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Curso

Psicología Forense
Especializada en niñas, niñas y adolescentes
Mod. VI Tema VII

Pruebas psicométricas en la infancia y la adolescencia


Mtra. Laura Elena A. Ferrón Martínez

INTRODUCCIÓN SOBRE LAS PRUEBAS PSICOLÓGICAS

Las pruebas psicológicas son instrumentos que dan por resultado mediciones objetivas de una muestra
de conducta. La objetividad de dicha medición está sustentada en la sistematización metodológica con la
cual se construye un instrumento. Esta sistematización da como resultado un nivel de confiabilidad y validez
de una prueba. Estos niveles obedecen a indicadores estadísticos que remiten al margen de error que una
prueba tiene en sí misma.

La confiabilidad refiere a la consistencia de una prueba. Es decir, la estabilidad de los resultados. Se mide
en términos de la probabilidad de error estándar del instrumento y se expresa en términos de un
coeficiente de confiabilidad. La validez refiere al contenido de la prueba, es decir, implica que la prueba
mide lo que pretende medir.

Por otra parte, al ser instrumentos objetivos con sustento estadístico, las pruebas psicológicas comparan la
conducta observada con un parámetro poblacional. Esto implica ubicar la medición en un contexto de
normalidad estadística que apela a la noción de normas en un instrumento. De manera general, las normas
de un instrumento indican si una conducta se encuentra dentro de la normalidad, por arriba o por
debajo de la media. La normalidad estadística implica un rango de alta frecuencia en la aparición de un
fenómeno. De tal forma que lo normal refiere a lo común. Un dato por debajo de la media implica menor
presencia de la conducta que en la mayoría de la población. Un dato por arriba de la media implica mayor
presencia de la conducta que en la mayoría poblacional. Dependiendo de lo que el instrumento mida se
interpretarán los rangos de normalidad.

Al utilizar una prueba psicológica es importante revisar los datos sobre la estandarización de la prueba en el
manual. Esta información refiere al tipo de población en la cual se ha probado la medición y las
características de la muestra de la cual derivan los parámetros de normalidad estadística. En México
existen relativamente pocas pruebas estandarizadas con población mexicana. Muchas pruebas tienen normas

1
extranjeras: estadounidenses, uruguayas o españolas fundamentalmente. Es primordial revisar esta
información para conocer contra qué población se está comparando el resultado del sujeto que se está
evaluando con una prueba determinada. Idealmente, habrá que utilizar las normas poblacionales que refieran
al sujeto en cuestión para garantizar la objetividad de la medición.

Es importante aclara que existen muchos instrumentos de medición en psicología: cuestionarios, inventarios,
escalas, etc. Sin embargo, para que a un instrumento se le denomine prueba (test en inglés) implica que
su confiabilidad y su validez tienen un margen de error menor al 0.05. Este estadístico implica que la
probabilidad del error de la medición es de por lo menos el 5%; es decir que de cada 100 casos evaluados
con este instrumento 5 o menos puedan estar equivocados. La información sobre la confiabilidad y validez
de una prueba así como los datos normativos, deben incluirse en el informe pericial. Esta información es
la que dará el sustento científico y objetivo a la valoración psicológica.

Las características descritas hasta aquí refieren tanto a las pruebas que se denominan psicométricas como
a las pruebas proyectivas. La diferencia fundamental entre estas es el marco epistemológico en el cual
son construidas y la metodología de investigación con la cual son sistematizadas. Las pruebas
psicométricas se basan en marcos epistemológicos de la psicología mientras que las proyectivas se
basan en una epistemología psicoanalítica. La metodología utilizada en las pruebas psicométricas es
positivista, mientras que la metodología proyectiva es hermenéutica. Como su nombre lo dice, las
pruebas psicométricas pretenden “medir el psiquismo” para valorar el comportamiento (objeto de
estudio de la psicología); las pruebas proyectivas pretenden “fomentar la proyección” para conocer el
inconsciente (objeto de estudio del psicoanálisis).

Por lo pronto es relevante esclarecer que siempre que un instrumento se denomine prueba implica las
características mencionadas. De otro modo, no debe denominarse prueba; puede ser una técnica, un
cuestionario, una escala u otro tipo de instrumento. Esta es la principal razón por lo que dentro de la
evaluación proyectiva (que se aborda en la siguiente lectura), se habla de pruebas y técnicas. La diferencia
sutil radica en que las técnicas no cuentan con parámetros poblacionales ni datos normativos. Sin
embargo, ambas, pruebas y técnicas proyectivas tienen confiabilidad y validez por lo que son evaluaciones
objetivas.

DESARROLLO HISTÓRICO

Las pruebas psicométricas surgen desde la psicología experimental en un intento por sistematizar la naciente
ciencia de la psicología. En la siguiente lectura se hablará del desarrollo histórico de las pruebas y técnicas
proyectivas. Existen referencias que datan de 1869 en Inglaterra donde Sir Francis Galton realiza precarias
mediciones antropométricas. Pero es hasta 1879 que Wilhelm Wundt funda el primer laboratorio de psicología

2
en Alemania sistematizando la medición neuropsicológica. En 1890, James McKeen Cattell, catedrático de la
Universidad de Pensilvania en Estados Unidos crea el primer programa de pruebas mentales, sensoriales y
motoras. Esta será la base para que en 1905 Alfred Binet y Theodor Simon en Francia desarrollen la primera
prueba psicométrica de inteligencia. A continuación se enlistan las pruebas psicométricas infantiles que a la
fecha se utilizan y se ofrece un breve sustento histórico.

1910. Arnold L. Gesell. Gesell Develomental Scales (Escala de Desarrollo de Gesell).

La prueba de Gesell es un instrumento de medición del desarrollo del niño. Evalúa conducta motora, verbal,
social & cognoscitiva en distintos rangos de edad desde el mes de nacido hasta los 5 años de edad. La
prueba fue construida a partir de las observaciones sistemáticas de los logros en el desarrollo de los niños.
Existen a la fecha diversas estandarizaciones de la prueba y otras pruebas de desarrollo derivadas de la
misma. El objetivo de esta prueba es determinar si el nivel de desarrollo de un niño corresponde o no al
parámetro de edad.

1932. Lauretta Bender. Test Gestáltico Visomotor

El Bender como se le conoce en la actualidad es una prueba basada en la teoría Gestalt. Evalúa la
percepción y la ejecución motriz de 9 figuras geométricas. Su ejecución predice el grado de madurez del niño.
La prueba original se estandarizó sobre 800 niños de 3 a 11 años en Estados Unidos. Actualmente existen
versiones en otros países, incluido México.

1938. David Raven. Test de Matrices Progresivas.

Se trata de una prueba de inteligencia basada en la teoría del factor G de Sperman. Este factor refiere a una
capacidad general de inteligencia entendida como la capacidad innata para la solución de problemas
perceptuales. Las matrices progresivas son problemas cuya solución requiere un razonamiento lógico y
espacial. Existen versiones para adultos y para niños. Las estandarizaciones más conocidas son las
uruguayas y las estadounidenses. Los resultados de la prueba dan un indicador general del coeficiente
intelectual de un sujeto.

1949. David Wechsler. Wechsler Inteligence Scales (WISC y WPPSI -1967)

Las pruebas Weschler son a la fecha los instrumentos de medición de inteligencia y habilidades cognitivas
más estudiados, estandarizados y revisados en el mundo. La definición de inteligencia con la cual Wechsler
construye las escalas consiste en “la capacidad agregada o general del individuo para actuar con
determinación, pensar en forma racional y enfrentar eficazmente su entorno” 1 . Las escalas evalúan la
inteligencia en dos dimensiones: la verbal y la ejecutiva. Cada dimensión cuenta con escalas especificas para

1
David Weschler, Manual del WISC, Manual Moderno, México, 1985

3
las habilidades cognitivas tales como la memoria, la retención visual y auditiva, el razonamiento lógico, el
lenguaje, el razonamiento matemático, razonamiento espacial, creatividad, etc…

1940. Mc Kinley & Hathaway. Minessota Multiphasic Personality Inventary (M.M.P.I.) Inventario
Multifásico de la Personalidad de Minnessota MMPI).

El MMPI es la prueba de personalidad con mayor reconocimiento en el mundo por su validez y confiabilidad.
Existe la versión para adolescentes estandarizada en población mexicana. La prueba evalúa los rasgos de
personalidad a partir de una serie de escalas clínicas independientes que se uniforman en un inventario.

1999. Feggy Ostrsky y colaboradores. NEUROPSI

Se trata de una batería neuropsicológica que evalúa atención y memoria. Cuenta con datos normativos de 6 a
85 años de edad en población mexicana con muestras en pacientes psiquiátricos, geriátricos, neurológicos y
pacientes con diversos problemas médicos. Permite obtener índices independientes de atención, memoria así
como una puntuación global de atención y memoria. Incluye protocolos y perfiles de calificación para la
evaluación de niños, adultos y población geriátrica.

CLASIFICACION DE LAS PRUEBAS PSICOLÓGICAS

Existen diversas formas de clasificar las pruebas psicológicas. A continuación se plantean las seis principales
clasificaciones: por su ejecución, por su administración, por sus características exteriores, por su estructura,
por su objeto de medición y por su población.

Por su ejecución

La ejecución refiere a la manera como una prueba debe ser resuelta por el individuo al cual se está
evaluando. Por esta razón, se clasifican en pruebas de ejecución máxima, donde se busca evaluar el
mayor nivel de rendimiento de un sujeto; y de ejecución típica, donde se busca evaluar el
comportamiento convencional del individuo. Las pruebas de ejecución máxima se dividen a su vez en
pruebas de velocidad (donde el rendimiento máximo se evalúa en función de la rapidez con la cual logra
ejecutar la prueba) y pruebas de poder (donde el rendimiento máximo se evalúa aumentando el grado de
dificultad de los reactivos conforme avanza la prueba).

De manera general, las pruebas de inteligencia o los exámenes de conocimientos suelen ser pruebas de
ejecución máxima. Las escalas Weschler por ejemplo, son pruebas de velocidad y de poder, ya que los
reactivos están acomodados de menor a mayor dificultad y demás el tiempo da puntajes extra. Lo que se
busca es conocer el mayor nivel de respuestas que pueda tener un individuo. Mientras que las pruebas de

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personalidad son de ejecución típica, ya que lo que se evalúa son las características propias (típicas) del
individuo.

Por su administración

La administración de una prueba refiere a la manera como se aplica. Algunas pruebas requieren toda la
atención del evaluador centrada en el evaluado, por lo que deben aplicarse de manera individual. Tal es
el caso de las escalas Weschler, las técnicas proyectivas o ciertas escalas clínicas donde el evaluador debe
observar el comportamiento del evaluado durante la ejecución. En general, las pruebas que se aplican en
psicología clínica requieren una administración individual, ya que la conducta del evaluado durante la
ejecución es relevante.

Otras pruebas no requieren la evaluación específica del comportamiento del evaluado, por lo que
pueden aplicarse en grupo y se denominan colectivas. Por ultimas, algunas pruebas poseen materiales
tan claros en cuanto a sus consignas que los evaluados pueden aplicárselas sin necesidad de la guía del
evaluador. Estas pruebas se denominan autoaplicables. La administración colectiva y autoaplicable
funciona en ámbitos educativos y/o laborales donde se requiere evaluar mucha gente en poco tiempo y se
pierde la información sobre la conducta del evaluado durante la aplicación.

Por sus características exteriores

Las características exteriores refieren al tipo de materiales y tipo de consigna de cada prueba. Aquellas
que cuentan con cuestionarios escritos y que requieren que el evaluado conteste de manera
igualmente escrita se denominan verbales. Tal es el caso de la mayoría de las pruebas psicométricas.
Existen otras que requieren materiales cuya manipulación es psicomotriz y se llaman de ejecución. Las
escalas Weschler, la mayoría de las pruebas para niños y las pruebas proyectivas corresponden a este tipo.
Por último, las pruebas que requieren que el evaluador lea las consignas y el evaluado responda
verbalmente pero sin escribir se denominan orales. Muchas pruebas proyectivas entran en esta categoría.

Por su estructura

La estructura de una prueba refiere a la manera como está diseñada. Es esta clasificación la que
determina de manera puntual la diferencia entre pruebas proyectivas y psicométricas. Las pruebas
estructuradas son aquellas cuyos estímulos son claros y las respuestas del evaluado son cerradas. Tal
es el caso de todas las pruebas psicométricas, donde los reactivos son preguntas cuyas respuestas se
categorizan con valores predeterminados. Las pruebas semi estructuradas son aquellas cuyos estímulos
no son cerrados y por lo tanto las respuestas de los evaluados quedan abiertas. Tal es el caso de todas
las pruebas proyectivas, donde la ejecución del sujeto no es cuantificada con valores predeterminados, sino
que requiere un análisis hermenéutico. Por último las pruebas no estructuradas, donde el estímulo es
absolutamente abstracto y la respuesta del individuo es la asociación libre. El Psychodiagnostic de

5
Rorschach y la prueba de asociación de palabras de C.G. Jung son las únicas pruebas que entran en este
último rubro.

Por su objeto de medición

Esta clasificación es muy amplia. En general las pruebas miden alguno de los siguientes aspectos:
inteligencia, habilidades, intereses, actitudes, rasgos de personalidad o aspectos clínicos. Se entiende por
aspectos clínicos los instrumentos creados para evaluar dimensiones específicas como el IDARE que mide
ansiedad, el Beck que mide depresión, las baterías de lenguaje, etc.

Por su población

En la siguiente lectura se explican las diferentes pruebas proyectivas que existen para las diferentes edades y
los criterios de uso, por lo que en este apartado nos enfocaremos a la clasificación de pruebas psicométricas.
En general, las pruebas psicométricas se han desarrollado para utilizarse con tres tipos poblacionales
específicos: niños2, adolescentes3 y adultos4. Debido a la estandarización que requieren los datos normativos,
es indispensable que se revisen los manuales y se busquen las referencias más adecuadas a la
población que se va a evaluar. A continuación se ofrece un cuadro que agrupa las principales pruebas
psicométricas de acuerdo a estos criterios567:

NIÑOS ADOLESCENTES ADULTOS


Test Gestáltico Visomotor de Test de Matrices Progresivas de Test de Matrices Progresivas de
Lauretta Bender. David Raven. David Raven.
Test de Matrices Progresivas de WISC. Escala Weschler de WAIS. Escala Weschler de
David Raven. Inteligencia para Niños de David Inteligencia para Adultos de
WPPSI. Escala Weschler de Wechsler en sus diferentes David Wechsler en sus diferentes
Inteligencia para Niveles Pre versiones y revisiones versiones y revisiones
Escolar y Primaria de David WAIS. Escala Weschler de M.M.P.I. Inventario Multifásico
Wechsler Inteligencia para Adultos de de la Personalidad de
WISC. Escala Weschler de David Wechsler en sus diferentes Minnessota. Estandarización
Inteligencia para Niños de David versiones y revisiones mexicana de Emilia Lucio, UNAM

2
A reserva de revisar los manuales de cada prueba, en general se consideran niños de los 5 a los 12 años
3 A reserva de revisar los manuales de cada prueba, en general se consideran adolescentes los sujetos entre los 13 y los 18 años
4 A reserva de revisar los manuales de cada prueba, en general se consideran adultos los sujetos mayores de 18 años
5
Jerome Sattler. Evaluación Infantil, Manual Moderno, México, 1992
6
TEA Ediciones, Guía de publicaciones, TEA Ediciones, Barcelona, 2008. Todas las pruebas de esta guía tienen estandarizaciones
españolas y algunas también tienen trabajos mexicanos.
7
Manual Moderno, Guía de pruebas psicológicas, Manual Moderno, México, 2012. La mayoría de las pruebas editadas por Manual
Moderno tienen estandarizaciones mexicanas.

6
Wechsler en sus diferentes M.M.P.I.-A. Inventario Multifásico NEUROPSI Batería
versiones y revisiones de la Personalidad de Neuropsicológica
NEUROPSI Batería Minnessota para Adolescentes. FSS Escala de Satisfacción
Neuropsicológica Estandarización mexicana de Familiar
AAMD. Escala de Conducta Emilia Lucio, UNAM EGEP. Evaluación Global de
Adaptativa NEUROPSI Batería Estrés Postraumático
Inventario de Desarrollo de Neuropsicológica Eje V de Kennedy – Evaluación
Batelle Cuestionario A-D, conductas Psiquiátrica del funcionamiento del
Cuestionario A-D, conductas antisociales-delictivas Paciente
antisociales-delictivas FSS Escala de Satisfacción Test de Frustración de
ESMIDA-N Escalas Magallanes Familiar Rosenzweig
de Identificación de Déficit de Eje V de Kennedy – Evaluación EHS-Escala de Habilidades
Atención en Niños Psiquiátrica del funcionamiento del Sociales
Escalas McCarthy de Aptitudes Paciente WCST- Test de clasificación de
y Psicomotricidad para niños EDI-2 – Inventario de trastornos de tarjetas de Wisconsin
BASC. Sistema de evaluación de la conducta alimentaria IDARE. Escala de Ansiedad
la conducta de niños y Test de Frustración de Estado/Rasgo
adolescentes Rosenzweig D -70 Test de Dominos
WCST. Test de clasificación de BASC. Sistema de evaluación de
tarjetas de Wisconsin la conducta de niños y
CDS. Cuestionario de Depresión adolescentes
para niños y adolescentes EHS-Escala de Habilidades
CAP Inventario Potencial de Sociales
Maltrato Infantil WCST- Test de clasificación de
IPCS Inventario de Problemas tarjetas de Wisconsin
Conductuales y Socioemocionales MACI Inventario clínico para
para niños adolescentes de Millon
T.A.F Test de Actitudes Familiares IDARE. Escala de Ansiedad
Estado/Rasgo
CDS. Cuestionario de Depresión
para niños y adolescentes
D -70 Test de Dominos
BAS – Batería de socialización

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CONSIDERACIONES SOBRE EL DISEÑO DE LAS BATERIAS

Es importante señalar que no existe una batería pre diseñada para la evaluación infantil o adolescente. Es
labor del clínico ante la demanda de atención, diseñar la batería más adecuada para las necesidades del
caso. En términos de una evaluación pericial, hay dos consideraciones que no deben perderse de vista:

1. Tener claro el objetivo de la evaluación. Esto implica preguntarse, qué se requiere evaluar y para
qué. Las respuestas a estas preguntas permiten seleccionar las pruebas que mejor se adapten a las
necesidades del caso.
2. Revisar siempre los manuales de las pruebas. La confiabilidad y la validez de una evaluación
dependen de dos vertientes: por una parte de la construcción misma de la prueba y por otra del
conocimiento que el profesional que la utiliza tenga al integrar un psicodiagnostico. Debido a lo
anterior, es fundamental utilizar solamente las pruebas que el psicólogo conoce, posee los materiales
y las referencias a investigaciones recientes. Esto le permitirá interpretar los resultados de manera
válida y en apego a los manuales e investigaciones que sustentan los resultados así como justificar
su uso frente a un juzgado.

Si bien el diseño de una batería se realiza en el caso por caso y a partir de las necesidades específicas de
cada evaluación, existen pruebas más recomendables que otras debido a su solidez tanto epistemológica
como estadística. En este sentido, la técnica de evaluación por excelencia con población infantil es el juego
diagnóstico. Lo incluimos ya que como se verá en la siguiente lectura, está considerado como una técnica
proyectiva. Cuando es necesario evaluar las habilidades cognitivas, la prueba más solida es el WISC o el
WPPSI, según la edad del niño. Si fuera necesario valorar aspectos de madurez o sospecha de daño
neurológico, la interpretación de las discrepancias verbal y ejecutiva de estas escalas ofrece información
general. Para valorar la madurez cuando esta pueda interferir con la ejecución de pruebas, se recomienda
DFH de Koppitz y/o el Test Gestáltico Visomotor de L. Bender. De ser necesaria una valoración más
específica se deben utilizar pruebas neuropsicológicas o incluso referir al especialista.

En cuanto a las pruebas que evalúan generalidades cognitivas y aspectos de personalidad y dinámica del
conflicto, el Psychodiagnostik de Rorschach se posiciona como la prueba proyectiva más veraz, confiable y
con mayor sustento tanto teórico como empírico. Su aplicación es niños está ampliamente documentada en
diversos países, incluyendo los de habla hispana. Es factible de aplicar en niños desde los 5 años hasta
adultos mayores.

La segunda prueba con suficiente fortaleza teórica y empírica para la evaluación infantil es el Test de Pata
Negra, aplicable en niños de 6 a 12 años. La tercera opción en cuanto a confiabilidad son las pruebas
temáticas de Murray y Bellak. El CAT, en su versión de animales se recomienda con niños pre escolares,
entre 4 y 6 años. De los 6 a los 12 años se siguieren las láminas humanas. Finalmente, existen una serie de
inventarios estandarizados y escalas clínicas que según las necesidades del caso pueden arrojar

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información pertinente. Es importante revisar que los inventarios tengan una solida base de experimentación y
aplicación en el campo pericial de preferencia con población mexicana.

Para adolescentes se pueden utilizar las mismas pruebas agregando MMPI en su versión para adolescentes,
con estandarización mexicana. Las versiones para adolescentes requieren eliminar Pata Negra y cambiar
CAT por TAT utilizando las láminas determinadas para dicha población. Si se requiere evaluar aspectos
cognitivos, se suguiere WISC o WAIS dependiendo de la edad. En cuanto a las escalas clínicas, se debe
revisar que existan tablas normativas para la edad del evaluado para poder utilizarlas.

En general, lo que menos se recomienda para una prueba pericial es el uso de las técnicas graficas. Estas se
consideran las menos confiables y deben utilizarse primero con una valoración de la madurez del niño. No
deben utilizarse solas, sino siempre acompañadas de las pruebas temáticas (CAT, TAT, PN, TRO) o del
Rorschach. La batería de gráficas comúnmente utilizada se integra por el DFH con la consigna de
Machover y la evaluación de Kopitz para determinar el grado de madurez del niño. Si la madurez resulta
adecuada, puede utilizarse también el HTP de Buck con el KFD para valorar las dinámicas familiares del
evaluado. Finalmente se recomienda la técnica del dibujo libre y el LADS. Puede utilizarse igual con
adolescentes, con una previa revisión de los indicadores en dicha edad.

Una batería general para fines de una prueba pericial puede componerse de las siguientes técnicas:

 Sesión de juego diagnóstico


 Aplicación de Rorschach, Pata Negra y TRO (en niños mayores de 10 años). En niños menores de 10
años, se debe sustituir el TRO por el CAT.
 Para ciertos diagnósticos diferenciales es importante evaluar la noción de esquema corporal, por lo
que se recurre al DFH de Machover, tomando previamente la consideración sobre la madurez del niño
con los indicadores de Kopittz. >en este caso, el LADS funciona también como un apoyo a los
indicadores de Machover.
 Cuando se requiere conocer aspectos de la dinámica familiar se siguiere la aplicación de CAT y Pata
Negra contrastando con la diada HTP de Buck y KFD.
 Existen también investigaciones recientes sobre el uso del Test de Figura Bajo la Lluvia para observar
indicadores de violencia y abuso infantil.
 Revisar la literatura sobre inventarios específicos para evaluación de aspectos clínicos relacionados
con el objeto del peritaje. (maltrato, abuso, violencia, estés post traumático, depresión, etc…)

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