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Introducción
La presente investigación teológica tiene
como finalidad analizar uno de los textos
Paulinos del N. T. que ha sido ya estudiado
con esmero por muchos eruditos pero que
sigue siendo controversial en su significado.
En este trabajo se emprenderá un
exhaustivo análisis exegético académico
del texto citado, con el fin de traer al lector
actual un acercamiento fidedigno tratando
de captar el mensaje real que expresó el
autor en esta sección del texto. Para ello
abarcaremos el estudio con el método
histórico -gramatical que nos permite
tomar en consideración todos los contextos
posibles del pasaje bíblico.
PASOS A SEGUIR PARA UNA EXÉGESIS RIGUROSA
V. Síntesis de la enseñanza
2.1. Autor
Originalmente conocida como Krenides (“Las pequeñas fuentes”) debido a
los numerosos manantiales que se encontraban en la cercanía, Filipos
(“ciudad de Felipe”) recibió su nombre de Felipe II de Macedonia (el padre
de Alejandro el Grande). Atraído por las minas de oro que estaban cerca,
Felipe conquistó la región en el siglo cuarto a.C. En el siglo segundo a.C.,
Filipos se volvió parte de la provincia romana de Macedonia.
La ciudad existió en oscuridad relativa durante los siguientes dos siglos
hasta que uno de los acontecimientos más famosos en la historia romana le
trajo reconocimiento y expansión. En el 42 a.C., las fuerzas de Antonio y
Octaviano derrotaron a las de Bruto y Casio en la Batalla de Filipos, y de
esta manera terminaron con la República Romana y dieron lugar al Imperio
Romano. Después de la batalla, Filipos se convirtió en una colonia Romana
(cp. Hch. 16:12), y muchos veteranos del ejército romano se establecieron
ahí. Como una colonia, Filipos tenía autonomía del gobierno provincial y
los mismos derechos otorgados a ciudades en Italia, incluso el uso de la ley
romana. Estaba exenta de algunos impuestos, y ciudadanía romana para sus
residentes (Hch. 16:21). Siendo una colonia también era la fuente de gran
orgullo cívico para los filipenses, quienes usaban el latín como su idioma
oficial, adoptaron costumbres romanas, y establecieron el gobierno de su
ciudad igual al de las ciudades italianas. Tanto Hechos como Filipenses
reflejan el estatus de Filipos como una colonia romana.
La iglesia en Filipos, la primera fundada por Pablo en Europa, se remonta
al segundo viaje misionero del apóstol (Hch. 16:12–40). Evidentemente
Filipos tenía una población judía muy pequeña. Debido a que no había
suficientes hombres para formar una sinagoga (el requisito eran diez
hombres judíos que fueran cabezas de una casa), algunas mujeres devotas
se reunían afuera de la ciudad en un lugar de oración (Hch. 16:13) junto al
río Gangites. Pablo les predicó el evangelio y Lidia, una mercader rica que
trabajaba con bienes caros teñidos de púrpura (Hch. 16:14), se convirtió en
creyente (16:14, 15). Es probable que la iglesia filipense inicialmente se
reunía en su hogar espacioso.
2.3 Propósito.
Desde la lejana tierra de Filipos llego Epafrodito con una ofrenda de
dinero, lo cual conmovió profundamente al apóstol. Epafrodito casi había
perdido la vida en aquel viaje y cuando se recuperó Pablo le envío a Filipo
con el único propósito de leer sus cartas.
Cuando leemos la carta a los Filipenses, podemos señalar que hubo un
número de razones que motivaron el escrito paulino:
1. Pablo quería agradecer la ofrenda que sus amigos de Filipos que le
habían enviado (Filipenses 4:10, 14-18).
2. Quería hacerles conocer de su propia situación, y especialmente darles la
seguridad de que su encarcelamiento no implicaba un retroceso del
evangelio (Filipenses 1:12-26). Además, quería decirles de su plan de
enviarles a Timoteo con otras noticias (Filipenses 2:19-24), aunque tenía la
esperanza de que sería liberado e ir él mismo.
3. Pablo necesitaba explicar por qué enviaba de regreso a Epafrodito,
cuando los filipenses habían tenido la intención de que permaneciera junto
a Pablo ayudándolo de cualquier manera que necesitase (Filipenses 2:25-
30).
4. Había llegado a conocimiento del Apóstol el partidismo y potencial
desunión de la iglesia de Filipos, y quería instarlos a vivir, actuar y
testimoniar en la unidad del Espíritu (Filipenses 1:27; 2:1-11; 4:2, 3).
5. Pablo se había dado cuenta del peligro que corrían los filipenses de ser
influenciados en dirección al legalismo judaico, por lo que quiso dejar
completamente claro que ello sería una contradicción básica con el
evangelio (Filipenses 3:1-11).
6. A la vez, estaba consciente del peligro de una idea errónea acerca de
alcanzar la perfección (Filipenses 3:12-16), y de las presiones del
materialismo sobre los cristianos en Filipos (Filipenses 3:18-21).
2.4 Destinatario.
Esta carta fue dirigida a la Iglesia de Dios que estaba en Filipos. Pablo supo
del interés de los filipenses por él, y por ello les envió noticias suyas. Pudo
contarles cómo sus prisiones habían redundado en un avance del evangelio,
cómo en ese lugar de prisión Cristo estaba siendo proclamado (si bien con
una variedad de motivos), y cómo consideraba las posibles alternativas su
confinamiento, liberación y posterior servicio o muerte. Con referencia al
pasado, al presente y a las posibilidades del futuro, Pablo pudo decir me
alegro.
FILIPENCES 4:13
4:11-12 4:18-19
PRESO EN ROMA
3.4 Comparar con otras versiones.
"en Cristo": Esta es una preposición que indica la fuente de la fortaleza del
sujeto.
sujeto es "Cristo".
V. SÍNTESIS DE LA ENSEÑANZA.
Filipenses 4:13 es un versículo de la Biblia que dice: "Todo lo puedo en
Cristo que me fortalece". Esta frase es una declaración de confianza en que,
con la ayuda de Dios, uno puede hacer cualquier cosa que se proponga.
En el contexto del capítulo 4 de Filipenses, el apóstol Pablo está agradecido
por el apoyo financiero que ha recibido de los filipenses y les agradece su
generosidad. Él les recuerda que ha aprendido a estar contento en cualquier
situación, tanto en la abundancia como en la escasez, gracias a la fortaleza
que Cristo le da. Por lo tanto, este versículo también nos anima a confiar en
la fuerza de Dios y a buscar su ayuda en todo lo que hacemos.
En resumen, Filipenses 4:13 nos enseña que podemos enfrentar cualquier
desafío y superar cualquier obstáculo con la ayuda de Cristo, quien nos da
la fortaleza y el poder para hacer todas las cosas que Él nos llama a hacer.