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Mindf*ck Series

S.T. Abby
1 The Risk
2 Sidetracked
3 Scarlet Angel
4 All the Lies
5 Paint It All Red
NOTA
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suben sus libros, ya que Wattpad es una página para subir tus propias
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ya que algunos lectores los suben al Wattpad, y piden en sus páginas
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Es un gran problema que están enfrentando y contra el que luchan


todos los foros de traducción. Más libros saldrán si no se invierte
tiempo en este problema. Igualmente por favor, no subas capturas de
los PDF a las redes sociales y etiquetes a las autoras, no vayas a sus
páginas a pedir la traducción de un libro cuando ninguna editorial lo ha
hecho, no vayas a sus grupos y comentes que leíste sus libros, ni subas
capturas de las portadas de la traducción, recuerda que estas tienen el
logo del foro o del grupo que hizo la traducción.

No continúes con ello, de lo contrario: ¡Te quedaras sin

Wattpad, sin foros de traducción y sin sitios de descarga!


STAFF
SINOPSIS

~Lana~

No lo esperaba. No quería enamorarme. Pero no puedo dejarlo ir.


Logan Bennett hace del mundo un lugar más seguro. Es brillante.
Es un héroe.
Encierra a los enfermos y depravados.
Pero mientras él está salvando vidas, yo las termino. Cobrando las
deudas que se me deben. Hace diez años, me dieron por muerta.
Deberían haberse asegurado de que siguiera muerta.
Ahora los estoy desapareciendo.
Un nombre a la vez.
He entrenado durante demasiado tiempo.
He sido paciente.
No puedo detenerme ahora.
La venganza se sirve mejor fría...
Nunca me ven venir, hasta que pinto sus paredes de rojo.
Logan no sabe cómo me lastiman. No sabe sobre los gritos que ignoraron.
No sabe lo retorcido que es ese pueblo.
Sólo sabe que la gente está muriendo.
No sabe que está enamorado del asesino.
Nadie sospecha de una chica muerta.
Y Logan no sospecha de la chica en su cama.
Están buscando un monstruo.
No una chica que ama el Rojo.
No una chica enamorada.
Soy una pesadilla sin rostro.
Por lo menos hasta que les cuente la historia que han pretendido que
nunca ocurrió.
Pero al final, ¿Logan los elegirá? ¿O los veremos arder juntos?

ADVERTENCIA
**Gráfico
**Lenguaje para adultos
**Algunos detonantes podrían ser demasiado para el lector fácilmente
perturbado
**Contenido sexual
**Jodida brújula moral; lea bajo su propio riesgo.
The Risk

Libro 1 de la Serie Mind Fuck

S.T. Abby

The Risk

Copyright © 2016 S.T. Abby

Libro 1 de la Serie Mind Fuck

S.T. Abby
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La historia de este libro es propiedad del autor, en todos los medios tanto
físicos como digitales. Nadie, excepto el dueño de esta propiedad puede
reproducir, copiar o publicar en cualquier medio cualquier historia
individual o parte de esta novela sin el permiso expreso del autor de este
trabajo.

Actualmente estamos trabajando en la creación de todas las redes


sociales. Pero por ahora, puedes encontrarme aquí My Facebook.

O envíame un email a stabbyauthor@gmail.com

Sé que esta mierda está jodida, así que no te molestes en escribirme para
decirme que estoy mal de la cabeza. ;)
Esto es para los que perdieron la voz. Esto es para los que desearían ser
Lana Myers. Esto es para aquellos sobre los que la gente todavía
murmura.

Esto es para los que luchan todos los días para olvidar.

No están solos.

Tim Hoover
Chuck Cosby
Nathan Malone
Jeremy Hoyt

Quedan tantos nombres por delante...

Einstein dijo: "Los débiles toman venganza, los fuertes perdonan y los
inteligentes ignoran".

Al diablo con eso. Einstein no siempre tuvo razón.

La venganza es un plato que se sirve mejor frío... Ahora que estoy de


acuerdo. Significa que se olvidan de que vendrán por ellos, y sus gritos
suenan mucho más bonitos cuando finalmente llega el momento.
ÍNDICE
Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Sobre el autor
Captiulo 1
Me encanta la humanidad, pero odio a los humanos.
—Albert Einstein

LANA

—Parece que te han dejado plantada —dice un tipo, mientras me


aparto del teléfono haciendo un discreto clic en la pantalla de
bloqueo, para que no pueda ver lo que estoy viendo.

Arqueo una ceja mientras lo estudio. Guapo, de unos 20 años,


sonrisa arrogante, postura dominante... Aunque definitivamente
está llamando a la puerta equivocada.

—En realidad, disfruto comiendo sola —le digo con una jodida y
dulce sonrisa.

No entiende la indirecta, porque sus ojos se estrechan con


determinación. Los alfas prefieren el desafío, debería haberlo
sabido.

—Soy Craig. Tú eres... —Deja que sus palabras se desvanezcan


mientras me mira, pero no digo nada antes de beber mi café—. Si
no me das tu nombre, te llamaré Belleza.

Qué original.
Su intento de coqueteo es obviamente inexperto y ciertamente
subdesarrollado. Por supuesto, está acostumbrado a salirse con la
suya sin mucho alboroto, lo que significa que tampoco hace ningún
esfuerzo después de conseguir su premio. Considerando su traje
caro y su visible atractivo no me sorprende.

Muchas mujeres pasarán por alto su arrogancia, confundiéndola


con la vanidad, incluso es posible que la encuentren encantadora.

Pero soy la chica equivocada.

—¿Qué tal si me llamas No Interesada? porque es la descripción


más adecuada de mí en este momento —le digo reclinada en mi
silla, relajada y en completo control.

—Aparentemente no te has fijado bien —procede, inclinándose


hacia atrás y posando en una postura que no me da nada más que
mirar a un idiota arrogante.

—He visto más que suficiente. Aún no me interesa.

Su mirada se oscurece cuando da un paso atrás.

—Bien. A la mierda. No necesito que se me congele la polla de todas


formas —dice antes de darse la vuelta y caminar hacia una mesa
donde hay otro tipo sentado.

El sol hoy no brilla, considerando que está nublado. Sólo somos


unos pocos los que optamos por el patio en lugar del interior de la
cafetería, porque parece que va a llover. A pesar de que están a
varias mesas de distancia, todavía puedo ver a su amigo riendo y
moviendo la cabeza mientras el Sr. Arrogante se sienta,
malhumorado y abatido.
Continúo viendo las imágenes en mi teléfono hasta que siento unos
ojos sobre mí, el amigo del Sr. Arrogante no aparta la vista cuando
lo veo estudiarme. No está mirando de reojo ni siquiera se muestra
interesado, diría que está tratando de leerme como yo lo hago con
la gente.

También es guapo, pero su traje no es tan caro como el del otro tipo.
Mi observación me llevaría a creer que son compañeros de trabajo,
pero ¿por qué uno está mejor vestido que el otro si hacen el mismo
trabajo? No parece subordinado o empoderado, como lo haría si
trabajara para el Sr. Arrogante. Lo que significa que son iguales,
pero no se les paga lo mismo. ¿O tal vez el Sr. Arrogante viene del
dinero y este tipo no?

Despreocupada, regreso mis ojos a mi teléfono fingiendo que no me


doy cuenta de su intenso análisis. Después de terminar mi café y la
presentación del día D, le pido la cuenta a la mesera.

—Ya está cancelado —dice con una sonrisa suave y ojos


brillantes—. Y ya has dejado una propina también —añade,
guiñando el ojo—. Una muy buena.

Mis cejas se levantan, y ella hace un movimiento con la cabeza


mientras el amigo del Sr. Arrogante sale del patio. El Sr. Arrogante
no se encuentra en ninguna parte.

—Él dijo que le agradece el espectáculo —me dice ella mientras le


mira caminar hacia una camioneta oscura.

—Gracias —le digo, poniéndome de pie y dirigiéndome hacia la


salida también.

Sin coquetear, sin miradas lascivas de anhelo, y sin esperar a ver


si me acercaba a él después que pagara mi comida. No me gusta
cuando la gente es amable sin razón. Decir que yo era su
entretenimiento no es suficiente.

Mis ojos siguen al tipo silencioso, mirándolo mientras se queda en


la camioneta hablando por teléfono en voz muy baja para poder oír
sus palabras desde esta distancia. También veo al Sr. Arrogante,
que está charlando con una chica bonita cerca de la tienda en la
acera. Parece mucho más interesada que yo.

Decidiendo calmar mi curiosidad, me dirijo al tipo silencioso justo


cuando termina su llamada. Sus ojos se acercan a los míos cuando
me acerco, y sus cejas se levantan cuando saco un billete de veinte.

—No dejo que hombres extraños paguen mi comida, mi madre me


educó mejor —le digo, sacando los veinte delante de él para que los
tome.

Una lenta sonrisa se extiende por sus labios, transformando


completamente su rostro: Su cabello rubio oscuro está tan
despeinado como para ser sexy sin ser un idiota, su mandíbula
fuerte y cincelada es un marcado contraste con sus suaves ojos
azules; se ve feroz y gentil en el mismo aliento, confundiéndome aún
más. Realmente no puedo conseguir una lectura de él.

—No podría conseguir un espectáculo más entretenido por tan poco


dinero. Créeme, valió la pena el dinero —dice encogiéndose de
hombros, guardándose las manos y el teléfono, haciendo la postura
que no aceptará mi dinero, sin usar las palabras reales.

Pero soy persistente y vuelvo a agitar el billete de veinte. —Todavía


tengo mis reglas. Gracias, pero no gracias.

Su sonrisa sólo crece. —¿Siempre estás tan a la defensiva? —


reflexiona—. ¿Estás constantemente preocupada por las
intenciones de los demás? ¿O es una posición feminista extrema la
que te mantiene al borde que un hombre haga algo tan
insignificante como pagar tu café y tu muffin?

Me está leyendo. Lo sabía.

El traje barato de repente tiene sentido, junto con la camioneta


oscura. —Eres del FBI. —Lo noto, teniendo en cuenta que Quantico
no está muy lejos.

Su sonrisa se amplía. —¿Qué te hace pensar eso?

—Me estás perfilando, por ejemplo, lo que probablemente te pondría


en algún lugar de ese campo, dado el paseo y el atuendo. Tu amigo
tiene un traje caro que usa para impresionar, pero el tuyo es menos
llamativo. Tu presencia a su alrededor y tu comportamiento amable
me hacen creer que son iguales, a pesar de la diferencia financiera.
Así que asumo que él viene del dinero, y tú te has ganado tu propio
camino. La camioneta no es una versión estandarizada, las
ventanas oscurecidas son demasiado oscuras para ser teñidas
legalmente, pero sé que el FBI recibe cierta indulgencia debido a los
riesgos de seguridad. Entonces, ¿estoy en lo cierto?

Odio la forma en que sigue sonriendo, como si estuviera más


intrigado en vez de asustado. Quería asustarlo.

—No eres una perfiladora pagada, no eres del FBI, y no estás


afiliada a ninguna unidad militar —dice, confundiéndome—. Tu
traje es bohemio, lo que significa que estás menos preocupada por
tu apariencia exterior y más preocupada por la comodidad, te
sientas sola por decisión propia y rechazas cualquier atención que
se te envíe. A primera vista, eres demasiado feminista para tu propio
bien; a segunda vista es difícil acercarse a ti porque la confianza no
es algo que compartas demasiado a menudo. Evita que la gente te
haga daño, pero también evita que tengas a alguien en tu vida. Por
la noche, cuando cierras los ojos y te permites ser vulnerable... es
el único momento en el que te atreves a preguntarte cómo sería
estar con alguien.

Me trago el nudo de mi garganta, está demasiado cerca, no debería


ser tan fácil de leerme he entrenado contra ello durante años.

—Nada de mascotas, dado que no hay pelo de mascota en ti a


menos que tengas de las que no desprenden pelo. Sin embargo, no
veo que te permitas encariñarte con un animal, cuando sabes que
probablemente lo sobrevivirás y tendrás que lidiar con la angustia
de perderlo. Estás separada por necesidad, probablemente un
pasado doloroso que te empujó en esta dirección, una pérdida
quizás tal vez más de una pérdida. ¿Quizás empujada a la soledad
por la vida y permaneciendo allí por elección?

Cuando mi corazón late en mi pecho y doy un paso tembloroso


hacia atrás, sus ojos se suavizan aún más.

—Lo siento, me pasé de la raya. Me disculpo —me dice mientras


que el Sr. Arrogante regresa.

—No he perdido mi estilo. Esa chica era sólo...

Sus palabras mueren cuando me ve con el Sr. Perfilador. Me siento


expuesta, vulnerable y fuera de mi elemento; no estoy
acostumbrada a eso, he trabajado jodidamente duro para ser una
fortaleza imposible de leer.

Él sólo destruyó mi confianza con un tirón del hilo correcto.

—Agarra unas cuantas botellas de agua. Un largo viaje —le dice al


Sr. Arrogante sin apartar la vista de mí.
No sé si se va o no, porque estoy demasiado ocupada mirando
fijamente a esos gentiles ojos azules que realmente parecen
arrepentidos.

—La vida apesta —dice al azar—. Luego te mueres. Es mejor que


vivas mientras estás viva —añade, sonando completamente menos
perspicaz que antes.

Es suficiente para romper la tensión y una sonrisa inesperada se


me escapa. Guiña el ojo mientras se inclina. —Si alguna vez quieres
ayuda para sentirte viva, llámame. A mí también me vendría bien
un poco de vida.

Cuando retrocede, siento algo en mi mano, aunque nunca lo sentí


colocando nada allí. Camina hacia el otro lado de la camioneta, y
observo con atención embelesada cómo se sube.

Mis ojos finalmente se posan en la tarjeta que tengo en la mano,


mientras el Sr. Arrogante regresa para tomar el lado del pasajero.

Logan Bennett…

Su número está junto a su nombre y por supuesto, es del FBI.


Cuando mi mirada se eleva de nuevo está apoyado en el volante,
mirándome. La ventana del Sr. Arrogante está abajo y parece
molesto.

—Llámame —dice Logan, sonriendo antes de alejarse de la acera.

La realidad es sólo una ilusión aunque persistente, Albert Einstein


dijo eso. Mi padre siempre citó a Einstein como una forma de
explicar la vida cuando luchábamos por entenderla. Recuerdo que
él me citaba eso cuando nuestras vidas se desmoronaban. Él estaba
sufriendo lo peor, e intentaba hacer lo mejor para calmarme.
Einstein no me ayuda a entender lo fácil que era leerme o lo
vulnerable y expuesta que me siento en este momento.

Mi teléfono suena en mi mano, y miro hacia abajo viendo la alerta


que puse.

Tengo que ser fría. Necesito ser fría. Cualquier otra cosa podría
fracturar la cáscara en el lugar que necesito para ejecutar el plan
en el que he trabajado por mucho tiempo.

Sacudiendo la debilidad residual, soplo un fuerte aliento y camino


hacia mi auto. Conduzco 24 kilómetros, encuentro la casa que estoy
buscando y sigo conduciendo; espero hasta que estoy estacionada
en un granero abandonado antes de ponerme los guantes, el traje
y las pesadas botas de hombre, también me pongo las mochilas
cargadas de piedras... Una en la espalda y otra al frente.

Sigilosamente camino hacia la casa, abro la puerta, y


silenciosamente me quito las mochilas, dejándolas con cuidado en
una silla.

Mi bolso tiene todo lo que necesito en el, así que lo llevo encima, a
continuación me quito los pesados zapatos y en silencio los coloco
encima de mi mochila.

El movimiento arriba me llama la atención y lentamente me dirijo a


la escalera, con cuidado de mantener mis pasos ligeros y
silenciosos. He examinado los pisos durante un mes, encontrando
cada punto que cruje o gime.

Conozco su rutina mejor que la mía, al igual que sé que en cinco


segundos el agua se abrirá.

Por supuesto, las viejas tuberías de la casa tintinean cuando el


agua las atraviesa y es entonces cuando subo las escaleras,
ignorando el modo en que crujen porque no puede oír nada con esa
ducha ruidosa.

Cuando llego a su habitación mis ojos se dirigen a la cama, sé que


es soltero pero siempre me preocupa tropezarme con una mujer no
planeada. Miré las cámaras desde mi teléfono y no mostraron a
ninguna mujer aquí, pero es un pensamiento que siempre acosa el
fondo de mi mente.

Respiro con alivio cuando no veo señales de un huésped nocturno;


sólo Ben y su habitual casa desordenada.

La ducha se cierra y ya estoy en posición, lista y esperando. La vida


sería más sencilla si pudiera usar una pistola paralizante o sedante.
Realmente lo sería.

Justo cuando él camina con una toalla alrededor de su cintura, mi


cuchillo baja rebanando fuerte contra el talón de Aquiles; los gritos
me perforan los oídos y me doy cuenta que ese momento de
debilidad antes con el Sr. Perfilado no afecta lo bonito que suenan
los gritos.

He trabajado demasiado tiempo, demasiado duro, e


interminablemente para esto. Debería haber sabido que un hombre
no podría quitarme mi ventaja.

Ben cae al suelo, gritando en agonía mientras se agarra el pie. La


toalla se cae, exponiendo cada centímetro desnudo de él a mis ojos.

Hace que se me revuelva el estómago.

¿Pero el terror en sus ojos? Eso hace que me drogue.

—¿Qué mierda? ¡Toma lo que quieras! —grita, sollozando mientras


me acerco, mirándome con esos ojos anchos y aterrorizados.
Me excita el terror. Quiero que llore mucho, mucho más tiempo.

—Lo que quiero es que sepas mi nombre —le digo en voz baja, de
forma inquietante.

Sus ojos se ensanchan aún más, y palidece cuando levanto el


cuchillo ensangrentado y paso mi dedo por su parte trasera.

—Por favor, no —me ruega intentando y fallando en ponerse de pie.

Me golpeará si tiene la oportunidad, no soy tan estúpida como para


acercarme tanto todavía.

Me saco el cable del bolsillo trasero y lo observo mientras me mira.

—¿No me reconoces, Ben? —pregunto burlonamente, ladeando mi


cabeza. Hace diez cirugías, podría haberme reconocido
inmediatamente.

—No. No —llora—. No te conozco. ¡Tienes a la persona equivocada!

Me pongo en cuclillas, notando la forma en que cambia su mirada.


Se prepara para atacarme ahora que estoy en esta posición, le
parece un error vulnerable de mi parte.

Si él supiera...

—Era una niña de dieciséis años la última vez que me viste —digo
con una sonrisa oscura—. Ya soy mayorcita. ¿Quieres jugar?

Las últimas tres palabras son las que desencadenan el


reconocimiento. Lo veo en la forma en que sus pupilas se dilatan,
sus fosas nasales se inflaman y la sensación de comprensión se
apodera de sus rasgos.
—Tú —susurra—. No. No. No te pareces en nada a ella. Ella murió
—añade en el mismo tono silencioso.

—Sobreviví —le digo, viendo como su miedo comienza a


desvanecerse lentamente, tal como sabía que lo haría.

En este momento, está recordando lo débil que era como niña


horrorizada, aterrorizada y sollozante; está recordando con qué
facilidad me dominó, su mente le está jugando trucos para que siga
teniendo el control, a pesar de la peligrosa situación mortal.

—Tomaste tres turnos —continúo, manteniéndome preparada y


lista, pero mostrando externamente una debilidad que no tengo
realmente, permitiendo que su mente continúe regresando a esa
noche hace diez años.

—Eso significa 3 libras de carne en los próximos tres días —


continúo.

Veo lo que sucede antes que se lance sobre mí, gritando de dolor
mientras intenta tirarme al suelo. Mi cuchillo golpea su hombro, y
otro grito espeluznante irrumpe en el aire, mientras doy vueltas
sobre mis rodillas, deslizándome detrás de él mientras su cara se
planta en el suelo.

Mi mano sigue sosteniendo el cuchillo y lo arranco en menos de un


parpadeo, casi simultáneamente lanzando el cable alrededor de su
cuello enrollándolo fuertemente. Luego lo ahogo, deleitándome con
los sonidos de dolor hasta que se queda cojo e inconsciente,
cabalgando por la línea de la vida y la muerte. Con la pérdida de
sangre está demasiado débil para luchar, sería tan fácil matarlo
ahora mismo.

Pero la muerte no llegará demasiado pronto.


No creo en la misericordia.

Tres libras de carne serán extraídas mientras esté despierto.

Suplicará y suplicará.

Rezará para desmayarse.

Pero lo sentirá todo.

Como lo hicimos nosotros.


Capítulo 2
Como ser humano, uno está dotado con la inteligencia
suficiente como para ver claramente lo profundamente
inadecuada que es la inteligencia cuando se confronta con lo
que existe.
—Albert Einstein

LOGAN

Termino mi croissant mientras miro las sangrientas fotos de la


escena del crimen.

La sangre se esparce por las paredes con un pincel, como en los


otros cuatro casos que hemos logrado relacionar. Es una de las
pocas cosas que permanece congruente. El sospechoso siempre
pinta una pared de rojo con la sangre de la víctima.

—¿Cómo puedes comer mientras ves eso? —Elise pregunta


mientras arruga su nariz y se sienta en el borde de mi escritorio.

Ignorando su pregunta, pregunto: —¿Qué descubrieron sobre Ben


Harris?

—El forense estimó que fue torturado durante al menos tres días,
al igual que los otros tiene partes de él que han sido cortadas
incluyendo la polla —suspira.
Eso me tiene incómodo, como lo estaría cualquier hombre. ¿Se
supone que una de estas imágenes es una polla desmembrada?

—Le cortaron todos los dedos —continúa, señalando una imagen


que fue tomada de diez dedos cortados que yacían en el suelo—. Su
pecho fue lentamente arrancado pieza por pieza, el sospechoso
detuvo la hemorragia cada vez usando un método brutal de
cauterización; quería a la víctima viva durante esos tres días
específicamente. Su polla parece ser la última cosa que se fue, se
encontraron de nuevo marcas de ligaduras y cadenas colgando de
las vigas de su sótano. Creemos que el sospechoso se mantuvo fiel
a su perfil, dejando a la víctima colgada en su propia casa. Hasta
ahora, todos los hombres han tenido casas aisladas demasiado lejos
para que los vecinos puedan oír o ver algo.

Y tampoco está evolucionando: Sus golpes son controlados, bien


planeados y meticulosos en los detalles, aunque no entendamos los
detalles.

—El sospechoso debería ser una mujer, considerando la mutilación


de la entrepierna en todas las muertes —dice Craig, temblando
mientras se acerca a nuestra conversación—. Sólo una mujer
podría cortar los genitales de un hombre.

—Las mujeres asesinas en serie estadísticamente no torturan. En


realidad, son mucho más inteligentes y difíciles de localizar por eso
—dice Elise con desdén.

—Bueno, tiene que ser impulsivo. La mayoría de los asesinos en


serie lo son —Alan se une a nosotros.

Hay una razón por la que él y Craig no son perfiladores.


—Creo que es más bien un sádico sexual —explica Elise—. La
impotencia probablemente juega un papel, pero llamarlos
impulsivos no es un perfil.

—¿Así que un sádico sexual impulsivo? —Craig pregunta,


confundido.

—Los sádicos sexuales a menudo son impotentes, buscan su


liberación sexual a través de la tortura. No se encontraron señales
de violación, pero es probable que el sospechoso no haya
evolucionado y aumentado la confianza para violar a los hombres
todavía.

—¿Así que un sádico sexual gay? —Craig interroga, todavía


confundido.

—Sí —dice Elise, asintiendo.

—Todas las víctimas masculinas eran heterosexuales, según los


testigos. Si fueran homosexuales, esa teoría tendría más sentido —
agrego—. Los cinco hombres eran de la misma ciudad, pero nadie
puede pensar en ningún hombre que quisiera matar a los cinco. Sin
embargo, sé que nos estamos perdiendo algo.

—Las huellas son de un zapato de hombre de la talla doce sacado


de la suciedad en el camino a la casa, la huella es sólida de talón a
punta. Nuestro experto de campo dice que el sospechoso pesa entre
95 y 97 kilos —anuncia Elise.

—Tendría que estar físicamente en forma para poder dominar a


estos hombres como lo ha hecho el sospechoso y muy fornido,
probablemente. El sospechoso los está dominando con pura fuerza
bruta, originalmente sólo mataba alfas, lo que llevó a que el perfil
fuera un serial alfa pero Ben, aunque físicamente en forma y fuerte
era muy sumiso en su línea de trabajo. Por eso tenía tanto éxito,
porque le gustaba estar en un segundo plano en lugar de estar al
mando.

››El sadismo sexual es mucho más probable, desde la última


muerte. Puede haber un detonante de frustración sexual, lo que
debería reducir nuestra búsqueda, también deberíamos ajustar el
perfil. ¿Qué más sabemos de las víctimas?

—Estos chicos eran los mejores de sus clases en la universidad,


pero todos tenían diferentes edades, de 23 a 28 años. La
victimología1 sólo los vincula a través de la ciudad y de sus casas
aisladas. No se han mantenido en contacto, a pesar de que todos
eran amigables cuando aún vivían en la ciudad. Es posible que el
sospechoso odie a toda la ciudad, pero ¿por qué? ¿Es en parte por
venganza?

—Posiblemente —me digo más a mí mismo que a Elise.

Un asesinato en Boston, un asesinato en Denver, un asesinato en


Long Island, un asesinato en Maine y ahora una muerte en nuestro
propio patio trasero en Virginia. Este tipo está por todo el mapa,
cagándose en un patrón normal de terreno de caza.

Parecería aleatorio si no hubiéramos hecho la conexión con la


misma ciudad natal pero no la misma escuela. Tres de ellos fueron
a una escuela privada en dos pueblos más allá. Así que obviamente
esto no es un viejo rencor que se remonta a la edad escolar,
especialmente dada la brecha de edad en las víctimas que las
pondría en diferentes grados también.

—No se han reportado asesinatos en el pueblo —digo—. Si fueran


sólo dos, lo llamaría una coincidencia pero son cinco de ese pueblo,

1
Victimología: es una ciencia que estudia científicamente a la víctima y su papel en el
hecho delictivo. El estudio de las víctimas es multidisciplinar y su objeto material puede
ser estricto o amplio.
y aun así no hay muertes dentro de los límites del pueblo. ¿Qué
sabemos del pueblo?

—Pequeño muy pequeño. Quinientos habitantes; en los últimos tres


años nada de interés real ha sido noticia, excepto un lobo que atacó
a un hombre en el pastizal de su vaca. Un pueblo muy religioso.

—Los pueblos pequeños y religiosos son notorios por complicarle la


vida a los hombres homosexuales. Especialmente los pequeños
pueblos agrícolas. Tú y Leonard vayan allá y vean qué pueden
averiguar, pregunten por un hombre en excelente estado físico de
más de 1,80 de altura, entre 20 y 35 años, que podría haber sido
gay o haber mostrado interés en los hombres. Dado el aspecto
religioso, es dudoso que haya salido del armario. Pregunten si
alguien pareció luchar o mostrar un tic nervioso con frecuencia
después de tener algún tipo de contacto con un hombre atractivo.
Todos los hombres asesinados hasta ahora han estado en forma
física, solteros, atractivos y muy liberales con las mujeres. Es
posible que el sospechoso sintiera algo por ellos en algún momento,
y que se vengara de ellos por no devolverles el mismo afecto.

Frunzo los labios, preguntándome qué es lo que nos estamos


perdiendo. El perfil parece sólido y la evidencia se alinea para
apoyarlo, pero algo se siente fuera de lugar. Deberíamos haber
hecho la conexión antes, pero con todos los asesinatos tan
esparcidos por los estados, nos enteramos de esto hace dos
semanas, lo cual fue dos semanas después de la cuarta víctima.

—¿Algo más que deba anotar en el perfil antes que lo entreguemos


a la policía del pueblo?

—Sí —digo, sentado mientras estudio las fotos—. El sospechoso se


las arregló para entrar en cada casa sin que pareciera haber sido
forzada. O bien las víctimas conocen al sospechoso y confían en él
lo suficiente como para dejarlo entrar o no cerraron sus puertas con
llave. Díganles que este sospechoso tuvo que ser sociable con ellos
para poder establecer esa relación. Además, ¿hemos averiguado qué
premio se está llevando? El sospechoso tiene un apego personal a
estos hombres y tiene una fantasía sádica que está jugando con
cada asesinato, aunque la violación no parece ser parte de la
fantasía todavía. Obviamente se está excitando con la tortura por
ahora, pero dado el largo intervalo entre asesinatos, necesitaría algo
que lo detuviera. Definitivamente se llevaría un premio.

Un mes entre cada asesinato. El marco de tiempo no ha sido


cambiado, y no parece que el sospechoso se esté derrumbando
pronto, si es que lo hace. Esperaba una rápida evolución que le
hiciera empezar a fallar a estas alturas.

—Hemos revisado los cuerpos, toda la carne queda atrás y el cabello


está intacto. Además, a ninguno de los varones le faltaban joyas u
otros objetos personales, pero no podemos saberlo con seguridad
ya que todos vivían solos y no tenían a nadie que respondiera por
sus pertenencias.

Nos falta algo, maldita sea. Y me está volviendo loco.

—Ve a casa y descansa un poco has estado aquí toda la noche —


continúa Elise, poniendo su mano en mi hombro—. Una mente
funciona mejor después de descansar.

—Profundiza en el pasado del pueblo. Algo ha sucedido allí que no


sabemos, y...

—Descansa —interrumpe—. Sé cómo hacer mi trabajo. Eres inútil


si no duermes.

Maldiciendo me levanto y cierro el archivo, guardándolo mientras


Elise se va con Leonard para ir al norte a Delaney Grove. Es un
nombre extraño para el pueblo, y sé que tendré que verlo por mí
mismo para obtener respuestas reales.

Justo cuando llego a la puerta, Craig me alcanza.

—¿Te llamó la chica fría? —pregunta, sonando aburrido. Pero sé


que todavía le molesta que ella lo haya dejado plantado y me haya
perseguido. A pesar de que vio los hechos fuera de contexto y se
negó a tomar el proceso real de esos eventos.

De nuevo, por eso apesta haciendo perfiles, pero es bueno en


relaciones públicas... su lugar en nuestro equipo.

Abro la boca para decirle que no, sabiendo que le hará sentirse
vengativo y encantado, pero mi teléfono suena. Mi ceja se eleva
cuando veo el número desconocido y contesto.

—Aquí Bennett —respondo.

—Usas tu apellido cuando contestas el teléfono, como si la persona


de la otra línea no supiera a quién acaba de marcar. Es un saludo
muy impersonal, lo que me hace preguntarme si también tienes
problemas de desprendimiento Agente Bennett —me dice una voz
familiar y femenina.

Mi sonrisa se forma inmediatamente y le guiño un ojo a Craig


mientras me mira, esperando que lo saque de su profunda
desgracia.

—¿Así que realmente esperaste los tres días normales para


devolverme la llamada?

—Técnicamente, esperé cuatro días fuera de lo común.


Bien. No he dormido desde que encontramos la última víctima ayer
por la mañana. Estoy corriendo con la cafeína y el azúcar.

—Lo siento he estado despierto toda la noche, todavía no he


dormido, así que sigo en el tercer día. ¿Tendré que esperar cuatro
días entre todas las llamadas? ¿O se me permite usar este número
cuando quiera? —pregunto, viendo como Craig gime y resopla,
haciendo pucheros mientras se aparta de mi camino.

—¿Por qué has estado despierto toda la noche? —pregunta,


desviando la pregunta que le hice.

Es una reacción típica de alguien con problemas de aislamiento.

—Mi trabajo. Me hace falta dormir mucho y paso mucho tiempo en


la carretera. Supongo que tengo que decir eso ahora antes de
pedirte una cita que puedo o no tener que cancelar debido a dicho
trabajo.

Decido tirar todo por la borda inmediatamente, sabiendo que ella


ya está asustada y recelosa de la confianza. En el momento en que
la leí, pasó de fría a atormentada en un parpadeo y esos ojos verdes
atormentados han quedado grabados en mi memoria.

Con sus defensas bajas estaba perdida, casi preocupada de ser


herida sólo por hablarme. Llámalo complejo de héroe, pero me sentí
atraído por ella en ese momento.

—Es bueno saberlo a mí también me hacen faltan muchas cosas, y


tengo horarios extraños.

Mi sonrisa sólo crece, ya que ella se está abriendo. —¿A qué te


dedicas? —pregunto.
Se ríe a la ligera y es una risa muy buena para escuchar. No le
queda bien y es una risa fácil y gratuita, como si no fuera la misma
chica con la que hablé hace unos días.

—Tengo una tienda online de compra, venta y comercio. Tomo una


parte de cada venta o intercambio realizado, tengo que examinar
algunos de ellos si el trato parece demasiado bueno para ser verdad.
Por ejemplo, podría tener que hacer un viaje espontáneo en medio
de la noche si alguien en Florida está tratando de cambiar un yate
de un millón de dólares por un coche de diez mil dólares, no puedo
aprobar un intercambio así hasta que inspeccione físicamente la
mercancía y vea el papeleo adecuado. En las ventas, puedo retener
el dinero pagado hasta que la propiedad sea transferida. Los
intercambios, sin embargo, tienen que ser hechos por los clientes.
Yo sólo soy un arreglador de terceros que ocasionalmente
inspecciona.

Escucharla hablar con tanta facilidad es un poco confuso para la


forma en que la describí... La perfilé como distante y defensiva, no
de naturaleza fácil. Tal vez estoy fuera de juego porque estoy
cansado y escucho con facilidad cuando es realmente difícil.

—Aunque suena divertido —digo tontamente. De nuevo, culpo a la


privación del sueño.

—No siempre. Una vez tuve que ir a inspeccionar una de esas


muñecas “reales”. ¿Sabes? Las muñecas sexuales que están hechas
de forma realista, a diferencia de las muñecas inflables. Valen como
cinco mil dólares y el tipo las cambiaba por un pequeño pony... Ni
siquiera me hagas empezar con el asunto que hay ahí.

Una risa se me escapa antes que pueda detenerla, y siento su


sonrisa.

—¿Es esa la cosa más rara que has examinado?


—Examinar el coño de una mujer sintética hecha completa con
succión en todos los agujeros no fue el punto culminante de mi
carrera, sorprendentemente no fue el más raro.

De nuevo, me río preguntándome por qué su cambio ha pasado de


ser defensiva a encantadora en el transcurso de cuatro días.

—Entonces, ¿qué fue lo más extraño? —Le pregunto.

—Ojo por ojo. ¿Cuál es el caso más raro en el que has trabajado?

Pienso en eso cuando me subo a mi coche. La mayoría de los casos


en los que trabajo son serios, violentos y sádicos. Pero cuando
empecé...

—Me reclutaron mientras estaba en la universidad después de


hacer un examen que no sabía que era para el FBI. Decidieron que
tenía que venir a trabajar para ellos y no vi ninguna razón para
discutir. De todos modos, mi primer caso fue uno pequeño en
Indiana, era un pervertido que estaba coleccionando bragas. A
primera vista, el tipo era un pervertido sexual que eventualmente
escalaría a crímenes más duros que el robo de bragas. Por eso nos
llamaron, porque todas estas mujeres estaban aterrorizadas que un
acosador irrumpiera en sus casas y les robara la ropa interior pero
cuanto más profundizaba, más me daba cuenta que en realidad era
un chico joven, todavía pensaba que tenía fantasías sexuales. No
fue hasta más tarde que descubrimos que no estaba robando las
bragas para él. Las robaba para su madre, porque ella siempre se
quejaba que su "ropa interior barata le llegaba a la raya del culo".
Ni siquiera quieres saber lo horrorizada que estaba la madre cuando
finalmente encontramos al niño. Aún no le había dado la ropa
interior. Los estaba poniendo todos en una caja para dárselos en
Navidad.
Ella jadea y luego se ríe, yo me relajo en mi asiento mientras salgo
de Quantico, en dirección a mi casa.

—Suena extraño. Pero al menos el chico no era un pervertido


sexual. —Hay una nota tensa en su tono, pero luego se aclara la
garganta mientras bostezo—. Realmente suenas cansado. Te dejaré
ir.

—Estoy conduciendo a casa. Tengo treinta minutos de tiempo libre.


Hazme compañía.

—Hmm, supongo que todavía quieres que sea tu distracción.

Mi sonrisa se extiende. —Pediría algo más que una divertida


conversación telefónica, pero tengo que volver en cuanto duerma
un poco. Tuvimos una nueva aparición en uno de nuestros casos,
lo que significa que la carga de trabajo es fresca de nuevo.

—Hmm, ¿qué pedirías si pudieras pedir algo? —pregunta, sonando


como si estuviera coqueteando ahora, lo que anula la postura
defensiva que mantuvo hace unos días.

—Pediría una cena tal vez incluso una película si la cena saliera
bien y no tuvieras que romper el trato por faltas.

Se ríe suavemente. —¿Qué faltas serían esas? Mentes curiosas y


todo eso.

—Lo de siempre comer mocos, beber orina... fetiche con correas


donde tú serías la que me follaría. No me gusta nada de eso.

Ella empieza a reírse más esta vez y yo la escucho, asimilándolo. No


sé por qué se siente como si hubiera logrado algo haciéndola reír
pero algo me dice que probablemente no lo hace muy a menudo.
—Bueno, nunca adopté el hábito de comer mocos, beber orina no
me atrae, me tomaré una cerveza si tengo ganas de beber algo
parecido a la orina y esconderé mi correa hasta que te sientas un
poco más cómodo con tu sexualidad para intentarlo.

—Tomando en cuenta mi sexualidad. Bien —afirmo secamente,


escuchándola reír un poco más mientras continúo sonriendo.

—Entonces, ¿cómo haces el perfil de la gente? —Me pongo a pensar


cuando su risa se reduce.

—¿Cómo lo hago? O ¿por qué lo hago? —contesta.

—Ambos

—Bueno, lo hago mayormente basada en el lenguaje corporal en


persona y micro expresiones, por supuesto. Presto atención a la
ortografía cuando está por escrito, escucho el tono y las palabras
por teléfono. Lo hago porque dirijo ese sitio en línea y tienes que
conocer las tonterías de los usuarios legítimos.

—¿Diriges la tienda sola? —pregunto, buscando más información


personal.

—Tengo un socio de negocios. Se encarga de todo el trabajo técnico,


y el desarrollo de un programa para marcar posibles cuentas falsas.
Recorta mucho trabajo práctico aunque todavía revisamos las
cuentas personalmente.

—¿Y este compañero es sólo un amigo? —pregunto, husmeando


más allá.

Duda, pero luego parece divertida. —Si me preguntas si soy soltera,


la respuesta es sí, lo he estado por un tiempo, no te habría llamado
y coqueteado si estuviera con otra persona.
—Bueno, apesta que no pueda sacarte esta noche antes de que te
canses de esperar a que tenga un segundo libre. Estaré trabajando
horas extras en busca de nuevas pistas, pero si te apetece un café,
puedo reunirme contigo en el mismo sitio que nos encontramos al
volver a la oficina en unas horas. ¿Digamos cinco o algo así?

—Prefiero el café por las mañanas pero puedes comprarme un


muffin. Tienen excelentes muffins.

—Café por las mañanas —repito, mi sonrisa crece—. Anotado.

—¿Está coqueteando conmigo, agente Bennett?

—Tal vez un poco. ¿Alguna vez me dirás tu nombre?

—Oh, es cierto no sabes mi nombre. Es peligroso hablar con


extraños, ya sabes.

—Soy consciente. Hago perfiles de seriales para vivir.

Es una cosa un poco pequeña con ojos encantados, pero


bromeando debería tener cuidado con ella. Estoy seguro de que el
hecho que sepa que tengo una placa la tranquiliza; asume que todos
los oficiales de la ley son buenas almas con intenciones limpias. Eso
me dice que nunca ha tenido problemas con la ley ni ha tenido
ningún problema con ellos.

—¿Seriales? —pregunta, con la voz un poco baja, recordándome lo


que he dicho.

—Delincuentes en serie. Pasé del ladrón de bragas en serie a


asesinos en serie, espero que eso no sea un problema, he tenido
problemas en el pasado para mantener una relación por eso.
Se aclara la garganta. —Humm, no hay problema. ¿Pero no deberías
mantener esas cosas en secreto de los extraños?

—No está clasificado. He estado en las noticias una o dos veces


hablando además, preferiría que no fuéramos extraños. Entonces,
¿cómo te llamas?

Hace una pausa más larga de lo que me gustaría. La he entendido


bien y mal, pero no estoy seguro de qué grados en cada frente así
que ni siquiera me molesto en adivinar por qué está callada.

—Es Lana. Lana Myers. Siéntete libre de investigarme, Sr.


Perfilador.

El tono de luz ha vuelto y he cruzado el camino final para llegar a


casa.

—Prefiero que me sorprendas, Lana Myers. Sólo hago una


comprobación de antecedentes no invasiva para asegurarme que no
eres una criminal o una fugitiva eso podría ser un problema, dado
mi trabajo —digo, riendo ligeramente.

Ella también se ríe, y luego suspira. —¿Café más tarde? —pregunto.

—Muffin, ¿recuerdas?

—Bien. Lo siento no he dormido nada.

—Te veré más tarde, Agente Bennett.

—Definitivamente —le digo alrededor de un bostezo cuando llego a


mi casa.

Ella cuelga e inmediatamente escribo su nombre en un texto para


Hadley.
HADLEY: ¿Qué estoy buscando?

YO: Sólo los antecedentes penales.

HADLEY: Hecho y hecho. Está limpia.

YO: Eso fue rápido.

HADLEY: Eso dijo ella2.

Riéndome, guardo mi teléfono y entro. Mi mente está cansada, pero


sigo pensando en los hechos del caso, pensando en cualquier cosa
que nos estemos perdiendo.

El sospechoso tortura a sus víctimas durante días, pero no por la


misma cantidad de días. Tres días esta última vez, dos días cada
uno en las dos primeras víctimas, cuatro días en la tercera y cuarta
víctima. La falta de consistencia no tiene sentido ni tampoco la piel
del objetivo que se quita siempre es diferente, excepto por la maldita
remoción de la polla. A veces se cortan todos los dedos. A veces no.

Mi casa está vacía, tranquila y un tanto escalofriante, considerando


el caso en el que estoy trabajando. Todas las víctimas son un reflejo
de mí mismo; solteras, solas, físicamente en forma, viviendo en un
área aislada y adictos al trabajo.

Mi vecino más cercano está a uno punto seis kilómetros de


distancia.

Nadie se da cuenta que las víctimas están desaparecidas durante


días, todos llaman al trabajo es una grabación de la voz de un
hombre, por lo que podemos suponer, considerando que las

2
That’s what she said: eso dijo ella, frase popular en el mundo anglosajón. Se trata de
encontrarle un doble sentido sexual a la frase más inocente.
palabras son exactamente las mismas. Ninguno de los negocios
graba esas llamadas, obviamente, así que tenemos que confiar en
la persona que recibió la llamada.

El último cuerpo fue encontrado sólo porque uno de sus colegas de


trabajo quiso averiguar por qué no fue a trabajar el cuarto día y
nunca llamó ese día.

Es deprimente saber que nadie fuera del trabajo se da cuenta de su


desaparición. Lo mismo se aplicaría a mí.

Mis ojos examinan mi casa por costumbre buscando cualquier cosa


fuera de lugar. Una vez que me siento seguro que nada ha sido
perturbado, me quito el arma, pongo la alarma y me acuesto en la
cama.

Mis ojos se cierran y espero ver las imágenes de los cadáveres como
siempre lo hago.

En cambio, estoy perdido en un par de ojos verdes encantados que


veré más tarde.
Capitulo 3
Cuando estás cortejando una chica agradable, una hora
parece segundo. Cuando te sientas en una estufa ardiendo,
parece una hora. Eso es la relatividad.
—Albert Einstein

LANA

Son más de las cinco cuando empiezo a mirar mi reloj,


preguntándome si realmente me están plantando esta vez. No estoy
segura de que me obligó a llamarlo, coquetear con él y luego acordar
una cita tal, vez sea porque necesito sentirme menos como un
monstruo frío y más como una mujer.

Yo viví. Otros murieron.

Yo viví, pero me siento muerta.

Tal vez quiero sentirme viva, considerando que mi tiempo puede ser
limitado. Debería atesorar cada momento... cuando no estoy
cobrando una deuda atrasada. No es exactamente romántico
pensar en un tipo mientras estás cortando a otro en pedazos, pero
Logan estuvo definitivamente en mi mente durante los tres días que
pasé cobrándome la deuda de Ben.

Tampoco en los rincones oscuros de mi mente que están reservados


para la venganza. No. Logan estaba en las partes buenas que yo
creía que ya no existían, despertó una luz largamente perdida como
si no todo lo bueno dentro de mí hubiera sido destruido.
Justo cuando estoy a punto de enviarle un mensaje y averiguar si
está bien, hay un cuerpo que se desliza de repente en el asiento
delante de mí, y mis ojos aparecen para encontrarse con un par de
suaves azules. Podría mirar esos ojos todo el día. El resto de él
también está a la altura de esos ojos perfectos.

Es el pecado y el placer envueltos en un paquete que estoy tentada


a mirar.

—Lo siento mucho —gime, haciendo señas a una mesera—. Había


tráfico, tuve que abusar de mi poder y encender las luces para poder
pasar.

Mi sonrisa me sorprende cada vez que me hace usarla. —Está bien,


sólo estaba preocupada —miento, bueno, más o menos. Estaba
preocupada por él y me preocupaba que me hubieran dejado
plantada.

Su sonrisa es genuina e instantánea cuando ve que no estoy


enfadada y la mesera aparece, terminando el momento de dos
idiotas sonriéndose el uno al otro.

Honestamente no puedo recordar un momento en el que mi


estómago estuviera revoloteando. Era sólo una adolescente cuando
mi vida se hizo añicos y la ilusión de normalidad se mantuvo por
siempre fuera de mi alcance.

Esto es lo más humano que he sentido en mucho tiempo y es sólo


un café de camino al trabajo.

Ambos ordenamos y la mesera se aleja después de darle un rápido


vistazo y guiñarme el ojo como si lo aprobara. No es que necesite su
aprobación.
—Entonces, ¿qué te hizo acceder a conocerme? —pregunta,
aparentemente saltándose la charla. Supongo que es prudente, ya
que nuestro tiempo será limitado sin mencionar que él interroga
para ganarse la vida, así que es natural empezar una cita así con
él.

Decido no decirle que me hace sentir como una mujer en lugar del
monstruo en que me he convertido, ya que me encerraría y tiraría
la llave.

—¿Qué te hizo querer invitarme a salir? —Le pregunto en su lugar.

Su sonrisa se extiende más allá. —Te estás desviando pero te


seguiré el juego, has estado en mi cabeza. Tu turno —dice,
apoyándose en la mesa con los codos.

—Tú también has estado en mi cabeza.

—Ah ves, eso es hacer trampa. No puedes repetir como un loro mis
palabras para no revelar demasiado. Esa es una herramienta
comúnmente usada en una personalidad independiente.

—Deja de perfilarme —digo con una sonrisa burlona, pero


esperando en secreto que realmente deje de hacerlo.

¿Y si ve demasiado? ¿En qué diablos estoy pensando? Esta es la


cita más estúpida a la que podría ir.

Por fin conozco a un chico con el que quiero salir, tal vez incluso
conocer, y tiene que ser el único que ¿pueda ver a través de mí?

Me estudia demasiado intensamente, pero mantengo mi sonrisa en


su sitio esperando que no parezca tensa.

—Riesgo laboral. No puedo apagarlo. Ojalá pudiera, pero no puedo.


Genial.

Sigue esperando mi reacción, trato de pensar en cómo reaccionar


adecuadamente. ¿Cómo reaccionan las mujeres normales?
¿Salpican, ensucian su placa y sus habilidades? ¿Se ofenden por
su confesión de perfiles constantes, sintiendo que no les deja tener
esa privacidad? No tengo ni idea.

—¿Cuánto ha afectado eso a tu vida amorosa? —pregunto,


decidiendo no reaccionar en absoluto y mantener mis expresiones
enmascaradas.

Gime mientras sacude la cabeza y se inclina hacia atrás. —Más de


lo que me importa admitir. Las mujeres prefieren decirme cómo se
sienten en vez que yo se los diga, he tratado de detenerme pero no
puedo. Considéralo una rareza de la personalidad. Tenía
esperanzas contigo; parece que tú haces lo mismo.

Sus ojos encuentran los míos y realmente parece esperanzado.


Tiene razón. Yo hago lo mismo pero por razones completamente
diferentes.

Él sirve a la justicia lo mejor que puede.

Yo sirvo a la venganza de la manera que debe ser.

—¿Cómo es tu vida de citas? —pregunta, indagando una vez más.

Como una telaraña con un montón de bichos muertos en ella... De


nuevo, no es la respuesta más apropiada.

Mientras la mesera viene y deja nuestro pequeño pedido, intento


pensar en la mejor respuesta esperando a que se vaya para
responder.
—Un poco seca por el momento.

—Ouch —dice, pero sonríe.

—Bueno, no en este exacto momento —digo, sintiendo que esa


estúpida e incontrolable sonrisa se extiende de nuevo.

—Así que háblame de ti. —Me hace un gesto con una mano
mientras usa la otra para llevarse el café a los labios.

—Veintiséis, nueva en la zona, en constante movimiento y tengo


una extraña fijación con los calcetines. ¿Tú?

Frunce el ceño, como si algo no le gustara.

—¿Te mudas mucho? —pregunta, sin responder a mi pregunta.

Nos hacemos eso el uno al otro, supongo. Evita responder a las


preguntas que nos hacemos nosotros mismos.

—Sí, he vivido en casi treinta estados. Crecer fue algo aburrido,


vivíamos en un pueblo pequeño y todos sabían todo sobre todos.
Después que mis padres murieron se puso peor. De todos modos,
me he mudado a todos lados tratando de encontrar lo que se siente
como un hogar.

—¿Ha habido suerte aquí? —pregunta, aclarando su garganta.

—Tal vez —digo encogiéndome de hombros.

Apenas lo conozco, así que decirle que es lo primero que ha


despertado tanto mi interés definitivamente sería demasiado fuerte.
—Así que tus padres... —Se deja llevar por las palabras,
mostrándose incapaz de preguntar lo que quiere saber.

—Accidente de coche —miento parcialmente, forzando una sonrisa


falsa.

—Lo siento —dice, soplando un aliento.

—Fue hace años. Ahora, ¿acerca de ti? —Me siento, desesperada y


lista para un cambio de tema.

Me muestra una sonrisa, pero no llega a sus ojos. —Veintinueve,


soy dueño de una casa en un tranquilo pedazo de tierra, era de mi
padrastro pero me la dejó antes de morir. Mi madre está viviendo
con su nuevo marido en Miami. Así que sólo soy yo.

—¿Qué hay de tu padre biológico? —Me doy cuenta demasiado


tarde que no debería entrometerme tanto, cuando no quiero que él
se entrometa también.

Ninguno de los dos tiene la oportunidad de fisgonear.

Su teléfono suena, llamando su atención, suspira de una manera


que probablemente significa que nuestra corta y dulce charla ha
terminado.

—Joder —dice en voz baja, haciendo que mis labios se muevan.

Es sólo una palabra, pero empezaba a preocuparme que fuera un


chico del coro.

Sus ojos vuelven a aparecer para ver los míos. —Odio irme tan
rápido, pero...
—Está bien —interrumpo, ignorando la pequeña punzada de la
decepción.

Lanza un billete de veinte, que es más que suficiente para cubrir la


cuenta que posiblemente cueste un billete de diez dólares.

—Lo siento mucho —dice, maldiciendo en voz baja mientras está de


pie.

Me pongo de pie y complico las cosas, porque no sé si debo


abrazarlo, tocarlo o saludarlo como una idiota.

Lo saludo como una idiota.

Cielos.

Él sonríe, arqueando una ceja hacia mí. —¿Te llamo más tarde? —
pregunta, su sonrisa se convierte en una gran sonrisa.

Estoy ocupada sintiéndome como una idiota así que sólo asiento,
no confío en que mi boca sea menos estúpida que esta
increíblemente incómoda señal que sigo haciendo. Es como si mi
mano hubiera perdido el contacto con mi cerebro y la maldita cosa
aún se estuviera moviendo.

Su teléfono suena esta vez, se da la vuelta y se aleja antes de


contestar. Me vuelvo a sentar preguntándome cómo planear un
brutal asesinato es más fácil que salir con alguien.

El mundo está demasiado jodido.


Capítulo 4
Fuerza siempre atrae a los hombres de baja moralidad.
—Albert Einstein

LANA

LOGAN: Bistec. Te llevaré a comer un bistec tal vez


hasta langosta también. ¿Te gusta la carne roja y los
mariscos?

Sonrío cuando veo el texto aleatorio de Logan. Ayer me sentí


incómoda, pero luego me llamó y me hizo olvidar lo poco
familiarizada que estoy con todo esto, porque no pareció importarle.
En todo caso, parecía más intrigado.

YO: Sí y sí. También me gusta el vino para tu


información.

LOGAN: Vino, entendido. ¿Qué vas a hacer hoy?


¿Alguna posibilidad que vayas a la ciudad por más
café? ¿O un muffin, mejor?

Termino de ocultar la última cámara sobre la entrada de la puerta.


Entrar no fue fácil, considerando que Tyler o su esposa cierran las
puertas inmediatamente cuando llegan a casa o se van, pero
finalmente me las arreglé para entrar y dejar una ventana abierta
para más tarde.
Sin sistema de seguridad. Sólo uno de mis objetivos planeados tiene
un sistema de seguridad, eso lo tendrá que manejar Jake. Jake es
un verdadero mejor amigo. ¿A cuánta gente te acercas, les dices que
quieres vengarte, les cuentas tu plan, y luego empiezan a ayudarte
a evitar que te atrapen?

Agarro mi teléfono y le envío un mensaje a Logan, encontrando


extrañamente relajante tener una conversación normal mientras
trabajo en el plan.

Tal vez realmente soy una psicótica.

YO: Hoy no, estoy en una revisión de comercio. No


volveré hasta mañana.

Eso no es del todo una mentira. Hice una revisión de comercio...


Sólo que estaba en el mismo pueblo.

La esposa de Tyler está fuera de la ciudad en una conferencia de


trabajo lo que me da mucho tiempo para revisar su casa.

El suelo es nuevo como el resto de la casa, que no cruja es algo muy


bueno. Mi teléfono suena en mi bolsillo mientras camino por los
pasillos, revisando todo lo que pueda suponer un problema.

LOGAN: Mañana estaré en algunos pueblos, haciendo


malabares con algunos casos ahora mismo parece
que la gente no puede dejar de matar a otras
personas.

Hay que amar la ironía.

Estamos tan mal emparejados que ni siquiera es gracioso.


Si hubiera visto el mal que yo he visto, entendería por qué algunas
personas merecen morir.

YO: ¿Alguna vez has tenido que matar a alguien?

No es la mejor pregunta para un tipo con el que sólo has tenido una
cita en una cafetería, si es que puedes llamarlo una cita.

LOGAN: Muchas veces. No todos los casos terminan


con el perpetrador en la cárcel, por desgracia.

Bueno, ha matado a mucha gente de la misma manera con la


misma metodología y razonamiento... así que técnicamente es un
asesino en serie también. Es lógicamente veraz. Aparte de llevar
una placa para encontrarlo legalmente justificable, somos iguales.
Bueno, yo torturo a mis víctimas primero pero eso es sólo un
minucioso análisis de los hechos.

LOGAN: ¿Eso te molesta?

Me río antes de poder detenerme y gimoteo mientras muevo la


cabeza, feliz que no haya nadie aquí para oírme. El humor morboso
probablemente no me llevará lejos en esta relación.

YO: Para nada. Estoy segura de que tenías que


hacerlo o no lo habrías hecho en absoluto.

A veces la gente no encuentra justicia. A veces tienen que tomarla.

—¿Quieres jugar, Victoria? Sabes que sí. —El aliento de Ben se siente
como un ácido contra mi frente, me las arreglo para golpearlo con una
rodilla, conectando con su lado.

Él maldice y gira la cabeza.


—¡Sujétala! —le grita a Tyler—. O me aseguraré de que ella también
te clave unas cuantas veces.

Un grito atraviesa la noche, pero no es mío. Me niego a que me oigan


gritar.

—Gritas muy bien —oigo a Kyle decir, riéndose desde algún lugar
detrás de nosotros, pero no puedo verlo ni lo que está haciendo.

Y no quiero verlo.

Ni siquiera quiero ver lo que me están haciendo.

Los recuerdos solían dejarme acurrucada en una especie de bola y


llorando durante horas, ahora me alimentan. Alimentan mi misión.
Me hacen avanzar.

Me hacen un poco asesina.

Sacudiendo la cabeza, me muevo más rápido por la casa


escondiendo la última cámara en el osito de peluche de la cama de
Tyler. Aparentemente a su esposa le gustan los peluches o al menos
espero que sea su esposa a la que le gustan los peluches, odiaría
saber que he temblado de miedo por un tipo que lleva un oso de
peluche.

Al entrar en la última habitación, me doy cuenta que está


insonorizada con grandes cantidades de relleno de estudio para los
músicos. Esta será la habitación perfecta, ya que no tiene sótano y
no hay ventanas aquí.

No se añadirán cámaras en esta habitación.

Hay algunas guitarras alineadas, todas ellas bonitas y brillantes.


Toda su vida es bonita y brillante. Al igual que todos ellos.

No puedo esperar a pintarla de rojo.


Capítulo 5
Lo único realmente valioso es la intuición.
—Albert Einstein

LOGAN

—¿Quién es la chica? —Elise pregunta, aclarándose la garganta


mientras se sienta en el borde de mi escritorio.

Estoy sonriendo cuando dejo el teléfono pero enmascaro mi


expresión.

—Ni idea de lo que estás hablando —miento, controlando todas mis


micro expresiones.

—Puedes mentir todo lo que quieras pero te delatas a ti mismo


cuando miras tu teléfono, hay dos razones por las que un tipo
sonríe a su teléfono de esa manera: Porno o una chica.

Riendo miro hacia otro lado, estudiando algunas nuevas pruebas


del caso del “Boogeyman3". Odio cuando los medios de
comunicación dan un nombre a los sospechosos, solo alimenta sus
delirios y les da la atención que anhelan. Afortunadamente aún no

3
Boogeyman (se dice también: bogieman, bogeyman, boogie man; en resumen, variantes
homófonas con diferente transcripción) es un aterrador ser legendario caracterizado
como un asustador de niños. Su equivalente en países hispanohablantes es "el coco" o
"cuco" y, más lejanamente, el hombre de la bolsa (el viejo del costal, el viejo del saco, el
señor de la basura, o el ropavejero).
se han enterado del caso de nuestras víctimas mutiladas y
torturadas. Odiaría saber el nombre que le han dado a ese caso.

—Enviamos un equipo a Boston para seguir las nuevas pistas de


los asesinatos de allí. Hemos aislado la zona de confort y hemos
reducido el número de sospechosos. ¿Estás bien para ir? me
mantengo al día en el caso de mutilar y matar —digo en lugar de
responder a su otro comentario.

Respira hondo. —Claro, iré a Boston pero deja de mirar todas esas
fotos, te van a dar pesadillas —me dice, señalando las fotos que
están esparcidas por mi escritorio. Siempre tengo copias de la
pizarra hechas para mi escritorio. Ver las cosas desde varios
ángulos te ayuda a captar lo que de otra manera podrías pasar por
alto.

—Necesito encontrar el verdadero motivo detrás de estos


asesinatos. —Observo a la última víctima muerta y castrada.

—A veces no hay motivo. Hicimos el perfil del sospechoso, de ser


sexualmente reprimido, probablemente porque es gay y no puede
aceptarlo. Como resultado, está en camino de convertirse en un
sádico sexual una vez que lo acepte lo más probable es que estos
hombres se burlaron de él, se mofaron de él o lo rechazaron. La
policía local está tardando en respondernos, no creo que se tomen
a este tipo tan en serio como deberían. Hablé con varios pueblerinos
pero actuaron como si nadie fuera gay, como si fuera una blasfemia
siquiera considerarlo. Quise mostrarles fotos de mi hermano y su
esposo sólo para impactarlos en algún momento.

Mis labios se mueven.

—Cuanto más pequeño es el pueblo más resistentes a los forasteros


son, no les gusta que nos entrometamos en su pueblo, y seguro
como el infierno que no quieren que descubramos ninguna
suciedad que pueda empañar su reputación. Pero eventualmente
nos tendremos que establecer allí. El sospechoso volverá para el
final —digo con un fuerte aliento.

Asiente mientras está de pie y coge las llaves de mi escritorio, antes


de mirarme fijamente mientras me quedo sentado.

—Sólo un recordatorio amistoso... todos somos adictos al trabajo


así es como hicimos este equipo, siempre hay tres o más casos a la
vez, a pesar de la forma tan encantadora en que la televisión nos
muestra como si tuviéramos un solo caso a la vez y tiempo libre
entre ellos. Citas... Bueno. No es tan fácil, hay una razón por la que
todos estamos solteros, divorciados o ambos a menos que estés
saliendo a escondidas con alguien que trabaje aquí, nunca podrás
ver a la persona que te espera en casa.

Se da la vuelta y se aleja, echando una mirada por encima del


hombro. Me encojo de hombros. Tenemos algo de tiempo libre, no
es mucho pero es suficiente. Espero que sí. Odiaría saber que mi
vida sólo pasara persiguiendo psicóticos hasta que muera solo.

YO: Realmente necesitamos vernos de nuevo, los


mensajes de texto apestan.

LANA: Estoy de acuerdo. Me están dando calambres


en los dedos.

YO: ¿Pasa algo en dos días? No tengo planes para el


desayuno.

LANA: Dentro de dos días estaré en Virginia


Occidental. ¿Y mañana?

YO: No puedo. Tengo que volar a Boston para una


rápida reunión informativa. Volveré mañana por la
noche, pero tengo mucho trabajo que terminar. Será
más de medianoche antes de que me vaya. Si me voy.

LANA: Entonces, enviar mensajes de texto es


divertido, ¿no?

Me río y gimoteo, relajándome en mi asiento mientras Craig entra


en mi oficina.

—Así que el Alguacil del Condado de ese pueblo de mala muerte


finalmente llamó. Acabo de hablar con él por teléfono, vive allí y
parece que cree que dirige todos los departamentos de policía del
condado. De todos modos, dijo que no hay “gays” viviendo en sus
pueblos, esos son las personas de la ciudad que olvidaron cómo ser
hombres y mujeres. —Craig pone los ojos en blanco y yo maldigo.

—La represión es un caldo de cultivo para los asesinos en serie.


Negar que alguien pueda ser algo distinto de lo que quiere que sea
no nos ayudará a encontrar al sospechoso antes que vuelva a
atacar.

—Dije casi exactamente lo mismo pero no cambió de postura,


piensa que es una coincidencia que esos "pobres chicos" hayan sido
asesinados. Culpa a la mudanza de su casa porque el resto del
mundo está lleno de maldad. Seguro que trabaja con una
mentalidad de culto, y no me sorprendería que todos los pueblos
pequeños en los que es alguacil bebieran esa agua.

—Tendremos que hacer un perfil de toda la ciudad si alguien no


habla —me quejo.

—¿Crees que el sospechoso sigue siendo un residente de allí? —


pregunta mientras toma asiento frente a mi escritorio.
—Creo que es improbable pero posible. No tenemos suficiente
información para usar para un perfil más específico.

Pone sus manos delante de su boca, sus ojos vacíos mirando


fijamente a mi escritorio.

—Los medios de comunicación harán girar todo tipo de teorías si se


apoderan de esta historia antes de que estemos listos para dar un
perfil concreto —dice distraídamente.

—Estoy consciente de ello. Al menos sabemos que el alguacil no va


a difundir la historia antes de que estemos listos.

Asiente con la cabeza, sin mirar nada en particular.

—No entiendo cómo lo haces —dice, apartando los ojos de una de


las fotografías—. ¿Cómo te metes en la cabeza de alguien que es tan
enfermo y sádico?

—¿Cómo manejas las mil y una preguntas de los medios de


comunicación? —pregunto con un encogimiento de hombros—.
Todos tenemos nuestros puntos fuertes, no me meto en sus cabezas
me arrastro dentro de su mente, es la única manera de entender su
mentalidad delirante porque no puedes pensar como lo haría una
persona racional. Una mente retorcida es una que forma su propia
realidad. Por eso necesito saber más sobre estos asesinatos. No deja
suficientes pistas para armar el rompecabezas.
Capítulo 6
Admito que los pensamientos influyen en el cuerpo.
—Albert Einstein

LANA

Mi vida ha empezado a girar alrededor del timbre de un teléfono.


Bueno, durante los últimos cinco meses ha sido así, pero un
teléfono diferente. Normalmente es el teléfono clonado el que me
tiene saltando y corriendo para agarrarlo, no es mi verdadero
teléfono, no hasta el agente Logan Bennett hace un par de semanas.

LOGAN: Craig acaba de preguntar si eres lesbiana.

YO: ¿Quién es Craig?

LOGAN: No tienes idea de cuánto disfruto esa


respuesta. De hecho, acabo de ocasionar algunas
miradas curiosas sobre por qué me estoy riendo.

No tengo ni idea de por qué le parece tan divertido.

YO: En serio, ¿quién es Craig?

LOGAN: Realmente quiero verte de nuevo.

YO: Bueno, dejemos los dos nuestros trabajos para


que finalmente podamos tener una cita.
LOGAN: Con los caminos sin salida que encuentro en
todos mis casos, empiezo a preguntarme si no es
hora de cambiar de carrera.

YO: Si te hace sentir mejor, yo también contemplé


un cambio de carrera. Ayer conocí a un tipo que
cambiaba todos los consoladores de su esposa por
una lavadora a presión. La esposa estaba furiosa
cuando aparecí para inspeccionar la calidad de sus
"juguetes".

Al menos eso es cierto. Odio las veces que tengo que mentirle.

LOGAN: Acabo de escupir café por todo mi escritorio.

YO: Qué coincidencia. Aparentemente ella también


era una escupidora, el marido me informó de eso
como si quisiera saberlo. #Sobrecompartir

LOGAN: Detente. Por favor, detente. Todos aquí


piensan que estoy loco por reírme tanto.

YO: No fue el encuentro más incómodo que he


tenido, pero tampoco será uno de mis mejores
momentos.

LOGAN: ¿Así que los consoladores no fueron


cambiados por la lavadora a presión?

YO: No, y me enteré que los necesitará más que


nunca, ya que no la tocará por un tiempo, según ella.
No estaba feliz cuando me fui. Aparentemente fue mi
culpa por aparecer una hora antes, porque de otra
manera se habría ido.
LOGAN: Vale tú ganas. No puedo competir con eso.
YO: #Objetivospersonales

LOGAN: ¿Siempre vas a la cafetería donde te conocí?

YO: Humm... es un cambio abrupto de conversación,


pero sí, lo hago. Me mudé aquí hace poco más de un
mes, y esa fue la primera taza decente que encontré.

LOGAN: Entonces desearía haber parado allí antes de


ese día. Tuve un tiempo de inactividad dos semanas
antes. Podríamos haber estado haciendo esto en
persona entonces.

YO: ¿No vas siempre allí?

LOGAN: Esa fue mi primera vez. Craig y yo fuimos a


hablar con algunos de los superiores sobre algunas
medidas de seguridad. Sólo nos detuvimos ese día
porque nuestro lugar habitual estaba cerrado por
renovaciones.

YO: Oh, ¡ESE es Craig!

LOGAN: ¿En serio no recuerdas su nombre?

YO: Sólo conservo los nombres de la gente que me


gusta o quiero matar.

Me estremezco cuando lo leo y me doy cuenta que no es un buen


chiste, aunque sea cierto, para un agente del FBI.

LOGAN: Espero estar en la lista correcta.


Doy un respiro, luego sonrío al chiste morboso, ahora que sé que
no se lo toma en serio.

YO: Lo estás. Actualmente estás en la parte superior


de la lista correcta. Hace tiempo que no sonrío como
cuando hablamos.

LOGAN: Debí haberte besado.

Mi corazón late en mi pecho mientras leo eso, luego lo vuelvo a leer.


Una y otra vez. Y otra vez.

Cada vez hace que mi estómago se revuelva, y trato de procesar


todas las reacciones raras que tengo hacia él. Me hace sentir y
actuar como la persona que nunca pensé que podría ser de nuevo,
y apenas lo conozco. Sólo lo he visto dos veces.

Sin embargo, no pasamos ni un día sin hablar y es el momento


culminante de mi día.

Todos los días.

Cada vez.

Cada palabra.

YO: Sí. Deberías haberlo hecho, entonces podría


haberme ahorrado la incómoda señal que hice.

LOGAN: Pero la incómoda señal fue muy linda.

YO: Ja. Un tipo divertido. Ya veo cómo es. Ha pasado


un tiempo desde que intenté la escena de las citas.
En realidad, sólo han pasado unos siete meses pero como siempre,
el nivel de interés murió después de un mes, porque todos los
sentimientos que quería sentir nunca surgieron. Habría una
fracción de la chispa que siento con Logan e intentaría forzarla,
desesperada por sentir algo más que ira, odio, rabia... ruptura.

Pensé que había perdido esa habilidad. Pensé que la habían tomado
de alguna manera.

Entonces llegó exactamente lo que había estado buscando desde


antes de empezar la lista de asesinatos, el problema es el hecho que
es mi opuesto en el sentido no tan bueno. Es decir, yo mato gente
y él atrapa asesinos y no puedo detenerme. Desearía no haberlo
conocido tan pronto en mi lista.

Todavía hay muchos más nombres en mi lista, todavía tengo que


corregir tantos errores. Mi teléfono suena y miro hacia abajo,
sonriendo antes de poder ayudarme a mí misma.

LOGAN: Entonces definitivamente debería haberte


besado.
Capítulo 7
La imaginación es más importante que el conocimiento. El
conocimiento es limitado. La imaginación circunda el
mundo.
—Albert Einstein

LOGAN

—Sabemos por los cinco asesinatos anteriores y las mutilaciones


que la frustración sexual y el posible rechazo fueron los principales
motivos. —A pesar de que siento que hay una tonelada de mierda
más—. Tal vez el sospechoso se siente inadecuado, posiblemente
por el rechazo o algo aún más grande que ha sucedido en el pasado.
Necesitamos encontrar un vínculo y empieza en esa ciudad.
Leonard y Elise han regresado a Delaney Grove, buscando a alguien
que pueda hablar. Por ahora, el resto de nosotros permaneceremos
aquí donde ocurrió el último asesinato. Es la escena del crimen más
reciente —le digo al grupo.

Toman sus carpetas y archivos y me dirijo a mi oficina, sintiéndome


demasiado cansado para pensar con claridad. Durante las últimas
dos semanas, me he quedado en mi oficina o he conducido a casa
para dormir unas horas.

A diferencia de la mayoría de los asesinos en serie, este no está


ascendiendo en la escala de tiempo o en el factor de riesgo. No se
está volviendo más atrevido, lo que significa que se mantiene más
inteligente. Lo que es una mierda para nosotros, porque no está
cometiendo ningún error.
El rastro se va a enfriar. Una semana más y podría haber otro
cuerpo a nuestros pies.

Mi teléfono suena y miro el texto, sonriendo cuando veo quién es.


No tengo ni idea de por qué se molesta en hablar conmigo, ya que
todo lo que hemos hecho es mandarnos mensajes o hablar por
teléfono desde el día que tuve que dejarla en la cafetería.

LANA: Sabes, siempre me burlé de la idea de Netflix


y Chill4, pero ahora veo el atractivo.

YO: Ni siquiera tengo un televisor.

LANA: ¿Qué? ¿Cómo?

YO: Sigo queriendo comprar uno...

LANA: Agente Bennett, lo siento. Esto tiene que


terminar ahora.

YO: Al menos llámame por mi nombre de pila si estás


terminando las cosas.

LANA: Agente Bennett suena más sexy.

Eso me hace sonreír.

YO: ¿Oh? ¿Las esposas te excitan?

LANA: La restricción es un infierno, no. No es lo mío.


Pero no me opondría a usarlas en ti... si llegamos a
ese nivel, claro.

4
Netflix and Chill: se utiliza para referirse al sexo casual
Mi polla se agita en mis pantalones y mentalmente cuento los meses
desde la última vez que tuve tiempo de pensar en el sexo. Para el
quinto mes, dejo de contar, porque es simplemente deprimente.
Necesitaré unas cuantas citas con mi mano antes de intentar
enfrentarme a Lana y avergonzarme a mí mismo.

YO: ¿Cena mañana?

LANA: ¿Puedes hacer la cena?

YO: No hay pistas en este momento en mi caso, así


que tengo algo de tiempo libre. No será mucho
tiempo libre, pero tiene que ser mejor que enviar
mensajes de texto todo el tiempo.

LANA: No estoy segura del protocolo en esta


situación.

Mi ceja se eleva cuando leo su último texto.

YO: ¿Qué protocolo?

LANA: ¿Se me permite decir que sí a una invitación


a cenar de último minuto? ¿O está mal visto que
parezca disponible con tan poco tiempo de aviso? ;)

Eso me hace sonreír y reírme para mí mismo mientras me siento y


miro el reloj. Son más de las nueve, pero realmente quiero verla
ahora mismo.

YO: Será un montón de avisos cortos de mi parte, así


que espero que seas el tipo de chica que puede estar
disponible... Espero que eso suene mejor en voz alta.
LANA: Suena... Sí, no. No suena bien, pero entiendo
lo que quieres decir. Sí a la cena. :) Espero irme con
algo más que una señal incómoda esta vez.

Elevo el puño al aire y luego miro hacia arriba para ver unos ojos
curiosos sobre mí a través de la puerta abierta de mi oficina.
Sintiéndome como un imbécil de catorce años, le envío un mensaje
de nuevo.

YO: Esta vez no me iré con sólo un saludo. Quién


sabe cuándo te volveré a ver, o si seguirás lidiando
con mí horario de mierda.

LANA: Mi horario es bastante malo también.

YO: ¿Está mal que esté tentado de preguntarte


dónde vives para poder pasar esta noche sutilmente
con la excusa que estaba en el vecindario y creí ver
a alguien demasiado cerca de tu casa?

LANA: ¿Está mal que espere que rompas algunas


reglas, encuentres mi dirección y hagas eso?

Gruñendo, miro el momento, luego la pantalla de mi ordenador.


Decidiendo abusar totalmente de mis privilegios, busco su
dirección. Pero eso es todo lo que investigo. Agarro mi teléfono, tomo
mi GPS, agarro mi "bolso de viaje" de la oficina y corro hacia mi
auto.

Como es una locura y una presunción llevar un bolso, la tiro por la


espalda, esperando que ella no la note y se dé cuenta que estoy
esperando mucho más de lo que debería. Obviamente me iré tan
pronto como llegué si ella quiere, pero realmente espero que no
quiera que me vaya.
Porque Lana Myers ha estado en mi cabeza desde el día en que la
conocí, y sería bueno que alguien notara mi ausencia.
Capítulo 8
Para conocer los secretos de la vida, primero debemos darnos
cuenta de su existencia.
—Albert Einstein

LANA

Miro fijamente mi último texto y el espacio vacío debajo de él,


porque nunca me devuelve el mensaje. En serio, soy malísima
coqueteando.

Gruñendo, me levanto echando una mirada al monitor de la pared,


Tyler camina delante de la cámara en bóxer sonriendo mientras
manda un mensaje a alguien. Mi teléfono secundario suena en el
momento justo, y miro hacia abajo y leo los mensajes que está
enviando a una chica llamada Denise.

TYLER: ¿Qué llevas puesto? Estoy pensando en ti.

Pongo los ojos en blanco, esperando que Denise le diga que se joda.
Pero no lo hace.

Es difícil verlos vivir sus vidas durante un mes, tengo que verlos
amando la libertad que me robaron. La libertad que nos robaron.

Tyler es el primero que se casó y aparentemente tiene una aventura,


lo he estado guardando para el final pero ahora mismo, no puedo
permitirme ir a casa y correr entre tantos. Y la carrera es una
descripción exacta de cómo será ese tiempo, considerando que será
muy fácil que me atrapen si trato de espaciar como lo hago ahora.

Jake me aseguró que los federales están investigando nuestro


pueblo natal, era sólo cuestión de tiempo antes que relacionaran
los asesinatos e hicieran la conexión. Esperaba tener más tiempo
antes que me siguieran la pista, de ahí la razón por la que empecé
los asesinatos fuera del pueblo.

Por supuesto, no es que vayan a relacionar nada de esto conmigo.


Lana Myers no existe en ese pueblo. Nunca ha existido.

Victoria Evans murió hace diez años, ya no me parezco en nada a


ella. Se aseguraron de eso. Mis ojos se dirigen al pequeño espejo en
la pared a mi lado. Sin ningún tipo de maquillaje, se pueden ver
algunas cicatrices leves.

Gasté mucho dinero para asegurarme que hubiera el menor


número posible de cicatrices. Victoria Evans era una pobre chica de
Delaney Grove pero Kennedy Carlyle era una heredera que murió
en un accidente de coche la misma noche en que se firmó mi
certificado de defunción, estaba tan destrozada e irreconocible que
Jake no tuvo problemas para cambiar la información en los
ordenadores.

Kennedy pudo haber muerto esa noche, pero el extraño que nunca
conocí me salvó la vida.

Entré como Victoria salí como Kennedy, asumí su vida de rica


huérfana y me cambié "legalmente" el nombre a Lana Myers para
evitar que alguien de su pasado me descubriera.

Fue la forma más fácil de crear un fondo para apoyarnos y cambiar


mi identidad. Jake no se hizo experto en formas más ingeniosas de
cambios de identidad hasta los últimos dos años.
Me llevó un tiempo ver mis cicatrices en la cara como marcas de
supervivencia en lugar de recuerdos brutales de esa noche. Las
cicatrices en otras partes de mi cuerpo no sanaron tan limpiamente
pero las cicatrices de mi alma fueron las que más tiempo tardaron
en cicatrizar.

Dicen que cada uno tiene su propio proceso de curación.

El primer año de mi vida lo pasé llorando por mi familia y sufriendo


todo el trauma. Lloré hasta que no quedó nada más que arena que
cayera de mis ojos, me acurruqué en una bola y me duché tres veces
al día, sin sentirme nunca limpia.

El segundo año lo pasé enojada y buscando salidas. Primero me


dediqué al kickboxing, en el tercer año me pasé a otras formas de
artes marciales mixtas. Varios cinturones negros son míos ahora.

No quiero ser la víctima de nadie más.

El cuarto año lo pasé fortaleciéndome, lidiando con todos mis


miedos y aprendiendo a valerme por mí misma sin necesidad de
dormir.

El quinto año fue la primera vez que pude soportar cualquier


contacto físico. Aprendí a crecer, aprendí a no acobardarme cuando
alguien apenas me tocaba, aprendí a ser lo más normal posible.

El sexto año fue cuando finalmente pude manejar la intimidad sin


querer matar a la persona que me tocaba. Fue el año en que decidí
que ya no era su víctima. Fue el año en que recuperé el control de
mi vida y abracé mi futuro antes de que se destruyera por completo.

El séptimo año fue cuando decidí vengarme. La preparación


comenzó.
El octavo año fue cuando empecé a localizarlos a todos. Aprendí
todo lo que había que saber sobre ellos.

El noveno año lo pasé hackeando los archivos del caso del juicio de
mi padre, conociendo todo lo que tenía la policía, buscando la
verdad en vez de las mentiras.

El décimo año... El décimo año es cuando decidí empezar a matar


uno por mes.

Jake me convenció de ser cautelosa. Odiaría ser atrapada antes de


que pueda terminar.

Mi vida pasará entre asesinatos. Puedo tener ambos porque dudo


que salga de esto con vida.

Denise decide enviarle un mensaje a Tyler, sacándome de mi


ensueño. Es una foto de ella en un camisón de encaje. Es irreal. Si
así es como se supone que tienes que salir, entonces estoy fuera de
mi alcance. No voy a pasar treinta minutos metiéndome en algo así
sólo por una foto.

Mi teléfono suena mientras Tyler y Denise se envían mensajes


sucios el uno al otro. Esos mensajes sucios llegarán a su esposa si
es necesario. Seguro que ella no puede estar en casa cuando cobre
su deuda.

Mi teléfono suena, me acerco y lo cojo distraídamente, leyendo el


último mensaje de Tyler. ¿Cómo es que Denise encuentra esto sexy?

—¿Hola?
—Hola, soy yo —dice Jake, haciendo clic en el fondo, siempre está
en el ordenador preparándolo todo para mí. El mejor compañero de
todos los tiempos.

—¿Qué estás haciendo? —pregunto, por curiosidad.

—Acabo de terminar de escribirle a Olivia su cheque, ahora estoy


trabajando en nuestro sitio web.

—¿Estás leyendo esto? —Le pregunto, arrugando mi nariz cuando


Denise le describe una mamada en detalle.

—Desafortunadamente. ¿Qué vas a hacer esta noche? Estaba


pensando que podríamos comer algo y ver la vigilancia juntos. Ya
tengo su código de entrada, estás consiguiendo mejores ángulos con
cada instalación de las cámaras.

Levanto la mirada al monitor, viendo como Tyler empieza a bajar


sus bóxer. Sí, no. No necesito ver eso.

Al apartar la mirada, respondo. —Aprendo más con cada uno. Su


esposa sale mucho por negocios, hay una conferencia dos días
antes del día planeado para el asesinato. Estará fuera todo el fin de
semana, puedo hacer una parada entonces. Él es un dos por uno.

—No te pongas arrogante y golpees demasiado pronto. Cuando


pierdes la precaución, ocurren errores y te arrestan.

—Cierto. Hay una conferencia el fin de semana siguiente, siempre


puedo prolongar la fecha también.

—Eso es mejor que acelerarlo, pero es mejor atenerse a un horario


consistente si es posible. De esa manera no pierdes la
concentración.
Resoplando burlonamente, pongo los ojos en blanco. —No te
preocupes por eso, mi enfoque no puede desviarse.

Sus burlas ya no me persiguen por la noche. Ahora sueño


tranquilamente con los sonidos de sus gritos.

Lo cual me doy cuenta de que probablemente sea psicótico, pero no


nací así. Me convirtieron en esto. El Karma no los encontró,
tampoco la justicia. El destino parecía contento con dejarlos en sus
pequeños y perfectos caminos de amor, paz y felicidad.

Sólo una persona quería que sufrieran. Bueno, dos. Jake quería
que sufrieran tanto como ellos me hirieron a mí. Tanto como ellos
me lastimaron...

—Dices eso, pero parece que pierdes más de tu ira con cada muerte.
Casi pareces... un poco demasiado alegre estos días. Durante las
últimas semanas, te has reído y actuado muy bien cada vez que he
hablado contigo. ¿Te estás cansando de esto? No es demasiado
tarde para echarse atrás.

Eso no tiene nada que ver con los asesinatos. Tiene todo que ver
con el agente Bennett. No es que le vaya a decir eso a Jake. Se
volvería loco si supiera que yo... Bueno, no estoy muy segura de lo
que estoy haciendo con Logan para ser honesta, además de sonreír
como una loca cada vez que mi teléfono suena con un nuevo
mensaje de él.

Si le dijera a Jake que estoy interesada en un agente del FBI que


investiga asesinos en serie, y que posiblemente esté investigando
mi caso, probablemente se volvería loco.

Porque es estúpido.

Y debería terminar con ello.


Pero no puedo.

Cuando pasas tanto tiempo sintiéndote fría y distante, entonces un


completo extraño enciende los sentimientos latentes que creías que
se habían ido para siempre... no puedes evitar ser adicta a ello. No
puedes evitar deleitarte con las sonrisas que olvidaste usar, o las
risas que suenan antinaturales saliendo de los labios que no han
reído en años.

Vaya. Necesito ir más despacio, estoy a una fantasía de tatuar su


nombre en mi trasero.

No puedo evitar preguntarme cómo habrían sido las cosas si mi


pasado no se hubiera desviado y no hubiera sido llevada al infierno
y vuelto. Creo que le hubiera gustado mucho la antigua yo: Era
inteligente, divertida, rápida y ligeramente dramática también
lloraba si accidentalmente mataba un bicho.

Ahora... Ahora soy un paquete de venganza de 1.60 que nadie ve


venir.

—Estoy animada porque se siente bien, tal vez sea un aumento de


adrenalina o algo así —miento.

—¿En serio? —pregunta, sonando confuso.

Sé que Jake apoya lo que estoy haciendo. Él estaba allí. Me ayudó


a recoger todos los pedazos y a pegarlos lo mejor que pudo, aunque
yo apenas podía soportar estar cerca de alguien.

Pero no quiere los detalles sombríos, y dudo que se sienta cómodo


conmigo diciéndole que me hace sentir como una tonta sonriente,
aunque no son las muertes las que me hacen sonreír. Pero no puedo
darle los verdaderos hechos. Por... la Tercera Guerra Mundial y todo
eso. No quiero que me hable de Logan, cuando casi me lo he hecho
a mí misma demasiadas veces.

—De verdad —miento otra vez.

Realmente espero haber coqueteado bien con Logan, pensé que


estaba siguiendo su ejemplo. A menudo lo llaman en medio de
nuestras sesiones de mensajes, lo que significa que pueden pasar
horas antes de que responda, así que trato de no pensar demasiado.

Mis ojos se dirigen hacia donde Tyler ya se está limpiando. Es tan


rápido como lo recuerdo.

Una semana más hasta el día de la muerte.

—Sigo pensando que deberías dejar la castración. Si profundizan


demasiado en la historia de la ciudad, podrían acabar
descubriéndola demasiado pronto —dice Jake, recordándome que
todavía está al teléfono.

—Recuerdas lo que hicieron ¿verdad? Quiero que sientan el peor


dolor imaginable, quiero quitarles esa última gota de poder... esa
última gota de dignidad.

Soplando un largo aliento, lo escucho callar en el otro extremo.

Cuando continúa sujetando su lengua, trato de tranquilizar su


mente.

—Aunque descubrieran que un fantasma se levantó de entre los


muertos, tomo muchas medidas forenses, los federales sospechan
de un tipo grande y fuerte. Los estrangulo para dejarlos
inconscientes, en lugar de usar algo para ayudar a incapacitarlos,
como lo haría normalmente una mujer y lo hago mientras están en
el suelo para no traicionar mi altura. He entrenado para esto
durante años. Deja de preocuparte.

Suspira con fuerza. —Odio que dejes los cuerpos allí para que los
encuentren. Preferiría que los llevaras a un lugar aislado y
controlado, y que luego tiraras los cuerpos en un lugar donde nunca
los encontraran.

—Quiero que los encuentren. Quiero que los relacionen. No quiero


que sucediera tan pronto. Quiero que se asusten cuando empiece a
caer más bajo en la lista. Para cuando llegue a Kyle, quiero que esté
llorando de miedo, por eso lo estoy guardando para el final.

—¿Y qué pasa si va a la policía cuando descubra el patrón?


Eventualmente esto llegará a los medios de comunicación, ¿sabes?

Me sorprende que no lo haya hecho ya.

—Sé de los riesgos que hay, de Kyle hablando con los federales
sobre una chica fantasma que mata a gente que la maltrató hace
diez años y no es uno de ellos. Tendría que explicar por qué alguien
estaba matando a estos tipos. Sabes que ninguno de ellos lo hará
nunca.

Un secreto como el que han guardado se comería a cualquiera


vivo... si tuvieran conciencia. Sólo ellos sienten que estaban
justificados para herir a gente inocente.

Se esforzaron, tuvieron éxito y siguieron con la vida como si nunca


hubiera sucedido, como si no nos hubieran dejado morir.

Una persona murió por culpa de esa noche.

Creen que fueron dos.


Jake sigue hablando en mi oído de todos los "y si" del universo. Yo
sigo alejando mis pensamientos de todo esto, porque Logan sigue
arrastrándose al frente de mi mente.

Finalmente podré verlo mañana.

Tyler se acuesta por la noche, y yo pongo el monitor en la televisión


normal. La hora de acostarse parece ser las diez constantemente
hasta ahora. De hecho, todo lo que hace parece estar programado
incluyendo sus descansos para defecar.

—Me largo de aquí, Jake.

—Bien. Bien. Llámame más tarde.

Cerrando, empiezo a hacer el inventario. Mis cuchillos están en una


fila, alineados dentro de mi funda múltiple casera. Están limpios y
sin huellas dactilares, como siempre.

Me muevo a la nevera y me sirvo un vaso de vodka puro. Sonriendo


pongo la música, un viejo vinilo que a mi padre le encantaba. Él y
mi madre bailaban mucho esta canción por la noche, antes de que
la vida se desviara en un metafórico accidente de tren.
Mientras me balanceo con la música, bailando como solían hacerlo,
casi de echo no escucho el sonido de los fuertes golpes contra mi
puerta.

Mi cuerpo se sacude cuando registro el sonido y mi corazón me


golpea en la garganta. Nadie viene aquí. Jamás. Es un camino
espeluznante con gárgolas al final para hacerlo un poco más
espeluznante, luego hay varias señales que advierten de la
intrusión.

Ni siquiera mi cartero se atreve a aventurarse en el camino de


entrada de media milla a mi casa. Mis paquetes se quedan al final
del camino de entrada.

Mis ojos salen disparados por la ventana pero no veo un vehículo a


la vista, después de apagar el tocadiscos, meto los cuchillos en el
cajón más cercano a mí, mientras el golpeteo persiste. Cojo mi
pistola y la llevo conmigo mientras cruzo silenciosamente el suelo
hacia la puerta.

Cuando miro por la mirilla, mis ojos se abren de par en par y mi


aliento se precipita en la incredulidad.

—¡Mierda! —Silbo, tratando de tirar el arma en el cajón de la mesa


junto a la puerta.

—Vamos, niña bonita. No me digas que no estás en casa después


de que rompí las reglas y las leyes de privacidad para encontrarte
—Logan dice desde el otro lado de la puerta.

Mi estómago se agita cuando esa sonrisa tonta comienza a


extenderse, y abro la puerta a un sonriente agente del FBI. Su
sonrisa se amplía cuando sus ojos se posan sobre mí, y mira hacia
atrás con una ceja arqueada.
—El mejor. Saludo. De todos.

Estoy confundida por un segundo, así que miro mi cuerpo para ver
que, sí; no llevo pantalones. Rara vez lo hago cuando estoy en casa.

Miro hacia atrás y me encojo de hombros, ignorando la forma en


que una punzada de calor se extiende por mi cuello. Estoy
avergonzada... ¿De verdad? No sabía que podía estar apenada hasta
este momento.

—¿Puedo entrar antes que alguien te vea? Odiaría tener que


mostrar mi lado celoso tan pronto —dice, pero guiña el ojo mientras
yo retrocedo lentamente, tratando de no decir o hacer nada
estúpido.

¿Debería correr y ponerme pantalones? ¿O me veré como una idiota


que olvidó ponerse los pantalones? Las chicas seguras de sí mismas
caminan con una camiseta y unos pantalones todo el tiempo,
¿verdad?

Joder, eh.

—Mi entrada es algo espeluznante y con toda la vegetación


creciendo, nadie puede verme aquí —divago, y luego cierro los
labios.

Tan pronto como cierra la puerta, se gira y su mirada se desplaza.


Algo sutil cambia, y el divertido destello de allí se desvanece para
algo mucho más tentador.

Empiezo a hablar, a explicar por qué abrí estúpidamente la puerta


sin pantalones, cuando de repente está encima de mí. Sus manos
se acercan a mi cabello, inclinando la cabeza hacia atrás
bruscamente y su boca choca contra la mía.
Paso de sorprenderme a derretirme en segundos, abriendo mis
labios para que su lengua pueda barrer y robar la pequeña fracción
de cordura que me queda.

Gimo en su boca mientras una de sus manos se desliza por mi


cuerpo, agarrándome de la cintura lo suficiente como para llevarme
hacia él. Mis dos manos suben y se agarran a sus hombros para
que no me caiga al suelo.

Se siente bien. No es incómodo, equivocado o desagradable. Se


siente tan bien.

El beso es hambriento, casi como si ambos hubiéramos sentido


hambre durante demasiado tiempo. Me doy cuenta de que vamos
demasiado rápido pero me importa un bledo. Me importa menos
cuando me levanta y me pone sobre la mesa junto a la puerta,
empujándose entre mis piernas mientras me devora.

Sus manos se mueven arriba y bajan por mis lados, vuelven a mi


pelo y luego vuelven a bajar. Es como si no pudiera tocarme en
todas partes a la vez, aunque quisiera. Pero también se aferra a
zonas seguras en vez de tocarme a tientas, a pesar de mi estado de
desnudez.

Me hace quererlo aún más.

Le tiro de la parte delantera de la camisa y enrosco su corbata


alrededor de mi otra mano, tirando de él lo más cerca posible. Él
hace un sonido tenso antes de rozar la abertura de mis muslos,
volviéndome mucho más loca.

—Deberíamos ir más despacio —dice contra mis labios.

—Deberíamos —estoy de acuerdo, digo mientras sigo besándolo y


acercándolo imposiblemente.
—¿Dónde está tu habitación? —pregunta, intentando y fallando en
romper el beso.

—Al final del pasillo y a la derecha.

Me levanta y empieza a caminar, pasando las escaleras a la parte


de la casa que definitivamente no puede ver. Mis piernas se
mantienen envueltas alrededor de él mientras trato de no pensar en
lo peligroso que esto podría ser.

Nunca esperé que apareciera sin avisar, hay toda una sala de
asesinatos arriba esperando ser descubierta.

Mentalmente, hago una lista rápida de las cosas que podría


encontrar en la habitación, y me doy cuenta de que casi todo ya ha
sido guardado. Mientras no encienda accidentalmente el sistema de
monitoreo de mi sala de estar, deberíamos estar bien.

Mi espalda choca contra la pared cuando él tropieza, y mis


pensamientos huyen cuando el beso se vuelve más agresivo.
Demasiadas veces he tratado de sentir esta pasión y nunca he
sentido una gota de fuego como lo que está ardiendo entre nosotros.

Mis dedos patinan por la parte delantera de su camisa hasta que la


rasgo, abriéndola completamente y empujándola fuera del camino
mientras unos botones se deslizan por el suelo, corriendo con su
recién encontrada libertad. La dureza de la piel encuentra la punta
de mis dedos, y gimo contra sus labios cuando se estremece contra
mí, como si sintiera todas las llamas que yo siento.

Nos quemaremos bien juntos.


Su lengua exige más atención de la mía, y beso con abandono como
nunca lo he hecho antes. Mis manos se deslizan y se enredan en su
cabello, inclinando su cabeza para poder devorarlo adecuadamente.

Gruñe y se aleja de la pared, caminando rápidamente de nuevo.

—Tu otra derecha —digo cuando empieza a entrar en mi habitación


de invitados a la izquierda donde Jake se queda cuando viene de
visita.

Cambia de rumbo y continúa moviéndose rápidamente. Escucho el


zumbido del ventilador en mi habitación mientras entramos, y la
anticipación brota en mi interior, lista para ser liberada.

Me deja caer en la cama con una ráfaga de movimiento que me


sorprende, y yo me apoyo en mis codos, observándolo mientras
termina de quitarse su arruinada camisa. Todo bronceado, músculo
magro y piel lisa.

Una punzada de terror se despliega dentro de mí. Las cicatrices de


mi cuerpo no están todas ocultas. Mi cara era más fácil de arreglar
que el resto de mí.

—¿Demasiado rápido? —pregunta, aparentemente


malinterpretando la razón de mi vacilación de unirme a él en la
rutina de desnudarse.

—No —le digo, forzando mis pensamientos a quedar en blanco.

El pasado no puede seguir dominándome, y se supone que debo


estar más allá de la preocupación de lo que la gente pensará cuando
vea las cicatrices.

Parece vacilar ahora.


—Lana, no debería haber irrumpido y haberme acercado a ti como
un salvaje. Pero... —Sus ojos se dirigen hacia donde mis muslos
están extendidos, nada más que las finas bragas que le ocultan la
mercancía. Él traga de forma audible antes de encontrarse con mí
mirada de nuevo —. Podemos ir más despacio. Te prometo que no
es por esto que me presenté.

Una lenta sonrisa curva mis labios. Es bastante sorprendente


cuando intenta ser un buen tipo.

Arrodillada, me arrastro hacia él y sus pupilas se dilatan. Está


excitado, lo que no requiere habilidades de perfil para averiguarlo.

Lentamente, me acerco a él y se queda completamente quieto.


Cuando lo alcanzo, me inclino hacia adelante y golpeo mi lengua
contra la carne firme de sus abdominales. Un sonido silencioso se
le escapa, y eso parece romper ese pequeño hilo de control.

Su mano se acerca a mi pelo y con un fuerte tirón, me hace


retroceder la cabeza mientras baja su cara y encuentra mis labios
de nuevo. Es duro y hambriento, y completamente diferente de todo
lo que pensé que querría.

He estado controlando el sexo desde que encontré en mí el volver a


tener intimidad. Esta es la primera vez que me he sentido cómoda
dejando que un chico me guíe.

—¿Dónde diablos has estado? —dice contra mis labios, haciendo


que sonría contra él mientras me empuja hacia abajo, bajando
sobre mí.

No estoy segura de lo que eso significa, pero me encanta el asombro


en su tono.
Mi sonrisa muere mientras espero el inevitable ataque de pánico de
ser inmovilizada, pero no llega. Más emociones brotan dentro de mí,
y pongo todas las preguntas confusas en la parte de atrás de mi
mente, decidiendo analizar todo esto más tarde.

Por ahora, sólo quiero sentir.

Y lo hago.

Siento sus movimientos contra mí mientras se quita los pantalones.

Siento que se mueve mientras desliza su mano por mi pierna,


provocándome pequeños escalofríos por lo sobrecargados que están
mis nervios sensoriales.

Siento cuando toca partes de mí que no deberían ser tan eróticas:


la curva de mi rodilla, la parte trasera de mi pantorrilla, la parte
superior de mi pie.

Siento todo, y todo se siente perfecto.

Empieza a empujar mi camisa hacia arriba, y me obligo a permitirlo.


Él aspira un aliento cuando se da cuenta de que tampoco llevo
sujetador. Ha perdido su atención desde que evitó cualquier tanteo.

—Maldición —dice en voz baja, aunque suena como un elogio.

Se inclina hacia atrás como si fuera a asimilarlo todo. Lo que me da


un segundo para apreciarlo plenamente, hasta los bóxer negros que
se esfuerzan por mantener ciertas partes de su cuerpo sujetas.

Tengo confianza, hasta que su mirada cambia y se centra en lo que


me preocupa.
—¿Qué te pasó? —pregunta, sin parecer demasiado preocupado o
entrometido, sólo curioso.

Pasa sus dedos sobre dos de las cicatrices y yo le agarro la muñeca,


deteniéndolo. No soporto que me las toquen.

Se encuentra con mis ojos de nuevo, y la preocupación que faltaba


empieza a formarse. Es demasiado perceptivo, así que sería
estúpido dar demasiado con mis expresiones.

—Accidente de coche —le digo débilmente.

Es una mentira, pero soy muy buena mintiendo.

—¿Igual que tus padres? —pregunta.

Si alguna vez lo investigara y encontrara el nombre que robé, sabría


que esa chica no tuvo el mismo accidente que sus padres.

—No. ¿Podemos no hablar de esto ahora mismo? —Pregunto, mi voz


se burla ahora mientras deslizo su mano para cubrir mi pecho.

El calor en sus ojos regresa instantáneamente, la preocupación


desaparece cuando ve que estoy bien. Con lenta destreza, se desliza
sobre mí, y sus labios vuelven a reclamar los míos.

Nada más importa en este momento.

Nos besamos hasta que los dos nos rozamos el uno al otro,
desesperados por más. No necesito ninguna ayuda para
prepararme, porque nunca he estado tan excitada en toda mi vida.

Él gime contra mí antes de que finalmente se aleje de mí otra vez.


—Dime que me detenga y lo haré —dice suavemente, rozando sus
labios contra los míos otra vez.

Ese pequeño consuelo significa más de lo que él sabe, porque creo


que viene de sus labios.

Cuando lees a la gente como yo, aprendes quién es honesto y quién


no. Aprendes a oler las intenciones.

—No quiero parar —digo en voz baja, negándome a romper el


hechizo.

Se inclina agarrando sus jeans, y yo sonrío cuando escucho el


familiar sonido de un envoltorio.

—Para que lo sepas, he tenido esta cosa en mi cartera durante un


tiempo. Realmente no vine con expectativas, con esperanzas, sí,
pero no expectativas —dice, sonriendo cuando ve mi sonrisa.

Arqueo una ceja juguetonamente y él me besa de nuevo,


acomodándose encima de mí. Sus manos se mueven entre nosotros
mientras levanta sus caderas, y yo resisto el impulso de mirar hacia
abajo y observar.

Es triste decir que verlo rodar en un condón probablemente me


haría caer en un orgasmo prematuro. Es surrealista. Me encanta
este sentimiento, quiero ponerlo en un frasco y guardarlo para los
días de lluvia.

Cuando se inclina, me veo obligada a mirar y me retuerzo cuando


ese dolor se hace más pronunciado, más insistente. Bastante
segura de que ese dolor se llama deseo.

Definitivamente no es un tipo pequeño, pero tampoco está dotado


de forma extraña. Perfecto.
Me estoy lamiendo los labios antes de que pueda detenerme
mientras él empieza a tirar de mis bragas. Sus ojos caen sobre la
piel desnuda cuando los quita completamente y se inclina hacia
abajo.

En el momento en que siento que su aliento me golpea, mis caderas


se sacuden y le tiro del pelo, forzándolo a subir por mi cuerpo.

—Si haces eso, estaré perdida. Necesito más —digo mientras mis
labios encuentran los suyos otra vez.

Podría besarlo en serio todo el día, siempre y cuando también


hagamos más.

Sin más ruegos, se empuja dentro de mí con un rápido empujón


que me hace apartar los labios para jadear. Mece sus caderas y me
doy cuenta que hay más de lo que pensé inicialmente porque va
más profundo, llenándome más.

Me mira fijamente, la lujuria y el anhelo brotan de sus ojos mientras


mantiene el contacto visual. No se intercambian palabras mientras
vuelve a mecer sus caderas, encontrando un punto dentro de mí
que creía muerto.

La sobrecarga sensorial es algo legítimo.

Todo en mí está atado con fuerza, esperando a romperse. Cuanto


más se mueve sobre mí más se tensan las cuerdas. Mis uñas se
clavan en sus hombros mientras continúa observando la mirada de
expresiones que debo darle mientras me va liberando poco a poco.

Entonces golpea. Golpea fuerte.


Esas cuerdas se rompen, y la euforia atraviesa mi cuerpo como una
bomba que detona en mi núcleo y explota hacia afuera. Rueda a
través de mí, enroscando los dedos de los pies, brillando detrás de
mis párpados que se cerraron en algún momento, y lamiendo mi
piel como llamas calientes e increíbles.

Cuando grito y me agito debajo de él salvajemente, su ritmo cambia,


haciéndose más urgente. Aguanto mientras él prolonga mi orgasmo
de una manera que no sabía que fuera posible y luego gruñe, sus
caderas se mueven contra mí mientras encuentra su propia
pequeña versión del cielo. Al menos espero que se sienta así de bien.

Agotados y desnudos, mis brazos se alejan de él mientras cae a mi


cuerpo y me besa un rastro en el cuello. Definitivamente se mueve
demasiado rápido pero no me importa. Estamos condenados de
todos modos.

El monstruo nunca consigue al príncipe, siempre es la dulce e


inocente princesa la que gana.

Mis manos suben, y mis dedos se retuercen en su cabello,


disfrutando de esta sensación mientras dure.

—Planeo un segundo asalto, pero no soy Superman. Sólo dame


unos minutos y me aseguraré de que quieras hacer esto mucho más
—dice contra mi cuello, todavía pellizcando y besando la carne.

Una sonrisa curva mis labios y suspiro felizmente debajo de él.

—Quiero hacer esto todo el tiempo.

Se ríe de mí y me encuentro abrazándolo, aunque no sé cuándo


empezó. Me sostiene y me devuelve el abrazo.

—Bien —dice en mi contra—. Porque eso fue jodidamente perfecto.


Es perfecto. Porque necesito apagar el canal de vigilancia de la sala
de estar para que no funcione, cerrar mi sala de asesinatos, y
asegurarme de que todas mis armas permanezcan allí de ahora en
adelante.
Capítulo 9
Nunca encontré ninguno de mis descubrimientos a través del
proceso del pensamiento racional.
—Albert Einstein

LOGAN

—Te has acostado con alguien —dice Craig cuando entro,


sosteniendo mi café que apenas pude conseguir a tiempo esta
mañana.

Olvidé lo que era perderse en una chica y sé que nunca me he


perdido en alguien tanto como anoche y esta mañana. Lana es la
sorpresa más inesperada de mi vida.

Sigo esperando para encontrar un defecto, pero parece que no


puedo encontrar uno. Nadie puede ser tan perfecto. No es que
quiera arruinarlo tampoco, quiero saber que está casada o algo por
el estilo. Así que estoy cerca de hacer lo impensable, porque ella me
tiene la cabeza muy jodida.

—Tal vez —le digo, sonriendo cuando gime.

—¿La Princesa de Hielo te tomó a ti pero no a mí? —pregunta


mientras me dejo caer en la silla de mi escritorio y saco las bases
de datos que necesito.

—Te vuelve loco que no se haya comido tu encanto —digo.


—Hay una razón por la que soy la cara de este departamento y no
es porque sea el más guapo, aunque ambos sabemos que lo soy. El
punto es que las chicas me comen: Mujeres, madres, hijas, tías,
hermanas, sobrinas... Follamos, y lo explico con una sonrisa
encantadora y una actitud de “Ay, qué pena”, mientras que me da
un profundo remordimiento. Cualquier cosa y todo será perdonado
si tienes la cara correcta, es la verdad, los humanos somos
superficiales. Perdóname por encontrar un poco sospechoso que
literalmente no tenía ningún interés en mí, pero se da la vuelta y te
folla.

—Creo que Logan está mucho más bueno que tú —dice Hadley,
viniendo a apoyarse a mi lado mientras Craig le frunce el ceño—. Y
a pesar de lo que piensas, no todas las mujeres son tan
superficiales. La mayoría de nosotras encontramos a alguien
atractivo si tiene las cualidades adecuadas.

—Mentira —se burla Craig—. He investigado mucho sobre el


asunto. No estoy hablando solo por hablar.

Pongo los ojos en blanco mientras siguen discutiendo y comienzo


mi búsqueda; no hay certificado de matrimonio, no hay divorcio,
sin hijos, no es que me importe pero aun así me gustaría saberlo,
No... parientes vivos... Mierda.

¿Nadie? ¿No tiene a nadie en absoluto? Ya sé que no tiene ninguna


red social personal. Sólo sus perfiles de negocios, aunque no se
menciona a su socio en ninguno de ellos.

No profundizo más que eso. Siento que ya he invadido su privacidad


lo suficiente. Todo lo demás tiene que ser cosa que me diga cuando
esté lista, como el accidente de coche que la marcó.
Debe haber sido un accidente grave, considerando que una cicatriz
va de su cadera izquierda a su pecho derecho, otra está en su lado
derecho, irregular y grande. Son viejas. Podría notarlo al mirarlas.

Debí haberle mostrado mis cicatrices, pero estaba demasiado


ocupado explorando su cuerpo el resto de la noche para darle
tiempo a explorar el mío. Cada vez que lo intentaba perdía el
control, sentir sus manos sobre mí parecía convertirme en un
adolescente cachondo de nuevo.

—Tienes serios problemas de confianza —dice Hadley, sacándome


de mi propia cabeza.

Me doy cuenta de que Craig se ha ido pero Hadley está leyendo la


última búsqueda por encima de mi hombro. Cierro la pantalla y me
encojo de hombros.

—Me hiciste hacer una investigación sobre sus antecedentes, ¿y


ahora estás comprobando sus datos?

Ella me lanza una mirada.

—¿Alguna vez has conocido a alguien demasiado bueno para ser


verdad? Casi llego tarde al trabajo esta mañana porque no pude
apartarme de ella. Literalmente no tiene defectos: Es hermosa,
inteligente, descarada, caprichosa y está de acuerdo con mi agitada
agenda, aunque la mayoría de las chicas inmediatamente tienen un
problema con ella. No se ha molestado ni una sola vez con que yo
cancele las cosas. Me presenté en su casa sin anunciarme, y ella
era el doble de perfecta de lo que creía posible. Así que sí... no puedo
evitar preocuparme, porque un chico puede enamorarse
rápidamente de una chica así.

Ella pone los ojos en blanco y se ríe de una broma, así que le doy la
vuelta y empiezo a sacar los últimos archivos del caso.
—Todo el mundo tiene defectos sólo estás en la fase de la luna de
miel, eventualmente ella se molestará con las cancelaciones y la
falta de disponibilidad así como tú eventualmente comenzarás a
notar cosas que ella hace que te irritan. Ahora mismo es la parte
brillante y feliz que todo el mundo ama. Es la razón por la que tanta
gente se casa después de apenas conocerse. También es la razón
por la que se divorcian cuando se conocen.

Ella se ríe, y yo me inclino hacia atrás reflexionando sobre eso, no


recuerdo que la fase de "luna de miel" haya sido tan buena en el
pasado.

—Estoy analizando demasiado esto —digo en un suspiro.

—Es tu naturaleza. Es lo que te hace bueno en este trabajo pero te


digo, ahora mismo la chica podría expulsar los desechos tóxicos que
te hicieron ponerte una máscara y pensarías que es lindo. Es parte
de la fase.

Me da una palmada en el hombro mientras se ríe y se va, y yo miro


hacia abajo cuando recibo un mensaje.

LANA: Tus bóxer son cómodos.

YO: ¿Los llevas puestos? No sabía que los había


dejado.

LANA: Me imaginé que lo hiciste a propósito. Así


tendrías una razón para volver.

YO: Ya tengo una razón para volver.

LANA: Ahora tienes dos...


Hay una foto adjunta al último mensaje de ella de cintura para
abajo, definitivamente usando mi bóxer. Me paso una mano por el
pelo, odiando el hecho de que no quiero estar en el trabajo por
primera vez. Siempre me ha gustado el trabajo, pero una chica que
apenas conozco me tiene tentado de tomar mi primer día por
enfermedad.

YO: Mantenlos puestos. Volveré esta noche, y quiero


verlos en persona.

LANA: Por suerte para ti no tengo planes. Y me


pondré esto cuando llegues aquí...

Gruñendo de frustración guardo mi teléfono, y me apresuro con las


nuevas y delgadas pistas. Los datos de la línea directa se vuelven
más ridículos cada día. El caso del Boogeyman se está enfriando
tanto como mi caso de asesinato/mutilación.

Otros casos están en un segundo plano, ya que no han aparecido


nuevos asesinatos. Los que matan una o dos veces al año son el
doble de difíciles de encontrar, nuestro único caso caliente es un
asesinato/robo en serie.

Trabajo revisando algunas de las pistas, examinando las mismas


fotos de siempre después de dos horas, estoy en la junta de
asesinatos, tratando de juntar lo que hace que estas mujeres sean
los objetivos.

Ninguna de ellas es abiertamente rica. Todas tienen diferentes


antecedentes familiares, diferentes etnias, diferentes colores de
cabello.

Aunque todas eran atractivas no hubo violación como incentivo. La


impotencia es posible en nuestro perfil, pero... hay algo más que lo
impulsa. Hay una razón por la que selecciona y acecha a estas
mujeres en particular.

Mis ojos miran a sus ojos, luego a sus narices, luego a sus bocas...
Algo hace clic y mi corazón se acelera.

Justo cuando Hadley pasa le agarro la muñeca, deteniéndola


mientras mis ojos se estrechan ante una evidencia que no hemos
podido descubrir.

—El laboratorio analizó la arcilla que encontraste en el


apartamento, ¿verdad? —pregunto, perdido en el pensamiento.

Ella asiente. —Sí. No tiene nada de especial. Puedes comprarlo en


cualquier tienda de artesanías y nadie sabe por qué estaba allí, no
se encontró en la víctima ni en ningún otro lugar del apartamento,
creen que el sospechoso lo trajo en sus zapatos o en su ropa.

—Y los rostros habían sido limpiados a fondo y luego aseadas. El


cabello también fue afeitado y la cabeza fue aseada y luego
blanqueada —declaro, todavía haciendo los cálculos.

—Sí... ¿Por qué?

Miro más allá de ella hacia donde está Donny.

—Donny, busca galerías de arte en el área de los robos/asesinatos.

Parece perplejo pero empieza a escribir.

—Hadley, necesito que entres en todos los sitios de arte que


encuentres y veas si alguien está vendiendo esculturas de bronce
de rostros. Redúcelas a las que empezaron en los últimos cuatro
meses, cuando empezaron los asesinatos —continúo, caminando
hacia el escritorio de Donny.
Me giro para verla todavía de pie allí, confundida.

—¡Ahora! —le insisto y ella se dirige a su escritorio.

Donny está escribiendo furiosamente cuando me acerco por detrás


de él. —Cuatro en el área, ninguno está vendiendo esculturas de
bronce de rostros —dice, frunciendo el ceño—. ¿O se supone que
debería estar buscando algo diferente a Hadley?

—Llamen a cada uno y pregunten si alguien trató de venderles las


esculturas de bronce. Serán sólo rostros.

Coge su teléfono para hacer lo que le pido, y yo vuelvo a mi


ordenador sacando el programa que necesito. Coloco todas las fotos
de las víctimas en los puntos, y después de unas pocas pulsaciones
de teclas, mis sospechas se confirman.

—Simetría —digo con un largo aliento.

—¿Qué? —Craig pregunta, viniendo a mirar por encima de mi


hombro.

—Las está eligiendo por la simetría de sus rostros. Una simetría


perfecta, que se supone que es muy rara, si no imposible. Las elige
porque la tienen, usa sus rostros para moldear el arte.
Probablemente está tratando de venderlo y está obsesionado con
cualquiera que tenga un rostro simétrico. Las mujeres en
particular. Puede que también tenga una fijación con Da Vinci.

Mis ojos escudriñan la habitación y veo a Lisa cortándose las uñas.

—Lisa, mira a cualquiera en la zona de confort que pueda haber


pedido muchas impresiones de Leonardo da Vinci o libros sobre Da
Vinci. Céntrate principalmente en cualquier cosa que gire en torno
al Hombre de Vitruvio5. Lo más probable es que el sospechoso esté
obsesionado con ese trabajo.

—¿Y crees que esto es porque...? —Craig pregunta, confundido.

—Llámalo un presentimiento. Hemos resuelto muchos casos con mi


instinto.

—Sí, por eso te siguen ascendiendo pero ¿cómo demonios encaja


Da Vinci con arcilla, robos y cabezas afeitadas, lavadas con
blanqueador?

—El blanqueador es una contramedida forense, al igual que el


afeitado y la eliminación de todo el cabello y la decoloración de la
cabeza. Está eliminando todos los rastros de la arcilla del cuerpo.
El cabello probablemente también se está guardando para la
escultura. No todos los artistas pueden pintar o dibujar.

—Estoy perdido —continúa Craig.

—Da Vinci no sólo era famoso por su intelecto o sus pinturas. Había
grandes esculturas que creó, que también tienen a los historiadores
animados. Primero lo dibujó, luego lo moldeó de arcilla o cera de
abeja, dependiendo de la versión de la historia que escuches a partir
de ahí, lo moldeó en bronce para crear otra obra maestra. ¿Un
hombre que está obsesionado con él y la simetría, pero que no
puede dibujar o crear arte de la nada? Eso es lo que estamos
buscando.

5
El Hombre de Vitruvio o Estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano es
un en uno de sus diarios. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones
sobreimpresas de brazos y piernas e inscrita en una circunferencia y un cuadrado. Se
trata de un estudio de las proporciones del cuerpo humano, realizado a partir de los
textos de arquitectura, del cual el dibujo toma su nombre.
—Nada —dice Hadley, pareciendo frustrada—. Varios moldes están
hechos de numerosas cosas, pero no de bronce. ¿Tiene que ser de
bronce? —pregunta.

—Sí —digo, convencido de que esta es la pista correcta para la


persecución—. Eso explica los robos. Vendería los objetos de valor
que robó para comprar la cantidad de bronce que necesita. No es
barato.

—Hemos buscado en las tiendas de empeño y en los sitios de


Internet a cualquiera que venda esas cosas —interroga Donny.

—Al prestamista no le importaría un comino si le preguntáramos


sobre ello, y mentiría para evitar que lo entregue y que pierda esa
ganancia. Si este tipo está usando contramedidas forenses,
entonces ha hecho su tarea sobre dónde vender.

Donny reanuda sus llamadas telefónicas, y yo hago algo que


probablemente no ayude. Me acerco al sitio de compra, venta y
comercio que dirige Lana. Mencionó anoche que deja las cosas para
un mes después de que vendan con un cartel de VENDIDO para
evitar que la gente pregunte qué pasó con ellas.

Recorro la sección de joyas, ya que es lo que más se robó pero no


hay nada ahí, tal vez sólo estaba buscando una excusa para hablar
con ella porque lo tengo mal y es patético.

—¡Tengo algo! —dice Donny, atrayendo toda la atención mientras


vuelve a la conversación que está teniendo por teléfono—. Sí. ¿Dejó
un número o una dirección para contactarlo?

Él escribe algo mientras todos estamos de pie, me pongo mi


chaqueta y enfundo mi arma. Parece que voy a necesitar mi bolsa
de nuevo. Afortunadamente contiene varios cambios de ropa.
Cuelga y sostiene el papel.

—Tienen a un tipo que ha entrado en dos de los cuatro lugares


tratando de venderles un conjunto “en crecimiento” de cabezas de
bronce.

—Parece que vamos a volar a Nueva York —dice Craig, mirándome


como si fuera un maldito unicornio raro—. Y supongo que vamos a
coger el maldito helicóptero ya que el jet del departamento está de
guardia. ¿Por qué no podemos tener nuestro propio jet privado
como en las películas y esas cosas?

Apenas resopla y todos hablan entre ellos mientras saco mi teléfono


y hago una llamada que realmente apesta.

—Sí, todavía llevo puestos los bóxer y comiendo helado —dice Lana,
sonando brillante y jodidamente mareada.

Odio mí tiempo ahora, normalmente estoy mucho más emocionado


por un avance en un caso que esto.

—Ojalá pudiera estar allí para verlo —digo con un largo aliento
mientras cojo mi chaleco y otras necesidades, metiéndolas en mi
bolsa.

—Tienes que cancelar —dice simplemente, su voz sin ninguna


emoción para que yo la lea.

—Lo siento —Tengo la sensación de que me acostumbraré a decir


esas dos palabras si se queda lo suficiente para escucharlas una y
otra vez—. Tenemos un avance en el caso hoy, al menos eso espero,
estoy saliendo de la ciudad ahora mismo.

—No lo lamentes Logan, tienes un trabajo... uno importante. Te


admiro a ti y lo que haces encierras a los monstruos, y creo que en
realidad buscas al hombre adecuado en lugar de otro mérito más
en tu currículum.

Eso es algo raro de decir.

—Definitivamente busco al hombre adecuado. ¿Qué quieres decir


con eso?

—Es sólo que... estudié muchos casos antiguos cuando fui a la


universidad, tomé clases de criminología. Parecía que muchos
arrestos se hacían apresuradamente sólo para cerrar un caso y
añadir otra estrella dorada a una reputación estelar. Si los
asesinatos se detenían, la gente asumía que los asesinos estaban
detenidos. Si los asesinatos se repitieran, lo llamarían un imitador
en lugar de admitir la posibilidad de que cerraran el caso con el
sospechoso equivocado tras las rejas.

No estoy seguro de qué casos estudió, ellos no empañan la


reputación del FBI en esas clases. En todo caso, cantan alabanzas
a nuestros chicos.

—¿Así que estudiaste criminología? ¿Pero no te uniste a las fuerzas


del orden?

—Decidí que no tenía el estómago para ello —dice secamente—. La


sangre y los intestinos causan estragos.

Definitivamente no la imagino como alguien que pueda manejar la


mierda que he visto si tiene un estómago débil.

—¿Podrás enviar un mensaje de texto o llamar cuando te vayas? —


pregunta con esperanza.

—Definitivamente. Probablemente te enviaré un mensaje de texto


desde el helicóptero para disculparme de nuevo.
—En serio, no te disculpes. Nunca. Tú marcas la diferencia. Tendría
que ser una perra egoísta para esperar que estés a mi lado cuando
alguien necesita ser salvado. Ve a ser increíble y envía un mensaje
de texto cuando puedas.

Me detengo y me apoyo en la pared de la escalera, sin sonreír a


nada.

—¿Te he dicho últimamente que eres perfecta?

Se ríe y luego tose para sofocar la risa. —Créeme cuando digo que
estoy en el extremo opuesto del universo de la perfección.

—¿Oh? ¿Veré estos defectos tuyos algún día?

Se queda en silencio tanto tiempo que compruebo que la línea no


se ha cortado. Finalmente, ella responde.

—Rezo para que ese día nunca llegue —dice en voz baja—. Ahora
ve a atrapar a un tipo malo. ¿Es seguro decirme el pueblo para que
pueda ver las noticias por ti? Sé que dijiste que a veces salías en las
noticias, si va contra las reglas no me lo digas porque nunca te
preguntaría...

—Estaré en Nueva York. Estoy seguro que estará en todos los


canales principales si esto sale bien. Es raro tener una oportunidad
tan grande, pero podría estar todo mal. Voy a hacer un perfil que
he construido yo mismo hace unos momentos, que conste que se
supone que no debo decírselo a nadie.

—¿Entonces por qué me lo dijiste? —regaña.

—Porque quiero que seas alguien algún día.


No le digo que la he investigado a fondo para asegurarme que no
era ninguna clase de delincuente ni nada parecido. Es mejor que
esto de la confianza empiece ahora.

—Bueno, algún día espero ser alguien. Hasta entonces, no me


cuentes cosas que no deberías.

—¿Por qué? —pregunto, me divierte que esté tan enfadada por esto.

—Porque te respeto y no quiero que pienses que yo espero más de


lo que deberías. Esto es sobre nosotros no sobre tu trabajo. Por
favor. Prométeme que nunca me dirás cosas que no deberías.

Sí... Te dije que es jodidamente perfecta.

—Trato hecho, chica bonita. Mantén mi bóxer caliente. Te enviaré


un mensaje de texto o te llamaré más tarde.

—¿Logan?

—¿Sí?

—Vuelve de una pieza, no importa lo que tengas que hacer para que
eso suceda. Es lo único que espero. Sobrevive.

Una sonrisa lenta me tira de las esquinas de la boca. —Eso puedo


prometerlo.
Capítulo 10
La verdad es lo que resiste a la prueba de la experiencia.
—Albert Einstein

LANA

—¿Estás saliendo con un maldito agente del FBI? —Jake habla por
teléfono y yo me quejo, quitándomelo de la oreja mientras estaciono
en el restaurante de enfrente de donde está Tyler.

Me muero de hambre y no podemos ver el interior de esta oficina,


así que acecho desde aquí, ya que aquí es donde tiene las
reservaciones.

En este momento, esta peluca rubia me pica mucho y este lápiz


labial rojo definitivamente me hace sobresalir. Añade las dos cosas
con las gafas de sol oscuras y el vestido ajustado que llevo, y no me
parezco en nada a Lana Myers, por si acaso.

—Ya expliqué cómo sucedió —le digo a Jake, deseando no haberme


involucrado en la confesión.

—Y tú estás en Nueva York, donde él también está.

—Tyler está aquí, por eso estoy aquí. Tomó un viaje no programado
hasta acá, así que me preocupó que viniera a ver a uno de los otros,
ya que Lawrence es el próximo objetivo y también está aquí. Tiene
reservación para el almuerzo, para dos, Jake.
Respira hondo. —Nueva York está muy lejos de Virginia Occidental.
¿Qué está haciendo allí?

—No lo sé. Fue a la misma oficina donde trabaja Lawrence.

—Los medios de comunicación no han conseguido la historia.

—Sí, pero eso no significa que no hayan oído que varios de sus
amigos han muerto recientemente.

Se queda callado y yo me quedo mirando el restaurante. Tyler tiene


una reservación para dos aquí en el almuerzo, eso lo descubrí por
el teléfono clonado pero no ha estado enviando mensajes de texto a
Lawrence. No estoy segura de a quién le está enviando mensajes.

—¿Jake? ¿Sigues ahí?

—No —dice, sonando apagado—. Estoy a tu lado.

Miro por la ventana y encuentro a un tipo con barba de chivo, lentes


oscuros y un bastón... No estoy segura de cómo se llama pero se
parece sospechosamente al bastón que los invidentes usarían para
orientarse. Su cabello también ha sido teñido de rubio.

Supongo que ambos estamos de incógnito.

Salgo del coche, arqueando una ceja hacia él. —¿Cowabunga6?

Resopla, pero luego sus labios se afinan.

—¿Así que decidiste venir a la ciudad de Nueva York sin decírmelo?


—pregunto, cruzando mis brazos sobre mi pecho.

6
(exclamación): Originado como un saludo del Jefe Thunderthud a la Galería Peanut en
el programa de televisión de los años 50 "The Howdy Doody Show", el término fue
adoptado más tarde por los surfistas en los 60, y en los 80 por las tortugas ninja.
Él se encoge de hombros despreocupadamente. —Lo mismo que
hiciste básicamente. Tengo el mismo teléfono que tú, ¿recuerdas?
Sabía que te ibas a ir.

Me señala con el dedo.

—No creas que te has librado de este asunto del novio del FBI. Esa
conversación está en pausa aún no ha terminado.

Me quejo y él sonríe mientras extiende su brazo para que yo lo tome.

Se ve muy elegante en su traje. Con la forma en que estoy vestida,


parezco una prostituta de grandes ligas.

—Te ves bien, por cierto —susurra mientras me guía por la acera.

—Un gran elogio viniendo de un hombre que se supone que es ciego


—digo con una dulce sonrisa.

Reprime una sonrisa mientras caminamos dentro. —Reserva para


Demarco —le digo a la anfitriona—. Pedimos la terraza ya que hoy
está tan hermoso afuera.

Tal como Tyler lo pidió.

Ella me mira, tratándome como si no me pareciera a una prostituta


con su John. —Por supuesto. Por aquí —dice, absteniéndose de
llamarme Sra. Demarco en caso de que sea el nombre de mi cita.

Así que supongo que están acostumbrados a este tipo de cosas.

—Me estás haciendo parecer una prostituta —suspiro en voz baja.


Jake cubre una risa con una tos forzada, y yo me abstengo de
patearlo con mi tacón de aguja.

—Estoy bastante seguro que lo hiciste tú sola. ¿Tratas de destacar?

—Tratando de lucir lo opuesto a mí —susurro.

—Buen trabajo.

—Ja —refunfuño mientras la dulce anfitriona nos sienta.

Nos muestra todos sus hermosos dientes blancos con la mejor


sonrisa genuina que he visto, tal vez sólo sea una pequeña y
amistosa cosa alegre.

—Su mesero estará con ustedes en un momento. Disfruten de su


almuerzo —dice, sin usar nombres.

Mientras se desliza, pongo mi atención en Jake. Sus gafas tienen


los lados teñidos que le cubren los ojos completamente, lo que le
permite mirar a donde quiera sin que la gente se dé cuenta de que
sus ojos están dirigidos hacia un lado.

—Astuto —anoto en un falso y profundo gesto sureño y él sonríe.

—Pensé que lo apreciarías —dice, ajustando sus gafas para dar


énfasis.

Nuestra mesa es lo suficientemente privada como para hablar sin


que nadie escuche, pero miro alrededor para ver si hay alguna
cámara que pueda escuchar.

—Dos por encima de nosotros —dice Jake, sin tener que adivinar
por qué estoy mirando—. Puedo oír a esos pájaros como si fuera
una alarma.
Así que habla en código o escribe un texto. Entendido.

Deben tener audio si está insinuando que me calle.

—Tienes razón hay dos pájaros ahí arriba. Nunca entiendo cómo lo
haces —le digo, siguiendo con el acento sureño que adquirí
accidentalmente.

—Todavía me encanta tu acento —me dice, sonriendo.

Imbécil.

Miro por encima justo cuando Tyler entra y mi estómago golpea los
dedos de los pies cuando veo a Lawrence con él. Se sientan dos
mesas más allá y Jake me da algo debajo de la mesa. Lo siento y sé
exactamente lo que es.

Con sutileza, hago como si mi pendiente estuviera suelto y levanto


la mano para fingir que lo arreglo bajo la larga melena de pelo rubio
que esconde mis orejas perfectamente. En lugar de tocar el
pendiente, pongo el pequeño auricular que Jake me acaba de dar.

Acaricio la mano de Jake como una cariñosa muestra y pretendo


dedicarle toda mi atención. —Supongo que me contarás todo sobre
tu día después de que comamos —pregunta, apegándose al lenguaje
del código.

—Ya lo sabes, cariño.

Apenas se detiene para reír, pero mi sonrisa se desvanece cuando


escucho a Tyler y Lawrence hablando en voz baja entre ellos.
El auricular amplifica sus palabras siempre y cuando esté de cara
a lo que quiero oír, así que mantengo mi cabeza inclinada hacia
Jake como si lo estuviera mirando con cariño.

—Tiene que ser Dev, hombre. Nadie más querría hacernos algo por
esa noche —dice Tyler.

Así que se están reuniendo por mí. Supongo que el gato está fuera
de la bolsa.

—No hay manera —Lawrence se burla despectivamente.

—Tuvo un colapso dos noches después y dijo que lo llevamos


demasiado lejos. Lloró, amigo. Lloró como una pequeña perra, dijo
que estábamos enfermos por lo que les hicimos. Es él. Ese cabrón
finalmente se ha derrumbado y ahora está haciendo esto. Se cree
inocente porque no se ensució la polla esa noche, y ahora nos está
matando uno por uno.

Por el rabillo del ojo, veo a Lawrence sacudiendo la cabeza. Paso mi


mano por el brazo de Jake, fingiendo estar perdida en mis
pensamientos mientras le leía el menú en voz alta, pero en realidad
toda mi atención está atrapada en la conversación frente a nosotros.

—No. No es él. Hablé con su hermana y ella dijo que ha estado en


México durante los últimos dos meses en una misión de la iglesia.

Para ser sincera, Dev es el único con el que no estoy segura de qué
hacer. Es el único que mostró remordimiento y esencialmente lo
obligaron a estar allí esa noche. No fue una víctima, de ninguna
manera. Podría haber hablado y dicho algo... cualquier cosa.

Actualmente, no está en mi lista de asesinatos pero está en la


columna de los diez dedos.
Jake se cansa de no oír, así que discretamente levanta la mano y se
coloca otro amplificador de sonido en el oído. Es lo suficientemente
pequeño como para no ser visto mientras nadie mire directamente
a su oído. Incluso entonces, podrían asumir que es un audífono en
lugar de un dispositivo de escucha.

—Te digo que no es él. Confía en mí. Dudo que haya escuchado algo
sobre esto, Melissa me envió fotos suyas de la misión de la iglesia
en la que está. Le ha estado enviando mensajes de texto diariamente
con actualizaciones y cosas así —argumenta Lawrence.

—¿Crees que Melissa lo está encubriendo? Es su maldita hermana.

—Ella ha estado enamorada de mí desde que éramos niños. Confía


en mí, ese enamoramiento se acabaría si tuviera alguna idea de lo
que hicimos, a menos que le gusten ese tipo de cosas. En ese caso,
nos entregaría a su hermano si fuera él. De cualquier manera, no
lo está encubriendo.

—Creo que es él. No hay nadie más que pueda ser.

Lawrence mira a su alrededor, dejando su mirada en nuestra mesa


por un segundo fugaz, y luego su mirada se mueve para observar a
las pocas personas en la terraza antes de fijar su atención de nuevo
en Tyler.

—No es él. La noche en que se asustó, ¿quién crees que lo hizo


volver a la fila?

Tyler parece confundido.

Nuestra mesera ha dejado algo de pan y Jake está ordenando por


nosotros, así que es más difícil escuchar con tanta gente hablando
tan cerca a la vez. Me esfuerzo, asegurándome de no perderme nada
mientras me obligo a masticar un trozo de pan, encontrando que
mi apetito es muy escaso.

—¿Qué has hecho? —Escucho a Tyler preguntar.

—Le dije que lo mismo que le pasó a Victoria le pasaría a Melissa si


alguna vez decía una palabra. Después de eso, dejaron la ciudad y
él empezó a predicar el evangelio así es como buscó la penitencia.
No está fuera matando gente, por el amor de Dios —sisea Lawrence.

Puede que le haya salvado a Dev diez dedos.

Y una lengua. Su lengua también iba a desaparecer, era una


historia especial que iba a escribir sólo para él.

—Entonces, ¿quién más está ahí?

—Creo que eso es bastante obvio, ¿no?

—No.

Lawrence se da un golpe en la cabeza como si estuviera exasperado.


Actúan como si fuera una conversación normal en la terraza para
un almuerzo tardío. Supongo que es por eso que eligieron un
restaurante que no tiene mucho tráfico en la terraza.

Lawrence tiene un compañero de cuarto. Tyler tiene una esposa.


Entiendo por qué no se reunieron en sus casas para discutir esto,
pero ¿por qué no hacerlo por teléfono?

—El pueblo entero los odiaba después de lo que hizo su padre.


Piensa en la única persona que no los odiaba. Aquí hay una pista:
su padre era el abogado de su padre.

Tyler sacude la cabeza inmediatamente.


—No. Vi a Jacob hace dos años. Me encontré con él en una cosa de
la compañía y chocamos puños, incluso me dijo que llamara y
pasara el rato alguna vez. Si lo hubiera sabido, al menos habría
dado un golpe. Estoy seguro que ambos murieron antes de que él
escuchara la verdad y se fue de la ciudad después de eso, así que
no es que estuvo para los rumores.

Lawrence se sienta, ahora parece confundido. Jake me aprieta la


mano un poco demasiado fuerte.

Recuerdo ese encuentro. Jake hace trabajos de informática por


cuenta propia y Tyler trabajaba más cerca de donde Jake vive
ahora, en ese momento. Era todo lo que Jake podía hacer para no
matarlo, pero sabía que teníamos un plan y sabía que esta venganza
era mía. Sabía que tenía un papel que desempeñar, pero su papel
era ser el cerebro. Mi parte era ser su peor pesadilla.

—Además —continúa Tyler—, está en una silla de ruedas en estos


días. Un accidente de moto lo puso en la silla hace unos años.

Jake me da un codazo con el pie, con una sonrisa calculada en sus


labios. Hemos pensado en todo.

—Entonces no conozco a nadie más que se enfurezca por la hija


puta de un violador y su hijo marica —dice Lawrence fríamente.

Mi estómago se revuelve al escuchar la forma en que se refiere a mi


hermano. Mi querido, honesto, fuerte, cariñoso e increíble hermano
que nunca mereció ser mutilado y... pasaron tantas cosas que
nunca mereció.

Por culpa de ellos me quedé sin nadie; por ellos el mejor hombre
que ha caminado sobre la faz de la tierra murió, antes de poder
iluminar el mundo con su sonrisa.
Y creen que está bien porque era gay. Piensan que está bien porque
tuve sexo con dos tipos antes de esa noche.

Creen que está bien castigarnos tan brutalmente por amar a


nuestro padre...

Jake se aclara la garganta y me doy cuenta que es mi agarre el que


está demasiado apretado ahora, mis uñas están cortando su mano.

Aflojando mi agarre, continúo escuchando, preguntándome cuánto


más puedo aguantar antes de cortarles la garganta a ambos ahora
mismo.

Lawrence puede que muera antes de lo que planeé. Puedo atarlo


con Tyler y dejarlos llorar el uno al otro mientras los corto a ambos
en pedazos.

—Tal vez ni siquiera esté relacionado —dice Lawrence encogiéndose


de hombros—. No dejes entrar a nadie en tu casa por un tiempo y
dile a tu esposa que haga lo mismo, voy a instalar un sistema de
seguridad en mi apartamento, tú también deberías hacerlo, no es
que importe, según papá los están dejando entrar, porque no hay
señales de que hayan traspasado.

—Joder —silba Tyler—. Bien. Haré que instalen algo.

Las cerraduras de entrada sin llave son mis mejores amigas. Es fácil
captar el código que está siendo introducido en la cámara, también
es fácil coger un juego de llaves y hacer una copia si usan
cerraduras tradicionales parece que me están invitando a entrar.

Una cosa más para mantenerlos fuera del rastro de una chica
muerta.
Él toma un bocado de su pan y yo me encuentro mareada. Es la
primera vez que no los oigo pedir perdón cuando sacan el tema.
Normalmente no se menciona hasta que tengo un cuchillo
presionando su piel.

No tienen las pelotas para decir esta clase de mierda cuando soy yo
quien los hace llorar por misericordia, pedir perdón y suplicar por
sus vidas. Nunca he estado más ansiosa por llegar a la parte
divertida.

Su conversación se traslada a los mejores sistemas de seguridad, e


intento calmarme antes de cortarles la garganta y la polla en medio
de un restaurante.

—Creo que probablemente deberíamos considerar conseguir dos


pájaros para la nueva casa. ¿Qué opinas? —Jake pregunta,
aparentemente pensando lo mismo que yo.

—¿Crees que podríamos hacerlo con tan poco tiempo de aviso? —


pregunto, sonriendo alegremente, aunque el sabor de la venganza
es potente en mi lengua.

—Creo que sí, tal vez una semana más como mucho. Probablemente
podría encontrar un mejor lugar para ellos también, sólo para estar
seguros.

Hay un refugio para tormentas detrás de la vieja casa de Tyler que


todavía está en venta. Podría ponerlos a ambos ahí, y Jake podría
hacer algo para evitar que los agentes inmobiliarios me sorprendan
mientras estoy ocupada matando a dos chicos a la vez.

—No tengo tanta hambre como pensaba, querida —me dice Jake
cuando la camarera nos deja la comida.
—Yo tampoco —digo, apuñalando mi filete mucho más fuerte de lo
necesario.

Tyler y Lawrence no vuelven a decir nada más que valga la pena


escuchar. La mayoría de las veces escucho a algunas personas
alrededor de ellos apostando si soy realmente una puta o no.

Justo cuando Tyler empieza a irse, Lawrence lo detiene.

—Consigue un teléfono desechable como lo hice yo. Si surge algo


más, llámame desde ese teléfono no más llamadas personales.
¿Entendido?

¿Así que tiene un teléfono desechable? ¿Cómo se nos pasó eso?

Tyler asiente y Jake y yo intercambiamos una mirada.

—Si averiguamos quién es, no necesitamos nada que lo vincule con


nosotros cuando tomemos el asunto en nuestras manos.
¿Entendido? —Lawrence pregunta.

—Me encantaría verlos intentarlo —susurra Jake.

Mis labios se mueven. Nunca he estado tan emocionada por matar


a alguien.

Dejamos que Tyler se vaya por un tiempo antes de que nos


levantemos. Mientras pasamos por la mesa de Lawrence, su mano
se levanta agarrando mi muñeca. Mi estómago se estremece y mi
corazón se golpea en el pecho mientras lucho contra todos mis
instintos para no arrancarle la garganta aquí y ahora.

Miro hacia abajo, mirándolo fijamente.


El bastardo me hace un guiño y me da una tarjeta que tomo,
tratando de alejarme de él.

—Llámame alguna vez, cariño. Una chica que luce como tú necesita
a alguien que aprecie todas esas vistas.

Le doy una sonrisa deslumbrante, le guiño un ojo y comienzo a


caminar de nuevo, quitándole la mano suavemente. Oh, le daré algo
para mirar: Pintaré las paredes con su sangre y la de Tyler, y dejaré
que se desangren mientras miran.

Será tan bonito.

Justo cuando llegamos a la acera, tropiezo con mis propios pies


mirando incrédula como una camioneta llega a la acera. Respirando
hondo me acerco a Jake, prácticamente arrastrándome a su lado
mientras Logan baja.

La ciudad de Nueva York es demasiado grande para que esto


suceda.

Hay un camión de comida en la acera, él y el Sr. Arrogante salen


para ir allí, ambos sonriendo como si fuera un gran día. Llevan ropa
de calle, jeans y camisetas. No son sus típicos trajes o cualquier
otra cosa. ¿Me he perdido algo?

—¿Qué? —Jake susurra, mirándolos a ellos y luego a mí.

—Novio —le susurro.

Respira hondo antes de maldecir y me arrastra hasta mi auto (que


no está registrado a mi nombre ni nada) el cual está aparcado
demasiado cerca de ellos. Es uno de mis muchos autos
“desechables”.
El universo está tratando de enviarme señales contradictorias.
Primero salva los dedos y la lengua de Dev, luego condena a dos
hombres a una muerte más brutal después de descubrir más de lo
que creía posible en un almuerzo tardío, ¿Ahora me arroja
directamente frente al hombre de mis sueños?

—Vas a terminar dirigiendo el FBI. Eso fue absolutamente


asombroso —dice el Sr. Arrogante, genuino asombro en su tono
mientras habla con Logan.

—Eso no es lo que busco. Me alegro que hayamos provocado una


maldita confesión, hace que llegar a casa sea mucho más rápido.

El Sr. Arrogante gime mientras Jake sigue intentando atraerme


hacia el coche. Mi auricular sigue puesto, lo que hace que su
conversación sea muy fácil de seguir a pesar de los ruidos de la
calle. Bueno, siempre y cuando la mantenga dirigida únicamente a
ellos, lo que me hace caminar con la cabeza ladeada.

—¿De vuelta a casa con la Reina de Hielo? —dice el tipo, un toque


de sarcasmo en su tono.

Apuesto a que es Carter. ¿O era Chris? ¿Craig? No me acuerdo.

La sonrisa de Logan es tan malditamente hermosa. —Sí. No te


pongas celoso.

El tipo del nombre C pone los ojos en blanco, y yo miro como una
chica desmayada en la acera mientras arrastro los pies con mis
tacones. Mi corazón fue arrancado hace unos momentos pero sólo
ver a Logan alivia la quemadura.

—¿Cuándo vas a volver? —El tipo del nombre-C pregunta.


—Tan pronto como sepamos con certeza que la evidencia ha seguido
las cadenas de mando apropiadas y está siendo sellada. No quiero
que esto se salga de control.

—Maldito da Vinci. La mierda en tu cabeza da miedo. —No tengo ni


idea de lo que eso significa.

—No has visto ni la mitad de la mierda en mi cabeza, Craig. Necesito


llamar a mi chica, así que pídeme una hamburguesa.

¡Mierda!

Pongo mi teléfono en silencio, odiando tener que dejarlo en el buzón


de voz mientras Jake abre la puerta de mi coche. Me meto, me quito
el auricular y dejo que mi corazón se hunda cuando Logan llama.
Suspirando, tiro mi teléfono a un lado mientras miro a Jake, que
me mira fijamente.

—Hablaremos de esto más tarde. En mi casa tan pronto como


puedas hacerlo.

Asintiendo con la cabeza, dejo que cierre mi puerta y arranqué mi


auto. Tengo dos asesinatos que planear, un novio que ver y un
mejor amigo al que desenfadar y no en ese orden.

Sólo soy la típica mujer americana.

¿O es la típica psicópata americana?


Capítulo 11
La única razón para que el tiempo exista es para que no
ocurra todo a la vez.
—Albert Einstein

LOGAN

—Así que tu chica está totalmente forrada —dice Hadley, dejándose


caer a mi lado.

—¿Estás investigando sus finanzas? —pregunto incrédulo—. ¡Eso


es invasión de la privacidad!

—Bah, acabo de echar un vistazo, ella no es sospechosa ni nada así


que no estoy rompiendo ninguna regla importante.

—Sólo la ley —digo secamente.

Sonríe. —Fui reclutada por mis locas habilidades con las


computadoras y por cerrar sitios web que no deberían estar
abiertos, me colocaron aquí por mi experiencia forense ni una sola
vez me quisieron por mi perfecta brújula moral y fue sólo un
pequeño vistazo. Honestamente. Pero en serio, es como si fuera muy
rica. ¿Cómo es su casa?

Gruñendo, sacudo la cabeza. Hadley definitivamente no es del FBI


porque es una santa con una placa. Es del FBI porque estuvo en
prisión o trabajó con nosotros.
—No le digas a nadie más que hiciste esto —murmuro, terminando
el último expediente del caso que ahora está listo para el fiscal.

—Duh —dice ella, sonriendo—. ¿Cómo es su casa? Realmente


quiero saberlo.

—Nada llamativo. Es una casa blanca de dos pisos que se ve


bastante bien no ha vivido allí mucho tiempo, así que no hay arte
ni nada en las paredes. Los pisos son de madera, pero no hay
estatuas de mármol o pasamanos de oro, si eso es lo que preguntas
y su entrada parece algo sacado de Sleepy Hollow 7 que no coincide
en absoluto con la bonita casa del final.

Frunce el ceño como si estuviera decepcionada. —Quería


mansiones y cisnes en un lago. Maldición. ¿Por qué tener todo ese
dinero, si no tienes una casa bonita?

—Algunas personas son humildes, Hadley ni siquiera hubiera


sabido que era rica.

Hablar de Lana me hace pensar en ella otra vez, después de


haberme detenido. Me preocupa que esté demostrando
comportamientos obsesivos. Los cuales, no sé si me gustan o no.

No ha respondido mis llamadas en todo el día y mis mensajes


tampoco han sido respondidos, así que me sorprendo cuando
finalmente obtengo una respuesta.

LANA: ¡¡¡PERDÓN!!! Mi trabajo se interpuso en el


camino esta vez. He estado locamente ocupada y
sólo tenía mi teléfono de negocios conmigo. Acabo
de volver a la ciudad hace unos minutos.

7
Sleepy Hollow se refiere a la leyenda del jinete sin cabeza, relato corto de terror, escrito
por Washington Irving
No sabía que tenía un teléfono de negocios o que había ido a una
reunión de negocios pero me alivia saber que no me ha dejado
plantado.

—¿Es ella? —Hadley pregunta, recordándome que todavía está al


acecho.

—Vete, Hadley. No tiene cisnes en un lago.

Murmura algo sobre un desperdicio antes de enfadarse y


marcharse.

Empiezo a enviarle mensajes de texto pero decido que prefiero


escuchar su voz, así que la llamo mientras me dirijo a mi coche.

—¡Hey! —ella responde, sonando un poco sin aliento—. De nuevo,


lo siento. Estaba muy ocupada anteriormente y como dije, no tenía
mi teléfono, y...

—No te disculpes. Sólo me preguntaba cuándo podré volver a verte


estoy de vuelta en casa. Un caso está cerrado, así que tendré un
par de días libres como recompensa. ¿Por qué suenas sin aliento?

—Acabo de terminar un entrenamiento necesario y resulta que


también tengo exactamente dos días libres. Mi compañero de
negocios está repasando algunas cosas para que podamos hacer un
poco de negocios extra este mes.

Nunca habla de sus negocios y ahora Hadley lo ha puesto en mi


mente. Si es tan rica, ¿por qué hace tanto trabajo de campo ella
misma? ¿Por qué no contratar a gente?

—¿Así que tenemos dos días para nosotros? —Me musito, poniendo
algunos de los archivos sin resolver en mi bolso.
—Sí. Y todavía tengo tu bóxer. De hecho, tan pronto como termine
de ducharme me los voy a poner.

—¿Alguna posibilidad de que pueda ir?

—Esa era yo invitándote a venir —dice secamente—. Realmente


apesto en esta cosa de la sutileza, ¿eh?

Sonriendo, me subo a mi auto y comienzo a retroceder listo para


tener algo de tiempo para relajarme. Me gustaría coger algo de ropa
limpia de mi casa, pero eso llevaría más tiempo.

—¡Espera! Acabo de pensar en algo. ¿Y si voy a tu casa? Ya has


visto la mía. Muéstrame la tuya.

Bueno, eso resuelve el problema.

—No es nada especial, pero me encantaría que vieras mi dormitorio.

Se ríe en voz baja. —Podría dejar mis bragas como una razón para
volver.

—No me las pondré y comeré helado —digo, amando la forma en


que la hace reír.

—Es bueno saberlo. Si me das la dirección, me ducharé y nos


encontraremos allí. ¿Estás en casa ahora?

—Estoy saliendo de la oficina.

—Bien. Entonces me daré prisa y me prepararé. Envíame la


dirección, Agente Bennett.

—¿De nuevo Agente Bennett?


—Te llamaré Logan más tarde, esta noche —dice bromeando,
provocando una reacción inmediata en mi parte rebelde, que me
hace olvidar que estoy más cerca de los treinta que de los dieciocho.

—Nos vemos pronto.

Cuelgo y le envió un mensaje con la dirección. Probablemente


también necesite una ducha, así que al menos tendré tiempo.
También decido parar y recoger algo para cocinar, así no tendremos
que irnos a ningún sitio. Tenemos dos días completos, y todo lo que
quiero hacer es pasar cada segundo controlando esta adicción.

Me apresuro a comprar comida, lleno la compuerta trasera y me voy


corriendo a casa. Mi teléfono suena tan pronto como paso por la
puerta de mi casa. Me quejo cuando veo que es Craig.

—Por favor, no me digas que ya tenemos que volver a entrar.

—Bueno, hola a ti, SSA8 Logan Bennett. Supongo que el coño es de


oro, si el propio hombre de la compañía no quiere volver al trabajo.

—Craig, si quieres estar guapo frente a las cámaras, te sugiero que


te abstengas de hablar más del coño de Lana.

—Bien. Entendido. De todos modos, me dijiste que llamara si


llegaba alguna pista nueva. Hadley finalmente descubrió el tipo de
cuchillo usado por el Boogeyman en sus asesinatos. Te estoy
enviando una foto.

—Gracias —protesto, no sintiéndome tan agradecido como debería.

—No te preocupes, Logan. Nadie espera que vuelvas esta noche o


incluso mañana. Cerraste un caso importante y justo a tiempo para
salvar la vida de una chica. Y diablos, hoy lo hiciste prácticamente

8
SSA: Agente de Supervisión Especial
solo. Nadie más habría conseguido la fijación de Da Vinci por
encontrar la arcilla.

—Hubo otros factores —señalo.

—Sí. La simetría —dice de plano.

—Y más.

—Te dejaré volver a tus dos días de paz.

Cuelga justo cuando llega un mensaje de texto de Lana.

LANA: Mi GPS dice que debería estar allí en treinta


minutos. Voy a ver si puedo reducir unos minutos.

Una sonrisa se extiende mientras le envió un mensaje de texto.

YO: Nada de mensajes de texto mientras conduces.

LANA: ¿Amenazando con arrestarme?

Riendo, guardé mi teléfono. Lana no es la chica a la que primero


catalogué como independiente. Solitaria, tal vez. Pero no separada.
Me he dado cuenta de que es como yo. Solitaria, pero no privada de
potencial.

Después de poner todos mis víveres en su sitio, me quito la camisa


y hago una mueca cuando huelo a los gases del helicóptero por
todas partes. ¿Cómo no me di cuenta de lo mal que huelo?

Empiezo a ir a la ducha, pero mi teléfono suena con un mensaje.


Craig ha entregado la foto que prometió, y el cuchillo no es nada
especial pero al menos sabemos el modelo y el tipo para decirle a la
policía que busque si llega el momento.
No si es así. Cuando. Voy a atrapar a este bastardo.

Estudiar la foto de la supuesta arma homicida me tiene estudiando


el caso tanto tiempo, que ni siquiera me doy cuenta de cuánto
tiempo ha pasado hasta que llaman a mi puerta.

No me jodas.

Ya han pasado treinta minutos, y he estado mirando un caso en vez


de ducharme con el olor del día.

Corro a la puerta, maldiciéndome internamente todo el tiempo.


Cuando abro la puerta, una ráfaga de cabello oscuro es todo lo que
vislumbro antes de que Lana esté sobre mí, sus labios chocando
contra los míos.

Estoy seguro de que no protesto mientras la bebo, probándola,


oliendo lo increíble que es... Ah, diablos.

De mala gana, rompo el beso y ella se aleja, sonriéndome. Me


encanta esa sonrisa y la libertad con la que la da.

—Huelo a mierda.

Se ríe mientras mueve la cabeza. —Hueles como... no sé qué es ese


olor para ser honesta.

—Helicóptero. Correré a la ducha y retomaremos esto donde lo


dejamos. Ponte cómoda. No tardaré mucho.

—No me importa el olor —dice, mordiendo ese maldito labio inferior


que tiene mi polla protestando por mis necesidades higiénicas.

—Cinco minutos. Eso es todo lo que tomará.


Ella parpadea esas largas pestañas, su sonrisa se extiende mientras
mira alrededor de mi casa, tomando todas las vistas. Mi pistola está
encima de la mesa del salón y ella la esquiva como si la hiciera
sentir incómoda.

—El seguro está puesto —le digo, guiñando el ojo antes de correr al
baño y darme prisa con los movimientos en la ducha.

Me pongo un par de bóxer cuando termino de secarme y vuelvo a


buscar a Lana en la isla de la cocina, revisando el caso de
Boogeyman.

—Esto es brutal —dice, mirándome con el ceño fruncido—. ¿Este


es el tipo que atrapaste?

—Es mi culpa. No debería haber dejado eso fuera se supone que no


debes ver eso.

Ella frunce el ceño.

—Los archivos de casos cerrados no son tan clasificados o al menos


eso es lo que he leído.

—Los viejos casos cerrados no están clasificados. Los recientes sí lo


están pero este ni siquiera es un caso cerrado, es una investigación
activa que debería manejar con más cuidado que dejarla por ahí
tirada.

Sus labios se tensan cuando se aleja un largo paso.

—Lo siento, no lo sabía. Acabo de verlo y… no debería haber


empezado a leerlo. Lo siento.
Me encojo de hombros, tirando de ella hacia mí por la cintura, sólo
necesitaba tocarla. No tenía ni idea de cuánto necesitaba tocarla
hasta que llegó aquí.

—Como dije, es mi culpa. Pero ya que lo has visto, ¿qué tal si me


das tu opinión?

Sus cejas suben.

—¿Mi opinión? Mi opinión es que ese tipo está enfermo. Que violen
a las mujeres y las dejen desangrarse lentamente por las múltiples
puñaladas es cruel y... En fin, esa es mi opinión.

—Me refería a tu opinión sobre el tipo de sospechoso que podríamos


estar buscando.

Ella frunce los labios.

—Apenas lo pude ver.

La llevo al archivo y extiendo las hojas incluyendo la nueva foto de


mi teléfono.

—Noté que las dejó desangrarse en lugar de decir que las apuñaló
hasta la muerte. Eso es realmente importante para el perfil. Ahora
dime tu opinión.

—No quiero meterte en problemas, Logan. No me muestres cosas


que no deberías y deja de decirme cosas que no deberías.

Me mira, frunciendo un poco el ceño.

—En este momento, no hay mucho que me harían si descubrieran


que estoy compartiendo detalles con mi chica. Soy un tipo duro.
Sólo léelo y dame tus pensamientos.
Una sonrisa se extiende sobre sus labios por alguna razón, pero se
mete el pelo detrás de la oreja y agacha la cabeza antes de empezar
a leer los archivos.

—¿Eso te excita? —Le pregunto, recordando que ella dijo que estas
cosas hacen que su estómago se revuelva.

—Me llamaste tu chica —dice en voz baja.

Mi sonrisa se extiende mientras me inclino, rozando un beso sobre


su hombro desnudo ya que lleva una camisola.

—En lo que a mí respecta, lo eres.

Ella se aclara la garganta y yo me inclino hacia atrás, disfrutando


de la manera en que se ruboriza.

Su cara se vuelve seria mientras estudia el archivo, tomando los


detalles y leyendo sobre él muy rápidamente.

—A primera vista, parece exagerado por todas las puñaladas pero


todas son superficiales y no son letales por sí mismas. Lo más
probable es que lo haga mientras las viola, empujando la punta de
la cuchilla lo suficiente para extraer la sangre. Se hacen más
profundas a medida que avanza, porque es parte de la altura que
alcanza. La violación suele ser una cuestión de poder.

—Casi siempre se trata de poder —enmiendo—. Contrariamente a


la creencia popular, hay muy pocos casos de agresión sexual que
tengan que ver con los deseos sexuales.

Asiente distraídamente, pero noto una mirada distante en sus ojos.


—Es un sádico. En relación con el caso, lo más probable es que sea
incapaz de tener un orgasmo sin el dolor que causa y que amenaza
la vida. La impotencia, fue probablemente un factor en su brote
psicótico tal vez se tropezó con este sentimiento de euforia por error,
y ahora ha escalado a matar mujeres. Se droga con el poder y se
excita con el dolor.

Ella exhala un aliento mientras sus manos tiemblan y yo empiezo


a disculparme. Ella realmente no puede soportar ver esta mierda, y
fue una estupidez por mi parte involucrar a un civil que no ha sido
insensibilizado, hasta el punto de verlos como cadáveres y hechos
en lugar de personas y asaltos despiadados.

Pero ella habla antes que yo.

—Sería invisible para el mundo, probablemente un obrero de cuello


azul que no llama la atención. Probablemente sería poco sociable,
dada la lucha que ha tenido con la impotencia. Le habría dejado
retraído porque se habría sentido como si le faltara algo, incluso
castrado. Ahora disfruta de las sombras donde ha vivido porque le
permite cazar sin ser notado.

Maldición, es buena.

Pasa otra página. —Al principio, había mucha ira de vuelta, que
proviene de la impotencia ahora hay un método controlado para su
psicosis. Desarrollará un complejo inmortal donde se siente como
si fuera intocable. Diría que un hombre blanco entre los 25 y 40
años, es diestro y tiene la habilidad de mezclarse con lo ordinario.
Posiblemente en el campo de la custodia.

Mis cejas se elevan.

—Está completamente muerto hasta el campo de la custodia.


Adivinamos que sea alguien de la policía o de la seguridad, debido
al hecho de que ha podido acceder a las casas sin esfuerzo, y las
cámaras de los edificios de apartamentos han sido desactivadas
cada vez.

Ella sacude la cabeza. —Puede que comprenda las medidas de


seguridad, pero la mayoría de los trabajadores de custodia lo hacen.
Vienen después de las horas de trabajo, pasan mucho tiempo
hablando con los guardias del turno de noche o asuntos detrás de
la escena que nadie más ve.

Entrecierro los ojos hacia ella, estudiando sus rasgos mientras mira
hacia arriba para encontrarse con mi mirada.

—¿Qué te hace estar tan segura de que tienes razón?

Ella sonríe antes de deslizar una página delante de mí. —Cómo


limpió después él mismo. Hizo brillar las salas de los asesinatos.

—Contramedida forense —señalo—. La mayoría de los asesinos


experimentados después siempre limpian ellos mismos.

Ella asiente. —Dije así es como limpió no sólo limpió; la habitación


estaba impecable y cada superficie fue limpiada con un limpiador
apropiado —Ella señala una línea—. El Limpiador de ventanas para
las ventanas. No se dejaron rastros tampoco, mientras que se nota
que el resto de las ventanas estaban sucias. —Ella señala otra
línea—. Los pisos de madera fueron limpiados con un limpiador de
madera. No hay rayas —Ella señala otra línea—. Las mesas estaban
todas brillando con un limpiador de madera. No hay rayas...

Mientras mi cabeza se envuelve en los hechos que ya debería haber


captado, ella continúa.

—Mi padre era... Ummm... amigo de un conserje cuando yo era más


joven. Es un hábito casi una compulsión usar los limpiadores
apropiados para las superficies después de tantos años de entrenar
la mente para usarlos. Si fuera tú, buscaría servicios de limpieza en
el área y comprobaría si estos edificios de apartamentos alguna vez
fueron subcontratados a compañías de limpieza individuales.

Deslizo el papel más cerca, mis ojos se mueven sobre todos los
hechos. —Entrevistamos a todos los empleados e investigamos sus
antecedentes —digo distraídamente—. Y consideramos que la
limpieza tan minuciosa era un caso de TOC 9, pero lo descartamos
por el hecho de que había diferentes cantidades de puñaladas, y no
limpiaron nada más que la habitación del asesinato.

—Muchos servicios de custodia pagan en efectivo bajo la mesa


porque es difícil mantener a los trabajadores. Algunos de ellos
tienen una política de "no preguntes, no digas" porque tienen que
contratar a quien sea que necesite un trabajo. La empresa se queda
con la mayoría del dinero, los trabajadores se quedan con las
migajas en comparación, así que el dinero bajo la mesa que no está
sujeto a impuestos es una gran manera de atraer a más
trabajadores, y también evitar tener que proporcionar beneficios a
dichos empleados. Es probable que nunca los hayan mencionado
porque no quisieron decírtelo.

—Eres una maldita genio —me quejo.

Agarro su rostro en mis dos manos y le doy un beso fuerte, aunque


también quiero estrangularla al mismo tiempo.

—Pero ahora tengo que hacer una llamada —refunfuño, sintiendo


su sonrisa en mis labios.

—Haz tu llamada. Atrapa a un tipo malo tal vez la pista sea sólida
y puedas atraparlo antes que vuelva a matar.

9
TOC es Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Es un trastorno de ansiedad en el cual una
persona tiene un pensamiento, un temor o una preocupación irracional que trata de
controlar realizando una actividad ritual para reducir la ansiedad.
A regañadientes, levanto mi teléfono y marco a Hadley. Ella va a
matarme.
Capítulo 12
Tenemos que hacer lo mejor que podamos. Esta es nuestra
sagrada responsabilidad humana.
—Albert Einstein

LANA

No mentiré y diré que no es hipócrita esperar que atrape al enfermo


que violó y mató a todas estas mujeres. Es hipócrita porque también
espero que nunca me atrape por torturar y matar a una serie de
hombres.

Pero también se siente bien escucharle contar animadamente a


alguien esta nueva y asombrosa pista. Me preocupa y me sorprende
cuando le dice a Hadley que soy yo quien inspiró esta nueva pista,
no debería decirles que dejó que su chica le diera esa información
sobre un caso que se suponía que yo no debía ver.

Tal vez el hecho de que me haya llamado su algo hace que las
mariposas se muevan. Definitivamente es algo. El hecho que suene
orgulloso de mí también me hace sentir... bien. Esa palabra otra
vez.

Mi teléfono suena mientras él sigue hablando con otra persona, y


salgo para contestar cuando veo que es Jake. Mis ojos se quedan
en la ventana, siguiendo el ritmo de Logan.

—Hola. ¿Ha habido suerte?


—Mucha suerte. Odio apresurar esta cita de la forma en que lo
haremos, pero te ayudaré con esto.

Mis cejas se elevan por sorpresa.

—¿Como en persona? ¿Vas a hacer esto también?

—Sólo esta vez, y sólo para la parte de la seguridad.

—No. No puedes. Vomitaste cuando intenté darte los detalles, Jake.

—No tienes ni idea de cuánto me gustaría tener tu habilidad para


matar sin dudarlo —dice en voz baja, con un borde en su tono.

—Pero no la tienes —le recuerdo, todavía mirando para asegurarme


que Logan no me escuche.

—No importa. No puedo arriesgarme a que te enfrentes a algo así


sola.

—No puedo hablar de esto ahora —digo casi en un susurro cuando


veo a Logan colgando el teléfono y pasándose una mano por el pelo.

—Mierda. ¿Estás con él? Todavía es una discusión que tenemos que
tener.

—Moví mi habitación de asesinatos a esa habitación secreta que me


construiste hace años.

—¿Crees que es suficiente para evitar que un perfilador se dé


cuenta de que estás matando lentamente a una lista de personas?
—pregunta secamente.

Respiro hondo mientras continúo mirando a Logan por la ventana.


Mira a su alrededor, y luego se mueve para coger un vaso.
—¿Sabes lo fácil que es para mí hacer lo que hago?

—Por lo que les hicieron a ustedes dos —dice, su voz apenas por
encima de un susurro roto.

—No, Jake. Es porque no hay nada más que odio dentro de mí que
me ha impulsado, desde que pude hacer algo más que doblarme en
una esquina por miedo a que me encuentren de nuevo. Nunca
pensé que nada más me impulsaría, pensé que después que esto
terminara... no tenía nada que esperar después de haberlos matado
a todos. Ahora... Ahora hay esperanza. Nunca me di cuenta del
poder de la esperanza hasta que de repente apareció en mi vida
como si el universo me diera un regalo en el momento equivocado.

Él exhala con fuerza, y yo me desplomo un poco hacia atrás.

—Me alegra saber que tienes esperanza, Lana. De verdad. Lo hago.


¿No podrías haberla encontrado con alguien que no pudiera meter
tu trasero en la cárcel?

Su tono termina en una nota de broma, pero la gravedad de la


situación sigue presente.

—Cruzaremos ese puente cuando sea necesario. Confía en mí para


ser cautelosa.

—Si algo se siente mal... Si alguna vez te hace preguntas... Sólo


escucha las preguntas que te hace. Ya sabes qué buscar.
Prométeme que saldrás de ahí si eso sucede.

—Prometido —le digo, sonriendo.

—Vas a hacer que me quede calvo de preocupación —gime,


mientras empiezo a caminar hacia adentro.
—Te llamaré más tarde.

Mientras cuelgo y vuelvo a donde está Logan en un par de bóxer y


trabajando diligentemente en hacer algún tipo de bebida en la
licuadora, me apoyo en la isla, impregnándome de él.

Se da la vuelta y me atrapa comiéndomelo con los ojos y mueve las


cejas.

—¿Tienes que irte? —Le pregunto, tratando desesperadamente de


mantener cualquier necesidad fuera de mi tono.

—No esta noche. Posiblemente mañana, pero no esta noche.

Sonrío, aunque esto enmascara un cierto nivel de decepción. Quería


por lo menos dos días pero tomaré lo que pueda, ya que es más de
lo que pensé que esta vida cruel me permitiría tener.

—Eres increíble, ¿sabes? —pregunta, acercándose.

Olvidando el licuado al llegar a mí, y yo inclino la cabeza hacia


atrás, dándole acceso justo cuando se inclina hacia adelante y me
besa largo, duro, profundo y... No hay suficientes palabras para
explicar cómo cada beso se acerca más a tocar mi alma.

Casi creo que puede eliminar algo de la oscuridad, tal vez incluso
extenderse alrededor de la luz.

Sus brazos me rodean, sujetándome a él mientras me levanta,


dándole un mejor ángulo en mi boca en vez de tener que agacharse
tanto.

El tipo es demasiado alto y yo soy demasiado baja.


Sonrío contra sus labios mientras mis piernas suben para envolver
su cintura. La única razón por la que rompo el beso es para
absorber algo de la normalidad de la situación, deleitándome en
cada segundo de ella.

—¿Así que hemos llegado al nivel en el que sólo caminas en bóxer


delante de mí?

Guiña el ojo mientras me desliza sobre la encimera, y yo frunzo el


ceño cuando lo suelto con las piernas mientras retrocede. Cuando
se da la vuelta para darme la espalda, me doy cuenta de algunas
cicatrices que no noté la última vez que lo tuve desnudo.

—¿Qué es esto? —pregunto antes de pensar en ello.

Mis dedos inmediatamente se lanzan a tocar una cicatriz


semicircular cerca de su hombro y hago una mueca. Odio que la
gente toque mis cicatrices y aquí estoy yo tocando las suyas.

Él no se inmuta como yo lo hago, cuando mi dedo roza la superficie


manchada.

—Una bala hizo eso hace dos años apenas alcanzó el maldito
chaleco, media pulgada más allá y habría tenido un moretón en
lugar de que me quitaran la bala. Un novato despejó la escena y no
vio a un tipo con un arma escondido en un armario. Disparó a
través de la puerta y yo fui uno de los heridos.

Otra cicatriz es irregular y larga, que va desde su otro omóplato a


su columna vertebral. Cuando mis dedos la atraviesan, él retrocede
hasta mi toque. Desearía poder dejarle tocar el mío, tal vez podría
quitar los recuerdos dolorosos que están dentro del tejido de la
cicatriz.
—Ese es de un cuchillo —Esa respuesta me hace tragarme un nudo
doloroso—. Fue cuando estaba recién llegado al campo y el tipo que
estaba arrestando tenía un amigo que salió de la nada. Me pilló
desprevenido.

—Sólo te agarran cuando no los ves venir —digo en voz baja,


sintiendo una punzada de orgullo—. Porque eres demasiado fuerte
para ellos.

Se ríe mientras se da la vuelta. Mi aliento se detiene mientras agarra


mis caderas y me sacude contra él, parado firmemente entre mis
piernas mientras nuestras mejores partes se alinean.

—Me gusta que pienses así —dice, sonriendo mientras juega con el
dobladillo de mis pantalones cortos.

Paso mis manos sobre los músculos de sus brazos. Él se flexiona a


propósito, y yo giro mis ojos juguetonamente mientras lo miro a los
ojos. —Eres fuerte. Eres intimidante. La gente no te ve débil, así
que te atacan cuando eres más vulnerable.

—El tipo que disparaba desde el armario lo hacía a ciegas —señala.

—¿Así que no eres grande y fuerte? —pregunto, luego estallo en risa


cuando me levanta y empieza a caminar conmigo.

—Suficientemente fuerte para manejarte —bromea, y me da una


cachetada en el culo con una mano.

—Apuesto a que podría llevarte —digo en broma, pero me pregunto


si realmente podría o no.

—Dejaré que me muestres tus habilidades de lucha más tarde —


dice antes de besarme de nuevo y de ir a una habitación.
Decido que no quiero saber si puedo llevarlo o no. Sólo quiero fingir
que soy una chica normal con un chico normal en nuestra relación
normal por una noche normal.

El sol está saliendo y me he reído tanto que me duele el costado,


ninguno de los dos ha dormido, hemos comido un par de veces,
hemos tenido mucho sexo, y nos hemos reído más de lo que yo me
he reído nunca pero el sueño no ha estado en la lista de prioridades.

Creo que ambos tenemos miedo de cerrar los ojos y perder este
fugaz momento de perfección.

Ahora estoy tirada en el sofá mientras me cuenta sobre su muy feliz


infancia que no está llena de oscuros recuerdos.

Mis ojos revolotean por la habitación, tomando todas las fotos de


esta supuesta familia de la que sólo habla en tiempo pasado.

—Entonces, ¿qué pasó? ¿O eso no es asunto mío? —pregunto,


levantando la cabeza para mirarlo.

Su sonrisa cae lentamente y me odio por preguntar. —No importa.


No debería haber...
—Está bien, Lana. Deja de disculparte por tratar de conocerme —
dice, sonriendo de nuevo. Me quita el pelo de la cara antes de apoyar
su mano en mi hombro—. Me gusta que quieras saber más de mí
que mi preferencia por los condones.

Yo resoplo. En realidad, resoplo. Mátenme ahora.

Sólo lo hace reír de nuevo.

Sacudiendo la cabeza, me encojo de hombros. —Sé que no puedo


decirte mucho sobre mi pasado, así que no es justo que te pregunte
sobre el tuyo —digo con un triste suspiro, matando el momento de
luz otra vez.

Su cara se pone seria, y su mano empieza a correr arriba y abajo


de mi espalda mientras pongo mi cabeza en su pecho.

—Dime lo que quieras cuando estés lista —dice finalmente, besando


la parte superior de mi cabeza—. Entiendo que no todos los pasados
son tan fáciles como el mío. En cuanto a mis padres... Mi madre se
volvió un poco salvaje a mediados de los treinta, se divorció de un
buen hombre en busca de sexo salvaje y hombres ricos, las cosas
estaban bien hasta entonces. Nunca conocí a mi verdadero padre,
aparte de saber que estaba en el ejército. Me envió algunas fotos
con cartas, como si quisiera ver su cara. Mi padrastro siempre fue
mi verdadero padre, en mi opinión. Entró en la foto cuando yo tenía
dos años y me crió como si fuera suyo.

Paso mis dedos a lo largo de su pecho.

—¿Alguna ex que deba preocuparme?

Se estrangula en el aire antes de reírse. —No. En absoluto. Todas


las relaciones han terminado en muy malos términos, soy un poco
mal novio desde que me casé con mi trabajo.
Se queja mientras me pasa la mano por el cabello y yo levanto la
cabeza, mirándole a los ojos.

—No dejes que lo arruine, porque me gustas —me dice, sonriendo.

Todo lo que hago es sonreír como un idiota sin importar lo que diga.
—Tú también me gustas un poco.

Toca mi labio inferior acomodándose más, mientras me pone


completamente encima de él. A pesar de la firmeza de su cuerpo,
está sorprendentemente cómodo.

—¿Qué hay de ti? ¿Algún ex que deba preocuparme? —pregunta,


estudiando mi rostro.

Estudia todas mis expresiones. Afortunadamente he entrenado


contra ellos pero esta es una pregunta que puedo responder
honestamente.

—Sólo he tenido una relación verdaderamente seria y prefiero


prenderle fuego, a hablar con él alguna vez más. Aparte de eso,
nada serio desde entonces, y eso fue hace más de diez años. El resto
han sido... ¿experimentos?

Vale, necesito cerrar la boca porque estoy hablando demasiado.

—¿Experimentos? —pregunta, recordándome que aprenda cuándo


parar.

—Palabra equivocada. Hum... Intentos desesperados e inútiles de


tener algo, y luego aprender que no había ninguna chispa.

Buena recuperación, Lana.


—Hay una chispa aquí —dice reverentemente, todavía pasando sus
manos sobre mi espalda desnuda.

Sonriendo, asiento con la cabeza. —Definitivamente hay una


chispa.

Me empuja hacia adelante, pasando sus labios por los míos. Justo
cuando decido profundizar el beso, recibe una llamada.

Maldiciendo, arrebata su teléfono del suelo. Se ha quedado en la


habitación en la que hemos estado toda la noche.

—Aquí Bennett.

El teléfono está tan alto que oigo a la mujer del otro lado.

—Oye, tenemos una lista de personas para investigar pero un par


de tipos aparecieron, había un servicio de custodia subcontratado
en todos los edificios de apartamentos. Mientras los
investigábamos, los descartamos rápidamente. Cuando los llamé y
les pedí una lista de todos los empleados de la nómina, les recordé
que estaban impidiendo una investigación federal si no incluían
también las ocasionales actuaciones bajo la mesa. La lista
milagrosamente se hizo mucho más larga. Dos nombres tienen
antecedentes que hacen que estos tipos se vean bien por ello.

Entonces, ¿podría haber tenido razón?

—Nos encontraremos en dos horas y haremos un viaje a Boston.


Trae todos los nombres de la lista y los revisaremos en el vuelo.

Y eso es todo el tiempo que tenemos.

Puedo ver por la mirada en sus ojos que él también odia esto.
Se tapa la bocina del teléfono mientras la chica lo maldice por ser
demasiado bueno en su trabajo.

—Si lo atrapo, tendremos más tiempo juntos por un tiempo —dice,


frunciendo el ceño mientras estudia mi rostro.

Aparentemente estoy usando algo de decepción, así que enmascaro


mis expresiones y me enrosco en él, besando su mandíbula.

—Ve a atrapar a más tipos malos.

La chica del otro lado se queda en silencio.

Logan presiona sus labios contra mi frente, y yo me empapo de su


aroma una última vez antes que se vaya. La última vez fue un viaje
breve tal vez tenga suerte y las cosas vuelvan a ir tan bien.

—¿Estás tú con ese perfil de novia que te ayuda aclarar evidencia?


—la chica pregunta seriamente.

Espero que no esté secretamente enamorada de él, porque detecto


un tono de voz que espero estar exagerando.

—Sí. Los veré en un par de horas. No te olvides de mantener eso


entre nosotros.

—Lo sabes, jefe. Sólo espero que nos ayude a atrapar a este
bastardo antes que otra mujer salga lastimada.

Exhalo con alivio, porque ese tono se ha ido. Aparentemente, estaba


definitivamente leyendo dentro de eso.

Cuelga, y sus brazos me rodean con uno de esos abrazos increíbles


que tanto me gustan.
—Tan pronto como esté de regreso, juro llevarte a esa maldita cita
que te prometí hace tanto tiempo. Eres mejor que un maratón de
sexo con cualquier comida que queme.

Quema la pizza totalmente pero fue muy dulce para él intentar


cocinar. Podría haber ido mejor si no hubiéramos olvidado que
estaba en el horno y terminaba en el dormitorio.

—Comeré comida quemada todos los días en los que te tenga para
mí, prefiero no perder el tiempo teniendo que salir en público y
perder toda nuestra privacidad.

Se ríe, pero no estoy bromeando.

Soy codiciosa. Lo quiero todo para mí.

Se apresura a prepararse, y le beso mucho más tiempo del


necesario antes de que se vaya.

Como se va a ir, no hay mejor momento que el presente para volver


al trabajo y saltarse el segundo día de descanso.

Mientras subo a mi coche, saco mi teléfono y llamo a Jake.

—¿Sigues con él?

—Estoy en camino para agarrar a Lawrence, puedes encargarte de


Tyler.

Está maldiciendo cuando cuelgo, y yo sonrío cuando comienzo el


largo viaje a Nueva York. No lo he estudiado en su vida diaria pero
a la mierda. Soy más fuerte que todos ellos.
Capítulo 13
No Podemos desesperarnos de la humanidad, ya que nosotros
mismos somos seres humanos.
—Albert Einstein

LANA

Nueva York no está preparada para mí cuando llego. Está oscuro


cuando finalmente me puse a planear mi emboscada. Tengo la
sudadera puesta, la cabeza cubierta y me apoyo en un callejón.

Este lugar se vuelve peligroso en los callejones oscuros, pero


después de golpear la cara de un tipo contra la pared de ladrillo lo
suficientemente fuerte como para noquearlo, la mayoría de los
matones habituales me dan un amplio espacio para el resto del
tiempo que espero.

—Hola, cariño —dice otro estúpido matón que me está sosteniendo


un cuchillo mientras sonríe con una sonrisa de dientes podridos.

Yo no digo nada.

Supongo que se perdió mis demostraciones anteriores, por


desgracia para él.

Da un paso más y es cuando le sonrío, parece confundido por una


fracción de segundo antes de que mi mano salga disparada,
chocando con su garganta. Un doloroso resoplido se le escapa, y
balancea el cuchillo.
En el aire le cojo la muñeca, le doy vueltas bajo el brazo y escucho
con placer como un grito satisfactorio atraviesa la noche. El cuchillo
cae al suelo y golpeo mi pie contra su columna vertebral, todavía le
aprieto el brazo detrás de él tan fuerte que siento cuando el hueso
cruje en mi mano.

Un escalofrío de placer me atraviesa, escuchando la forma en que


grita y pide misericordia. No es tan satisfactorio como escuchar a
los que quiero muertos, pero aun así es un gran castigo para
alguien como él, que se aprovecha de los débiles, o de los que cree
que son débiles.

Con un fuerte empujón el cuchillo le corta la espalda, la piel se


desgarra y sus gritos se hacen más fuertes. La gente se dispersa de
nosotros, pretendiendo que no ven nada en la típica moda de la
ciudad.

Cuando empieza a balbucear sangre, suelto el cuchillo con la mano


enguantada y dejo que se hunda en el suelo con un golpe fuerte.
Justo al lado del basurero, todo lo que se ve desde la calle son sus
pies. La ciudad es demasiado ruidosa para que los habitantes de la
acera lo escuchen.

Aunque lo oyeran seguirían caminando, eso es lo que hace la gente


se dicen a sí mismos que también morirán, se dicen a sí mismos
que su vida es más valiosa que la persona que muere cerca de sus
pies.

En resumen, no les importa una mierda.

Una sonrisa oscura curva mis labios mientras me mira sorprendido


y horrorizado.

Vino a este callejón como el depredador.


Morirá como la presa.

Tiro de la sudadera sobre mi cabeza, con cuidado de no molestar a


mi peluca rubia por su cuidadosa colocación en mi cabeza. Lo arrojo
al contenedor, luego me saco los pantalones, revelando el vestido
que había escondido y me pongo los tacones.

Es hora de hacer lo que vine a hacer y dejar de joder a la escoria en


la oscuridad de la que la gente trata de huir. Los monstruos de aquí
no se pueden comparar con el monstruo que soy.

Unos pocos ojos se mueven hacia mí, pero no me preocupa mientras


me pavoneo por ellos.

Nadie hablará de la prostituta rubia que acaba de matar a un


hombre con muy poco esfuerzo. Fingirán que nunca vieron nada.

Incluso los grupos de chicos se dispersan, tropezando con sus pies


en su afán. Un arma está metida en la parte de atrás de la mayoría
de sus jeans, pero acaban de verme destripar a un tipo con su
propio cuchillo. Estoy segura que no se sienten muy seguros de que
no les pasará lo mismo.

Es una historia real: La mayoría de la gente se aterroriza más


cuando ve un cuchillo que cuando ve un arma. Es algo psicológico,
pero por el momento funciona a mi favor.

Doblo la esquina, saliendo del largo callejón hacia la concurrida


acera. Nadie me mira a los ojos o se fija en mí a través del ajetreo
mientras tiro los guantes ensangrentados en mi bolso.

La oscuridad ayuda.
Sonrío cuando veo a Lawrence salir del edificio, cruzo la calle y
reduzco mi ritmo, dejando que se ponga detrás de mí.

Lawrence es predecible.

También es un pervertido.

Una sensación de malestar y el sabor de la bilis se eleva en mi


garganta cuando ocurre lo predecible. Una mano caliente está de
repente en mi trasero y me doy la vuelta, tratando de actuar
sorprendida.

—Tú —dice, sonriendo—. Pensé que eras tú. ¿Sin cita a ciegas esta
noche? —sonríe como si su broma fuera divertidísima.

Le bateo las pestañas y empiezo a tirar de su corbata, aunque mi


estómago está a punto de explotar de asco.

—No hay cita esta noche. ¿Intentas ligar conmigo, guapo? —


pregunto con ese falso acento sureño que usé la última vez que me
vestí así.

—Creo que debiste haber querido que te recogiera, Nueva York es


demasiado grande para toparse por casualidad dos veces —dice con
suficiencia, sonriéndome.

—Tal vez sea sólo el destino.

Su sonrisa burlona se convierte en una sonrisa lasciva. —¿Tu casa


o la mía?

—Bueno, eso fue bastante fácil —Arqueo una ceja, guiándolo por la
corbata mientras lo llevo a un estacionamiento.

—¿Adónde vamos?
—Mi auto está a la vuelta de la manzana —digo dulcemente.

Aparcado en un estacionamiento sin cámaras. Dejo ese jugoso


bocado fuera de la conversación.

—Eres el tipo de chica que hace que un chico haga algo peligroso
como meterse en un auto con una desconocida —dice, aunque hay
un toque de burla en su tono, como si me encontrara demasiado
débil para ser algún peligro para él.

—Puedes irte atrás —le digo, moviéndolo a la derecha. Le suelto la


corbata pero él acelera sus pasos y continúa siguiéndome hasta el
estacionamiento.

—No estoy preocupado. Creo que puedo manejarte.

Me guardo el resoplido de la burla.

—Nene, puedo prometerte que no sobrevivirás a una chica como yo.


Capítulo 14
No creo en la inmoralidad del individuo, y considero la ética
una preocupación exclusivamente humana sobre la que no
hay ninguna autoridad sobrehumana.
—Albert Einstein

LANA

—Calma, pequeño bebé, no digas una palabra. Mamá te va a


comprar un ruiseñor. Y si ese ruiseñor no canta. Mamá te va a
comprar un anillo de diamantes.

La canción fluye a través del sótano subterráneo y camino hacia un


lado, mientras Lawrence se despierta lentamente de su estado
inconsciente. Miro con fascinación desde las sombras mientras una
mirada de emociones parpadea en su cara en secuencia.

Confusión. Sorpresa. Reconocimiento. Y mi favorito: el pánico.

Lucha contra las cadenas que le sujetan las manos y los brazos,
manteniéndolo atado y suspendido en el aire, es una posición
encantadora para morir, también te deja sentirse débil e indefenso
al estar extendido e inmóvil.

Debería saberlo.

La canción cambia, y "Ring Around the Rosy" comienza a sonar con


esa espeluznante voz de niño en la que está. Me encanta joder con
sus cabezas.
—¿Quién diablos eres tú? —grita, luchando mientras yo
permanezco escondida en el rincón oscuro. La luz sobre la cabeza
proyecta un brillo circular debajo de ella, iluminándolo y las
cadenas colgando libremente frente a él mientras espero la llegada
de nuestro segundo prisionero.

Tan pronto como lo llevé a mi auto, golpeé su cabeza contra la


puerta lateral dos veces, asegurándome de que estaba inconsciente
antes de lanzar su pesado trasero a mi auto. Es muy musculoso, y
no planeé que fuera tan pesado como un peso muerto.

La lucha valió la pena.

Los moretones se están formando agradablemente alrededor de sus


ojos y frente. Estoy segura que la conmoción cerebral lo mantuvo
fuera más tiempo que una polla fría normal.

—¿Dónde estás? ¿Dónde mierda estoy? —grita, luchando en vano,


haciendo que las cadenas hagan sonar su incesante advertencia.

Sacude la cabeza de lado a lado, tratando de ver algo más que la


luz encima de él. Son sólo cuatro paredes de piedra en un cuadrado
semi grande de un sótano. Son todas las pesadillas espeluznantes
que hay.

Debería haber empezado a encontrar lugares más espeluznantes


para matarlos hace tiempo, porque me encanta la forma en que su
cuerpo se agarra con terror a los alrededores.

Ahora estoy vestida de negro, el lápiz labial rojo ha desaparecido


junto con la peluca rubia que estaba usando; los tacones se han
cambiado por botas, las botas de hombre que llevo con la puntera
especial que Jake diseñó para que dejara las impresiones de los pies
a los talones.
Mi mochila no está puesta, pero no es necesaria para esta parte ya
que no hay suciedad alrededor. El suelo de piedra bajo mis pies
pronto será pintado con dos tonos de rojo. Entonces pintaré las
cuatro paredes.

—¡Que alguien me responda, mierda! ¡Ayuda! —exclama, sólo para


ser recibido en silencio. La antigua casa de Tyler está en medio de
la nada, estos son los asesinatos fáciles.

Lawrence habría sido difícil de matar en su apartamento que


comparte con un compañero de cuarto.

La esposa de Tyler está fuera de la ciudad ahora mismo, después


de tener una pelea por los mensajes de texto con los que la ayudé a
tropezar, anónimamente por supuesto. Tyler cree que Denise se
puso celosa y lo saboteó. Su mujer cree que es un imbécil... sus
palabras... y se fue en un ataque de rabia.

Actualmente estoy rastreando su celular con el teléfono clonado que


hice con el de Tyler.

Lawrence continúa gritando y vociferando mientras "The Wheel son


the Bus" suena ahora, ahogando la mayoría de sus peticiones.

Su voz está casi ronca unas horas después cuando finalmente se


orina encima, perdiendo la vejiga. Es el primer paso de la
humillación, es el paso uno de despojarse de su dignidad. Siempre
se orinan y se cagan encima.

Una sonrisa curva mis labios.

Maldice mientras la primera lágrima cae de su ojo. Está atado y


colgado, incapaz de limpiarse. Quiero todas sus lágrimas. Quiero
toda su miseria y su terror.
Lo quiero degradado hasta el punto que no le quede nada más que
indignación y humillación luego quiero sus gritos.

Sólo una hora después de eso se rompe, sollozando fuertemente


mientras pierde el control de su vejiga de nuevo. Sus vaqueros se
oscurecen y el olor me invade. Es el olor de la venganza. Bueno, es
el olor a orina, pero ya te haces una idea.

Está sin camisa, y puedo ver la piel de gallina que se le ha puesto


en la piel por el frío. Cuanto más fría es la habitación, peor es el
dolor cuando se reciben los golpes.

—La perra está llorando —dice Morgan, riéndose en voz baja


mientras una sola lágrima cae por mi mejilla.

Estoy restringida, incapaz de limpiarla, mientras intento


retirarme a mi mente y bloquear todo el dolor.

—Esas lágrimas no te salvarán, puta —dice Lawrence cerca de


mi oreja—. Ruega que me detenga.

—Por favor... por favor, detente —oigo a mi hermano llorar.

—¡Tenemos un suplicante! —Escucho a Tyler anunciar, riendo


como una hiena.

Mis brazos se liberan del agarre suelto de Tyler, y grito


mientras golpeo con mi puño el lado de la cara de Lawrence.

—¡Maldita cabrona!
Continúa a horcajadas mientras me empuja las manos a su
sitio.

—¡Sujeten a esta maldita perra o dejaré que les saque los ojos
cuando sea su turno!

Tyler escupe una maldición y me devuelve las manos al


pavimento. Grito mientras mis manos encuentran la
superficie implacable y siento la sangre goteando. Me
concentro en ello y no en lo que Lawrence está haciendo con el
resto de mí.

—Esas lágrimas no te salvarán, puta —digo, haciendo que


Lawrence mueva la cabeza hacia mi esquina mientras entrecierra
los ojos en la oscuridad, tratando de encontrarme.

—¿Quién diablos eres?

Doy tres pasos, dejando que la luz se filtre lentamente a través de


mí hasta que su ceja se eleva en la confusión, una furia se extiende
por su cara, pero las cadenas lo mantienen firme.

—¿Qué diablos quieres, perra?

—Ruega que me detenga.

Empieza a hablar, pero la puerta que está encima de nosotros se


abre, y Tyler baja rodando por las escaleras, gritando en agonía
mientras Jake da los pasos uno a uno. Jake se mueve con gracia,
disfrutando del hecho de que la venganza es finalmente encontrar
a estos hijos de puta después de la conversación que presenciamos.

Tyler ya parece medio golpeado hasta la muerte. ¿Olvidé mencionar


que Jake ha estado tomando las mismas clases que yo? Nuestra
lista de artes marciales mixtas sólo crece, al igual que nuestro
cinturón negro.

Obviamente tomamos las clases en otro pueblo con otro nombre,


pero esa parte no es importante ahora.

—¡Ustedes! —Lawrence grita, mirando a Jake.

Jake se golpea las piernas. —Por cierto, funcionan muy bien.

Tyler es un enredo de extremidades, todavía tirado en el suelo. —


¿Dejaste algo para mí? —Le pregunto a Jake mientras agarra la
muñeca de Tyler, arrastrándolo a las cadenas.

—¿Quién diablos eres? —Lawrence exige de nuevo, como si tuviera


algún control.

—Queda mucho por hacer. Sólo dolerá más cuando extraigas la


deuda.

Sonriendo mientras Lawrence continúa molestándonos desde su


posición vulnerable, ayudo a Jake a encerrar a Tyler en su lugar.
Lo separamos como Lawrence, suspendiéndolo con las cadenas.
Ahora están justo enfrente uno del otro.

—¿Quieres saber quién soy? —Le pregunto a Lawrence mientras


Tyler tiembla de miedo, con los ojos abiertos y el cuerpo tembloroso.

Las lágrimas brotan con fervor de los ojos de Tyler, lo que me hace
dar una rápida valoración del estado de su cuerpo.

Sus piernas están definitivamente rotas. Jake debe haber sido muy
agresivo. Bien por él. Lo necesitaba.
—¡Eres una perra loca! —Lawrence grita. Yo sonrío, enfrentándome
a él ahora.

—No. Soy una perra loca y enojada, me conociste cuando era más
joven también conociste a mi hermano.

Una sonrisa se forma en mis labios cuando el color empieza a salir


de sus ojos. —Esas lágrimas no te salvarán, puta —repito, aunque
esta vez puedo ver que se da cuenta de por qué digo esas
palabras—. Ruega que me detenga.

Se vuelve tan blanco como el fantasma que cree que soy, me


enfrento a Tyler de nuevo mientras intenta juntar las piezas.

—Juega bien, Victoria. Te dolerá mucho menos si te portas


bien.

No llores, Victoria. No dejes que vean que te han roto.

Pero yo sí me rompo. Me rompo con fuerza. Me rompo con los


gritos de mi hermano a mis espaldas mientras suplica y
suplica y suplica... Y ellos sólo se ríen.

Como si los sonidos fueran música para sus oídos. Quiero que
esos oídos sangren.

—Juega bien, Tyler. Te dolerá mucho menos si te portas bien —me


burlo, viendo como la misma ola de realización lo invade.

Sus ojos se abren hasta el punto de ser dolorosos, Jake sonríe


mientras lo asimila todo. Siempre tiene que perderse esta parte,
puede que tenga un nuevo tipo de pareja si puede soportar el resto,
me gustaría que él fuera parte de esto, es tanto su venganza como
la mía. Ambos queríamos a Marcus.
Y se lo llevaron.

Me muevo delante de Lawrence y Jake me da mi navaja favorita. Es


aburrido. Es brutal. Y duele como el infierno cuando finalmente
consigo que la piel se desgarre.

—Estás muerta —el imbécil resopla, mirándome con


incredulidad—. Se supone que estás muerta.

Lo veo fijamente, moviendo la hoja sobre su muslo sintiendo su


temblor.

—Debiste haberme matado mejor —digo, mientras la hoja se clava


en la carne flexible.

Él grita de dolor cuando la carne finalmente se divide, y yo me tomo


mi tiempo. —Necesitaré uno afilado para sus orejas —le digo a Jake,
mientras Tyler vomita al son de los gritos de Lawrence.

Luego continúo, cambiando a Tyler, dejando que se vean matarse


lentamente el uno al otro.

—Espero que no tengan sueño. Cambié de opinión sobre sus días


de deudas. Va a ser una semana larga.
Capítulo 15
Usted no puede, simultáneamente, prevenir y prepararse
para la guerra.
—Albert Einstein

LOGAN

Miro a mi teléfono, leyendo el último texto de Lana.

LANA: Te llamaré esta noche si estás libre. Siento


haberme perdido tu llamada antes. Han sido unos
días locos. <3

—¡Oh, emoji de corazón! La situación se está volviendo real —dice


Craig por encima de mi hombro, ganándose un codazo en el
estómago.

Girando mis ojos mientras gruñe y tose, le envío un mensaje de


texto.

YO: Esta noche debería trabajar, siempre y cuando


nadie llame con alguna pista. Sabemos quién es el
asesino, y hemos estado poniendo su cara en todas
las noticias. Tenías razón. Definitivamente es uno de
los trabajadores de limpieza pagados bajo la mesa. Se
las arregló para escapar, así que hay una cacería en
marcha en toda la ciudad.
LANA: Ten cuidado. Siempre es ignorado, y con el
nuevo golpe de atención, es probable que disfrute de
la fama. Puede que anhele más atención y que venga
por ti si el interés desaparece demasiado pronto.
Matar al principal agente del FBI que lo persiguió le
daría aún más atención.

Nunca he querido salir con un perfilador, simplemente porque el


trabajo y el sexo no se mezclan bien en mi experiencia. Lisa, por
ejemplo, es una espina clavada en mi costado desde que las cosas
terminaron hace años y ahora está bajo mi mando.

Es incómodo, es frustrante y ella usa nuestro pasado contra mí


cada vez que puede.

Lana, sin embargo, es la mujer perfecta. Alguien que entiende lo


que hago sin estar a mi lado mientras lo hago. Es literalmente lo
mejor de ambos mundos.

Por eso me sigue preocupando que sea demasiado buena para ser
verdad.

YO: Es muy poco probable que venga por mí. Y si lo


hace, me ahorraré el trabajo de intentar localizarlo.

LANA: Hablo en serio, Logan. Tipos como él podrían


obsesionarse con alguien como tú.

YO: Es un violador. Un violador en serie. Necesita


una mujer para aliviar sus impulsos. Es más que un
asesino en serie, lo que hace que la probabilidad de
que venga a por mí sea muy pequeña.

LANA: Cualquiera que haya vivido siempre en las


sombras y de repente sea llevado a la luz va a
conseguir el éxito. Especialmente alguien como él.
Los sádicos sexuales prosperan con el poder. Los
excita. El poder sobre ti podría convertirse en un
sustituto fácil del poder que tiene sobre sus víctimas
femeninas.

YO: Me gusta que te importe tanto.

LANA: Me gustan mis orgasmos. Quiero más.

Eso me hace reír y guardo mi teléfono mientras Craig aparece,


comunicándome sobre la última información.

Se suponía que iba a ser un arresto fácil, pero alguien le avisó. Tuvo
que hacerlo. O si no, de alguna manera tiene contactos en la
estación de policía. Pero el tipo se lee como un libro abierto de
nuestro perfil.

Ahora encontrarlo se está volviendo más difícil. Le pagaron en


efectivo y nunca tuvo una cuenta bancaria, su apartamento era una
especie de arreglo semanal en efectivo, su vida entera no tiene
papel, no tiene dispositivos electrónicos ni pistas, incluso su factura
de electricidad estaba incluida en su alquiler, además de ocultar
cualquier rastro que pudiera tener.

Dejó su teléfono.

Se llevó su ropa.

Está en el viento, podrían pasar meses antes que reaparezca si no


lo encontramos ahora.
Cuatro días después, todavía no hay pistas y me quejo mientras me
preparo con mi equipo para volver a casa. Gerald Plemmons. Ese es
el nombre del Boogeyman. Ponerle una cara ha ayudado a aliviar
los temores de algunos de la ciudad, pero sigue ahí fuera.

Un día, volverá a matar. Desafortunadamente, hasta que lo haga,


no podremos encontrarlo.

En cuanto bajo del avión, me voy a mi camioneta y conduzco a la


casa de Lana. No me espera, y no puedo localizarla en su teléfono
sigue yendo directamente al buzón de voz, así que espero no hacerla
enojar con sólo aparecer.

Parece que lleva una eternidad llegar allí pero cuando finalmente lo
hago, golpeo la puerta a propósito.

El sonido de los pasos apresurados me tranquiliza. No veo su


Mustang aquí, así que me alegra oírla hablar a través de la puerta.
No estoy tan feliz de escuchar lo que dice.

—¡Tienes una llave! ¡Úsala, Jake! Deja de hacerme caminar por toda
la casa...

Sus palabras mueren cuando abre la puerta.

En una toalla.
Todavía está casi toda mojada.

—¡Logan! —dice, sorprendida al abrir los ojos.

No le doy tiempo para pensar antes de besarla, cerrando la puerta


detrás de mí con el pie. Sus manos se acercan a mi cabello y la
levanto, gimiendo cuando siento su culo desnudo contra mis
manos.

La toalla se suelta y se queda atascada entre nuestros cuerpos


mientras continúo besándola y la llevo de vuelta a su habitación.
Ella me besa con la misma fiereza, haciéndome saber que no le
importa el hecho que haya aparecido sin avisar.

Ha pasado una semana. Una semana dura desde que la vi.

Mi mano se desliza por la curva de su culo, moviéndose hasta que


encuentro lo que realmente quiero. Mis dedos se deslizan por su
resbaladizo coño, sintiéndola húmeda y lista para mí. Por mucho
que me gusten los juegos preliminares, no los haré esta noche tal
vez después de que logre calmar un poco esta adicción podamos
retrasar las cosas, y pueda darle a su cuerpo la atención que
realmente merece.

—¿Supongo que me has echado de menos? —pregunta contra mis


labios, apretando sus piernas contra mi cintura mientras llego a su
habitación.

—Mucho.

Ni siquiera le doy tiempo para que piense antes de dejarla caer en


la cama y empezar a desnudarme. Me mira, arrastrando su cuerpo
desnudo hasta la cama mientras tira la toalla.
Cuando muerde el labio inferior, termino de desnudarme y le agarro
los tobillos, tirándola por la cama. Un pequeño chillido de sorpresa
se le escapa, pero me pongo el condón, ajustándome entre sus
piernas en su cama tan alta.

Tan pronto me alineo, me meto dentro sintiendo sus paredes,


apretando contra la abrupta intrusión. Ella gime y arquea su
espalda, pareciéndose a todas las fantasías que he tenido.

Agarrando sus caderas establezco un ritmo duro, follándola con


desenfreno, dejando que sus gemidos y jadeos me alimenten y me
guíen. Cuando ella se pone tiesa y su coño me abraza, el calor se
extiende por mi columna vertebral, y una corriente eléctrica me
envuelve en forma de placer.

Su boca se abre y agarra la sábana que está debajo de ella, sus


puños se retuercen en la suave tela de la cama desordenada.

Mis músculos se vuelven perezosos hasta que mis caderas se


calman completamente y ella se desploma mientras me sonríe.

—Hola —dice, riéndose ligeramente.

También me río antes de caerle encima. —Hola.

Doy la vuelta, tiro el condón en el bote de basura al lado de la cama,


y luego la enfrento de nuevo pasando mi dedo por su mejilla.

Ella me obliga a moverme más cómodamente en la cama cuando se


mueve, asegurándose de que puede acostarse.

—¿Quién es Jake? ¿Y por qué tiene una llave?

Su sonrisa se extiende como si estuviera disfrutando de una broma


privada.
—¿Muy celoso?

Entrecierro los ojos, y ella se ríe mientras me pone una pierna sobre
la cadera y apoya su cabeza en mi bíceps.

—Es mi socio de negocios. Se acaba de ir hace unos minutos, y


pensé que podría haber olvidado algo. Cree que es divertido
hacerme correr por la casa en lugar de usar su llave, actúa como si
fuera a confundirlo con un ladrón y accidentalmente lo apuñale o
algo así.

No me gusta que Jake tenga la llave de su casa, sobre todo porque


no lo conozco.

—¿Cuál es su apellido? —pregunto, totalmente preparado para


hacer una completa revisión de los antecedentes de este tipo y ver
cómo es.

Estoy realmente celoso.

Joder.

—Es un socio silencioso, y está en nuestro acuerdo que no dé su


apellido. Lo siento, pero así es como es. Nuestro último asunto de
negocios tomó unos días más de lo esperado, pero decidimos ser
cuidadosos. Además, nos conocemos desde siempre es como un
hermano para mí no te preocupes puedo asegurarte que no está
pasando nada sexual.

—¿Es gay? —pregunto con esperanza.

Ella sonríe ampliamente. —Es bisexual, pero tiende a inclinarse


más hacia los hombres que hacia las mujeres.
—Sería mejor si fuera gay.

Cuando ella se ríe, es un sonido lindo, tan despreocupado otra vez.


Juro que parece más ligera y feliz cada vez que la veo.

Frunzo el ceño cuando mis dedos se ponen rojos por el lado de su


cabeza.

—¿Estás sangrando? —pregunto, preocupado mientras trato de


inspeccionar su cabello. ¿Cómo de duro he sido?

Sus ojos se abren de par en par mientras me mira fijamente a los


dedos. —Hum... no. Eso es de una pintura que estaba haciendo con
Jake. Supongo que me faltó un poco.

Froto la sustancia roja entre mis dedos. Definitivamente es sangre.

—No me mientas —le digo, tratando de mirar, pero ella inclina la


cabeza y salta de la cama.

—Bien. Es sangre —gime—. La sangre de Jake no la mía, se cortó


el dedo y supongo que se me pegó. Creí que lo había sacado todo en
la ducha.

Ella va al baño y yo la sigo, viendo como empieza a lavarse el pelo.

Un pequeño chorro rojo sale, para mí alivio se detiene, lo que


significa que realmente no está sangrando.

—¿Por qué no me dijiste eso?

Se encoge de hombros, sin mirarme. —Todos están asustados por


Jake pensé que no mencionarlo más sería una buena idea.

Doy un respiro, y sus ojos se encuentran con los míos en el espejo.


—Lo siento. No quiero sonar como un idiota celoso.

Ella me da una sonrisa apretada.

—No tengo derecho a mentirte y hacerte sentir culpable por ello. Lo


siento —dice, suspirando mientras mira al suelo.

Inclinando su cara hacia arriba me inclino, rozando mis labios


sobre los de ella.

—Parece que los dos estamos todavía averiguando cómo hacer esto.
Es una experiencia de aprendizaje —le digo, sonriendo cuando gime
y presiona su cabeza contra mi pecho.

—Eres tan bueno —dice en voz baja—. Me temo que voy a arruinar
las mejores partes de ti.

—No es posible, tú también eres buena, Lana.

Ella se tensa contra mí y me preocupa cuando su agarre se aprieta


alrededor de mi cintura. No estoy seguro de lo que ha pasado en los
últimos cinco minutos y se ha vuelto imposible de leer.

En vez de hacerle preguntas, la sostengo hasta que finalmente


suspira contra mi pecho.

—Yo también te he echado de menos —dice finalmente después de


un largo período de silencio.

—Entonces déjame llevarte a esa cita.

Ella se asoma, arqueando una ceja. —¿Langosta y vino?

Asiento con la cabeza.


Ella sonríe. —Luego los orgasmos.

Me río cuando sale del baño, su buen humor vuelve. Ella es un


enigma, y creo que eso es la mitad de su atractivo.
Capítulo 16
Los grandes espíritus siempre han encontrado violenta
oposición de parte de los mediocres.
-Albert Einstein

LANA

¿Cena? Perfecto. ¿Langosta? Me encanta. ¿Vino? Increíble. ¿Logan?


Demasiado bueno para mí.

Le mentí. Luego mentí para recuperarme de mi mentira porque no


podía decirle que llevaba la sangre de mis últimas dos víctimas en
el pelo. La culpa que tenía en su cara hizo que me odiara a mí
misma.

Se disculpó.

Me di cuenta en ese momento de lo equivocado que está todo esto.

Logan es increíble. Es todo lo que nunca esperé soñar, porque


alguien tan bueno no podría existir.

Sin embargo, él está aquí.

Bueno, no en este momento exacto. Actualmente está en su casa


consiguiendo más ropa. Se está tomando unos días libres, ya que
sus casos se han enfriado. Lo que significa que aún no han
encontrado mis últimos cuerpos o podría significar que no está en
ese caso...
Ayer estuvo muy cerca. Diez minutos antes y me habría encontrado
cubierta de sangre mientras arrojaba toda mi ropa al montón de
llamas detrás de mi casa. Quemé esa ropa tan pronto después de
que se fuera. Mis pisos son tan oscuros que no notó las gotas de
sangre en ellos. Podría haber mentido para salir de eso también,
pero no podría haber mentido sobre mis zapatos de asesina o mi
bolsa de asesina.

Afortunadamente todo eso estaba arriba.

Nunca dejaré que mi teléfono muera de nuevo, trató de llamarme


muchas veces, pero finalmente estaba en el juego final con Tyler y
Lawrence, no me detuve para poner el teléfono a cargar.

Lo más inteligente hubiera sido cargarlo de camino a casa, pero


estaba metido en mi bolsa del crimen... que tiré al armario... y no
pude encontrarlo hasta que finalmente me di cuenta.

Jake se pasó toda la vida vomitando en un bote dentro de su auto


durante los momentos realmente sangrientos. No es que se
arriesgara a vomitar dentro del sótano y dejar todo ese delicioso
ADN.

Ser un monstruo no está de acuerdo con su estómago.

Mientras examino el siguiente archivo de mi próxima víctima,


mirando las notas de su vida, mi teléfono suena. Respondo
inmediatamente cuando veo que es Jake.

—¿Lo encontraste?

—Se llama Gerald Plemmons, al menos según las noticias. La


búsqueda del hombre sigue siendo corta y por cierto...
¿Boogeyman? ¿En serio?
Resoplo una risa.

—Espero que se les ocurra algo más inteligente para ti.

Me estremezco sólo de pensar en los nombres que me pueden dar.


Entonces Logan sólo me conocerá por ese nombre si alguna vez
descubre la verdad.

Odiará a la mujer que le gusta porque verá al monstruo que lleva


dentro.

—¿Pero lo has encontrado? Ya sabía su nombre —Continúo,


negándome a seguir por ese camino todavía.

—Está en DC.10

Mi corazón late en mi pecho. —¿Estás seguro?

—Dejó caer un cuerpo hace unos minutos —responde—. Está fuera


de la red en lo que respecta a cualquier rastro de papel. Sin
embargo, hizo una gran declaración anunciando su paradero
actual. Esta vez, en lugar de encontrar el cuerpo en un
apartamento, la colgó por una ventana para que todos la vieran y
en lugar de ser una chica de bajo perfil, mató a la esposa de un
juez. La violó brutalmente y hubo mucha exageración.

—Normalmente el exceso significa rabia —digo en voz baja, tratando


de procesarlo todo.

—Creo que la exageración fue más una declaración que la rabia.


Creo que quería hacer una declaración al FBI. Tienes razón en
cuanto a que él disfruta de la atención. Va a querer más, ya que se
está convirtiendo en un exhibicionista.

10
Washington, DC es la ciudad capital de los Estados Unidos de América.
—Y va por Logan.

—Sí y no.

—¿Qué significa eso? —pregunto, moviéndome hacia la parte de


atrás de mi cocina para mirar por la ventana, paranoica de que
acabo de oír un auto.

—Hay más. El cuerpo que colgó por la ventana estaba desnudo.


También tenía Boogeyman tallado en su pecho y otro nombre...
Logan Bennett.

Mi pecho trata de colapsar y me hundo en mi silla. Sabía que haría


esto. Sabía que tenía como objetivo a Logan.

—¿Están seguros de que es él? ¿No es un imitador?

—Algunas de las cosas no divulgadas al público han sido


verificadas. Esta vez incluso dejó su ADN para que supieran con
seguridad que era él y ahora está reclamando su trabajo.

—Y ahora tiene como objetivo a Logan, tenemos que encontrarlo


antes que pueda.

—Esa es la parte a la que llego. Irá tras tu agente, pero usará un


apoderado para hacerlo, querrá burlarse y atormentar a Logan.
Unos cuantos cuerpos más caerán con esa tarjeta de visita antes
que haga su gran movimiento. ¿Qué buscaría un sádico sexual para
herir realmente a un hombre?

Me lleva un segundo alcanzar su tren de pensamiento, pero cuando


lo hago, una oscura sonrisa juega con mis labios.

—Su novia.
—Exactamente. ¿Estás segura que puedes manejar a un tipo como
este? No es como los tipos que has estado persiguiendo, Lana. Este
tipo es el verdadero negocio con nada de compasión. Si él...

—Los tipos que maté no eran ángeles, no son ángeles, Jake. Ya lo


sabes. Me matarían si supieran que sigo viva o si tienen media
oportunidad cuando estoy ahí para ellos. Y sí, puedo manejar al
Boogeyman. Hasta un monstruo tiene pesadillas. Yo seré el suyo.

Exhala fuertemente, sopesando la gravedad de la situación.

—Su modus operandi es irrumpir en un hogar. Él inmediatamente


ataca a la mujer, usando la fuerza bruta para establecer el dominio.
Las golpea, luego las estrangula hasta que están a punto de
desmayarse.

—Soy consciente —le digo.

—Las sorprende, Lana. Tu guardia tendrá que estar levantada todo


el tiempo.

—Quiero que reciba un par de golpes —digo mientras vierto algunas


frutas en mi exprimidor—. Tengo que hacerlo creíble.

—Esto es demasiado arriesgado. Creo que probablemente debería


poner vigilancia en tu casa.

—No. No te atrevas. Si alguien alguna vez se aprovecha de eso...

—Bien. ¡Mierda! Entonces, ¿me dejas ir a quedarme contigo?

—¿Y cómo te explicaría si Logan aparece de nuevo


inesperadamente? Sabes lo que va a pasar, ¿verdad? Hay una razón
por la que has estado en silla de ruedas durante tres años, entrando
y saliendo de tu casa y de tu ciudad.

Él gime, y yo enciendo el exprimidor, mirando por mi ventana otra


vez. Como si Logan me oyera hablar de él, un texto aparece mientras
Jake habla.

—Bien. Entonces se me ocurrirá algo más.

LOGAN: El problema de Boogeyman. Llamaré más


tarde.

YO: Está bien. Por favor, ten cuidado.

LOGAN: Siempre, niña bonita.

—¿Estás enviando un mensaje de texto mientras estoy al teléfono?


—Jake pregunta, molesto.

—Quizá un poco.

Miro por la ventana otra vez y esta vez veo un auto y un destello
rojo antes de perder de vista a quien esté aquí.

—Me tengo que ir —le susurro a Jake, y cuelgo antes de que pueda
decir algo.

Corté mi teléfono y lo tiré al mostrador antes de sacar una de mis


armas, quitando el seguro mientras me dirijo lentamente a la
puerta.

Alguien llama a la puerta y me quedo sin aliento. Dudo que el


Boogeyman llame educadamente antes de irrumpir para cortarme
la garganta.
Miro por la rendija, confundida cuando veo una bonita pelirroja en
mis escaleras. Me pongo un par de vaqueros que agarro de la parte
de atrás de mi sofá y miro el espejo, luego meto la pistola en la parte
de atrás de los jeans y abro la puerta, apoyándome en ella para
impedir cualquier intento de que ella entre.

—Si estás aquí para ser testigo, entonces tienes un trabajo que
hacer. Si estás aquí para venderme algo, adelante y vete. Yo compro
por Internet. Si estás aquí para...

—Soy Hadley Grace —dice, interrumpiéndome. Su nombre me


suena vagamente familiar, aunque no estoy segura de por qué.

—Bien. —Me encojo de hombros, haciéndole saber que ese nombre


no tiene importancia.

—Logan Bennett es mi jefe.

Eso es... sorprendente. —¿No deberías estar en DC? Escuché que


el Boogeyman dejó caer otro cuerpo.

Sus ojos se iluminan de sorpresa y saca el teléfono de su bolsillo,


maldiciendo cuando lee algo.

—Haré esto rápido —me dice, sosteniendo un archivo.

Me lo lanza, y mi sangre bombea rápidamente a través de mis venas


mientras las abro para ver que mis peores miedos empiezan a
cobrar vida.

—En realidad, tú lo harás rápido —me dice rotundamente—. Dime


por qué demonios robaste la identidad de una chica muerta.
FINAL DEL
LIBRO 1
Sobre la autora
S.T. Abby es amante de todos los subgéneros del
romance, pero recientemente ha sumergido sus pies en el
romance oscuro. Pero ella quería dar un nuevo giro al
género. Así que creó un nuevo nombre, y sí, es Stabby... Su
otro seudónimo es para sus libros más ligeros llenos de risas.
Por ahora, mantiene su verdadera identidad en secreto, pero
un día la compartirá. Bueno, mientras la gente no quiera
encontrarla y castigarla por las pesadillas que pueda o no
darles.

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