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Actividades:

Trabaja con el documento AMORIS LÆTITIA

De la introducción de la exhortación Lee, el texto de los números 1-7 de la


Exhortación. Subraya las frases o ideas que consideres más interesantes. 

1. La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. Como
han indicado los Padres sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del
matrimonio, «el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto
motiva a la Iglesia». Como respuesta a ese anhelo «el anuncio cristiano relativo a la familia
es verdaderamente una buena noticia».

2. El camino sinodal permitió poner sobre la mesa la situación de las familias en el mundo
actual, ampliar nuestra mirada y reavivar nuestra conciencia sobre la importancia del
matrimonio y la familia. Al mismo tiempo, la complejidad de los temas planteados nos
mostró la necesidad de seguir profundizando con libertad algunas cuestiones doctrinales,
morales, espirituales y pastorales. La reflexión de los pastores y teólogos, si es fiel a la
Iglesia, honesta, realista y creativa, nos ayudará a encontrar mayor claridad. Los debates
que se dan en los medios de comunicación o en publicaciones, y aun entre ministros de la
Iglesia, van desde un deseo desenfrenado de cambiar todo sin suficiente reflexión o
fundamentación, a la actitud de pretender resolver todo aplicando normativas generales o
derivando conclusiones excesivas de algunas reflexiones teológicas.

3. Recordando que el tiempo es superior al espacio, quiero reafirmar que no todas las
discusiones doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltas con intervenciones
magisteriales. Naturalmente, en la Iglesia es necesaria una unidad de doctrina y de praxis,
pero ello no impide que subsistan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la
doctrina o algunas consecuencias que se derivan de ella. Esto sucederá hasta que el Espíritu
nos lleve a la verdad completa (cf. Jn 16,13), es decir, cuando nos introduzca perfectamente
en el misterio de Cristo y podamos ver todo con su mirada. Además, en cada país o región
se pueden buscar soluciones más inculturadas, atentas a las tradiciones y a los desafíos
locales, porque «las culturas son muy diferentes entre sí y todo principio general […]
necesita ser inculturado si quiere ser observado y aplicado».

4. De cualquier manera, debo decir que el camino sinodal ha contenido una gran belleza y
ha brindado mucha luz. Agradezco tantos aportes que me han ayudado a contemplar los
problemas de las familias del mundo en toda su amplitud. El conjunto de las intervenciones
de los Padres, que escuché con constante atención, me ha parecido un precioso poliedro,
conformado por muchas legítimas preocupaciones y por preguntas honestas y sinceras. Por
ello consideré adecuado redactar una Exhortación apostólica postsinodal que recoja los
aportes de los dos recientes Sínodos sobre la familia, agregando otras consideraciones que
puedan orientar la reflexión, el diálogo o la praxis pastoral y, a la vez, ofrezcan aliento,
estímulo y ayuda a las familias en su entrega y en sus dificultades.

5. Esta Exhortación adquiere un sentido especial en el contexto de este Año Jubilar de la


Misericordia. En primer lugar, porque la entiendo como una propuesta para las familias
cristianas, que las estimule a valorar los dones del matrimonio y de la familia, y a sostener
un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad o la
paciencia. En segundo lugar, porque procura alentar a todos para que sean signos de
misericordia y cercanía allí donde la vida familiar no se realiza perfectamente o no se
desarrolla con paz y gozo.
6. En el desarrollo del texto, comenzaré con una apertura inspirada en las Sagradas
Escrituras, que otorgue un tono adecuado. A partir de allí, consideraré la situación actual de
las familias en orden a mantener los pies en la tierra. Después recordaré algunas cuestiones
elementales de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia, para dar lugar así
a los dos capítulos centrales, dedicados al amor. A continuación, destacaré algunos caminos
pastorales que nos orienten a construir hogares sólidos y fecundos según el plan de Dios, y
dedicaré un capítulo a la educación de los hijos. Luego me detendré en una invitación a la
misericordia y al discernimiento pastoral ante situaciones que no responden plenamente a lo
que el Señor nos propone, y por último plantearé breves líneas de espiritualidad familiar.

7. Debido a la riqueza de los dos años de reflexión que aportó el camino sinodal, esta
Exhortación aborda, con diferentes estilos, muchos y variados temas. Eso explica su
inevitable extensión. Por eso no recomiendo una lectura general apresurada. Podrá ser
mejor aprovechada, tanto por las familias como por los agentes de pastoral familiar, si la
profundizan pacientemente parte por parte o si buscan en ella lo que puedan necesitar en
cada circunstancia concreta. Es probable, por ejemplo, que los matrimonios se identifiquen
más con los capítulos cuarto y quinto, que los agentes de pastoral tengan especial interés en
el capítulo sexto, y que todos se vean muy interpelados por el capítulo octavo. Espero que
cada uno, a través de la lectura, se sienta llamado a cuidar con amor la vida de las familias,
porque ellas «no son un problema, son principalmente una oportunidad»

Cuestionario de trabajo 

1-¿Qué afirmaciones contenidas en el texto de los siete primeros números de la


Exhortación te han llamado particularmente la atención?

 Sostener un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad,

 Ampliar nuestra mirada y reavivar nuestra conciencia sobre la importancia del


matrimonio y la familia,

 Cuidar con amor la vida de las familias, porque ellas «no son un problema, son
principalmente una oportunidad»

¿Por qué?

Porque la familia es el primer foco social que conocemos, en el cual aprendemos a


querer con el corazón, nos aceptamos y nos amamos pase lo que pase, por ello, no
está de más agradecer todo lo que en familia hacemos los unos por los otros.

2- ¿En qué medida compartes la afirmación de que las familias “no son un problema,
son principalmente una oportunidad”?

Comparto ese pensamiento por que no todos tienen la dicha de tener una familia, o alguien
que tan solo se preocupe, ocupe y contenga en diferentes situaciones de la vida.

¿Cómo definirías tu actitud ante la realidad del matrimonio y la familia en nuestro


entorno? (Ilusión, preocupación, pesimismo, esperanza,...) ¿por qué? 

El matrimonio hoy en día es muy complicado, desde el momento uno. Todos tenemos la
ilusión de formar una familia, pero existe en si la preocupación todo el tiempo de poder
sostenerla, de saber si se están haciendo las cosas bien, si es suficiente el esfuerzo, muchas
veces uno es pesimista, ante situaciones que te desbordan, pero existe esa esperanza de
todos los días tener una nueva oportunidad y de no bajar los brazos, siempre uno se vuelve
más fuerte.

Porque realmente vale la pena compartir momentos en familia.

Capítulo I 

Pistas para la lectura, la reflexión y el diálogo Lee, con un lápiz a mano, el capítulo
primero de la Exhortación (números 8-30). Subraya las frases o ideas que consideres
más interesantes. Toma nota de los puntos que no llegas a comprender y/o de aquellos
que desearías aclarar en el grupo de trabajo y plantéalos en la reunión.

Visión de la familia basada en la Biblia, tanto del Antiguo Testamento, como del Nuevo
Testamento.

La pareja humana como una imagen de Dios en dos sentidos, son creados a imagen y
semejanza.

La fecundación se torna una imagen para describir y descubrir el misterio de dios.

Se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.

La presencia de los hijos es un signo de plenitud de la familia por que continua con la
misma historia de salvación de generación en generación.

El especio vital de la familia se puede convertir en Iglesia doméstica, lugar en que los hijos
deben recibir la catequesis, siendo los padres los primeros maestros de la fe, teniendo el
deber de cumplir con esa misión educadora.

No todas las relaciones familiares son perfectas, ni están libres de problemas y


preocupaciones.

Propone la Biblia como compañera de viaje para las familias que están en crisis o pasan por
medio de algún dolor.

Reflexionar sobre el trabajo, en cuanto al desarrollo de la sociedad y el sostenimiento de la


familia.

El desempleo y precariedad laboral generan sufrimiento y afectan directamente a la vida de


las familias.

Degeneración y desequilibrio que aparecen cuando no se cuida el medio ambiente, los


cuales ya fueron denunciados por los profetas en su tiempo.

La ternura, es una virtud central que se debe tener con nuestras relaciones y con nuestra
familia.

Cuestionario de trabajo
1- De la lectura realizada ¿puedes sacar alguna aplicación práctica para tu vida y
relaciones familiares? ¿Cuál? 

Si. Proponer la Biblia como compañera de viaje para cuando se está en crisis o cuando
pasamos por medio de algún dolor.

Capitulo II 

 Pistas para la lectura y reflexión Lee, el capítulo segundo de la Exhortación (números


31-57). Subraya las frases o ideas que consideres más interesantes. (Se deben
incorpora en las respuestas de la actividad) Señala los elementos de la cultura o el
pensamiento actual que tienen mayor incidencia en la situación de las familias. ¿Qué
tienen de valor y de riesgo? 

“El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia”.

El individualismo quita importancia a los vínculos familiares, que termina por considerar a
cada componente de la familia como una Isla.

Se aprecia una personalización que apuesta por la autenticidad en lugar de reproducir


comportamientos pautados. Es un valor que puede promover las distintas capacidades y la
espontaneidad, pero que, mal orientado, puede crear actitudes de permanente sospecha, de
huida de los compromisos, de encierro en la comodidad, de arrogancia.

Se confunde la Libertad como la idea de cada uno juzga como le parece.

Los cristianos no pueden dejar de presentar el ideal matrimonial como alternativa real al
mundo, y hay que ser humildes y realistas para reconocer que el modo de presentar las
convicciones cristianas y la forma de tratar a las personas han ayudado a provocar lo que
hoy lamentamos.

Estamos llamados a formar la conciencia, pero no a pretender sustituirlas,

Muchas veces actuamos a la defensiva y gastamos las energías pastorales redoblando el


ataque al mundo decadente con poca capacidad de mostrar caminos de felicidad.

Las personas creen que el amor se puede desconectar a gusto del consumidor, e incluso
bloquear rápidamente. Se traslada a las relaciones lo que sucede con los objetos y el medio
ambiente, todo es descartable, cada uno usa y tira, gasta y rompe, aprovecha y estruja
mientras sirva, después adiós.

La afectividad narcisista y cambiante no ayuda a los sujetos a alcanzar una mayor madurez.

En este contexto de sociedad de consumo, muchos jóvenes no pueden formar una familia
por dos motivos: No tienen oportunidades de futuro, o bien están excesivamente atareados.

Las crisis matrimoniales se suelen afrontar superficialmente y sin la valentía de la


paciencia, del dialogo sincero, del perdón recíproco, de la reconciliación, y del sacrificio.

La sociedad de consumo puede disuadir a las personas de tener hijos solo para mantener su
libertad y su estilo de vida.
La Iglesia rechaza las intervenciones de estado en favor de la anticoncepción, la
esterilización, e incluso del aborto.

El estado tiene la responsabilidad de crear leyes que garanticen el futuro de los jóvenes,
para que puedan realizar su proyecto de formar una familia.

El abandono de las familias por parte del sistema económico y político.

La explotación sexual de la infancia, constituye una de las realidades mas escandalosas y


perversas de la sociedad actual, este se vuelve mas escandaloso cuando ocurre en los
lugares donde mas deben ser protegidos, especialmente en las familias y las escuelas, así
como en las comunidades e instituciones cristianas.

Las familias que migran y las familias que tienen alguna persona con discapacidad, dan a la
iglesia un valioso testimonio de fidelidad al don de la vida. El cual es un signo del espíritu,
por que ofrece una alternativa a la acogida misericordiosa e integración de los más frágiles.

La Iglesia debe tener un especial cuidado para comprender, consolar e integrar, evitando
imponer una serie de normas como si fueran una roca.

Es muy difícil transmitir la fe en las familias cuando en algunas casas ni siquiera existe el
hábito de comer juntos.

La Drogodependencia y las situaciones de violencia suelen ser un desafío para las familias.

Debemos reconocer la gran variedad de situaciones que pueden ofrecer estabilidad familiar,
como las uniones de echo o entre personas del mismo sexo, que no pueden equipararse sin
más, al matrimonio.

Las leyes ofrecen y facilitan muchas alternativas de unión. Un matrimonio que es


indisoluble que exige exclusividad a la pareja y que esta abierto a la vida termina
pareciendo anticuado.

Defender el matrimonio católico no quiere decir estar a favor de las viejas formas de
familias caracterizadas por el autoritarismo e incluso por la violencia.

Las huellas de los excesos de las culturas patriarcales donde la mujer era considerada de
segunda clase.

Denuncian la mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática,


imponiendo como ejemplo el alquiler de vientres.

Gracias a Dios por todas las familias que sin ser perfectas viven en el amor, realizan su
vocación, y siguen adelante, aunque caigan muchas veces a lo largo del camino.

“No caigamos en la trampa de desgastarnos en lamentos autodefensivos, en lugar de


despertar una creatividad misionera”.

Los elementos de la cultura que mas incidencia tienen hoy en día son libre elección de
sexo, el aborto, la libertad.
Capitulo III 
Pistas para la lectura. Lee, el capítulo tercero de la Exhortación (números 58-88).
Subraya las frases o ideas que consideres más interesantes.

La familia es el lugar donde debe resonar el primer anuncio de la buena noticia de Jesús
repleto de amor y ternura.

No debemos defender la familia como una doctrina fría y sin vida por que seria separarla
del amor infinito del padre.

Reconoce al matrimonio como un don de Dios, incluida la sexualidad.

El sacramento del matrimonio no es una convención social, ni un rito vacío, ni solo un


signo externo de compromiso, un don para la santificación, los esposos son un recuerdo
constante de lo que ocurrió en la cruz. Son el uno para el otro y también para los hijos,
testigos de la salvación.

El matrimonio es una vocación y casarse debe ser fruto de un discernimiento, este don
encuentra sus raíces en el bautismo y debe vivirse respondiendo al amor de Dios en todas
las dimensiones de la pareja.

Cuestionario de trabajo

1- Si alguien te preguntara sobre el significado cristiano del matrimonio y la


familia ¿Tendrías una respuesta clara? ¿Qué dirías concretamente? 

Es la unión de un hombre y una mujer con el propósito de la creación y la crianza de


los hijos. Es un sacramento, instituido por cristo. El propósito del matrimonio sirve
no solo al cuidado de los hijos, sino también a la comunión y el bien de la pareja.

Capitulo IV 

Pistas para la lectura, la reflexión y el diálogo Dada la extensión de este capítulo


sugerimos efectuar su lectura en dos tramos. El primero de ellos, el apartado titulado
Nuestro amor cotidiano (los números 90-119) y el segundo tramo con el resto de los
apartados (120-164). Lee, cada uno de esos tramos independientemente. Subraya las
frases o ideas que consideres más interesantes. 

Cuestionario de trabajo 

A) Sobre Nuestro amor cotidiano

1- De la descripción del amor realizada por San Pablo en 1 Co 13,4-7 ¿qué es


lo más te interpela o llama tu atención? ¿Por qué? 

“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es


jactancioso, no se envanece; no se hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”.

Lo que me llama la atención que se diga que el amor es sufrido y benigno, y


creo que eso se da porque a veces unos es capaz de amar sin perseverar, y
cuando algo no funciona, tendemos a insistir de modo que se torna todo un
sufrimiento y una mala experiencia.

B) Sobre el Crecimiento y transformación del amor conyugal (120-164) 

1- La Exhortación Amoris laetitia dice: “Seamos sinceros y reconozcamos las señales


de la realidad: quien está enamorado no se plantea que esa relación pueda ser sólo por
un tiempo; quien vive intensamente la alegría de casarse no está pensando en algo
pasajero; quienes acompañan la celebración de una unión llena de amor, aunque
frágil, esperan que pueda perdurar en el tiempo; los hijos no sólo quieren que sus
padres se amen, sino también que sean fieles y sigan siempre juntos. Estos y otros
signos muestran que en la naturaleza misma del amor conyugal está la apertura a lo
definitivo”. (123) 

1.1.- ¿Cómo interpretas personalmente el contenido de esas afirmaciones? 

Son afirmaciones que están asentadas en nuestra sociedad, en nuestra cultura y en nuestras
creencias, vienen descendiendo de nuestras crianzas, nuestros padres y abuelos nos
inculcaron desde niños, pero muchas veces no estemos de acuerdo, o se hace lo contario, o
no se respetan.

1.2.- ¿Cómo se comprenden y valoran en nuestro entorno social? ¿Por qué? 

Cada vez se comprenden y se valoran menos en nuestro entorno social, cada vez existe mas
separaciones, el amor se va, se enamoran de mas de una persona, se casan por conveniencia,
existen las infidelidades, la falta de respeto, piensan en progresar por separado, se vuelven
materialistas. Muchas mujeres piensan hoy en día que es mejor estar solas, tener lo suyo
estudiar y trabajar, algunas ni siquiera quieren tener hijos para no cargar con
responsabilidades, y otras aun ya teniendo hijos solo se dedican a ellos solas, y se sienten
más libres.

2- También leemos en la Exhortación: “En el matrimonio conviene cuidar la alegría


del amor”. (126) “Las alegrías más intensas de la vida brotan cuando se puede
provocar la felicidad de los demás”. (129) 

2.1.- Desde esa perspectiva ¿puedes concretar en qué consisten las mayores alegrías
experimentadas en tu vida familiar?

Las mayores alegrías experimentadas que viví en familia son aquellos viajes de improvistos que
se daban de vez en cuando, donde paseabas y disfrutabas de la naturaleza junto a nuestros
hijos, acampando de camping en camping sin la necesidad de las comodidades que hoy en día
se pueden tener, siempre cuidándonos. Y cuando nos acompañamos a los deportes y nos
alentamos los unos a los otros, se pierda o se gane.

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