Está en la página 1de 4

144 Marcelo A.

Sancinetti Casos de Derecho penal 145


ción de las particularidades que resultan de la personalidad del autor mente tiene un elemento volitivo independiente de la represen-
y del hecho, que también está dado el elemento volitivo del dolo —que tación. Existen divergencias entre el caso áelzig-zag en la barre-
se halla autónomamente, junto al elemento cognitivo—. La valora- ra y el del karateka. Por un lado, en el caso del traspaso de la ba-
ción a este respecto tiene que contraponerse con las comprobaciones
de la sentencia sobre la personalidad del acusado y también conside-
rrera el conductor puede llegar a asignarse alguna chance de lo-
rar las circunstancias significativas para el suceso fáctico (BGH, en grar superar la situación posterior por medio de su destreza (so-
Holtz,MDR, 1977, p. 458). breestimándola, por cierto), mientras que un golpe de karate ya
"Para la valoración de la prueba sobre la cuestión de si el acusado es-
impulsado con violencia no puede ser contrarrestado por un me-
tuvo de acuerdo con la muerte de Sven, el TR se conformó con la refle- canismo de superación del riesgo posterior. Esto habla en favor de
xión de que el acusado conocía la peligrosidad de un golpe de canto de una más sencilla afirmación del dolo eventual en el segundo caso.
mano dado por él. Pero ni ha considerado que para la aprobación de La otra diferencia argumenta en la dirección contraria: mientras
la muerte existía un elevado umbral inhibitorio, ni ha incluido en sus que el karateka obra, como dice el tribunal, como consecuencia de
ponderaciones la personalidad del acusado y las particularidades un arrebato emocional, el conductor que traspasa una barrera,
concretas del hecho. Es de importancia, a este respecto, la actitud del sorteando vehículos y en zig-zag, tiene una actitud reflexiva y di-
acusado y su conducta frente a los niños que él tenía a su cuidado, el rigida a la situación de riesgo concreta.
hecho de que él —por las comprobaciones hechas hasta aquí— nun-
ca había tenido frente a los niños cualesquiera acciones de violencia En cualquier caso, en opinión del autor de este libro, presu-
comparable y que él se había comportado, también frente a Sven, en puesta la representación del resultado —lo que parecen aceptar
principio, de modo protector. En el curso del hecho es significativo ambas resoluciones— el riesgo es tan concreto en ambos casos
que el acusado, antes de los sucesos, había higienizado, duchado y que no puede descartarse el dolo eventual de homicidio de perso-
cambiado primeramente al niño, que luego, entre las dos acciones nas determinadas (algo menos determinadas en el caso del con-
considerablemente violentas, le había dado de comer una banana y ductor, obviamente, que en el del karateka). En el caso individual
que además, después de comprobar las consecuencias, emprendió del karateka, a consecuencia de la violencia propia de un arreba-
maniobras de reanimación infructuosas.
to sería difícil ya la afirmación de la representación, más que el
"En contra de lo que supone el Procurador General Federal, la sala no componente de la "voluntariedad" (que no tiene por qué añadirse
puede excluir que el error de derecho también haya repercutido so- de modo independiente); sería posible llegar a un hecho de ese
bre las constataciones del aspecto objetivo del hecho y que en una
nueva audiencia sean hechas otras constataciones externas. Desde
grado de violencia, sin representarse las consecuencias (dudoso).
su punto de vista, el TR no necesitaba prestar especial atención a En lo que se refiere al caso de las barreras, la afirmación de dolo
particularidades determinadas sobre la personalidad del acusado ni eventual de homicidio conduciría al art. 79 del Cód. Penal, no al
especialmente al curso del hecho, como, por ejemplo, a la circunstan- art. 191 del Cód. Penal (como sin embargo lo presuponía la reso-
cia de que, según las explicaciones del perito, la lesión del cráneo de lución de la Cámara Federal de San Martín), pues este tipo penal
Sven se debía a un «golpe violento, romo, de gran superficie, que dio requiere un tipo subjetivo de dolo directo de primer grado, que
de modo tangencial». ciertamente no concurría en el caso.
"En razón de que la sentencia debe ser revocada por este error de de-
recho material, no hace falta entrar en reparos de carácter procesal." 81 Aellayasuhijito. ElseñorMseaprestaatenerunadiscusión
con la señora T. V. de P., quien al momento del enfrentamiento tie-
Anotación ne en sus brazos una criatura de corta edad. M ha ido armado y
De modo similar a la resolución de la Cámara Federal de San dispuesto a lo peor. Como vicisitud del enfrentamiento, M efectúa
Martín transcripta en el caso anterior, en esta decisión del Tribu- cuatro disparos contra la mujer, a media altura, de frente. La mu-
nal Supremo Federal alemán se afirma que el dolo necesaria- jer sufre lesiones leves; el niño muere.
146 Marcelo A. Sancinetti Casos de Derecho penal 147

En síntesis, esa parece haber sido la situación de hecho juzga- dose algunos por el contrario, como Alimena, por la coexistencia de
da por la Cámara del Crimen de la Capital hace más de sesenta dolo y culpa, pero no por dos delitos dolosos. Cuando —agrega Flo-
y cinco años. De las circunstancias relatadas no se extrae con cla- rian —los diversos actos «están determinados e inspirados por un so-
ridad si el hecho ha sido cometido con alevosía. El tribunal lo des- lo fin, el hecho es jurídicamente único, aunque el resultado material
fuera múltiple». Y entre los ejemplos con que ilustra esta tesis, cita,
cartó. Afirmó que concurría un caso de aberratio ictus, pero que precisamente el caso del que, disparando contra un individuo deter-
había que imputar la muerte del niño como homicidio doloso, en minado, por desviarse el tiro, mata a la víctima designada y a otra
concurso ideal con ¡abuso de arma contra la madre! (arts. 79- persona, o la hiere (aberratio ictus). Concluye: «Si el fin criminal fue
104, Cód. Penal). Una disidencia propuso el concurso real, pero único, a pesar de la complejidad o multiplicidad material del hecho,
sin variar la calificación indulgente de los disparos que hirieron único es el delito desde el punto de vista jurídico».
a la mujer.
La sentencia dice (acentuación del original): "Nicholson—Díaz — Oribe — Vera Ocampo.

CÁMARADEL CRIMEN DE LA CAPITAL87 "En disidencia:


"Buenos Aires, 4 de abril de 1939. "Esos hechos son dos, en concurso material regido por el art. 55 del
Cód. Penal, o sea un delito de homicidio en la persona del niño P, en-
cuadrado en el art. 79 del Cód. Penal, y un delito de abuso de arma de
"El delito cometido por el acusado encuadra dentro de la disposición fuego, previsto y penado en el art. 104 del mismo, perpetrado contra
contenida en los arts. 54, 79 y 104 del Cód. Penal, correspondiendo T. V. de P, a la cual le causó lesiones leves, por cuya razón sólo es apli-
imponer la pena de veinte años de prisión que la sentencia establece, cable a este hecho el citado art. 104, dada la pena fijada en el art. 89
desde que las constancias de autos no acreditan que el procesado pro- en los casos de lesiones leves. Los hechos probados en esta causa y
cediera con alevosía, como lo destaca el Ministerio Público, como que cometió el acusado, son dos, y en concurso material, según queda
tampoco se halla probado que aquél en el momento del hecho se en- dicho, porque la actividad delictuosa de su ejecutor se llevó a cabo
contrara en la situación que contempla el art. 34, inc. 1 de dicho Có- efectuando un disparo de arma de fuego que lesionaron a T. V. de P. y
digo, como lo pretende la defensa. otros que hirieron de muerte al niño P. Aun cuando estos disparos,
"La aplicación del art. 54 corresponde en razón de que las probanzas que causaron el deceso del nombrado niño hayan sido efectuados con
reunidas en autos demuestran, sin lugar a dudas, que el acusado tu- la intención de dirigirlos contra la madre, que tenía a su pequeño hi-
vo sólo la intención de disparar el arma contra la mujer, repitiendo jo en brazos, las consecuencias de ellos le son imputables al ejecutor
sus actos y produciendo la muerte de la criatura que llevaba en bra- en igualdad de condiciones que si la intención hubiera sido disparar-
zos aquélla y lesiones leves a la madre. Hay, entonces, una única ac- los contra el niño, toda vez que los hizo con dolo criminal, contra una
ción integrada por varios actos, los disparos del arma, y dirigida con- persona determinada y el resultado de ellos fue distinto «aberratio ic-
tra una misma persona: T. V. de P. [la madre], luego un error de pun- tus». En consecuencia, desde que el disparo de arma de fuego efectua-
tería origina las lesiones a consecuencia de las cuales fallece el menor, do contra la señora a quien lesionó, constituye por sí mismo un delito
hijo de ésta, dándose la figura conocida en doctrina con el nombre de perfecto por reunir todos los elementos del que sanciona el art. 104
«aberratio ictus». Se trata de un solo hecho y no de dos, independien- del Cód. Penal; y desde que, a su vez los otros disparos de arma de fue-
tes, como lo requiere para su aplicación el art. 55. Es ésta la solución go que dieron muerte al niño P, por sí mismos también perfeccionan
adoptada por la generalidad de los tratadistas, como nota Florian en el delito del art. 79 del Cód. Penal aun cuando no hubiera mediado el
Parte General del Diritto Pénale, 4.a ed. 1934, vol. 2, p. 729, inclinán- que lesionó a la madre, debe concluirse que constituyen dos hechos
distintos en el concepto penal, a diferencia de lo que ocurriría si un so-
lo disparo dirigido a la madre hubiera lesionado únicamente al hijo o
a ambos, originando la muerte de uno de ellos, pero no en el presente
87
Causa "Mereu", 4/4/1939, publ. en: "Fallos, C.C.C.", t. 4, pp. 127 ss. caso en que un dtapnro hirió a la madre y otros distintos hirieron al
148 Marcelo A. Sancinetti Casos de Derecho penal 149
hijo causando su muerte, lo que obliga a estar a la objetividad de los nocedor del problema, pero no dice ni una palabra acerca de por
hechos y de sus consecuencias, máxime cuando el desarrollo del su- qué llega a otra solución ("solución de la consumación").
ceso revela que el acusado disparó su pistola a todo evento, ya que te- Sin embargo, en el caso concreto era correcto admitir que hu-
nía a la vista y de frente a la madre con el niño cargado, a pesar de lo
biera dolo de homicidio respecto del niño, es decir, que había un
cual disparó cuatro tiros en forma que no cabía ignorar que cualquie-
ra de ellos podía dar en el cuerpo del niño. homicidio doloso consumado. Pues la "solución de la tentativa"
vale en la medida en que el riesgo asumido con plena consciencia
"Tratándose de dos hechos y debiéndose aplicar la regla del art. 55 del
Cód. Penal, corresponde aumentar la pena, también en atención a la
por el autor no implique de por sí la posibilidad cierta —también
grave peligrosidad del reo revelada por las modalidades de los delitos asumida— de que sea alcanzado el otro objeto. Si el autor preten-
cometidos, al acudir armado, de día, a entrevistarse con una mujer, de dirigirse contra el objeto A, pero reconoce que también puede
al hacer fuego repetidas veces en las condiciones en que lo efectuó, de alcanzar al objeto B, tiene en realidad un dolo alternativo (dolus
lo que se desprende la premeditación con que obró (arts. 40 y 41, Cód. alternativas) y, por ello, actúa con dolo de homicidio de las dos
Penal). personas89. Es lo que está correctamente implicado en la frase
"Por ello se confirma la sentencia apelada de fs. 74 en cuanto conde- del voto disidente: "no cabía ignorar que cualquiera de ellos [de
na a M. por los delitos de homicidio y abuso de arma de fuego, con la los tiros] podía dar en el cuerpo del niño". Hasta aquí, es correcta
salvedad consignada, y se la reforma en cuanto a la pena que le apli- la pena por homicidio doloso consumado de la víctima a la que no
ca, la que se fija en veinticinco años de prisión accesorias de ley y cos- se dirigía la intención prioritaria (art. 79, Cód. Penal).
tas de ambas instancias.
Lo que es sorprendente en ambos fallos es la subsunción de la
acción que hirió a la madre como "abuso de arma de fuego" (art.
"Porcel de Peralta." 104, Cód. Penal). En otro lugar he explicado la escasa o nula uti-
lidad de una figura de peligro que implica un síndrome de riesgo
Anotación tan incompatible con la falta de dolo del delito de lesión corres-
Esta sentencia exige poner en claro distintas cuestiones que pondiente90. Y especialmente en el caso del disparo de un arma de
reciben aquí un tratamiento equivocado, aunque en las conse- fuego contra una persona hacia órganos que pueden ser vitales (los
cuencias se arribe a una solución aceptable, pues una pena de 20 disparos tienen que haber sido dirigidos a la altura del pecho,
años de prisión podría ser suficiente para corresponder al ilícito y pues allí estaba el niño) no hay ningún modo de realizar tal acción
la culpabilidad de los actos de M. sin dolo de homicidio91. Por tanto, cada uno de los cuatro disparos
En primer lugar, hay que aclarar que la doctrina moderna do-
minante resuelve el caso de aberratio ictus, en principio, como un
concurso ideal entre tentativa de homicidio de la persona ataca- 89
En este sentido, véase Zielinski, Dolo e imprudencia, n.° m. 64, bajo la expre-
da y homicidio imprudente de la que resulta muerta (denomina- sión "campo de dispersión del riesgo" (en las consecuencias, sin embargo, posible-
mos a esto "solución de la tentativa", queriendo decir que no hay mente Zielinski llega a admitir como realización dolosa un ámbito demasiado am-
un homicidio doloso consumado)88. El tribunal se manifiesta co- plio).
90
Cfr. Sancinetti, Teoría del delitoy disvalor de acción, pp. 213 ss., esp. 227 ss.
91
Justamente en una nota a fallo de don Enrique Díaz de Guijarro, del año
1928 (JA, 28-8 ss.), fallo cuya situación de hecho se ilustra en el caso siguiente con
88 a
Cfr. Stratenwerth, Strafrecht (Derecho penal), 4. ed., § 8, n.° m. 95 s.; Ja- la transcripción de las sentencias correspondientes, el autor trata de abogar por la
kobs,Lehrbuch, 8/80; Schónke/Schróder/Cramer, § 16, n.°m. 57; también Roxin, "solución de la consumación", preferida por la doctrina italiana de entonces y la doc-
Strafrecht, § 12, n.° m. 154; en la doctrina española, v. Mir Puig, Derecho penal. Par- trina argentina, y explicaba que la doctrina alemana se inclinaba por la solución de
a
te general, lección 10. , n.°m. 136 ss. la tentativa (en concu rso con imprudencia). Pero el anotador aclaraba lo siguiente,
150 Marcelo A Sancinetti Casos de Derecho penal 151
implicaba una tentativa de homicidio con "dolo alternativo": po- En suma, debería haberse admitido tentativa de homicidio con-
día morir la madre (intención) o bien el niño (dolo eventual). Por tra la madre (arts. 42,44,79, Cód. Penal), en concurso real con ho-
eso, tales casos de aberratio ictus no pueden seguir la regla apli- micidio consumado contra el niño (art. 79, Cód. Penal).
cable en los casos en que el autor no asume dolosamente la otra La problemática teórica de la aberratio ictus es profundizada
consecuencia. en el caso siguiente, en el que no muere un niño que está en brazos
Un problema diferente es el del concurso ideal vs. concurso real. de la víctima originaria, sino otro sujeto sentado al lado de quien
Si los disparos hubieran sido efectuados todos contra una misma era el destinatario de una sola bala.
persona, sin asumir dolosamente la muerte de otra, el hecho ha-
bría sido sin duda un concurso ideal homogéneo, por unidad na- 82 En la mesa de juegos. Un supuesto de hecho de estructura si-
tural de acción. Pero esto ya puede dejar de valer cuando se trata milar al anterior, en efecto, pero en el que habría sido más facti-
de bienes altamente personales, como la vida, y en cada acto indi- ble sostener la solución diferenciadora ("solución de la tentati-
vidual se asume que podría morir o una u otra de esas personas. va"), aunque las circunstancias no están lo suficientemente cla-
Dicho de otro modo: si A entra a un salón dispuesto a matar a B y ras como para considerar esa solución como la única cdrrecta pa-
a C de un tiro disparado a cada uno, ambos actos se hallarán en ra el caso y descartar la "solución de la consumación", se había da-
concurso real (distinto si se trata de un delito de daño = el autor ti- do ya en la década anterior, más allá de que la situación se da con
ra dos piedras contra sendos vidrios: concurso ideal, con indepen- toda frecuencia en la vida cotidiana. Del caso se sabe lo siguiente:
dencia de si los vidrios pertenecen a una misma víctima o a dos Unos señores estaban sentados en derredor de una mesa de jue-
distintas). Ahora bien, para resolver esta cuestión habría que es- gos, digamos, jugando alas cartas. Entre dos de ellos, Indaveray
tablecer si al efectuar cada disparo ulterior al primero, el autor Bertuzzi se produjo una discusión. Bertuzzi, al parecer, agravió
tiene una representación determinada acerca de si los disparos de palabra a Indavera —de veintitrés años, jornalero, analfabe-
respectivamente anteriores han causado ya alguna lesión a algu- to— y, sea inmediatamente o acaso cuando el episodio había que-
na de las víctimas eventuales o no. Si tiene consciencia de que el dado algo atrás, Indavera extrajo un arma y, tras la advertencia
primer tiro no produjo ningún efecto, la duplicación de un tiro a Bertuzzi de "esto es para vos", disparó un solo tiro contra él, con
idéntico mantendría ambos actos en unidad de acción (= un solo tan mala fortuna que la bala fue a dar en Francisco De María, que
hecho); si, en cambio, un disparo ha sido efectivo y el autor reali- estaba sentado al lado de Bertuzzi y que murió en el acto.
za otro, cabría pensar en la posibilidad de concurso real, incluso El caso fue resuelto en primera instancia por un juez del enton-
en el caso de que el segundo tiro no produzca ningún efecto. ces territorio federal de La Pampa, en favor de la "solución de la
tentativa", pero aclarando el sentenciante que eso no respondía a
su opinión personal, que así lo hacía por seguir el criterio del tri-
que viene bien a propósito para el caso del texto: "De la solidez de la doctrina que se bunal de alzada establecido en un caso anterior; la decisión fue
pronuncia en favor de la existencia de que el delito es de índole culposa, preferida confirmada en segunda instancia (Cámara Federal de La Plata),
entre los autores alemanes, da buena cuenta Haus, «Droitpenal belge», que si bien
adhiere a la misma, formula un distingo, reputando doloso el hecho cuando pudo si bien la Cámara registró aquí una disidencia del juez Echega-
preverse el resultado indirecto como un resultado eventual, dando como ejemplos ray; más tarde la sentencia fue apelada —en apariencia sólo por
el disparo efectuado sobre una mujer que tiene un niño en sus brazos o contra la per- la defensa— ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que
sona que tenía a otra a su lado. Si la última o el menor resultan heridos, se trata de terminó resolviendo en favor de la "solución de la consumación",
un delito doloso. Fuera de esta hipótesis el delito será culposo" (lug. cit., p. 10). Lo
allí dicho, sin embargo, vale más para el caso del "niño en brazos" que para el caso
pero dejando intacta la pena que (por tentativa en concurso con
en que la víctima definitiva "está al lado" de la que se pretendió alcanzar. Véase el hecho imprudente) había sido impuesta en segunda instancia.
caso siguiente. Esta intervención de la Corte ocurría por entonces con mayor am-

También podría gustarte