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PRÁCTICA N°9
EFECTO DEL ALCOHOL, NICOTINA Y AGUA SOBRE LA HORMONA
ADH
DOCENTE:
●
NRC: 11526
INTEGRANTES:
● Lamela Dominguez, Daniel
● Martínez Martínez, Henry Yamil
● Nizama Cunayque, Ariana
● Timana Ladines, Eduardo
● Vega García, Alex
● Vidangos Merino, Fabian
● Yarleque Alburqueque, Mercedes
Piura- Perú
2023-I
I. INTRODUCCIÓN
La hipófisis es una glándula endocrina cuya importancia funcional radica en que regula a las
glándulas endocrinas periféricas. Las hormonas hipofisarias regulan múltiples órganos
endocrinos, como las gónadas, glándula tiroides, glándulas suprarrenales y glándulas
mamarias. Esta segrega la ADH, es una hormona liberada por la neurohipófisis que regula
la reabsorción de agua a nivel de los túmulos renales si actúa sobre los receptores V2, y
tiene además efecto vasopresor, si actúa sobre los receptores V1.
La hipófisis, también conocida como glándula pituitaria, tiene una relación íntima con las
células hipofisarias. Las células hipofisarias son las células endocrinas que componen la
glándula pituitaria y son responsables de producir y secretar diversas hormonas que regulan
funciones corporales clave.
Las células hipofisarias se encuentran en la adenohipófisis, que es el lóbulo anterior de la
hipófisis. Esta región está estrechamente relacionada con el hipotálamo, una parte del
cerebro que se encuentra justo encima de la hipófisis. El hipotálamo y la hipófisis están
conectados por el tallo hipofisario o tallo infundibular.
La comunicación entre el hipotálamo y la hipófisis es fundamental para el control de la
función hormonal. El hipotálamo secreta hormonas llamadas hormonas liberadoras e
inhibidoras, que se transportan a través de los vasos sanguíneos del tallo hipofisario y
llegan a la adenohipófisis. Estas hormonas hipotalámicas regulan la liberación y la síntesis
de las hormonas producidas por las células hipofisarias. Por lo tanto, las células hipofisarias
reciben señales del hipotálamo para regular la producción y la liberación de hormonas
específicas. Cada tipo de célula hipofisaria tiene una función específica y secreta una
hormona particular en respuesta a las señales hormonales del hipotálamo.
Es importante destacar que la neurohipófisis, que es el lóbulo posterior de la hipófisis, no
contiene células hipofisarias propiamente dichas. En cambio, la neurohipófisis almacena y
libera hormonas producidas por el hipotálamo, como la hormona antidiurética (ADH) y la
oxitocina.
Por otro lado, hablando de la vascularización de la hipófisis, es crucial para su
funcionamiento y está provista por una red de vasos sanguíneos que la atraviesan. La
hipófisis tiene una doble irrigación sanguínea, tanto arterial como venosa, que abastece a
sus diferentes regiones y células.
La irrigación arterial de la hipófisis se origina a partir de dos arterias principales:
1. Arteria Hipofisaria Superior: Es una rama de la arteria carótida interna. Esta arteria
suministra sangre a la región superior de la adenohipófisis y también envía ramas
hacia el tallo hipofisario y la neurohipófisis.
2. Arteria Hipofisaria Inferior: Es una rama de la arteria carótida interna o de la
arteria maxilar. Esta arteria irriga principalmente la porción inferior de la
adenohipófisis.
Ambas arterias hipofisarias forman una red de pequeños vasos sanguíneos llamados
capilares en la hipófisis. Estos capilares permiten el intercambio de nutrientes, oxígeno y
hormonas entre la sangre y las células hipofisarias. La vascularización venosa de la
hipófisis se realiza a través de un sistema venoso que drena la sangre de la glándula y la
lleva de vuelta al sistema venoso general. Hay dos sistemas venosos principales asociados
con la hipófisis:
1. Sistema Venoso Hipofisario Superior: Los capilares sanguíneos de la parte
superior de la adenohipófisis se unen para formar venas que drenan hacia el sistema
venoso cerebral superior.
2. Sistema Venoso Hipofisario Inferior: Los capilares sanguíneos de la parte inferior
de la adenohipófisis y la neurohipófisis se unen para formar venas que drenan hacia
el seno cavernoso o hacia las venas del sistema hipofisario inferior.
III. FISIOLOGÍA DE LA HORMONA ANTIDIURÉTICA
Además de estos mecanismos principales, existen otros factores que pueden regular la
liberación de ADH. Por ejemplo, el estrés, el dolor y algunas sustancias como el alcohol
pueden afectar la secreción de ADH.
El efecto del alcohol sobre la excreción de orina. El alcohol inhibe la secreción pituitaria de
la hormona antidiurética (ADH), que actúa sobre el riñón para reabsorber agua . El alcohol
actúa sobre el hipotálamo / pituitaria para reducir los niveles circulantes de ADH. Cuando
los niveles de ADH, los riñones no reabsorbe más agua, ésta se desecha a través de la
orina, razón por la cual se acude con mucha frecuencia al servicio (baño) cuando se bebe
alcohol.
El alcohol puede causar todo tipo de daños en los riñones. Estos efectos pueden variar
desde daño celular y la ampliación de los riñones con el impacto de las diversas hormonas
que controlan la función renal
Al fallar esa hormona, por la inhibición del alcohol, se produce una diuresis importante, que
si no es compensada apropiadamente, conlleva a un cuadro de deshidratación grave, que
genera los síntomas de "guayabo" o "resaca", con dolor de cabeza, mareos, debilidad,
náuseas, colapso y en casos extremos, muerte.
El tipo de alcohol consumido puede aumentar o disminuir las concentraciones de ciertos
iones en la corriente de la sangre. La cerveza es baja en nutrientes disueltos. Cuando una
persona toma cerveza, grandes cantidades de agua entran en el cuerpo; que disminuye la
concentración de nutrientes metabólicos, y debido al efecto de la insuficiencia ADH, una
cantidad igual de agua no deja el cuerpo en la orina. Sobrecarga de líquidos en el torrente
sanguíneo disminuye las concentraciones iónicas del cuerpo y puede ser muy peligroso,
especialmente para los alcohólicos avanzados que también tienen enfermedad hepática
Una forma de disminuir estos efectos, es beber menos o en forma moderada y tomar
suficiente agua conjuntamente con la ingesta alcohólica, antes, durante y después del
evento, para compensar la pérdida del líquido a través de la orina.
- Efectos de la nicotina sobre la hormona Antidiurética (ADH)
La nicotina es una sustancia química presente en el tabaco que tiene efectos en el sistema
hormonal del cuerpo. Sin embargo, no se ha encontrado evidencia sólida de que la nicotina
tenga efectos directos sobre la hormona antidiurética (ADH, por sus siglas en inglés) o la
vasopresina, que es la hormona principal regulada por el sistema de ADH en el cuerpo.
La hormona antidiurética es producida por el hipotálamo y liberada por la glándula pituitaria
posterior en respuesta a factores como la deshidratación, los niveles bajos de presión
arterial y los altos niveles de sodio en el cuerpo. Su función principal es regular la cantidad
de agua que se excreta en la orina y mantener un equilibrio adecuado de líquidos en el
cuerpo. Aunque fumar tabaco puede afectar la función renal y aumentar la producción de
orina, esto se debe principalmente a otros componentes del tabaco, como el monóxido de
carbono y los productos químicos irritantes presentes en el humo del tabaco. La nicotina en
sí misma no se ha relacionado directamente con cambios en la secreción de ADH.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que fumar tabaco y consumir nicotina puede
tener diversos efectos negativos en la salud en general, incluyendo el sistema
cardiovascular y pulmonar. El uso prolongado de nicotina puede causar adicción y aumentar
el riesgo de enfermedades como el cáncer de pulmón, enfermedades del corazón y
enfermedades respiratorias crónicas
La regulación fisiológica del agua y la ADH implica una serie de procesos. Primero se
detecta la concentración de agua en el cuerpo. El hipotálamo contiene osmorreceptores,
que son sensibles a los cambios en la concentración de solutos en el líquido extracelular.
Cuando la concentración de agua disminuye (como ocurre en la deshidratación), los
osmorreceptores se activan. Al activarse, envían señales al núcleo supraóptico y
paraventricular para iniciar la síntesis y liberación de ADH. Cuando los niveles de ADH en el
hipotálamo son altos, se liberan al torrente sanguíneo desde la neurohipófisis hasta llegar a
los riñones mediante el sistema circulatorio. En los riñones, se unen a los receptores en las
células del túbulo colector renal, activando una cascada de eventos intracelulares. Se
producen cambios en la permeabilidad de estas células, en las cuales se van a insertar
acuaporinas, como resultado las células del túbulo colector pueden reabsorber agua desde
la orina filtrada hacia la sangre, que resulta en la disminución en la cantidad de agua
eliminada a través de la orina. Lo que ayuda a conservar el agua en el cuerpo y prevenir
una mayor deshidratación.
En cambio, cuando el cuerpo está adecuadamente hidratado, los osmorreceptores en el
hipotálamo detectan una concentración de agua normal y no se activan. Esto lleva a una
disminución en la síntesis y liberación de ADH. Como resultado, la permeabilidad al agua en
las células del túbulo colector renal disminuye, lo que conduce a una menor reabsorción de
agua y una mayor producción de orina, ayudando así a eliminar el exceso de agua del
cuerpo.