Está en la página 1de 16

ANÁLISIS EXEGÉTICO DE FILIPENSES 4:13 

Introducción 
La presente investigación teológica tiene
como finalidad analizar uno de los textos
Paulinos del N. T. que ha sido ya estudiado
con esmero por muchos eruditos pero que
sigue siendo controversial en su significado. 
En este trabajo se emprenderá un
exhaustivo análisis exegético académico
del texto citado, con el fin de traer al lector
actual un acercamiento fidedigno tratando
de captar el mensaje real que expresó el
autor en esta sección del texto. Para ello
abarcaremos el estudio con el método
histórico -gramatical que nos permite
tomar en consideración todos los contextos
posibles del pasaje bíblico.
PASOS A SEGUIR PARA UNA EXÉGESIS RIGUROSA 

I. Análisis del contexto histórico del libro.  


1.1. Contexto político 
1.2. Contexto cultural 
1.3. Contexto geográfico 
1.4. Contexto filosófico 
1.5. Contexto religioso 

II. Análisis del contexto histórico literario del texto  


2.1. Autor  
2.2. Fecha y lugar de composición  
2.3. Propósitos 
2.4. Destinatarios  
2.5. Género literario 
2.6. Figuras literarias  

III. Análisis contextual del texto.  


3.1. Establecimiento del texto (opcional, es para los que
dominan el idioma original).
3.2. Estructura manifiesta (estructurar el texto) 
3.3. Delimitación del contexto (anterior y posterior) 
3.4. Comparar con otras versiones. 

IV. Análisis de texto mismo. 


4.1. Análisis semántico del texto 
4.2. Análisis gramatical sintáctico del texto 

V. Síntesis de la enseñanza 

VI. Análisis pragmático  

VII. Análisis canónico  

VIII. Análisis teológico 

I. ANÁLISIS DEL CONTEXTO HISTÓRICO DEL LIBRO. 


1.1. Contexto político.
La ciudad de Filipos a la que Pablo fue en el curso de su trabajo misionero
era un lugar significativo desde varios puntos de vista. No solo era una
ciudad importante en la provincia romana de Macedonia, sino que disponía
de la particular posición de ser una colonia romana (Hechos 16:12). Esto
significaba que era considerada como un pequeño trozo de la misma Roma
en el lugar. La lengua común era el latín; la ley romana controlaba la
administración local y el régimen de impuestos, y muchos aspectos de la
vida pública eran como en Roma misma, y muchos de los oficiales tenían
el mismo título
  Originalmente conocida como Krenides ("Las pequeñas fuentes") debido
a los numerosos manantiales que se encontraban en la cercanía, Filipos
("ciudad de Felipe") recibió su nombre de Felipe II de Macedonia (el padre
de Alejandro el Grande). Atraído por las minas de oro que estaban cerca,
Felipe conquistó la región en el siglo cuarto a.C. En el siglo segundo a.C.,
Filipos se volvió parte de la provincia romana de Macedonia. 
    La ciudad existió en oscuridad relativa durante los siguientes dos siglos
hasta que uno de los acontecimientos más famosos en la historia romana le
trajo reconocimiento y expansión. En el 42 a.C., las fuerzas de Antonio y
Octaviano derrotaron a las de Bruto y Casio en la Batalla de Filipos, y de
esta manera terminaron con la República Romana y dieron lugar al Imperio
Romano. Después de la batalla, Filipos se convirtió en una colonia Romana
(Hch 16:12), y muchos veteranos del ejército romano se establecieron ahí.
Como una colonia, Filipos tenía autonomía del gobierno provincial y los
mismos derechos otorgados a ciudades en Italia, incluso el uso de la ley
romana. Estaba exenta de algunos impuestos, y ciudadanía romana para sus
residentes (Hch 16:21). Siendo una colonia también era la fuente de gran
orgullo cívico para los filipenses, quienes usaban el latín como su idioma
oficial.

1.2. Contexto cultural 


Adoptaron costumbres romanas, y establecieron el gobierno de su ciudad
igual al de las ciudades italianas. Tanto Hechos como Filipenses reflejan el
estatus de Filipos como una colonia romana.
Costumbres: Las mujeres en la época del Nuevo Testamento a menudo
trenzaban su cabello y lo entretejían con lentejuelas e hilos de oro que
centelleaban y tintineaban con cada movimiento de la cabeza. Un antiguo
escritor, Jenofonte de Éfeso, describió a las mujeres con el cabello trenzado
de esa manera, en una procesión para la diosa Artemisa, como eróticamente
atractivas. Este no debía ser el estilo de las mujeres cristianas.
1.3. Contexto Geográfico.
El contexto filosófico de la carta a los Filipenses puede entenderse mejor si
se considera la situación histórica y cultural de la época en que fue escrita,
así como las creencias y prácticas filosóficas de los habitantes de Filipos.
Filipos era una ciudad importante en la región de Macedonia en la
antigüedad, y fue conquistada por los romanos en el año 168 a.C. En el
momento en que se escribió la carta a los Filipenses, alrededor del año 62
d.C., Filipos era una ciudad próspera y cosmopolita con una gran mezcla de
culturas y religiones. En cuanto a las creencias y prácticas filosóficas, en la
época en que fue escrita la carta, había una gran variedad de escuelas
filosóficas en Grecia y Roma, que incluían el estoicismo, el epicureísmo, el
platonismo y el estoicismo cínico. Estas escuelas tenían diferentes puntos
de vista sobre la naturaleza del mundo, la moralidad, la religión y la vida
después de la muerte. En su carta a los Filipenses, el apóstol Pablo no se
centra en discutir los aspectos filosóficos específicos de las diferentes
escuelas, sino que se enfoca en la importancia de la fe en Jesucristo y en la
vida en el Espíritu Santo. En la carta, Pablo anima a los filipenses a
mantenerse firmes en su fe, a pesar de las adversidades, y a imitar a Cristo
en su amor y humildad.
Pablo también hace referencia a algunos de los aspectos culturales de
Filipos, como la ciudadanía romana y la importancia del comercio. En la
carta, Pablo hace hincapié en que la verdadera ciudadanía se encuentra en
el cielo y que el comercio debe ser llevado a cabo de manera justa y
honesta. En resumen, el contexto filosófico de la carta a los Filipenses
incluye la diversidad de creencias y prácticas filosóficas en la época, así
como la situación histórica y cultural de la ciudad de Filipos. Sin embargo,
en la carta, Pablo se centra en la importancia de la fe en Jesucristo y en la
vida en el Espíritu Santo, y en cómo vivir una vida de amor y humildad en
medio de un mundo que valora la riqueza y el poder.

1.4. Contexto filosófico. 


Los filipenses eran un pueblo que vivía en la región de Filipos, en la parte
norte de la península de Macedonia, en la antigua Grecia. Filipos era una
ciudad importante en la época romana y se encontraba en una encrucijada
de rutas comerciales entre Asia y Europa.
La ciudad de Filipos estaba situada en la llanura de Tesalia, en el cruce de
dos importantes rutas comerciales: la Vía Egnatia, que conectaba Roma con
Constantinopla, y la Vía Ignacia, que conectaba Italia con el Egeo. Esto
hizo que la ciudad fuera un centro importante de comercio y cultura en la
antigüedad. La región de Filipos también estaba influenciada por la cultura
griega, ya que se encontraba en la región de Macedonia, que fue
conquistada por Alejandro Magno en el siglo IV a.C. y se convirtió en parte
del Imperio Helenístico. En resumen, los filipenses vivían en la ciudad de
Filipos, en la región norte de la península de Macedonia, en la antigua
Grecia, en una zona importante de comercio y cultura.

1.5. Contexto religioso.


El apóstol Pablo escribió la Epístola a los Filipenses desde la cárcel. El se
encontraba preso debido a su fe en Jesús. La realidad es que el tema de la
carta a los Filipenses es el gozo de Pablo porque estaba inmensamente
agradecido a Dios por el ejemplo que le dio Jesús, por su propia salvación y
la de sus hermanos en Filipos. Pablo estaba también agradecido por la
forma en la que los filipenses cuidaban de él y la carta expresa claramente
su gratitud a ellos.  ¡Todos esos motivos de agradecimiento llenaban su
corazón de gran gozo!
Pablo no usaba sus cartas para quejarse o para hacer sentir a los demás
culpables por no sufrir como él. Sus cartas servían para animar a los
hermanos en Cristo. Él siempre agradecía las bondades de Dios y de su
familia en el Señor. También aprovechaba para enseñar a los demás cómo
perseverar y permanecer firmes en la fe. Ese sentir de un corazón lleno de
gratitud y gozo queda claro en los versículos que acompañan a Filipenses
4:13 donde dice:
Me alegro muchísimo en el Señor de que al fin hayan vuelto a interesarse
en mí. Claro está que tenían interés, solo que no habían tenido la
oportunidad de demostrarlo. No digo esto porque esté necesitado, pues he
aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé
lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He
aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar
saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece.
(Filipenses 4:10-13) Pablo agradece a los filipenses por su generosidad al
enviarle una ofrenda. Él también intenta tranquilizarlos con respecto a su
situación personal hablándoles sobre el contentamiento. Desde su
conversión, Pablo pasó por muchísimas aflicciones por amor a Cristo (2
Corintios 11:16-33). Recibió azotes, naufragó, estuvo preso en varias
ocasiones, no tenía un sitio fijo como hogar, etc. Fueron muchas las
dificultades que él afrontó por amor al Señor. Pero tal como él mismo dice
en Filipenses 4:12, él aprendió a vivir en medio de todas esas
circunstancias. Pablo sabía que Dios tenía un propósito bueno para él en
medio de cualquier situación y eso fortalecía su corazón.

II. ANÁLISIS DEL CONTEXTO HISTÓRICO Y


LITERARIO DEL TEXTO 

2.1. Autor  
Originalmente conocida como Krenides (“Las pequeñas fuentes”) debido a
los numerosos manantiales que se encontraban en la cercanía, Filipos
(“ciudad de Felipe”) recibió su nombre de Felipe II de Macedonia (el padre
de Alejandro el Grande). Atraído por las minas de oro que estaban cerca,
Felipe conquistó la región en el siglo cuarto a.C. En el siglo segundo a.C.,
Filipos se volvió parte de la provincia romana de Macedonia.
La ciudad existió en oscuridad relativa durante los siguientes dos siglos
hasta que uno de los acontecimientos más famosos en la historia romana le
trajo reconocimiento y expansión. En el 42 a.C., las fuerzas de Antonio y
Octaviano derrotaron a las de Bruto y Casio en la Batalla de Filipos, y de
esta manera terminaron con la República Romana y dieron lugar al Imperio
Romano. Después de la batalla, Filipos se convirtió en una colonia Romana
(cp. Hch. 16:12), y muchos veteranos del ejército romano se establecieron
ahí. Como una colonia, Filipos tenía autonomía del gobierno provincial y
los mismos derechos otorgados a ciudades en Italia, incluso el uso de la ley
romana. Estaba exenta de algunos impuestos, y ciudadanía romana para sus
residentes (Hch. 16:21). Siendo una colonia también era la fuente de gran
orgullo cívico para los filipenses, quienes usaban el latín como su idioma
oficial, adoptaron costumbres romanas, y establecieron el gobierno de su
ciudad igual al de las ciudades italianas. Tanto Hechos como Filipenses
reflejan el estatus de Filipos como una colonia romana.
La iglesia en Filipos, la primera fundada por Pablo en Europa, se remonta
al segundo viaje misionero del apóstol (Hch. 16:12–40). Evidentemente
Filipos tenía una población judía muy pequeña. Debido a que no había
suficientes hombres para formar una sinagoga (el requisito eran diez
hombres judíos que fueran cabezas de una casa), algunas mujeres devotas
se reunían afuera de la ciudad en un lugar de oración (Hch. 16:13) junto al
río Gangites. Pablo les predicó el evangelio y Lidia, una mercader rica que
trabajaba con bienes caros teñidos de púrpura (Hch. 16:14), se convirtió en
creyente (16:14, 15). Es probable que la iglesia filipense inicialmente se
reunía en su hogar espacioso.

2.2 Fecha y Lugar de Composición.


Fue escrita durante el primer encarcelamiento de Pablo en Roma en el año
(60–62 d.C.). Pablo escribió desde Roma, en donde el emperador vivía. Las
semejanzas entre los detalles del encarcelamiento de Pablo dados en
Hechos y en las epístolas de la prisión también argumentan que esas
epístolas fueron escritas desde Roma (p. ej. Pablo estaba cuidado por
soldados, Hch. 28:16; cp. 1:13, 14; se le permitió recibir visitantes, Hch.
28:30; cp. 4:18; y tuvo la oportunidad de predicar el evangelio, Hch. 28:31;
cp. 1:12–14; Ef. 6:18–20; Col. 4:2–4). Pero las oportunidades de Pablo de
recibir visitantes y proclamar el evangelio fueron severamente limitadas
durante ese encarcelamiento (cp. Hch. 23:35). Las epístolas de la prisión
expresan la esperanza de Pablo de un veredicto favorable (1:25; 2:24;
cp. Flm. 22). No obstante, en Cesarea, la única esperanza de Pablo de ser
soltado era de sobornar a Félix (Hch. 24:26), o estar de acuerdo en estar en
juicio en Jerusalén ante Festo (Hch. 25:9). En las epístolas de la prisión,
Pablo esperaba que la decisión en su caso fuera final (1:20–23; 2:17, 23).
Eso no pudo ser verdad en Cesarea, debido a que Pablo pudo y apeló su
caso al emperador. A la luz de las serias dificultades que enfrentan tanto la
posición de Cesarea como la de Éfeso, no hay razón por la cual se rechace
la posición tradicional de que Pablo escribió las epístolas de la prisión,
incluyendo Filipenses, desde Roma. La creencia de Pablo de que su caso
sería pronto decidido (2:23, 24) apunta a que Filipenses haya sido escrito
hacia el cierre del encarcelamiento de dos años en Roma del apóstol (ca. 61
d.C.).

2.3 Propósito.
Desde la lejana tierra de Filipos llego Epafrodito con una ofrenda de
dinero, lo cual conmovió profundamente al apóstol. Epafrodito casi había
perdido la vida en aquel viaje y cuando se recuperó Pablo le envío a Filipo
con el único propósito de leer sus cartas.
Cuando leemos la carta a los Filipenses, podemos señalar que hubo un
número de razones que motivaron el escrito paulino:
1. Pablo quería agradecer la ofrenda que sus amigos de Filipos que le
habían enviado (Filipenses 4:10, 14-18).
2. Quería hacerles conocer de su propia situación, y especialmente darles la
seguridad de que su encarcelamiento no implicaba un retroceso del
evangelio (Filipenses 1:12-26). Además, quería decirles de su plan de
enviarles a Timoteo con otras noticias (Filipenses 2:19-24), aunque tenía la
esperanza de que sería liberado e ir él mismo.
3. Pablo necesitaba explicar por qué enviaba de regreso a Epafrodito,
cuando los filipenses habían tenido la intención de que permaneciera junto
a Pablo ayudándolo de cualquier manera que necesitase (Filipenses 2:25-
30).
4. Había llegado a conocimiento del Apóstol el partidismo y potencial
desunión de la iglesia de Filipos, y quería instarlos a vivir, actuar y
testimoniar en la unidad del Espíritu (Filipenses 1:27; 2:1-11; 4:2, 3).
5. Pablo se había dado cuenta del peligro que corrían los filipenses de ser
influenciados en dirección al legalismo judaico, por lo que quiso dejar
completamente claro que ello sería una contradicción básica con el
evangelio (Filipenses 3:1-11).
6. A la vez, estaba consciente del peligro de una idea errónea acerca de
alcanzar la perfección (Filipenses 3:12-16), y de las presiones del
materialismo sobre los cristianos en Filipos (Filipenses 3:18-21).

2.4 Destinatario.
Esta carta fue dirigida a la Iglesia de Dios que estaba en Filipos. Pablo supo
del interés de los filipenses por él, y por ello les envió noticias suyas. Pudo
contarles cómo sus prisiones habían redundado en un avance del evangelio,
cómo en ese lugar de prisión Cristo estaba siendo proclamado (si bien con
una variedad de motivos), y cómo consideraba las posibles alternativas su
confinamiento, liberación y posterior servicio o muerte. Con referencia al
pasado, al presente y a las posibilidades del futuro, Pablo pudo decir me
alegro.

2.5 Género Literario.


Para una lectura adecuada de las cartas con esta u otra finalidad,
es conveniente tener en cuenta su pertenencia a un género literario muy
concreto, el epistolar. Dicho de otro modo, conocer la estructura de
las cartas en el mundo antiguo y determinar en qué medida y por qué
razones sigue o no sigue Pablo dicha estructura en sus distintos
escritos puede ayudar a comprender mejor algunas de sus afirmaciones.
Como la mayoría de las cartas de la época, las del Apóstol constan de los
siguientes elementos, todos los cuales llevan, como es lógico, el sello de la
condición cristiana de quien las escribe y de sus interlocutores
epistolares: en primer lugar, una introducción epistolar con presentación del
remitente, referencia a los destinatarios, deseos de bienestar del primero a
los segundos y acción de gracias o bendición; sigue en cuerpo del escrito,
en el que se consideran las situaciones, temas o problemas que han
motivado su composición; el conjunto se cierra con la conclusión epistolar,
de la que forman parte intercambios de saludos y nueva expresión de
buenos deseos para los destinatarios. Puesto que la copia material del
escrito la realizaba un secretario o escribano (Rom 16:22) en esta
parte conclusiva, el Apóstol añade en ocasiones una especie de indicación o
rúbrica de carácter personal, ordenada a dar autenticidad al escrito
(véase 1Cor 16, 21; Gál 6, 11; 2 Tes 3, 17).
Precisamente porque son verdaderas cartas, las atribuidas a Pablo llevan el
sello de las circunstancias, tanto de su autor como de sus destinatarios. Por
otra parte, para lograr el objetivo que determinó su composición, el Apóstol
recurre, a veces de manera muy notable (Gálatas, Romanos, 1 y 2
Corintios…), a medios y a modos corrientes en la retórica de la época. Ello
explica las diferencias entre unas cartas y otras, no sólo por su temática y
ordenación del conjunto, sino también por la imagen que nos ofrecen de su
autor como persona e incluso como escritor: cercano, cariñoso, delicado e
incluso tierno, unas veces; desaliñado, tajante, conciso, irónico, duro, otras.
Por otra parte, el susodicho carácter circunstancial de las cartas explica que
el contenido de cada una de ellas sea más bien limitado, no cubriendo ni
todos los capítulos de la biografía de Pablo ni todos los apartados de la
teología cristiana. También, porque en ellas se deja sentir fuertemente la
vida de las comunidades, además de referirse a los muchos problemas y
dificultades de estas últimas, las cartas nos ofrecen testimonios preciosos
de la predicación, de la fe y de las celebraciones en las primeras décadas
del cristianismo. Es común la opinión de que algunos pasajes de las
cartas –las de Pablo, pero también de las otras epístolas del Nuevo
Testamento– recogen resúmenes de esa predicación (1 Cor 15, 3ss),
confesiones de fe (Rom 1, 3ss; 4, 15; 9, 9…), himnos (Flp 2, 6-11). Más
todavía, el texto de 1 Cor 11, 23-26 transmite una tradición que concuerda
casi a la letra con los textos evangélicos sobre la institución de la Eucaristía
(véase especialmente Lc 22, 19s), certifica el hecho de su celebración
habitual desde los comienzos y testimonia la consideración de la misma
como memorial del sacrificio de Cristo en la cruz por la salvación del
mundo, es decir, como presencia permanente de la eficacia salvadora de
dicho sacrificio en el cuerpo entregado y la sangre derramada (véase
además 1 Cor 10, 16).

2.6 Figuras Literarias.


No se encontró figuras Literarias en el texto.

III. ANALISIS CONTEXTUAL DEL TEXTO.

3.1 Establecimiento del texto (opcional, es para los que dominan el


idioma original).
Se obio.
3.2. Estructura manifiesta (estructurar el texto).

La epístola no tiene una clara estructura doctrinal. Más parece responder a


vivos sentimientos personales que al propósito de ofrecer un texto bien
planificado y teológicamente articulado. No obstante, hay en ella profundos
pensamientos junto a consejos y enseñanzas prácticas para la vida de los
cristianos y para la marcha de la iglesia en conjunto.

Desde la acción de gracias inicial (1.3–11), dos notas predominan en la


epístola: el gozo que caracteriza a una fe madura, y el amor de Pablo a la
iglesia de Filipos. Esas notas son, sin duda, una hermosa lección de
esperanza, impartida por el autor en medio de las penalidades físicas y
morales de su cautiverio.

El cuerpo principal de la carta (1.12–4.20) transcurre entre un prólogo lleno


de expresiones entrañables (1.1–11) y un epílogo revelador de la
generosidad de los filipenses (4.21–23). El texto se desarrolla en una
variada sucesión de temas y motivos de reflexión.
ESTRUCTURAR EL TEXTO.

FILIPENSES 4:13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

3.3 Delimitación del Contexto.

HISTORICO: Sucesos, espacio y


tiempo.

TEOLOGICO: Una Enseñanza.


La suficiencia de
LOGICO: Puede estar conectada en
Cristo
toda la sección.

PSICOLOGICO: Gozo, confianza,


contentamiento.

FILIPENCES 4:13
4:11-12 4:18-19

La victoria sobre las


La generosidad de los Filipenses
preocupaciones

PRESO EN ROMA
3.4 Comparar con otras versiones.

Texto: Filipenses 4:13


 La Biblia Reyna Valera 1960: Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.
 La Biblia Peshita: Porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
 La Biblia Nácar Colunga: Todo lo puedo en aquel que me conforta.

IV. ANALISIS DEL TEXTO MISMO.

4.1 Análisis semántico del texto.


Filipenses 4:13 es un verso en la Biblia cristiana que dice: "Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece". Este verso es parte de una carta escrita por el
apóstol Pablo a la iglesia en Filipos. El contexto inmediato de este verso es
una reflexión de Pablo sobre su propia situación personal, en la que
describe cómo ha aprendido a estar contento en cualquier circunstancia en
la que se encuentra. En este contexto, el verso es una afirmación de la
capacidad de Pablo para perseverar en cualquier situación, gracias al poder
de Cristo.
Desde el punto de vista semántico, el verso se puede dividir en tres partes:
"Todo lo puedo", "en Cristo" y "que me fortalece". La primera parte, "Todo
lo puedo", es una afirmación de la capacidad de Pablo para enfrentar
cualquier situación. La segunda parte, "en Cristo", indica que esta
capacidad proviene del poder de Cristo, en lugar de ser una habilidad
natural de Pablo. La tercera parte, "que me fortalece", es una afirmación
adicional de que la fuerza para enfrentar cualquier situación proviene de
Cristo.
En conjunto, el verso transmite la idea de que los creyentes en Cristo tienen
la capacidad de perseverar y enfrentar cualquier desafío gracias al poder y
la fortaleza que reciben de su relación con Él. Esta idea se ha convertido en
un versículo muy popular entre los cristianos, y se utiliza a menudo como
una fuente de inspiración y motivación en momentos de dificultad.

4.2. Análisis gramatical sintáctico del texto.

Filipenses 4:13 es un versículo bíblico que se encuentra en el Nuevo


Testamento y está escrito en griego. En español, se traduce comúnmente
como: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece."

Analicemos la estructura sintáctica de esta oración:

"Todo lo puedo": Esta es la cláusula principal de la oración y su sujeto es


"yo", implícito pero entendido.

"Puedo" es el verbo conjugado en primera persona del presente indicativo y


"todo" es el objeto directo.

"en Cristo": Esta es una preposición que indica la fuente de la fortaleza del
sujeto.

"que me fortalece": Esta es una cláusula subordinada adjetiva que funciona


como complemento circunstancial de medio.

"Que" es una conjunción relativa que une la cláusula subordinada con la


principal.

"me fortalece" es el verbo conjugado en tercera persona del presente


indicativo.

sujeto es "Cristo".

En resumen, la oración se compone de una cláusula principal y una


cláusula subordinada adjetiva, y su estructura sintáctica es:

[Yo] [puedo] [todo] [en Cristo] [que me fortalece]

1.1 Pablo y Timoteo


1.3 Oraciones por vosotros
1.12 Prisiones para bien
1.15 Cristo es anunciado EL VIVIR ES
1.19 El vivir es Cristo CRISTO UNIDOS
1.27 Comportéis como es EN
digno
2.1 Haya pues ese sentir CRISTO JESÚS CRISTO
2.12 Ocupaos en vuestra SE HUMILLO
salvación
2.19 Enviaros a Timoteo TIMOTEO
2.25 Enviaros a Epafrodito EPAFRODITO

3.1 Gozaos en el Señor PABLO


3.2 No confíes en la carne EJEMPLO PARA GOZAOS
3.12 Prosigo a la meta SEGUIR
3.17 Sed imitadores de mí Y
4.1 Regocijaos
4.8 En esto pensad ESTAD
4.10 Cristo me fortalece ENVIASTE
4.14 Enviaste para mis PARA MIS FIRMES
necesidades NECESIDADES
4.21 Saludos

V. SÍNTESIS DE LA ENSEÑANZA.
Filipenses 4:13 es un versículo de la Biblia que dice: "Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece". Esta frase es una declaración de confianza en que,
con la ayuda de Dios, uno puede hacer cualquier cosa que se proponga.
En el contexto del capítulo 4 de Filipenses, el apóstol Pablo está agradecido
por el apoyo financiero que ha recibido de los filipenses y les agradece su
generosidad. Él les recuerda que ha aprendido a estar contento en cualquier
situación, tanto en la abundancia como en la escasez, gracias a la fortaleza
que Cristo le da. Por lo tanto, este versículo también nos anima a confiar en
la fuerza de Dios y a buscar su ayuda en todo lo que hacemos.
En resumen, Filipenses 4:13 nos enseña que podemos enfrentar cualquier
desafío y superar cualquier obstáculo con la ayuda de Cristo, quien nos da
la fortaleza y el poder para hacer todas las cosas que Él nos llama a hacer.
 

VI. ANALISIS PRAGMATICO


El texto permite ver el énfasis en el servicio específicamente en el
ministerio encomendado. El poder de Pablo para vivir y ministrar provenía
de su continua comunión con Cristo. Clave de su contentamiento en toda
circunstancia como obrero del Señor.

VII. ANÁLISIS CANÓNICO


 El texto estudiado encaja bien en el contexto de toda la biblia
primeramente porque Dios desde el principio o inicio se ha dado a conocer
a cada uno de sus servidores, como el Dios poderoso capaz de suplir todas
nuestras necesidades y más aún es el Dios que nos da la fuerza para poder
enfrentar y sobrellevar las adversidades según sus propósitos en nuestras
vidas, Él nos da la victoria, lo ha hecho y lo seguirá haciendo con cada uno
de sus siervos eso lo vemos atraves de toda la biblia.  

VIII. ANÁLISIS TEOLÓGICO

La fé inquebrantable que había en el corazón de Pablo lo expresa en estas


palabras: “Al confiar en el poder de Cristo el creyente puede vivir con
contentamiento en toda clase de circunstancia por causa de la suficiencia de
Jesucristo.
Filipenses 4:13 es un versículo bíblico muy conocido y citado con
frecuencia en el ámbito cristiano: "Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece". Desde una perspectiva teológica, este versículo nos habla de la
capacidad que tenemos como creyentes de enfrentar cualquier situación o
desafío que se nos presente, confiando en el poder de Cristo que nos
fortalece.
En el contexto de la carta a los Filipenses, el apóstol Pablo está dando
gracias por el apoyo que ha recibido de la iglesia de Filipos, y les expresa
su gratitud por el amor que han mostrado hacia él. A continuación, les
habla acerca de su propia situación, en la que ha pasado por momentos de
necesidad y de abundancia, y les asegura que ha aprendido a estar contento
en cualquier circunstancia, gracias a la fuerza que recibe de Cristo.
Desde una perspectiva teológica, este versículo nos habla de la importancia
de depender de Cristo en todo momento, reconociendo que nuestra fuerza y
nuestra capacidad no provienen de nosotros mismos, sino de Él. En este
sentido, Filipenses 4:13 nos invita a confiar en el poder de Dios y a buscar
su fortaleza y su guía en todas las situaciones de la vida.
Además, este versículo también nos habla de la naturaleza de la relación
entre Cristo y los creyentes. Como cristianos, estamos unidos a Cristo de
una manera profunda y significativa, y su presencia en nuestras vidas nos
da la fuerza y la capacidad de enfrentar cualquier situación. En este sentido,
Filipenses 4:13 nos recuerda que nuestra relación con Cristo no es
solamente una cuestión de creencias, sino que también tiene implicaciones
prácticas en nuestra vida diaria.

También podría gustarte