“Quien deduce juicio en cualquier jurisdicción, pone en movimiento la
competente acción. Defínese ésta como el medio específico establecido por el derecho, para exigir en juicio el reconocimiento de un derecho, impedir su menoscabo y corregir su violación. Quien interpone una acción civil se denomina actor o demandante; en la esfera penal denomínase acusador o querellante. Se distinguen las acciones, por razón del tiempo, en prescriptibles e imprescriptibles; por razon de los derechos a que se refieren, en personales y reales; por razon de las personas que pueden deducirlas, en públicas y privadas. Aquellas acciones que por el transcurso del tiempo pierden su eficacia pues pueden ser atacadas por una defensa de prescripción, llámanse prescriptibles. Las que no caducan por acción del tiempo se denominan imprescriptibles. Estas últimas son contadas. Por ejemplo: la acción del condónimo para solicitar la división de la cosa común. Acciones personales y reales son, respectivamente, las que se refieren a la protección de derechos de la misma clase. También se las suele caracterizar diciendo que las primeras se dirigen contra el sujeto obligado para con el accionante, por algún título; las segundas persiguen la cosa en poder de quien se encuentre, aunque no haya previo vínculo jurídico entre demandante y demandado. Por ejemplo: una acción de acreedor a deudor y de tutor a pupilo son personales, en cambio, la acción por reinvindicación es real, pues persigue la cosa contra quien indebidamente la posee, sin consideración a la persona que puede no haber tenido nunca vínculo alguno con el actor. Por eso los romanos decían que las acciones reales estaban en la cosa (in rem), en el sentido de que la alcanzaban allá donde esta se hallara y se daban contra cualquier individuo Públicas y privadas dicense las acciones, según si quien las ejerce actúa o no en representación de una colectividad. Así: cuando un fiscal inicia accion por cobro de dineros del fisco o cuando acusa en juicio penal, la acción es pública; dicho funcionario representa, en un caso el interés patrimonial colectivo y en el otro, el interes de la defensa social contra el delito. Las acciones son privadas si se deducen por sujeto no investido de poderes político-sociales. La acción de A contra B por cobro de pesos o por injurias es privada, por consiguiente. También lo será la que deduzca C, que desempeña el cargo de fiscal del Estado, contra su deudor pues, en tal supuesto, no actúa como funcionario sino como simple particular. A la acción se contrapone, en carácter de defensa, la excepción que es el medio típico de repeler aquella cuando es injusta, excesiva, mal deducida o inoportuna Si se demanda lo que no se debe; si se acusa arbitrariamente, la acción será injusta y la excepción se apoyaría en la falta de fundamento de la demanda. Se dirá que ya no se debe porque se pagó (excepción de pago) o que nunca se debió nada o que no hay delito o que, habiéndolo ninguna responsabilidad atañe al acusado (excepción de falta de acción). Supuesto que se demande por cien si solo se adeuda cincuenta o que se acuse por homicidio simple, cuando se trata de homicidio por culpa, la acción será excesiva. La excepción tenderá a moderarla porque se pide mas de lo procedente (excepción de plus petitio, para lo civil). Si se presenta demanda oscura, confusa o se la radica ante un juzgado no competente para entender en ella, la acción será defectuosa (excepción de defecto legal o de libelo oscuro o de incompetencia de jurisdicción). Si se demanda por deuda prescripta o antes de tiempo correspondiente o se acusa por delito prescripto, la acción será inoportuna o extemporánea (excepción de prescripción en un caso y de falta de acción o de espera en el otro). Mientras existen corrientemente “acciones” sin “excepciones” que se les opongan, es imposible que éstas actúen si no es en correspondencia con aquellas, por la misma razón que no se concibe la defensa sin el ataque pero sí lo contrario. Se clasifican las excepciones en perentorias y dilatorias. Tienden las primeras a destruir total o parcialmente la acción, oponiéndoles una defensa sustantiva. Por ejemplo: contra la acción por la entrega de un inmueble, se niega al accionante título alguno para reclamar y sostiene el demandado que le pertenece exclusivamente. En cambio, sería parcial si el demandado por pago de dos mil pesos (el excepcionente) reconoce deber solo ochocientos, aduciendo que el resto ya lo ha pagado. Las excepciones dilatorias se fundan en algún aspecto formal de la acción y, en verdad, prorrogan o postergan la consideración del contenido mismo de ella. Por ejemplo: la excepción de incompetencia de jurisdicción que objeta la interposición de la demanda ante juez incompetente, o la que, sin negar la deuda , aduce que el actor había acordado al demandado o deudor una espera o prorroga . Se ataca por ellas un aspecto adjetivo de la acción, sin que en nada se afecte el derecho del accionante
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales