Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LA ÚLTIMA MANSIÓN
DE
49
crónica
50
crónica
51
crónica
elementos imponderables que in- ción del mal llamado populacho, do en esa residencia. Y también,
fluyeron en la desastrosa guerra mismo que alcanzó las alturas de lo confesamos, las circunstancias
con Estados Unidos. De haber la heroicidad. actuales nos favorecieron para vi-
existido condiciones diferentes, Recuerdos y memorias del vie- sitarla, para recorrer sus muchas
digamos, un tanto diferentes, tal jo soldado, del general presidente; habitaciones, ahora relujadas, res-
vez se hubiera negociado en mejo- del ídolo caído que sólo tenía tauradas y modernizadas, pero sin
res condiciones los dichosos Tra- junto a él a escasos incondiciona- perder su sello original.
tados de Guadalupe Hidalgo. Sin les, pedigüeños y lambiscones, Pisar, hollar el piso de esa
embargo, debemos reconocer que además de la presencia de Dolori- mansión significa imaginar la pre-
gracias a los buenos oficios, fue- tas Tosta, aquella bellísima chica sencia de ese personaje, estereoti-
ra de las instrucciones de su que con el poder de sus designios po clásico y cabal del militar y
propio gobierno, del comisionado fue su segunda mujer, cuya angeli- político mexicano del siglo XIX,
norteamericano, Nicolás Trist, cal belleza captó de manera insu- ámbito que cautivó, que anonadó
México pudo sobrevivir, porque perable el pincel de Juan Cordero, y que rebasó a la joven estudiante
el gobierno de Polk iba por todo, cuadro original que por mucho de Economía Alejandra Gaspar.
como se dice coloquialmente tiempo adornó la estancia de las Pensar que ahí estuvo presente de
ahora. calles de Chihuahua, en la Roma, carne y hueso, que una y otra vez
Seguramente en ese recinto del historiador Arturo Amaiz y entró, salió, recorrió el gran patio
postrero, ya sin prisas ni temores, Freg, y que en buen momento se que exorna la entrada después de
y todavía con la ilusión de que el le ocurrió donar al Museo Nacio- trasponer primero los portones
presidente Lerdo de Tejada lo re- nal de Artes. del zaguán, y después, las macizas
cibiera oficialmente en Palacio Parece increíble, repetimos, rejas de una segunda entrada –ha-
Nacional, para reivindicarlo polí- que el más polémico personaje de bía que proteger a su excelencia,
ticamente, al menos; ocasión que la historia moderna de México, el el ex general-presidente–; subió
nunca llegó, el vencedor de Ba- dictador Santa Anna haya habita- por cada uno de los peldaños de la
rradas, el “cojo Santa Anna”,
como le gritaba tiempo después la
multitud adolorida por sus deva-
neos y traiciones, tuvo tiempo
para meditar de lo ocurrido. ¡El La última residencia
Álamo!, las siesta de él y de sus del general Santa
tropas a orillas del río San Jacinto Anna, convertida en
que le costó a México la pérdida una especie de bistró
postmoderno.
de Texas; de su reunión furtiva e
ilegal con el presidente Jackson
en Washington, en donde se
comprometió, como prisionero de
los texanos, a reconocer la inde-
pendencia de esa importante pro-
vincia con tal de salvar el pellejo;
ah, y también de Cerro Gordo, de
los titubeos en la batalla de La
Angostura, de Padierna, Molino
del Rey, Chapultepec, y de su ver-
gonzosa huida de la capital, de-
jándola inerme, y que el pueblo a
brazo partido, con las uñas, pie-
dras y palos enfrentó al arrogante
invasor, que entraba a tambor ba-
tiente al Zócalo al son del Yankee
Doodle, ante el enojo e indigna-
52
crónica
nueva época
Nombre
1 año $175
s e i s n ú m e r o s
Organización
Forma de pago: Depositar en
la cuenta 1355496 Suc. 128
Dirección de Banamex, a nombre de la
Universidad Obrera de México,
Estado C.P. y enviar este cupón y la ficha
de depósito por fax 5702 4087,
5702 4387 y 5702 4207.
Tel. E-mail
53