítica tanto desde dentro como desde fuera de ella.

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