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Tema 5. Muros
Tema 5. Muros
INTRODUCCIÓN
Muros De Contención.
z z
H H
P
γw.z.dz
E=(área triángulo de
fuerzas)
MURO MURO
A
FROZ=μ .P f = γw.H
Cada elemento diferencial ejerce un empuje proporcional a la carga que
tiene sobre él. El empuje desestabilizador E tiene por magnitud el área del triángulo de
fuerzas y su línea de actuación está a 1/3 de la altura con respecto a la
base. (Valor en la base f= γw.H) (Área=1/2(H)(γwH)= 1/2 γw H )
2
1. Que la fuerza de rozamiento (dependiente del peso del muro y del coeficiente de
rozamiento entre la base del muro y el suelo de cimiento) compense al empuje horizontal
de la resultante E.
Por tanto, para poder dimensionar el muro, se deberían seguir los siguientes pasos:
2. El empuje total tendrá un valor igual al área del triángulo de fuerzas y estará situada a
(1/3)H desde la cota inferior.
3. Con ese dato del empuje total E, se puede determinar el espesor del muro cuyo volumen
(V (unitario)= H(dato) . e) genera un peso que ha de cumplir los requisitos de equilibrio de
fuerzas y de momentos.
En caso de que el elemento a contener fuera un suelo, en lugar de agua, el proceso sería
paralelo y, por tanto, la cuestión se reduce a la determinación del valor de (f), siempre y cuando
consideremos la simplificación de que no existe rozamiento entre el paramento del muro y el
suelo a contener. Con dicha hipótesis, la fuerza resultante será horizontal, mientras que si
existiera rozamiento la resultante tendría un sesgo respecto a dicha horizontal. Además, esa
fuerza será proporcional a la densidad del suelo (cuanto mayor sea ésta, mayor será el empuje
de la partícula diferencial) y a la profundidad considerada (por idéntico motivo).
Vamos a estudiar el sistema suponiendo el medio isótropo y en equilibrio, y para que se cumpla
dicha condición de equilibrio cualquier elemento diferencial de suelo no tendrá movimientos.
Elementos
diferenciales σ = γ .z (1)
z K0.γ.Z (2)
K0.γ.Z
(3)
Fig. 4.2
PEDRO JESÚS ARANDA GONZÁLEZ
NOTA IMPORTANTE
El círculo de Mohr define el conjunto de los puntos en condición de rotura, y que rompen por un
plano cuyo ángulo de rotura es α (que, en definitiva, sería el ángulo que forma con la horizontal
el plano de rotura de la cuña de terreno que se desprende del conjunto).
dx
Plano de Fractura
dS Φ = Angulo de rozamiento interno Recta de Coulomb
C = COHESIÓN
α
σ. dS
dz
( α = Ángulo de
Condiciones
de plano de ROTURA )
equilibrio:
τ. dS c 2α σ1
σ3 Φ
Σ FX = 0
(σ1+ σ3)/2
Σ FZ = 0 σ3 Se cumple que:
α α = 45o+ (Φ/2)
CÍRCULO DE MOHR
σ1
σ1 = σ3 . tg2 (450+Φ/2) + (2c). tg (450+Φ/2)
Fijándose en los dos esquemas, se observa que σ1 correspondería a las solicitaciones verticales
sobre el elemento diferencial de suelo (que sería el peso propio de la columna de suelo por
encima del elemento más las cargas de superficie, si las hubiera) y ducha presión vertical, en la
rotura, se corresponde con una horizontal de valor σ3 que se traduce en un empuje horizontal
sobre la cara de contacto del muro.
Por tanto, el cálculo de dicho empuje se reduce a la determinación del valor de σ3 en la ecuación
general del círculo de Mohr a partir del valor de la tensión σ1 en cada punto.
Despejando, resulta:
Habíamos comentado al calcular el empuje que un terreno ejerce sobre un muro que, si el muro
se desplazara hacia la izquierda, separándose paulatinamente del suelo, la tensión que se
genera entre muro y suelo iría reduciéndose progresivamente hasta un límite en el que el suelo
empieza a “agarrarse” al resto de macizo, generando un inicio de tracciones que, finalmente,
llegará a producir la rotura de una cuña que se descolgará apoyándose nuevamente en el muro.
Esa tensión última, en la rotura, entra en los límites de la plasticidad y no de la elasticidad, y
esos límites se definen en los suelos por unas propiedades específicas de cada suelo
(COHESIÓN Y ÁNGULO DE ROZAMIENTO INTERNO) que se plasman en la RECTA DE
COULOMB y en los CÍRCULOS DE MOHR.
Fig. 4.4
Ese punto de rotura ha de pertenecer a la recta de Coulomb (intrínseca del suelo) y, por tanto,
el círculo en que se produce dicho “descuelgue” de la cuña de terreno será el círculo que hemos
marcado como (4), que es tangente a la recta de Coulomb. En ese punto, la tensión σ3 tendrá
como valor precisamente el que estamos buscando Kac.γ.z.
PEDRO JESÚS ARANDA GONZÁLEZ
<CT>=<AC>.senΦ (1)
pero también es el radio del círculo de Mohr <CT>= (γ.z- Kac.γ.z)/2 (2)
<AC>= (c)/(tgΦ) + (γ.z+ Kac.γ.z)/2 <CT>= [(c)/(tgΦ) + (γ.z+ Kac.γ.z)/2]. senΦ (3)
Igualando (2) y (4): <CT>= (γ.z- Kac.γ.z)/2 = (c). (senΦ/tgΦ) + (γ.z. senΦ).(1+ Kac)/2
Pero:
(SIN SOBRECARGAS)
Para valores de z menores que zc el empuje es negativo; es decir, el terreno “tiraría del muro”
(lo cual no es posible). Realmente, el terreno se despega del muro causándose una grieta a lo
largo de la interfaz suelo-muro que llamaremos “grieta de tracción”, siendo zc la “profundidad
de la grieta de tracción”.
PEDRO JESÚS ARANDA GONZÁLEZ
Al despegarse del muro, el terreno constituye una “sobrecarga” hasta esa profundidad zc, y la
ley de presiones resultante se puede poner de la forma:
(sobrecarga) γ.zc
zc zc
H
= H
+ H
Fig. 4.5
Si consideramos nuestro muro de contención, vertical, sin fricción, con un relleno horizontal, a la
profundidad (z) la presión vertical sobre un elemento de suelo hemos visto que es σv=γ.z y, en
caso de que el muro no ceda y se mantenga en reposo, el esfuerzo lateral a esa profundidad (z)
vimos que era σh= K0.σv=K0.γ.z siendo K0 el coeficiente de empuje al reposo. Su estado tensional
estaría representado en la figura adjunta por el círculo (1).
Fig. 4.6
Pero si el muro es empujado hacia la masa del suelo una longitud Δx, el esfuerzo vertical a la
profundidad (z) permanecerá igual pero el esfuerzo horizontal se incrementará. La tensión σh irá
PEDRO JESÚS ARANDA GONZÁLEZ
aumentando pasando a ser sus estados tensionales los correspondientes a los círculos (2), (3),
(4), (5)… paulatinamente. El esfuerzo horizontal a la profundidad (z) alcanzará finalmente el
estado que representa el círculo (6) que representa el momento de la rotura, al ser tangente a la
recta de Coulomb (envolvente de las fallas por rotura del suelo).
El suelo fallará detrás del muro, siendo empujado hacia arriba. Pues bien, el esfuerzo horizontal
σh llegado a este punto se denomina EMPUJE PASIVO DE RANKINE y su coeficiente Kp
COEFICIENTE DE EMPUJE PASIVO DE RANKINE.
Observar que es una expresión totalmente similar a la del empuje activo, pero con todos los
signos cambiados y, por lo tanto, fácil de recordar.
ES IMPORTANTE HACER NOTAR que los cálculos del empuje activo sobre muros de Rankine se
basan en la hipótesis de que NO EXISTE FRICCIÓN entre el muro y el suelo.
En 1776, Coulomb desarrolló un método para calcular el empuje lateral de las tierras sobre un
muro de contención con relleno de suelo granular, tomando en cuenta la fricción del muro.