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Chile presenta un alza constante de su Índice de Desarrollo Humano.

La

esperanza de vida creció en aproximadamente 10 años; aumentó en más de 3

años la media de escolaridad de adultos, lo mismo que los años esperados de

escolaridad, que aumentaron 3,3 años. Del mismo modo, el Ingreso nacional bruto

per cápita creció un 175%.

Con un valor IDH de 0,819 (en una escala de cero a uno) Chile se ubica en

el puesto número 40 de la clasificación mundial y en primer lugar en América

Latina, seguido por Argentina (45 en el ranking con valor de IDH de 0,811) y

Uruguay (51 en el ranking con valor IDH de 0,792).

Chile en esta trayectoria de largo plazo muestra que el país ha tenido la

capacidad de avanzar sostenidamente en su desarrollo humano sobre la base de

una combinación equilibrada de crecimiento económico y políticas públicas. A

partir del reconocimiento de esta trayectoria de largo plazo el Informe mundial

2020 destaca el caso chileno como uno de los países emergentes que más ha

incrementado su desarrollo humano en las últimas décadas.

Entre 1990 y 2019, el IDH de Colombia aumentó de 0.603 a 0.767, un

incremento del 27.2%. En la tabla A se expone el progreso de Colombia en cada

uno de los indicadores del IDH. Entre 1990 y 2019, la esperanza de vida al nacer

en Colombia aumentó en 7.5 años, los años promedio de escolaridad aumentaron

en 3.0 años y los años esperados de escolaridad aumentaron en 5.3 años. El INB

per cápita de Colombia creció en torno a un 77.9% entre 1990 y 2019.


El IDH de Colombia en 2019 es de 0.767. Sin embargo, una vez

descontada la desigualdad, el valor del índice cae a 0.595, lo que implica una

pérdida del 22.4% debido a la desigualdad en la distribución de los indicadores de

las diferentes dimensiones del IDH. Brasil y México registran pérdidas del 25.5% y

el 5 21.3% como consecuencia de la desigualdad, respectivamente. La pérdida

debida a la desigualdad en los países con IDH alto es del 17.9%, y en el caso de

Latinoamérica y el Caribe, del 22.2%. El coeficiente de desigualdad humana de

Colombia es de un 21.6%.

En 2021 el índice de desarrollo humano (IDH) en Haiti fue 0,535 puntos, lo

que supone que ha empeorado respecto a 2020, en el que se situó en 0,54.

El IDH es un importante indicador del desarrollo humano que elabora cada

año Naciones Unidas. Se trata de un indicador que, a diferencia de los que se

utilizaban anteriormente que medían el desarrollo económico de un país, analiza la

salud, la educación y los ingresos.

Si ordenamos los países en función de su Índice de desarrollo humano,

Haiti se encuentra en el puesto 163, por lo que sus habitantes están entre los que

ocupan peor lugar del ranking de desarrollo humano(IDH).


Después de realizar los comparativos de los paises escogidos en la

actividad, pude concluir que Chile es el país en Latinoamérica que mejor posee el

índice de desarrollo humano, no solamente es el mejor posicionado, sino que

también, ha venido mejorando continuamente, con respecto a Colombia venia

mejorando su puntaje pero desde la pandemia que tuvo que enfrentar ha venido

disminuyendo levemente en su calificación, y los dos últimos paises mencionados

lastimosamente no han podido avanzar de lo contrario ha venido empeorando su

desempeño con respecto a los aspectos que permiten medir el índice de

desarrollo humano de cada nación.


Puedo concluir que el resultado que se ve reflejado en la actualidad de

cada país que he referenciado en esta actividad, es debido a su ineficiencia al

implementar políticas que busquen mejorar el nivel de vida de una sociedad pero

que al final no se obtiene el resultado esperado por la falta de vigilancia rigurosa

de dichas estrategias políticas y económicas. Es necesario que en la actualidad

los gobiernos trabajen de la mano con la sociedad más vulnerable, donde puedan

conocer de cerca los motivos por el cual viven en situaciones precarias; las

estrategias implementadas deben ir desde la formación, motivación y facilitación

de maquinaria, insumos y espacios que les permita vincularse no solo como

pequeños empresarios; de la misma manera, vincular personas que se encuentren

sin empleo, hasta llegar a preparar a otras personas que quieran surgir y

emprender en el mercado tan amplio que existe no solo en Colombia si no en el

mundo entero. Los gobiernos deben invertir en maquinarias tecnificadas,

capacitar, dar beneficios económicos no necesariamente representados en dinero,

preferiblemente sustituyendo impuestos por producción e implementación de

exportación.

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