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Pérdida de audición
La pérdida de audición es uno de los problemas de salud crónicos más comunes, que afecta a personas de
todas las edades, en todos los segmentos de la población y de todos los niveles socioeconómicos.1 2​ ​ Esta
puede ser hereditaria o puede ser el resultado de una enfermedad, traumatismo, exposición a largo plazo al
ruido o medicamentos.3 ​ La pérdida de audición puede variar desde una leve, pero importante disminución
de la sensibilidad auditiva, a una pérdida total.4 ​

Epidemiología
La prevalencia en Estados Unidos según el Estudio de cohorte denominado Beaver Dam,5 ​ realizado el
2011, concluyó que la pérdida de audición es un problema crónico muy común, y mucho más en personas
adultas, ya que aumentaba según la edad del paciente:

3 % entre los 21 y 34 años


7 % entre los 35 y 44 años
11 % entre los 44 y 54 años
25 % entre los 55 y 64 años
43 % entre los 65 y 84 años

Además que la Organización Mundial de la Salud estima que la pérdida auditiva afecta alrededor de 466
millones de personas en todo el mundo.6 1​ ​

Tipos según el déficit funcional


Se denomina pérdida de audición o hipoacusia al déficit
funcional que ocurre cuando un sujeto pierde capacidad auditiva,
en mayor o menor grado. Llamamos umbral auditivo al estímulo
sonoro más débil (de menor intensidad) que es capaz de percibir un
determinado oído. Frecuentemente encontramos el manejo de los
términos sordera e hipoacusia como sinónimos aun cuando no lo
son.

Sordera

La sordera es la pérdida de la audición que altera la capacidad para


la recepción, discriminación, asociación y comprensión de los
sonidos tanto del medio ambiente como de la lengua oral. La
Límites de exposición al ruido.
pérdida auditiva es mayor de 70 decibelios, lo que les permite oír sólo algunos ruidos fuertes del ambiente
como los provocados por una motocicleta, una aspiradora, una sierra eléctrica o un avión.

Hipoacusia

La hipoacusia es la pérdida parcial de la capacidad auditiva. Esta pérdida puede ser desde leve o
superficial hasta moderada, y se puede dar de manera unilateral o bilateral dependiendo de que sea en uno o
ambos oídos; esta pérdida puede ser de más de 40 decibelios en adelante. Las personas con hipoacusia
habitualmente utilizan el canal auditivo y el lenguaje oral para comunicarse. Se benefician del uso de
auxiliares auditivos para recuperar hasta en un 20 a 30 % de la audición.

Variables del entorno (en edades tempranas)

Ambiente familiar:

Nivel socioeconómico.
Capacidad de favorecer una comunicación intensa, condicionada por la aceptación de la
sordera del niño y por la capacidad de adaptarse comunicativamente con él.

Ambiente escolar:

Importancia de la articulación y atención temprana.


La escolarización en un centro integrado o especial.
Se suele agrupar en centros de integración preferente a fin de favorecer la comunicación y
evitar el aislamiento.

Clasificación según las características


Para estudiar la pérdida de audición es necesario caracterizarla, así podemos clasificar las hipoacusias de
formas tales como:

Clasificación cuantitativa: según la cantidad de pérdida de audición.


Clasificación topográfica: con respecto al lugar donde asienta la lesión que produce el
déficit.
Clasificación etiológica: de acuerdo con la etiología de la hipoacusia.
Clasificación locutiva: en relación con el lenguaje. Aunque esta no es correcta, ya que la
capacidad del habla puede ser desarrollada, la capacidad locutiva (capacidad del habla)
depende de dos cosas: la estimulación de aprendizaje y el nivel de desarrollo de las
cuerdas vocales (una persona con pérdida profunda de oído, no significa que no se
desarrollen físicamente las cuerdas vocales).

Clasificación cuantitativa

Existen pues muchas clasificaciones, la más didáctica a efectos prácticos sea quizás la clasificación
cuantitativa, que establece los siguientes niveles:

Normoaudición: el umbral de audición tonal no sobrepasa los 20  dB HL en la gama de


frecuencias conversacionales.
Hipoacusia leve: Pérdida no superior a 40 dB para las frecuencias centrales.
Hipoacusia moderada: Pérdida comprendida entre 50 dB y 70 dB.
Hipoacusia grave: Pérdida comprendida entre 70 dB y 90 dB.
Hipoacusia profunda: Pérdida superior a 90 dB.

Clasificación topográfica 7 ​
Hipoacusia conductiva: Esta ocurre cuando algo impide que las ondas sonoras pasen al
oído interno. Puede suceder por una variedad de problemas, incluidos los cuerpos
extraños, las infecciones o por problemas de la membrana timpánica.
Hipoacusia neurosensorial: Esta ocurre cuando el nervio auditivo o las células ciliadas
del oído interno (cóclea) son dañados por la edad, el ruido, enfermedades, lesiones,
infecciones, por un traumatismo encéfalocraneano, medicamentos tóxicos, o por una
condición hereditaria.
Hipoacusia mixta: Es aquella que abarca tanto una hipoacusia conductiva como
neurosensorial.

Síntomas
Las personas con pérdida de audición pueden experimentar alguno de los siguientes problemas o todos:

Dificultad para escuchar conversaciones, especialmente cuando hay ruido de fondo.


Siseo, ronquido o zumbido en los oídos (tinnitus o acúfenos).
Dificultad para oír la televisión o la radio a un volumen normal.
Fatiga e irritación causada por el esfuerzo para oír.
Mareo o problemas de equilibrio.

Impacto en un niño
La adquisición del lenguaje va a ser el principal problema de los niños sordos. A menudo la disminución
auditiva lleva a presentar en los niños/as conductas anormales, esto hace que el diagnóstico se dificulte, se
confunda con un niño distraído, falto de comprensión, autista e incluso discapacitado intelectual, sin
embargo estos niños/as pueden ser tan inteligentes como cualquier oyente.

La problemática auditiva no afecta de la misma forma a todos los niños, ya que esto depende de la edad en
que aparezca la pérdida y la gravedad de esta y de acuerdo a esto serán las consecuencias que tenga el niño.
La edad crítica para la aparición de problemas auditivos graves es a los tres años de edad. Se considera un
problema grave a partir de una pérdida severa o mayor, porque con pérdidas menores a 70 decibeles, aun
cuando sean desde el nacimiento, los niños pueden adquirir, por un lado el conocimiento sobre la
funcionalidad del lenguaje y por otro lado la gran mayoría de sus elementos fonológicos, sintácticos,
pragmáticos y semánticos.

Los niños y niñas sordos no desarrollan el lenguaje de forma espontánea; así los niños y niñas sordos de
padres y madres oyentes aprenden el lenguaje oral que se utiliza en su entorno familiar. Es muy importante
estimular a los bebés sordos a realizar sus emisiones orales con significado diferenciado, incluso en las
situaciones de una defectuosa reproducción fonológica. También tienen mayores dificultades para adquirir
los conocimientos. Como la lectura de textos escritos.
La pérdida de audición no es sólo la pérdida del sonido, sino toda la serie de consecuencias que esto
conlleva en la adquisición del lenguaje oral y en el desarrollo integral del niño. Los niños y niñas con
problemas auditivos no tienen por qué presentar problemas en su capacidad intelectual, aunque en su
evolución si se llegan a enfrentar con problemas para adquirir el lenguaje. La sordera afecta a la generación
y desarrollo de las representaciones mentales, basadas en sonidos y/o grupos fonológicos del habla.

Diagnóstico
Existen diversos métodos para el diagnóstico de la hipoacusia:

Acumetría

La acumetría se realiza con diapasones de distintas frecuencias (128  Hz, 256  Hz, 512  Hz, 1024  Hz,
2048 Hz), es lo que se conoce como Set de Hartman.8 9​ ​

Es un método diagnóstico cualitativo. Su principal misión es distinguir entre la hipoacusia de transmisión y


la hipoacusia neurosensorial.

Tests

Se realizan distintos tests, para realizar el diagnóstico: Rinne, Weber, Schwabach y Gelle.

Rinne

El test de Rinne compara la calidad de la percepción de sonidos entre la transmisión mediante la vía aérea y
la transmisión por vía ósea (a través del mastoides) en un solo oído, es monoaural.10 9​ ​

Se coloca un diapasón vibrando sobre el mastoides, a continuación, se acerca a la oreja, entonces se le


pregunta al paciente, cuando ha escuchado el sonido con mayor intensidad.

Es positivo cuando la transmisión por vía aérea es mayor que la transmisión por vía ósea. Esto indica una
audición normal o una hipoacusia de percepción.

Es negativo cuando la intensidad por vía ósea es mayor que la de la vía aérea. Esto es indicativo de la
hipoacusia de transmisión.

Pueden aparecer falsos negativos en pacientes con cofosis.

Weber

La Prueba de Weber, evalúa ambos oídos a la vez, es binaural.11 ​Se coloca el diapasón en la línea media, y
según que oído perciba mejor el sonido, se dará un diagnóstico:

Hipoacusia de percepción: el sonido se lateraliza hacia el lado sano.


Normal: el sonido no se lateraliza, se escucha igual por ambos oídos.
Hipoacusia de transmisión: el sonido se lateraliza hacia el lado enfermo.

Schwabach

La Prueba de Schwabach compara la vía ósea del oyente y el examinador.12 ​

Si el oyente percibe el sonido durante más tiempo que el examinador, significa que su vía
ósea está más desarrollada, por lo que sufre de hipoacusia de transmisión.
Si el oyente percibe el sonido durante el mismo tiempo que el examinador, el paciente no
sufre de hipoacusia.
Si el oyente percibe el sonido durante menos tiempo que el examinador, el paciente sufre
de hipoacusia de percepción.

Gellé

La principal función de la prueba de Gellé es la detección de la otosclerosis, que da un Gellé negativo.13 ​


Para ello se utilizan el diapasón y pera de politzer.

Se insufla aire por el conducto auditivo externo y a continuación se pone el diapasón en la


cabeza. Como le hemos causado daños al conducto auditivo, no oirá el sonido emitido por
el diapasón.
Gellé - : el sonido se oye (otosclerosis)
Gellé + : el sonido no se oye (no hay otosclerosis)

Audiometría tonal supraliminar

Sirve para valorar la capacidad de reclutamiento, la fatiga auditiva y la adaptación en la hipoacusia


neurosensorial. El estímulo auditivo que se utiliza supera el umbral del sujeto.

Tratamiento y prevención
A menudo la pérdida de audición conductiva puede corregirse con audífonos o tratamiento quirúrgico
(Implante coclear).14 ​

Exponer a los trabajadores a ruidos fuertes durante largos periodos de tiempo crea el riesgo de pérdida
auditiva neurosensorial. Por este motivo, deben utilizar equipos de protección individual. Pero la
investigación científica ha demostrado que son ineficaces.15 16
​ ​

Véase también
Audiometría
Hipoacusia neonatal
Sordera
Presbiacusia
Hiperacusia
Volumen (sonido)
Zumbido

Fuentes
1. Carroll, Yulia I; Eichwald, John; Scinicariello, Franco; Hoffman, Howard J.; Deitchman, Scott;
Radke, Marilyn S.; Themann, Christa L.; Breysse, Patrick (10 de febrero de 2017). «Vital
Signs: Noise-Induced Hearing Loss Among Adults — United States 2011–2012» (https://ww
w.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5657963/). MMWR. Morbidity and Mortality Weekly
Report 66 (5): 139-144. ISSN 0149-2195 (https://portal.issn.org/resource/issn/0149-2195). PMC 5657963 (ht
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21 de marzo de 2020.
2. CDC (27 de mayo de 2020). «Tipos de pérdida auditiva (sordera) | CDC» (https://www.cdc.g
ov/ncbddd/spanish/hearingloss/types.html). Centers for Disease Control and Prevention.
Consultado el 11 de abril de 2023.
3. «Deafness and hearing loss» (https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/deafness-an
d-hearing-loss). www.who.int (en inglés). Consultado el 11 de abril de 2023.
4. «Hipoacusia» (https://cinfasalud.cinfa.com/p/hipoacusia/). Cinfasalud. Consultado el 11 de
abril de 2023.
5. Nash, Scott; Cruickshanks, Karen; Klein, Ronald; Klein, Barbara; Nieto, Javier; Huang,
Guan; Pankow, James; Tweed, Theodore (2011). «The Prevalence of Hearing Impairment
and Associated Risk Factors: The Beaver Dam Offspring Study» (https://jamanetwork.com/jo
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6. Stevens G, Flaxman S, Brunskill E, et al. Global and regional hearing impairment
prevalence: an analysis of 42 studies in 29 countries. Eur J Public Health 2013; 23:146.
7. Ángel F, Casas A, Gómez O, Guzmán A, Manuel P, Restrepo C, et al. Audiología Básica.
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8. Sotorríos, Gabriela de la Caridad Elías (21 de abril de 2021). «La acumetría y su importancia
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10. Kong, Erwin L.; Fowler, James B. (2023). Rinne Test (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NB
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11. «El uso de los diapasones para diagnosticar la función auditiva. La Acumetría, Rinne y
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iagnosticar-la-funci%C3%B3n-auditiva-la-acumetr%C3%ADa-rinne-y-webber/). Centro
Auditivo Cuenca, audífonos Valencia. 29 de mayo de 2013. Consultado el 11 de abril de
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12. «Schwabach test | audiometry | Britannica» (https://www.britannica.com/science/Schwabach
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13. Macfarlan, Douglas (1953-12). «And a Description of a Quantitative Gellé Test» (https://www.
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Consultado el 11 de abril de 2023.
14. Montes F, Peñaranda A, Correa S, Peñaranda D, García J-M, Aparicio M, et al. Cochlear
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Life. Otol Neurotol. 2017;38(5):e26–e33
15. Groenewold, M.R.; Masterson, E.A.; Themann, C.L.; Davis, R.R. (2014). «Do hearing
protectors protect hearing?» (https://stacks.cdc.gov/view/cdc/36768). American Journal of
Industrial Medicine (en inglés) (Wiley Periodicals) 57 (9): 1001-1010. ISSN 1097-0274 (https://por
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16. Berger, Elliott H.; Voix, Jérémie (2018). «Chapter 11. Hearing Protection Devices» (https://on
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Texto inicial parcialmente extraído del NIDCD (https://web.archive.org/web/2006122319410
1/http://www.nidcd.nih.gov/health/spanish/hearingaid_span.asp) de dominio público.

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