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PENSAMIENTOS INCÓMODOS EN AMÉRICA LATINA

Kavilando, 4 de noviembre de 2020

Teología de la liberación, reflexiones y perspectivas


Aporte de Ancízar Cadavid Restrepo

Con la revolución, los pobres buscan la vida, la de ellos y la de sus enemigos.


Son capaces de generosidad en su triunfo (…).
La paz revolucionaria de los pobres es hoy ya una experiencia
cultural en el corazón de los pueblos
(Juan Hernández Pico. Tomado de: Revolución, violencia y paz).

1. Unas pautas para encontrar el humus que dio vida y nutrió la TLL

a) Lo del Jesús histórico es poco: Que nació y creció en Nazaret, pueblo de


la Galilea campesina con historia de Zelotes que se alzaban en armas contra
el imperio romano; que tuvo una corta práctica místico-política muy
centrada en Jerusalén; que por ello fue acusado de sedición y condenado a
la muerte en cruz; que un puñado de discípulos suyos se volvieron a Galilea
y, pasado un tiempo, volvieron con nueva fuerza a Jerusalén. Todo indica
que Jesús no montó doctrina y sólo predicó lo que llamaba “la llegada del
Reino” que, según los contextos, era una sociedad de iguales y sin los
oprobios del imperio1.
b) Lo que todavía hoy se denomina Cristología o el Cristo de la fe fue todo
un montaje teórico hecho por Pablo de Tarso, quien, minimizando la
condición humana de Jesús, lo idealizó y lo declaró Dios igual al Padre y al
Espíritu. Pablo, aparte de ser muy afín al imperialismo romano, no conoció a
Jesús y venía de otras escuelas teológicas y de espiritualidad.
c) Sobre esa cristología paulina, a comienzos del siglo IV se levantó la hoy
llamada Iglesia Católica, cosa que no tuvo que ver con Jesús de Nazaret y
sí, todo, con el emperador Constantino y algunos líderes de esa naciente
catolicidad.
d) Era una teología dogmática, vertical, que se fue aunando con un derecho
canónico coercitivo y controlador de los cuerpos, del pensamiento y de las
prácticas políticas disidentes; teología que bendecía el poder político
establecido y separaba radicalmente las prácticas populares de fe y las
1
CROSSAN, John Dominic. Jesús, vida de un campesino judío, Grijalbo, Barcelona, 1994
CROSSAN, John Dominic. Jesús, biografía revolucionaria, Grijalbo, Barcelona, 1996
RANKE-HEINEMAN, Uta. No y amén. Invitación a la duda, Trotta, Madrid, 1998
ASLAN, Reza. El zelote: La vida y la época de Jesús de Nazaret, Random House, Barcelona, 2013
KÜNG, Hans. El cristianismo, esencia e historia, Trotta, Barcelona, 1997
JESUS SEMINAR. Proyecto de Robert Walter Funk, John Dominic Crossan, Roy Hoover, Helmut Koester, S. J.
Patterson, Marcus Borg, Stephen L. Harris, Robert M. Price, Burton Mack, James McConkey Robinson y
otros 140 historiadores del Nuevo Testamento y teólogos para descubrir e informar consensos
alcanzados por expertos sobre la autenticidad histórica de los dichos y hechos atribuidos a Jesús por los
evangelios.
realidades de opresión, saqueo y eliminación que vivían los pueblos
sometidos a los poderes. A cambio de una vida humillada, miserable,
sometida, fiel y domesticada, los creyentes tendrían premio post mortem en
el cielo de Dios.
e) Esa teología y la iglesia que de ella se deriva, mantenidas intactas entre
los siglos IV y XX, reveló su gran incoherencia interna y su nada qué ver
con Jesús de Nazaret en el hecho de la conquista de América: la Europa del
siglo XV se asfixiaba política y económicamente en su afán por extender a
toda costa la cristiandad, en detrimento de los pueblos gentiles o infieles.
En ese contexto se entiende la filosofía política del descubrimiento de
nuestras tierras.: el sacrosanto derecho a extender e imponer la cristiandad,
más el sacrosanto deber de reducir a los infieles o bárbaros: “ Estoy
peleando por la fe –escribe Hernán Cortés desde estas tierras americanas
hacia 1520-. La causa principal a que venimos a estas partes es por
ensalzar y predicar la fe de Cristo, aunque juntamente con ella se nos sigue
honra y provecho, que pocas veces caben en un saco”.
f) Sin embargo, sobrevivió, sin aparente crisis interna, hasta mediados del
siglo xx. Varios hechos revelaron la crisis interna de la teología única de los
últimos 16 siglos:
* El Papa Juan XXIII (1958 – 1963), quien creía que la Iglesia debería mirar
con gran sospecha al capitalismo y con menos sospechas al socialismo y
que miraba con irritación la forma como los países poderosos y los pocos
ricos de la tierra negaban espacio vital a los pueblos empobrecidos (había
dicho en 1942: “la guerra actual es la guerra del rico contra el pobre, del
bien alimentado contra el que carece de lo necesario para vivir, del
capitalista contra el trabajador”);
* el Concilio Vaticano II (1962-1965) quien se abrió al mundo y a leer los
“signos de los tiempos” y a hacer una puesta al día –“aggiornamento”;
* La II Conferencia general de los obispos de América Latina -CELAM-
celebrada en Medellín en 1968 adoptó formalmente el compromiso con la
liberación de los pobres en el continente;
* la Acción Católica – AC, nacida en Italia en 1923 y extendida por toda
Europa para contrarrestar el fascismo, salta a Buenos Aires en 1928 y va a
jugar un papel importantre en contrarrestar los populismos; porque la
iglesia pro-populista, cuando prevé la caída imparable de los gobiernos que
ha apoyado, para no ser arrollada en su caída y siempre protegiendo su
sobrevivencia, se aparta de ellos entre 1945 y 1959; la Juventud Obrera
Católica – JOC belga de Chardjan, nacida en 1913 y vigilada de cerca por la
iglesia oficial por su postura clasista, entra en América Latina de la mano de
la AC y, a finales de los años 50 y en la década de los 60, ambas, sumadas a
la Juventud Universitaria Católica – JUC, serán el lugar de formación de
cuadros jóvenes cristianos a favor del compromiso político cristiano
clasista, reformistas al principio, revolucionarios luego;
* Por influjo de la JOC, los sindicatos que le son cercanos, de historia
reformista, se radicalizan y, desde una lectura cristiana, asumen un
compromiso de clase y revolucionario, con una dinámica imparable y
desbordante: nacimiento de grupos, sindicatos, centros de estudio e
investigación, publicaciones, emisoras, cooperativas, estudio de sociología y
marxismo.
En ese humus nace la TLL – Teología Latinoamericana de la Liberación.

2. Dónde buscar las raíces de la TLL

a) En la experiencia de fe de la memoria história o “credos históricos” del


pueblo de Israel a partir del éxodo de la esclavitud en Egipto a la tierra de
libertad, hace unos 35 siglos. En todos los momentos rituales, el pueblo de
Israel repetía “recuerda, pueblo, que eras esclavo en Egipto y Dios te
condujo a tierra de liberación”.
De ahí la teología latinoamericana extrajo unos postulados:
* Que un pueblo con memoria, alumbrado con la luz que se deriva de la
teología del “resto” (“credos históricos”), evalúa a quienes lo gobiernan o
pretenden gobernarlo: ¿hay soberbia en su corazón?, ¿arrogancia en sus
palabras?, ¿acapara tierras, riquezas y bienes?, ¿ejerce su poder en contra
de los humildes y empobrecidos?, ¿es favorable a la creación de leyes
despiadadas, injustas, promotoras de inequidad?, ¿usa el nombre de Dios y
de sus santos para ganar favor y votos?, ¿utiliza la religión para acallar las
voces del pueblo?, ¿miente u oculta la verdad?, ¿obliga a los pobres a
mendigar sus limosnas humillantes?, ¿es aristócrata o amigo de poderosos?,
¿vende la nación a potencias extranjeras?, ¿persigue a los que defienden los
derechos de los empobrecidos?
* Que, en tiempos de ceguera colectiva en las naciones, hay que actuar con
espiritualidad de “resto de Israel”: pobres que se juntan con pobres y
luchan por construir una nueva nación según el Dios de Sofonías, de Elías,
de Amós y los profetas y de Jesús de Nazaret; pobres que se quitan las
vendas de los ojos y las pasiones del corazón. Pobres, en suma, dispuestos
a no dejarse arrebatar de nadie la memoria de lo que los poderes han hecho
con su historia y con sus vidas.

b) En la experiencia de los profetas, siglos IX a VII antes de Jesús, y en


Jesús mismo. Son características comunes de esos movimientos proféticos:
* el anuncio de una religión orientada hacia la justicia y el señalamiento de
los que la persiguen y oprimen por esa causa,
* el desenmascaramiento de la connivencia de la religión oficial con las
injusticias y pecados de los sistemas políticos,
* la denuncia de la religión que ignora la práctica de la justicia,
* el señalamiento del culto lleno de ritos, pero vacío de contacto vivo con la
situación de las personas y carente de amor y de misericordia,
* la denuncia de la religión alienante y al servicio de los opresores,
* el señalamiento de la corrupción religiosa que busca ganancia económica y
poder para la casta sacerdotal,
* la caracterización como “religión en pecado” a la religión opuesta a las
luchas por la justicia a favor de viudas, huérfanos y empobrecidos. Un
ejemplo: el profeta Elías enfrentando al rey Ajab, cuyo poder ha aumentado
el número de pobres en la nación.
c) En una lectura crítica de la práctica religiosa en el continente, aunada a
una mirada crítica de la historia latinoamericana. Esas dos lecturas
condujeron a unas certezas:
* la historia del continente ha sido una permanente profundización del
abismo entre las clases sociales
* y la religión ha operado como un mecanismo de sometimiento de las
inmensas masas empobrecidas -a la vez que creyentes- a las estrategias de
las clases poderosas y al cultivo de actitudes como resignación,
sometimiento y fatalismo histórico.

d) En las ciencias sociales con lecturas dialéctico-estructurales y contrarias


a los funcionalismos. La nueva reflexión teológica empieza a romper
drásticamente el papel histórico de la religión como legitimador de un statu
quo de opresión y a fortalecer procesos de conciencia, organización,
movilización y lucha de los creyentes junto a todos los empobrecidos para
un cambio revolucionario de las estructuras sociales porque, dicho en
categoría teológica, “América Latina padece una situación estrutural de
pecado, es decir, de injusticia estructural”. Y, como lo dijo el mártir Oscar
Arnulfo Romero, “de nada valen las reformas si vienen teñidas de la sangre
del pueblo”.

3. Impactos de la TLL en el continente

Como un Elías redivivo, el rostro de la teología profética latinoamericana se


fue volviendo teología sistemática y se encarnó en distintas fisonomías
eclesiales:
 Sumó compromiso social y político solidario y unitario de obispos,
sacerdotes y pastores, pastoras y religiosas, hombres y mujeres
laicos, indios y negros, mestizos y mulatos, obreros y dirigentes
sindicales, cuadros de izquierda y líderes comunitarios, dirigentes
barriales y activistas políticos de partidos en proceso de
construcción.
 Sumó voces y compromisos de otros continentes.
 Nunca antes una gesta teológica había tenido tal poder y tal fuerza de
convocatoria:
 vinieron gentes de otros continentes, organizaciones de solidaridad y
editoriales de distintas lenguas y hubo teología para todos los que
hasta entonces habían sido hijos e hijas de la desesperanza: teología
de la mujer y de la equidad de género, teología de los medios de
producción y de la posesión de la tierra, teología del cuidado del
planeta y sus recursos, teología intra e intercultural, teología de la
participación política, teología del poder condividido, teología de las
minorías étnicas, teología y socialismo, teología y nueva lectura de
los signos de los tiempos.
 Era la explosión más audaz y prometedora de la fe, en los veinte
siglos de teología cristiana.
 Sus cuadros teológicos y de fe apoyaron revoluciones como la triunfal
Sandinista en Nicaragua y las abortadas por el imperio del Frente
Farabundo Martí en El Salvador y de Alfaro Vive en Ecuador
 Sus pequeñas comunidades de base apoyaron el movimiento obrero
que en Brasil catapultó a Lula da Silva y a Dilma y se mantienen
firmes al pie de transformaciones políticas como la de Evo en Bolivia,
la de Correa en Ecuador, la de la pareja Christner en Argentina, la de
Chávez en Venezuela, la de Mujica en uruguay, la que intentó el
obispo Fernando Lugo en Paraguay.
 En su dinamismo simbólico-práctico podemos recordar:
 acciones como las de los obispos unidos a campesinos que ocupan
propiedades de terratenientes para obligar su expropiación y
devolución, obispos mismos que devuelven a los campesinos miles y
miles de hectáreas de las que la iglesia históricamente se había
adueñado, sacerdotes, religiosos y religiosas vinculadas a la
revolución armada en distintos países, obispos que abandonan
palacios y se van a vivir a barrios de miseria, curas obreros y activos
en los sindicatos;
 Organizaciones y articulaciones como SAL – Sacerdotes para América
Latina en opción por el socialismo, ORAL – Organización de religiosas
por la liberación de América Latina; Sacerdotes para el tercer mundo
en Argentina que optan por la revolución popular, ONIS en Perú,
GOLCONDA – sacerdotes por el socialismo en Colombia,
Confederación de sacerdotes en Guatemala, Sacerdotes para el
pueblo de México, Movimiento Nacional cristiano por la liberación en
Ecuador, Éxodo en Costa Rica, Iglesia y sociedad en América Latina
de Bolivia.
 Descuella la CLAR – Confederación Latinoamericana de Religiosos
que se construye sobre una opción radical por el proyecto histórico
de liberación de los pobres;
 Lineamientos como “acción revolucionaria y marxista”, “condena al
capitalismo y asunción de la lucha de clases”, “análisis marxista de la
realidad”, “estrategia foquista revolucionaria”, “incorporación masiva
de los cristianos al proceso revolucionario”, “la construcción del
socialismo”;
 Obras de investigación y difusión que dan fundamento teórico y
sistemático a la Teología de la liberación, como “El porvenir del
cristianismo en América Latina” de Juan Luis Segundo (1963),
“Hipótesis para una historia de la iglesia en América Latina” de
Enrique Dussel (1964), “La pastoral de la iglesia en América Latina”
(1968), “La teología de la liberación” (1971) y “teología desde el
reverso de la historia” (1977) de Gustavo Gutiérrez, “Religión, ¿opio o
instrumento de liberación? De Rubem Alves (1968), “Teología desde
la praxis de liberación” (1973) de Hugo Assman, “Teología del
cautiverio y de la liberación” (1978) de Leonardo Boff, “Teología de
lo político, sus mediaciones” (1980) de Clodovis Boff, “Las armas
ideológicas de la muerte” (1978) de Franz Hinkelammert;
 Asunción de nuevos desafíos: vivir la vida del pueblo que implica que
ya la iglesia no va al pueblo sino que se hace pueblo, camina con él y
lucha con él todas las batallas necesarias para la liberación, defensa
plena de los derechos humanos; las bases y aún muchos de las
cúpulas de las jerarquías eclesiales toman parte en los procesos
revolucionarios.

***

4. Nuevos matices hoy

Hay que reconocer que fueron las teologías feministas y de las diversidades
humanas las que iniciaron la que podríamos llamar la “liberación de la
teología de la liberación”. Porque ésta, bien miradas las cosas, tuvo unos
silencios y unos sesgos:
a) Los silencios de la TLL de primera generación (1968-1980)
 No abordó con valentía y sistematicidad las luchas de las
mujeres contra el patriarcado y a favor de sus derechos y su
pleno reconocimiento, mujeres haciendo teología de la
liberación de la mujer.
 No abordó, por una especie de endofobia, creo yo, las
homosexualidades, las diversidades sexuales, de género y de
orientación erótico-afectiva.
 Por lo anterior, no abordó la deconstrucción y descolonización
de los discursos de género.
 Abordó tardíamente, con Leonardo Boff, la liberación de la
Madre Tierra y tibiamente los derechos de todas las
manifestaciones de la vida: el agua, el aire, el oxígeno, la capa
de ozono, los animales, el subsuelo.
 Mantuvo una relación de dependencia, sumisión y obediencia
con el Vaticano, centro de poder y control eclesiástico, en
absolutamente todo, ajeno a la experiencia de Jesús y a los
proyectos de liberación de los pueblos oprimidos.

b) Los sesgos de la TLL


 Es una teología básicamente hecha por patriarcas -sólo
hombres- y desde el patriarcado teológico: Dios Padre, Dios
Hijo, Dios Espíritu.
 Es una teología que asume como verdades más o menos
inmutables los postulados básicos de la teología eurocéntrica,
patriarcal, monoteista, heteronormativa, esencial-sexista,
vertical-dogmática y reguladora de las vidas y de los cuerpos.
 No se atreve a romper audazmente la cristología patriarcalista,
antropocéntrica y teocrática de Pablo.
 Propone una teología de liberación de afrodescendientes y
pueblos indígenas pero desdeña las espiritualidades,
cosmogonías y teologías negras e indígenas, las del Abya Yala.
 Pasa por alto y en silencio las ya presentes y balbuceantes
teologías feministas, las teologías ecofeministas y las teologías
queer, aunque éstas no tienen reparos en reconocer su filiación
directa con la TLL.

5. Pertinencia en los tiempos presentes

Mientras haya opresiones de poderes políticos y de grupos de poder contra


las mayorías populares o contra sectores el pueblo, y esto es una obviedad,
habrá resistencia, pueblos levantándose y en rebelión, ejercicios de
liberación, proyectos políticos populares de revolución, colectivos humanos
en disidencia. Esto no lo determinan las iglesias ni los cuerpos de creencias
metafísicas. Esto lo determinan las dinámicas intrínsecas de los pueblos.
Después de la TLL, las iglesias no podrán seguir más en su teología
multisecular de la resignación y la bendición de los poderes y serán creibles
y coherentes con lo que ellas entienden como “mensaje de salvación”
solamente si se deslindan radical y proféticamente de los grupos de poder y
de opresión y echan a caminar del lado de los oprimidos y solidarios con sus
luchas libertarias.

6. Dinámica con el Papa Francisco


En medio de sus contradicciones permanentes entre práctica pastoral y
discurso, el Papa Francisco no es, en buena ley, un teólogo de la liberación.
Ni lo fue cuando gobernó a los jesuitas y pastoreó al pueblo católico
argentino. Pero sí ha tomado algunas banderas de ésa: la teología de la
defensa de la tierra, la teología de un ecumenismo abierto y horizontal, la
teología anticapitalista y la denuncia del capitalismo como un estado de
pecado estructural. Y algo novedoso en él, la que yo llamo teología de las
relaciones humanas y del digno vivir de los individuos. Cosas nada
desdeñables.
El Papa, siendo objetivos, tiene sólo un poder simbólico pero no real. El
poder real lo tiene la curia que rige el Estado Vaticano y ésta sabe muy bien
poner al Papa en su lugar cuando su discurso simbólico se sale de las
normalidades vaticanas.
Usando su poder simbólico, si Francisco fuera efectivamente un libertario,
podría convocar un nuevo Concilio y actuar con él las vías para dejar sin
poder y sin funciones a la curia todopoderosa que lo gobierna y gobierna a
la iglesia.

7. Palabras de cierre
 Llamo a las personas creyentes honestas de cualquier iglesia o
denominación a actuar con una fe crítica y valiente que les haga
capaces de sacudir a sus propias iglesias y urgirlas a deslindarse de
los poderes criminales de ultraderecha que gobiernan a Colombia;
exigirles una lectura bíblica contextualizada y olvidarse de
fundamentalismos que ya hoy no pueden fundar nada de la nueva
sociedad y de la nueva política.
 Llamo a esas y esos creyentes a hacerse pueblo con el pueblo. A
caminar con los pueblos que dicen acompañar en sus luchas,
esperanzas y tareas políticas a favor de la libertad de todo yugo y de
toda opresión.
 Llamo a las personas creyentes de buena voluntad a unirse con otras
organizaciones de fe que apoyan los procesos de dignidad, de justicia,
de equidad, de paz y de buen vivir de su pueblo. A sumarse a las
organizaciones populares, étnicas, rurales, ambientales, femeninas,
LGBTI, obreras y ambientalistas y a ayudar a fortalecer sus luchas,
su capacidad organizativa, para asumir los retos que hoy nos plantea
la profunda crisis humana, económica, ecológica, ética y de valores
que se vive en todo el planeta y de forma muy particular, en América
Latina y en Colombia. Ése es el más puro y genuino espíritu religioso.

***

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