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NIVEL 1
NIVEL 2
NIVEL 3
En esta etapa que se da entre los cuatro y los cinco años se produce un
conflicto cognitivo entre la cantidad mínima de caracteres y la hipótesis
silábica en aquellas palabras bisílabas.
NIVEL 4
NIVEL 5
Saber analizar el texto o los textos de los cuales vamos a extraer la información.
Procesar la información obtenida en las distintas fuentes.
Desarrollar una idea central.
Desarrollar y fundamentar un argumento.
Sacar una conclusión que exprese claramente aquello que queremos comunicar.
Tener capacidad crítica.
Mantener un orden lógico.
Usar citas.
Otro aspecto que determina el tipo de texto y su contenido es la materia de la que trata.
Recogemos en esta tabla algunos elementos que caracterizan las diferentes materias.
HUMANIDADES CIENCIAS
Cualquier estudiante universitario que se enfrente a la tarea de escribir parte de una cierta
experiencia previa en el manejo del lenguaje escrito y sus distintos estilos. No obstante
antes de escribir es importante decidir cómo va a ser el texto (forma) y qué contenidos lo
van a conformar. A la hora de redactar hay que:
DEFINIR el propósito, qué objetivos se quieren lograr y para qué sirve el texto. (por
ejemplo, si tenemos que realizar un trabajo tenemos que tener claro que es lo que
nos están pidiendo: el significado y los objetivos del trabajo).
BUSCAR información y ordenarla para poder expresarla con nuestras propias
palabras. Ver cómo se va a estructurar la información: seleccionar y estructurar las
ideas que se van a reflejar en el texto.
APOYAR la información en documentos sobre el tema, indicando la bibliografía
consultada.
ESCRIBIR el texto en función del tipo de trabajo y los objetivos marcados. No es lo
mismo escribir un informe que un comentario crítico o una presentación para ser
expuesta en clase. También hay que tener en cuenta los destinatarios de la
información.
TIPOS DE ESCRITURA
Los diferentes tipos de texto existentes requieren un tipo determinado de estructura para la
escritura en función de sus características.
TEXTOS NARRATIVOS
MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA
TEXTOS DESCRIPTIVOS
MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA
TEXTOS EXPOSITIVOS
MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA
TEXTOS ARGUMENTATIVOS
MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA
MACROESTRUCTURA MICROESTRUCTURA
El arte de escribir
Escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra vez.
Este arte lleva consigo la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo propio
para expresar sus ideas y pensamientos.
El arte de escribir
Desde el momento en que el hombre escribe y expresa sus pensamientos en forma
comprensible a los demás, se cumple el fin del lenguaje «transmitir lo pensado a lo
escrito».1 El uso del lenguaje es un fenómeno complejo en el cual si fácil no es
hablar, tampoco lo es escribir con corrección.
Todos se han encontrado alguna vez con el problema de descifrar algo escrito por
quien ignora lo más elemental del arte de escribir, y se puede decir que no es por
lo que escribe sino por el cómo lo escribe. El pensamiento más sencillo resulta
ininteligible en ciertas ocasiones. El estilo de la escritura añade precisión, elegancia,
claridad y armonía al texto que se expone.
Toda persona necesita expresar sus pensamientos de forma escrita con corrección y
elegancia. Es preciso emborronar muchas cuartillas, tachar y corregir
constantemente, la habilidad se adquiere a fuerza de tropezar con las dificultades.
Algunos dicen2 que escribir es un don del cielo, aunque es verdad que algo de este
arte no se aprende; mucho depende del empeño y el trabajo. Pensemos, por un
momento, en las palabras del estilista francés L Veuillot2 «A fuerza de trabajo se
puede llegar a ser un escritor puro, claro, correcto e incluso elegante». El arte de
escribir es el producto de un arduo esfuerzo.
El estudio de los manuscritos y de cada una de sus ediciones revela las numerosas
correcciones que experimentan las obras antes de ir, definitivamente, a la
imprenta. Escribir es luchar con las palabras y las frases, corrigiéndolas una y otra
vez. Este arte lleva consigo la virtud de la paciencia. Cada uno podrá crear un estilo
propio para expresar sus ideas y pensamientos.
Aprender a utilizar nuestra lengua nos obliga a estudiar sus infinitos recursos para
huir de la monotonía y pobreza de vocabulario. La gramática -como dice Salvá- si
bien es el primer libro que toma en las manos quien se propone estudiar la lengua,
llegará sin dudas a convertirse en un compañero inseparable de aquel que nunca
pierde de vista el ánimo de perfeccionarse en ella.3
Todo escritor debe procurar ver en sí mismo la revelación a perpetuidad de su
persona y obra. Rodríguez Marín -erudito español- afirma que quien escribe sólo
con palabras es como el que construye exclusivamente con ladrillos; si se desea
decorar y embellecer el edificio se han de utilizar también las esculturas y las
tallas.3
En los escritos deberán no sólo estar presentes frases hechas, sino pensamientos e
ideas que contribuyan a engrandecer nuestras aseveraciones y nuestra autoridad
en la escritura. Un académico no está excepto de estas exigencias porque el arte de
escribir también está presente en los trabajos científicos. La ciencia precisa de
conocimientos rigurosos, objetivos y receptivos a la crítica.5
En el lenguaje científico las frases deberán ser exactas y claras, porque las largas
fatigan el espíritu, distraen la atención y terminan por apartar la visión del objetivo
principal. El dominio de la expresión escrita y la formación académica sólida es
difícil; aunque muchas personas poseen una considerable experiencia acumulada, al
respecto Charles Darwin, confesaba al final de su vida «todavía tengo la misma
dificultad que antes para expresarme clara y concisamente.»6
¿Te cuesta prestar atención en clase? ¿Te sientas cerca de una persona que habla mucho
o es muy ruidosa? ¿No ves bien la pizarra? Asegúrate de sentarte en un buen sitio para
poder prestar atención. Si hay algo que te impide prestar atención o tomar buenos apuntes
en clase, coméntaselo al profesor o a tus padres.
2. Los buenos apuntes facilitan el estudio
¿No sabes tomar apuntes? Empieza anotando la información que explique o escriba en la
pizarra tu profesor durante la clase. Intenta hacer buena letra para que después entiendas
tus apuntes. También es una buena idea tener los apuntes, exámenes, pruebas sorpresa y
documentos de trabajo ordenados por asignaturas.
Pide un calendario que sea guay (uno que te guste y que puedas tener cerca de tu
escritorio o lugar de estudio) y anota las fechas de entrega de los trabajos escolares y de
los exámenes. Luego planifica cuánto tiempo dedicarás cada día a estudiar cuando salgas
del colegio o instituto y cuánto tiempo dedicaras a cada asignatura. ¿Las clases y
actividades extraescolares hacen que te resulte difícil encontrar tiempo para estudiar? Pide
a tu madre o padre que te ayuden a diseñar un horario para organizarte el tiempo.
4. ¡Divídelo en cachitos!
Cuando tengas que estudiar mucho material, te ayudará dividirlo en cachitos. Supongamos
que tienes una prueba de ortografía sobre 20 palabras. En vez de pensar en todas las
palabras a la vez, intenta dividir el trabajo en bloques de cinco palabras y estúdiate uno o
dos bloques cada día.
No te preocupes si no te acuerdas de algo que has estudiado primero. Ahí es donde entra
en juego la práctica. Cuanto más días dediques a repasar algo, más probabilidades habrá
de que se te grabe en la memoria. También hay algunos truquillos, como las reglas
nemotécnicas, que ayudan a recordar cosas. Por ejemplo, si tienes que memorizar una
lista, construye una frase o palabra con la primera letra de cada elemento de la lista.
Supón que te tienes que aprender los ocho planetas del sistema solar ordenados en
función de la distancia que los separa del sol. La frase “Marta Vio
a Tu Madre Jalando Sola Una Noche” puede ayudarte a recordar “Mercurio, Venus, la
Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno”. Tu profesor también puede darte ideas.
¿Cuánto tiempo seguido puedes estudiar cada tarde? Tu profesor puede ayudarte a
saberlo. La mayoría de los cerebros solo pueden concentrarse atentamente en algo
durante unos 45 minutos. O sea que, si ya llevas un buen rato estudiando y notas que te
empieza a costar mantener la atención, prueba a hacer una pausa yendo a buscar un vaso
de agua o dándote una vuelta por tu casa ¡Pero no caigas en la tentación de poner la tele
y/o dejar de estudiar!
5. Si estás estancado, pide ayuda
No se puede estudiar bien cuando uno no entiende la materia. Asegúrate de pedir ayuda a
tu profesor si hay algo que no acabas de entender. Puedes intentar salir del bache
releyendo tus apuntes. ¿Te aclaran algo? En caso negativo, pídele al profesor que te lo
vuelva a explicar o que reviséis juntos tus apuntes. Si te estancas mientras estudias en
casa, tal vez tu madre o tu padre puedan echarte una mano.
Esquemas
Todos nos acordábamos de los eternos esquemas que empleábamos para que
una lección se nos metiera en la cabeza de una forma sencilla y práctica. Es la
manera, con flechas, bullets, destacados y resúmenes que permiten
enterarnos más de cada cuestión.
Hacer preguntas y respuestas
Otro truco es hacer preguntas con sus respuestas o soluciones sobre un tema
en cuestión. Con ello cada tema se nos queda mucho más en nuestra memoria.
En forma de canción o sintonía
También nos acordamos de cómo de pequeños aprendíamos las
multiplicaciones o las tablas de química en forma de canción. Porque si se nos
quedan pegadas muchas letras de canciones y melodías, también podemos
conseguirlo con otros aprendizajes.
Con 30 hora al día es suficiente
Si especialmente trabajas, tienes familia y estás estudiando, entonces puedes
dedicar una media hora al día. Verás que es suficiente para repasar y estudiar
de nuevo conceptos que seguramente no te suenan extraños.
Crea un buen ambiente
Necesitamos un lugar para estudiar que esté fuera de distracciones. Para esto
lo mejor es una mesa con su buena luz con la que puedas leer y escribir
estupendamente. Debes concentrarte para que estos minutos sean realmente
fructíferos.
Resúmenes
Además de los esquemas, otras de las cosas que va muy bien es hacer
resúmenes de la lección que estás aprendiendo, verás como se te queda mucho
más y aprenderás más rápido.
Consejos
Busca un lugar donde nadie te estorbe cuando estás estudiando
Mira las diversas técnicas que existen para aprender mejor
Bájate vídeos y otros recursos con el fin de que sea mucho más
dinámico
No dejes para última hora o cuando estés muy cansado el estudio
porque perderás el tiempo
Haz esquemas, resúmenes, usa rotuladores y otros para resaltar lo que
es realmente importante.
El estudio ha cambiado ahora bastante y hay diversidad de recursos
online que permiten no aburrirnos más allá de aprender a través de la
lectura.
¿Qué es la comunicación?
La comunicación es el acto voluntario de transmisión
de información entre seres vivos. La comunicación es afín a todos los
seres vivientes, de una forma u otra, con diversos fines y estrategias, ya
sean microorganismos intercambiando señales químicas, aves
intercambiando cantos o seres humanos intercambiando piezas
de lenguaje.
Características de la comunicación
A grandes rasgos, la comunicación se caracteriza por lo siguiente:
Importancia de la comunicación
La comunicación es un proceso afín a todas las formas de vida, cuya
comprensión se halla en la base de prácticamente todos los saberes
humanos. No existe forma de vida que no se comunique de un modo
u otro con el afuera, y por ende estamos hablando de un proceso
fundamental en el mundo conocido.
Tipos de comunicación
La comunicación verbal es exclusiva del ser humano.
La comunicación puede clasificarse de acuerdo a los mecanismos que
emplea para transmitir el mensaje, en:
Funciones de la comunicación
La comunicación puede darse en función de diversos propósitos, como
son:
Barreras de la comunicación
Se denomina barreras de la comunicación a aquellos eventos,
condiciones o determinantes que, en lugar de favorecer la realización
de la comunicación, la entorpecen o la impiden, saboteando
la eficacia de la transmisión del mensaje. Pueden ser de distinto tipo y
depender de distintos elementos comunicativos, por ejemplo:
Medios de comunicación
Los medios de comunicación son los aparatos, instrumentos o
mecanismos que, empleados de manera correcta, facilitan la
comunicación entre un emisor y uno o más receptores.
Características de la comunicación
Principales características de la comunicación
Es un proceso dinámico: los roles de emisor y receptor se pueden intercambiar
en el proceso comunicacional. De esta forma, una vez que el receptor envía su
retroalimentación o feedback, se convierte en emisor.
Hay que empezar por el principio y hacernos las siguientes preguntas. ¿Para qué
estamos escribiendo este texto? ¿Cuál es el objetivo? ¿Qué queremos expresar?
Tenemos que saber las respuestas a estas preguntas porque si no, no vamos a llegar
a nada claro.
Por otro lado, la idea tiene que ser simple y debe poder resumirse en una oración. Más
allá de si el texto requiere que entremos en detalles, lo ideal es que la idea se pueda
expresar en una sola frase. De esta frase saldrá seguramente un título adecuado. Algo
que veremos después.
Cuando terminemos de escribir el texto tenemos que volver sobre estas preguntas y
asegurarnos de haberlas respondido de forma satisfactoria.
La pregunta que hay que hacerse aquí es: ¿Para quién va dirigido el texto? ¿A qué
público apunta? ¿Es para una sola persona o para un grupo de personas? En base a
estar preguntas, podremos seleccionar el estilo a usar a la hora de escribir. Es decir,
definir si debemos mantener un estilo formal o podemos utilizar uno más informal.
3. Formato y estructura
Ya aclaramos antes de comenzar con los consejos que si hay un formato a respetar,
habrá que hacerlo. Si no lo hay, y tenemos la libertad de escribir, debemos definir una
estructura.
Una buena idea es esquematizar las partes del texto. Si el texto que debemos producir
es extenso, esto es prácticamente obligatorio. Descomponer la idea principal en ideas
secundarias es una buena idea de plantear un esquema jerárquico y ordenado. El
orden será clave para luego ir escribiendo el texto.
Cuando hablábamos de tener la idea general en claro, mencionamos que eso nos
podía servir para definir un título. Se supone que el título debe resumir de forma
contundente el texto.
Escribir un buen título puede demandar algo de tiempo. No crean que tiene que salir
así de la nada. Siempre conviene escribir uno y tratar de mejorarlo.
Cualquier texto que vayan a escribir necesita siempre un primer párrafo o una primera
sección a modo de presentación o introducción. Allí se puede resumir en líneas
generales de qué se trata el texto.
Esa introducción puede ser fundamental, ya que en algunos casos puede hacer que el
lector se enganche con el tema, o que por el contrario, decida abandonar su lectura.
Salvo que estemos escribiendo ficción o algún tipo de texto muy informal, lo ideal es
siempre desarrollar las ideas en orden. Escribir una a continuación de la otra como
para lograr explicar lo que tenemos que contar de una forma clara para quien lo lee.
Como si fuera un razonamiento lógico.
Este orden puede aplicarse en líneas generales a todo el texto, como mencionamos en
la parte de estructura. Pero a su vez, si el texto es muy largo, este mismo concepto se
puede aplicar a cada sección.
A veces nos quejamos mucho de que la escuela no enseña cosas importantes. Sin
embargo, esto es algo que sí se enseña y que los docentes repiten mucho. Es
importante que al escribir en cada párrafo encerremos una idea principal.
Aquí podemos volver a pensar en hacernos preguntas para guiar la redacción. En este
caso, ¿qué idea expresa este párrafo? ¿Para qué está escrito? Esta técnica también
puede ser útil para luego, en la revisión, eliminar párrafos que no aporten mucho.
Así como al principio teníamos una introducción, al final tenemos que tener una
conclusión o cierre. Dependiendo el tipo de texto esta conclusión puede ser un
resumen de todo o una opinión personal.
Aquí es donde mucha gente falla. Una vez terminado de escribir el texto hay que
volver a leerlo. Una, dos, tres veces. Todas las veces que haga falta hasta que quede
bien. En cada pasada que hagamos vamos a ir corrigiendo muchas cosas. Entre las
ediciones que debemos hacer se encuentran:
Corregir las faltas de ortografía.
Resumiendo
Para poder producir un texto es importante tener clara la idea principal y a quien va
dirigido. Luego, hay que armar una estructura para distribuir la información. A
continuación tomarse el tiempo necesario para dar con un buen título.
El texto en sí debe tener una introducción que sirva a modo de presentación. Luego,
las ideas tienen que ir apareciendo en un orden lógico. Cada párrafo debe tener un
sentido y expresar una idea principal. Al final hay que agregar una conclusión o un
resumen de todo a modo de cierre.
Por último, no olvidar releer el texto todas las veces que sea necesario. Es necesario
perfeccionarlo en cada pasada hasta que quede lo mejor posible.
HISTORIA