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Transformación de Durango a finales del siglo XX

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Sagrado Corazón de Jesús


Catedral de Campeche
Gran Teatro de Burdeos (1773-1780), Francia,
de Victor Louis.
Catedral basílica de Durango
Sagrado Corazón de Durango

Catedral
de Zamora
de Hidalgo
20XX 9

Sagrado Corazón de Jesús


Palacio Municipal Teatro Ricardo Castro

En la calle 20 de Noviembre, esquina con la calle de Victoria, se puede El Teatro Ricardo Castro es el teatro más importante de Durango, fue
visitar el palacio, Palacio Municipal, pero a partir de febrero de 2013 inaugurado el 27 de marzo de 1924 con el nombre de Teatro en
como el Museo de la Ciudad 450, una vieja casona del siglo XIX, de Construcción, posteriormente se le cambio el nombre en honor al exitoso
sobrio estilo neoclásico. compositor y concertista duranguense Ricardo Castro Herrera

Majestuoso palacio construido en 1898. En sus orígenes fungió como la Este edificio presenta su pétrea imagen de cantera labrada con un sobrio
vivienda particular del Licenciado Pedro Escárzaga, afamado estilo neoclásico, en el que resaltan los elementos decorativos de su entrada
comerciante y político duranguense. En 1930 se convirtió en la sede del principal y del primer cuerpo del inmueble, el cual exhibe profusas
H. Ayuntamiento de Durango. decoraciones sobre los balcones. En el balcón central destaca un medallón
con la imagen de Federico Chopin.
Teatro Victoria
Altar Catedral
El Teatro Victoria es el
basílica de
recinto teatral más
antiguo del norte de
Durango
México con más de 200
años de antigüedad.
El altar mayor lo
conforma un ciprés de
Alojado junto al antiguo
estilo neoclásico, el cual
palacio de gobierno, este
resguarda la bella
viejo edificio que fuera el
imagen de la
teatro particular de Juan
Inmaculada
José Zambrano, fue
Concepción, talla
remodelado a principios
estofada y policromada
del siglo XX, dotándolo
del siglo XVIII.
de una fachada de estilo
neoclásico muy al gusto
de la época. Actualmente
es un centro cultural.
Templo de San
Agustín, Durango
Fue fundado por fray Gonzalo de Hermosillo, primer obispo de
Durango, en 1631. Al principio se edificó una pequeña y
humilde celda de oración que al paso del tiempo fue creciendo
en extensión; la construcción actual data de 1637, ampliada y
remodelada en el siglo XIX cuando se agregó una fachada
lateral y se construyó el altar mayor. Durante la Independencia,
las tropas realistas pelearon cuerpo a cuerpo con los insurgentes
dentro del templo, triunfando estos últimos.
La plaza que le precede se formó en el siglo XVII al fundarse el
Convento de San Nicolás Tolentino, llamándose entonces
Plazuela de San Nicolás. Hoy en día se le conoce como el Jardín
San Agustín Durango y cuenta con hermosos y bien cuidados
jardines. Esbeltas palmeras anteceden al Templo de San Agustín,
cuya fachada luce una bella torre campanario de un solo nivel,
estilo neoclásico; su cúpula destaca por el tamaño de su base o
tambor. La portada es muy sobria, en la que sobresalen los pares
de columnas corintias estriadas; los frisos exhiben elementos
vegetales tallados en piedra como decoración. Su gran ventana
del coro dispone de un llamativo vitral. Tiene como remate una
hermosa cruz de hierro.
Templo Expiatorio Del Sagrado Corazón De Jesús

Su edificación comenzó el 12 de abril de 1891, el proyecto fue del ingeniero


Francisco Rodríguez, que es una réplica de la Sacre Coeur de París. En
1896 fueron suspendidos los trabajos de construcción y no fue hasta 1904
que se reanudaron. En el año de 1920, se terminó una primera parte,
convirtiéndose de esta manera en capilla provisional, bendecida por el
arzobispo Francisco Mendoza Herrera.
Su mole de cantera presenta un adusto estilo románico en el que se
adivinan huellas del neogótico. Tiene tres puertas frontales, en las que se
integran de manera admirable los detalles ornamentales, como los arcos
remetidos de la fachada, los balcones de ventanas geminadas en el segundo
cuerpo y las estructuras de las torres, rematadas por cupulines. Resaltan
también la cúpula principal y los accesos laterales, trabajados en cantera. Su
interior es de planta de cruz latina con tres naves de estilo neoclásico.
Llaman especialmente la atención el baldaquino del altar principal, el cual
aloja una custodia dorada, y un bello conjunto de vitrales con escenas
religiosas en los ventanales.
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Panteón Oriente Dgo.


Museo Funerario, esculpido por Don Benigno Montoya
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Zárraga 1912 Ex Voto, con San Sebastian


Ex Voto
La poétesse Un espléndido ejemplo de las experimentaciones de Zárraga con
el cubismo, a las que se entregó entre 1915 y 1918. Se ignora la
identidad de la modelo representada en este retrato en formato
de "busto grande", y que la recrea inmersa en la atmósfera que
le es propia. La silla y la mesa pletórica de libros, abiertos y
cerrados, con un pliego de papel y recado de escribir forman el
entorno adecuado para señalar el "oficio" a ella asociado. Hay
un contraste marcado entre la solidez material de los objetos
desplegados en el primer plano, que ocupa el tercio inferior de la
composición, y la azulada evanescencia de la figura femenina.
Ésta se ve reducida a una silueta rellena de colores planos, y con
sus contornos definidos mediante firmes trazos; las líneas que
delimitan sus brazos se incurvan para señalar, al interior del
cuerpo, los bordes del vestido que forman el escote. Pese a la
severa impresión de frontalidad de la modelo, la simetría estricta
se rompe a la altura de la cabeza, para sugerir la coqueta
irregularidad del peinado o el tocado. Se percibe una cierta dosis
de ironía en el trazo un tanto caricaturesco de esta cabeza
simplificada al máximo, en un estilo ligado al universo de la
ilustración periodística coetánea, y que proporciona un
expresivo contraste a la disposición abstracta e intelectualizada
de los planos cromáticos que le sirven de fondo, librando así al
cuadro de una solemnidad excesiva.
Girl with Cherry Tart
La dádiva El viejo del escapulario

Creada en 1922. Tanto su pincelada como sus figuras


geométricas nos permiten atribuir este lienzo al cubismo.
Técnica: Esta pintura al óleo muestra a una joven mirando una
tarta de cerezas en una escena íntima. Los tonos
Óleo sobre tela
dominantes cubren la escala del rojo.
La Bailarina Desnuda

El crítico italiano Rodolfo Panichi calificó al segundo cuadro de


verdaderamente notable por la sobriedad del color y por la
entonación general y el vigor del modelado. Y lo describía así:
una muchacha cubierta sólo por un negro velo español en la
cabeza, se mueve en una terraza con leve paso de danza,
manteniendo algo de compuesto y hierático que da a la figura
un sentimiento de castidad, a pesar de la desnudez...; casi da la
impresión de una grave figura sacerdotal bizantina. La ropa y la
mantilla están puestas con armonía de tonos sobre el parapeto
de la terraza que se abre al campo; a la derecha, una mujer, de
diseño y porte admirables, entre indiferente y enojada, espera
sentada, escrutando sin embargo con aire burlón de disfrutadora
habituada, el efecto producido sobre el espectador."
La Femme et le Pantin Esta obra queda sugerida por el suntuoso mantón de Manila con
que la beldad cubre sus antebrazos, y sirve de fondo al esplendor
de su cuerpo desnudo. Al cuello trae un dije en figura de
calavera, y en cada uno de los dedos de sus manos lleva anillos,
multiplicando así los signos de artificiosidad con que engalana y
amplifica el poder de su belleza dominadora. Entre sus manos
trae los hilos que accionan el cuerpo desmadejado de un pelele,
arrodillado a su vera. Viste una carnavalesca túnica floreada, de
color rosa, de la que emergen los dedos gruesos y fláccidos de
una mano y un brazo hechos de trapo abullonado. Pero lo que
más nos impresiona es el rostro que brota de una suerte de
invertida corola de lienzo, o gorguera: una cara de demonio,
manchada de blanco, negro y bermellón, a la manera de una
máscara de teatro japonés, y cuyos rasgos denotan a un tiempo
cólera y dolor. La intensidad de esta farsa esperpéntica tiene por
escenario contrastante un asoleado paisaje meridional, acaso
más italiano que español, con una fila de cipreses que acentúan
la verticalidad de la dominatrix y, por contraste, el
sojuzgamiento del pelele, y una colina con un pueblecillo
reposando en sus faldas.

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