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Qué Es La Escritura

La escritura se define como un sistema de comunicación humana a


través de representaciones gráficas del idioma verbal, es decir, de signos
trazados en un soporte físico de algún tipo. A la interpretación de los
caracteres escritos se le conoce como lectura.

Toda forma de escritura opera como un sistema, en el cual cada signo


específico se corresponde con un referente concreto o imaginario,
ocupando a su vez un lugar dentro de la cadena de la oración.

Estos signos, llamados grafemas, pueden representar sonidos de la


lengua (siguiendo el principio fonético) o pueden por el contrario
representar ideas o referentes concretos (siguiendo el principio
ideográfico). Todo depende del sistema de escritura del que se trate.

En la actualidad existen muchas formas distintas de escritura, algunas


derivadas de una misma lengua anterior, como es el caso de las lenguas
romances, provenientes del latín, o del chino y el japonés, en los que se
emplea un mismo conjunto de sino gramas (que los japoneses
llaman kanji).

Cada uno posee sus propias reglas gramaticales y su propia noción de


ortografía (o sea, el modo correcto de empleo de los signos), así como
sus propias marcas de entonación o pronunciación, como las tildes.

Ello se debe a que la escritura, así como el lenguaje verbal mismo, es


reflejo de una lógica y una manera de pensamiento particulares, así
como de una historia específica, ya que los modos de escritura y sus
reglas de representación suelen cambiar con el paso del tiempo. Tanto
así, que se tiene evidencia hoy en día de escrituras antiguas que
resultan, a pesar de los esfuerzos de especialistas, indescifrables.
Origen De La Escritura
La escritura surgió en la antigüedad más remota, pero no surgió en una
sola ubicación, sino que fue descubierta por varias civilizaciones
antiguas en distintos momentos de su historia particular, adaptada desde
el principio a sus intereses y a su visión del mundo.

Sin embargo, se estima que los primeros sistemas de escritura surgieron


a finales de la Edad del Bronce (alrededor del 4.000 a. C.), a partir de
sistemas mnemotécnicos (recordatorios) que usaban símbolos
específicos pero que no tenían ninguna relación todavía con el lenguaje.

Por eso se les considera como protoescritura, es decir, meros


antecedentes, nacidos en algún momento del neolítico, para satisfacer
diferentes necesidades logísticas, como la contabilidad de rebaños, la
propiedad de los bienes o situaciones similares.

La primera escritura de la que se tiene noticia fue la cuneiforme, surgida


en la antigua Mesopotamia, en Oriente Medio. Proviene de un sistema
sumerio de fichas de arcilla sin categorizar, mediante el cual se
representaban labores y bienes para el intercambio.

Al ganar cada vez más complejidad (lo cual probablemente obligaba a


llevar consigo cientos de fichas), esta escritura acabó siendo
reemplazada por algo más práctico: una serie de marcas sobre una
tablilla de arcilla, con las formas de las fichas.

Este primer sistema de escritura logográfica fue empleado o copiado por


los vecinos de Sumeria, a través de intercambios comerciales o de otro
tipo, como los acadios y las elbaítas, hititas y ugaritas, sobre todo cuando
a mitad del tercer milenio a. C. se desarrolló un anexo silábico que
reflejaba los sonidos y la organización oracional del antiguo idioma
sumerio.

Otros sistemas de escritura surgieron también en esa época, como


los jeroglíficos egipcios, cuyos primeros indicios rondan el año 3.100 a.
C. (como la Paleta de Narmer), la escritura protoelamita (alrededor del
3.200 a. C.), la escritura del Indo (alrededor del 2.600 a. C.), o la
escritura china (alrededor del 1.600 a. C.), entre muchas otras.
Tipos De Escritura
Tal y como asomamos anteriormente, la escritura puede clasificarse en
dos grandes sistemas de grafía: el de las escrituras fonéticas y el de las
escrituras ideográficas.

Las escrituras fonéticas son aquellas cuyos signos se corresponden


con un sonido específico de la lengua. A su vez, pueden clasificarse en:

 Alfabéticas, en las que a cada signo escrito (o combinación de ellos)


le corresponde un sonido (un fonema) de la lengua. Todas las
lenguas europeas y un importante número de lenguas americanas,
africanas y asiáticas emplean este tipo de escritura.
 Abyades, cuando sólo algunos de los fonemas de la lengua se
representan gráficamente, es decir, la lengua no se representa
completa. Por lo general son los sonidos consonánticos los que se
escriben, y las vocales se establecen por el contexto, lo cual les
otorga cierto margen de ambigüedad. Es el caso, por ejemplo, de la
escritura del hebreo.
 Abugidas, también conocidas como pseudosilábicas, pueden
entenderse como un paso adelante respecto de las Abyades, dado
que en ellas se representan gráficamente las consonantes junto con
elementos gráficos que aclaran la ambigüedad de las vocales, sin
llegar a constituir un signo propio del todo. Es el caso de las escrituras
etiópicas.
 Silábicas, en las que cada signo escrito representa una combinación
de dos (o más) sonidos en una misma unidad: un sonido consonántico
y otro vocálico, es decir, una sílaba del idioma. Tal es el caso de la
escritura del griego micénico, por ejemplo.

Las escrituras ideográmicas son, por su parte, aquellas en las que a


cada signo escrito le corresponde un referente. Es decir, en lugar de
representar sonidos de la lengua, representan directamente las cosas,
las acciones o las ideas. Estos signos se llaman ideogramas o
pictogramas, y en general suelen complementarse con signos fonéticos,
dando como resultado una escritura mixta. Son ejemplos de este sistema
la escritura china o los jeroglíficos egipcios.
Importancia De La Escritura
La escritura es una de las más importantes tecnologías desarrolladas por
el ser humano, al grado tal que su invención se considera como el punto
de inicio formal de la Historia (y, por lo tanto, el final de la prehistoria),
dado que antes de ella era imposible dejar documentación que narrara o
evidenciara los sucesos.

Visto así, la escritura permitió al ser humano superar las barreras del


tiempo y de la mortalidad: un mensaje escrito bien puede sobrevivir a su
escritor; y también referirse a numerosos receptores a la vez, o en
momentos y circunstancias distintas. Es decir, la escritura separó por
primera vez en la historia humana al emisor del receptor de un mensaje
en tiempo y en espacio.

Por otro lado, la escritura permitió acumular saberes y legarlos a las


generaciones posteriores, lo cual fue clave en el surgimiento de
civilizaciones más complejas y en la posibilidad del estudio y
el aprendizaje, ya que antes todo debía transmitirse oralmente y
memorizarse, sufriendo distorsiones y olvidos en el proceso.

En último lugar, aunque no en importancia, la escritura hizo posible el


surgimiento de la literatura, una forma artística que existe todavía y que
satisface una de las necesidades culturales más básicas de nuestra
especie, que es la de contar relatos.
Funciones De La Escritura
De acuerdo a la psicología (específicamente al enfoque de lo escrito de
Gordon Wells de 1987), la escritura cumple siempre con cuatro niveles
de uso, es decir, tiene cuatro funciones básicas fundamentales, que son:

 Función ejecutiva u operativa, que se resume en la capacidad para


codificar y decodificar signos gráficos, es decir, en la posibilidad de
convertir una idea en un texto y un texto en una serie de ideas: la
lecto-escritura. Esta es la función más básica de todas.
 Función instrumental, que considera la escritura como una
herramienta o un instrumento para la adquisición de saberes
o conocimientos, como en el caso del estudio. En este sentido, la
escritura no es más que un vehículo del conocimiento, un contenedor.
 Función interpersonal o funcional, aquella que permite la
comunicación de dos seres humanos a través del intercambio de
mensajes escritos, cosa que hoy en día conocemos muy bien gracias
a los servicios de mensajería instantánea. Para ello, se requiere de
más que simplemente la capacidad de leer y escribir: se deben
manejar los contextos comunicativos, se debe compartir con el
receptor una serie de códigos, etc.
 Función epistémica o imaginativa, la más compleja de todas y la
más exigente cognitivamente hablando, es la que permite al escritor
crear ideas directamente a través de la escritura, generando
conocimientos y opiniones que no estaban dadas de antemano en el
receptor y considerando la escritura como sustancia misma, tal y
como hacen los escritores, los filósofos o los poetas.
Niveles De Escritura
Emilia Ferreiro, en Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño
(SIGLO XXI.1979), distingue cinco niveles de escritura en los niños no
escolarizados:

NIVEL 1

Reproducción de rasgos que constituyen una forma básica de escritura,


ya sea esta cursiva o de imprenta. Si es cursiva se pueden encontrar
grafismos ligados entre sí.

Si en cambio trata de imitar a la letra de imprenta los grafismos se


encuentran separados, y se combinan líneas rectas y curvas.

NIVEL 2

La hipótesis de este nivel es la diferencia entre las escrituras. El niño,


valiéndose de escaso número de grafismos, realiza diferentes
combinaciones para lograr también significaciones diferentes.

NIVEL 3

Hipótesis silábica: aquí el niño trata de dar un valor sonoro a cada una de


las letras que componen una escritura, pero en ese intento divide a la
palabra en sílabas y cada letra vale por una sílaba.

En esta etapa que se da entre los cuatro y los cinco años se produce un
conflicto cognitivo entre la cantidad mínima de caracteres y la hipótesis
silábica en aquellas palabras bisílabas.

NIVEL 4

Es el pasaje de la hipótesis silábica a la alfabética. Es un período de


investigación entre el nombre de la sílaba y la representación fonética de
las letras.

NIVEL 5

Constituye la escritura alfabética. El niño otorga un fonema para cada


grafismo y a partir de ese momento afrontará solamente problemas de
ortografía.
PROPÓSITO DE LA ESCRITURA

La elaboración de un documento siempre tiene un propósito concreto (demostrar nuestro


conocimiento, dar a conocer los resultados de un trabajo.). Antes de planificar su redacción
debemos tener claro cuál es la finalidad que perseguimos. También hay que tener en cuenta
quien o quienes son los destinatarios (el profesor, los propios compañeros, una Institución.).
Esto determina que a la hora de escribir tengamos en cuenta una serie de elementos
fundamentales:

 Saber analizar el texto o los textos de los cuales vamos a extraer la información.
 Procesar la información obtenida en las distintas fuentes.
 Desarrollar una idea central.
 Desarrollar y fundamentar un argumento.
 Sacar una conclusión que exprese claramente aquello que queremos comunicar.
 Tener capacidad crítica.
 Mantener un orden lógico.
 Usar citas.

Otro aspecto que determina el tipo de texto y su contenido es la materia de la que trata.
Recogemos en esta tabla algunos elementos que caracterizan las diferentes materias.

HUMANIDADES CIENCIAS

Contenidos mayoritariamente descriptivos Contenidos mayoritariamente conceptuales.


Carácter técnico-científico

Procesos, épocas, sucesos, acciones, Conceptos, abstracciones, definiciones,


cambios, protagonistas, ideas, fechas,. fórmulas, aplicaciones y demostraciones,
problemas.

Permiten interpretaciones o valoraciones No permiten interpretaciones de carácter


(carácter subjetivo) subjetivo

Contenidos flexibles Contenidos no flexibles


Aprender a Escribir

Cualquier estudiante universitario que se enfrente a la tarea de escribir parte de una cierta
experiencia previa en el manejo del lenguaje escrito y sus distintos estilos. No obstante
antes de escribir es importante decidir cómo va a ser el texto (forma) y qué contenidos lo
van a conformar. A la hora de redactar hay que:

 DEFINIR el propósito, qué objetivos se quieren lograr y para qué sirve el texto. (por
ejemplo, si tenemos que realizar un trabajo tenemos que tener claro que es lo que
nos están pidiendo: el significado y los objetivos del trabajo).
 BUSCAR información y ordenarla para poder expresarla con nuestras propias
palabras. Ver cómo se va a estructurar la información: seleccionar y estructurar las
ideas que se van a reflejar en el texto.
 APOYAR la información en documentos sobre el tema, indicando la bibliografía
consultada.
 ESCRIBIR el texto en función del tipo de trabajo y los objetivos marcados. No es lo
mismo escribir un informe que un comentario crítico o una presentación para ser
expuesta en clase. También hay que tener en cuenta los destinatarios de la
información.

Cuando escribimos, elaboramos información recogida de diferentes fuentes con la intención


de obtener un producto (apuntes, trabajo, crítica,). Las fuentes útiles para elaborar esa
nueva información pueden ser muy variadas (profesores, manuales y libros de consulta,
revistas especializadas.). A la hora de redactar es importante dedicar una parte importante
de nuestro trabajo a recoger la información contenida en esos documentos, comprenderla,
analizarla y a partir de ella generar nuevo conocimiento.

TIPOS DE ESCRITURA

Los diferentes tipos de texto existentes requieren un tipo determinado de estructura para la
escritura en función de sus características.

TEXTOS NARRATIVOS

MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA

Representan una serie de acciones o Predominio de los conectores temporales.


hechos en el tiempo. Hilo narrativo lineal.
La sucesión de hechos tiene lugar en una La información transmitida se agrupa en
situación determinada en la que torno a:
intervienen unos personajes concretos. Marco, en el que define el contexto.
Los hechos responden al esquema causa - Desarrollo, se presentan las acciones que
efecto provocan la transformación de la situación
El emisor fija la situación y su contexto y el inicial.
receptor los determina. Resolución, indica la nueva situación.

TEXTOS DESCRIPTIVOS

MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA

Representación simultánea de un objeto, Predominan los conectores sumativos y los


un lugar, o un ser, indicando sus partes. localizadores de naturaleza espacial.
Las partes se presentan siguiendo un orden Formulación en presente de indicativo o en
determinado. pretérito imperfecto.
No suelen aparecer de forma aislada, sino Se pueden distinguir las siguientes partes:
como parte de otros textos de mayor Tema, que designa lo que se va a
extensión. describir.
Expansión, que es la representación de las
partes del todo que se describe.

TEXTOS EXPOSITIVOS

MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA

Representación de conceptos con


Representación ordenada de un concepto o independencia del espacio y del tiempo.
conceptos aislados del espacio y en el Uso de conectores de naturaleza lógica: de
tiempo. oposición, formulativos, de causalidad, etc.
Presentan una serie de ideas relacionadas La estructura es de progresión lineal.
por una lógica interna. Suelen tener el siguiente esquema:
La presentación puede ser inductiva o Planteamiento.
deductiva. Observaciones.
Puede aparecer aislado o insertado en un Explicación.
texto mayor. Solución.

TEXTOS ARGUMENTATIVOS

MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA

Expresados en presente atemporal, la


formalización de premisas en pasado.
Representación ordenada de conceptos que Utilizan conectores de naturaleza lógica.
persiguen refutar opiniones de manera La progresión informativa es lineal.
explícita o implícita. Suelen tener las siguientes partes:
El contexto informativo común entre Tesis inicial
emisor y receptor es necesario. Premisas.
Utilizan argumentos bien implícitos o Argumentación.
explícitos. Conclusión.

TEXTOS INSTRUCTIVOS O NORMATIVOS

MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA

Persiguen dirigir el comportamiento del Suelen utilizar el imperativo, el presente


lector dando las informaciones necesarias de indicativo o el futuro.
para realizar una tarea. Los conectores más habituales son los
Las instrucciones se plantean de manera temporales, para ordenar las acciones.
lineal, no jerarquizada, ordenadas por La progresión suele ser de naturaleza
argumentos de naturaleza temporal. lineal, excepto cuando se trata de tareas
No hay conocimiento compartido en cuanto complejas.
a la realización de la tarea, pero exigen un Se puede distinguir dos partes:
contexto compartido en cuanto a las Útiles o herramientas.
herramientas o útiles para llevarlos a cabo. Instrucciones.

El arte de escribir

Escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra vez.
Este arte lleva consigo la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo propio
para expresar sus ideas y pensamientos.
El arte de escribir
Desde el momento en que el hombre escribe y expresa sus pensamientos en forma
comprensible a los demás, se cumple el fin del lenguaje «transmitir lo pensado a lo
escrito».1 El uso del lenguaje es un fenómeno complejo en el cual si fácil no es
hablar, tampoco lo es escribir con corrección.

Martín Vivaldi,2 al tratar el tema, se refiere a las expresiones de Fidelino de


Figueiredo, el cual afirma: "La vida, la palabra y el pensamiento son inseparables;
pensar y saber es querer decir y poder decir, porque lo que el hombre siente y
piensa lo incorpora al mundo de las palabras. El juicio, pieza nuclear del
pensamiento lógico, sólo existe en el cerebro del hombre por su traducción en
frase".

Todos se han encontrado alguna vez con el problema de descifrar algo escrito por
quien ignora lo más elemental del arte de escribir, y se puede decir que no es por
lo que escribe sino por el cómo lo escribe. El pensamiento más sencillo resulta
ininteligible en ciertas ocasiones. El estilo de la escritura añade precisión, elegancia,
claridad y armonía al texto que se expone.

Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y
elegancia. Es preciso emborronar muchas cuartillas, tachar y corregir
constantemente, la habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades.
Algunos dicen2 que escribir es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este
arte no se aprende; mucho depende del empeño y el trabajo. Pensemos, por un
momento, en las palabras del estilista francés L Veuillot2 «A fuerza de trabajo se
puede llegar a ser un escritor puro, claro, correcto e incluso elegante». El arte de
escribir es el producto de un arduo esfuerzo.

El estudio de los manuscritos y de cada una de sus ediciones revela las numerosas
correcciones que experimentan las obras antes de ir, definitivamente, a la
imprenta. Escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra
vez. Este arte lleva consigo la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo
propio para expresar sus ideas y pensamientos.

A la luz de estas reflexiones, pensemos en Fialho de Almeida,3 quien expresó:


«Sólo para criar la lengua son necesarios veinte años de trabajo»; en Tito
Livio,3 que aún teniendo a su disposición los archivos del imperio, trabajó durante
veinte años en la elaboración de la historia romana; en el poeta alemán Johann
Wolfgang,3 conocido por Goethe, una de las figuras cumbres de la literatura de su
país y de las altas letras universales, el cual dedicó largos años en escribir la obra
Götz von Berlichingen, que cambió constantemente su forma; en el poeta latino
Virgilio Maron que demoró doce años en componer la Eneida, gran epopeya
nacional y religiosa,3,4 y qué decir de Gustavo Flaubert,3 novelista francés,
maestro del género realista y prosista, considerado como el gran artífice de la
forma, que se levantaba de la cama para transformar una expresión y pasaba
noches enteras en reelaborar cinco o seis veces una simple página.

Aprender a utilizar nuestra lengua nos obliga a estudiar sus infinitos recursos para
huir de la monotonía y pobreza de vocabulario. La gramática -como dice Salvá- si
bien es el primer libro que toma en las manos quien se propone estudiar la lengua,
llegará sin dudas a convertirse en un compañero inseparable de aquel que nunca
pierde de vista el ánimo de perfeccionarse en ella.3
Todo escritor debe procurar ver en sí mismo la revelación a perpetuidad de su
persona y obra. Rodríguez Marín -erudito español- afirma que quien escribe sólo
con palabras es como el que construye exclusivamente con ladrillos; si se desea
decorar y embellecer el edificio se han de utilizar también las esculturas y las
tallas.3

En los escritos deberán no sólo estar presentes frases hechas, sino pensamientos e
ideas que contribuyan a engrandecer nuestras aseveraciones y nuestra autoridad
en la escritura. Un académico no está excepto de estas exigencias porque el arte de
escribir también está presente en los trabajos científicos. La ciencia precisa de
conocimientos rigurosos, objetivos y receptivos a la crítica.5

Los aportes científicos requieren de precisión al presentar los resultados, ellos


deben de estar distantes de lo fugaz y lo impreciso.

Sin libros y revistas, sin artículos, ponencias o informes de investigación, la ciencia


moderna resultaría inconcebible. Es, por lo tanto, imprescindible para cualquier
científico, investigador, profesional o estudiante, el dominio del lenguaje escrito y
de sus diferentes formas en el ámbito de la comunicación científica.

En el lenguaje científico las frases deberán ser exactas y claras, porque las largas
fatigan el espíritu, distraen la atención y terminan por apartar la visión del objetivo
principal. El dominio de la expresión escrita y la formación académica sólida es
difícil; aunque muchas personas poseen una considerable experiencia acumulada, al
respecto Charles Darwin, confesaba al final de su vida «todavía tengo la misma
dificultad que antes para expresarme clara y concisamente.»6

Si el genio -según expresión conocida- es hijo en gran parte de la paciencia, si los


grandes del mundo literario deben, asimismo, su grandeza a la capacidad de
trabajo; fácil será comprender que el reto para el académico y el profesional radica
en la creación de su estilo propio de escritura, sobre todo si se considera que en el
arte de escribir está la perpetuidad de su trabajo a las futuras generaciones.

He aquí seis pasos para estudiar mejor:

1. Presta atención en clase.


2. Toma buenos apuntes.
3. Planifica con antelación los exámenes y trabajos escolares.
4. Divide la materia en cachitos. (Si tienes mucho material que aprender, divídelo en bloques
más asequibles.)
5. Pide ayuda si te bloqueas o estancas.
6. ¡Duerme bien por las noches!

1. Presta atención: los buenos hábitos de estudio empiezan


en la clase
He aquí algo que probablemente te sorprenderá: ¿sabías que antes de que te pongas a
estudiar ya has empezado a hacerlo? ¿Cómo es posible? Cuando prestas atención en
clase y tomas buenos apuntes, estás empezando el proceso de aprendizaje y estudio.

¿Te cuesta prestar atención en clase? ¿Te sientas cerca de una persona que habla mucho
o es muy ruidosa? ¿No ves bien la pizarra? Asegúrate de sentarte en un buen sitio para
poder prestar atención. Si hay algo que te impide prestar atención o tomar buenos apuntes
en clase, coméntaselo al profesor o a tus padres.
2. Los buenos apuntes facilitan el estudio
¿No sabes tomar apuntes? Empieza anotando la información que explique o escriba en la
pizarra tu profesor durante la clase. Intenta hacer buena letra para que después entiendas
tus apuntes. También es una buena idea tener los apuntes, exámenes, pruebas sorpresa y
documentos de trabajo ordenados por asignaturas.

3. Si planificas el estudio con antelación, luego te alegrarás


de haberlo hecho
Esperar al jueves por la tarde para estudiar el examen del viernes te obligará a hincar los
codos durante toda la noche, ¡lo que no tiene nada de divertido! Además difícilmente darás
lo máximo de ti mismo si no pegas ojo en toda la noche. Todos posponemos cosas de vez
en cuando. Una de las mejores formas de asegurarte de que eso no te pasa a ti es
planificando el tiempo de estudio con antelación.

Pide un calendario que sea guay (uno que te guste y que puedas tener cerca de tu
escritorio o lugar de estudio) y anota las fechas de entrega de los trabajos escolares y de
los exámenes. Luego planifica cuánto tiempo dedicarás cada día a estudiar cuando salgas
del colegio o instituto y cuánto tiempo dedicaras a cada asignatura. ¿Las clases y
actividades extraescolares hacen que te resulte difícil encontrar tiempo para estudiar? Pide
a tu madre o padre que te ayuden a diseñar un horario para organizarte el tiempo.

4. ¡Divídelo en cachitos!
Cuando tengas que estudiar mucho material, te ayudará dividirlo en cachitos. Supongamos
que tienes una prueba de ortografía sobre 20 palabras. En vez de pensar en todas las
palabras a la vez, intenta dividir el trabajo en bloques de cinco palabras y estúdiate uno o
dos bloques cada día.

No te preocupes si no te acuerdas de algo que has estudiado primero. Ahí es donde entra
en juego la práctica. Cuanto más días dediques a repasar algo, más probabilidades habrá
de que se te grabe en la memoria. También hay algunos truquillos, como las reglas
nemotécnicas, que ayudan a recordar cosas. Por ejemplo, si tienes que memorizar una
lista, construye una frase o palabra con la primera letra de cada elemento de la lista.
Supón que te tienes que aprender los ocho planetas del sistema solar ordenados en
función de la distancia que los separa del sol. La frase “Marta Vio
a Tu Madre Jalando Sola Una Noche” puede ayudarte a recordar “Mercurio, Venus, la
Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno”. Tu profesor también puede darte ideas.

Otra forma de dividir el material en bloques es estudiando regularmente en vez de dejarlo


todo para el último día. La tarde previa al examen puedes dedicarla a repasar los apuntes
o a releer los temas. O, si estás estudiando matemáticas o ciencias, puedes hacer
problemas para practicar.

¿Cuánto tiempo seguido puedes estudiar cada tarde? Tu profesor puede ayudarte a
saberlo. La mayoría de los cerebros solo pueden concentrarse atentamente en algo
durante unos 45 minutos. O sea que, si ya llevas un buen rato estudiando y notas que te
empieza a costar mantener la atención, prueba a hacer una pausa yendo a buscar un vaso
de agua o dándote una vuelta por tu casa ¡Pero no caigas en la tentación de poner la tele
y/o dejar de estudiar!
5. Si estás estancado, pide ayuda
No se puede estudiar bien cuando uno no entiende la materia. Asegúrate de pedir ayuda a
tu profesor si hay algo que no acabas de entender. Puedes intentar salir del bache
releyendo tus apuntes. ¿Te aclaran algo? En caso negativo, pídele al profesor que te lo
vuelva a explicar o que reviséis juntos tus apuntes. Si te estancas mientras estudias en
casa, tal vez tu madre o tu padre puedan echarte una mano.

6. ¡Duerme a pierna suelta!


El examen es mañana. Tú has seguido tu plan de estudio y has aplicado las técnicas que
te hemos explicado pero, de repente, tienes la sensación de que no te acuerdas de nada,
¡ni siquiera de cuánto son 2+2! ¡No te dejes dominar por los nervios! Tu cerebro necesita
tiempo para asimilar toda la información que ha incorporado. Intenta dormir bien por la
noche y mañana te sorprenderá lo bien que te sabes la materia.

Esquemas
Todos nos acordábamos de los eternos esquemas que empleábamos para que
una lección se nos metiera en la cabeza de una forma sencilla y práctica. Es la
manera, con flechas, bullets, destacados y resúmenes que permiten
enterarnos  más de cada cuestión.
Hacer preguntas y respuestas
Otro truco es hacer preguntas con sus respuestas o soluciones sobre un tema
en cuestión. Con ello cada tema se nos queda mucho más en nuestra memoria.
En forma de canción o sintonía
También nos acordamos de cómo de pequeños aprendíamos las
multiplicaciones o las tablas de química en forma de canción. Porque si se nos
quedan pegadas muchas letras de canciones y melodías, también podemos
conseguirlo con otros aprendizajes.
Con 30 hora al día es suficiente
Si especialmente trabajas, tienes familia y estás estudiando, entonces puedes
dedicar una media hora al día. Verás que es suficiente para repasar y estudiar
de nuevo conceptos que seguramente no te suenan extraños.
Crea un buen  ambiente
Necesitamos un lugar para estudiar que esté fuera de distracciones. Para esto
lo mejor es una mesa con su buena luz con la que puedas leer y escribir
estupendamente. Debes concentrarte para que estos minutos sean realmente
fructíferos.
Resúmenes
Además de los esquemas, otras de las cosas que va muy bien es hacer
resúmenes de la lección que estás aprendiendo, verás como se te queda mucho
más y aprenderás más rápido.
Consejos
 Busca un lugar donde nadie te estorbe cuando estás estudiando
 Mira las diversas técnicas que existen para aprender mejor
 Bájate vídeos y otros recursos con el fin de que sea mucho más
dinámico
 No dejes para última hora o cuando estés muy cansado el estudio
porque perderás el tiempo
 Haz esquemas, resúmenes, usa rotuladores y otros para resaltar lo que
es realmente importante.
 El estudio ha cambiado ahora bastante y hay diversidad de recursos
online que permiten no aburrirnos más allá de aprender a través de la
lectura.

¿Qué es la comunicación?
La comunicación es el acto voluntario de transmisión
de información entre seres vivos. La comunicación es afín a todos los
seres vivientes, de una forma u otra, con diversos fines y estrategias, ya
sean microorganismos intercambiando señales químicas, aves
intercambiando cantos o seres humanos intercambiando piezas
de lenguaje.

Vivir pasa necesariamente por comunicarse, aunque no todas las


formas de vida se comunican de la misma forma ni con los mismos
fines: un animal se comunica con otro cuando le advierte que ése es
su territorio, o cuando le indica a una hembra que es apto para
reproducirse, por ejemplo.

En el caso de los seres humanos, a las formas naturales de


comunicación se suman las formas complejas fruto de algún tipo de
lenguaje, como es el verbal, el que usa las palabras. De allí que
podamos hablar de distintos tipos de comunicación, como veremos más
adelante.
La comunicación es materia de estudio de numerosas disciplinas, según
su naturaleza y los actores que en el proceso intervengan. Sin embargo,
se trata siempre de un proceso fundamental para comprender las
relaciones entre los seres vivos.

Además, el ser humano aprendió a replicar este proceso natural


mediante la tecnología: los sistemas informáticos, por ejemplo, se
pueden comunicar entre sí de manera automática.

Ver además: Comunicación interpersonal

Características de la comunicación
A grandes rasgos, la comunicación se caracteriza por lo siguiente:

 Es un proceso de intercambio de información, que se da entre


seres vivientes (o entre sistemas cibernéticos que los imitan). Existen
muchas formas diferentes de comunicación.
 A lo largo del proceso comunicativo se involucran distintas
instancias llamadas “elementos de la comunicación”, y que deben
estar presentes para que la comunicación pueda darse eficazmente.
 Generalmente ocurre de manera cíclica, es decir, se retroalimenta,
aunque también puede ser unidireccional.
 Puede tener muy distintos propósitos generales, pero casi siempre
se trata de provocar una respuesta deseada en el interlocutor o los
interlocutores.

Importancia de la comunicación
La comunicación es un proceso afín a todas las formas de vida, cuya
comprensión se halla en la base de prácticamente todos los saberes
humanos. No existe forma de vida que no se comunique de un modo
u otro con el afuera, y por ende estamos hablando de un proceso
fundamental en el mundo conocido.

Además, gracias a la tecnología hemos podido diseñar mecanismos


para amplificar, caracterizar o modular la comunicación, superando
grandes distancias espaciales e incluso temporales, de modo que se
trata de una actividad de importancia central en la existencia humana.

Tipos de comunicación
La comunicación verbal es exclusiva del ser humano.
La comunicación puede clasificarse de acuerdo a los mecanismos que
emplea para transmitir el mensaje, en:

 Comunicación verbal. Aquella que se da mediante la palabra, o sea,


mediante signos lingüísticos. Dado que el ser humano es el único
animal provisto de lenguaje, este tipo de comunicación es exclusiva
de los humanos.
 Comunicación no verbal. Aquella que no depende de la palabra
para transmitir su mensaje, sino de
gestos, movimientos o sonidos que no forman parte de un lenguaje, o
sea, que no constituyen signos. La comunicación instintiva de los
animales está en esta categoría, así como el llamado “lenguaje
corporal” de los seres humanos.
 Comunicación escrita. Aunque también emplea la palabra para
transmitir el mensaje, la ubicamos en una categoría aparte porque no
opera de manera inmediata, en presencia de emisor y receptor, sino a
través de distancias temporales: el emisor puede haber dejado ya de
existir y sin embargo su mensaje seguir transmitiéndose, siempre y
cuando haya alguien capacitado y dispuesto a leerlo.
 Comunicación bioquímica. Ubicaremos en esta categoría a las
formas de comunicación que dependen de la transmisión y recepción
de señales químicas, tal y como ocurre dentro de nuestro
propio organismo, a medida que las células de uno y otro tipo se
comunican para actuar de manera organizada. Obviamente, este tipo
de comunicación es también una forma no verbal.
Elementos de la comunicación
Para que la comunicación exista, deben estar presentes y
disponibles algunos elementos, que operarán en torno al circuito
comunicativo, o sea, a la idea y venida de la información, a medida que
dos o más individuos alternen sus roles en el envío y la recepción de sus
respectivos mensajes.

Dicho circuito se da de acuerdo a ciertas condiciones y a ciertas normas,


según sea el caso, pero en ellos siempre se pueden identificar los
mismos elementos, que son:

 Emisor. Aquel que inicia el acto comunicativo, creando, codificando y


transmitiendo un mensaje. Por ejemplo: un hablante, un locutor de
radio o un animal que gruñe.
 Receptor. Aquel que capta el mensaje y es capaz de decodificarlo y
comprenderlo, recomponiendo así el mensaje. Por ejemplo: un
escucha, una persona que sintoniza su radio o un animal que percibe
el gruñido de otro.
 Mensaje. La información misma que se transmite, sea del tipo que
sea. Por ejemplo: una petición de ayuda, una publicidad radial o una
advertencia de que se está traspasando territorio ajeno.
 Código. El código de los mensajes es una forma de encriptación, o
sea, una lengua o sistema de sentido que sirve para traducir el
mensaje. En el caso de la comunicación verbal esto es muy evidente,
pues requerimos de un idioma compartido para transmitirle al receptor
un mensaje. Pero pueden ser códigos otro tipo de sistemas de
sentido, mucho más primitivos, como el que asocia gruñido
a riesgo de mordida, usualmente en base a la experiencia ya vivida.
 Canal. El canal de comunicación es el medio físico empleado para
transmitir el mensaje. O sea, la forma física en que efectuamos el acto
comunicativo: las ondas sonoras que transportan la palabra hablada,
las letras de tinta sobre un papel, o los impulsos químicos entre una
célula y otra.

Más en: Elementos de la comunicación

Funciones de la comunicación
La comunicación puede darse en función de diversos propósitos, como
son:

 Función informativa. Cuando tiene como propósito compartir una


información más o menos objetiva o referencial, esto es, describir un
aspecto de la realidad o señalar un elemento del mundo real.
 Función formativa. Cuando se propone incidir sobre la mente del
receptor con fines pedagógicos, formativos o de enseñanza,
transmitiéndole hábitos, ideas o convicciones.
 Función persuasiva. Cuando busca convencer al interlocutor de
adoptar un punto de vista o que lleve a cabo algún tipo de acciones
determinadas. Dicho más fácilmente, convencer.
 Función expresiva. Cuando se transmiten contenidos subjetivos,
anímicos o emocionales del emisor, sin esperar del receptor acción
alguna excepto simpatía o acompañamiento emocional.

Barreras de la comunicación
Se denomina barreras de la comunicación a aquellos eventos,
condiciones o determinantes que, en lugar de favorecer la realización
de la comunicación, la entorpecen o la impiden, saboteando
la eficacia de la transmisión del mensaje. Pueden ser de distinto tipo y
depender de distintos elementos comunicativos, por ejemplo:

 Barreras del emisor. Aquellas que le impiden al emisor codificar o


transmitir el mensaje de la manera más apropiada, o que dificultan el
inicio mismo del acto comunicativo. Por ejemplo: la tartamudez o los
defectos de habla del emisor.
 Barreras del receptor. Aquellas que le impiden al receptor captar o
decodificar correctamente el mensaje emitido. Por ejemplo: la sordera
del receptor, o el hecho de que el receptor no maneje el mismo código
que el emisor.
 Barreras del canal. Aquellas que son propias del entorno o
del contexto, y que entorpecen la comunicación. Por ejemplo: el ruido
ambiental, el uso de tapabocas o la presencia de elementos
distractores entre emisor y receptor.

Sigue en: Barreras de la comunicación

Medios de comunicación
Los medios de comunicación son los aparatos, instrumentos o
mecanismos que, empleados de manera correcta, facilitan la
comunicación entre un emisor y uno o más receptores.

Se trata de un medio de comunicación masivo cuando hay grandes


cantidades de receptores que le corresponden a un emisor. Son
ejemplos de medios de comunicación: el teléfono, el correo electrónico,
el periódico, el cine, la televisión, etc.

Características de la comunicación
Principales características de la comunicación
Es un proceso dinámico: los roles de emisor y receptor se pueden intercambiar
en el proceso comunicacional. De esta forma, una vez que el receptor envía su
retroalimentación o feedback, se convierte en emisor.

Consejos útiles al Redactar texto

1. Tener clara la idea general

Hay que empezar por el principio y hacernos las siguientes preguntas. ¿Para qué
estamos escribiendo este texto? ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué queremos expresar?
Tenemos que saber las respuestas a estas preguntas porque si no, no vamos a llegar
a nada claro.

Por otro lado, la idea tiene que ser simple y debe poder resumirse en una oración. Más
allá de si el texto requiere que entremos en detalles, lo ideal es que la idea se pueda
expresar en una sola frase. De esta frase saldrá seguramente un título adecuado. Algo
que veremos después.

Cuando terminemos de escribir el texto tenemos que volver sobre estas preguntas y
asegurarnos de haberlas respondido de forma satisfactoria.

2. Tener claro a quien va dirigido el mensaje

La pregunta que hay que hacerse aquí es: ¿Para quién va dirigido el texto? ¿A qué
público apunta? ¿Es para una sola persona o para un grupo de personas? En base a
estar preguntas, podremos seleccionar el estilo a usar a la hora de escribir. Es decir,
definir si debemos mantener un estilo formal o podemos utilizar uno más informal.

De la misma forma, debemos definir si debemos usar o no lenguaje técnico.


Obviamente si el texto es para un público general debemos evitar tecnicismos. Pero si
es, por ejemplo, un texto para la universidad, deberían aparecer.

3. Formato y estructura

Ya aclaramos antes de comenzar con los consejos que si hay un formato a respetar,
habrá que hacerlo. Si no lo hay, y tenemos la libertad de escribir, debemos definir una
estructura.
Una buena idea es esquematizar las partes del texto. Si el texto que debemos producir
es extenso, esto es prácticamente obligatorio. Descomponer la idea principal en ideas
secundarias es una buena idea de plantear un esquema jerárquico y ordenado. El
orden será clave para luego ir escribiendo el texto.

De esta forma, tendremos secciones, subsecciones o títulos y subtítulos.

4. Definir un título adecuado

Cuando hablábamos de tener la idea general en claro, mencionamos que eso nos
podía servir para definir un título. Se supone que el título debe resumir de forma
contundente el texto.

Depende lo que tengamos que escribir, a veces no necesitamos un título. Un


comentario en un foro o en un sitio web no requiere título. Sin embargo, textos
académicos si los requieren. Hasta un correo electrónico tiene título. Sí, es lo que
llamamos Asunto.

Escribir un buen título puede demandar algo de tiempo. No crean que tiene que salir
así de la nada. Siempre conviene escribir uno y tratar de mejorarlo.

Si estamos escribiendo un texto de promoción para llamar la atención de la gente,


debemos buscar títulos especiales y que generen curiosidad. Utilizar preguntas en el
título puede ser una forma de lograrlo.

5. Poner una introducción o presentación

Cualquier texto que vayan a escribir necesita siempre un primer párrafo o una primera
sección a modo de presentación o introducción. Allí se puede resumir en líneas
generales de qué se trata el texto.
Esa introducción puede ser fundamental, ya que en algunos casos puede hacer que el
lector se enganche con el tema, o que por el contrario, decida abandonar su lectura.

6. Desarrollar las ideas en orden

Salvo que estemos escribiendo ficción o algún tipo de texto muy informal, lo ideal es
siempre desarrollar las ideas en orden. Escribir una a continuación de la otra como
para lograr explicar lo que tenemos que contar de una forma clara para quien lo lee.
Como si fuera un razonamiento lógico.

Este orden puede aplicarse en líneas generales a todo el texto, como mencionamos en
la parte de estructura. Pero a su vez, si el texto es muy largo, este mismo concepto se
puede aplicar a cada sección.

7. Una idea por párrafo

A veces nos quejamos mucho de que la escuela no enseña cosas importantes. Sin
embargo, esto es algo que sí se enseña y que los docentes repiten mucho. Es
importante que al escribir en cada párrafo encerremos una idea principal.

Aquí podemos volver a pensar en hacernos preguntas para guiar la redacción. En este
caso, ¿qué idea expresa este párrafo? ¿Para qué está escrito? Esta técnica también
puede ser útil para luego, en la revisión, eliminar párrafos que no aporten mucho.

8. Conclusión o cierre al final

Así como al principio teníamos una introducción, al final tenemos que tener una
conclusión o cierre. Dependiendo el tipo de texto esta conclusión puede ser un
resumen de todo o una opinión personal.

Lo importante es que la conclusión no sea demasiado extensa. Está para redondear el


concepto y no para añadir información.

9. Releerlo muchas veces para corregirlo

Aquí es donde mucha gente falla. Una vez terminado de escribir el texto hay que
volver a leerlo. Una, dos, tres veces. Todas las veces que haga falta hasta que quede
bien. En cada pasada que hagamos vamos a ir corrigiendo muchas cosas. Entre las
ediciones que debemos hacer se encuentran:
Corregir las faltas de ortografía.

Mejorar el texto escrito siempre que veamos que sea posible.

Corregir errores de redacción.

Eliminar oraciones o párrafos que no aporten nada.

Reorganizar el texto si vemos que la estructura no es correcta o no tiene un balance


adecuado. Esto podría pasar, por ejemplo, si tenemos cinco secciones y una de ellas
ocupa el 95% del texto. Hay que intentar distribuir la información lo más
equilibradamente posible.

Resumiendo

Para poder producir un texto es importante tener clara la idea principal y a quien va
dirigido. Luego, hay que armar una estructura para distribuir la información. A
continuación tomarse el tiempo necesario para dar con un buen título.

El texto en sí debe tener una introducción que sirva a modo de presentación. Luego,
las ideas tienen que ir apareciendo en un orden lógico. Cada párrafo debe tener un
sentido y expresar una idea principal. Al final hay que agregar una conclusión o un
resumen de todo a modo de cierre.

Por último, no olvidar releer el texto todas las veces que sea necesario. Es necesario
perfeccionarlo en cada pasada hasta que quede lo mejor posible.
HISTORIA

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