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La cosa juzgada se refiere a cuando un tribunal declara definitivamente resuelto un juicio, impidiendo que se presente una nueva demanda o recurso sobre el mismo caso. Para que exista la cosa juzgada, se requiere una sentencia firme a la que ya no se puedan presentar apelaciones, y una vez que la sentencia es firme, el objeto juzgado no puede volver a ser juzgado.
La cosa juzgada se refiere a cuando un tribunal declara definitivamente resuelto un juicio, impidiendo que se presente una nueva demanda o recurso sobre el mismo caso. Para que exista la cosa juzgada, se requiere una sentencia firme a la que ya no se puedan presentar apelaciones, y una vez que la sentencia es firme, el objeto juzgado no puede volver a ser juzgado.
La cosa juzgada se refiere a cuando un tribunal declara definitivamente resuelto un juicio, impidiendo que se presente una nueva demanda o recurso sobre el mismo caso. Para que exista la cosa juzgada, se requiere una sentencia firme a la que ya no se puedan presentar apelaciones, y una vez que la sentencia es firme, el objeto juzgado no puede volver a ser juzgado.
Es cuando un tribunal declara que un juicio ha quedado definitivamente resuelto, impidiendo de
esta manera que se pueda interponer nuevamente una demanda o recurso sobre el mismo caso. Ejemplo: «Si luego de dictada la sentencia no se apela de la misma, opera la cosa juzgada». La idea de cosa juzgada, de este modo, alude al efecto que posee una sentencia judicial firme, el cual hace que no sea posible iniciar un nuevo proceso referente al mismo objeto. La cosa juzgada reconoce la eficacia de la resolución a la que se llegó tras un proceso judicial: por eso dicha resolución no puede ser modificada. Para que exista la cosa juzgada, tiene que haber una sentencia firme. A esta instancia se llega cuando ya no resulta posible presentar apelaciones o impugnaciones para establecer una modificación. Así, cuando la sentencia judicial está firme, se considera que el objeto sometido al proceso no puede volver a juzgarse dada la existencia de la resolución en cuestión. Se trata, por lo tanto, de cosa juzgada. La noción de cosa juzgada se vincula a la fuerza atribuida al resultado de un proceso judicial y a la subordinación que le se debe a lo decidido anteriormente por la autoridad. Esto hace que un mismo hecho no pueda ser juzgado en más de una ocasión.