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MODULO 8
En el lóbulo derecho encontramos únicamente formas orales arcaicas que no se rigen por
la sintaxis sino por esquemas de sonidos y asociaciones. Aquí reside también el
pensamiento analógico, la lírica y el arte para utilizar los símbolos. El hemisferio derecho
genera también las fantasías y los sueños de la imaginación y desconoce la noción del
tiempo que posee el hemisferio izquierdo.
Es fácil imaginar lo incompleto que estaría el individuo que sólo tuviera una de las dos
mitades del cerebro. Pues bien, no es más completa la noción del mundo que impera en
nuestro tiempo, por cuanto que es la que corresponde a la mitad izquierda del cerebro.
Desde esta única perspectiva, sólo se aprecia lo racional, concreto y analítico, fenómenos
que se inscriben en la causalidad y el tiempo. Pero una noción del mundo tan racional sólo
encierra media verdad, porque es la perspectiva de media conciencia, de medio cerebro.
Verbal: Usa palabras para nombrar, describir, No verbal: Es consciente de las cosas, pero le
definir. cuesta relacionarlas con palabras.
Analítico: Estudia las cosas paso a paso y Sintético: Agrupa las cosas para formar
parte a parte. conjuntos.
El trabajo con Mandalas es altamente efectivo para despertar el hemisferio derecho ya que es a
través de las formas y las colores que se trabaja, los Mandalas nos muestras la grandeza de la
vida y la magia de los colores
En principio dibujar un Mandala actúa sobre nuestra conciencia que realiza algo hermoso.
Sobre nuestro inconsciente que proyecta sus contenidos en la manera en que dibujamos,
en las formas que seleccionamos o en los colores que utilizamos, y sobre el desarrollo de
cualidades también muy valorables, especialmente disciplina espiritual, concentración,
orden y paciencia
Las imágenes y el color generan estímulos y sensaciones que provocan diferentes
respuestas neuroquímicas a nivel cerebral, como si habláramos de una cascada química
que puede darnos, entre otros, dos mensajes básicos: endorfinas o adrenalina. En el
primer caso sentiremos placer, relajación y bienestar, como un baño saludable para todo
nuestro sistema cuerpo-mente. En el segundo caso la respuesta es el displacer y la huída,
generando estrés en todo nuestro sistema psico-físico
El arte, para quién sienta afinidad por él, debería ser como un compromiso diario con
nuestro ser interno, poder iluminar con colores nuestro pequeño Mandala diario, hará
que comencemos a observar nuestra propia integridad, nuestros procesos de estados de
ánimo, o nuestras elecciones de forma o color. Esa sola observación, esos minutos que
estemos concentrados dentro de una figura circular o cuadrada con un centro, harán
despertar a nuestro sanador interno, harán que podamos abrirnos a otras imágenes, y
¿quién lo sabe? Tal vez descubramos a un artista que teníamos escondido y no dejábamos
manifestarse.
A menudo caemos en la idea de que el arte sólo nos sirve para pasar un rato, que no
puede compararse con todas las otras actividades o conocimientos más “importantes”
que tenemos en la vida. Esta idea se diversificó probablemente por una cultura
fundamentada en el hacer; ese hacer debía ser tomado como una responsabilidad seria,
en la cual muchas veces quedaba relegado el disfrute a un plano secundario. La idea de
que el arte era sólo bueno como pasatiempo pero que uno debía dedicarse a una
profesión “seria” todavía estaba muy vigente.
Con los años esa idea se ha ido modificando y nos hemos abierto a aceptar la conexión
entre el disfrute de las actividades y una vida sana. Nos fuimos dando cuenta de la
importancia no sólo de la “mente sana en un cuerpo sano” sino también de que un cuerpo
sano depende en gran medida de la salud de nuestra mente.
Pudieron verificarse los efectos concretos que los pensamientos y sistemas de creencias
hacen en nuestros cuerpos, y cómo nuestra mente puede generar a menudo salud o
enfermedad.
Creación y sanación implican la observación de la forma en que los pensamientos, las
emociones y las imágenes pueden cambiar el flujo sanguíneo y el equilibrio hormonal en
el cuerpo. Cuando hacemos arte vemos imágenes. La aparición de imágenes implica que
se iluminen neuronas en distintas regiones del cerebro. Las neuronas se encienden y,
como en un alud, se conectan con el cuerpo de tres sencillas maneras
• Primero la parte derecha del cerebro, el hogar de las imágenes, envía mensajes a las
zonas inferiores del cerebro que se conectan con el hipotálamo. Las imágenes artísticas, el
movimiento de la música y el baile se alojan inicialmente en zonas que son responsables
del pensamiento y de iniciar el movimiento muscular. Las descargas de las neuronas
provienen tanto de la realización del arte o el movimiento, como del recuerdo del arte o
del movimiento. La manera en que la gente siente esto es que los pensamientos, las ideas
o una imagen artística o la realización de un movimiento llegan de la imaginación o de la
memoria. Dado que el arte, la música y el baile son tan antiguos e implican tantas vías
sensitivas y motoras, tanto la imaginación como la memoria del arte, la música y el
movimiento, parecen completamente reales e intensas al ponerse en contacto con ellas.
Los movimientos se reflejan como descargas en las zonas que envían mensajes a los
músculos aunque el artista o el bailarín en realidad no muevan esos músculos, éstos se
mueven al menos microscópicamente.
El cerebro del artista o el bailarín envía mensajes a todo el cuerpo cuando se produce el
movimiento, o incluso cuando hay una imagen de movimiento. Las zonas del cerebro que
controlan el movimiento tienen dentro de ellas el recuerdo de todo movimiento previo y
de toda imagen de movimiento almacenado en las vías de la memoria. Muchos de estos
recuerdos de imágenes y movimientos son muy antiguos, como chispazos encendiéndose
constantemente en el cerebro de los humanos a lo largo de toda su evolución.
Cuando estas visiones llegan a la superficie de nuestra conciencia y son liberadas, pueden
ser profundamente curativas.
Cuando una persona traduce imágenes mentales en arte a través del movimiento, se
produce un alto nivel de concentración.
Realizar arte absorbe toda la atención de la persona y la sustrae de las preocupaciones y
los problemas del mundo exterior. Esto ocurre automáticamente. La persona lo logra sin
necesidad de buscarlo, por el simple hecho de hacer arte. Las antiguas vías de la memoria
se hacen cargo de la situación y la persona es llevada "a otro mundo", a un estado mental
de pura concentración que se parece mucho a la meditación. La fisiología resultante de
este estado es similar a la fisiología de la oración o la meditación; básicamente se trata de
una profunda relajación y curación.
Es lo que necesitamos para poder curarnos. Se creía que el sistema funcionaba solo, pero
ahora se sabe que está profundamente influido por los pensamientos.
La imagen en el cerebro de una pacífica escena, de hacer arte, de la creatividad, de la
oración, genera un efecto benéfico en el que el ritmo cardiaco se vuelve más lento, la
presión arterial baja, la respiración es cada vez más lenta, la sangre va hacia los intestinos;
todo el cuerpo cambia.
El movimiento de un baile, de una suave caricia, estimula los circuitos que recuerdan la
profunda relajación y crea esa fisiología. Ahora nos encontramos frente a la fisiología de la
curación, de la creatividad, de la oración.
Tenemos así una idea de cómo está conectada la mente con el cuerpo y cómo las
imágenes y los movimientos musculares estimulan todo nuestro ser.
• El segundo cambio es químico y resulta de los cambios hormonales. Es más lento, pero
es más profundo en el sentido de que afecta a todas las células del cuerpo.
De esta manera podemos ver los beneficios de conectarnos activamente con nuestra
parte creativa, en el hacer o en el disfrutar, tomando en cuenta que aquello que hagamos
para lograr nuestro bienestar físico y emocional es un salto cuántico para la evolución de
nuestras almas y el reconocimiento de nuestro Ser interno.
A menudo nos aferramos a la ilusión de que sólo somos un cuerpo, con sus
preocupaciones de la vida cotidiana, con sus vínculos positivos o negativos, y olvidamos
que en realidad somos una partícula de Dios encerrada en un recipiente físico, que
debemos cuidar ese recipiente para que la Divinidad pueda manifestarse a través de él, y
que la mejor manifestación vendrá de un cuerpo, mente y estado emocional equilibrados.
Todo aquello que podamos emprender para el logro de esa armonía debe ser tomado
como nuestro primer y más alto deber, eso redundará en felicidad, y esa felicidad
automáticamente se convertirá en más salud, y si podemos proyectarnos a una realidad
más amplia en la cual todos los seres estamos conectados, nuestra salud física, mental y
emocional propias redundará en beneficio de la salud y bienestar del mundo
entero. Recordemos que si queremos ordenar el mundo debemos primero ordenar
nuestra propia casa. (TEXTO EXTRAIDO DE Lic. Laura Podio, ARTE CURATIVO)
CREANDO MI MANDALA PERSONAL
Cada persona también tiene asociado un Mandala Personal, determinado a partir de sus
características, del lugar y fecha de nacimiento y algunos otros datos; cada persona vibra
a una frecuencia diferente que al momento de su nacimiento es armónica y perfecta y
debido al estilo de vida que se vive hoy en día y los problemas diarios nos alejamos de ella.
El Mandala Personal, al vibrar en la frecuencia propia de una persona, permite por el
efecto de resonancia que el cuerpo recobre su frecuencia vibratoria original, su diseño
especialmente realizado atrae la energía que se está necesitando y gracias a sus facultades
energéticas que ayudan a trabajar las áreas espirituales y de voluntad necesarias para
continuar al próximo nivel de evolución las personas logran el equilibrio perdido. Tener un
Mandala personal es como si tuvieras una foto de tu alma, una representación de tu ser,
es un elemento de máxima protección, pues representa toda la fuerza y energía de la
persona en un solo símbolo. Al realizar la meditación mandalica con tu Mandala personal
logras además de llegar a tu centro y encontrarte con tu yo superior, reconectarte con tu
esencia de forma perfecta y sintonizar con tu verdadero ser logrando el equilibrio perdido
y manteniendo la conexión con las energías cósmicas originales de tu momento de
nacimiento. Cada Mandala personal es una pieza única ya que se ha realizado
especialmente para una persona con sus datos y sus características... Se pueden realizar
para todas las edades...
Puedes realizar también un Mandala personal con una intención determinada, es decir,
activar la salud, la prosperidad, la abundancia, la gratitud, y muchos más.
Para la última ejercitación no necesitas ninguna instrucción que venga desde afuera. Es el
momento de revisar lo aprendido y de tomar contacto con nosotros mismos para
reconocer la resonancia que ha dejado cada aspecto de este aprendizaje dentro de
nosotros.
Como recomendación final para realizar tu Mandala personal y los que comiences a
realizar a partir de acá es llevar un registro de cada una de tus secciones mandalicas, tu
diario de Mandalas, donde realices un registro o informe de cómo te sientes al comenzar a
realizar la obra desde antes de la meditación hasta luego de terminar todo el trabajo,
sensaciones, imágenes internas, conclusiones, fecha, hora y cada una de los mensajes que
comenzaras a recibir al realizar tus maravillosas obras.
EJERCICIOS DE TAREA
MODULO 8
EJERCICIO 1
EJERCICIO 2
EJERCICIO 3
MODULO 8
EL MANDALA COMO MEDIO DE SANACION
NOTA: Al concluir tus ejercicios de este modulo debes enviármelos por correo para
su revisión, luego recibirás la evaluación final para luego recibir tu certificación.
Desde mi corazón te envió un abrazo de color-luz VERDE para que sanas y cuerpo físico,
espiritual y emocional. NAMASTE…..