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SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C
Tema: Descriptor: Responsabilidad del Estado por accidente de Tránsito. Restrictor: falla
en el servicio de señalización y mantenimiento de las vías; hecho del tercero concurrente.
II. ANTECEDENTES
2.1. La demanda
2. Condenar al Departamento del Huila, a pagar el valor de los daños y perjuicios de todo
género ocasionados a la señor MARÍA CRISTINA VIDAL REINA, quien obra en nombre
propio y en representación de su menor hijo JUAN CAMILO GUALTEROS VIDAL, por la
muerte del señor RAFAEL ENRIQUE GUALTEROS SÁNCHEZ, con su corrección
monetaria y con base en las siguientes pautas y factores:
2.2. Se pagará al menor JUAN CAMILO GUALTEROS VIDAL, por concepto de perjuicios,
la suma de dinero necesaria para adquirir en la época de la sentencia la cantidad de 1000
salarios mínimos legales, por la muerte de RAFAEL ENRIQUE GUALTEROS SÁNCHEZ.
2.4. Se actualizarán los perjuicios materiales solicitados y/o indemnización por vida
probable, teniendo en cuenta las pautas que para el efecto ha establecido la Jurisdicción
Contenciosa Administrativa.
1. El día 6 de abril de 2002, Rafael Enrique Gualteros Sánchez se movilizaba por la vía
que del Municipio de Tello conduce a Neiva, como pasajero en un vehículo de propiedad
del señor Omar Enrique González. A la altura del kilómetro 20+200, el conductor de este
móvil se vio precisado a realizar un cambio abrupto de carril para tratar de esquivar un
bache existente en la carretera, y al hacerlo colisionó con otro vehículo que transitaba en
sentido contrario. La colisión dejó como resultado las lesiones graves y la posterior
muerte del señor Gualteros Sánchez.
Mediante auto del 26 de abril de 2004, el Tribunal Administrativo del Huila admitió la
demanda, ordenó fijar en lista y notificar a las partes1.
1
Fl. 36 y 37.
2
Fls. 58 a 61
3
Fl. 71 y 72.
4
Fl. 76 a 77.
5
Fl. 179.
pues, manifestó, así lo dieron a conocer los testimonios recabados en el proceso, y así
consta en la providencia penal que se profirió por causa de los hechos6.
El Ministerio Público emitió concepto en el que solicitó declarar probada la causal de culpa
exclusiva del tercero, teniendo en cuenta que en el proceso penal, el señor González
Ramírez, quien conducía el vehículo, fue condenado como autor del homicidio culposo
porque el día de los hechos había consumido licor y ello fue determinante para la
ocurrencia del accidente8
Consideró el Tribunal que la causa del accidente fue el estado de alicoramiento del
conductor y por ello la responsabilidad del mismo no podía atribuirse al Departamento del
Huila.
6
Fls. 180 a 181.
7
Fl. 182 a 183.
8
Fls. 184 a 192.
9
Fl. 208 a 224.
Así dijo la providencia:
“Si bien de tales versiones se puede inferir que en el área donde ocurrió el accidente
existía alguna anomalía en la vía, la misma no fue determinante en el accidente como lo
encontró la justicia penal, al establecer que dado que el conductor Enrique Omar
González manejara el automotor a una gran velocidad y previamente hubiera ingerido ron
y así no se hubiere embriagado en alto grado, su maniobra imprudente de invadir a último
momento el carril que le correspondía al campero reflejó de modo necesario “que faltó a
su deber objetivo de cuidado regulado por disposiciones de tránsito, independientemente
de la mayor o menor incidencia de su grado de alicoramiento” como lo indicó el Tribunal
Superior en segunda instancia.
(…)
Por otra parte señaló, que se logró establecer que la conducta del conductor del vehículo
fue eficiente en la producción del daño, pero no única, ni exclusiva, puesto que si bien se
10
Fl. 225.
11
Fls. 228 a 237.
desplazaba a alta velocidad y en estado de alicoramiento, cuando invadió el carril
contrario lo hizo para esquivar el bache en la vía.
Finalmente, luego de disertar ampliamente sobre los inconvenientes del actual modelo de
proceso penal inquisitivo, el cual criticó ampliamente, indicó que en el proceso penal fue
muy deficiente en la recolección de pruebas y por ello no puede concluirse con certeza
absoluta que la causa eficiente del accidente fue solo el comportamiento del conductor, y
que en la imputación del daño debe tenerse en cuenta la presencia de irregularidades en
la vía que no fueron debidamente señalizadas.
El recurso de apelación fue admitido por esta corporación con auto del 16 de diciembre de
200912.
Mediante auto del 11 de febrero de 2010 se concedió término para alegar de conclusión,
el cual transcurrió sin manifestación de las partes13.
III. CONSIDERACIONES
14
La mayor pretensión es de 1000 salarios mínimos que equivalían a $358.000.000, por lo tanto es
de doble instancia, teniendo en cuenta que para la época de presentación de la demanda mayor
Se pretende la reparación del daño causado por la muerte del señor Rafael Enrique
Gualteros Sánchez, en ejercicio de la acción de reparación directa prevista en el artículo
86 del C.C.A, según el cual, “La persona interesada podrá demandar directamente la
reparación del daño cuando la causa sea un hecho, una omisión, una operación
administrativa o la ocupación temporal o permanente de inmueble por causa de trabajos
públicos o por cualquiera otra causa.
Por otra parte, se allegó registro civil de nacimiento de Juan Camilo Gualteros
Vidal, que lo acredita como hijo de Rafael Gualteros y María Cristina Vidal 17.
Comoquiera que según lo dispuesto en el Decreto 1260 de 1970, el registro civil
es la prueba idónea para acreditar el parentesco18, la sala lo encuentra legitimado
en la causa por activa.
El Departamento del Huila está legitimado en la causa por pasiva, toda vez que la parte
actora le endilga como causa del accidente en que perdió la vida el señor Gualteros
Sánchez, el incumplimiento del deber de señalización y de mantenimiento de las vías a
su cargo.
17
Fl. 11 a 13.
18
Consejo de Estado, sentencia de 7 de abril de 2011, Exp. 20.750
dos grandes apartes, a saber: hechos relativos al daño, y hechos relativos a la
imputación.
El daño, lo hace consistir la parte demandante en la muerte del señor Rafael Enrique
Gualteros Sánchez, lo cual se probó con el registro civil de defunción19.
Los hechos en los que concretó la parte actora este daño, pretende acreditarlos de la
siguiente manera:
Informe del accidente No. 96 007912 donde consta que sólo una de las
partes dio su versión sobre lo ocurrido porque los otros quedaron heridos y
fueron trasladados a la clínica para ser atendidos, se señaló que la vía era
recta, estaba seca, no había problemas de visibilidad ni obstáculos en la
vía, la causa del accidente según el agente fue el estado de alicoramiento
del conductor del automóvil y que éste invadió el carril contrario, además
de transitar con exceso de velocidad21.
Como hechos que permitirán el juicio de imputación del daño, obran las siguientes
pruebas:
19
Fl 12.
20
Fls. 124 a 139
21
Fl. 14.
22
Fls 23 a 26.
Oficio 0538 del 8 de junio de 2006, suscrito por el Director Territorial del
Invías Huila, donde informa que el mantenimiento y conservación de la
carretera Neiva Tello, a partir del 21 de julio de 1995 hasta la fecha se
encuentra bajo la responsabilidad del Departamento del Huila y copia
autenticada del convenio interadministrativo No. 244 de 2005, para la
transferencia al Departamento del Huila de carreteras que se encontraban
a cargo del Invías23.
(…)
Declaración del señor José Milton Gutiérrez Narváez, párroco del municipio
de Baraya quien manifestó: 25.
“...Una media hora mas tarde de haberlos visto en ese lugar, supe que se
habían accidentado unos metros abajo del municipio de Tello (H), en un
lugar que para todos los conductores era de difícil maniobra. En ese lugar
en el que sucedieron los hechos, se había construido una alcantarilla y, el
pavimento o la capa asfáltica se hundió, quedando un resalto de unos 10 o
15 centímetros de altura, para ese tiempo se venía adelantando una
campaña de reparcheo que comenzó en Fortalecillas, extrañamente
saltaron el lugar del accidente y siguieron haciendo el reparcheo en la vía
23
Fls. 139 a 164.
24
Fls. 166 a 168.
25
Fls. 175 a 175 vto.
Tello – Baraya. Al día siguiente del accidente, porque (sic) un nexo de
afinidad con la familia BERNATE PERDOMO, me fui a la clínica de
EMCOSALUD de Neiva, y mi sorpresa fue ver que entre las cinco de tarde
o más bien entre la hora del accidente a las once de la mañana del día
siguiente, se había hecho el arreglo del resalto en el cual se había
ocasionado el insuceso. A esto cabe anotar que la carretera en ese lugar
no presentaba ninguna señalización de peligro y además, que aún hoy
aunque se ha hecho una señalización sobre la capa asfáltica, es decir, la
línea, solo se ha puesto allí para dividir carriles, sin mostrar en ninguna
parte en qué sitio se puede o no se puede adelantar”.
“Lo que yo logré entender del accidente, es que en ese sitio se había
construido un pontón y en los dos extremos del pontón se había hundido la
banca, entonces lo que una piensa es que por la frenada para evitar ese
bache se pudo ocasionar el accidente pues el carro se volcó y lo curioso es
que después del accidente, ese bache fue rellenado, fue tapado a los días
siguientes, eso fue rápido, a ellos o sea RAFAEL el conductor y la mona de
Utrahuilca (sic), el vehículo era un Renault 9 y a ellos se los llevaron para
Neiva.
(…)
26
Fls. 176 a 176 vto.
27
C. Anexo.
“Todo indica que, como se dice en el informativo, en el punto de impacto
existía algún hundimiento del pavimento y para evitarlo el automóvil
invalidó (sic) el carril contrario, lo cual en manera alguna anula la violación
del deber objetivo de cuidado que le asistía como conductor, por cuanto no
solamente iba a gran velocidad, como está demostrado, sino que tal
circunstancia no le era desconocida, pues habitualmente hacía ese
recorrido en su condición de docente, ya que residía en esta ciudad, en lo
cual pudo incidir su estado de alicoramiento que constató el agente policial
que elaboró el croquis, al advertir que tenía aliento alcohólico.
(…)
“El automóvil venía Tello Neiva y se encontraba (sic) volcamiento total con
la trompa en dirección a Tello sobre la vía y el campero estaba fuera de la
vía al costado derecho en la acera en dirección Tello Neiva pero estaba de
punta hacia una arrocera estaba clavado ahí y no se volcó.
PREGUNTADO: Si el automóvil estaba mirando hacia Tello cómo logró
usted establecer que el automóvil iba en la ruta Tello Neiva. CONTESTÓ:
Por primero que todo porque al rato establecimos por boca de los mismos
compañeros profesores que ellos habían estado en compañía de los
comprometidos en el accidente de que ellos habían pasado primero y los
estaban esperando más adelante y al ver que no aparecían se devolvieron
hacia Tello y fue cuando se dieron cuenta de lo que les había ocurrido. (…)
PREGUNTADO: Por lo que usted allí visto (sic) cuál pudo haber sido la
causa del accidente. CONTESTÓ: En mi poca experiencia en levantar
croquis la causa del mismo fue exceso de velocidad del vehículo automóvil
y el aparente alicoramiento del conductor del vehículo, porque cuando los
estábamos levantando se les sentía el aliento a alcohol y también por los
mismos testimonios de los compañeros que dieron que todos habían
estado tomando en Baraya y en Tello. PREGUNTADO: Qué nos puede
usted decir sobre el estado de la vía en el sitio del accidente. CONTESTÓ:
Con respecto a la vía, la vía estaba normal, en buen estado, seca, en el
pedazo el sitio era una recta donde ocurrió el hecho, no influyó para nada
28
Fls. 8 a 12, C. Anexo.
29
Fl, 52, c. Anexo.
la vía en el accidente. (…) PREGUNTADO: En el croquis que usted rinde
codificó como causas probables del accidente los numerales 114, 127 y
116, qué quiere decir cada uno de estos y por qué razón los codificó.
CONTESTÓ: 114 es embriaguez aparente, ya lo expliqué por qué razón lo
codifiqué, el 127 transitar en contravía por lo establecido en el punto de
impacto y por la posición en que vino a quedar el vehículo porque vino a
ser un impacto seco, el 116 es exceso de velocidad, el exceso de
velocidad no hubo ninguna frenada del vehículo que venía con dirección
Tello Neiva y por la condición del vehículo como quedó”.
30
Fls. 61 a 61 Vto. C. Anexo.
31
Fls. 84 a 85 Vto. C. Anexo.
32
Fls. 97 a 110, C. Anexo.
conductor del otro vehículo. En las consideraciones de la providencia se
afirmó:
33
Fls. 105 a 107, c. Anexo.
“El llegó y primero pidieron gaseosa y el profesor que se mató que se
llamaba RAFAEL, los de la otra mesa les ofrecieron algo, entonces ellos le
pasaron una cervezas, pero no recuerdo si fueron 3 o 4 y RAFAEL dijo que
él no tomaba cerveza que él tomaba ron, entonces RAFAEL pidió media de
ron. RAFAEL pidió la media de ron y pues se tomaron esa, entonces luego
arrimaron varios entre esos el profesor SANTIAGO, pero él no demoró
nada, pero no supe que fue lo que él tomó y así se sentó también este
señor DARIO MOSQUERA, habían varios en la mesa como unos 6 o 7 y
entre todos se tomaron la de ron y luego dijeron que se venían, porque se
venían para Neiva. PREGUNTADO: Durante el tiempo que estuvo presente
el señor ENRIQUE OMAR GONZÁLEZ departiendo con sus
acompañantes, observó usted que él ingiriera licor y en qué cantidades?
CONTESTÓ: No, es que yo no puedo decir que sí. El estaba bueno yo no
lo ví embriagado… 34.”
“Sí ahi en el sitio habían dos baches grandes, o sea, atravesaba la vía
totalmente, lo que pasa es que ahí hicieron un pontón, entonces quedaron
dos baches que atravesaban la vía totalmente, entonces cuando los vía
uno era ya encima porque uno ahí va descendiendo, sale de una curva y
va descendiendo, entonces cuando llega uno ya los baches los ve uno
encima, coincidencialmente a los poquitos días los arreglaron” 35.
34
Fls. 148 y 148 Vto. C. Anexo.
35
Fls. 126 y 126Vto. C. Anexo.
36
Fls. 129 a 137, C. Anexo.
(…).
(...).
Por tanto, satisfechos así los presupuestos sustanciales que imponen una
determinación de carácter condenatorio, al Despacho no le queda
alternativa diferente a la de proceder en armonía con lo deprecado por la
Fiscalía, pues ciertamente los argumentos de la representante de la
defensa, no logran sentar posición diferente, como quiera que si en
realidad existían huecos o fenómenos físicos que alteraran el manto vial, le
correspondía al procesado, no inexperto en la conducción de esta clase de
automotores ni ajeno o extraño a las condiciones de la carretera atendida
su constante circulación por el sector, adoptar los mecanismos necesarios
para solucionarlos y no lanzarse a superarlos de manera irresponsable. Y
esto, si es que se acepta, que fue la existencia del bache la que lo
descontroló”37.
Copia del acta de posesión del señor Rafael Enrique Gualteros Sánchez
como profesor de matemáticas y física en el Núcleo Escolar Joaquín
García Borrero; copia del Decreto 0507 del 26 de abril de 2002, mediante
el cual se declaró vacante el cargo de docente por el fallecimiento del
señor Gualteros.
37
Fls. 134 y 134 Vto. C. Anexo.
38
Fls. 28 a 34.
Certificación expedida por la Secretaría de Educación Departamental del
Huila en la que consta que el señor Gualteros Sánchez trabajó desde
enero hasta el 5 de abril de 2002, como docente en el Núcleo Escolar
Joaquín García Borrero de El Patía Baraya, devengando asignación
mensual de $915.92039.
“El era muy cariño (sic) con el niño muy cariño (sic), pero con la señora era
más apartado, ella lo quería mucho, yo hasta un día le dije que fuera mas
detallista con ella, le dije que le regalara una flores y hasta se las dío, ella
era muy pendiente de la ropa, de todo”.
Respecto del acervo probatorio integrado por las pruebas aportadas directamente
por las partes y por las ordenadas por el A quo, y concretamente sobre las copias
simples esta Subsección en reciente sentencia 40 dijo:
“En lo que se refiere a las copias simples anexadas tanto con la demanda como
con la contestación, las mismas serán valoradas teniendo en cuenta que
reposaron en el plenario desde el inicio del proceso sin que fueran tachadas de
falsas en las etapas procesales pertinentes. Así pues, dado que han obrado a lo
largo del plenario y han sido sometidas a los principios de contradicción y de
defensa de las partes conforme a los principios de buena fe y lealtad procesal que
rigen toda actuación judicial, se les dará valor probatorio 41.
En el presente asunto, observa la Sala que las copias del proceso penal fueron solicitadas
desde la demanda, decretados en el auto de pruebas de primera instancia y allegadas al
proceso directamente por las autoridades requeridas, dentro de periodo probatorio, es
decir, de manera oportuna y regular, por esta razón, en aplicación del principio de lealtad
procesal y conforme al precedente de esta Subsección, las pruebas serán valoradas
teniendo en cuenta los principios que informan la sana crítica.
39
Fls. 125 y 126.
40
Sentencia de enero 30 de 2013, Radicación 26604, Actor Ana Dioneira Bustos Caballero y otros,
Demandados Nación-Ministerio de Defensa-Ejército Nacional, M.P Olga Mélida Valle de De La
Hoz.
41
Reposan en folios: 8, 12, 13, 14, 16 a 30, 39 a 126, 128, 129, 131 a 144 del cuaderno de
pruebas.
3.2.2. Sobre la imputación
En el sub lite se acreditó que la vía Neiva - Tello, desde el 21 de julio de 1995 fue
entregada por el Invías al Departamento del Huila y al estar a su cargo, le correspondía su
mantenimiento y señalización.
Es esta la razón por la cual, la parte actora depreca del ente departamental la reparación
del daño causado, ya que en su criterio, el incumplimiento de sus deberes dio lugar a que
la vía presentara huecos y no tuviera la señalización adecuada sobre ellos, circunstancia
que contribuyó eficientemente a la ocurrencia del accidente.
La existencia del daño antijurídico es el primer elemento que debe acreditarse para que
pueda predicarse la responsabilidad.
Al tenor de lo dispuesto en el artículo 90 Superior al que antes se hizo referencia, el
Estado debe responder por todo daño antijurídico que le sea imputable, causado por la
acción u omisión de las autoridades públicas, de manera que lo exigido en la norma no es
solo la existencia de un daño, entendido éste como un menoscabo, afectación o lesión de
un bien, sino que además se requiere que éste sea antijurídico, es decir, aquel que no se
tiene la obligación de padecer y que es contrario a derecho, que vulnera el ordenamiento
jurídico y con ello lesiona los bienes e intereses jurídicamente protegidos.
Como antes se anotó, el daño antijurídico en el sub judice, consiste en las lesiones y
posterior muerte accidental del señor Gualteros Sánchez. La sala encuentra debidamente
probado el daño con el registro civil de defunción, la copia autenticada de la historia
clínica 105683 del Hospital Hernando Moncaleano Perdomo, el informe del accidente No.
96 007912, y el protocolo de Necropsia No. A-132-02.
42
Gil Botero, Enrique. Responsabilidad Extracontractual del Estado, cuarta edición, Bogotá: Grupo
Editorial Ibáñez, 2010, p. 377.
43
Sentencia del 22 de septiembre de 1996.
44
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de abril 14 de 2005, rad 15630; C.P. Ramiro
Saavedra Becerra.
En lo relacionado con la señalización de las vías, de acuerdo con el Manual sobre
Dispositivos para el Control del Tránsito en Calles y Carreteras adoptado por el Ministerio
de Obras Públicas y Transporte en las Resoluciones No. 8408 de 2 de octubre de 1985 y
5246, del 2 de julio de 198545, las señales preventivas se definen como aquellas
orientadas a advertir al usuario la existencia de una situación peligrosa y su naturaleza. A
voces del mismo manual, cuando el peligro es temporal, la señal debe ser retirada de la
vía una vez cesen las condiciones que dieron lugar a su instalación.
Pues bien, en el proceso que nos atañe se probó que el mantenimiento de esta vía
estaba a cargo del Departamento, según lo corrobora la certificación expedida en tal
sentido y el acta de entrega definitiva al ente departamental de la administración de
la vía por parte del Invías.
Por tanto, para indagar sobre la imputabilidad del daño a la demandada, la Sala
debe preguntarse, a la luz del material probatorio recaudado: ¿Cuál era el estado de
la vía en el sitio en que se produjo el accidente que ocasionó la muerte a Rafael
Enrique Gualteros Sánchez? Y una lectura detenida de la prueba, integralmente
considerada, permite las siguientes inferencias:
La prueba documental sobre este tópico de los hechos se reduce al Informe del
accidente No. 96 007912, informe que recogió la percepción directa que tuvo la
autoridad de tránsito que levantó el croquis, acerca de las condiciones que
presentaba la vía en el sitio en que ocurrió el accidente. Sobre el particular dice el
acta de informe que las condiciones geométricas de la vía era recta, plano”, que
estaba cubierta con material de asfalto, su estado era bueno, vale decir, que no
presentaba huecos, y respecto de sus condiciones de transitabilidad de la vía, que
estaba seca.
Hay un bloque de testigos indirectos de los hechos, que dan fe de haber oído
versiones de terceras personas sobre el accidente, sin que den cuenta de la fuente
de su conocimiento (caso del presbítero José Milton Gutiérrez Narváez), aludiendo
expresamente a rumores (caso Santiago Nieto Perez), o simplemente realizando
conjeturas (caso Darío Mosquera Mosquera). Empero, estos tres testigos refieren
45
Modificada por las resoluciones No. 1212 del 29 de febrero de 1988, 11886 del 10 de octubre de
1989, 8171 del 9 de septiembre de 1987 y resolución 3968 del 30 de septiembre de 1992 del
Ministerio de Transporte.
tener conocimiento del sitio donde se produjo la colisión vehicular, y dan fe, con base
en ese conocimiento, de la existencia de una condición irregular en la vía, sin que
coincidan en la descripción que hacen de la irregularidad. Para José Milton Gutierrez
Narváez, allí “se había construido una alcantarilla y, el pavimento o la capa asfáltica
se hundió, quedando un resalto de unos 10 o 15 centímetros de altura….”. Para
Santiago Nieto Pérez, “ (…) la carretera tenía un altibajo ahí en el sitio del accidente
o un bache y ocurrió el accidente (…)” y “ (… ) “era un hundimiento del pavimento,
eran dos hundimientos pegaditos (…)”; y para Darío Mosquera Mosquera, “ (…) en
ese sitio se había construido un pontón 46 y en los dos extremos del pontón se había
hundido la banca…” En síntesis, sin que se les pueda señalar de faltar a la verdad,
resulta claro que, por lo menos, tienen una idea diferente acerca del lugar en el que
se produjo la colisión vehicular. Estos testimonios no ameritan credibilidad, ni por la
forma como refieren el conocimiento del hecho y del sitio de su acaecimiento; ni por
su falta de coherencia externa, de forma tal que resultan inidóneos para controvertir
el informe de accidente. Tampoco pasa por alto la Sala, que estos testimonios
provienen de compañeros de trabajo del occiso, y de una persona que tiene algún
grado de parentesco por afinidad con otra persona fallecida en el mismo accidente,
esto es, de Gloria Cecilia Bernate Perdomo.
46
RAE, PONTÓN: 1. M. barco chato…; 2. Buque viejo…; 3. Puente formado de maderos o de una
sola tabla.., consultado en del. Rae. Es, el 5 de marzo de 2017.
Entonces, debe preguntarse la sala, ¿cuál fue la causa de la muerte del señor
Gualteros? Y la respuesta ha de buscarse en una confluencia de factores no
imputables a la demandada, entre los que se destacan la condición de riesgo que
entraña la conducción de vehículos automotores, y el obrar imprudente de Enrique
Omar González Ramírez consistente en la invasión abrupta del carril contrario en la
vía por la que se movilizaba, conducta precipitada que admite explicación indiciaria
por la alteración de su capacidad para conducir y reaccionar al tráfico y pequeños
deterioros de una vía, por causa de la ingesta de alcohol minutos antes del hecho
luctuoso, tal y como concluyó el Juez penal que le condenó como autor penalmente
responsable del punible de homicidio culposo por causa de los mismos hechos que
motivaron el ejercicio de la acción de reparación directa que dio origen a este
proceso. Como lo manifestó acertadamente el juez penal, no de otra manera se
explica que quien conocía el estado y la existencia de irregularidades de la vía por
ser su usuario frecuente, ese día hubiera reaccionado invadiendo el carril contrario,
pese a observar que por allí transitaba otro vehículo, con lo cual además incumplió el
deber normativo de respetar el carril por el que debía desplazarse.
5. Condena en costas
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 55 de la Ley 446 de 1998, sólo hay lugar a la
imposición de costas cuando alguna de las partes hubiere actuado temerariamente y
como en este caso ninguna de aquellas actuó de esa forma no se efectuará condena en
costas alguna.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, Sub-Sección C, administrando justicia en nombre de la
República de Colombia y por autoridad de la ley,
FALLA