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ANATOMÍA

Los primeros en estudiar el cuerpo humano a través del microscopio óptico fueron Antoni van Leewenhoek, su creador, y
Marcello Malpighi. Describieron las células de la sangre, los corpúsculos presentes en el espesor de la piel, las
estructuras microscópicas del bazo, los glomérulos del riñón, los alvéolos pulmonares, las células germinales, etc.
Gracias al perfeccionamiento de las técnicas de investigación, a la creciente divulgación de los conocimientos desde el
siglo XIX y al desarrollo
de microscopios ópticos y electrónicos, de micrótomos cada vez más perfeccionados y de técnicas de coloración cada vez
más específicas, se produjo la «explosión» de la anatomía microscópica y la progresiva reducción del interés por la
anatomía general. En épocas más recientes, métodos no invasivos (como la radiografía, la ecografía y la resonancia
magnética) han permitido realizar investigaciones sobre la morfología y la dinámica del cuerpo vivo impensables antaño,
así como monitorizar la evolución y el crecimiento de los órganos durante las primeras fases del desarrollo embrionario.
La anatomía se ha convertido en una ciencia dinámica, fundamento esencial del saber médico de nuestros días.

MICROSCOPIO OPTICO
En los primeros años del siglo XX, gracias a instrumentos similares a éste (de fines del
siglo XIX), investigadores de la talla de Malpighi y Golgi consiguieron identificar gran
parte de la estructura celular de nuestro cuerpo y reconocer sus funciones principales.
Actualmente, la anatomía se divide en diferentes «ramas» que, a partir de
conocimientos ya adquiridos sobre la estructura del cuerpo humano, profundizan en
aspectos muy distintos.

ANATOMÍA HUMANA NORMAL SISTEMÁTICA (o, impropiamente, DESCRIPTIVA). Es la más antigua; analiza la
conformación, las relaciones, la estructura y el desarrollo de los diferentes órganos. Se divide en:
 MACROSCÓPICA. Se ciñe a la observación de los elementos visibles sin necesidad de instrumentos.
 MICROSCÓPICA. Emplea metodologías histológicas para describir las microestructuras de los distintos órganos.
ANATOMÍA TOPOGRÁFICA. Estudia los órganos según el lugar que ocupan, dividiendo el cuerpo humano en territorios,
regiones y estratos (desde los superficiales a los más profundos).
ANATOMÍA QUIRÚRGICA. Estudia los problemas anatómicos relativos a las enfermedades de que se ocupa la cirugía, a
sus síntomas y a las técnicas de intervención quirúrgica.
ANATOMÍA PATOLÓGICA. Estudia las alteraciones macroscópicas de los órganos, producidas por enfermedades diversas,
utilizando como principal método de indagación la autopsia.
ANATOMÍA RADIOGRÁFICA. Se ocupa de la nomenclatura y del aspecto de las partes sanas del cuerpo tal como se ven en
una radiografía, precisando los caracteres particulares que los distintos órganos y tejidos adoptan como consecuencia de
su superposición, de su proyección en una pantalla y de su diferente densidad radiológica.
ANATOMÍA ARTÍSTICA. Se ocupa de las formas exteriores del cuerpo, las proporciones entre las distintas partes, los
órganos visibles directamente y sus modificaciones externas debidas a actitudes diversas y, en especial, al movimiento.
TECNOLOGIAS MODERNAS EN EL ESTUDIO ANATÓMICO
Al igual que las demás disciplinas científicas, la anatomía ha hecho notables progresos gracias al desarrollo de nuevas
técnicas de investigación cada vez más precisas.
AUTORRADIOGRAFÍA O RADIOAUTOGRAFÍA
En qué consiste: es una técnica que proporciona una reproducción fotográfica detallada de un órgano. Con una inyección
intravenosa, se introducen en el cuerpo algunas sustancias radiactivas (radioisótopos); posteriormente se explora la
región en que se encuentra el órgano en cuestión con un instrumento que mide las diferentes intensidades de radiación.
BIOPSIA
En qué consiste: es una extracción quirúrgica de una porción de tejido del cuerpo vivo. Según el tipo de tejido, éste
puede ser extraído con un bisturí, unas pinzas quirúrgicas o una jeringa. Se utiliza, sobre todo, en el diagnóstico precoz y
preoperatorio de los tumores; también para confirmar o excluir la sospecha de enfermedad celíaca en los niños, para
definir las afecciones de varios órganos (pulmones, colon, bazo, páncreas, tiroides, glándulas mamarias, próstata, etc.),
para excluir la presencia de formaciones tumorales, para determinar las condiciones del endometrio en caso de
esterilidad de la mujer y para confirmar, en casos especiales, un diagnóstico de cirrosis hepática.
ECOGRAFIA
En qué consiste: es una técnica que permite visualizar los órganos gracias al empleo de una banda de ultrasonidos. Un
generador de ondas de alta frecuencia se coloca sobre la zona del cuerpo que se va a examinar; las ondas se propagan en
profundidad, llegando al órgano por el que son reflejadas: un complejo aparato convierte las señales sonoras en
imágenes que se visualizan en una pantalla de televisión.
Cuándo se emplea: principalmente en la revisión de los órganos de la cavidad abdominal (hígado, páncreas, vejiga,
aparato reproductor femenino, riñones, intestino, etc.), de la cavidad torácica (pulmones, mamas, corazón) y del cuello;
también es una prueba rutinaria para diagnosticar los embarazos extrauterino y múltiple y vigilar el desarrollo del feto.
ENDOSCOPIA
En qué consiste: es la inspección de una cavidad del cuerpo a la que se puede acceder directamente (por ejemplo, los
senos nasales y frontales, el esófago y el estómago, la tráquea y los bronquios, la vejiga, el intestino, el útero, etc.), que
se realiza gracias al empleo de aparatos especiales dotados de un sistema de lentes y de iluminación. Estos aparatos
pueden aumentar las imágenes, permitiendo distinguir perfectamente incluso los detalles más pequeños.
Gracias a las fibras ópticas y a la miniaturización, en la actualidad es posible examinar y efectuar filmaciones televisivas
de cavidades del cuerpo, a las que se llega por medio de pequeñas intervenciones quirúrgicas (cavidades cardiacas, vasos
sanguíneos, peritoneo, etc.) o directamente (por ejemplo, tragando una microcámara de televisión).
Cuándo se emplea: aparte de ser un instrumento esencial para el diagnóstico de varios tipos de dolencias (inflamaciones,
cistitis, tumores, etc.), esta técnica constituye un complemento perfecto de la cirugía y las biopsias. Por lo general, las
pequeñas intervenciones (como la extracción de fibromas uterinos, de pólipos nasales e intestinales, del menisco medial
o lateral de la rodilla, de cuerpos extraños en las vías respiratorias, así como la toma de muestras para biopsias de
órganos internos y de cavidades abdominales) se realizan con la ayuda de endoscopios desarrollados específicamente
para cada tipo de operación. En algunas ocasiones, la endoscopia se emplea además para observar al feto y,
particularmente, para realizar intervenciones quirúrgicas prenatales.
RADIOGRAFIA
En qué consiste: es la más «vieja» de las modernas metodologías de investigación anatómica que permiten obtener
indicaciones sobre el interior del cuerposin intervenir quirúrgicamente. La técnica radiográfica emplea un haz de rayos X
generado por una corriente eléctrica de alta tensión que, atravesando un tubo al vacío, llega a una placa de molibdeno o
de tungsteno. El haz de rayos generado de este modo se dirige hacia la región del cuerpo que se desea examinar: el
cuerpo absorbe la radiación de diferente manera, en función de que los rayos atraviesen un órgano «blando», un tejido
óseo, una cavidad, etc. El haz que sale del cuerpo llega a una placa, una película o cualquier otro receptor capaz de
captar la intensidad de la radiación. Por ejemplo, si el haz de rayos X se dirige a un brazo, los rayos que sólo atraviesan el
tejido muscular son menos absorbidos (tienen menor densidad radiológica) y oscurecen la placa mucho más que los
rayos que han atravesado el tejido óseo, mucho menos «transparente» a los rayos X (con mayor densidad radiológica).
Así se obtiene
una imagen «en negativo» de las partes internas del brazo: oscuras las de
baja densidad radiológica (músculos) y claras las de alta densidad
(huesos).
Los primeros aparatos radiográficos empleados en medicina fueron
realizados por Marie Curie. Los instaló en una ambulancia y recorrió el
frente oriental francés durante la Primera Guerra Mundial, permitiendo a los cirujanos, por primera vez, localizar con
rapidez y seguridad las fracturas y la metralla en los heridos. Marie Curie fue la primera científica que recibió dos
premios Nobel por su aportación al conocimiento de las sustancias radiactivas, recibió también la Legión de Honor
francesa por su trabajo durante la guerra.

Qué permite ver: la conformación y la estructura interna de tejidos y órganos, así como la presencia (normal o anómala)
de aire, de líquidos o de cuerpos extraños con densidad radiográfica distinta a la de las estructuras corporales.
Cuándo se emplea: se utiliza principalmente en ortopedia y traumatología, para detectar problemas en huesos y
articulaciones, y en los exámenes rutinarios de prevención del cáncer de mama (mamografía); también se usa para
localizar cuerpos extraños, tumefacciones o espesamientos en los tejidos causados por procesos inflamatorios o
tumorales, y para comprobar las dimensiones y el funcionamiento del corazón (angiocardiografía).
TOMOGRAFÍA COMPUTERIZADA (TC), más conocida como TOMOGRAFÍA AXIAL COMPUTERIZADA (TAC)
En qué consiste: a través de numerosas mediciones realizadas mediante rayos X, esta costosa técnica procesa
matemáticamente los datos reunidos, reproduciendo la imagen radiológica de secciones transversales del cuerpo. El
paciente, tumbado sobre una camilla especial, se somete en pocos minutos a centenares de radiografías que, una vez
reveladas, proporcionan un cuadro anatómico completo.
Qué permite ver: las estructuras más pequeñas con diferente opacidad radiológica, normalmente invisibles con un
examen radiológico tradicional.
Cuándo se emplea: debido al alto coste y a la elevada dosis de radiaciones que debe absorber el paciente, esta técnica se
utiliza sólo en casos especiales, sobre todo para diagnosticar tumores en órganos que no se pueden analizar fácilmente
con otros métodos (hígado, páncreas, cerebro).
RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR (RMN) O RESONANCIA MAGNÉTICA (RM)
En qué consiste: es una técnica de investigación que permite obtener imágenes excepcionalmente precisas y
extraordinariamente ricas en detalles sin tener que emplear medios de contraste. El cuerpo se somete a un campo
magnético que provoca la emisión, por parte de los átomos que componen cada órgano, de radiaciones con una longitud
de onda muy baja (frecuencias radio). Las señales emitidas son transformadas en imágenes por un complejo equipo de
computadoras que tiñe de diferentes colores las zonas del cuerpo con distinta emisión.
Qué permite ver: la conformación de tejidos y órganos difícilmente accesibles o muy extensos (por ejemplo, el sistema
circulatorio o el linfático) de manera enormemente detallada.
Cuándo se emplea: es útil para examinar la estructura más fina de órganos como el cerebro, de vísceras, de los sistemas
vascular y linfático, de los músculos y de los huesos.

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Cuando hablamos de «cuerpo humano» nos referimos, en realidad, a un concepto abstracto. Basta pensar en lo
diferentes que son entre sí un recién nacido y un adulto, o un anciano y una mujer, para darnos cuenta de que lo
correcto sería especificar siempre el estadio de desarrollo y el sexo.
TEJIDOS
Inicialmente, el cuerpo humano fue dividido en sistemas o aparatos, es decir, en conjuntos de varios órganos (estructuras
complejas dotadas de actividades específicas) cuyas funciones estaban directamente involucradas en un cometido
general. La observación se centró después en los tejidos, es decir, en agrupaciones de células con características muy
similares distribuidas en el interior del cuerpo de forma «transversal».
La ciencia que estudia las estructuras anatómicas a nivel microscópico recibe el nombre de histología.
Para observar un tejido al microscopio (de cualquier tipo) es necesario tratarlo siguiendo unos procedimientos más o
menos complejos. En primer lugar, hay que fijarlo. La fijación tiene la finalidad de impedir que el tejido pueda
descomponerse. Se sumerge la muestra en una mezcla de alcohol, formol o ácido acético para reducir los inconvenientes
del tratamiento.
A continuación, el tejido se somete a deshidratación, un proceso que elimina el agua y lo vuelve compatible con la
sustancia hidrorrepelente que servirá para la inclusión.
Después la muestra se somete a inclusión, un procedimiento que hace que el tejido adquiera una consistencia
homogénea, adecuada para ser cortada. Por lo general, la muestra se impregna de sustancias («medios de inclusión»,
como la parafina o las resinas epoxídicas) que la endurecen considerablemente.
A continuación, el tejido se impregna de metales pesados (si se va a observar al microscopio electrónico) o se colorea. La
coloración con productos naturales (como el carmín o la hematoxilina) o sintéticos (como los colorantes a base de
anilina) evidencia particulares estructuras a observar.

ESQUELETO
El esqueleto del adulto está formado, por término medio, por 206 huesos; el del feto, en cambio, está constituido por
unos 350 huesos completamente cartilaginosos. Con el crecimiento, muchos de ellos se funden entre sí, y el desarrollo
de los sistemas circulatorio y nervioso provoca la radical transformación del cartílago en tejido óseo mucho más rico en
sales minerales. El cartílago desaparece casi por completo en el esqueleto del adulto, queda circunscrito a algunas partes
de la oreja, la nariz, la tráquea y los bronquios, la parte anterior de las costillas y las superficies articulares. El esqueleto
humano alcanza la madurez a los 25 años, y durante toda la vida, además de permitir el movimiento, protege y sostiene
los órganos internos.

De los 206 huesos que componen nuestro esqueleto, 29 forman el cráneo, 26 constituyen la columna vertebral, 25
forman la caja torácica y 64 integran las dos extremidades superiores (incluidas las manos) y 62 las inferiores. El
esqueleto, además, se divide en dos partes con funciones muy diversas:

- El esqueleto axial, esqueleto del tronco o esqueleto central. Está formado por el cráneo, la columna vertebral y la
caja torácica. Tiene la función de sostén y protección de los órganos internos.
- El esqueleto apendicular. Está formado por las extremidades (superiores e inferiores) y las cinturas, o cinturones.
Su principal función es de movimiento y sostén.
Los huesos son estructuras muy resistentes y elásticas. Se
clasifican en largos, cortos y planos. Sus dimensiones varían:
desde el fémur, que a veces supera el medio metro, a los
diminutos huesecillos del oído medio, de pocos milímetros de
longitud.

Cada hueso está rodeado por una membrana fibrosa llamada


periostio, rica en vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas,
que se interrumpe al límite de las zonas articulares y allí donde
se insertan ligamentos o tendones.

ARTICULACIONES
Articulación o coyuntura es toda estructura anatómica en la
que dos o más huesos se ponen en contacto. Las
articulaciones se pueden clasificar según el grado de movilidad
recíproca de los huesos implicados, según el movimiento que
los huesos pueden realizar o según el tipo de tejido que
conecta entre sí los huesos.

Según el grado de movilidad recíproca de los huesos


implicados se distinguen: articulaciones móviles o diartrosis
(rodilla, hombro, dedos, etc.), articulaciones semimóviles o
anfiartrosis (espina dorsal, huesos del pie) y articulaciones fijas
o sinartrosis (cráneo). En función del movimiento que los
huesos pueden desarrollar, en cambio, se distinguen las
siguientes articulaciones: en bisagra (codo), condílea (rodilla), elipsoidal (muñeca), esférica (hombro), plana (huesos del
pie), en perno (cuello) y en silla (tobillo).
Estructura de una articulación móvil: la rodilla

1. fémur

2. tibia

3. rótula

4. cóndilos de la cabeza y de la tibia

5. cartílago hialino

6. cápsula articular

7. tendón del músculo del muslo que mantiene en posición la rótula

8. membrana sinovial

9. líquido sinovial o sinovia

10. menisco (cartílago semilunar)

Las funciones de unión entre huesos que desempeña la cápsula articular están en combinación con las de los ligamentos
articulares: bandas de tejido conjuntivo fibroso no elástico que impiden a los huesos separarse uno de otro (es decir, que
se produzcan dislocaciones).

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