Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Problema de La Induccion en David Hum
El Problema de La Induccion en David Hum
1
Como recomendación metodológica: para comprender el problema de la inducción es menester tener claro,
primero, el problema de la causalidad en Hume. En ese sentido, recomiendo leer primero el trabajo sobre
Hume y la causalidad y luego ver este escrito.
2
seguro vía Dios. Para que esto sea así, los racionalistas establecen varios presupuestos
metafísicos:
1. Dios como ser necesario y productor de todas las cosas, incluso de sí mismo.
2. Necesidad causal: todos los sucesos de la naturaleza (a) tienen como causa un ser
necesario (b) (aquí los racionalistas engranan los sucesos de la naturaleza con Dios
para hacerlos necesarios).
Veamos dos pequeños ejemplos en donde (1), (2) y (3) están implícitos y operando
juntos:
Descartes:
Con el nombre de Dios entiendo una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente,
omnisciente, todopoderosa, y por la que yo mismo, y todas las demás cosas que existen (si
es verdad que hay algunas que existen), han sido creadas y producidas (A&T VII, 46).
Spinoza:
En el orden natural de las cosas, nada se da contingente; sino que todo está determinado por la
necesidad de la naturaleza divina a existir y obrar de un cierto modo (Spinoza, Ética; proposición
XXIX)
Hume va a negar los tres principios metafísicos establecidos por los racionalistas. En ese
sentido, para Hume, (i) no hay Dios, (ii) no hay idea de conexión necesaria entre sucesos
(A) y causas (B) y por lo tanto no hay uniformidad de la naturaleza (iii), lo cual lleva a la
consecuencia de que (iv) no hay conocimiento necesario sobre sucesos dentro de la
naturaleza. Veamos cada punto por separado:
3
(c) Causalidad no es necesaria IV: Por último, Hume expresa que así como no
se sigue que de “todo marido debe tener una mujer, todo hombre deba estar
casado” porque no todo hombre es un marido tampoco se sigue que “todo
efecto debe tener una causa porque ellos están implícitos en la idea de
efecto” porque no todo efecto tiene una causa, como ha establecido en los
argumentos anteriores.
(iii) Tres es una consecuencia directa de (ii): dado que no hay idea de conexión
necesaria en la relación causal bien justificada, entonces tampoco hay un
principio uniforme de la naturaleza garantizado por dicho principio.
P1. Cuando la mente hace lo que parece ser una transición necesaria de una impresión
presente, o el recuerdo de una impresión, a una idea dada, llamamos a esa transición “causa
y efecto”. La pregunta es: ¿en qué se funda esta transición aparentemente necesaria? ¿De
qué es una función: ¿la comprensión (es decir, la razón) o la imaginación?
P2. Si es la razón quien nos determina a realizar estas transiciones causales, entonces este
razonamiento debe basarse en el principio de que las instancias (por ejemplo, asociaciones
particulares de dos objetos cualesquiera) que ocurrieron en el pasado continuarán
ocurriendo como tales en el futuro ( principio de uniformidad de la naturaleza).
P3. Si la necesidad causal es una función de la razón, cuando esa razón se basa en el
principio de uniformidad, entonces el principio de uniformidad debe, de una forma u otra,
estar justificado; también debe estar "fundado" en la razón. En forma simbólica, se lee (N ⊃
P) ⊃ J, donde "N" significa la necesidad causal es una función de la razón, "P" representa
un principio de uniformidad y "J" significa "el principio de uniformidad está justificado por
la razón".
P4. Sólo hay dos tipos de razón que pueden justificar un principio, incluido el principio de
uniformidad: (a) “conocimiento (razonamiento demostrativo) o (b) razonamiento “probable
”.
Como se mencionó al inicio del escrito, las consecuencias del problema de la inducción
planteado por Hume son dos: una consecuencia directa (a) como una consecuencia indirecta
(b). La consecuencia directa (a) es que el ser humano, como ente que conoce el mundo, no
puede conocer de manera segura e indubitable la naturaleza porque no hay condiciones
epistemológicas ni metafísicas para establecer leyes necesarias de la naturaleza y (b) la
consecuencia indirecta es que el ser humano no puede construir una ciencia empírica o de
carácter inductivo: al ser la probabilidad lo que reina en los hechos de la naturaleza, no se
puede establecer con certeza un hecho sobre la naturaleza.
4. Bibliografía
(2011) Bruce, M & Barbone, S. Just the Arguments: 100 of the Most Important Arguments
in Western Philosophy. Oxford University. Edit. Blackwell.