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FUNCION
TUBULAR
Integrantes:
Daniella Chacón CI:30.134.686
Daniela Angulo C.I:29.960.747
Carolyne García C.I:31.180.311
Manuel Gómez C.I:30.484.353
Valentina Suarez C.I:30.609.761
BARINAS, JUNIO DEL 2023
Papel de la sed
La sed juega un papel fundamental en la regulación del equilibrio hídrico en el
cuerpo. Es una sensación que nos impulsa a beber líquidos cuando estamos
deshidratados o cuando nuestros niveles de agua en el cuerpo son bajos.
Cuando hay una disminución en el volumen de agua en el organismo, ya sea
debido a la sudoración, la pérdida de líquidos a través de la orina o la respiración,
se activa un mecanismo de señalización que estimula la sensación de sed. Esta
señalización puede ser iniciada por la activación de los receptores de la boca y la
garganta, así como por señales químicas y hormonales en el cuerpo.
La sed es una respuesta adaptativa que nos impulsa a buscar y consumir líquidos
para reponer el agua perdida y restablecer el equilibrio hídrico en el cuerpo. Beber
líquidos adecuados y mantener una hidratación adecuada es esencial para el
funcionamiento óptimo de numerosos procesos fisiológicos, incluyendo la
regulación de la temperatura corporal, la función renal, la digestión y el transporte
de nutrientes.
Es importante destacar que la sed es solo una respuesta inicial para iniciar la
ingesta de líquidos. Sin embargo, puede haber situaciones en las que la sensación
de sed no sea suficiente para mantener una hidratación adecuada, como en
condiciones extremas de calor, ejercicio intenso o enfermedades que aumentan la
pérdida de líquidos. En estos casos, es importante beber líquidos de manera
regular, incluso antes de sentir sed, para prevenir la deshidratación.
En resumen, la sed es una respuesta fisiológica que nos impulsa a beber líquidos
para mantener el equilibrio hídrico en el cuerpo. Es una señal de que nuestros
niveles de agua están bajos y nos incita a buscar y consumir líquidos para
reponerlos. Mantener una hidratación adecuada es esencial para el buen
funcionamiento de numerosos procesos fisiológicos en el cuerpo.
Máximo tubular
Los riñones regulan la homeostasis del agua y los solutos mediante los procesos
de filtración, reabsorción, secreción y excreción. Tras la filtración de la sangre a
través de los glomérulos, el sistema tubular toma el relevo y se encarga de ajustar
la composición de la orina a través del resto de la nefrona. La reabsorción,
secreción y excreción se producen a través de mecanismos de transporte
activos y pasivos y responden dinámicamente a las necesidades actuales del
organismo para mantener la homeostasis de la composición del plasma y el
volumen sanguíneo. Los segmentos primarios del sistema tubular incluyen el
túbulo proximal, el asa de Henle, el túbulo contorneado distal y los
conductos colectores. Cada segmento tiene transportadores y funciones
únicas.
Aproximadamente cada 22 minutos, la totalidad del plasma sanguíneo ha
sido filtrado en los glomérulos. Esto quiere decir que los riñones filtran
aproximadamente 180 L/día de plasma. Sin embargo, el volumen de orina en
24 horas suele ser algo inferior a 1,5 litros, de los que aproximadamente el 95 %
es agua y el 5% restante son sustancias de desecho. Por tanto, la composición del
ultra filtrado glomerular, durante su paso por los túbulos renales es modificado
para que gran parte del agua y los oligoelementos filtrados sean reabsorbidos
y transportados a los capilares peritubulares para ser reutilizados. Pero a nivel
tubular no solo se produce un proceso de reabsorción. En sentido contrario, es
decir, desde los capilares peritubulares hacia la luz del túbulo renal, algunas
substancias son secretadas. Estos procesos de reabsorción y secreción permiten
por ejemplo que, solutos importantes como la glucosa se recuperen
completamente, mientras que la mayoría de las toxinas son secretadas y no
reabsorbidas.
Aclaración Osmolar tubular
Regulación de la osmolaridad y del volumen de los líquidos corporales
Reabsorción de sodio y agua
El sodio y sus sales representan alrededor del 90% de los solutos osmóticamente
activos del medio interno y participan mayoritariamente en la osmolalidad y
volumen de éste. De su proceso de reabsorción depende la de gran parte
de solutos por el transporte acoplado o la difusión, aprovechando gradientes
electroquímicos favorables generados por el sodio. Las variaciones que afectan al
sodio repercuten en el volumen del líquido extracelular (LEC), originando
complejos mecanismos de respuesta para el restablecimiento de los valores
fisiológicos. Todas las sales de sodio circulantes se filtran a nivel glomerular.
De ellos, se reabsorben el 96-99%. Dependiendo de la ingesta de sodio, son
excretados entre 150 y 1.000 mEq diarios que coinciden con lo aportado por la
dieta. Este equilibrio permite mantener un valor promedio para el sodio, en el
medio interno de 145 mEq/ L.
Factores que afectan la intensidad da eliminación del volumen del liquido
Presiones que afectan al filtrado glomerular. Al tratarse de un proceso físico
dependiente de presiones, los principios que rigen la filtración glomerular no
difieren de los establecidos para cualquier otro lecho vascular, y por tanto depende
de los siguientes factores:
1. Presión hidrostática sanguínea: La presión hidrostática en capilares
glomerulares es esencialmente la fuerza principal que empuja a la sangre
contra la barrera de filtración glomerular. Por esta razón, la presión
sanguínea en el glomérulo renal es excepcionalmente elevada
(aproximadamente 55 mmHg) en comparación con la observada en
otros lechos capilares que es de 26 mmHg. Para mantener esta elevada
presión hidrostática sanguínea, arteriolas aferentes y eferentes en el
glomérulo presentan unas diferencias en su diámetro importantes. Esto
hace que se dificulte el drenaje capilar por la arteriola eferente, y se
mantenga en todo el lecho capilar glomerular una elevada presión
hidrostática, generándose a nivel de arteria eferente una presión promedio
de 30 mmHg.