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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

CONCILIO GENERAL DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS DE VENEZUELA

SEMINARIO EVANGÉLICO PENTECOSTAL


SEPAD

MÉTODO HISTÓRICO DE LA CARTA A LOS HEBREOS

MATERIA: HEBREOS
FACILITADOR: PASTOR: JAIME ROBERT COLMENÁREZ
ESTUDIANTE: DEISY J. ALVARADO V.

FERERO, 2022
 Autor

El autor de Hebreos es desconocido. Pablo, Bernabé, Silas, Apolos, Lucas,


Felipe, Priscila, Aquila, y Clemente de Roma han sido sugeridos por diferentes
eruditos, pero el vocabulario, estilo, y diversas características literarias de la
epístola no apoyan claramente ninguna afirmación en particular. Es significativo
que el escritor se incluya a sí mismo entre aquellas personas que habían recibido
confirmación del mensaje de Cristo por medio de otros (2:3). Eso parecería anular
a alguien como Pablo que decía que había recibido tal confirmación directamente
de Dios y no de los hombres (Gálatas 1:12). Haya sido quien haya sido el autor, él
prefirió citar referencias del AT del AT griego (LXX) en lugar del texto hebreo. Aún
la iglesia primitiva expresó diferentes opiniones acerca del autor y la erudición
contemporánea admite que el rompecabezas aún no tiene solución. Por lo tanto,
parece que es mejor aceptar el anonimato de la epístola. Claro que, finalmente, el
autor fue el Espíritu Santo (2 Pedro 1:21).

 Fecha

El usos del tiempo presente en el 5:1-4; 7:21, 23, 27, 28; 8:3-5, 13; 9:6-9,
13, 25; 10:1, 3, 4, 8, 11; y 13:10, 11 podría indicar que el sacerdocio Levítico y el
sistema de sacrificios aún estaban en operación cuando la epístola fue
compuesta. Debido a que el templo fue destruido por el general (más tarde
emperador) Tito Vespasiano en el 70 d.C., la epístola debió de haber sido escrita
antes de esa fecha. Además, puede notarse que Timoteo acababa de ser liberado
de la prisión (13:23) y que la persecución estaba volviéndose severa (10:32-29;
12:4; 13:3).

Estos detalles parecen indicar una fecha para la epístola alrededor del 67-69 d.C.

 Lectores

La identidad de los lectores originales no es conocida, aunque parece que


eran judíos, ya que el contenido de este libro se orienta hacia la teología judía.
Los lectores originales son descritos de varias maneras. Ellos estaban muy
concentrados en el Antiguo Testamento, el cual se cita frecuentemente. Se le da
prominencia a Abraham (2:16; 7:1–9; 11:8, 17), antepasado físico de ellos. Por
medio de los discípulos originales de Cristo (2:3), ya habían oído el evangelio y
habían presenciado señales, maravillas y milagros del Espíritu Santo (2:4). Junto
con el escritor, habían llegado a ser participantes de Cristo (3:14) y habían
ministrado a otros creyentes (6:10), tratando a los perseguidos con compasión
(10:32–34; 12:4). Habían sido creyentes por mucho tiempo y algunos de sus
líderes ya habían fallecido (13:7). Si bien es cierto que habían entendido los
principios espirituales básicos (6:1), sus deficiencias incluían una escasez de
maestros (5:12), dureza para oír (5:11) y una resistencia a poner en práctica lo
que sabían que era correcto (6:12). Su incredulidad impidió que entendieran
correctamente el evangelio (3:12).

Puesto que todas estas características no se verían en una sola persona, es


probable que varios subgrupos existían entre los lectores originales. Había
algunos cristianos entregados, inclusive sacerdotes judíos convertidos (Hechos
6:7) que sufrieron por causa de su fe (10:32–34; 12:4). Había otros que estaban
intelectualmente persuadidos acerca del cristianismo, pero no comprometidos en
cuanto a su relación personal con Cristo (2:1–3; 6:4–6; 10:26–29; 12:15–17). Aun
otros no estaban en lo absoluto convencidos acerca de la verdad del cristianismo
a pesar de que habían sido expuestos a sus enseñanzas (9:14–15, 27–28). La
existencia de estos grupos diversos ayudaría a justificar las advertencias severas
encontradas a través de la carta

 Propósito General

La mayoría de los primeros cristianos eran de origen judío. Aparentemente,


esperaban el pronto retorno de Cristo, pero la demora de su Segunda Venida, y
las persecuciones contra ellos (10.32–34), les hicieron dudar si habían tomado la
decisión correcta al convertirse en cristianos. De ahí que se corriera el riesgo de
que regresaran al judaísmo.
La epístola fue escrita a los judíos creyentes que vacilaban, para alentarlos
mantenerse firmes en la fe. El autor pone de relieve la abrumadora superioridad
de Cristo sobre todo lo que habían experimentado bajo la Ley. Lo que se les
ofrece a través de Cristo es muchísimo mejor que lo que les fue prometido bajo la
economía mosaica, a la que nunca considerarían retornar. El autor se apoya en la
incomparable gloria de la persona y la obra de Cristo, y muestra su supremacía
sobre los profetas (1.1–3), los ángeles (1.4–2.18), Moisés (3.1–19), Josué (4.1–
13), Aarón (4.14–7.18) y todo el ritual del judaísmo (7.19–10.39).

Es decir, Esta carta de exhortación (13:22) fue escrita para reforzar la fe de


los judíos convertidos, haciendo que recordaran la provisión de Dios de un
sacerdote y sacrificio perfectos por el pecado: Jesucristo. Ayudaría también a
convencer a cualquiera que estuviera indeciso acerca de Cristo, de que había
mayor ganancia al volverse a El que permanecer en el judaísmo.

 Tema Principal

El tema principal del libro es la superioridad de Cristo y del cristianismo


sobre la religión de los hebreos. (Judaísmo).

La Epístola a los Hebreos pone de relieve el carácter único de Jesús, el Hijo


de Dios, y su categoría superior a cualquier otra (1.2–4), ya sea de los ángeles
(1.4–2.18), de Moisés (3.1–4.13) o del sacerdocio levítico (4.14–7.28). Solamente
Jesús es el «gran sumo sacerdote que traspasó los cielos» (4.14) y que por medio
de su sangre nos abrió un «camino nuevo y vivo... para entrar en el Lugar
santísimo» (10.19–20).

Frente a la ley de Moisés y al culto del Antiguo pacto, con su complicado


ceremonial y sus sacrificios, Cristo entrega su propio cuerpo como ofrenda hecha
«una vez para siempre» (9.26–28; 10.10, 14). De este modo se constituye en
«fiador» (7.22), esto es, en prenda y garantía de un pacto nuevo y definitivo.
Jesucristo es el Sumo sacerdote perfecto, a quien Dios constituyó, no «conforme a
la ley... meramente humana, sino según el poder de una vida indestructible,...
sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec» (7.16–17). Cristo es el
único que «con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados»
(10.14).

 Palabras Claves

Jesucristo (Hijo), ángeles, sacerdote (sacerdotes, sacerdocio), por lo cual


(pues, por tanto), fe (fiel), mayor, mejor (superior, más excelente), acerquémonos
(vamos adelante, despojémonos, corramos, tengamos gratitud, salgamos,
ofrezcamos), perfecto (perfeccionas), diablo, pacto.

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