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Denimos a la percepción de inseguridad como el temor por parte de las personas a ser víctima
de un hecho delictivo o violento. Esta percepción está basada en hechos objetivos (la situación
de inseguridad y la probabilidad real de ser víctima) y subjetivos (sentimientos de
vulnerabilidad que han podido ser ocasionados por experiencias propias o ajenas). Es de
importancia recogerla para comprender el sentimiento de vulnerabilidad o desprotección que
tiene la población. En el cuadro 1.1, se puede observar cuál ha sido su evolución en los últimos
años.
Según este cuadro, aproximadamente 8 de cada 10 peruanos tienen temor de ser víctimas de
algún hecho delictivo. Este es un problema no solo subjetivo, sino que afecta el día a día real y
cotidiano de nuestra ciudadanía. Es un temor que, por ejemplo, se presenta cuando salimos a
la calle y nos sentimos expuestos en ciertos lugares que, en el imaginario, se considera que
están tomados por la criminalidad. Una observación interesante es que la pandemia hizo
retroceder un poco la percepción de inseguridad, que se encontraba muy alta años atrás. Sin
embargo, conforme una nueva normalidad está asentándose, el miedo al delito también
recupera terreno rápidamente. A comparación del año pasado, la sensación de desprotección
ha vuelto a crecer. Atrás quedaron los tiempos de menos ujo de movilidad y observar un mayor
despliegue policial en las calles, lo que produjo una relativa sensación de protección. En el
cuadro 1.2, se observa al detalle sobre qué tipos de hechos delictivos temen ser víctimas la
ciudadanía en los últimos años.
Entre los delitos que más temor tienen las personas se encuentran el robo de dinero, cartera y
celular (que se dan mayormente en espacios públicos), seguido del robo a la vivienda. Ahora
veremos en qué proporción estos delitos han sido cometidos efectivamente contra los
ciudadanos.
Victimización: ¿cuántos hemos sido víctimas de la delincuencia?
Como se observa en este último cuadro, 1 de cada 5 peruanos ha sido víctima de un hecho
delictivo durante el 2021. No obstante, vale decir que en este último año el porcentaje de
victimización ha continuado bajo, siendo 3.4 % menor en comparación del 2020, aunque con
una ligera alza en el segundo semestre. Como se armó en el apartado anterior, las dinámicas
del delito han sufrido también las repercusiones de la propia pandemia y las medidas
restrictivas que el Gobierno ha tomado para detenerla. Con la normalización de la vida social,
se espera que continúen recuperando el paso, como efectivamente viene ocurriendo en los
últimos meses. En el cuadro 1.4 se presentan los tipos de delitos más frecuentes de los que son
víctimas nuestra ciudadanía. Vemos que delitos como robo o intento de robo, estafa, robo de
vehículo, amenaza e intimidación, entre otros, todavía se encuentran en niveles bajos, si los
comparamos con los años precedentes. Pero como se ha armado en diversas ocasiones desde
el IDL, la percepción de inseguridad y el propio discurso alarmista de la prensa nos da otra
sensación sobre la realidad del delito.
¿Existe otra forma de comprobar que el delito ha sido afectado por la crisis sanitaria? En
efecto, lo comprobaremos a continuación.
muy claras y efectivas sobre la seguridad ciudadana a nivel nacional. Por ello,
Recomendaciones:
prevenir el delito.
(como las juntas vecinales), que son las que conocen sus barrios.
El nuevo gobierno debe tomar posición en torno al Plan Mariano Santos 2030 y
penitenciaria del país que permitan reducir el hacinamiento extremo que existe
electrónicos para personas sin condena y con imputaciones por delitos leves.
comunitarias
la violencia familiar.
discriminación social.
se les debería tomar en cuenta para fiscalizar las funciones de la policía y los
duplicar esfuerzos, por medio del trabajo conjunto de alcaldes, comisarios con
cambio locales.
arbitrios para los vecinos que participen de manera activa en estas tareas.
que han brindado las juntas vecinales, las rondas campesinas, colectivos
trato jerárquico, sino mediante acciones que reconozcan los derechos civiles y
nivel local, distrital, nacional con la finalidad de que tanto la policía con
actos delictivos.