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TALLER NEXO CAUSAL

Presentado por:

JHON JAIRO BAZAN VALENCIA

JUAN MANUEL GONZÁLEZ HÍLAMO

LAURA VALENTINA PERDOMO ZAMBRANO

MARIA CAMILA RUIZ BENAVIDES

MARIA ISABEL VALDÉS GÓMEZ

Presentado a:
PROFESOR: LUIS GUILLERMO SERRANO ESCOBAR

UNIVERSIDAD DEL CAUCA


FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
PROGRAMA DE DERECHO
JUNIO 5 DE 2023
POPAYÁN, CAUCA

REFERENCIA:

CONSEJO DE ESTADO - SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO


SECCIÓN TERCERA SUBSECCIÓN A

Consejera ponente: GLADYS AGUDELO ORDOÑEZ (E)

Bogotá, D.C., doce (12) de mayo de dos mil once (2011)

Radicación: 76001-23-31-000-2000-05002-01(18134)

Actores: MARÍA CONSUELO FORERO Y OTROS

Demandados: MUNICIPIO DE TIMBÍO Y CARLOS ALBERTO MONSALVE


MENESES

Referencia: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA

HECHOS:

1. El 3 de diciembre de 1996, los actores, mediante apoderado judicial,


solicitaron que se declarara responsable al Municipio de Timbío y al señor
Carlos Alberto Monsalve Meneses, conductor del microbús de servicio
público de placas TKC 684, por las lesiones que sufrieron Mónica Londoño
Forero y Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado, como consecuencia de un accidente
de tránsito ocurrido el 25 de enero de 1996, en la carrera 17 con calle 18 del
Municipio de Timbío, Departamento del Cauca.
Según la demanda, los lesionados, quienes laboraban en el Cuerpo Técnico
de Investigaciones, C.T.I., de la Fiscalía General de la Nación, se movilizaban
en una motocicleta en cumplimiento de una misión de trabajo, cuando fueron
arrollados por un microbús de servicio público afiliado a la Empresa Trans-
Timbío, el cual era conducido por el señor Carlos Alberto Monsalve Meneses
quien no respetó la prelación de la vía que tenían los motociclistas, sufriendo
éstos graves lesiones.
Tal hecho, según los demandantes, se debió a la presencia de dos factores
determinantes: 1) la falta de señalización en el lugar del accidente, obligación
que estaba a cargo del Municipio de Timbío, el cual omitió dicho deber legal,
y 2) el obrar imprudente del conductor del automotor de servicio público, por
no respetar la prelación de la motocicleta, siendo aquel el causante de la
colisión.
2. Por concepto de perjuicios morales, los dos grupos demandantes solicitaron
el equivalente en pesos a 1000 gramos de oro para cada uno de sus
integrantes; por concepto de perjuicios materiales, en la modalidad de lucro
cesante, los actores solicitaron la suma de $100’000.000 para Mónica
Londoño Forero y de $10’000.000 para Fredy Saúl Gutiérrez; en la modalidad
de daño emergente, los demandantes solicitaron la suma de $10’000.000
para la primera de las personas citadas y de $2’000.000 para la segunda; por
concepto de perjuicios fisiológicos, los demandantes pidieron el equivalente a
1000 gramos de oro para cada uno de los lesionados.
3. El 16 de diciembre de 1996 y el 21 de marzo de 1997, la demanda y su
adición, en su orden, fueron admitidas por el Tribunal Administrativo del
Cauca y los autos respectivos fueron notificados al municipio accionado y al
señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, conductor del vehículo de servicio
público.
4. El Municipio de Timbío se opuso a las pretensiones de la demanda y solicitó
la práctica de pruebas. A su turno, el señor Carlos Alberto Monsalve
Meneses, guardó silencio al respecto.
El ente territorial demandado manifestó que el único responsable del
accidente era el señor Carlos Alberto Monsalve Meneses y la empresa a la
cual estaba afiliado el microbús de Trans-Timbió que él conducía, pues el
citado señor omitió irresponsablemente hacer el pare en un cruce, siendo el
causante del accidente en el cual resultaron lesionados los motociclistas.
Sostuvo que era de público conocimiento, en el Municipio de Timbío, cuáles
son las vías que gozan de prelación y en cuáles debe realizarse el
correspondiente pare, particularmente para los conductores del servicio
público. Además propuso la excepción de falta de jurisdicción, como quiera
que el conocimiento del presente asunto le corresponde al juez ordinario y no
al juez de lo contencioso administrativo, pues el causante de los hechos por
los cuales se demanda es un particular. En consonancia con lo anterior,
aseguró que el municipio demandado no incurrió en conducta alguna ni por
activa ni por pasiva.
5. Vencido el período probatorio y fracasada la audiencia de conciliación, el 15
de enero de 1999 se corrió traslado a las partes para alegar de conclusión y
al Ministerio Público para que rindiera concepto.
Los actores solicitaron que se accediera a las pretensiones de la demanda,
por cuanto se encontraba debidamente acreditada la falla del servicio
imputada a la accionada, pues el material probatorio evidencia que en el
lugar del accidente no existía señal alguna de pare, obligación que estaba a
cargo del municipio demandado. Todo indica que sólo después del accidente
fueron colocadas señales de tránsito en el lugar de los hechos, antes no.
Manifestó que existen varias disposiciones del Código Nacional de Tránsito
que exigen de las autoridades municipales la necesidad de implementar
señales de tránsito en las vías públicas, obligaciones que fueron
desatendidas por el municipio demandado. De igual manera, indicó que se
encuentra comprometida la responsabilidad del señor Carlos Alberto
Monsalve Meneses, conductor del microbús afiliado a la empresa Trans-
Timbío, porque irresponsablemente omitió detener el automotor en un cruce
cuando estaba obligado a hacerlo. Como quiera que las graves lesiones que
sufrieron los motociclistas, se debieron a una falla de la Administración y a la
conducta irresponsable del señor Monsalve Meneses, quien conducía el
automotor de servicio público que omitió la señal de pare, surge la necesidad
de declarar la responsabilidad solidaria de los demandados.
6. Finalmente, la parte actora manifestó que en este asunto tiene plena
aplicación el fenómeno conocido como fuero de atracción, por medio del cual
la jurisdicción de lo contencioso administrativo puede juzgar las conductas de
los particulares que concurrieron conjuntamente con la entidad pública
demandada a la producción del daño.
7. El Ministerio Público solicitó que se declarara responsable al señor Carlos
Alberto Monsalve Meneses de los daños causados a los motociclistas, por
cuanto se acreditó en el plenario que el citado señor, quien conducía un
microbús de servicio público, omitió injustificadamente detener el automotor
en una intersección, causando el accidente en el que resultaron lesionados
Mónica Londoño Forero y Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado. De otro lado, el
Ministerio Público sostuvo que si bien se demostró que en el lugar de los
hechos no existía señal alguna de pare, todo indica que no fue la omisión por
parte del ente territorial, en la demarcación del respectivo pare, lo que
produjo el accidente, sino el comportamiento del conductor del vehículo de
servicio público quién “era perfectamente conocedor de que se desplazaba
por una vía sin prelación, puesto que transitaba todos los días por el lugar en
razón a su trabajo como conductor de un vehículo de servicio público”. Lo
anterior es prueba de que el accidente se debió al hecho de un tercero,
circunstancia que exime de responsabilidad al ente municipal demandado. La
entidad enjuiciada guardó silencio.

PRETENSIONES:

Por concepto de perjuicios morales, los dos grupos demandantes solicitaron el


equivalente en pesos a 1000 gramos de oro para cada uno de sus integrantes; por
concepto de perjuicios materiales, en la modalidad de lucro cesante, los actores
solicitaron la suma de $100’000.000 para Mónica Londoño Forero y de $10’000.000
para Fredy Saúl Gutiérrez; en la modalidad de daño emergente, los demandantes
solicitaron la suma de $10’000.000 para la primera de las personas citadas y de
$2’000.000 para la segunda; por concepto de perjuicios fisiológicos, los
demandantes pidieron el equivalente a 1000 gramos de oro para cada uno de los
lesionados.

CONTESTACIÓN:

● El Municipio de Timbío se opuso a las pretensiones de la demanda y


solicitó la práctica de pruebas (folios 80 a 90, cuaderno 1). A su turno, el
señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, no obstante habérsele notificado
personalmente el contenido de la demanda y su adición, el 11 de junio de
1996, según obra a folio 102 del cuaderno 1, guardó silencio al respecto.

● El ente territorial demandado manifestó que el único responsable del


accidente era el señor Carlos Alberto Monsalve Meneses y la empresa a la
cual estaba afiliado el microbús de Trans-Timbió que él conducía, pues el
citado señor omitió irresponsablemente hacer el pare en un cruce, siendo el
causante del accidente en el cual resultaron lesionados los motociclistas.
Sostuvo que era de público conocimiento, en el Municipio de Timbío, cuáles
son las vías que gozan de prelación y en cuáles debe realizarse el
correspondiente pare, particularmente para los conductores del servicio
público, como es el caso del señor Monsalve Meneses, pues él conducía un
microbús afiliado a la empresa Trans-Timbió que opera en el citado
municipio. Propuso la excepción de falta de jurisdicción, como quiera que el
conocimiento del presente asunto le corresponde al juez ordinario y no al juez
de lo contencioso administrativo, pues el causante de los hechos por los
cuales se demanda es un particular. En consonancia con lo anterior, aseguró
que en el sub lite no operaba el fuero de atracción, por cuanto el municipio
demandado no incurrió en conducta alguna ni por activa ni por pasiva.
● El Ministerio Público solicitó que se declarara responsable al señor Carlos
Alberto Monsalve Meneses de los daños causados a los motociclistas, por
cuanto se acreditó en el plenario que el citado señor, quien conducía un
microbús de servicio público, omitió injustificadamente detener el automotor
en una intersección, causando el accidente en el que resultaron lesionados
Mónica Londoño Forero y Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado. De otro lado, el
Ministerio Público sostuvo que si bien se demostró que en el lugar de los
hechos no existía señal alguna de pare, todo indica que no fue la omisión por
parte del ente territorial, en la demarcación del respectivo pare, lo que
produjo el accidente, sino el comportamiento del conductor del vehículo de
servicio público quién “era perfectamente conocedor de que se desplazaba
por una vía sin prelación, puesto que transitaba todos los días por el lugar en
razón a su trabajo como conductor de un vehículo de servicio público”. Lo
anterior es prueba de que el accidente se debió al hecho de un tercero,
circunstancia que exime de responsabilidad al ente municipal demandado.

SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:

En la sentencia de 14 de diciembre de 1999, el Tribunal Administrativo del Cauca


condenó al señor Carlos Alberto Monsalve Meneses al pago de los perjuicios
causados a los lesionados. adicional a ello, decidió absolver de toda responsabilidad
al Municipio de Timbío, esto bajo el argumento que aunque en el lugar de los
hechos no existía señal alguna de pare, el ente territorial accionado realizó una
señalización global en el sentido de dar prelación o vía libre a las carreras y
establecer el pare en las calles, regla ésta que era de público conocimiento por
parte de los usuarios de las vías, a tal punto que en el informe de accidentes se
señaló como causa probable de la colisión, no respetar la prelación de la vía para el
automotor de servicio público.

Posteriormente, señaló que a pesar de que el Municipio de Timbío, Cauca, fue


exonerado de toda responsabilidad, tenía competencia para decidir y proferir
condena contra el particular demandado, dado que en este caso operó el fuero de
atracción, cabe resaltar que (para que surta efectos el fenómeno procesal del fuero
de atracción, es necesario que la vinculación al proceso de una entidad de derecho
público como parte demandada, sea seria y debidamente motivada).

RECURSO DE APELACIÓN:

El apoderado de la parte actora formuló recurso de apelación contra la sentencia de


primera instancia, con la finalidad de que se modifique en el sentido de declarar la
responsabilidad y condenar al Municipio de Timbío, Cauca, por los daños
ocasionados a los motociclistas, como consecuencia de la omisión en la colocación
y demarcación de señales de tránsito en el perímetro urbano. Según su juicio la
decisión del Tribunal es contradictoria, toda vez que, de un lado, el a quo concluyó
que en el lugar del accidente no existía señal alguna de pare y que la obligación de
señalizar las vías estaba a cargo del Municipio de Timbío, sin embargo, lo absolvió
de responsabilidad por los hechos que le fueron imputados.
Cuestionó las razones del Tribunal en cuanto aseguró que el Municipio de Timbío
“realizó una señalización global en el sentido de dar prelación o vía libre a las
carreras y determinar el pare en las calles”, en el sentido de que dicha afirmación no
aparece probada en el proceso, pero además porque existen disposiciones
contenidas en el Código Nacional de Tránsito que imponen a los municipios la
obligación de señalizar las vías, deber jurídico que no puede ser desatendido de
manera alguna.

Resulta evidente, según el impugnante, que la Administración incurrió en una


omisión por no haber señalizado la intersección en la cual se presentó la colisión
entre el microbús de servicio público y la motocicleta en la cual se transportaban los
lesionados, lo cual es indicativo de que se configuró una falla en la prestación del
servicio imputable al Municipio de Timbío, Departamento del Cauca , el cual debe
responder solidariamente con el conductor del vehículo de servicio público, por los
perjuicios que tal hecho les produjo a los demandantes.

PROBLEMA JURÍDICO:

La Sala debe resolver el recurso de apelación interpuesto por el demandante contra


la sentencia de 14 de diciembre de 1999, proferida por el Tribunal Administrativo del
Cauca, mediante la cual se declaró la responsabilidad del señor Carlos Alberto
Monsalve Meneses y se abstuvo de condenar al Municipio de Timbío, Departamento
del Cauca.
La Sala, se limitará al estudio de los aspectos planteados en el recurso de
apelación para poder definir si existe o no una responsabilidad solidaria del
Municipio de Timbío, Departamento del Cauca, por una falla en la prestación del
servicio toda vez que el ente territorial accionado omitió injustificadamente la
demarcación y señalización del pare en el cruce donde ocurrió el accidente,
encontrándose obligado a ello.
.

LOS HECHOS PROBADOS:

El 25 de enero de 1996 resultaron lesionados Mónica Londoño Forero y Fredy Saúl


Gutiérrez Hurtado, como consecuencia de un accidente de tránsito ocurrido en el
Municipio de Timbío, Departamento del Cauca. Así lo acreditan las respectivas
historias clínicas del Instituto de Seguros Sociales de Popayán, las cuales fueron
remitidas al proceso por dicha entidad el 7 de octubre de 1997 (folios 27 a 75,
cuaderno 2). A su turno, el Instituto Nacional de Medicina Legal, Seccional Cauca,
dictaminó que Mónica Londoño Forero sufrió una incapacidad médico legal definitiva
de 90 días y como secuelas, perturbación funcional permanente del órgano de la
locomoción y deformidad física permanente, mientras que Fredy Saúl Gutiérrez
Hurtado sufrió una incapacidad médico legal definitiva de 35 días, sin secuelas.

● Teniendo en cuenta lo anterior, no hay duda que se encuentra debidamente


acreditado el daño antijurídico sufrido por los demandantes, pues las lesiones
padecidas por Mónica Londoño Forero y Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado
constituyen un menoscabo a un bien jurídicamente tutelado por el legislador,
del cual se derivan los perjuicios cuyo resarcimiento se pretende en este
caso.

Sobre las circunstancias de tiempo, modo y lugar que rodearon los hechos en los
cuales resultaron lesionadas las personas citadas, obran las siguientes pruebas,
entre ellas las que fueron trasladadas del proceso penal seguido contra el señor
Carlos Alberto Monsalve Meneses, las cuales podrán valorarse en esta causa, por
cuanto el traslado del citado proceso fue solicitado conjuntamente por el actor y la
entidad pública demandada, y decretado por el Tribunal mediante auto de 9 de
septiembre de 1997, además las pruebas allí contenidas obran en copia auténtica:
El informe de accidentes de tránsito No 93-0208503 indica que, el 25 de enero de
1996, en la calle 18 con carrera 17 del Municipio de Timbío, Departamento del
Cauca, ocurrió un accidente entre el microbús afiliado a la Empresa Trans-Timbío,
de placas TKC 684, conducido por el señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, y la
motocicleta Yamaha DT 125, conducida por el señor Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado,
quien resultó lesionado al igual que su acompañante. Dentro de las causas posibles
del accidente, se estableció que el microbús de servicio público no respetó la
prelación de la vía que tenían los motociclistas (folios 210, 211, cuaderno 2).

El agente de la Policía Nacional Juan Bautista Muñoz Camayo rindió el informe


escrito a la Fiscalía General de la Nación y rindió testimonio en el proceso
contencioso administrativo asimismo La señora Irene Camacho, quien para la época
de los hechos residía en el lugar en el cual ocurrió el accidente, y Gerardo Ferney
Muñoz Cerón, que también rindió testimonio sobre si había o no señales de tránsito
en el lugar de los hechos,

● De conformidad con las pruebas anteriormente referenciadas, se encuentra


acreditado que, el 25 de enero de 1996, se presentó una colisión entre el
automotor de placas TKC 684, afiliado a la empresa Trans-Timbío, conducido
por el señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, el cual se movilizaba por la
calle 18 del Municipio de Timbío, Departamento del Cauca, y la motocicleta
marca Yamaha DT 125, conducida por el señor Fredy Saúl Gutiérrez
Hurtado, en la que viajaba como pasajera la señora Mónica Londoño Forero,
quienes transitaban por la carrera 17 del citado municipio, sufriendo éstos
últimos graves lesiones como consecuencia del accidente.

● Se encuentra acreditado, asimismo, que la prelación de la vía la tenían los


motociclistas y que en el cruce en el cual ocurrió el accidente no existía
señalización alguna, según lo indica el informe de tránsito elaborado por el
agente de la Policía Nacional Juan Bautista Muñoz Tamayo.

● también se demostró que la intersección de la calle 18 y la carrera 17 del


Municipio de Timbío, Cauca, fue señalizada por el citado municipio después
de la colisión del automotor y la motocicleta, tal como se desprende del
informe aludido y de las declaraciones del agente Muñoz Tamayo, de Irene
Camacho y Gerardo Ferney Muñoz Cerón, quienes para la época de los
hechos residían en el lugar en el cual ocurrió el accidente y que sobre el
particular manifestaron que en el citado cruce no existía señalización alguna,
pero que después del in suceso las autoridades locales procedieron a instalar
la respectiva señal de pare sobre la calle 18.

ANÁLISIS DE LA SALA:

Primeramente la sala empieza por aclarar que no va a agravar la pena impuesta al


apelante, ya que es apelante único de acuerdo con la garantía de la no reformatio in
pejus.

Posteriormente se limitará solo a lo expuesto en el recurso de apelación, teniendo


en cuenta el principio de congruencia, aquel en que el juez solo puede decidir por el
recurso, en este caso solo se limitará a decidir si se declara o no la responsabilidad
solidaria del Municipio de Timbío, por una falla en la prestación del servicio.

De conformidad con las pruebas que se aportan en el proceso:

A.se acredita la lesión de Mónica Londoño Forero y Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado,
como consecuencia de un accidente de tránsito ocurrido en el Municipio de Timbío,
Departamento del Cauca, de acuerdo a lo aportado en la historia clínica y dictamen
de medicina legal.

B.Se acredita también que el 24 de enero de 1986, se presentó una colisión entre el
automotor de placas TKC 684,afiliado a la empresa Trans-Timbío, conducido por el
señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, el cual se movilizaba por la calle 18 del
Municipio de Timbío, Departamento del Cauca, y la motocicleta marca Yamaha DT
125, conducida por el señor Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado, en la que viajaba como
pasajera la señora Mónica Londoño Forero, quienes transitaban por la carrera 17
del citado municipio, sufriendo éstos últimos graves lesiones como consecuencia del
accidente.

C. También se logra acreditar que la prelación de la vía la tienen los motociclistas y


que en el cruce en el cual fue el accidente no existía señalización alguna, tal y como
obra en el informe de tránsito elaborado por el agente de la policía nacional Juan
Bautista Muñoz.

D. Además, se demostró que la intersección de la calle 18 y la carrera 17 del


municipio de Timbío fue señalizada después de la colisión del automotor y la
motocicleta, esto se desprende de las declaraciones del agente Muñoz, de Irene
Camacho y Gerardo Ferney Muñoz quiénes para la época de los hechos residían en
el lugar el que ocurrieron los hechos y señalaron que no había ninguna señalización
para el momento del accidente.

En cuanto a la obligación de señalización que tienen las autoridades de tránsito, el


artículo 113 del Código Nacional de Tránsito, indica lo siguiente:

“Artículo 113. Las autoridades encargadas de la conservación y mantenimiento de


las carreteras o la autoridad de tránsito competente en el perímetro urbano,
colocarán y demarcarán las señales de tránsito de acuerdo con las pautas que el
Instituto Nacional de Transporte y Tránsito determine.
“PARÁGRAFO. Toda zona de prohibición deberá estar expresamente demarcada
en su sitio y autorizada mediante providencia del funcionario de tránsito
competente.”

Adicionalmente, el Decreto 2591 de 1991, que modificó el Decreto-Ley 1344 de


1970, atribuía los deberes de señalización de las diferentes autoridades de tránsito
dependiendo de la naturaleza de la vía en los distintos niveles. Así, por ejemplo, al
Ministerio de Obras Públicas se le otorgaba la facultad, para el nivel nacional, de
dictar resoluciones sobre señalamiento de carreteras nacionales, y a las Secretarías
de Obras Públicas Departamentales o Municipales, en los niveles seccional y local,
el deber jurídico de señalización de vías.

El anterior panorama normativo permite afirmar que el Municipio de Timbío,


Departamento del Cauca, en su calidad de propietario de la malla vial, tenía la
obligación de demarcar e implementar en las calles las respectivas señales de
tránsito, pero omitió dicho deber jurídico, pues el accidente ocurrido el 25 de enero
de 1996, en la calle 18 con carrera 17 del perímetro urbano, entre el automotor de
servicio público de placas TKC 684 y la motocicleta en la cual se movilizaban los
lesionados, se debió a la falta de señales de tránsito, toda vez que en dicha
intersección no existía señal alguna de pare, circunstancia que sin duda incidió en el
accidente de tránsito en el que resultaron lesionados Mónica Londoño Forero y
Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado.

Como lo ha sostenido la jurisprudencia del Consejo de Estado, la responsabilidad de


la Administración resulta comprometida siempre que se logre establecer en el
proceso:

i) la existencia de una obligación legal o reglamentaria a cargo de la entidad


demandada de realizar la acción con la cual se habrían evitado los perjuicios.

ii) la omisión de poner en funcionamiento los recursos de que se dispone para el


adecuado cumplimiento del deber legal atendidas las circunstancias particulares del
caso;

iii) la existencia de un daño antijurídico.

iv) la relación causal entre la omisión y el daño.

En el sub lite, todo indica que la Administración omitió una obligación de carácter
legal, como lo era la demarcación y señalización del pare en el cruce de la calle 18
con carrera 17 del Municipio de Timbío, Departamento del Cauca, circunstancia que
incidió determinantemente en el resultado dañoso, lo cual configura una falla en la
prestación del servicio, de tal suerte que la entidad accionada deberá responder por
los perjuicios que tal hecho les produjo a los demandantes, al igual que deberá
responder el señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, conductor del automotor
causante de la colisión, tal como lo decidió el Tribunal Administrativo del Cauca.

EN EL CASO EN CONCRETO:
En el presente asunto, la parte actora formuló demanda contra el Municipio de
Timbío, Cauca, y contra el señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, conductor del
microbús de servicio público de placas TKC, por los daños ocasionados como
consecuencia del accidente de tránsito ocurrido el 25 de enero 1996, en la carrera
17 con calle 18 del citado municipio, en el que resultaron lesionados Mónica
Londoño Forero y Fredy Saúl Gutiérrez Hurtado, quienes se movilizaban en una
motocicleta y fueron arrollados por el citado automotor. La entidad demandada
propuso la excepción de falta de jurisdicción, en virtud de que el causante del
accidente en el que resultaron lesionados los motociclistas, es un particular, quien
omitió una señal de pare, de lo cual se infiere que el conocimiento del presente
asunto le corresponde a la jurisdicción ordinaria y no al contencioso administrativo.
No obstante, ello, el Tribunal Administrativo del Cauca asumió el conocimiento del
presente litigio, con fundamento en que en el sub lite operaba la figura conocida
como fuero de atracción, toda vez que uno de los demandados es una entidad
pública.

Sobre el particular, es menester señalar que en los eventos en los cuales se formula
una demanda de forma concurrente contra una entidad de carácter público, cuyo
conocimiento corresponde a la jurisdicción de lo contencioso administrativo, y contra
un particular, cuya competencia esté asignada a la jurisdicción ordinaria, el proceso
debe adelantarse ante la primera de ellas, la cual tendrá competencia, por lo tanto,
para decidir acerca de la responsabilidad de los dos demandados.

En todo caso, es menester precisar que para que surta efectos el fenómeno
procesal del fuero de atracción, es necesario que la vinculación al proceso de una
entidad de derecho público como parte demandada, sea seria y debidamente
motivada. No es posible dejar en manos del demandante la facultad de escoger
libremente la jurisdicción ante la cual va a demandar, pues, como se dijo, la
demanda en contra de la entidad de derecho público debe tener un sustento fáctico
y no depender únicamente de la voluntad o capricho del demandante

En el presente asunto, la parte actora encauzó la demanda contra el Municipio de


Timbío, Cauca, entidad de derecho público, y contra el particular Carlos Alberto
Monsalve Meneses, conductor del automotor afiliado a la empresa Trans-Timbío
causante de la colisión, con fundamento en que el citado municipio omitió
injustificadamente la demarcación y señalización de la vía en la cual ocurrió el
accidente, y porque el conductor del microbús no respetó la prelación de la vía que
le correspondía a los motociclistas. Teniendo en cuenta lo anterior, no hay duda que
esta jurisdicción es la competente para conocer del presente asunto, por cuanto la
demanda se dirigió conjuntamente contra el Municipio de Timbío, Cauca, y contra el
particular causante del accidente y no hay duda que las imputaciones formuladas
contra los accionados son serias y se encuentran debidamente fundamentadas.

SENTENCIA SEGUNDA INSTANCIA:

El 31 de agosto de 2000, el Consejo de Estado decidió el recurso de queja


interpuesto por el actor contra el auto del Tribunal que negó el recurso de apelación
formulado contra la sentencia de 14 de diciembre de 1999 y lo concedió en efecto
suspensivo, por estimar que fue mal denegado.

Por auto de 22 de marzo de 2001, el Despacho admitió el citado recurso. El 19 de


abril del mismo año, se corrió traslado a las partes para que presentaran alegatos
de conclusión y al Agente del Ministerio Público para que rindiera concepto.
Las partes y el Ministerio Público guardaron silencio.

CONSIDERACIONES:

Previo a decidir advierte la Sala que obra en el expediente manifestación de


impedimento formulada por el Magistrado Hernán Andrade Rincón, de conformidad
con lo previsto en el numeral 2º del artículo 150 del Código de Procedimiento Civil,
por haber conocido del proceso en instancia anterior como Magistrado del Tribunal
Administrativo del Cauca.

Como quiera que en este caso se encuentra configurada la referida causal de


impedimento, se deja constancia de que el Consejero mencionado fue apartado del
conocimiento del presente asunto y, por tanto, no participa ni interviene en el estudio
y decisión de este fallo.

Resuelve la Sala el recurso de apelación interpuesto por el demandante contra la


sentencia de 14 de diciembre de 1999, proferida por el Tribunal Administrativo del
Cauca, mediante la cual se declaró la responsabilidad del señor Carlos Alberto
Monsalve Meneses y se abstuvo de condenar al Municipio de Timbío, Departamento
del Cauca.

Antes de entrar a decidir el asunto puesto a consideración de la Sala, cabe señalar


que contra la decisión proferida por el Tribunal Administrativo del Cauca, mediante
la cual se declaró la responsabilidad del señor Carlos Alberto Monsalve Meneses y
se exoneró al Municipio de Timbío, Cauca, únicamente formuló recurso de apelación
la parte actora, a fin de que se modificara la sentencia de primera instancia en el
sentido de que se condenara al Municipio de Timbío, Departamento del Cauca, por
encontrarse acreditada una falla en la prestación del servicio público, toda vez que
el ente territorial accionado omitió injustificadamente la demarcación y señalización
del pare en el cruce donde ocurrió el accidente, encontrándose obligado a ello.
Por lo anterior y dado el carácter de apelante único de la parte actora, la Sala no
podrá agravar su situación, sólo la podrá mejorar si encuentra que hay lugar a ello
después de analizar las pruebas que obran en el plenario.

En efecto, dentro de las limitaciones que tiene el juez superior, para efectos de
proferir el fallo por medio del cual decidirá el recurso de apelación, lo constituye la
garantía de la no reformatio in pejus, principio según el cual se garantiza que el juez
ad quem no agravará o desmejorará la situación definida en primera instancia a
quien es considerado apelante único, y que encuentra expresa consagración
constitucional en el artículo 31 en cuanto asegura que: “El superior no podrá
agravar la pena impuesta cuando el condenado sea apelante único”.

Puesto que el recurrente pretende en su alzada que se declare la responsabilidad


solidaria del ente territorial demandado, por estimar que éste omitió
injustificadamente la demarcación y señalización de la vía en la cual ocurrió el
accidente, la Sala no hará pronunciamiento alguno en torno a la responsabilidad del
señor Carlos Alberto Monsalve Meneses, pues éste no recurrió la sentencia que lo
declaró responsable del accidente, como tampoco emitirá juicio sobre la condena de
perjuicios impuesta por el Tribunal en primera instancia, toda vez que el actor no
hizo alusión alguna en el recurso de apelación sobre dicho aspecto.

Es preciso señalar que el recurso de apelación se encuentra limitado a los aspectos


indicados en el mismo, de tal suerte que el marco fundamental de competencia del
juez ad quem está determinado por las razones que se aducen y esgrimen en contra
de la decisión recurrida, de lo cual se infiere que los aspectos diversos a los allí
planteados quedan excluidos del debate en la instancia superior, aspecto éste que
encuentra eco en el principio de congruencia

Por tanto, las razones aducidas por el recurrente en la sustentación de la apelación


delimitan la competencia funcional del juez, pues, como se dijo, en el recurso de
apelación opera el principio de la congruencia, de acuerdo con el cual las
pretensiones del recurrente y su voluntad de interponer el recurso, condicionan la
competencia del juez que conoce del mismo, de tal suerte que aquello que el
recurrente estime lesivo de sus derechos, constituye el ámbito exclusivo sobre el
cual debe resolver el ad quem.
Bajo estos parámetros, queda claro que el límite de competencia al cual está sujeto
el juez de segunda instancia, lo determina con toda precisión el recurso de
apelación y el principio de la no reformatio in pejus, aspectos éstos que deberán ser
tenidos en cuenta por el juez en el sub lite, con miras a definir el asunto puesto a
consideración de la Sala, el cual se limitará al estudio de los aspectos planteados
en el recurso de apelación contra la sentencia de 14 de diciembre de 1999,
proferida por el Tribunal Administrativo del Cauca, en cuánto están encaminados a
que se declare la responsabilidad solidaria del Municipio de Timbío, Departamento
del Cauca, por una falla en la prestación del servicio.

OPINIÓN DEL GRUPO:

Se comparte y se señala que la decisión tomada por el Consejo de Estado es


ajustada a derecho, ya que jurisprudencialmente se ha indicado que, si se logra
establecer la relación causal entre la omisión de la administración y el daño que se
produce, la responsabilidad de la Administración resulta comprometida. En este
caso, por omisión de la señalización y demarcación por parte de la Administración
del lugar donde sucedió el accidente tuvo incidencia directa en las lesiones
causadas a los accionantes, por lo que es pertinente que la Administración
responda por los perjuicios causados.

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