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Este documento es una carta escrita desde la perspectiva de un perro llamado Astor. Describe algunas de las cosas que le gustan como el olor a pasto recién cortado y los domingos de sobras después de un asado, y algunas de las cosas que no le gustan como la pileta y la aspiradora que se lleva sus juguetes. También habla sobre su hermano Simón, que es más tranquilo que él, y sobre lo mucho que extraña ir al parque. Termina diciendo que a pesar de los problemas siempre encuentra formas de divertirse
Este documento es una carta escrita desde la perspectiva de un perro llamado Astor. Describe algunas de las cosas que le gustan como el olor a pasto recién cortado y los domingos de sobras después de un asado, y algunas de las cosas que no le gustan como la pileta y la aspiradora que se lleva sus juguetes. También habla sobre su hermano Simón, que es más tranquilo que él, y sobre lo mucho que extraña ir al parque. Termina diciendo que a pesar de los problemas siempre encuentra formas de divertirse
Este documento es una carta escrita desde la perspectiva de un perro llamado Astor. Describe algunas de las cosas que le gustan como el olor a pasto recién cortado y los domingos de sobras después de un asado, y algunas de las cosas que no le gustan como la pileta y la aspiradora que se lleva sus juguetes. También habla sobre su hermano Simón, que es más tranquilo que él, y sobre lo mucho que extraña ir al parque. Termina diciendo que a pesar de los problemas siempre encuentra formas de divertirse
El olor a pasto recién cortado, el agua en mi plato y la comida desparramada por todo el piso. El sol calentito, las patas de las sillas masticadas y la pelota de tela ya hecha harapos. Los domingos de sobras después de un asado, los potenciales juguetes para triturar y el timbre cada vez que suena. Tantas cosas que me gustan y tan pocas que me desagradan, entre ellas, la bendita pileta de la que tanto desconfío. Cada vez que alguien de mi familia se mete solo pienso en sacarlo lo más rápido posible, grito y doy vueltas como loco sin saber qué hacer exactamente. Estoy casi seguro de que ese pozo lleno de agua es malvado, y no me agrada para nada. La aspiradora tampoco es de fiar mucho. Se lleva mis juguetes todavía en perfectas condiciones para seguir considerándolos comestibles y sus pequeñas piezas dispersas por todo el suelo. ¡LA PROXIMA ME AVISAS GLADIS Y LOS COMO MAS RÁPIDO! Las visitas de extraños me alborotan mucho. Nunca he lastimado a nadie intencionalmente, pero mi tamaño, peso y brusquedad siempre juegan en mi contra. ¡no es mi culpa que las sillas se achiquen con el tiempo o las puertas se abran tan despacio! En mi mente, sigo sintiendo que puedo caber en cualquier lugar, siempre y cuando, mi nariz entre primero. Mi hermano Simón es mucho más tranquilo que yo. Siempre está acostado durmiendo. Le tengo envidia porque él si entra debajo de la silla y puede quedarse por horas sin mover un músculo. Tenemos 10 y 6 él y yo, respectivamente, sin embargo, es mucho más pequeño que yo y su pelo blanco y rizado no se parece para nada al mío, marrón con un poco de negro y lacio. Aunque no tengamos el mismo papá y la misma mamá, igual es mi hermano y me encanta molestarlo en sus momentos de mayor tranquilidad. Las salidas al parque son de las cosas que más extraño. Tantos olores, ruidos y personas para interactuar… Al parecer, cuando empiezas a ser tú el que lleva a pasear a tu dueño, no les agrada mucho. Lo entendí por las malas. Está bien igual, no tengo muchas cosas de qué quejarme realmente. Tengo un techo, comida, compañía y siempre encuentro cómo divertirme. ¿Sabes cuál es mi secreto para estar siempre tan feliz? Los problemas se vuelven insignificantes con el tiempo y hasta se me olvidan. Tengo un superpoder. Puedo pasar de una reprimenda a ponerme a cazar moscas en menos de 0,2 segundos. Todo es cuestión de cuánto dejes que los problemas te afecten y qué tan rápido eres para esquivar la sandalia voladora.