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Las formas jurídicas de la verdad en la época griega

The legal forms of truth in the Greek era

Carlos Anthony Romero Villar1

Resumen

El propósito del presente artículo es presentar las implicancia de los cambios


suscitados en la enunciación de las formas jurídicas de la verdad en la época griega, así
como explicar que estas se encontraban influenciadas por prácticas religiosas y hacían uso
de dispositivos como el nomos o ley escrita, estas argumentaciones parten de los
postulados del filósofo francés Michel Foucault. La investigación es de tipo documental, ya
que aborda el tema a través de la revisión bibliográfica de los textos del autor. Asimismo, se
trata a profundidad el concepto de la verdad y las formas jurídicas que son parte de
dispositivos inmersos en lo que se conoce como voluntad de saber.

Abstract

The purpose of this article is to present the implications of the changes that occurred
in the enunciation of the legal forms of truth in the Greek era, as well as to explain that these
were influenced by religious practices and used devices such as the nomos or written law,
these arguments are extracted on the postulates by French philosopher Michel Foucault.
The research is a documentary type, since it approaches the subject through the
bibliographic review of the author's texts. Likewise, the concept of truth and the legal forms
that are part of devices immersed in what is known as the will to know are treated deeply.

Introducción

Michel Foucault fue un filósofo francés que se desenvolvió en el Siglo XX, su obra
estuvo influenciada por el pensamiento de Friedrich Nietzsche y se ubica en la corriente
posmoderna de la filosofía. La producción de Foucault se podría dividir en 4 grandes

1
Universidad Nacional del Centro del Perú
Docente de la Unidad Académica de Estudios Generales – Curso de Filosofía y Ética
Msc. Antropología Jurídica
Lic. Sociología
grupos: los textos publicados en vida por el autor, los artículos e intervenciones también
publicados en vida, los cursos dictados en el College de France y otros trabajos entre los
que se encuentran algunas conferencias o intervenciones (Castro, 2011).

Respecto a los distintos tópicos desarrollados y analizados por el filósofo, uno de los
que más polémica causa y que también se encuentra en el centro de sus preocupaciones
es la categoría de la verdad, así Foucault (2006) refiere que no encuentra otra definición
para la filosofía que aquella que la tome como política de la verdad. En ese sentido, se
distingue dos tipos de historia de verdad, la primera vinculada a la historia de las ciencias y
la segunda referida a las subjetividades que surgen dentro de toda sociedad, esta segunda
determina los modos de dominación y los saberes considerados legítimos en un medio, lo
que Foucault considera como “juegos de verdad”, justamente las prácticas judiciales se
enmarcan en estas reglas de juego.

Entre las prácticas judiciales se pueden encontrar la forma en la cual los hombres
son juzgados respecto a los errores y delitos que han cometido, la manera en la cual se
imponen reparaciones para las acciones de la persona, los castigos que van modificándose
durante distintas etapas de la historia de la humanidad, inclusive métodos de los cuales se
hacen uso como el de la indagación y dispositivos como la confesión. Es menester
mencionar que según el autor, la indagación tiene sus orígenes y expansión en la edad
media, por lo que la época griega aplicaría otras formas de producción de la verdad.

Asimismo, Foucault (2002) mantiene que durante la historia se han originado


procedimientos de exclusión que se materializan en tres formas básicamente. La primera se
refiere a las prohibiciones, estas se expresan a través de los tabúes, el ritual de
circunstancia y el derecho exclusivo que tiene un sujeto para hablar sobre un tema en
particular, aquí se incluye el tabú de la muerte que en palabras del intelectual francés se ha
convertido en algo con mayor influencia privada “ahora la muerte -al dejar de ser una de las
ceremonias brillantes en las que participan los individuos, la familia, el grupo, casi la
sociedad entera- se ha convertido, al contrario, en lo que se oculta” (Foucault, 2000, p. 224).
Es decir, la muerte se oculta más allá que otros tabúes como la sexualidad, que tiene otra
modalidad de interpretación, esto coincide con lo planteado por Elias (2009) quien plantea
la existencia de una tendencia transformadora para ocultar la muerte como un campo
especial.

Por otro lado, el segundo procedimiento de exclusión está representado por la


separación y el rechazo, para ello Foucault (2002) toma el caso de la locura y analiza como
el discurso de los llamados locos ha sido considerado sin valor desde la Edad Media. A
partir de ello, señala que en el otro extremo se generan discursos a partir de los
especialistas quienes serían los médicos, psicólogos, pedagogos y otros quienes poseerían
“extraños poderes” para producir sabiduría que el común de las personas no logra percibir.
Es en este procedimiento, en el cual se consolidan las instituciones que validan la
separación del discurso, situación que según el autor persiste hasta el momento, claro está,
ya no como suscitaba en la Edad Media, pero sí a través de los manicomios, escuelas,
prisiones que validan la separación con líneas diferentes.

La tercera forma de exclusión se encuentra en la “voluntad de verdad”, la cual se


apoya en la base institucional que proporciona el rechazo y la separación anteriormente
explicada. Refiere que es aquella de la cual se habla menos, pero la que ejerce mayor
influencia, en sus propias palabras “e ignoramos por el contrario la voluntad de verdad,
como prodigiosa maquinaria destinada a excluir” (Foucault, 2002, p. 24). Esto quiere decir,
que se genera un discurso a través de la voluntad de verdad con el fin de excluir y dominar
los discursos no reconocidos como legítimos e incluso calificados como anormales dentro
de un contexto determinado. A su vez, la voluntad de verdad ejerce presión y coacción
sobre los otros discursos, entonces, la literatura se tendrá que apoyar necesariamente en lo
natural y en la ciencia, la economía se tiene que justificar sobre las teorías de la riqueza y la
producción, mientras que el derecho se tendrá que sustentar mediante los saberes
psicológicos, médicos, sociológicos y psiquiátricos.

Es necesario aclarar que la voluntad de verdad descrita es propia de la época


moderna, ya que se consolidada con el surgimiento de las disciplinas científicas
contemporáneas a través de un tránsito por lo que se conoce como la voluntad de saber.
Por lo tanto, la verdad en la época griega se establece de un modo diferente, será objetivo
de este artículo enfocarse específicamente en la constitución de la verdad a través de las
formas jurídicas griegas.

De este modo, Foucault (2012) problematiza la relación que existe entre los
procesos originados por la voluntad de verdad y los procesos reales de lucha y dominación
que se desenvuelven en la historia de las sociedades. Entendiendo que la voluntad de
verdad es aquel dispositivo que impone la diferenciación entre lo que es verdadero y falso, o
de manera más profunda, mediante otros planteamientos también se establece lo que es
correcto y lo que es un error en cualquier escenario. Las formas jurídicas se asientan en
lógica, la de señalar lo que se permite y lo que está prohibido, por ende, es una
manifestación de la voluntad de verdad.

Por lo dicho, el presente artículo plantea la siguiente interrogante, ¿cuáles son las
formas jurídicas de la verdad en la época griega?
Tesis

En base a la revisión documental realizada y la pregunta propuesta en la


introducción, la tesis se enuncia mediante dos argumentos. El primero que se ocupará en
explicar como las formas jurídicas de la verdad en la época griega han sufrido un proceso
de cambio que va desde los juegos de prueba presentes en la época Homérica, hasta los
discursos que surgen desde la profecía, los soberanos gobernantes y el testimonio de los
individuos comunes. Por otro lado, el segundo argumento revisará la influencia que tienen
las prácticas religiosas en las formas jurídicas de la verdad, asimismo, toma en cuenta que
existen dispositivos de poder de los cuales se hacen uso, especialmente la ley escrita o que
en vocablos griegos se conoce como nomos.

Primer argumento

Las formas jurídicas de la verdad en la época griega implican una transición


desde los juegos de prueba hacia la enunciación de la verdad desde un discurso
profético a un testimonio empírico.

Como se explicó, las formas jurídicas modernas y contemporáneas están


influenciadas en gran medida por la voluntad de verdad que opone lo verdadero y lo falso;
sin embargo, este es un rasgo propio de esta época, ya que las formas jurídicas en la
Grecia se establecían de una manera diferente, asimismo, obedecían a distintas etapas que
estaban vinculadas a la literatura y los regímenes políticos de cada momento.

A partir de ello, Foucault (2010) toma como base la Ilíada de Homero y la tragedia
Edipo Rey de Sófocles para analizar las formas jurídicas de la Grecia antigua. En la primera
se expresan formas jurídicas concretas de la época arcaica, mientras que en la tragedia hay
una especia de combinación de elementos antiguos con la aparición del juzgamiento a
través del testimonio.

En primer lugar, la forma jurídica propia de la época antigua griega está


representada por el litigio que suscitó entre Menelao y Antíloco, en los relatos referentes a
los juegos que organizó Aquiles en honor a la muerte de Patroclo. De manera resumida,
Antíloco compite con Menelao en la carrera de caballos. Antíloco reconoce para sí mismo
que sus caballos eran inferiores a los que poseía Menelao, por lo que era casi seguro que
pierda, empero, su padre Néstor le da un consejo para tener una oportunidad contra
Menelao. Néstor le dice que puede cortar el paso en plena carrera en un punto estrecho del
camino a su rival más cercano (Menelao en dicha situación). Antíloco hace caso a su padre
y de una forma temeraria corta el paso, por ello, Menelao retiene sus caballos para evitar un
choque y pierde la carrera contra Antíloco.

No obstante, finalizada la carrera, Menelao presenta un reclamo, justamente este


hecho constituye la expresión de cómo se construye la verdad en la época arcaica griega,
ya que se configura un litigio. Menelao refiere que Antíloco habría cometido una
irregularidad en la carrera, esta queja es presentada al juez que otorgaría el premio. Ante
todo, la confrontación se da de manera directa entre ambos competidores, Menelao acusa a
Antíloco de haber cometido una falta en la carrera, a lo que Antíloco niega dicha situación.
Foucault (2010) incide en el hecho de que en dicho juego existía un testigo de todo el
proceso, alguien que había sido colocado para que presencie el desarrollo normal de la
carrera, sin embargo, éste nunca es consultado sobre el reclamo que Menelao hace.
Entonces Menelao desafía a Antíloco, de modo que éste pueda jurar antes los dioses, Zeus
particularmente, que no había cometido dicha irregularidad. Antíloco renuncia al desafío y
por lo tanto, pierde la carrera, ya que implícitamente estaría aceptando haber hecho trampa.
Esta es una forma de construir la verdad en la época griega, una que no considera
indagación alguna, tampoco testimonios o algún tipo de medio probatorio, sino que todo se
soluciona a través de los juegos de prueba.

Siglos después, en Edipo Rey se encuentran aún rezagos de los juegos de prueba
para formular la verdad griega, por ejemplo, una de las escenas entre Edipo y su cuñado
Creonte, donde el primero acusa al segundo de haber conspirado junto al adivino Tiresias
por buscar sustituirlo en el cargo. En dicha situación, Creonte jura ante los dioses que no ha
conspirado contra Edipo, esta es la vieja fórmula de los juegos de prueba aún presente en
la tragedia de Sófocles. No obstante, Foucault (2010) menciona que la construcción de la
verdad sufre una transformación, dejando de lado el juego de pruebas y pasando a un
sistema de mitades.

El sistema de mitades se plasma en discursos que se complementan y acoplan


durante la construcción de la verdad en el análisis de la obra de Edipo Rey, este sistema
pasa por distintas etapas que presentan sus símiles correspondientes en el ejercicio del
poder a través de sistemas políticos diferentes, simbólicamente representan eso. La primera
etapa del sistema de mitades se expresa en el discurso profético, los personajes que
representan este discurso en Edipo Rey son el oráculo de Delfos y el adivino Tiresias. La
consulta a ambos es por efecto de la peste que venía asolando Tebas; a lo que el primero
da a conocer que ello es consecuencia de una maldición por un asesinato en el cual no se
ha exiliado al asesino. El oráculo da a conocer que la persona asesinada fue el anterior rey
Layo, mientras que Tiresias refiere que el asesino fue el mismo Edipo (cabe resaltar que
luego de estos hechos Edipo acusa a su cuñado Creonte de conspiración). Entonces ambos
discursos representan dos mitades que se complementan para llegar a la verdad, una
verdad profética y predictiva, que se basa en lo que debería suceder en el futuro, ya que se
pide el exilio del asesino. Una mitad sin la otra no representaría la verdad porque no se
llegó a lo que se buscaba, asimismo esta verdad aún se encuentra en el plano de la
profecía, en el culto religioso.

La segunda etapa del sistema de mitades se plasma en los discursos expresados


por los soberanos, en este caso, el de Edipo y su esposa Yocasta (su madre también). Esta
verdad se mueve alrededor del asesinato de Layo. Luego de las predicciones de los
profetas, es Yocasta quien contradice dichos discursos tratando de convencer a Edipo que
no fue él quien asesinó a Layo, porque la profecía también decía que el antiguo rey iba a
ser muerto por su hijo, claro está, que hasta ese momento Edipo no sabía todavía que era
hijo de Layo. Edipo refiere que sí asesinó a un hombre al ingresar a Tebas, pero que no
sabía si era Layo. Estas dos mitades se complementan para entrar en un período de
negación sobre lo que pasó realmente, esta es la verdad de los soberanos, de los
gobernantes, la cual en primera instancia cuestiona al discurso religioso, pero luego se aleja
de la realidad, aunque intrínsecamente sabe lo que pasó en realidad, además esta verdad
se considera incompleta porque surge la duda, la necesidad de corroborar todo mediante
otros discursos, es ahí donde surge la última etapa del sistema de mitades.

Ya que se está frente a una verdad inconclusa, se recurre a otros recursos para
completarla. Es así que, Foucault (2010) manifiesta que las prácticas jurídicas cambian y
aparece el uso del testimonio, aquella herramienta que Homero no tomaba en cuenta en los
juegos de prueba. Es el testimonio el cual sustenta la verdad con mayor legitimidad y las
formas jurídicas de Grecia llegan hasta ese punto, ya que la indagación y los medios
probatorios aparecen en la edad media. En Edipo Rey, la última etapa del sistema de
mitades se representa en los discursos del esclavo de Corinto y el pastor de Citerón. El
primero afirma que Edipo no es hijo de Polibio (rey de Corinto), mientras que el segundo
testifica que Layo era el verdadero padre de Edipo. Es aquí donde se logra la verdad última
en el caso, las dos partes se complementan para lograr una verdad, esta verdad ya no es
parte de una profecía, ni de una autoridad o gobernantes, sino que proviene de un
testimonio de personas pertenecientes a los estratos sociales más bajos. Ya no es la mirada
de los dioses (profetas), sino es la mirada de individuos que han visto y recuerdan lo que ha
sucedido en dicha situación.

El paso del discurso profético al testimonio empírico en las formas jurídicas de


Grecia guarda relación con los modos políticos que existieron en distintas etapas. Primero,
el discurso establecido por los oráculos y adivinos que se apegaba a los regímenes
religiosos donde el politeísmo guiaba a su sociedad. Luego, el saber soberano, en el cual
Foucault (2010) compara la situación con los tiranos del siglo V a.C., aquí aparece el
hombre de la ignorancia, ya que el gobernante cree saber mucho por el poder que ejercer,
sin embargo, en realidad nada sabe. Para dar paso, al testimonio, que es una etapa
posterior donde el poder es ejercido a través de la población, sería el símil del nacimiento
de la democracia. Queda aclarar que el discurso soberano es vinculado directamente con la
ignorancia, por lo que cede su paso al saber filosófico por un lado y a la acción del pueblo
que por más que sea desposeído del poder guarda el recuerdo y el testimonio como medios
de producir la verdad.

Segundo argumento

Las prácticas jurídicas religiosas son expresión de formas jurídicas de la


verdad griega, asimismo, se hace uso de dispositivos como ley escrita conocida
mediante el vocablo griego nomos.

Como se narró en el primer argumento, Foucault (2012) analiza a detalle la obra de


Sófocles “Edipo Rey”, donde menciona que existen dos tipos de saberes, el saber oracular y
el saber indagatorio para conseguir la verdad, el mismo filósofo refiere que el primer saber
se expresa en la escucha de los decretos y profecías como cuando envían a los mensajeros
a buscar al oráculo y que vuelvan con él, mientras que el saber indagatorio se basa en el
testimonio de quienes han presenciado el hecho en conflicto, el cual se toma como la
reproducción del ritual indagatorio acontecido en dicha época.

Sin embargo, Foucault (2012) también menciona “No es exacto, sin duda,
caracterizar el primero de los procedimientos como religioso y el segundo como judicial” (p.
275). Ya que ambos procesos buscan llegar al individuo que lleva la culpa de un hecho
prohibido, por lo que el primer procedimiento será un poco arcaico, mientras que el segundo
se introduce con la reorganización de la ciudad griega, empero, ambos están íntimamente
relacionados.

Asimismo, se señala “En Edipo Rey encontramos incluso la huella de un tercer


procedimiento, también conocido en el mundo griego arcaico, pero que siguió en uso lo
suficiente para que aún se adviertan sus raseros en el siglo III a. C” (Foucault, 2012, p.
275). Se refiere al juramento purgatorio, en el cual se pone en juego el juramento de
Creonte (elemento vinculado al proceso religioso arcaico) y también la soberanía del poder
de Edipo (característico del proceso soberano judicial). Por lo que se demuestra que la
forma jurídica se plasma en prácticas de índole jurídicas y religiosas a la vez.
Por otro lado, se plantea la existencia de dispositivos que legitimen la producción de
la verdad en dicho tiempo. En ese sentido, Foucault (2012) realiza una remembranza de las
prácticas jurídicas en la época de la Grecia antigua y la clásica. Por lo que manifiesta que el
nomos es propio de la segunda etapa, es así que la práctica jurídica en la Grecia antigua se
plasmaba en el juramento o promesa, por ejemplo, en el caso de particulares enfrentándose
por un conflicto, ambos juraban respecto a su verdad por el respeto y el destino que tenían
los dioses planeado para ellos, es decir, se temía la ira que las divinidades podían ejercer
en su contra si es que fallaban a su juramento.

Al respecto se refiere “La declaración no enuncia un hecho, no plantea una relación


entre el enunciado y una realidad externa a él, que sea capaz de verificarlo. Ata al locutor a
su dicho. Es una afirmación de fidelidad más que de realidad” (Foucault, 2012, p. 80). Esto
indica el carácter subjetivo del resultado de la práctica jurídica, ya que los testimonios del
conflicto entre terceros no podían ser verificables, por ende, la verdad era relativa en esta
etapa hasta la aparición del nomos.

Cabe resaltar, que anterior al nomos, se practicaba el thesmós. Foucault (2012)


considera a este último una regla no escrita que debía ser pronunciada ritualmente y que se
establecía en un sistema de pertenencia y posesión. Esto porque el thesmós se transmitía
generacionalmente a través de grupos exclusivos, que eran considerados como los
guardianes de dichos enunciados. “Los poseedores del discurso también eran los
poseedores del poder y la riqueza” (Foucault, 2012, p. 171). Por lo general, este tipo de
propiedad era familiar, porque el discurso transmitido a través de la memoria era de
ascendientes a descendientes.

A partir de ello, se dice que lo esencial en el thesmós no era el carácter oral que
tenía dicha tradición, sino que el discurso usaba como dispositivo de poder a la memoria,
por ende, se crearon instituciones de memoria a partir de grupos que se pasaban estos
secretos con un conjunto de reglas donde no se admitía la integración de cualquier otro
individuo.

Es en la Grecia clásica, donde la práctica jurídica se modifica a través de la Ley de


Gortina para dar cabida a 2 nuevos tipos, en primer lugar, aparece el dikazein, en el cual
según Foucault (2012) solo toman juramento las partes en conflicto para poder referir la
verdad, mientras que la decisión respecto a dicho conflicto se toma por la sentencia del
juez. Dicha forma jurídica considera el poder y el estrato social al cual pertenecen los
individuos para determinar “cuál es la verdad”, como se plantea “el enfrentamiento
igualitario, es sustituido por la diferenciación social de los individuos, de su pertenencia y de
su clientela” (Foucault, 2012, p. 106). Por ello, la verdad estaba sometida a reyes o una
clase en particular.

Asimismo, la otra forma jurídica es conocida como krinein, la cual desplaza en casi
todos los escenarios al dikazein, ya que el krinein establecía que las partes ya no debían
prestar juramento, sino el que debía hacerlo era el juez, asimismo, esta forma jurídica está
ligada al nomos, como ley escrita.

Foucault (2012) manifiesta que a través del krinein, el discurso judicial de la verdad
se reconoce como discurso político, ya que el hacedor de normas será quien imponga su
concepción sobre el ordenamiento del mundo, de cómo se deberían comportar las personas
y así también moldear la verdad más adecuada al contexto en el cual se desarrolló. Por otro
lado, este mismo hacedor de la forma jurídica dirá que es lo mejor y justo para los hombres
en Grecia.

Entonces, el nomos actúa como dispositivo de soberanía, ya que, aunque sea el juez
quien decide el destino de las partes en conflicto, la decisión del mismo está sometida a una
ley escrita, esto con el objetivo de que se cometan injusticias, tal como se mencionó en el
dikazein, donde para impartir justicia el juez era influenciado por la posición social de las
partes.

A modo de conclusión

Con el objetivo de explicar la dinámica de las formas jurídicas de la verdad en la


época griega, el presente artículo presenta dos argumentos. El primero indaga en la obra
literaria La Ilíada de Homero y la tragedia Edipo Rey de Sófocles, para explicar que la
verdad fue producto de un proceso que surge desde los juegos de prueba que son parte de
la epopeya mencionada, asimismo, se modifica para dar paso a los discursos contenidos en
la tragedia de Edipo, que se expresan en la profecía, el saber soberano y el testimonio que
dan a conocer individuos comunes de la sociedad griega. El segundo argumenta plantea
que las formas jurídicas de la verdad en Grecia desembocan en prácticas jurídico-religiosas
a la par, las cuales se conjugan para dar paso a la forma jurídica de dicha época a través de
elementos religiosos arcaicos y soberanos judiciales, asimismo, se establece que la ley
escrita o nomos es un dispositivo para expresar las formas jurídicas de la verdad en Grecia
a través de su aplicación en el período clásico, superando a la antigua thesmós, que más se
relacionaba con rituales orales transmitidos a través de grupos exclusivos, a través del
nomos se buscaba la justicia a través del juramento del juez y su sentencia que debía
alinearse con la norma escrita.
Referencias

Castro, E. (2011). Diccionario Foucault. Temas, conceptos y autores. Siglo Veintiuno


Editores.

Elias, N. (2009). La soledad de los moribundos. Fondo de Cultura Económica.

Foucault, M. (2000). Defender la sociedad. Curso en el College de France (1975-1976).


Fondo de Cultura Económica.

Foucault, M. (2002). El orden del discurso (2da ed.). Fabula TusQuets Editores.

Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio y población. Curso en el College de France (1977-


1978). Fondo de Cultura 20Económica.

Foucault, M. (2010). La verdad y las formas jurídicas. Gedisa Editorial.

Foucault, M. (2012). Lecciones sobre la voluntad de saber. Curso en el College de France


(1970-1971). Fondo de Cultura Económica.

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