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para salvarla de la refutación”. Esta expresión es triplemente errónea y debe ser evitada
cuidadosamente. En primer lugar, porque, debido a la clausura lógica de una teoría, no es
posible introducir hipótesis en ella sin producir un cambio de teoría. En segundo lugar,
porque, debido a la monotonía de la deducción, la mera introducción de hipótesis, sin
retirar ninguna otra, no permite evitar la implicación de la consecuencia refutadora. En
tercer lugar, porque las hipótesis auxiliares (y las hipótesis ad hoc son una especie de
ellas) no pertenecen a la teoría, como ya dijimos, por definición del propio concepto de
hipótesis auxiliar. La manera correcta de expresar esta idea es afirmar que siempre es
posible retener una teoría T frente a una evidencia refutadora E revisando el conjunto de
hipótesis auxiliares A que se han empleado junto con T para deducir la consecuencia falsa
E. Así, si el sistema S = (A & T) implicaba E, el nuevo sistema revisado S1 = (A1 & T) ya
no la implica. Pero adviértase que el sistema S no es una teoría definida, sino la
conjunción de una teoría con un conjunto variado de hipótesis auxiliares (que pueden
pertenecer a diferentes teorías o ser ellas mismas otras teorías). Además, debe advertirse
también que no se ha restaurado la adecuación empírica de del sistema S, sino que se lo
ha reemplazado por otro sistema diferente S1, que puede tener, además, consecuencias
muy diferentes de las que tenía S.
Duhem, por su parte, había sostenido que a pesar de que siempre es posible
mantener una hipótesis modificando el resto del sistema de hipótesis del que forma parte,
en algún momento el sistema se vuelve demasiado complicado o difícil de manejar como
para resultar útil. Por consiguiente, es el bon sens (el buen sentido) de los científicos el
que debe decidir cuándo abandonar una hipótesis o teoría determinada. Seguramente hay
aquí una alusión a Descartes (recuérdese el comienzo del Discours de la méthode: “le bon
sens est la chose la mieux partagée du monde”). En cualquier caso, ni para Duhem ni
para Quine la experiencia puede forzarnos a abandonar una determinada hipótesis o
teoría. Esta es la tesis de la subdeterminación de la teoría por la evidencia, que
usualmente se conoce como tesis de Duhem-Quine, aunque, sin formularla en esos
términos, Duhem la propuso muchas décadas antes que Quine.
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La tesis de la subdeterminación
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entre teorías empíricamente equivalentes, para el deductivista, solo puede fundarse en
criterios no fácticos de carácter pragmático, como la simplicidad, la parsimonia (o
economía ontológica) la generalidad, y otras de las llamadas virtudes epistémicas. Sin
embargo, dado que estas virtudes no pueden medirse ni compararse fácilmente, es posible
que en casos concretos no permitan tomar una decisión. Por ejemplo, una teoría puede
ser formalmente más simple que otra, pero menos parsimoniosa o general. En esas
situaciones, que no es difícil imaginar, la elección queda indeterminada.
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otras experiencias. El holismo, no obstante, implica que esa hipótesis tampoco puede ser
refutada, porque las consecuencias observacionales que pueda tener no se deducirán de
dicha hipótesis de manera aislada, sino en conjunción con otras hipótesis auxiliares. Por
consiguiente siempre se la puede retener si se está dispuesto a revisar el conjunto de
hipótesis auxiliares. El holismo epistemológico, de esta manera, se aplica tanto a las
teorías como a las hipótesis auxiliares, ya que en ambos casos estas no podrán contrastarse
de manera aislada. Nuevamente, debe advertirse que el holismo está formulado en el
marco de una concepción deductivista de la confirmación. En un marco inductivista, en
principio, es posible concebir que la evidencia tenga un impacto diferencial sobre la teoría
que se contrasta y sobre las hipótesis auxiliares, de modo que sea la teoría la que resulte
disconfirmada por la evidencia que se deduce de la teoría y las hipótesis auxiliares
conjuntamente (aunque debe mostrarse concretamente cómo esto es posible). El
inductivista, además, puede apelar a evidencias confirmatorias que no están implicadas
por la teoría junto con las hipótesis, pero que, no obstante, confirman (o disconfirman) a
la teoría en cuestión.
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