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La atmósfera en un cuento se refiere al ambiente o escenario que rodea la trama y afecta la emoción del lector. Horacio Quiroga y Julio Cortázar sugirieron que la atmósfera se crea al enfocarse en el "pequeño ambiente" donde se mueven los personajes o al ver el cuento como una "esfera particular". La atmósfera depende del decorado y la escenografía, y cada elemento debe contribuir a la trama y generar un estado anímico en el lector. Aunque es difícil de defin
La atmósfera en un cuento se refiere al ambiente o escenario que rodea la trama y afecta la emoción del lector. Horacio Quiroga y Julio Cortázar sugirieron que la atmósfera se crea al enfocarse en el "pequeño ambiente" donde se mueven los personajes o al ver el cuento como una "esfera particular". La atmósfera depende del decorado y la escenografía, y cada elemento debe contribuir a la trama y generar un estado anímico en el lector. Aunque es difícil de defin
La atmósfera en un cuento se refiere al ambiente o escenario que rodea la trama y afecta la emoción del lector. Horacio Quiroga y Julio Cortázar sugirieron que la atmósfera se crea al enfocarse en el "pequeño ambiente" donde se mueven los personajes o al ver el cuento como una "esfera particular". La atmósfera depende del decorado y la escenografía, y cada elemento debe contribuir a la trama y generar un estado anímico en el lector. Aunque es difícil de defin
1) Aparte de la síntesis y la intensidad, se suele exigir al cuento que tenga
“atmósfera”, pero no es un concepto fácil de definir, y nadie hasta aquí –ningún cuentista egregio- lo ha hecho muy claramente. A pesar de ello, se da por sentado que un cuento sin atmósfera carece de algo esencial y no funciona del todo.
2) Horacio Quiroga hablaba del “pequeño ambiente” en que se mueven los
personajes, y proponía al cuentista principiante que contara como si ese pequeño ambiente fuera lo único relevante, pasando de algún modo a formar parte de él. Y Cortázar, siguiendo a Quiroga, planteó la noción alternativa de la “esfericidad”: un cuento es como una esfera particular –como una pompa de jabón, decía Cortázar- en la que ciertas cosas ocurren con independencia del autor, en forma autónoma. Las ideas de un “pequeño ambiente” o “una esfera” sirven para sugerir de entrada la idea global de atmósfera.
3) A mi entender, la atmósfera guarda relación con el decorado y la escenografía
que circunda a la anécdota, con la puesta en escena, con el escenario particular donde ocurren los hechos. Y la elección de ese lugar o ambiente debe contribuir obviamente a la trama, porque el efecto emocional en el lector es distinto según el escenario que se escoja. Es muy distinto narrar las peripecias de un sujeto el 11 de septiembre del 73 en pleno centro de Santiago que en el año 2000 y en un centro comercial de Osorno.
4) En términos generales, la idea es que cada elemento del decorado esté en
función de la trama. Si se quiere perfilar a un personaje con rasgos paranoicos, posiblemente sirva mejor un departamento pequeño y con filtraciones, un poco lúgubre, antes que una bella parcela en Olmué. Si hay una planta, la idea es –por vía de ejemplo- que sea un filodendro, cuyas ramas caigan como zarpas, y cada vez que el tipo ve el filodendro percibe un bicho extraño que puede saltarle a los ojos. En el fondo, la planta no es sólo un elemento del decorado: debe contribuir a generar un estado anímico determinado en el lector.
5) Así, nadie se ha ocupado de definir con precisión el concepto de atmósfera,
pero que ella existe, existe. Es, quizás, lo que sucede cuando alguien va a una fiesta y concluye que “no había mucha onda”. O que “las vibras” no eran buenas. Nadie sabe exactamente qué es esa onda, pero todos entienden y suponen que la cosa no estuvo de lo mejor. Es algo que tiene que ver con la luminosidad, la música, la gente, los factores circundantes (para el cuento, esos factores pueden ser incluso las referencias librescas o cultas que el autor hace, pero de eso hablaremos más adelante), todo lo cual precipita o gatilla un estado de ánimo particular en el lector.